Viernes 2 9 de Octubre de 189T PÜ1TTC5 DE SUSCEIPCION FEECIOS DE SUSdUFCIOH ADMINISTRACIÓN: CALLB DH LA UBBRTAD, « 1 tnUu tttncifatu Girtríat dt MiuMd f frovineUt ^ w M.—MM. Boyreaut et CherUlet,roede Is B«nqn«, a*. « r^ancioB espaOoles.—A as céntimoi de peseta linea W .'aarta plana. j^^rtranjeros y ledamoi, predoi convencionalei. r w i g . - Agencia Havas, place de la Bonne, 8, qae tiene a>neítra exclnriva para !oi anundosfranceses,j recibirá, ade«Mt. todos los extranjeros, Dfj^ciin *tUgriñeK ¿ P O C A , MADRID TELÉirrjNO NÚM. 39. APARTADO NÚM. lei LA ÉPOCA ÚLTIMOS TELEGRAMAS Y NOTICIAS DE LA TARDE El movimiento de concentración que surgió en el partido conservador después de la muerte del inolvidable Sr. Cánovas y de la caída del poder del Ciabinete Azcárraga avanza cada día, no ciertamente sin tener que superar obstáculos ni sin resisteacws, pero por el camino más recto. La inteligencia, parlamentaria en un caso, electoral en otro, entre el grueso del partido conservador y los elementos importantes que dirige el Sr. Silvela no es todavía la fusión de ambos; no está tratado todo lo que habrá necesidad de tratar por las dos partes; pero se declara desde abora la concentración un im apetecido y se establece una convivencia, un sistema de mutuas relaciones que no puede menos de conducir á aquel resultado. Como expresábamos ayer, en las reuniones del Directorio con los notables dél'grupo del Sr. Silve3a nadie ha aludido á la jefatura del partido conservador. Ese asunto lo darán resuelto los hechos á su tiempo; hoy no tiene oportunidad. En cambio, la inteligencia electoral ó parlamentaria reconstruye frente a l a situación liberal la personalidad del antiguo partido conservador para todo cuanto interese á la patria ó á las instituciones. Reforzado el Directorio, como queda dicho, esa natural concordia representa tanta fuerza, que aleja toda posibilidad de que la situación liberal reconozca á cualquier otro grupo que pueda formarse la personalidad mencionada. Sin duda, aquel resultado no se ha obtenido sin alguna pérdida de fuerza; es de lamentar que^un político de la altura y de la importancia del marqués del Pazo de la Merced haya disentido respecto de alguna frase de la fórmula convenida por la mayoría, y cuyo texto conocen nuestros lectores; pero esa diferencia envuelve únicamente una cuestión de tiempo, hallándose conforme el primero, según creemos, con la conveniencia y utilidad de la concentración. Los que, como El Imparciál, llevan su odio al partido conservador al inconcebible extremo de querer suprimir los hechos, declarando que no ha existido, que fué una mera licción, se enfurecen viendo que vive y marcha lo que en su pueril soberbia declararon muerto. Mezclándose en lo que no les importa y dando una opinión que no se les pide, y que, en todo caso, para sacar de ella alguna utilidad, habrían los interesados de volverla del revés,fcomopor nuestra parte, muchas veces hicimos, El Imparciál sostiene que la inteligencia entre conservadores y silvelistas es muy perjudicial á los últimos, los que deben desecharla. ¿Qué efecto ha de producir en cerebros sanos y en personas habituadas á la política un diario que imagina que va el público á tomar en serio las excentricidades que le sugieren el egoísmo, la vanidad herida y el deseo de prestar, á su modo, servicios á la situación? ¡Bah! Mucho más verboso, declamatorio é iiyusto que con el partido conservador, muerto y sepultado, s ^ a M Impoíse^t, t» fm^isó este diario con el partido liberal y con los Sres. Sagasta y Moret; lo cual no ha impedido (supuesto que no haya ayudado) á los últimos á ser poder una vez más, ni tampoco que el citado colega les haga la corte y trate de que lo sean propicios injuriando furiosamente al partido conservador. Ya se indemnizará, á costa del liberal, cuando hayan pasado las elecciones. Ocupémonos en cosas de mgyor importancia. El movimiento de concentración que se advierte en el partido conservador, decimos, no es la reintegración del mismo al ser y estado que tenía en 1890, pero encamina á ella. De todos modos, aun dentro de