PERUANOS, BOLIVIANOS Y ARGENTINOS EN TARAPACÁ

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reseña de libros
29
Departamento de Ciencias Sociales
Universidad Arturo Prat. Iquique
REVISTA ciencias sociales nº 21
Segundo Semestre 2008 pp. 29-59
ISSN 0717-2257
PERUANOS, BOLIVIANOS Y ARGENTINOS EN TARAPACÁ SEGÚN
SUS PAUTAS MATRIMONIALES: ¿PLURALISMO CULTURAL O
CRISOL DE RAZAS? 1885 – 19101*
Marcos Calle Recabarren2
El presente estudio tiene como objetivo describir y analizar algunos rasgos demográficos
de la población de Tarapacá: chilenos, peruanos, bolivianos y argentinos, sus pautas
matrimoniales y el grado de integración que experimentaron, a partir de sus comportamientos
endo o exogámicos.
Palabras Claves: Chile, Tarapacá, Inmigrantes peruanos, bolivianos y argentinos.
The following study has as its objective the description and analysis of certain demographic
traits of the population of Tarapaca: Chileans, Peruvians, Bolivians and Argentinians, their
matrimonial customs and the degree of integration that took place, based on their endo or exogamic
behaviour.
Keywords: Chile, Tarapacá, nationalities integration
Introducción
Un tema de gran interés entre los investigadores sociales que se ocupan de los problemas
migratorios es el fenómeno de la integración social de los inmigrantes en los países de destino.
La integración social es sólo una dimensión del proceso de integración, y lo concebimos como
1
2
*
Una versión preliminar de este artículo fue presentada en la XV Jornadas de Estudios Migratorios de Chile celebrada en junio
de 2008, en la Universidad de Tarapacá, Arica. Agradezco especialmente el aliento y los comentarios del Dr. Juan Ricardo
Couyoumdjian, el cual me ha permitido ajustar lo aquí expuesto.
Licenciado en Historia. Universidad Católica de Chile. Correo electrónico: [email protected]
revista ciencias sociales 21 /segundo semestre 2008
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interacción, y vinculación que se establece entre los inmigrantes, la sociedad receptora, y los
descendientes de todos ellos.
El caso de Tarapacá presenta algunos aspectos singulares, pues según algunos autores la
región de Tarapacá, en tiempos del salitre, fue un espacio multinacional, donde predominaron
tres nacionalidades: la chilena, peruana, y boliviana. En menor cuantía, se deben agregar a la
conformación social: argentinos, chinos, ingleses, alemanes, italianos, españoles, croatas, y otras
nacionalidades. Todos, unos más otros menos, construyeron una nueva sociedad: la pampina.
Al hurgar en los libros de matrimonios del registro civil de Iquique, surge la pregunta ¿En
la región de Tarapacá se materializó el modelo del melting pot (crisol de razas), o el pluralismo
cultural?
Las partidas matrimoniales de los diversos grupos fronterizos y la sociedad receptora son
un indicador clave —si bien no exclusivo— de su integración social. Los hombres y mujeres
interactúan dentro de sistemas o madejas de relaciones, más o menos formales, creando lazos
más o menos íntimos, en los cuales la elección del cónyuge es sólo un aspecto.
Existe una discusión conceptual interesante acerca del melting pot o crisol de razas, es
decir, donde el proceso de asimilación de los inmigrantes fue relativamente rápido y efectivo.
Como contrapartida, está el modelo “Pluralismo cultural”, que considera que se ha creado una
sociedad caracterizada por la existencia de colectividades relativamente cerradas que mantienen
más o menos efectivamente las tradiciones de la sociedad de origen. El crisol de razas es un
término semejante al melting pot norteamericano y al creuset francés. El de Pluralismo Cultural
o Multiculturalismo, serviría para etiquetar al segundo3.
3
Sobre el problema más general del debate “pluralismo cultural” vs. “crisol de razas”, existe una interesante revisión historiográfica
en F. Devoto, “Del crisol al pluralismo. Treinta años de estudios sobre las migraciones europeas a la Argentina”, Instituto Di
Tella, Serie Documentos de Trabajo (Buenos Aires), 118, 1992. Una posición de defensa del crisol y de cuestionamiento hacia
las nuevas tendencias en H. Sábato, “El pluralismo cultural en la Argentina. Un balance crítico”, en Comité Internacional de
Ciencias Históricas-Comité Argentino, Historiografía argentina, (Buenos Aires), 1990, 350-366.
marcos calle recabarren / peruanos, bolivianos y argentinos en tarapacá…
Los estudios sobre matrimonios de inmigrantes han alcanzado un gran desarrollo en las
dos últimas décadas. A los trabajos de los pioneros estadounidenses les han seguido numerosos
estudios de investigadores argentinos4, y escasos estudios de chilenos5.
Relacionado con lo anterior, un indicador clásico, es el de los matrimonios. Con quién
se casa uno parece decir mucho acerca de prejuicios y estereotipos y acerca de las formas
—étnicas o no— de sociabilidad en el ámbito familiar y en el más amplio de los espacios en
que las personas se mueven. En este sentido, el matrimonio es indicador, al menos de tres
aspectos. Las personas se casan, en general, con alguien a quien conocen personalmente, si
bien algunos inmigrantes se casaban a veces con paisanas que les conseguían sus parientes
en el lugar de origen; a la vez que la elección de la pareja más conveniente está limitada a las
mujeres u hombres dispuestos a aceptarlos, Sin embargo, en este último punto, la elección, no
es sólo parte de una decisión individual, ni de convenciones sociales, sino de las presiones del
entorno familiar, local, y del grupo más amplio de relaciones sociales primarias. En este sentido,
el matrimonio implica un ámbito de sociabilidad compartido, la influencia de un mercado
(cantidad de hombres o mujeres disponibles), y retrata las convenciones y los valores puestos
en juego por aquellos que eligen pareja (Devoto; 2004: 328-330).
El estudio de las pautas matrimoniales ha sido una de las vías predilectas para identificar
una forma directa de asimilación de los emigrantes en las sociedades de acogida. Concebimos
el matrimonio cruzado, como un instrumento esencial de participación e integración en la vida
del inmigrante, y su relación con la sociedad de acogida. Además, al interior de la familia, y la
socialización con las nuevas generaciones, es donde se reafirman y transmiten las costumbres,
usos y tradiciones de la colectividad, y donde también se homogenizan o fusionan con culturas
diferentes.
4
5
Mark Szuchman, “The limits of the melting pot in urban Argentina: marriage and integration in Córdoba, 1869-1909”.
Hispanic American Historical Review, 57: 1, febrero 1977. Samuel Baily, “Marriage Patterns and Inmigrant Assimilation
in Buenos Aires, 1882-1923”. Hispanic American Historical Review, 60, 1, 1980, 32-38. E. Míguez y otros, “Hasta que la
Argentina nos una: reconsiderando las pautas matrimoniales de los inmigrantes, el crisol de razas y el pluralismo cultural”.
Hispanic American Historical Review, 71, 4, 781-808.Ruth Freundlich de Seefeld, “La integración socil de extranjeros en
Buenos Aires: según sus pautas matrimoniales: ¿Pluralismo cultural o crisol de razas? (1860-1923). Estudios Migratorios
Latinoamericanos, año 1, nº 2, abril 1986. Nora Pagano y Mario Oporto, “La conducta endogámica de los grupos inmigrantes:
pautas matrimoniales de los italianos en el barrio de la Boca en 1895”. Estudios Migratorios Latinoamericanos, años 2, nº 4,
diciembre 1986. Hernán Otero, “Una visión crítica de la endogamia: reflexiones a partir de una reconstrucción de familias
francesas, (Tandil, 1850-1914). Estudios Migratorios Latinoamericanos, año 5, nº 15-16, 1990.
Leonardo Mazzei de Grazia, La inmigración italiana en la provincia de Concepción, 1890-1930. Tesis doctoral, Pontificia
Universidad Católica de Chile. 1989. Ana Rosa Aravena, María Noelia Herrera y Marcela Pérez, Análisis demográfico de
los inmigrantes europeos en Valparaíso a través de los matrimonios en el Registro civil, 1885-1920 (alemanes, franceses,
italianos). Tesis de Licenciatura en historia, Universidad Católica de Valparaíso, 1988. Marcos Calle Recabarren, Poblamiento
y nupcialidad en Tarapacá. Tesis de Licenciatura en historia, Universidad de Concepción, 1992; Inmigrantes italianos en
Tarapacá, 1880-1910. Una aproximación histórico-demográfica. Revista Tiempo y Espacio, año 11, Nº 14.Universidad del
Bío-Bío, 2004; Perfil demográfico, ocupaciones y procedencia regional de los inmigrantes italianos en Tarapacá, 1866-1941
.Si somos americanos. Revista de Estudios Transfronterizos. Vol. 8, Nº 1. INTE, Universidad Arturo Prat, 2006.
