LA AIF EN ACCIÓN Nicaragua: Respaldar el progreso en el segundo país más pobre de América Latina E n los últimos 20 años, este país centroamericano experimentó un vuelco económico sorprendente. A fines de los años setenta y durante todo el decenio de los ochenta, los desastres naturales y de origen humano redujeron la actividad económica de Nicaragua casi en un 40% y aumentaron la deuda al 400% del producto interno bruto (PIB). En 1990, la nación era una de las más endeudadas y económicamente inestables del mundo, y en 1993, la mitad de los nicaragüenses vivía en condiciones de pobreza. La Asociación Internacional de Fomento (AIF), el fondo del Banco Mundial para los países más pobres del mundo, reanudó sus actividades en Nicaragua en 1991, una vez finalizada la guerra civil. Desde entonces, la AIF ha sido un asociado permanente y, en los últimos años, ha proporcionado alrededor de una quinta parte de todo el respaldo financiero de los donantes. Indicadores nacionales 1995 2007 INB per cápita (método Atlas, US$) 674 980 Desigualdad (coeficiente de GINI) 50 (1993) 40 (2005)a 11,2 16,9 Total de la deuda pública combinada (% del PIB) 331,9 78,8 Deuda externa (% del PIB) 321,1 59,1 Inflación promedio a Déficit fiscal (% del PIB) 3,7 1,2 Inversión extranjera directa (en millones de US$) 75 335 Incidencia de la pobreza (%) 50,3 (1993) 46,2 (2005)a Incidencia de la pobreza extrema (%) 19,4 (1993) 14,9 (2005)a Tasa neta de matrícula en la escuela primaria (%) 72,6 (1991) 87,3 (2008)c Mortalidad de niños menores de cinco años (por cada 1.000) 53 35 Mortalidad materna (por cada 100.000 nacidos vivos) 250 87 (2005) Población (en millones) 4,5 5,6 Fuentes: Indicadores del desarrollo mundial, estimaciones del FMI, censos y estadísticas nacionales, OMS, UNICEF y UNFPA. a. Las cifras de 2005 se actualizarán en 2010, una vez finalizada la Encuesta Nacional de Nivel de Vida. b. Saldo general luego de donaciones. c. Registros administrativos. En 2005, el ingreso per cápita había aumentado un tercio, el número de personas que vivía en la extrema pobreza había disminuido un 25% y la desigualdad se había reducido considerablemente. El país continuó su progreso económico luego del cambio de gobierno de principios de 2007; las exportaciones siguieron aumentando a una tasa promedio anual del 12% y la inversión extranjera directa se incrementó fuertemente. Sin embargo, una nueva serie de crisis externas está amenazando otra vez el ritmo del avance. Luego de soportar los efectos del huracán Félix y el aumento de los precios del petróleo y de los alimentos de 2007−08, Nicaragua volvió a recibir el embate de la crisis financiera internacional de 2009. El desafío que enfrenta la AIF en los próximos años consiste en ayudar a los nicaragüenses a prevenir un retorno a la situación de comienzos de los años noventa y continuar respaldando sus esfuerzos en pos del desarrollo sostenible. Su compromiso continuo y a largo plazo será importante para garantizar que toda la población del país pueda acceder a los beneficios de la estabilidad y el crecimiento. nnn LOGROS DEL PAÍS Durante los decenios de 1950 y 1960, Nicaragua se enorgullecía de ser una de las economías de más rápido crecimiento de la región. No obstante, luego de años de mala gestión económica, disturbios políticos, desastres naturales y una guerra civil (que dejó más de 50.000 muertos) esta nación de 5,5 millones de habitantes pasó de ocupar un lugar destacado a ser el país de crecimiento más lento de la región. A principios de la década de los noventa, Nicaragua se había convertido en uno de los países más endeudados y económicamente inestables del mundo. La mitad de la población vivía en la pobreza y una quinta parte, en la extrema pobreza. Durante la primera mitad de los años noventa, Nicaragua avanzó aceleradamente en el camino hacia una economía de mercado. Disminuyó las barreras al comercio exterior, redujo el tamaño de su desmesurado sector público y comenzó la modernización del Estado. Además, se destinó una mayor proporción del gasto público a los pobres, se reformaron los sectores de la salud y la educación, y la extrema pobreza disminuyó rápidamente. Sin embargo, tras la devastación del huracán Mitch, el Gobierno se vio superado por las necesidades de emergencia a corto plazo de su 2 población y se olvidó del desarrollo a largo plazo. Cuando se redujo el enorme flujo de dinero