las proporciones de un acuerdo, ó de una inteligencia parlamentaria ó electoral, es un suceso favorable á la Corona y al país, porque tiende á facilitar el' gobierno en todas circunstancias y porque evita que los partidos extremos y los radicalismos reemplacen en la arena política á las fuerzas conservadoras. ¡Ah! Si fuese verdad que el partido similar al Trono y á los intereses genuinameijte españoles, que lleva aquel título, no hubiese existido nunca, que fuese una ticción, cOmo en su gárrula vani^iad escribe El Imparciál, ¡qué esperanzados y qué satisfechos estarían hoy los radicales, los catíistas, los irregulares de la política! ¡Y cuan débil y precaria sería la posición del Gobierno liberal ante aquellas oposiciones dispuestas á coaligarse! El partido coniservador no 'podía menos de compreKder la alta misión que le está reservada en las actuales Cortes si volvieran á reunirse, en las que les reemplacen, sí aquéllas son disueltas. ¿Habría de organizarse en Cuba el Gobierno responsable, habrían de aplicarse en Filipinas reformas de trascendencia, de exigirse á la nación esfuerzos tributarios, capaces de comprometer el porvenir, sin que en probleihas tan graves estúcese representada la opinión conservadora de ísáxólonias y de la Península? • Los aventureros ó los explotadores déla curiosidad pública pueden entre^rse á talos sugestiones del exclusivismo. Los parfldos monárquicos y los hombres sensatos y patriotas • no podrán menos de aplaudir que el partido conservador, sin abatirse un punto por la desgracia, inicie áu concentración, que, comenzando por Ja inteligencia electoral, pueda completarse cuando el interés de las instituciones y el bien público lo requieran. PABIS-MADBID ' Nosotros cogimos mucho antes al Sacamantecas, criminal de la misma especie de éste y tan peligroso como él. El gendarme merece, pues, ahora las palizas que diariamente le administran en el teatro Guignol. *« ' ¡Cómo está la sociedad, pero cómo está la policía también! '^ El crimen ó lis crímenes de Vacher han puesto en evidencia la dáorganización de la policía; pero dos casos recientes manifiestan la ineptitud de los jueces. No parece sino que vivimos bajo el poder de aquel juez famoso'de Colmar, personaje de la novela de Bernard Lasare Les porteurs de torches, el cual juez, convencido-de la imposibilidad de las justicias humanas, se tií8| al río y, llevado y traído por ia corriente, nunca puede llegar al ansiado reino de paz y de equidad. ; Recientemeoie loé tribunales han juzgado dos monstruosos erroras. De uno de ellos quizás no se libre por completo la víctima. Kl caáo és muy delicado, pero la inocencia dplculpable aparece determinada. El motivo del proceso es vulgaí en la historia de la policía y del error. Todos los añ<»|ft maldad y la torpeza se confabulan para envolver ^inocentes en parecidas redes. Trátase de ínf caso más de los muchos estudiados ya en la que iSman los polizontes, en su original argot, industria de la violación. En InglateAf» es niuy frecuente la explotación de tai industria, fttvorecida por el pudor británico, que prefiere condenar á un inocente, y aun llevarle á la horca, por beso dé más ó de menos, á absolver á un culpable por ijaricia de menos ó de más. ¡Cuántas veces ha ocurrido allí que al llegar el tren á una estación descendiera de su coche una rubia y ruborizada rmss, la cual dando en su traje, en su lenguaje, en su llanto, pruebas de grave aprieto, denunciara con indicios casi ciertos á un compañero de viaje como culpable de atentados horribles! y ¡cuántas también ha sucedido en la misma tranquila y pudorosa Albióa que tras escandaloso proceso aparezcan bajo los colores encendidos de la miss las palideces del vicio y con su llanto el fingido del cocodrilo!;¡Cuántas ocurrió q»6 el atentado fuese imaginario y du autor inocente y la supuesta víctima una tunanta de marca dispueista ifi. sacar los cuartos! •w ** En Francia no es rara tampoco esta explotación del vicio ó de las debilidades humanas. Recientemente Mr. Goron, el ex-jefe de policía, ha publicado en sus Memorias (que por cierto reunidas en un volumen han aparecido y a por obra del editor Flammarión) una sección curii^sísima acerca de los explotadores del pudor. El escándalo ha llegado á tanto [en París, que madtw«pnc^tltdesl»aa4idos debida vuelo J l ^ ^ la explotación éiA.