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Aunque, nos encontramos con casamientos de personas de nacionalidades distintas,
usaremos el término interétnico para describir estos casamientos, evitando el término
internacional, que tiende a sugerir que uno de los dos contrayentes emigró para casarse con
alguien de otra nacionalidad, lo que no sucede con las bodas que examinaremos. También
queremos destacar las identidades de los involucrados, no solamente su estatuto legal, o qué
Estado reivindicaba soberanía sobre ellos. El concepto de etnicidad implica identidad por
definición, en tanto que las relaciones entre nacionalidad (o ciudadanía) e identidad son
contingentes.
Existe consenso entre los investigadores de la inmigración, que los grupos étnicos son
construidos socialmente y son mutables históricamente; que la identidad étnica se forma en la
interacción con otros grupos, y que la definición de las fronteras entre grupos es central en la
formación de las etnias.
En este estudio se analizará la selección del cónyuge como una forma de medir la
integración social de los inmigrantes; la endogamia indicaría un bajo nivel de integración y
la exogamia un nivel alto. Con todo, estas interpretaciones tienden a adoptar una perspectiva
excesivamente simple del fenómeno de la selección de la pareja. Así, parten del supuesto
generalizado es que los contrayentes escogieron sus cónyuges según los diversos atributos de
éstos. Si existiera crisol de razas el factor étnico debía pesar poco y por lo tanto los matrimonios
endógamos no deberían superar en mucho el nivel que el azar impondría como normal6. En la
medida en que la tendencia endogámica supera estos niveles, está indicando que el origen es un
condicionante significativo de la elección matrimonial. Pensamos que si bien esto es en buena
medida cierto, lo es en un contexto mucho más complejo que debe ser tenido en cuenta.
La tendencia endogámica de los grupos inmigrantes reflejaría la fuerte cohesión del
grupo étnico que tiende a mantener las pautas culturales de la sociedad de origen mediante la
institución del matrimonio, o bien las dificultades que la sociedad receptora presentaría a los
extranjeros para su rápida asimilación (Pagano y Oporto, 1986).
El fondo de nuestras consideraciones es conocer el comportamiento matrimonial de los
grupos fronterizos: si optan por su grupo, en qué medida lo hacen, y si se casan fuera de su
grupo ver con quienes se casan. Además, tomaremos como herramientas de análisis los índices
de masculinidad, y el peso de cada grupo en la sociedad global. Por último, analizaremos
6
Vale decir, tomando 100 varones de origen X en un año dado, y suponiendo que en la población considerada había 1.000
mujeres casables de las cuales 80 son de origen X, y si el factor étnico no pesara deberíamos esperar sólo 8 matrimonios
endógamos.
marcos calle recabarren / peruanos, bolivianos y argentinos en tarapacá…
las conductas matrimoniales de los inmigrantes fronterizos, para ver si avalan el modelo de
migración tipo crisol de razas o pluralismo cultural.
Tarapacá un espacio por ocupar
El hecho de reducir la escala de observación a una dimensión regional no deja de
plantear problemas. Uno de ellos es cómo delimitar a la región escogida. Una región migratoria,
entendida como un área con un conjunto de rasgos homogéneos, puede no coincidir con una
región económica y desde luego que menos aún con una región administrativa. Muchas veces
los historiadores que operan sobre temas regionales son prisioneros, en el marco espacial que
se fijan, de los mismos problemas que se les plantean a aquellos que operan sobre espacios
nacionales. Estudian fenómenos sociales desde marcos jurídicos-institucionales que los
contienen con dificultad. La región que debería ser el punto de llegada de una investigación se
convierte en un apriorístico y a veces arbitrario punto de partida. Muchas veces, sin embargo,
no hay más remedio que operar así, ya que no existe otro modo de utilizar las fuentes (Devoto,
1996: 480).
Por todo ello, nuestra perspectiva regional partirá de la unidad administrativa territorial;
con todos los límites que ello implica, quizá podría definirse mejor como una perspectiva de
alcance intermedio o zona de coherencia económica.
Durante el periodo 1880-1930, el sector exportador chileno se apoyó fundamentalmente
en el salitre. Por la magnitud y crecimiento de la demanda mundial, las elevadas tasas de
rentabilidad del capital obtenible, las características geológicas de los depósitos salitrales y las
condiciones tecnológicas para su explotación, el desarrollo de la actividad salitrera demandó
importantes contingentes de mano de obra, tanto para las actividades mineras propiamente
tales, como para el transporte terrestre y las actividades portuarias. Por consiguiente, la
expansión salitrera, aun cuando fue controlada en gran medida por capital foráneo (al menos
en los primeros decenios hasta 1910) , lejos de constituir un enclave aislado que inhibió el
desarrollo del capitalismo en Chile, fue un factor fundamental en su expansión y florecimiento.
El Estado, los mercados laborales, de consumo y de insumos del Norte Grande, fueron los
principales mecanismos a través de los cuales se estimularon importantes transformaciones
sociales, económicas y políticas de carácter capitalista en el resto de la sociedad chilena,
incluyendo los sectores industrial y agrícola (Cariola y Sunkel; 1991: 67-68).
En el ámbito económico, Tarapacá tuvo como centro la explotación del nitrato, proceso
que coadyuvó a transformar gradualmente su estructura productiva agropecuaria y de servicios;
la mano de obra masculina y femenina se incorporó directa e indirectamente a esta actividad.
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En la costa, la población de Pisagua, Caleta Buena, Junín, Mejillones del Norte, Iquique, Bajo
Molle, Patillos y caletas menores, se vinculó al embarque de salitre, y transporte de insumos.
Otras caletas como Río Seco, Pabellón de Pica y Huanillos, desarrollaron actividades salineras y
guaneras. En la pre-cordillera, pueblos como Codpa, Chiapa, Camiña, Sibaya, San Lorenzo de
Tarapacá, Pica y Huatacondo, volcaron su actividad agropecuaria al mercado de las salitreras.
En el ámbito social; Tarapacá experimentó procesos complejos y variados. Uno de los
más importantes fue el de las migraciones internas e internacionales, puesto que la mayor parte
del crecimiento demográfico urbano era alimentado por movimientos de población7. En sus
inicios, la reducida población de Tarapacá, acogió tempranamente, grupos migratorios: peones
y jornaleros provenientes del Norte Chico, Perú, Bolivia y Argentina. El perfil ocupacional de
los inmigrantes masculinos, estuvo conformado mayormente por artesanos y obreros, en tanto
que las mujeres del mismo origen, se incorporaban a las ramas menos calificadas (costura,
planchado, lavado, y servicio doméstico). Estos inmigrantes llegados de regiones vecinas
buscaban integrarse al área tarapaqueña y constituyeron una proporción significativa de la
población del puerto y la pampa.
Historiadores del salitre han afirmado que los ingleses y alemanes, fueron las
colectividades europeas más hegemónicas e influyentes en cuanto a movimientos de capitales
y participación en la explotación del salitre. No obstante ello, no eran las únicas, y ni siquiera
las más numerosas8. Entre los años 1875 y 1879, los principales vendedores y productores de
salitre, en orden de importancia eran los peruanos, europeos, y chilenos (Blakemore; 1991: 20).
Después de la anexión de Tarapacá a Chile, aumentaron las inversiones británicas en el salitre;
seguían en importancia los empresarios chilenos, en una escala menor estaban los alemanes,
y en el fondo de la tabla los españoles e italianos. En 1901, por ejemplo, la productividad
salitrera en orden de importancia estuvo conformada por Gran Bretaña, Chile, Alemania, y
España. Con posterioridad, sin embargo, la participación del capital chileno en las oficinas
salitreras creció, de modo que llegó a ser la más importante entre la nacionalidad de los dueños
y productores en 1921 (Soto; 1998: 50-51).
7
8
Es necesario indicar que entendemos por urbano a un centro poblado de importancia relativa que provee de bienes y servicios
a la región rural circundante, aunque no reúna en realidad los rasgos de una auténtica urbs.
Sobre salitre, ver especialmente, los dos volúmenes detallados basados en una amplia documentación, Oscar Bernúdez Miral,
Historia del salitre desde sus orígenes hasta la guerra del Pacífico, Vol. 1 Ediciones de la U. de Chile, Santiago, 1963. Del
mismo autor Historia del salitre desde la guerra del Pacífico hasta la revolución de 1891, Vol. 2. Editorial Pampa Desnuda,
Santiago, 1984; Guillermo Billinghurst Los capitales salitreros de Tarapacá, Santiago, Editorial Imprenta Española, 1889; E.