destinado a la ayuda de emergencia, este no redujo sus gastos y los déficits presupuestarios aumentaron en forma descontrolada. Nicaragua abandonó el programa acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y, en 2002, el crecimiento económico había caído a menos del 1%. El huracán Mitch, de hecho, contrarrestó los logros del regreso de Nicaragua a una economía de mercado. Sentar las bases para la reducción sostenida de la pobreza. La administración del presidente Enrique Bolaños, que asumió su cargo en 2002, se centró en la disciplina fiscal y la lucha contra la corrupción. Sus esfuerzos tuvieron recompensa cuando Nicaragua se convirtió en el décimo país del mundo que conseguía cumplir las condiciones para el alivio de la deuda en el marco de la Iniciativa para los Países Pobres muy Endeudados (PPME). A comienzos de 2004, fueron condonados en forma inmediata más de US$3.000 millones de la deuda pública. Los inversionistas retornaron y el crecimiento económico aumentó abruptamente al 5,1% ese mismo año, y se mantuvo en alrededor del 4% hasta fines del gobierno de Bolaños a principios de 2007. El presidente Daniel Ortega, quien asumió su cargo en enero de 2007, también ha puesto gran énfasis en mantener la estabilidad macroeconómica. Uno de los primeros logros del nuevo gobierno fue la exitosa negociación del programa del Servicio para el Crecimiento y la Lucha contra la Pobreza (PRGF, por sus siglas en inglés) con el FMI, como una importante herramienta de políticas destinada a continuar fortaleciendo el saludable entorno macroeconómico heredado del gobierno anterior. El huracán Félix y las posteriores fuertes lluvias que arruinaron la mayor parte de las cosechas provocaron un aumento abrupto de la inflación hasta casi el 17% a fines de 2007. En 2008, la tasa inflacionaria siguió alta, en un 14%, debido al alza de los precios del petróleo y los alimentos. Dos años y medio después de asumir el cargo, el presidente Ortega continúa ejecutando un ambicioso programa de inversión pública. Actualmente, el Gobierno propone un “Plan Nacional de Desarrollo Humano”, que se basa en muchos de los logros de la administración previa, pero otorga mayor importancia a la infraestruc­ tura básica, especialmente a energía, red vial y abastecimiento de agua, mayor acceso a salud y educación, y más preocupación por los pequeños y medianos productores, tanto en la ciudad como en el campo. También se comprometió a reducir la pobreza aumentando el capital humano de los pobres con el fortalecimiento de los programas de salud, nutrición e iniciativas especiales enfocadas en los niños más vulnerables. El ambicioso programa de lucha contra la pobreza de Nicaragua está amenazado por la actual crisis económica internacional. Aunque en 2009 la inflación está bajo control, el crecimiento se ha detenido. Las estimaciones más recientes realizadas por el FMI para este año predicen una tasa de crecimiento negativo de por lo menos el 1%. El nivel de desempleo es alto y los ingresos tributarios van en descenso, al igual que las remesas desde Estados Unidos y Costa Rica. Para 2009, se proyecta una reducción del 10% en las importaciones, mientras que se espera que el volumen de las exportaciones permanezca en el mismo nivel de 2008, dados los esfuerzos realizados por el país para encontrar nuevos mercados. El impacto de la crisis se refleja en el alto nivel de liquidez disponible en el sistema bancario (actualmente más del 30%), situación que representa un obstáculo enorme para la reactivación de la economía. CONTRIBUCIONES DE LA AIF Con los años, la alianza entre la AIF y Nicaragua ha evolucionado y demostrado mayor eficacia. Los proyectos de inversión cuentan hoy con un nivel nunca antes visto de estrecho seguimiento y evaluaciones. Se ha puesto más hincapié en la reducción de la pobreza impulsada por el propio país y el respaldo a la reforma de las políticas. Para ayudar a impulsar la reconstrucción económica de principios de los años noventa, la AIF otorgó dos grandes créditos de desembolso rápido. Desde 1996 hasta 2002, la Asociación otorgó US$656 millones para 20 operaciones, la mayoría de las cuales eran proyectos de inversión en salud, educación, desarrollo social, gestión de los desastres naturales, bienes económicos rurales, fortalecimiento del gobierno local, manejo de los recursos naturales y mejora de las condiciones para la inversión. No