íHonsieur decoré. Apenas sospechan ó saben las debilidades supuestas ó reales de un señor respetable, le acechan, le siguen , le amenazan, hasta que este infeliz, temeroso del escándalo, suelta los luises y los da de nuevo al poco tiempo acosado pOr los miserables. ¡Cuántos señorones que lucen en el ojal la roseta de la Legión de Honor pasan al año por la prefectura lamentándose de sus debilidades! ¡^cuántos picaros de maica, vestidos decentemente algunos de ellos, y á quienes tal vez saludamos, viven á costa de ese inagotable tesoro de lodo, de porquería, de clumtage, de miserias, que ofrece París diariamente á loS malvados! • • El caso reciente de que quiero hablar se parece muchoáotroque refiere el mismoGoron en sus Memorias. Una muchacha de trece á catorce años acusa á dos sujetos de violación, y á su niñera de cómplice de ellos. Según enasta la víctima, estos dos sujetos y la criada lleváronla a u n a isleta de los alrededores de París, la engañaron, y una yez conseguido su objeto, huyeron. Los tribunales, algo más severos en Francia que en España con las cuestiones de ftildas (¡y eso que este pais ps un í)oquito más licencioso que el español!) condenaron á los dos acusados á trabajos forzados perpetuos, y ocho años de prisión á la mujer. Los acusados protestaban de su inocencia; mas toi*pes en la defenSa y acosados por las' terribles acusaciones que la niáá, Sü padre y la criada echaron sobre ellos, hubieron dé callarse y acatar el fallo terrible. Mas he aquí que amigos y paisanos de los condenados, convencidc» dé su honradez, se proponen inquirir, y un gendarme, con admirable valor cívico, sin descanso persigue la verdadera luz. Este hombre valeroso averiguaj por fin, que el padre de la niña es un borracho y malvado, á quien su propia hija acusa de inmoralidades cuando la maltrata. Sin cesar inquiere, y descubre, por fin, que el padre es autor del horrible atentado atribuido á los dos condenados. Inmediatamente "sé dirige una petición al ministro de Justicia, st^uida de 300 firmas; 38 abre de nuevo el proceso; el padrg y la niña confiesan: el primero, que porcubrirsu prjpik falta, hacíala recaer sobra los criminales supuestos; la segunda, que por temor á las amenazas había callado. En vista de esto, los tribunales proclaman la inocencia de la niñera y hacen venir de la Laguyana & los dos infelices condenados. ¡Y esto pasa en una nación civilizada! 26 OCTUBRE. * * • ; • ~ ' Segruramente habréis recordado aquellos cuentos de Pero no es esto sólo. Recientemente ha ocurrido otro la infancia, el del ogro, Cap&itcita encarnada, a\ ói& hecho parecido, y en cuanto al doctor Laporte, condelos gitanos de Mignon, etc., al leer los crímenes nado anteayer, opinan muchos que se trata también monstruosos del bruto de Vachór. de una condena injustísima. Se ha publicado su retrato, y hemos podido contemEste infeliz módico, llamado á socorrer á una partuplar la fas horrible de ese que Emilio Bergerat lla- rienta pobre, tüvó la desgracia do que muriera ésta á ma «animal nuoTO en la esca'la, entre sátiro y bi- consecuencia de las operaciones praífticadas. Los vecicha.» Su frente, cerrada y prominente, su nariz cha- nos se indignaron y el pobre doctor apareció ante los ta, sus pómulos inflados, su mirada estúpida y de mal- tribunales el otro día, más vivo, quo muerto. Si hubo vado, sobarba hirsuta. Y nos ha parecido verlo erran- error ó imprudencia-quizás hubo ambíis cosas,—esto te por los bosques y las montañas, robando á pasto- no se ha podido averiguar. La cuestión que debía venras, á. zagalillas y pastores para asesinarlos y chu- tilarse ante los tribunales era más honda. parlos la sangre, como un vampiro. Era saber si el error de un médico ó el supuesto error debe considerarse como crimen penable. De ser así, no ¡Es el mayor criminal del si¿o ese Vacher, á quien unos llaman