Semper y E. Michels, La industria del salitre, Editorial Barcelona, Santiago, 1908; Miguel Cruchaga, Guano y salitre, Editorial
Reus, Barcelona, 1929; Roberto Hernández Cornejo, Resumen histórico desde su descubrimiento y explotación Editorial
Fisher Hnos, Valparaíso, 1930; Alejandro Soto C. Influencia británica en el salitre: Origen, naturaleza y decadencia. Editorial
Universidad de Santiago, Chile, 1998.
marcos calle recabarren / peruanos, bolivianos y argentinos en tarapacá…
Estudiar los chilenos, peruanos, bolivianos y argentinos en la perspectiva regional,
permite establecer mejor el papel que les cupo en la formación de la sociedad de Tarapacá.
El enfoque regional tiene virtudes conceptuales. Claude Lévi-Strauss decía que las regiones
son buenas para pensar (1987). La región resulta, pues, una especie de categoría natural de
análisis, especie de universo autocontenido donde se desenvuelven, como en un laboratorio,
los fenómenos sociales. Vale decir, la posibilidad de mirar con profundidad temas, actores y
procesos que los enfoques más tradicionales de las historiografías nacionales no alcanzan a
percibir dado su marco macro-analítico. Estos temas, actores y procesos, por lo demás, no son
particularmente regionales, sino que, atañen de la manera más directa al devenir de los países
(Goicovich y Jaramillo: 2005: 267).
Si examinamos el telón de fondo de nuestra historia en la región de Tarapacá, en el
tiempo del salitre, apreciamos dos rasgos claves: por un lado, un espacio de intercambio de
personas y bienes con una intensidad más o menos permanente y, por otro, un espacio de
asentamientos étnicos con paisajes de identidad diferenciada con respecto al territorio.
Para la sociedad chilena, y migrantes peruanos, bolivianos y argentinos, Tarapacá fue
una alternativa para ganarse la vida. El costo de oportunidad de acceder a un trabajo fue uno
de los motores que movilizó a estas personas. El migrante puede volver a salir, y eventualmente
lo hace, si cuenta con los recursos para retornar o cuando detecta la existencia de nuevas
oportunidades en su propio país o en otro. Y así puede recorrer este circuito las veces que lo
crea conveniente, según las oportunidades que se le presenten.
Con el concepto espacio queremos connotar, el lugar donde se produjo y desenvolvió
la inmigración fronteriza. Los puertos de Iquique y Pisagua, fueron los principales centros de
selección y redistribución de la población migrante.
La sociedad receptora
La sociedad de acogida, en el puerto de Iquique y en el período considerado, cumple muy
escasamente los roles que la teoría suele otorgar a la sociedad receptora: ofrecer una cierta base
demográfica, y una estructura social, económica, política y cultural relativamente integrada,
en proceso de expansión. En sus intersticios se insertarían los recién llegados, compitiendo o
rivalizando con la población existente por las oportunidades que la sociedad brinda, dando
lugar a distintos modos de integración, a partir de su mayor o menor participación en las
distintos ámbitos de la vida cotidiana.
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A medida que transcurrió el ciclo de expansión salitrero, Tarapacá se fue convirtiendo
en cosmopolita, porque culturalmente se vinculó población peruana criolla, campesinado del
Norte Chico y del centro-sur de Chile, aymaras de Tarapacá, y bolivianos, además de otros
grupos del norte de Argentina, europeos, y asiáticos. Todos ellos formaron un conglomerado
humano con identidad propia, el ser pampino. Consecuentemente este sincretismo cultural del
Norte Grande se diferenció del resto de Chile.
Los flujos significativos de población fronteriza a Tarapacá comenzaron alrededor de
1870. Si bien existía una élite predominantemente criolla, que ejercía el poder político y
económico de la sociedad, carecía de una base demográfica suficiente que permita hablar de
una sociedad receptora cohesionada.
Para hacer productiva la pampa salitrera, construir obras de infraestructura que la
sociedad y la economía demandaban, y desarrollar las actividades conexas necesarias, se requería
población, mano de obra, que la sociedad tarapaqueña carecía. Esta expectativa solo se hizo
realidad al influjo de la inmigración chilena, fronteriza y europea, una vez que vino la calma,
después de la guerra del Pacífico.
Se presenta a continuación la evolución en el tiempo de la población de chilenos y
extranjeros con indicación de sexo, a través de los censos de 1885, 1895 y 1907.
Cuadro 1
POBLACIÓN DE ORIGEN Y SEXO, DEPARTAMENTOS DE TARAPACÁ Y PISAGUA:
1885, 1895 Y 1907
AÑO
NATIVOS
LUGAR
Varones
1885
1895
1907
EXTRANJEROS
Mujeres
Totales
Varones
TOTAL
Mujeres
Totales
Varones
Mujeres
Totales
Tarapacá
10.567
6.592
17.159
8.291
7.601
15.892
18.858
14.193
33.051
Pisagua
2.752
1.891
4.643
4.483
2.909
7.392
7.235
4.800
12.035
Tarapacá
29.630
22.963
52.593
9.967
5.550
15.517
39.597
28.513
68.110
Pisagua
7.020
4.594
11.614
6.484
3.543
10.027
13.504
8.137
21.641
Tarapacá
Pisagua
30.057
6.135
24.680
5.390
54.737
17.739
9.650
27.389
11.525
10.984
5.401
16.385
Fuente: Censos de la República de Chile.
47.796
17.119
34.330
10.791
82.126
27.910
Detectamos que en 1885 el total de la población extranjera era levemente mayor que
la población chilena. Este hecho se explica porque la provincia de Tarapacá llevaba recién un
año de incorporación a la soberanía chilena; así, de los 23.284 extranjeros registrados, el 63%
correspondió a la población peruana, y el 20% a la población boliviana; a su vez, gran parte
marcos calle recabarren / peruanos, bolivianos y argentinos en tarapacá…
de los 21.802 chilenos llegaron a trabajar en las salitreras en busca de mejores expectativas
salariales, y su procedencia fue de la zona Central y Sur de Chile, reclutándose por medio del
enganche.
En su número absoluto la población chilena entre 1885 y 1895 tuvo un alza numérica
de chilenos y chilenas entre 1885 y 1895 de un 95%. En el caso de las damas chilenas, notamos
que en 1885 y 1895, existió un predominio sobre los varones, producidos por la migración en
cadena, y enganche familiar. Basados en los datos censales avalamos para chilenos y chilenas la
condición de sociedad receptora.
En cuanto a la presencia extranjera, ésta se mantuvo constante en el tiempo de acuerdo a
la información censal de 1885 y 1895, generándose un alza notable de un 71% en 1907. En el
mismo sentido, la población peruana y boliviana aumentó entre 1895 y 1907 en 73%, y 15%
respectivamente. Aquellos incrementos se relacionan con los años donde se produjeron los más
altos niveles de producción del salitre. En consecuencia, se generó una fuerte demanda de mano
de obra principalmente peruana y boliviana. Por sexo, los varones extranjeros aumentaron
progresivamente en 1885, 1895, y 1907. Distinto fue el caso de las damas extranjeras, ya que
en ellas se produjo una baja de un 16% en el año 1895 repuntando sí, en un 66% en 1907. De
los datos desglosados, se puede afirmar que la presencia extranjera tanto de hombres y mujeres
en la zona de Tarapacá, coadyuvó en la conformación social, circunscrito a lo que fue la mano
de obra. Aún más, Tarapacá en la época del salitre fue una frontera abierta que permitió una
acentuada atracción, y movilidad de hombres y mujeres, desde y hacia las oficinas salitreras.
Varios grupos humanos llegados desde el altiplano hacia Tarapacá, se unieron a otros venidos
desde el Norte Chico chileno, cochabambinos con argentinos del noroeste de ese país, etc.
Como es natural en las migraciones, en éstas se trajeron costumbres y esperanzas.
Para entender la presencia de estos grupos humanos, debemos señalar la existencia de
un circuito mercantil, que posibilitó el desarrollo de actividades económicas y sociales. Dentro
de este circuito se circunscribe el arrieraje con su movilidad, es decir, junto con las mercancías
transportadas por los arrieros, y sus recuas de mulas y acémilas, venían hombres con su cultura e
idiomas como el quechua y aymará, para encontrarse con el idioma inglés y el español llegados
desde la costa. En Iquique, el idioma inglés era hablado frecuentemente, y especialmente por
aquellas personas dedicadas al comercio (Couyoumdjian; 1986:31).