obstante, a fines de 2002, la AIF cambió radicalmente la relación que mantenía con Nicaragua y pasó a proporcionar aproxima­ damente la mitad de sus recursos financieros —US$135 millones— a través de operaciones destinadas a respaldar el presupuesto y asistencia técnica conexa, además del alivio de la deuda en apoyo del Documento de Estrategia de Lucha contra la Pobreza (DELP) de Nicaragua, elaborado por el propio país. En él se establecían objetivos nacionales de desarrollo, metas sobre gasto destinado a la lucha contra la pobreza y un mecanismo para lograr una firme coordinación de los donantes, vinculado con los objetivos del 3 DELP. La estrategia fue afinada durante la segunda mitad del gobierno de Bolaños y en los dos años transcurridos de la administración de Ortega. Los planes de desarrollo del país durante esta década se sustentan en una visión compartida de más infraestructura, más y mejores servicios en salud y educación, mayor crecimiento económico y aumento de los ingresos para los pobres. Estas prioridades se ven reflejadas en la Estrategia de Alianza con Nicaragua de la AIF correspondiente a los ejercicios de 2008−12. Una asignación preliminar de la institución por aproximadamente US$240 millones —que se destinará en una serie anual de operaciones de apoyo presupuestario y nuevas inversiones en abastecimiento de agua y saneamiento, gestión del sector público, administración de la tierra y caminos rurales— fue modificada rápidamente para incorporar un crédito de emergencia de US$17 millones, luego del paso del huracán Félix. La AIF prepara un informe de avance que será presentado al Directorio del Banco Mundial en diciembre de 2009. Este documento delineará los principales cambios propuestos en la mencio­nada estrategia como resultado de las crisis y perturbaciones internas y externas de los últimos dos años. Es probable que en él se sugieran nuevas operaciones de inversión para abordar los desafíos impuestos por la crisis económica imperante y la propagación del virus de la influenza H1N1. En el informe también se propondrán operaciones alternativas de inversión para reemplazar el apoyo presupuestario en caso de que los problemas políticos internos continúen mermando el respaldo de la comunidad internacional para estos fines. Alivio de la deuda ligado a la pobreza. La enorme deuda externa era la mayor carga que Nicaragua debía soportar como consecuencia de la desacertada gestión económica del decenio de 1980. Durante los años noventa, el país tuvo que pagar a sus acreedores la misma cantidad que destinó a educación (cerca del 12% del presupuesto anual). 4 El alivio de la deuda otorgado al país constituye una de las mayores operaciones de este tipo realizadas en el marco de la Iniciativa para los PPME, lo que incluye US$382,6 millones de la AIF. Nicaragua ha podido utilizar los fondos que en otras circunstancias habría destinado al servicio de la deuda para aumentar el gasto en programas de reducción de la pobreza, desde el 10% del PIB en 2002 hasta el 13,6% en 2008. La Asociación continuó ayudando al gobierno a reducir su deuda externa. En 2007, subscribió con Nicaragua un convenio de donación por un valor de hasta US$61 millones en el marco del Programa de Reducción de la Deuda Comercial. En términos concretos, esto significó la eliminación de aproximadamente US$1.300 millones de la deuda externa de los libros de Nicaragua a fines de 2008. El aporte de la AIF para reducir la pobreza en Nicaragua abarca muchos sectores. La contribución de la Asociación a la reducción de la pobreza en Nicaragua se ha observado más directamente en las esferas de educación, infraestructura rural, gestión del sector público y creación de un entorno empresarial más competitivo. Los beneficios obtenidos en estos ámbitos son reflejo del enfoque mejorado de la AIF en lo que respecta a la entrega de ayuda. Educación: Aumento de las tasas de matrícula y de terminación de los estudios. Como resultado del apoyo inicial de la AIF al sector de educación, la matrícula en el ciclo preescolar aumentó más del doble, del 14,5% de los niños pequeños en 1993 a alrededor del 31% en 2004. La institución financió la construcción y consolidación de jardines infantiles a nivel nacional, particularmente en zonas pobres rurales, vecindarios urbanos marginalizados y poblados indígenas aislados. Además, proporcionó capacitación a docentes