PROGRAMA No. 0341 JUECES Cap. 7:10 - 8:23 Continuamos estudiando hoy el capítulo 7 de Jueces. Y en nuestro programa anterior, estábamos hablando de la reducción que Dios había hecho del ejército de Gedeón de 10.000 a 300 hombres. Y decíamos que encontramos aquí una de las mejores lecciones con respecto a la predestinación y al libre albedrío. Y señalamos el hecho de que es Dios quien elige, pero que El deja que uno mismo haga la selección. Dijimos también que podemos discutir acerca de la predestinación y el libre albedrío todo lo que queramos. Pero no podemos lograr que funcione sentándonos y discutiéndolo. Esto funciona y es en la vida amigo oyente. Cada uno de los 10.000 hombres en el ejército de Gedeón, ejerció su libre albedrío. Su propia libre voluntad. Dios no intervino con ninguno de ellos en cuanto a su libre albedrío. Hoy en día mediante Su Hijo Jesucristo, Dios le ofrece a usted amigo oyente, el don gratuito de la salvación. Es una oferta legítima, una oferta sincera de Dios mismo. El dice: “Todo lo que el Padre me da, vendrá a mi. Y al que a mi viene, no le echo fuera.” Ahora, no diga por favor que usted puede argüir ahora mismo en cuanto a la predestinación, porque no puede. Usted puede venir a Dios si quiere venir. Si no viene, tenemos noticias para usted. Usted no fue elegido. Pero si viene, tenemos buenas noticias para usted. Usted sí fue elegido. Esa es la manera en que Dios obra. Ahora, muchas veces estos trescientos hombres escogidos han sido tomados en sentido TTB Página 1 de Programa No. 0341 erróneo. Mucha gente en las Iglesias cree que porque son pocos en número, ya se comparan con la banda de Gedeón. Y la verdad es que muchas veces no son mas que un montón de santos muertos cargados de pereza y desaliento, que no se comparan en ninguna manera con la banda de Gedeón. La banda de Gedeón fue un grupo de hombres resueltos, dispuestos a morir para libertar a Israel. Permítanos decirle amigo oyente, que estos hombres lamieron las aguas con su lengua, como lame el perro, debido a que estaban en busca de los madianitas y no en busca de agua. Beberán después de que termine la batalla. Un jugador de fútbol una vez estaba tan entusiasmado y tan emocionado al final de un partido porque su equipo había obtenido la victoria y dijo: “Simplemente resolvimos ganar.” Y amigo oyente, esa es la banda de Gedeón. Esa es la resolución que hace falta a la iglesia hoy en día. Veamos ahora la victoria sobre Madián. Leamos los versículos 10 hasta el 14 de este capítulo 7 de Jueces: Jueces 7:10-14 “. . . a los madianitas con todo el campamento.” Esta es la lección final de Gedeón antes de salir a la batalla. Fue al borde del campamento y escuchó escondido mientras dos soldados hablaban. Ellos francamente creían que Dios iba a entregar a los madianitas en manos de Gedeón y su ejército. Y Dios permitió a Gedeón escuchar su conversación a fin de que sea fortalecido antes de la batalla. Continuemos leyendo ahora los versículos 16 al 22 de este capítulo 7 de los Jueces: Jueces 7:16-22 “. . . Zerera, y hasta la frontera de Abel-meola en Tabat.” Este es el relato que tenemos acerca de la estrategia de Gedeón. trescientos hombres en tres cuerpos. TTB Dividió a sus Y se les da tres cosas: cántaros, antorchas y Página 2 de Programa No. 0341 trompetas. Note usted que las antorchas están metidas dentro de los cántaros, a fin de que la luz no se vea, y las toman en la mano izquierda, y en la derecha las trompetas. Cuando salieron a la batalla, su grito debía ser: “¡Por la espada de Jehová y de Gedeón!” Ahora lo interesante es que Gedeón no llevaba ninguna espada. Tampoco la llevaba ninguno de sus trescientos hombres. Es que, estaban bajo el poder de los madianitas, y los madianitas no les permitían tener ninguna armería. Guardaban las armas y las espadas para ellos mismos. Por tanto, la estrategia de Gedeón empleó unos cántaros, unas lámparas y unas trompetas. Como ya hemos dicho, los madianitas y los amalecitas eran de las tribus nómadas del desierto. Habían invadido la tierra de Israel y se aprovechaban de sus siembras y sus víveres. Tenían una organización muy relajada. Andaban por el desierto como nómadas desorganizados