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Cuadro 2
POBLACIÓN DE ORIGEN Y ESTADO CIVIL, DEPARTAMENTOS DE TARAPACÁ Y PISAGUA:
1885, 1895 Y 1907
CHILENOS
LUGAR
VARONES
1885
1895
EXTRANJEROS
SOLTEROS
CASADOS
VIUDOS
SOLTEROS
CASADOS
VIUDOS
Tarapacá
Pisagua
Tarapacá
Pisagua
9.105
2.069
22.616
5.480
1.291
616
6.031
1.389
180
67
985
154
5.209
3.441
6.321
4.628
2.648
866
3.271
1.608
433
176
367
242
Tarapacá
Pisagua
Tarapacá
Pisagua
5.183
1.239
1.481
3.345
1.111
295
4.297
481
171
1.974
6.020
2.132
2.978
998
250
1.821
Fuente: Censos de la República de Chile
2.328
685
1.924
1.341
975
250
646
381
MUJERES
1885
1895
Muy importante para entender el mercado matrimonial, son los indicadores del estado
civil; según el Cuadro 2, existía una alta proporción de hombres y mujeres solteros, en edad
matrimonial. Aquello nos sugiere que llegaban mayormente en forma individual, atraídos por
las expectativas cifradas en un mejor porvenir. Basándonos en las cifras globales, observamos que
entre los varones chilenos predominaron los solteros; así, en 1895, hubo un 84% de solteros,
14% de casados, y 2% de viudos. Entre las mujeres chilenas, en 1885 predominaron las solteras
tanto en Tarapacá como en Piragua. Sin embargo, debemos destacar un alza de 7.018 casadas
en 1895, respecto a las 4.826 solteras. Pensamos que el alza del número de casadas refleja la
frecuencia e importancia que tuvo para muchas mujeres contraer nupcias una vez establecidas
en la provincia.
Entre los extranjeros, las variaciones en el tiempo y en el espacio son leves. En 1885
hubo 8.650 solteros, y en 1895 aumentó a 10.949. Muy abajo, se encontraban los casados en
1885 y 1895, que sumaban 3.514 y 4.879 respectivamente. Las mujeres extranjeras solteras
prevalecieron sobre las casadas. Sin embargo, entre 1885 y 1895, disminuyó levemente de
6.271 a 4.799. Las cifras de extranjeras casadas fueron oscilantes, así en Tarapacá el número de
casadas disminuyó en 1885 de 2.328, a 1.924 en 1895. En cambio, en Pisagua de 685 casadas
en 1885, aumentó en 1895 a 1.341.
A continuación un resumen detallado de las principales nacionalidades, por sexo, e
índices de masculinidad. Según los censos de 1885, 1895 y 1907.
marcos calle recabarren / peruanos, bolivianos y argentinos en tarapacá…
39
Cuadro 3
EXTRANJEROS EN LA PROVINCIA DE TARAPACÁ
CON INDICACIÓN DE ÍNDICES DE MASCULINIDAD AÑOS 1885, 1895 Y 1907
PAIS
PERU
BOLIVIA
ARGENTINA
ECUADOR
1885
1895
1907
H
M
TOTAL
I.M.
H
M
TOTAL
I.M.
H
M
TOTAL
I.M.
6.796
2.415
456
40
7.987
2.166
106
17
14.783
4..581
562
57
85
111
430
235
7.580
3.490
519
92
6.004
2.327
235
50
13.584
5.817
754
142
126
149
220
184
13.928
8.003
409
107
9.646
4.525
147
37
23.574
12.528
556
144
144
176
278
289
Fuente: Censos de la República de Chile.
En cuanto a la composición de la población por nacionalidad, en 1885, 1895 y 1907 el
grupo más numeroso de extranjeros tanto en varones como en damas fue el peruano. En sus
índices de masculinidad en 1885, hubo un superávit de damas, y en 1895 y 1907 se presentaron
con tendencia al desequilibrio entre los sexos. La población peruana, tuvo un alza de 74% entre
1895 y 1907. A pesar que la población boliviana era inferior en números absolutos a la peruana,
en los años indicados aumentó de manera progresiva, observándose un alza notable de un 54%
en 1907, en tanto, sus índices de masculinidad se presentaron con tendencia al predominio de
hombres sobre las mujeres. Argentina a pesar de ser un país limítrofe con Chile, presentó un
número inferior al de peruanos y bolivianos, y su principal alza se produjo entre 1885 y 1895
con un 34%. Los índices de masculinidad de los argentinos se mostraron de manera inversa al
de peruanos y bolivianos, con clara orientación al equilibrio entre los sexos. La superioridad
numérica de peruanos y bolivianos, se explica por dos razones: Una se relacionó directamente,
porque muchos de los peruanos y bolivianos ya habitaban estas tierras, y al término de la guerra
del salitre fueron requeridos, y cotizados para las faenas de explotación del nitrato. La otra
razón la hallamos en que la población de peruanos y bolivianos aumentó considerablemente de
1885 a 1907, debido a que las migraciones se traducían en verdaderas caravanas provenientes
del altiplano. Estas tuvieron un carácter comercial llamado sistema de arrieraje donde el tráfico
de productos agrícolas servía para abastecer una zona tan inhóspita. Por ende, la traída de
familiares peruanos y bolivianos para establecerse y aprovechar las oportunidades materiales
para la subsistencia fue en el fondo un efectivo estímulo para asentarse en la zona. Lo concreto
es que hubo una emigración masiva con predominio de hombres peruanos y bolivianos después
de 1895.
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Integración social de los peruanos, bolivianos y argentinos
Desde la perspectiva de la integración social, nuestro objetivo es conocer con quienes
se casaron los peruanos, bolivianos y argentinos; es decir, si se integraron a la sociedad local, o
se cerraron como grupo; si en ellos, ya sean hombres o mujeres, prevaleció la endogamia o la
exogamia.
Uno de los trabajos interesantes sobre las conductas matrimoniales, es el de Ruth
Freundlich de Seefeld, relativo a inmigrantes europeos y a criollos en Buenos Aires. En esta
investigación, la autora muestra que los grupos extranjeros que manifestaron una mayor
endogamia fueron españoles e italianos, en cambio, los que más se mezclaban con cónyuges
de otra nacionalidad eran franceses e ingleses. Aseveraciones como estas nos dicen que no
existiría una tendencia innata en ciertas nacionalidades que los lleve a desarrollar determinados
comportamientos en las decisiones matrimoniales (Freundlich de Seefeld; 1986: 203-231).
La explicación va por otro sentido, más bien por la composición del mercado matrimonial,
según Hernán Otero: La noción de mercado se encuentra también implícita en la explicación
basada en la relación de masculinidad; en este caso se supone acertadamente, por cierto,
que la diferencia numérica facilita la elección para las mujeres, que se encontrarían ante una
sobreoferta de hombres, los cuales, por el contrario, deben elegir entre las nativas, constreñidos
por la estrechez del mercado de connacionales (Otero, 1990: 343-378).
En suma, si en la población inmigrante, existe un equilibrio entre la cantidad de hombres
y mujeres, en teoría prevalecerán las tendencias endogámicas; lo contrario ocurrirá al existir
un desequilibrio entre los sexos. De acuerdo a esto, es probable que la mayor exogamia de
los varones se deba a que son ellos los que prevalecen numéricamente en estos movimientos
migratorios.
En cuanto a los postulados de Hernán Otero, pensamos que en cierta medida puede
influir la composición del mercado matrimonial; en el caso de que existan diferencias notorias
en relación al número de hombre y mujeres. No obstante ello, estimamos que la composición
del mercado basada en el índice de masculinidad o en la sobreoferta de hombres no es suficiente
para explicar conductas endogámicas o exogámicas puesto que se dan situaciones de cierto
equilibrio entre los sexos, en que sin embargo, no prevalece la endogamia. Así ocurrió con
los peruanos y bolivianos en nuestro estudio en que no obstante el equilibrio en el índice
de masculinidad, se comportaron preferentemente exogámicos. Los argentinos avalaron su
exogamia, constreñidos por el número de mujeres connacionales, y por el tipo de migración
principalmente masculina.
marcos calle recabarren / peruanos, bolivianos y argentinos en tarapacá…
Para poder dilucidar quienes conformaron la sociedad de Tarapacá en la segunda mitad
del siglo XIX, quisimos conocer en detalle en qué se tradujo la decisión matrimonial de los
inmigrantes peruanos, bolivianos, y argentinos tomando como sociedad receptora a la chilena
por tener la mayor presencia numérica en comparación a la suma de los peruanos, bolivianos,
argentinos, europeos, y asiáticos, y por ser ella la dueña de estas tierras después del triunfo de
la Guerra del Pacífico.
Una de las vetas riquísimas para conocer con exactitud las decisiones matrimoniales es
por vía de las partidas matrimoniales. En el Registro Civil de Iquique se encuentran registradas
las bodas contraídas por los hombres y mujeres que vivieron en la provincia de Tarapacá.