y a padres en las zonas donde se llevarían a cabo proyectos. Durante Impacto de la asistencia para el desarrollo en Nicaragua Punto de referencia Progreso Matrícula en la educación preescolar (%) 14,5 (1993) 31 (2008) Matrícula neta en la escuela primaria (%) 74,4 (1998) 87,3 (2008) Proporción de caminos rurales en buena o aceptable condición (%) 17 (1999) 21 (2009) Proporción de pequeñas aldeas con conexión telefónica pública (%) 24,5 (2003) 90 (2008) 10 (2002) 13,4 (2008) 71 días (2003) 39 días (2009) Indicador Gasto en reducción de la pobreza (% del PIB) Días necesarios para empezar un negocio Fuentes: Ministerio de Educación, Indicadores del desarrollo mundial, Ministerio de Transporte e Infraestructura, Organismo de Regulación de las Telecomunicaciones, Ministerio de Finanzas y Crédito Público e informes Doing Business. este período, las tasas de deserción en el nivel preescolar disminuyeron un tercio. Además, se consiguió preparar mejor a los niños para el ingreso a la escuela primaria y ayudar a reducir las tasas de deserción al 6%, prácticamente a la mitad. En 2007, el Ministro de Educación entrante reafirmó la voluntad del país de conseguir los objetivos de desarrollo del milenio en esta área y los de Educación para Todos para 2015. En marzo de 2008, la autoridad presentó su nueva estrategia 2008−11, organizada en torno a los temas de educación para todos los niños, mejoramiento de la calidad de la instrucción, participación local, gestión y descentralización y educación como parte del ciclo vital. Las operaciones más recientes de la AIF se han centrado en la escolaridad básica. Gracias a las considerables contribuciones de la institución y de otros donantes, más niños nicaragüenses, en particular los más pobres, asisten hoy a la escuela primaria y completan ese ciclo en aulas adecuadas y equipadas con mejores materiales didácticos. La matrícula primaria neta aumentó en Nicaragua del 76% en 1996 al 87,3% en 2008, mientras que la tasa de finalización de la escuela básica se incrementó del 27% en 1997 al 67,2% en 2008. Vale la pena destacar que la proporción de estudiantes entre 7 y 13 años en condiciones de extrema pobreza y que no asistían a la escuela se redujo drásticamente del 45% en 1993 a sólo el 20% en 2005. La AIF también trabaja para mejorar la calidad de la educación y todo los niños del ciclo de primaria usarán textos de estudio financiados tanto por la institución como por el Fondo Fiduciario Educación para Todos que esta administra. La AIF también apoya el Programa Nacional Integral de Nutrición Escolar para el período lectivo 2009−10. En el marco de esta iniciativa, se ofrece almuerzo a 38.000 niños preescolares. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) lo considera uno de los cuatro mejores programas de alimentación del mundo. Infraestructura rural: Mayor acceso y conectividad. La AIF ha contribuido notablemente al desarrollo del sector rural ampliando las redes viales y de telecomunicaciones, que conectan a las personas con los mercados y los servicios sociales, y el uso de los títulos de propiedad de la tierra, que ayudan a los pobres a obtener financiamiento y a acumular activos productivos. 5 Red vial. El respaldo de la AIF al sector de los caminos rurales en Nicaragua es un ejemplo de cómo generar mayores ingresos para todos mediante la combinación de políticas, inversiones y asistencia técnica. La participación a largo plazo de la institución ha ayudado a incrementar la proporción de la red vial en buenas y regulares condiciones al 21% en 2009 (del 17% de los caminos rurales en 2006). Con los proyectos financiados por la AIF se recuperaron 3.000 kilómetros de caminos secundarios que habían sido destruidos por el huracán Mitch, se rehabilitó la ruta panamericana entre Managua y San Benito (recuperando con ello un vínculo comercial clave con el resto de América Central) y, más recientemente, se mejoraron 240 kilómetros de caminos rurales que comunicaban a los pobres con los mercados, los centros de salud y las escuelas. Los proyectos financiados por la AIF promueven técnicas de construcción más económicas y, en ese sentido, representan una asignación más eficiente de los recursos y mejoran la calidad del servicio en comparación con los caminos rurales tradicionales, como alternativa a los caminos de grava. Mientras la AIF y otros donantes (entre ellos Dinamarca, Estados