loco,Otros idiota y muchos infame y res- habría medio de ejercer la Medicina sin paráronla cárcel: cuantos se considerasen perjudicados por el ponsable! módico reclamarían, y no habría familia que se resig¿Es posible que á pocas horas del centro de la civilización se aparezcan estas alimañas feroces? ¿Y es nase á perder á uno de los suyos sin ver después al asesino doctor cargado de cadenas ó en el patíbulo. verosímil que en medio de esa. misma civilización un hombre sólo pueda despachar tranquilamente á diez y Es, pues, imposible por doloroso que sea, admitir esta teoría, porque la ignorancia del vulgo ó la venganocho individuos sin que le detengan? El caso de Vaeher prueba una inconcebible desor- za de dolorosas pérdidas acabarían con los médicx)s. Y cabría también C[ue por lesiones ó heridas, v. gr., ganización de la policía, de í i gendarmería, de loa jueces, de todo. ¡Es más fácil apresar á un lobo ra- por una muela mal arrancada ó un ojo medianamentecurado sedehüadasoáun doctor,valiéndose para bioso ó á un león del desierto que á un hombre que comete sus crímenes á poca distancia de poblados! ello del testimonio de un enemigo suyo. L MADRID.—On mes, 1 pMetw; trlaotie, U ^ tie, 9Si aSo, 4 6 . PROVINCIAS,—Un «ei, 0> p«etM¡ trlmeitw, Wfi^ mestre, 94^ un afio, 4 8 . fJnléB pMtal.-Cnk«, P««rt¡é » ! • • y ^^j^ •«•.—Un mes, 1 pesetas; trimeiftre, • • » temeitWi • • » wi año, SO oro. Portugal, Gllwalbií y Marrateoí d "tano p«eeto dapwita» dai. N«MR> del dia, 1 5 cínttaos.—Atnsado, i La comipoBdenda de AdmlaMneite. á I RedaoolónyAdmüüstnMlán: LilMrted.19 No se devuelTen los origíiiales. FUERZAS CONSERVADORAS WTúm. V7JOX7 Algo de todo esto ha sucedido en el juicio del doctor Laporte. Aun suponiendo que fuese culpable, la opinión de doctor tan eminente como Pinard, que ha defendido calurosamente á Laporte, bastaría para probar la inocencia de éste. Sin embargo, los moliereseos doctores entablaron una lucha tremenda de escuelas, de sistemas, quizás movida por odios personales y de profesión, y el pobre Laporte fué la verdadera víctima de aquella teórica disección. Condenado estó, á tres meses de cárcel; pero la opinión está con él / con Pinard, porque todo el mundo sensato comprende que es absurdo y bárbaro entregar la resolución de asuntos médicos al juicio de unos cuantos vecinos, amigos del vulgar empirismo y enemigos sistemáticos de la medicina, y ayudados por médicos oscuros, faltos de compañerismo y sedientos de venganzas profesionales. ¿A quién toca hoy el ser condenado por inocente? ¡Y cuando se piensa que el infame Vacher, por obra de esas mismas teorías científicas, quizás salve la cabeza ó sea condenado después de matar á 18 personas á la misma pena que los dos infelices acusados por una chiquilla viciosuela y por un padre infame! ¡Oh, la justicia! BRANTOME. ECOS DEL DÍA Los periódicos ministeriales niegan que exista tirantez de relaciones entre España y los Estados Unidos. «Nuestros informes—dice El Correo nos permiten asegurar que, por el contrario, Mr. Mac-Kinley y su Gobierno, que ven con simpatía la nueva política que va á aplicarse á Cuba, no han hecho manifestación ni indicación alguna que autorice los citados rumores, lanzados con la intención que es fácil suponer por los jingoes y por los colaboradores de la insurrección.» Añade el colega que las impresiones favorables que según dice empiezan á retlejar algunos periódicos norteamericanos obedecen á los términos en que se plantea el problema cubano en la nota del señor Gullón, de la cual se debe tener conocimiento en los Estados Unidos por los avances telegráficos enviados por Mr. Woodford. Si los informes de El Correo son exactos, seguramente no están bien enterados los periódicos ingleses, como el Daily Chronicle y el ¿Uandard, que dicen que la nota del Sr. Gullón es de tonos bastante vivos y que reivindica el derecho de visita, por lo cual hacen dichos diarios augurios p^imistas suponiendo que en Washington ha de recibirse mal esta contestación á la nota de Woodford. Nunca dimos crédito á lo que decíah los periódicos populares sobre el supuesto cambio de política internacional. Por eso creemos que eíi este caso las noticias de los corresponsales briti^cos no son exactas. ^ ^ , .