Hemos comenzado a recolectar información a contar del año de la fundación de la fundación
del Registro Civil de Iquique en 1885, y hemos terminado en 1910. Consideramos que 26
años de enlaces matrimoniales son suficientes para apreciar tendencias en el comportamiento
connubial de ésta sociedad en formación.
La utilidad en cuanto a la información que nos entregan las partidas de matrimonios
son los nombres y los apellidos de los contrayentes, la nacionalidad, edad, profesión, estado
civil anterior, sabe firmar o no, información de testigos. También nos hemos apoyado en la
información censal con el propósito de manejar las cifras del mercado matrimonial de las
diferentes nacionalidades presentes. Los estudios de este tipo, han señalado reiteradamente
una dificultad, en el sentido de que consideran solo las uniones “legalmente constituidas”. En
la provincia de Tarapacá, las uniones de hecho eran muy frecuentes, como se observa a través
de la alta tasa de nacimientos ilegítimos9. En este estudio, sin embargo, nos limitaremos a
considerar las uniones civilmente formalizadas, teniendo siempre presente en nuestro análisis
que esto no conforma el total de familias constituidas en la provincia. También constatamos,
una baja concurrencia al Registro Civil de Iquique, para legitimar el vínculo, en comparación
al potencial de hombres y mujeres solteros aptos para el matrimonio, según lo consignaron los
censos de 1885, 1895 y 1907. Esta conducta tardó algunas décadas en ser adquirida.
En el Cuadro 4, incluimos las doce nacionalidades que tuvieron mayor frecuencia,
dentro de un total de 47.
9
Los datos sobre ilegitimidad pueden ser tomados de los libros bautismales del archivo parroquial de la Inmaculada Concepción
de Iquique, y parroquias adyacentes, y de los libros de nacimientos del Registro civil de Iquique.
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Cuadro 4
DISTRIBUCIÓN DE MATRIMONIOS POR SEXO,
SEGÚN NACIONALIDADES 1885 – 1910
NACIONALIDAD
HOMBRES
MUJERES
TOTAL
PERU
1.124
47%
1.260
53%
2.348
BOLIVIA
171
47%
193
53%
364
ITALIA
237
75%
77
25%
314
GRAN BRETAÑA
164
80%
42
20%
206
ESPAÑA
151
81%
35
19%
186
AUSTRIA
116
88%
16
12%
132
ARGENTINA
77
68%
37
32%
114
ALEMANIA
81
84%
15
25%
96
FRANCIA
44
75%
15
20%
59
ESTADOS UNIDOS
35
80%
9
20%
44
ECUADOR
25
66%
13
34%
38
CHINA
29
100%
0
0%
29
Fuente: Elaboración propia a partir de los libros de matrimonios del Registro Civil de Iquique.
Se desprende que Perú fue el país extranjero que abrumadoramente superó en bodas a
las 47 naciones. En conjunto, Perú y Bolivia, fueron los que registraron una mayor cantidad de
matrimonios, tanto en varones como en damas. Inferior fue la cantidad de bodas de europeos,
aunque si sumamos el total de bodas de hombres y mujeres europeos, nos da 1.043 matrimonios,
cifra importante si la comparamos a las nacionalidades de otros continentes10.
Siguiendo con el análisis de las pautas matrimoniales, se han hecho tres grandes grupos
de países de acuerdo a sus características demográficas. En el primer grupo, están Perú, Bolivia,
Argentina y Ecuador, por tener cercanía geográfica con Chile y por ser países limítrofes en el
caso de los tres primeros.
De acuerdo al siguiente criterio; hemos ordenado de mayor a menor las frecuencias de
matrimonios, es por ello que en el primer grupo, se encuentran los latinoamericanos: peruanos,
bolivianos, y argentinos. También, hemos dividido el periodo 1885-1910 en cuatro quinquenios,
y un sexenio que va desde 1905 hasta 1910, para apreciar tendencias en el comportamiento
connubial y su evolución temporal.
10 Según el recuento de bodas realizadas por nacionalidades en Iquique, entre los años 1885-1910, arrojó las siguientes cifras:
2.287 hombres y 2.889 mujeres. Entre los cuales, los bolivianos obtuvieron el 5,9%, y las bolivianas el 6,7%.
marcos calle recabarren / peruanos, bolivianos y argentinos en tarapacá…
a) Las pautas matrimoniales de los peruanos
La colectividad peruana es la primera entre las extranjeras en cuanto a número y su peso
se mantuvo sin grandes variaciones en el puerto de Iquique y la pampa, en las dos últimas
décadas del siglo XIX hasta la primera guerra mundial, pasando de 14.783 en 1885, a 13.584
en 1895, y 23.574 en 1907. De ser el 63% de los extranjeros en 1885 bajó a 53%, y en
1907 con 54%. No obstante, el leve descenso porcentual, se mantuvo por sobre el resto de las
colectividades extranjeras.
El cambio de soberanía post guerra del Pacífico, implicó un aumento sustantivo de
población chilena, sin embargo, el remanente de peruanos y peruanas se mantuvo dentro de un
equilibrio relativo entre los sexos, según lo demuestran los censos indicados.
En 1895, los peruanos residentes sumaban 7.364 (97%), 179 (2%) transeúntes, y 37
(1%) naturalizados. Respecto de su estado civil, 5.052 (67%) estaban solteros, 2.308 casados
(30%), y 218 (3%) viudos. En edad matrimonial (15-34 años)11, había 4.610 varones. Las
peruanas residentes sumaban 5.884 (98%), 105 transeúntes (1,8%), y 15 (0,2%) naturalizadas.
El estado civil de las damas, estaban solteras 3.386 (56%), 1.987 casadas (33%), y 631 viudas
(11%). En edad matrimonial (15-34 años) había 3.227 damas. Las cifras expresadas, nos
indican la presencia de un potencial mercado matrimonial de hombres y mujeres jóvenes,
solteros y solteras, que residen en forma permanente en la provincia de Tarapacá.
En 1895, había 7.580 peruanos, y 6.004 peruanas, lo que da un índice de masculinidad
de 126. Sin embargo, no prevaleció la conducta endogámica, sino que predominó fuertemente
una exogamia en las damas, y en los varones fue levemente superior la endogamia.
Cuadro 5
MATRIMONIOS DE PERUANOS, BOLIVIANOS Y ARGENTINOS SEGÚN SEXO Y CONDUCTA,
1885 – 1910.
NACIONALIDAD
SEXO
ENDOGAMIA
EXOGAMIA
TOTAL
Hombres
616
54.8%
508
45.2%
1.124
Peruanos
Mujeres
616
48.9%
644
51.2%
1.260
Hombres
66
38.5%
105
61.5%
171
Bolivianos
Mujeres
66
34.1%
127
65.9%
193
Hombres
5
6.4%
72
93.6%
77
Argentinos
Mujeres
5
13.5%
32
86.5%
37
Fuente: Elaboración propia a partir de los libros de matrimonios del Registro Civil de Iquique.
11 Hemos tomado el rango 15-34 años por ser las edades en que las personas tienen mayor propensión al matrimonio.
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44
Según el cuadro 5, el comportamiento matrimonial de los hombres peruanos muestra
una tendencia endogámica con 616 bodas. De un total de 508 bodas exogámicas, 446
correspondieron a enlaces con chilenas. Para apreciar la evolución por quinquenios de la
exogamia del varón, observar el siguiente gráfico.
GRÁFICO 1
Nº MATRIMONIOS
PERUANOS CASADOS CON CHILENAS
180
160
140
120
100
80
60
40
20
0
1885-1889 1890-1894
3,8%
10,1%
1895-1899 1900-1904 1905-1910
21,3%
26,2%
38,6%
PERIODOS
Fuente: Registro Civil de Iquique. Libros de Matrimonios.
En el gráfico 1, se observa que los varones peruanos a medida que transcurrieron
los años, fueron aumentando las bodas con chilenas de una forma progresiva y ascendente
numéricamente. Debemos considerar que para el año 1895 había 7.580 peruanos, y en 1907,
los peruanos habían aumentado a 13.298. Colegimos, que el aumento considerable de varones
coadyuvó la tendencia exogámica con chilenas. En conjunto, los matrimonios de peruanos con
chilenas, y peruanas con chilenos fueron permanentes en el tiempo (Comparar gráficos 1 y 2).
marcos calle recabarren / peruanos, bolivianos y argentinos en tarapacá…
Un mayor desglose de la exogamia de los varones peruanos con damas de otras
nacionalidades se puede apreciar en el siguiente cuadro 6:
Cuadro 6
MATRIMONIOS DE PERUANOS SEGÚN NACIONALIDADES 1885-1910
PERUANOS CASADOS CON: Nº DE MATRIMONIOS %
PERUANAS CHILENAS BOLIVIANAS ARGENTINAS FRANCESAS
ECUATORIANAS ITALIANAS
ESPAÑOLAS
AUSTRIACAS
URUGUAYAS
COLOMBIANAS
616 446 7
6 4 3 3 3 2 1 1 55
40
3
0,53
0,36
0,27
0,27
0,27
0,18
0,09
0,09
INGLESAS
1 0,09
ALEMANAS
1 0,09
TOTAL
1.124 100
Fuente: Elaboración propia a partir de los libros de matrimonios del Registro Civil de Iquique.