Unidos, Japón, la Unión Europea y el Banco Interamericano de Desarrollo) financiaban el mejoramiento de los caminos rurales, en el análisis se identificó la necesidad de mejorar el sistema de mantenimiento. Como resultado, las operaciones sucesivas de respaldo presupuestario ayudaron a establecer un fondo de mantenimiento vial. Para fines de 2008, este contaba con contratos para sostener 2.774 kilómetros de caminos (el 85% de la red vial factible de sustentar en el país), crear puestos de trabajo para los pobres y reducir los costos de transporte. Por medio de este proceso, la AIF también propició la creación de 38 microempresas locales para realizar mantenimiento vial de rutina (2.416 kilómetros a mediados de 2009), resultado de lo cual 430 familias muy pobres cuentan hoy con un empleo estable y productivo. La AIF también contribuye a transformar el sector del turismo en uno de los más dinámicos del 6 país a través de la rehabilitación de dos de los caminos pavimentados más importantes hacia las zonas turísticas de la Costa Pacífico de Nicaragua: San Juan del Sur y Diriamba—Casares. Telecomunicaciones. Antes del año 2000 y debido a la falta de competitividad, Nicaragua tenía una de las tasas de conexión telefónica más bajas de América Latina. El financiamiento para inversiones proporcionado por la AIF ayudó a privatizar el monopolio estatal y crear un organismo regulador. Las operaciones de la institución en apoyo del presupuesto contribuyeron a crear un fondo de inversión en telecomunicaciones con el objetivo de ampliar los servicios en las zonas rurales. Con la puesta en marcha de este fondo, un proyecto financiado por la AIF ayudó a proporcionar servicios telefónicos a 500.000 ciudadanos de 365 aldeas pequeñas. Con el respaldo de la AIF, la cobertura nacional de teléfonos de línea fija y móviles se multiplicó por siete, al pasar de 194.000 en 1999 a más de 1,3 millones en 2005. La cobertura móvil en las capitales provinciales subió del 50% en 1999 al 100% en 2003 y, gracias al permanente apoyo de la Asociación, la mayoría de estas ciudades tendrá conectividad a Internet a fines de 2008. Casi todos los municipios cuentan ahora con “telecentros”, en los cuales los jóvenes pueden aprender computación y tener acceso a niveles de información sin precedentes. Administración de la tierra: Asegurar derechos de propiedad para todos. Los estudios analíticos de la AIF contribuyeron a aumentar la sensibilización sobre la importancia de contar con títulos de propiedad en la lucha contra la pobreza rural. El Proyecto experimental de Administración de la Tierra financiado por la institución también ayudó a las autoridades nicaragüenses a preparar y ejecutar reformas legales y de procedimiento cruciales que serán la base de un programa masivo de regularización nacional. Con el respaldo de la AIF, Nicaragua diseñó una ley de registro y otra muy novedosa sobre catastros. También introdujo un enfoque sistemático, a la vez que menos oneroso y más eficaz, para regularizar los derechos de propiedad y comenzar a despejar los atrasos en la entrega de títulos y la prestación de servicios jurídicos. A mediados de 2009, se habían instalado catastros y nuevos procedimientos institucionales con autoridades nacionales y municipales en cuatro de los 15 departamentos del país. Hoy, se analizan más de 76.000 casos de tenencias rurales como parte del nuevo proceso de regularización. También se estudian 11 áreas protegidas por motivos ambientales. El tiempo promedio requerido para obtener un título de propiedad se redujo de 65 días en 2003 a 10 días en 2005. Un componente importante del apoyo de la AIF para la administración de la tierra en Nicaragua es la entrega de títulos de propiedad de los territorios indígenas de la Costa del Caribe del país. Durante los últimos dos años y con fuerte apoyo del Gobierno, el Proyecto de Administra­ ción de la Tierra ha ayudado a las instituciones nicaragüenses a aplicar la Ley sobre Territorios Indígenas promulgada en 2002. A mediados de 2009, por primera vez en la historia del país, más de 123 comunidades indígenas, hogar de unos 53.000 habitantes miskito y mayangna, viven hoy en territorios inscritos a nombre de la comunidad. Estas nueve áreas representan el 8% del territorio nacional. Gestión del sector público: Promoción del buen gobierno. En el transcurso de los años, la AIF y otros donantes han comenzado