^ . . . 3 ' El acuerdo del Directorio conservador fué conocido anoche por las noticias que publicó LA ÉPOCA y que también insertó algún otro periódico. Una vez adoptado el acuerdo que ya conocen nuestros lectores, fué comunicado por carta al general Martínez Campos y á los Sres. Silvéla y Villaverde. Por la noche, en la sesión ordinaria que celebraba la Academia Española, se vieron los Sres. Pidal y Silvela, y aquél enteró á éste de la resolución adoptada. Respecto á Jas noticias que publica algún periódico acerca de la Junta electoral, no creemos que formen parte de ella más que IQS miembros del Directorio y los Sres. Silvela y Villaverde. Es probable que el general Martínez Campos y el general Azcárraga no tomen parte activa en estos trabajos, por su carácter militar. El Correo aboga por que se conceda descanso los domingos á los dependientes de comercio. Nos parece bien, pero mejor habría sido que hubiese dado sanos consejos sobre el particular á sus correligionarios cuando se ofjusieron á la aprobación de la ley de descanso dominical. Habla el Heraldo anoche de Portugal y dice: «Ni nosotros conocemos la política portuguesa ni los portugueses la nuestra.» ¿Creerán nuestros lectores que el colega se abstiene de juzgar Iq que, por confesión propia, no conoce? Nada mencfis que eso; bajo la fe del catedrático lusitano Sr. Machado, que se equivocó algunas veces tratando asuntos españoles, de un Sr. Fmchini, quien, según el Heraldo, se a equivocado muchas veces más, nos dice el último que se está incubando un nuevo partido (¡como si hubiese pocos!) con el programa, verdaderamente antiguo, de mudar la forma del gobierno. ¿Será para eso para lo que el Heraldo coopera en España á la formación de partidos nuevos y para lo que emplea un pesimismo corrosivo en destruir los actuales? En ese caso nos parecería aún menos enterado de las corrientes de la política española que el señor Fuschini el Sr. Machado y los neo-republicanos portugueses. Í En vez de dirigirse á LA ECOCA y de sentirse molestado porque saquemos las consecuencias de las declaraciones ministeriales, parécenos que estaría mejor empleada la ^argumentación de El Globo en el artículo al que da el extraño é impropio título de «Los revolucionarios,» dirigiéndola á los ministros, que son los que en el último Consejo que han celebrado juzgaron indispensable, tanto como justo, rectilicar los datos falsos de la prensa ministerial acerca de los descubiertos del Tesoro y de la posibilidad del mismo de hacer frente á las urgencias de la situación. ESO de que recibiendo la prensa ministerial el palmetazo seamos los diarios conservadores los quo mtonemos el 2/0/jecotüor, hasta confesarnos revolucionarios para dar gusto á £•/ (?tó6o, se nos antoja que sería trot:ar los papeles.. Clame el castigado, y, sobre todo, enmiéndese, que buena falta hace, j ; dejemos en lo demás las cosas y los títulos ó apellidos como están. Continúan algunos periódicos con el tema de si el general Weyler se irá con éstos ó con los otros. El Correo Español dedica ayer ua articulo á |)robar que dicho general no puede irse ni con los republicanos, ni con los liberales, ni con los conservadores, por lo que sólo le quedan los carlistas. Candidez se llama esa figura. El general Weyler, como todos los militares, no necesita ir con nadie á parte alguna, sino estar, como seguramente está, en su puesto de defensor de la patria, del trono y de las libertades públicas. Ofenden al generalato español las intempestivas discusiones dé esos periódicos, que pudieran tomarse á risa si en el extranjero no se les diese, por algunos dteconocedores de nuestro país, una importancia que en realidad no tienen. representaran á Cuba en el Parlamento de la metrópoli. Una vez que se constituya la Cámara insular, el gobernador general, como representante del poder central, elegirá los ministros que han de constituir el La imaginación de Ensebio Blasco es un manantial organismo