Se infiere del cuadro 6, que la exogamia del varón peruano se manifestó principalmente
con chilenas, muy por debajo de ellas con bolivianas, y en cantidades muy exiguas con otras
nacionalidades. En el caso de las mujeres peruanas, dadas las condiciones demográficas que
se manifiestan en tener un amplio mercado matrimonial endogámico de varones jóvenes y
solteros, debieron favorecer la conducta endogámica. No obstante ello, los datos empíricos no
favorecen la teoría. La conducta que predominó en las damas peruanas fue la exogamia, con
varones chilenos (Ver cuadro 7).
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Cuadro 7
MATRIMONIOS DE PERUANAS SEGÚN NACIONALIDADES
1885 - 1910
Peruanas casadas con:
Nº de Matrimonios
%
PERUANOS 616
48,89
CHILENOS 379
30,08
BRITÁNICOS 49
3,89
ITALIANOS 44
3,49
BOLIVIANOS 33
2,62
ESPAÑOLES 25
1,98
ALEMANES 24
1,90
AUSTRÍACOS 24
1,90
ARGENTINOS 14
1,11
CHINOS 10
0,79
FRANCESES 8
0,63
ESTADOUNIDENSES 6
0,48
COLOMBIANOS 4
0,32
RUSOS 3
0,24
SUECOS 3
0,24
ECUATORIANOS 3
0,24
PORTUGUESES 2
0,16
DANESES 2
0,16
OTROS 12
0,95
TOTAL 1.260
100
Fuente: Elaboración propia a partir de los libros de matrimonios del Registro Civil de Iquique.
Según lo prueban las pautas matrimoniales, ambas conductas exogámicas, las de varones
y mujeres peruanos privilegiaron las bodas con la sociedad receptora. Empero, la mujer peruana
superó ampliamente al varón peruano en relación a las bodas con europeos. Del total exogámico
de las damas que fueron 644 enlaces, el 29,3% representó bodas con varones europeos, cifra
elevada en relación a la exogamia del hombre peruano. Una de las causas posibles de esta
diferencia, puede estar asociada con la expectativa e interés de la mujer peruana de iniciar
un ascenso social, pues, muchos de los extranjeros por el sólo hecho de venir de países más
desarrollados, tenían un prestigio atribuido o autoestimado, los que nos induce a pensar, que
las peruanas tuvo serios deseos de vincularse matrimonialmente preferentemente con europeos
que venían en pos de bienestar económico.
marcos calle recabarren / peruanos, bolivianos y argentinos en tarapacá…
En conjunto, las bodas de los peruanos con chilenas y peruanas con chilenos, estas
aumentaron a medida que transcurrieron los años. Sólo se produjo una leve disminución en el
quinquenio 1900-1904 en las damas peruanas (Ver gráfico 2). Entre los años 1905 y 1910 se
realizaron mayor cantidad de matrimonios con chilenos (100 bodas) y chilenas (172 bodas).
Gráfico 2
Nº MATRIMONIOS
PERUANAS CASADAS CON CHILENOS
100
80
60
40
20
0
1885-1889 1890-1894 1895-1899 1900-1904 1905-1910
13,5%
21,6%
22,7%
15,8%
26,4%
PERIODOS
Fuente: Registro Civil de Iquique. Libros de Matrimonios.
b) Las pautas matrimoniales de los bolivianos
La migración de bolivianos a la provincia de Tarapacá, tuvo ciertas particularidades.
Una de ellas se relacionó directamente con el ciclo salitrero, donde adquirió importancia la
magnitud de mercancías y población trasladada. Otra característica, fueron las enormes
distancias recorridas y el trasfondo cultural de la migración. Podemos calificar a las migraciones
de bolivianos como continuas en el tiempo, porque, incluso hoy en día estas migraciones de
mano de obra aunque ilegales, son persistentes y esporádicas.12
Las personas que optaban por al trabajo salitrero no podían mantener una residencia
normal en sus comunidades de origen. Es verdad que el auge tarapaqueño fue capaz de generar
una corriente de migración boliviana, especialmente cochabambina, que en los años de mayor
12 Me refiero en este caso, siguiendo a Sergio González (1991) que hoy las migraciones de bolivianos a Tarapacá, se realizan
con camiones que pasan por la parte alta del oasis de Pica, y caminos alternativos, hasta descender a la costa de Iquique. Sus
principales actividades económicas se vinculan al comercio de productos agropecuarios, que obtienen del altiplano chilenoboliviano, y las quebradas interiores.
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producción aportó un contingente principal a la mano de obra de las oficinas. Incluso después
de la Guerra del Pacífico y la anexión de Tarapacá por Chile, algo así como un tercio de los
trabajadores salitreros seguía proviniendo de Bolivia. La impresión que dejan las fuentes, sin
embargo, es que no se trataba de una migración estacional al estilo de Cerro Pasco, sino de
algo mucho más definitivo. Es sabido que los desplazamientos entre la costa y el altiplano
responden a circuitos muy anteriores a la llegada de los españoles, y el “arrieraje boliviano”
(Pinto Vallejos; 1997: 24). El origen regional de los movimientos poblacionales de bolivianos,
se asoció mayoritariamente a la zona de Cochabamba. Miles de cochabambinos se trasladaron
a lomo de mula hasta llegar a la frontera con Chile, demorando aproximadamente veinte días
hasta alcanzar la pampa salitrera. Los caminos troperos más usados, fueron los de Cochabamba
a Oruro, de ahí el salar de Coipasa, hasta Sibaya, y entraban a Chile por Colchane. En Chile
usaban la quebrada de Camiña para luego esparcirse por toda la pampa.
Una de las técnicas que utiliza la historiografía es la historia oral13. Bajo este aserto, se
puede conocer un poco más sobre el tipo de migración que desarrollaron. Para ello dejemos
hablar a un testigo del arrieraje cochabambino, don Mario García: “De Bolivia muchos eran,
bajaban veinte a treinta, burros cargados de gente, cargaditos para trabajar. Así que trabajaban
unos tres a cinco meses. Muchos eran quechuas, aymarás también. Mujeres, niños, hasta
guaguas, así cargados el burro. Indiscutiblemente que las migraciones cochabambinas, fueron
una de las más masivas y con un carácter netamente familiar. A diferencia de los aymaras, ellos
vinieron a quedarse, o al menos a una estadía anual.
Conocer cómo se produjo la migración en cadena de bolivianos es interesante. Para ello
el testimonio de cochabambinos: “No le digo cuando un hombre, un pampino llegaba bien
ternia’o, era inconocible para ellos, así que entusiasmaba a los familiares” (González Miranda;
2002: 209).
Una arista interesante de la migración, tuvo que ver con el arrieraje que ilustra un testigo
llamado Juan Mollo, oriundo de la quebrada de Tarapacá, hijo de familia peruana de antigua
residencia en la provincia, que nos relata lo siguiente: “Los arrieros que venían de Cochabamba
traían gente, y también traían cosas de agricultura, venían con mulas, burros, caballos y gente,
muchas venían con güaguitas… y las regalaban. La gente se venía con sus familias, aunque
algunos se venían solos, solteros. Y niñas solteras también venían agregadas. Venía mucha
juventud. Buenasmozas las cochabambinas” (González Miranda; 2002: 212). Este testimonio
confirmó el carácter comercial, y familiar del arrieraje boliviano. Sin embargo, no faltaron los
estímulos que acentuaron el movimiento poblacional, uno de ellos fue la demanda de mano
13 Sergio González se nutre de entrevistas con sobrevivientes para tratar el tema del “arrieraje boliviano”, que él acertadamente
identifica como una forma de desplazamiento altiplano-pampa-costa que viene de tiempos remotos.
marcos calle recabarren / peruanos, bolivianos y argentinos en tarapacá…
de obra indígena. Por ejemplo, el periódico “El Tarapacá”, en el mes de julio de 1905, puso
un aviso en quechua pidiendo brazos para diversas faenas, como particulares, carreteros y
maquinistas (González Miranda; 2002: 212).
Además, favoreció directamente a los movimientos poblacionales de los bolivianos, las
diversas crisis sufridas por la política librecambista desarrollada por Cochabamba, donde los
productos europeos y chilenos afectaron a la producción local de artesanos, campesinos y arrieros.