y no tenían ningún ejército organizado. Habían apostado una pequeña guardia alrededor del campamento, pero la mayor parte del pueblo estaba dormida acá y allá. No esperaban ser atacados de noche. En primer lugar, es difícil ver de noche. Por tanto, Gedeón apostó a sus trescientos hombres en tres cuerpos alrededor del campamento. En un momento determinado tocaron sus trompetas y quebraron los cántaros para que la luz resplandeciera. Cada trompeta representaba el hecho de que probablemente estuvieran presentes algunos centenares del enemigo. Ahora, imagínese usted a los madianitas despertándose de un sueño profundo. Lo primero que hicieron fue revolver sus espadas en todas las direcciones. Los israelitas no tenían espadas. Los madianitas se atacaron el uno al otro. Y todo eso resultó en un alboroto grande. Los madianitas pronto huyeron por los montes al bosque, y salieron de aquella región. Esto dio a Gedeón y a los israelitas una victoria grande. Hay algunas maravillosas lecciones espirituales en esta narración. En primer lugar, quisiéramos volver a este asunto del rocío en el vellón. Necesitamos hoy en día, una obra TTB Página 3 de Programa No. 0341 de embellecimiento interior en nuestras vidas, lo cual solo Dios puede hacer. Necesitamos pedirle que envíe rocío sobre nuestras vidas infructuosas. En el libro del profeta Oseas, capítulo 14 y versículo 5, Dios dice: “Yo seré a Israel como rocío; él florecerá como lirio, y extenderá sus raíces como el Líbano.” Y Dios habla muchas veces en cuanto a este tema. Allá en Deuteronomio 33:13 dijo a José: “. . . Bendito de Jehová sea tu tierra, con lo mejor de los cielos, con el rocío, y con el abismo que está abajo.” Y en Proverbios capítulo 19, versículo 12 leemos: “Como rugido de cachorro de león es la ira del rey, y su favor como el rocío sobre la hierba.” También en el capítulo 3 de Proverbios, versículo 20 dice: “Con su ciencia los abismos fueron divididos, y destilan rocío los cielos.” Y en el Salmo 133, versículos 1 al 3 Dios dice: “¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía! Es como el buen óleo sobre la cabeza, el cual desciende sobre la barba, la barba de Aarón, y baja hasta el borde sus vestiduras; como el rocío de Hermón, que desciende sobre los montes de Sión; porque allí envía Jehová bendición, y vida eterna.” Dios ha bendecido de esta manera. Necesitamos ese toque – ese toque fresco . Lo necesitamos como el rocío que desciende por la mañana sobre el capullo de rosa y la hierba. Necesitamos un toque delicado. El profeta Oseas en el capítulo 14 de su profecía, versículo 5 nos dice que: “. . . el lirio es delicado.” Nuestro Señor Dios descenderá como la lluvia sobre la hierba cortada. Aun cuando nos hallamos en apuros y nos ha cortado, descenderá sobre nosotros como la lluvia. Nuestro Señor lloró sobre Jerusalén. Pero ¿lloramos nosotros hoy en día por el pecador? Al publicano le fue posible golpearse el pecho y clamar a Dios en cuanto a su pecado. Pero, ¿qué de nosotros hoy en día? Necesitamos tener un toque de Dios que nos haga fuertes y firmes, arraigados y cimentados. ¡Ah, que pudiéramos decir con el Salmista: “Pronto está mi corazón oh Dios, mi corazón está dispuesto; cantaré y trovaré Salmos.” (Salmo 57:7) Necesitamos el rocío de Dios sobre nuestras vidas para traer pureza a nuestras vidas. El apóstol Pedro nos dice en su segunda carta, capítulo 3, versículo 14: “Por lo cual, oh TTB Página 4 de Programa No. 0341 amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz.” Esto es lo que necesitamos hoy en día. Dios solamente usa un vaso limpio. El apóstol Pedro otra vez en su primera carta, capítulo 1, versículo 16 dice: “Porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.” Dios nos lo dice a nosotros. El apóstol Pablo en su segunda carta a los Corintios, capítulo 7, versículo 1 dice: “Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.” ¡Qué maravillosa lección tenemos aquí! Vamos a considerar ahora, otra lección espiritual en cuanto a los cántaros. El apóstol Pablo dice en su segunda carta a los Corintios, capítulo 4, versículo 7: “Pero tenemos este tesoro en vasos de barro. . .” Aquellos cántaros representan los cuerpos