ejecutivo y responsable del Parlamento inque no se agota. Sus últimas poesías lo prueban cum- sular, completando así la organización del Gobierno plidamente. La 7nwsa del fecundo escritor preséntase antillano. Asumirán el grado de responsabilidad característica en aquellas colonias administradas conforen ella fresca y lozana como en sus mejores tiempos, me á los principios del self-government. ya cantando la jota, ya elevando á la Virgen sentida Las decisiones del gobernador general como represalve, ya llorando acongojado sobre las iniquidades é sentante del poder ejecutivo en cuanto se refiera al gobierno local, serán tratadas en el Consejo de minisinjusticias sociales. coloniales. Como muestra de este libro, que no necesita más re- tros Las funciones reservadas ála madre patria son: las comendación que el nombre de su autor, publicamos concernientes á las relaciones internacionales; los la siguiente composición,en que palpita, sin exagera- asuntos navales y militares; lu|organización délos ciones ni frases de relumbrón, el sentimiento sincera- tribunales de justicia, y, por último, aquellas dispc«iciones que, bajo el nombre de patronato real, presimente cristiano: den las relaciones entre la Iglesia y el Estado. , TODOS HERMANOS Se garantizará á los cubanos el uso y la protección de los derechos civiles y políticos sancionados por la Constitución española, en tanto sean compatibles eon No hay en el género humano la organización política especial con que se dota a ni respira bajo el sol Cuba, otro pueblo más cristiano Además, se adoptarán, tanto en España como en los que nuestro pueblo español. Estados Unidos, las necesarias disposiciones para imPodrán las malas pasiones, pedir todo acto del Parlamento que lesione, confonda con sugestiones aleves, ó limite los derechos de ciudadanía consignada en la despertar sus anbiciones, Constitución colonial. que estallan en iras breves. Tales son las principales lineas de la futura ConstiPero el fondo generoso tución de Cuba, concebida de modo que püídá perdel español, siempre ha sido manecer incólume ante los procederes arbitraníMoo á la vez franco y piadoso los gobernantes. , , ,, y hertnano para el caído. En ella ni la iniciativa individual queda estotwWa Sólo aquí, del Soberano ni debilitados los poderes esenciales del Gobierno, sm al más humilde villano, los cuales la libertad se trueca en anarquía. se le dice al que mendiga De ese modo, sin que nadie pueda decir fundadacon voz humilde y amiga: mente que las Constituciones délos Estad<» de la ¡Perdone por Dios, hermano! Unión y sus relaciones con el Estado federal sirven de modelo de gobierno para la autonomía de Cuba, es ¡Hermanos! En tierra hispana evidente que se han estudiado aquéllas, aceptando las todos de Cristo venimos, reformas que aconseja la experiencia. Acaso flgar» el y como familia humana referendum entre dichas disposiciones. en santa hermandad vivimos. [Con esa Constitución autonómica cree el Gobierno poner término al incierto estado constitucional exisDa el grande la mano al chico, tente en las Antillas desde 18«8, y alienta la esperanentra el mendigo en la casa, za de que, desapareciendo las diferencias de partidos, llama hermano el pobre al rico la vida política de la colonia pueda organizarse sobre cuando por su lado pasa. la base de sus intereses locales y de su cultura proLava con santa dulzura pia.» el Rey al pobre los pies; le besa la mano al cura • •• mmm m mmmmmmmmmmmmmmmmmimm el niño, por ser quien es. Y cuando hambriento haraposo nos corta en la calle el paso, y en acento lastimoso (DB I.A A6BNC3IA PABEA.) logra que le hagamos caso, aunque la propia pobreza Orden del Snltán á los plenlpoleneliurla». nos ate al bolso la mano, LoNDEBS 29.—ThelStandard publica esta|mañana un y aunque exenta de riqueza, despacho de Constantinopla anunciando que el Sulle decimos con nobleza: tán dio orden á los plenipotenciarios otomanos de que ¡Perdone por Dios, hermano! firmaran el tratado de paz turco-helénico el miércoles de la semana próxima lo más tarde. Yo vi en Francia protestar HeseiaciÓB de les «Imlraateii. al rico cuando le piden LoNDEBS 29.