a encauzar más recursos a través del Gobierno (por ejemplo, a través del apoyo presupuestario directo). En consecuencia, los donantes han desplazado su atención hacia el fortalecimiento de los sistemas de gestión del sector público a fin de propiciar la transparencia y la responsabilidad. La AIF ha venido respaldando la modernización de la gestión pública como uno de los pilares para la ejecución de la estrategia de desarrollo del país, el mejoramiento de la transparencia presupuestaria y la rendición de cuentas gubernamental. Además, se han modernizado los sistemas de planificación a fin de mejorar la efectividad de las políticas públicas y hacer un seguimiento y evaluación de su ejecución. Por último, se puso en marcha una acertada reforma de la administración pública con el objetivo de generar un Estado profesional y estable. Condiciones para la inversión: Reducción de los costos para hacer negocios. Nicaragua continúa realizando reformas para mejorar su clima para hacer negocios. El informe Doing Business 2010 considerará la creación de la Unión Aduanera Centroamericana. Otra reforma del ámbito legislativo es la aprobación de la Ley de Desarrollo de la Zona Costera, que debería activar inversiones cuantiosas en los sectores de turismo y de servicios generales. Una operación de US$20 millones aprobada recientemente para promover las microempresas y las pymes contribuirá a la mayor participación de la AIF en este sector. Esta operación comprende un Fondo Parcial de Garantía de Créditos a través del cual las micro, pequeñas y medianas empresas con restricciones en cuanto a garantías tendrán acceso a préstamos comerciales de la banca local. El Proyecto de Acceso de Amplia Base a Servicios Financieros, actualmente en curso, respaldó un aumento en el financiamiento a pequeños y medianos productores, tanto urbanos como rurales, y aunó sus esfuerzos con el gobierno y la industria del microfinanciamiento para ampliar sus servicios por todo el país. El proceso aumentó los establecimientos que ofrecen servicios financieros de 200 a 253 entre 2005 y 2009. Agricultura: Despliegue de oportunidades en el sector rural. La agricultura representa el 19% del PIB de Nicaragua y da cuenta del 27% del total de empleos. La mayoría de los pobres del país vive en zonas 7 rurales, donde la actividad agrícola constituye la principal fuente de alimentos e ingresos. Las actividades están principalmente en manos de pequeños propietarios y ofrecen gran potencial de desarrollo. Este sector podría convertirse en un motor de crecimiento económico si se mejora la oferta de alimentos en los mercados nacionales y se aumentan las exportaciones de productos básicos. La AIF ayuda a mejorar la productividad y competitividad del sector ayudando al Ministerio de Agricultura en la adopción de una estrategia de dos aristas que combina: (i) medidas para continuar apoyando a los grupos más vulnerables a través de la entrega de paquetes de insumos agrícolas (semillas certificadas de cereales básicos y fertilizantes) y asistencia técnica y (ii) medidas que apuntan a ampliar la oferta de bienes agrícolas producidos por pequeños y medianos agricultores. Dicho enfoque es, en gran medida, coincidente con las recomendaciones hechas a países como Nicaragua en el Informe sobre el desarrollo mundial 2009 y en el marco del Programa de Respuesta a la Crisis Mundial de los Alimentos (PRCMA). DESAFÍOS FUTUROS Nicaragua continúa siendo el segundo país más pobre de América Latina, después de Haití. Si bien los avances económicos han reducido la magnitud y severidad de la pobreza en Nicaragua, su nivel sigue siendo inaceptablemente alto: el 46% de la población vive por debajo del umbral de pobreza. Para alcanzar los objetivos de desarrollo del milenio, debería acelerarse el ritmo de avance. Los principales desafíos de Nicaragua se pueden agrupar en cinco categorías. Mantener la estabilidad macroeconómica. Nicaragua ha conseguido avances notables desde comienzos de los años noventa en cuanto a mejorar y mantener la estabilidad macroeconómica. Hasta 2009, el país había experimentado un crecimiento del PIB estable y positivo con un 8 Respuesta a la crisis Como resultado de la crisis del alza en el precio de los alimentos del año pasado, la AIF apoya un programa de emergencia que permitirá a 31.000 agricultores pobres acceso a un paquete de granos certificados, fertilizantes, asistencia