de los creyentes. Eso es lo que quiere decir Pablo cuando dice en su carta a los Romanos, capítulo 12, versículo 1: “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos (es decir, vuestras personalidades enteras) en sacrificio vivo, . . . a Dios. . .” Es por eso que no debemos gloriarnos en ningún hombre. El apóstol Pablo dice eso allá en su primera carta a los Corintios, capítulo 3 versículo 21. El dice: “Así que, ninguno se gloríe en los hombres;” Ese es el vaso de b-arro. Tenemos este tesoro en vasos de barro, es decir, los cántaros. Algunos de nosotros no somos quebrados, o sea, no hemos sido quebrantados, y a consecuencia de esto la luz no resplandece. Ahora no es nuestra luz la que debe resplandecer, sino la luz del Señor Jesucristo. Su luz debe resplandecer en nosotros. Y sólo puede resplandecer en una vida quebrantada. Debemos resplandecer como luces en el mundo. El apóstol Pablo escribiendo a los Filipenses, les dice en el capítulo 2 de su carta, versículos 14 y 15: “Haced todo sin murmuraciones y contiendas, para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo.” TTB Página 5 de Programa No. 0341 Vamos a considerar ahora por un momento, las trompetas. El apóstol Pablo en su primera carta a los Corintios, capítulo 14, verso 8 dice: “Y si la trompeta diere sonido incierto, ¿quién se preparará para la batalla?” Esto habla del testimonio de los creyentes. Y tres cosas deben considerarse: Primero, el testimonio de los creyentes debe ser cierto y claro. Segundo, los hombres son escogidos por Dios. El escogió a los 300 hombres para servir en el ejército de Gedeón. Los escogió junto a las aguas, según como bebían las aguas. Y en tercer lugar, el creyente tiene que ser quebrantado, a fin de que la luz resplandezca. Así como los cántaros tuvieron que ser quebrados. Debe haber una dedicación de mente y de corazón, si hemos de hacer la cosa que Dios quiere que hagamos. Amigo oyente, alguien lo ha expresado de la manera siguiente: “A Dios le es posible reparar el corazón partido, si se le da todas las piezas.” Si usted amigo oyente, está dispuesto a ser quebrantado por El, permítanos decirle que El puede repararle de la manera que El quiere que usted sea reparado. Permítanos añadir aquí, que Dios sólo usa los vasos limpios. Si usted estuviera muriendo de sed en un desierto y llegara a un oasis o a un pozo, y encontrara allí dos vasos; un bello vaso de oro, pero muy sucio y un viejo vaso de barro quebrado, pero bien limpio y brillante ante el sol, ¿de cuál de los dos bebería usted? Pues bien, ¿no cree usted que Dios tiene tanto sentido común como usted? A Dios le gustaría darle un toque de pureza en su vida, en esta misma generación en la cual vivimos. TTB Página 6 de Programa No. 0341 Necesitamos ser reparados cual cántaro que ha sido quebrado, y necesitamos el toque de Dios en nuestras vidas. El apóstol Pablo dice en su primera carta a los Corintios, capítulo 15, versículo 58: “Estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.” Y el apóstol Pedro en su segunda carta, capítulo 3, versículo 14 dice: “Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz.” Hoy en día, es necesario que el rocío descienda sobre nuestras vidas trayendo un toque de alegría en la comunión de Cristo. Eso solamente se puede lograr siendo lleno del Espíritu. Aun al final de su ministerio, el apóstol Pablo podía decir que su aspiración todavía era la que había sido en el principio. Y escribiendo a los Filipenses, capítulo 3, versículo 10 dice: “. . . a fin de conocerle. . . y la participación de sus padecimientos.” Amigo oyente, necesitamos aquel toque hoy en día, el toque del regocijo en la comunión con Cristo. ¿Habrá una respuesta en su corazón hoy en día, a estas cosas? Necesitamos ser claros y limpios en nuestro vivir. ¡Qué mensaje espiritual se encuentra en esta historia de Gedeón! Era cobarde, es verdad. Pero Dios lo usó. Dios escoge lo débil de este mundo. Y esto me da mucho ánimo. Y espero que también le sirva de ánimo a usted amigo oyente. Y llegamos ahora al capítulo 8 de Jueces. En este capítulo Gedeón apacigua a los de la tribu de Efraín. Zeba y Zalmuna son tomados. Sucot y Peniel son destruidas. Gedeón