—Según las últimas noticias de la Cay ante el mendigo invocar nea, los almirantes de las grandes potencias ^t&n releyes que el pedir impiden. sueltos á DO acceder á la petición de la Sublima PtwrEn vez de la tierna y fría ta, que quiere la supresión de la comisión mUitar. despedida castellana, oí la amenaza impía ó la reprimenda insana. Vi en Alemania al soldado, del pobre airado enemigo, recordar al desgraciado Lia nota del Gobierno español. que es delito el ser mendigo. En Rusia, nación de horrores, Recibida en Washington, por el extracto telegráhallé en castas divididos fico de Mr. Woodford, la contestación de nuestro Goá los potentes señores,bierno á la nota presentada por el ministro norteamey á los pobres sonietidos, ricano, dice el corresponsal de La Corfespondencia que el Presidente Mac-Kinley se niega terminantemente y al siervo humillar laírente á darla'publicidad en la prensa, limitándose á declaante el rico poderoso, rar que la informa un espíritu pacífico y conservador, y al gran señor insolente que el Gobierno americano no considera ofensivo; que insultar al andr^oso. acaso los propósitos de España no basten á hacer frenVi en Londres al triste paria te al problema planteado, pero que nada hará el Gocomo á las ñeras tratado, bierno americano en vista de las medidas adoptadas y á nobleza legendaria por España y de los proyec-tos que abriga el nuevo apartarle do su lado. Ministerio, cuyos resultados deben esperarse. Y allá en la América nueva, de libertades famosas, El corresponsal de Et Imparciál manifiesta en su que alta la bandera lleva telegrama que se han divulgado algunas indicaciode invenciones portentosas, nes de las contenidas en la nota. el pobre que no resiste Según aquéllas, han sido aceptadas ciertas indicaá la lucha por la vida, ciones hechas por Mr. Woodford ©n su nota del 83 ete ni es ser humano, ni existe, Septiembre, y se reconoce el interés de los Estados ¡ni es tolerable que pida! Unidos en que termine cuanto antes la guerra de Cuba. Aquí, en nuestra aislada España, pueblo de atrasos odi isos, España acoge cordialmente los buenos deseos coa van «n amor y compsaá la esperanza de que el término de la lucha se logrará mendigos y poderosos. sin nuevos aplazamientos. Y, hermanándose lo», dos, Como pruebas de los sentimientos pacíficos de Esdice al Príncipe el villamO: paña, señala la nota el relevo del general Weyler, las —¡Hermano, un cuarto, por Dios! instrucciones dadas por el Gobierno español para re—¡Perdone por Dios, hermano! vocar el decreto que pro^ribió la coneentracloo délos pacíficos y las órdenes eomuni^das al nuevo capitán EÜS.KBIO BLASCO. general D. Ramón Blanco, En Washington se cree, según añade el telegrama de BVImparciál, quoE^añatosiente indirectamente al ofrecimiento de amistosos oficios por parte de los Estad*^ Unidos; pero los acepta en una forma diplomática hábil, que obliga al fíoWerno de Washington k pensar en la míáor manera de proceder para conseo t r a versión. guir realizar sus propcaitos. El último número del New York Herald inserta un Hay más: la aceptación de los. bueiuns oficios de los extenso telegrama de su corresponsal en Madrid dan- Estados Unidos reduce la mifáón de éstos á demosdo cuenta de los propósitos del Sr. Moret respecto á la trar á los cubanos la necesidad, de admitir las reforimplantación del régimen autonómico en las Anmas propuestas en la administración y gobierno de tillas. la isla. Según declara el citado corresponsal, aunc[ue él seLa manifiesta intención de J^ipañaes colocarais ñor ministro de Ultramar ha rehusado categórioameh- Estados Unidos en situación 'ta\, que si se niegan á te hacer declaraciones á nadie sobre este delicado interponer su amistosa interT? nción sobre la base de asunto, ío prestó voluntariamente á bosquejar sus las pr9posicione8 del Ministerio Sagasta, aparezca el proyectos con destino al hlem York Berald. Gobiotno de la Unión falto de» -toda sinceridad y franHé aquí las palabras atribuidas al Sr. Moret por el quezav» diario de Mr. Gordon Benoet: Después de la ansiedad luímifestada por lograr q^ue «La autonomía que el Gobierno del Sr. Sagasta se termine la guerra durante P.