técnica y capacitación para mejorar su seguridad alimentaria. Además de esto, está ayudando al Gobierno a diseñar y posteriormente ejecutar un Programa Nacional de Semillas que abordará la restricción de disponibilidad y uso limitado de aquellas de buena calidad en los ciclos de cultivo de los productos más importantes (maíz, frijoles, arroz y sorgo). Esta nueva operación promoverá además la organización y la comercialización entre los pequeños y medianos agricultores y les ofrecerá capacitación y asistencia técnica. Se pondrán a disposición servicios financieros para la producción de semillas, el procesamiento y la comercialización de los productos y el Instituto Nicaragüense de Tecnología Agropecuaria (INTA) del Ministerio de Agricultura, verá fortalecida su capacidad de investigación y certificación de las mismas. promedio del 3,2% entre 2001 y 2008, bajas tasas de inflación, tipos de cambio constantes, tasas de interés en disminución y altos niveles de reservas internacionales e inversión extranjera directa. Sin embargo, la economía nicaragüense se vio afectada en el último tiempo por una serie de crisis externas, entre ellas el huracán Félix, el alza en los precios internacionales de los alimentos y el petróleo y la crisis financiera mundial. Todos estos factores, además de las repercu­ siones negativas de los permanentes conflictos políticos internos, han minado el desempeño actual y redundaron en el deterioro del nivel de crecimiento de la economía, lo que a su vez tuvo enorme impacto en la reducción de la pobreza. Actualmente, el Gobierno lleva a cabo intensas negociaciones para mantener su programa con el FMI y está diseñando reformas y haciendo las consultas pertinentes para mantener la estabilidad macroeconómica, al tiempo que lucha por no perder el terreno ganado en los últimos años en materia de educación y salud. Se trata de momentos particularmente difíciles para la economía nicaragüense dada la persistencia de varias vulnerabilidades debido a la actual merma en el financiamiento del presupuesto nacional. Estos problemas surgen del alto nivel de deuda pública, de déficit fiscal y comercial y de problemas en el buen gobierno, entre otros factores. En este sentido, la AIF debe continuar trabajando con otros donantes a fin de fortalecer el entorno macroeconómico mediante el apoyo a sectores que promuevan el crecimiento socioeconómico, estimulen la consolidación fiscal y aumenten el gasto en reducción de la pobreza, al tiempo que impulsan una administración pública transparente y eficiente. Procurar el buen gobierno y la modernización del Estado. Debido a que la inversión y el gasto público siempre excederán los limitados fondos fiscales, se requiere una cuidadosa planificación a fin de garantizar que los fondos se gasten de la manera más eficiente posible. Como ya se ha indicado, hay avances en ese sentido. Los próximos pasos podrían centrarse en mejorar la profesionalidad de la función pública, ampliar el uso de sistemas de gestión financiera, ofrecer acceso libre a la información para que los ciudadanos puedan pedir cuentas al Gobierno, y fortalecer la calidad y orientación del gasto público. La AIF trabajará estrechamente con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y otros donantes bilaterales para reforzar la eficiencia y la transparencia del sistema de gestión de las finanzas púbicas del país. Crear un clima competitivo para la inversión. A pesar de los avances reales de los últimos años hacia la flexibilización del intercambio comercial en el marco del Tratado de Libre Comercio de Centroamérica-Estados UnidosRepública Dominicana, Nicaragua aún no es capaz de aprovechar completamente el acceso a los mercados mundiales debido a sus problemas de infraestructura y reglamentación. Se requieren nuevas inversiones para ofrecer un servicio eléctrico fiable y para extender de forma sustancial la red de carreteras pavimentadas. También es necesario reducir drásticamente la burocracia a fin de aplicar procesos normativos previsibles y transparentes, garantizar los derechos de propiedad y afianzar los mercados financieros, prestando especial atención a ofrecer reglas del juego equitativas que ayuden a las pequeñas y medianas empresas a prosperar. La AIF desempeñará una importante función en esta área estratégica a través de una nueva operación de US$20 millones destinada a apoyar el