se venga de la muerte de sus hermanos. Rehusa también aceptar un puesto en el gobierno. Madián es subyugado. Tenemos también la muerte de Gedeón y la idolatría de los israelitas. Este capítulo es una continuación de la historia de Gedeón como juez. Encontramos aquí los eventos que acontecieron después de la liberación admirable que Dios dio a TTB Página 7 de Programa No. 0341 Gedeón, del poder de los madianitas. Los israelitas son libertados nuevamente y a consecuencia de esto, prosperan. Zeba y Zalmuna reyes madianitas, han sido perseguidos y muertos. Los israelitas son bendecidos por primera vez desde hace mucho tiempo, y están tan agradecidos a Gedeón por todo lo que él ha hecho, que quieren que él reine sobre ellos, como dice el versículo 22 de este capítulo 8. Dice: Jueces 8:22 “. . . que nos has librado de mano de Madián.” Esta es la primera indicación que se nos da en la Escritura de que los hijos de Israel querían que un rey reinara sobre ellos. Dios les dijo en el principio que El no quería que tuvieran un rey, así como las naciones en derredor. Pero ellos querían tener un rey. Debido a que Gedeón les había libertado de la servidumbre, ellos querían que él aceptara el puesto de rey. Al parecer, Gedeón es el primero a quien ofrecieron este alto oficio. Pero él lo rehusó. Más tarde descubriremos que Israel nuevamente pide tener un rey. Insisten en tener un rey, y por fin demandan tener uno. Luego, Dios le dice a Samuel, quien es el último de los jueces y el primero de los profetas, que él debe ungirles un rey. Entonces Dios le dijo a Samuel que Israel no le había rechazado a él, sino a Dios mismo. Dios quería reinar sobre ellos. En este incidente fue Dios, quien usó a Gedeón tan admirablemente. Sin embargo, fue a Gedeón y no Dios, a quien los israelitas pidieron que reinara sobre ellos. No tan sólo querían que reinara Gedeón, sino también sus hijos y el hijo de su hijo. Esto significaba que deseaban tener un rey así como las naciones alrededor de ellos. Y el versículo 23 de este capítulo 8 de Jueces dice: Jueces 8:23 “. . . Jehová señoreará sobre vosotros.” Gedeón ciertamente había aprendido una lección, eso es indiscutible. Este joven que TTB Página 8 de Programa No. 0341 sacudía el trigo por allá abajo en el lagar, reconoció que era cobarde. Sabía que era Dios quien le había dado la victoria. Sabía que no tenía ninguna fuerza en él mismo para ganar la batalla. Pero se dio cuenta de que Dios le había levantado con este fin. Gedeón en verdad era un hombre admirable. Se menciona en el libro de Hebreos capítulo 11, donde se nombran los “héroes de la fe.” El hecho es que Gedeón es el primero en la lista de los jueces. También se antepone a David en la lista. Dice el escritor a los Hebreos en el capítulo 11, versículos 32 al 34: “¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas; que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros.” Puede ser que Gedeón figura antes de David en la lista, debido a que viene cronológicamente antes de David. La explicación que el escritor a los Hebreos da, es que el tiempo le faltaría para contar todo en cuanto a estos hombres, y quería contar de Gedeón. Dios levantó a Gedeón para hacer una tarea extraordinaria. El libro de los Jueces cuenta lo que pasó. Nos enseña que cada hombre y mujer que Dios usa, tiene que ser usado según las condiciones de Dios. Y El escoge lo débil de este mundo. Ojalá que pudiéramos terminar aquí la historia de Gedeón, pero no nos es posible. Su vida tiene una mancha negra. Y fue lo que más tarde causó tragedia. Parece que la mayoría de los jueces tenían alguna debilidad notoria y en la mayoría de los casos, Dios usó esa debilidad. Ahora, la debilidad de Gedeón, o digamos mejor, una de las debilidades de Gedeón, fue el hecho de ser cobarde. Pero Gedeón tenía otra debilidad. Lamentablemente TTB Página 9 de Programa No. 0341 como dice el escritor a los Hebreos, nos falta el tiempo para entrar en detalle en esta otra debilidad de Gedeón. Así es que tenemos que dejarla para nuestro próximo programa. Le invitamos pues a sintonizarnos. Será hasta entonces amigo oyente, que Dios le bendiga ricamente. TTB Página 10 de Programa No. 0341