\ curso de las neg(x;iacio • propone otorgar á las islas de Cuba y Puerto Rico, en nes, tal base solamente e» b*}neflciosa para España. cumplimiento del compromiso contraído por el maLos ofrecimientos de los ílstados Unidas fueron de nifiesto de 24 de Junio, es una autonomía especial carácter general, y se referían lo mismo á las pretenfundada en las aspiracioaes y adaptada al progrania siones de los cubanos que f, las proposiciones üel Gode los autonomistas antillanos, No tiene identidad biernaespafiol. con otras constituciones cciloniales. La contestación del Gatánete de Madrid habla tamEs claro que en sus principios esenciales, la futura bién de las facilidades "dadas en los Estados Unidos Constitución do Cuba y Puerto Rico concuerda con para la organización d.« expediciones filibusteras, y aquellas instituciones coloniales que tienen el selj^o- dice que si losjseparatislras se n i ^ a n & aceptar las provernment, como idea cap.tal, esto esi autolegislacion. posiciones que pueda h ajeries elGcbierno de WashingGobierno responsable y supremacía de un gobernador ton, España está prepu'.-ada para luchar hasta acabar que, bien bajo ese nombre ó el de virrey, representa- con la rebellón. • , ría ia madre patria, y elegiría los ministros que consParece que el presid'^nte Mac-Kialey ha decldiflo no tituyeran el poder ejecutivo en aquella colonia. V . publicar la nota de nuestro G.'bierno basta; después Partiendo, por consiguiente, en la base anterior- de que sea presentadn al Gong pjso americano, á memente expresada, el proyecto del Gobierno español, nos de que España consienta H,A \Á publicación. contieno, en primer tenníno, la distribución de mateEl Gabinete de Washington contestará ante» do rias y atribuciones propias del Parlamento colonial y que terminen las elecciones niunicipales, que se veridel de la metrópoli; distribución fundada en una cui- ficarán el día 12 de Noviembre, dadosa delimitación éntrelos intereses locales de las lili Marina de los E t i t a ^ s Unido*. islas y los de la metrópoli. El proyecto interpreta en la forma más amplia la El periódico The Sun, de'¿altimore, discurría pocos frase «intereses locales;» así, no solamente garantiza días ha acerca de las proba íñlidades de una guerra á los an illanoi completa libertad do legislar en todo entre España y los Estados ,lInid(M, lo quo se refiere á instrucción, beneficencia, obras púLlamaba la atención de s,'us lectores sobre la actual blicas, navegación interinsular, agricultura, indus- importancia militar déla fjran República, que podrá tria, minas, etc., sino qué también confierea los rereunir en breva tiempo eriormes masas de reclutas, presentantes del gobierno colonial el derecho de re- pero tíe^improvisar ejércitos, ni organizar los servidactar sus tarifas aduaneras, exceptuando aquellas cios de intendencia, sanic^íid, trasporte, etc., etc., y mutuamente convenidas con la metrópoli en conside- otros auxiliares, sin los ciuales no es posible emprenración á los respectivos intereses mercantiles y co- der campaña alguna con, esperanza de éxito. Además comparaba ol mencionado periódico las Las referidas funciones serfm desempeñactes por fuerzas navales de ambfís naciones y hacía notar que una Cámara insular totalmente elegida entre natura- si bienparera superior 1. primera viste la escuadra de les del país y compuesta deCongreso, óCámara de los Estawios Unidos, no áében contar éstos coa ékiteí' representantes, y Senado, Los individuos de «ite Par- inmediatos y seguros, puesto q»e los cinco acorazalamento serán elegidos poi? el sistema de sufragio uni- dos que constituyen el nervio de esa escuadra se hallan actualmente eu grada y neeefitan importeatea, versal que regula las eileeciones do la Península. El reparaciones para hallarse ea estswbdo comtotir. mismo cuerpo electoral designaría los diputados qUe "Corazonadas," de Eusebio Blasco La cuestión de Creta Es^fta y tos Estatfes ilntdfot. El régimen autonómico para Cnba.