Esto puede confirmar la veracidad de los testimonios orales de los mismos cochabambinos, que
relataron la gran expulsión de mano de obra hacia la pampa salitrera. A continuación, datos
censales de la región de Cochabamba:
Cuadro 8
CENSOS DE LA REGION DE COCHABAMBA
AÑOS
HABITANTES
1846
30.396
1854
35.837
1880
14.705
1886
19.507
1900
21.866
FUENTE: Sergio González Miranda: “Hombres y Mujeres de la Pampa. Tarapacá en el ciclo del salitre”. Editorial T.E.R
Iquique, 1991. p. 213.
El brusco descenso de población a partir del año 1854, por la emigración de mano de
obra cochabambina, demostró que ésta fue uno de los principales factores económicos del
ciclo económico. Es más, el censo de 1880 de la región de Cochabamba, mostró la más baja
cantidad de habitantes en casi cincuenta años, lo que nos permite afirmar que en ese año
hubo una emigración masiva de hombres y mujeres cochabambinos. Una de las causas que se
asociaron a este fenómeno migratorio, lo prueban los archivos de la casa Gibbs, que expresaron
en su correspondencia que durante la Guerra del Pacífico padecieron una enorme escasez de
mano de obra, y trataron de suplirla mediante el alza de los salarios. Efectivamente lograron
su objetivo de atraer trabajadores principalmente de Cochabamba a la zona salitrera. La mayor
parte de estas personas provenían de sectores rurales, vía directa, pasando por un proceso de
semiproletarización (Fernández Canque; 1991: 19).
49
revista ciencias sociales 21 /segundo semestre 2008
50
De lo anteriormente dicho, podemos demostrar en qué medida el mercado de mano de
obra del centro y sur de Chile fue insuficiente.
En cuanto al análisis, de las conductas matrimoniales de los hombres y mujeres bolivianos,
estos presentaron sus índices de masculinidad relativamente equilibrados, según los tres censos
registrados en el período. No obstante ello, la realidad no mostró un predominio endogámico,
sino más bien, la exogamia fue lo más frecuente, tanto en varones como en damas.
La exogamia de los varones bolivianos, se manifestó principalmente a favor de las
chilenas, con 70 bodas (73,5 %), y en segundo lugar con peruanas con 33 bodas (35 %). Para
apreciar mejor la exogamia con chilenas, ver el siguiente gráfico.
Grafico 3
BOLIVIANOS CASADOS CON CHILENAS
Nº MATRIMONIOS
25
20
15
10
5
0
1885-1889 1890-1894 1895-1899 1900-1904 1905-1910
12,9%
18,6%
17,1%
15,7%
35,7%
PERIODOS
Fuente: Registro Civil de Iquique. Libros de Matrimonios.
Distinguimos que durante el período, las bodas de bolivianos con chilenas, se
mantuvieron en forma relativamente semejante, con la excepción del sexenio final en que subió
notoriamente la cantidad de bodas; hubo un fuerte aumento en su peso relativo, en comparación
a los cuatro quinquenios anteriores. Esta alza de matrimonios en el sexenio de 1905 – 1910,
se relaciona con el alto incremento de varones en al año 1907, donde el censo anotó 4.317.
Este aumento también, tiene que ver con las crisis sufridas en la economía cochabambina, que
desató migraciones de mano de obra hacia Tarapacá. Para dimensionar mejor la magnitud del
aumento poblacional de varones bolivianos en 1907, podemos comprobar que éste aumentó
marcos calle recabarren / peruanos, bolivianos y argentinos en tarapacá…
el triple en relación a 1895. Otra característica importante de la conducta connubial de los
bolivianos, fue que no se casaron con ninguna europea. Sólo se registraron 33 bodas con
peruanas, y dos con argentinas.
Distinta fue la exogamia de las damas bolivianas, ya que ellas a diferencia de los varones
connacionales se vincularon con extranjeros europeos. Comparar cuadros números 9 y 10.
Cuadro 9
MATRIMONIOS DE BOLIVIANAS SEGÚN NACIONALIDADES 1885 – 1910
BOLIVIANAS CASADAS CON :
Nº DE MATRIMONIOS
%
CHILENOS
67
34,7
BOLIVIANOS
66
34,2
PERUANOS
37
19,2
ESPAÑOLES
6
3,1
ITALIANOS
5
2,6
AUSTRIACOS
4
2,1
ARGENTINOS
3
1,6
ECUATORIANOS
2
1,0
INGLESES
1
0,5
SUIZOS
1
0,5
DANESES
1
0,5
193
100
TOTAL
Fuente: Elaboración propia a partir de los libros de matrimonios del Registro Civil de Iquique.
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Cuadro 10
MATRIMONIOS DE BOLIVIANAS SEGÚN NACIONALIDADES, 1885 – 1910.
Bolivianos casados con:
Nº de Matrimonios
%
CHILENAS
70
40,9
BOLIVIANAS
66
38,6
PERUANAS
33
19,3
ARGENTINAS
2
1,2
169
100
TOTAL
Fuente: Elaboración propia a partir de los libros de matrimonios del Registro Civil de Iquique.
Apreciamos claramente en los cuadros 7 y 8, que tanto el varón como la dama bolivianos
tendieron a casarse con cónyuges chilenos, y de la misma nacionalidad. Una tercera preferencia
fue con cónyuges de nacionalidad peruana. De todas formas, la mujer boliviana superó al
varón en relación a que fue más exogámica, tanto en su número absoluto como en el relativo.
Sin embargo, las bodas de damas bolivianas con varones europeos fueron menos frecuentes en
comparación a los 184 matrimonios de damas peruanas con europeos. Para apreciar más la
conducta de damas bolivianas con chilenos ver gráfico 4.
Las damas bolivianas, manifestaron una conducta exogámica en relación a las bodas con
chilenos con bastantes variaciones en el tiempo. En el quinquenio 1885-1889, sólo se casaron
tres damas, lo que en porcentaje con respecto a todo el período representó sólo un 4,5 %, para
luego ir descendiendo en los dos quinquenios siguientes. A pesar que en 1895, se registraban
1.096 damas, y para 1907 esa cantidad se había duplicado.
marcos calle recabarren / peruanos, bolivianos y argentinos en tarapacá…
Gráfico 4
Nº
MATRIMONIOS
BOLIVIANAS CASADAS CON CHILENOS
30
25
20
15
10
5
0
18851889
4,5%
18901894
43,3%
18951899
25,4%
19001904
8,9%
19051910
12,0%
PERIODOS
Fuente: Registro Civil de Iquique. Libros de Matrimonios.
Surge entonces la pregunta, ¿Por qué no prevaleció la conducta endogámica entre los
hombres y las damas?, si tenemos que la presencia masculina y femenina está según el índice
de masculinidad equilibrada. Si según el censo de 1895, son residentes 1.408 varones, y 1.082
damas, solteros habían 878 varones, y 580 damas, en edad matrimonial (15 – 34 años) estaban
1.198 varones y 830 damas.
Las condiciones demográficas descritas, deberían explicar una conducta
predominantemente endogámica que en el hecho no se concretó. Las razones de su exogamia,
podemos encontrarla en la estrecha convivencia chilenos, peruanos, bolivianos, y argentinos.
Todos ellos confluyeron en una vida fronteriza, gestando además, una realidad intercultural
nueva y múltiple, particularmente después de la toma de posesión de estos territorios en 1884,
por parte del Estado de Chile. La relación que existió entre estos grupos, insertos dentro de
un proceso de expansión salitrera, produjo nuevos lazos de convivencia social y económica.
Por ejemplo, en los espacios de encuentro de estos pueblos aportaron sus idiomas, otros sus
costumbres, otros sus mercancías, otras su gente.
c)
Las pautas matrimoniales de los argentinos
Las migraciones de argentinos hacia la provincia de Tarapacá, también se circunscribieron
al sistema de arrieraje. Sus orígenes se remontaron igualmente como el arrieraje boliviano, a
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los tiempos del auge de la plata en Potosí. El arrieraje argentino tuvo dos ejes, primero el de
Tucumán-Córdova en los siglos XVII y XVIII, que era dominado por el sistema mercantilista
español. Posteriormente se desarrolló el noroeste argentino que enfocó su arrieraje hacia
Tarapacá, empleando el ganado mular para el transporte del salitre a los puertos de embarque
antes de la implantación de las vías férreas en 1871 (Bermúdez; 1987: 68).
Cuando el proceso de expansión del salitre se hizo extensivo a toda la pampa, provocó
la demanda y especialización del sistema de arrieraje argentino. Traduciéndose este arrieraje en
un puente útil para la traída de ganado bovino principalmente, secundariamente se trajo para
la venta el polvo de oro, lana, piel de vicuña y chinchilla, e importaron los arrieros argentinos
productos de consumo europeo.