desarrollo de las pymes. Aprovechar el potencial humano. El pueblo de Nicaragua necesita acceder a educación de calidad y contar con servicios adecuados de nutrición y atención de salud para disfrutar los beneficios de una economía mundial dinámica. La matrícula escolar primaria aumentó considerablemente, pero los niños deben recibir una instrucción que realmente los ayude a progresar. La inversión en educación secundaria será de vital importancia para el futuro del país. En lo que respecta a la salud, el gran desafío consiste en seguir ampliando la cobertura y la calidad de los servicios de atención médica en forma asequible. La malnutrición infantil, que continúa siendo alarmantemente alta, es un tema que requiere inmediata atención. Serán necesarios esfuerzos adicionales para hacer llegar estos servicios a las poblaciones aisladas de la Costa Atlántica, sobre todo en forma de inversiones destinadas a caminos y agua potable. La AIF aprobó recientemente una operación por US$20 millones para abastecer de agua y saneamiento al sector rural, incluida la Costa del Caribe, y está preparando una nueva operación por US$45 millones que traerá estos servicios a los barrios más pobres de Managua. 9 Ampliar las oportunidades económicas para los pobres, especialmente en las zonas rurales y en la Costa del Caribe. Si se trata de aumentar la productividad y el potencial de ingresos de las zonas rurales, éstas deben recibir las herramientas necesarias para competir a nivel mundial. Se necesitan más fondos para caminos, conexiones telefónicas, títulos de propiedad, intensificación de la agricultura y la agroindustria y la promoción de una economía rural no agrícola. Si bien la AIF estuvo a la vanguardia de las inversiones en el mejoramiento de la red vial, prácticamente el 80% de las rutas está en malas condiciones. Las mejoras en energía y telecomunicaciones no llegan todavía a las aldeas más pequeñas y sólo se emiten títulos de propiedad en unas pocas zonas del nordeste del país. Las estadísticas vinculadas con la pobreza en la costa caribeña —donde vive la mayoría de la población indígena del país— son particularmente alarmantes. La AIF destina cada vez más inversiones hacia este lugar, pero estos esfuerzos son aún insuficientes. La experiencia de la AIF en Nicaragua resalta la importancia de seguir de cerca la economía política de un país. Retrospectivamente, se puede decir que el éxito de la participación de la AIF en Nicaragua se debe al consenso político local y a la aceptación de todas las instancias pertinentes de gobierno. Cuando las autoridades no están convencidas de la importancia de emprender reformas, ninguna aportación financiera o institucional será suficiente para garantizar la realización o el mantenimiento de las actividades propuestas por la AIF u otros donantes. En este contexto, la 10 labor de análisis fue fundamental para localizar los problemas y buscar soluciones, generar consenso político y dar el impulso necesario para llevar a cabo una reforma basada en la comprensión colectiva de los desafíos del país. De cara al futuro, la AIF evaluará cuidadosamente la realidad política de Nicaragua y tendrá en cuenta los límites de su influencia. Se trata de un asociado fuerte y respetable, pero las elecciones y los cambios de gobierno pueden interrumpir el diálogo sobre políticas y la continuidad de los programas. La AIF deberá sopesar las alternativas y adoptar soluciones de compromiso entre la fórmula ideal y lo realista y alcanzable en un entorno político cambiante. La posibilidad de aprovechar e introducir programas de prácticas óptimas de otros países representa para la Asociación una ventaja comparativa excepcional. No obstante, las actividades propuestas, basadas en prácticas internacionales, deben adaptarse a la realidad política y social de Nicaragua. Cuando se trata de desarrollo, no existe un enfoque universal que se adapte a todos los contextos. En el sector de educación, la AIF está cambiando su enfoque fragmentario basado en proyectos para dejar paso a un conjunto de esfuerzos coordinados que respaldan una estrategia dirigida por el Gobierno. El apoyo que presta la institución a las estrategias de planificación gubernamentales para la lucha contra la pobreza sigue siendo una herramienta útil y actúa como catalizador, especialmente en épocas de crisis. Agosto de 2009 http://www.bancomundial.org/aif