En cuanto a las características de las migraciones argentinas hacia Tarapacá es necesario
recalcar el testimonio de un arriero, don José Lecaros Quirquincha que presenció el arrieraje
gaucho: “Los arrieros cuyanos, vivían en la argentina con su familia, y venían aquí con su
negocio. Traían charqui y papas” (González Miranda; 2002: 237-239). Se desprende
claramente el carácter individual del arrieraje argentino, a diferencia del boliviano. Se practicó
la especialización de productos, como fue el caso de la carne. Otra característica notoria del
arrieraje argentino es que decayó después de la guerra del Pacífico, cambiando su eje hacia el
Atlántico. El arrieraje argentino a pesar de su retroceso se mantuvo en menor escala y siguió
siendo una vía útil para el traslado de hombres solos. Las modificaciones que sufrió el arrieraje
gaucho fueron el cambio de patrones argentinos a chilenos (oriundos de Pica por ejemplo). Sin
embargo, se siguieron contratando arrieros gauchos para el trasporte mular, por el conocimiento
y experiencia que tenían en travesías largas y agotadoras.
La procedencia regional de los argentinos en la pampa, se asoció más a Jujuy y Cuyo.
Estos hombres se insertaron dentro del proceso productivo, mediante la venta de servicios y
como fuerza de trabajo. Destacando sus virtudes en las faenas relacionadas con el transporte
mular y manejo de corrales en las oficinas, otros también se dedicaron a la correspondencia y a
guías de viajeros (González Miranda; 2002: 240).
Al igual que los peruanos y bolivianos, los argentinos manifestaron superioridad
numérica de los hombres sobre las mujeres. En los argentinos sus índices de masculinidad
se presentaron muy desequilibrados, en 1885 alcanzó 430, en 1895 descendió a 220, para
nuevamente repuntar a 278 en 1907. Las cifras evidencia un desequilibrio entre los sexos,
incluso si los comparamos con los otros grupos fronterizos, los argentinos mantuvieron una
superioridad en todo el período (Observar cuadro 5).
marcos calle recabarren / peruanos, bolivianos y argentinos en tarapacá…
Durante el período 1885 y 1910, se mantuvo la superioridad numérica de varones
argentinos sobre las damas, sin embargo, de 107 damas en 1885 hubo un repunte considerable
de 235 en 1895. En 1895, hubo 318 varones solteros y 89 damas solteras. En edad matrimonial
(15-34 años) habían 280 hombres, y 89 mujeres. El reducido mercado matrimonial de mujeres
argentinas indujo al varón argentino a comportarse más exogámico.
Gráfico Nº 5
Nº MATRIMONIOS
ARGENTINOS CASADOS CON CHILENAS
16
14
12
10
8
6
4
2
0
1885-1889
27,80%
1890-1894
21,80%
1895-1899
21,80%
1900-1904
10,90%
1905-1910
18,20%
PERIODOS
Fuente: Registro Civil de Iquique. Libros de Matrimonios.
De 72 bodas exogámicas, 55 correspondieron a enlaces con chilenas, es decir un 76%.
El resto exogámico se asocia con peruanas con 14 bodas (19% del total exogámico), tres bodas
con bolivianas (5% del total de bodas exogámicas). Al observar el gráfico Nº , se aprecia
una tendencia al descenso en la frecuencia de bodas, 15, 12 y 12 desde el año 1885 hasta
1899, produciéndose una mínima en el quinquenio 1900-1904. De todas maneras, hubo una
inclinación de parte de los varones hacia la integración con la sociedad local. Pero muy inferior a
la manifestada por peruanos y bolivianos. Para el caso de las damas, su conducta fue similar a la
del varón, vale decir, que prevaleció en ellas la conducta exogámica. A pesar de tener un amplio
mercado matrimonial de varones connacionales su endogamia fue débil: sólo 5 matrimonios en
26 años. Su exogamia se orientó a contraer nupcias con el varón chileno (53% del total de casos
exogámicos). El resto se distribuyó de la siguiente forma: 6 bodas con peruanos, 3 con italianos,
2 con bolivianos, y un matrimonio con escocés, norteamericano y español respectivamente.
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Podemos afirmar, que la conducta exogámica tanto de varones como de damas argentinas
se halla determinada en parte por la presencia importante de residentes, y no de transeúntes. De
519 hombres y 235 mujeres, según lo registra el censo de 1895, el 97% y 99% respectivamente
residía en la provincia de Tarapacá. Estas cifras avalaría el evidente arraigo con la sociedad
receptora.
La asimilación de las costumbres, cuando se está en un lugar en forma permanente,
la comunicación fluida del idioma, y la condición de pueblo limítrofe son factores que
indiscutiblemente coadyuvaron a la integración con la sociedad de acogida.
Conclusión
Nuestra intención, no es concluir acerca de la mayor validez del modelo del Crisol de
Razas o del Pluralismo Cultural (el debate se restringe cuando el problema se expone así),
quizás recomendable sería ser ecléctico. Además, es arriesgado extraer interpretaciones de
tipo sociológico sobre la integración de los inmigrantes fronterizos en la sociedad chilena de
un análisis básicamente cuantitativo y demográfico, especialmente cuando los guarismos se
circunscriben al análisis de solo una dimensión como la “selección matrimonial”.
Empero las salvedades, el asumir que se produjo un Crisol de Razas nos lleva a repasar
teorías del comportamiento connubial, así hemos encontrado que el índice de masculinidad no
puede ser el único parámetro de medición para explicar estas conductas. La teoría afirma que a
mayor desequilibrio del índice de masculinidad mayor exogamia, y a mayor equilibrio mayor
endogamia, es decir, existiría un comportamiento directamente proporcional. Según nuestros
resultados, coincidimos con Ruth Freundlich, en el sentido que no existiría una tendencia
innata en ciertas nacionalidades que los lleve a desarrollar determinados comportamientos en
las decisiones matrimoniales.
Según los datos otorgados por las pautas matrimoniales y los censos de población,
apreciamos en el caso de los peruanos y bolivianos, ésta situación teórica no se manifestó, a pesar
de existir un equilibrio relativo en la relación de masculinidad, más bien, el comportamiento
connubial se manifestó significativamente exogámico. En el caso de los argentinos, su
mayor exogamia se explica por encontrarse durante el periodo constreñidos por el mercado
matrimonial.
Los menores porcentajes referidos a la endogamia de los peruanos, bolivianos y
argentinos, nos sugiere una cierta cohesión de los grupos étnicos que tienden a mantener sus
marcos calle recabarren / peruanos, bolivianos y argentinos en tarapacá…
hábitos culturales de la sociedad de origen a través del matrimonio, o bien las dificultades que
la sociedad de acogida presentaría a los grupos fronterizos para su pronta asimilación.
La teoría del Crisol de Razas, resulta pertinente a nuestro entender, como clave
explicativa. Así podemos afirmar que cuando los vínculos primarios ligados a la sociabilidad
de los migrantes desaparecen o no tienen mucha intensidad, el inmigrante se integra
fácilmente en la sociedad local. Todo lo expuesto, nos condujo a buscar otras explicaciones
para el comportamiento connubial, y las preferencias por la elección de la pareja por parte
de los inmigrantes fronterizos. Pensamos que lo excepcional de la conducta estuvo referido
a cuestiones de carácter cultural; como similitud en el lenguaje, lo que hizo más expedita la
comunicación y por ende las relaciones humanas. También incluimos la necesidad de arraigo.
En este último punto las opciones exogámicas por parte de peruanos y bolivianos, y argentinos
se intensificaron con la sociedad receptora. Es necesario destacar que este arraigo fue favorecido,
pues la costa y la pampa fue acogedora en el sentido que predominaban las relaciones cara a
cara, y existía una organización social tal, que tanto el casado como el soltero, especialmente
este último tenía de antemano resueltos sus problemas de adaptación cotidiana. Postulamos
entonces que el varón y la dama de estos tres países limítrofes al contraer nupcias con chilenos
y chilenas, implicaba para ellos cierta seguridad y estabilidad, en relación a una vida marcada
por la movilidad espacial y la búsqueda de oportunidades.
Estamos lejos de haber agotado el tema, puesto que, si algunos aspectos de los patrones
básicos de la conducta connubial de los inmigrantes fronterizos han aparecido en forma más o
menos nítida, resulta evidente que aún falta por investigar y comprender en profundidad los
mecanismos sociales, y mentales de estas conductas. Por ello, seguiremos incursionando en este
campo, volviendo la vista en las comunidades extranjeras en su lugar de origen, considerando
el trasfondo cultural de su conducta, y fuentes cualitativas que nos permita analizar las
interrelaciones sociales que operaron en la conducta de los inmigrantes.
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Recibido: Abril 2008
Aceptado: Agosto 2008
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