Nicaragua: Respaldar el progreso en el segundo país más pobre de

Anuncio
LA AIF EN ACCIÓN
Nicaragua: Respaldar el progreso en el segundo
país más pobre de América Latina
E
n los últimos 20 años, este país centroamericano experimentó
un vuelco económico sorprendente. A fines de los años setenta y
durante todo el decenio de los ochenta, los desastres naturales y de
origen humano redujeron la actividad económica de Nicaragua casi en
un 40% y aumentaron la deuda al 400% del producto interno bruto (PIB).
En 1990, la nación era una de las más endeudadas y económicamente
inestables del mundo, y en 1993, la mitad de los nicaragüenses vivía en
condiciones de pobreza. La Asociación Internacional de Fomento (AIF),
el fondo del Banco Mundial para los países más pobres del mundo,
reanudó sus actividades en Nicaragua en 1991, una vez finalizada la
guerra civil. Desde entonces, la AIF ha sido un asociado permanente
y, en los últimos años, ha proporcionado alrededor de una quinta parte
de todo el respaldo financiero de los donantes.
Indicadores nacionales
1995
2007
INB per cápita (método Atlas, US$)
674
980
Desigualdad (coeficiente de GINI)
50 (1993)
40 (2005)a
11,2
16,9
Total de la deuda pública combinada (% del PIB)
331,9
78,8
Deuda externa (% del PIB)
321,1
59,1
Inflación promedio
a
Déficit fiscal (% del PIB)
3,7
1,2
Inversión extranjera directa (en millones de US$)
75
335
Incidencia de la pobreza (%)
50,3 (1993)
46,2 (2005)a
Incidencia de la pobreza extrema (%)
19,4 (1993)
14,9 (2005)a
Tasa neta de matrícula en la escuela primaria (%)
72,6 (1991)
87,3 (2008)c
Mortalidad de niños menores de cinco años
(por cada 1.000)
53
35
Mortalidad materna (por cada 100.000 nacidos vivos)
250
87 (2005)
Población (en millones)
4,5
5,6
Fuentes: Indicadores del desarrollo mundial, estimaciones del FMI, censos y estadísticas
nacionales, OMS, UNICEF y UNFPA.
a. Las cifras de 2005 se actualizarán en 2010, una vez finalizada la Encuesta Nacional de Nivel de Vida.
b. Saldo general luego de donaciones. c. Registros administrativos.
En 2005, el ingreso per cápita había aumentado un tercio, el número de personas que vivía en la
extrema pobreza había disminuido un 25% y la desigualdad se había reducido considerablemente.
El país continuó su progreso económico luego del cambio de gobierno de principios de 2007;
las exportaciones siguieron aumentando a una tasa promedio anual del 12% y la inversión extranjera
directa se incrementó fuertemente. Sin embargo, una nueva serie de crisis externas está amenazando
otra vez el ritmo del avance. Luego de soportar los efectos del huracán Félix y el aumento de los precios
del petróleo y de los alimentos de 2007−08, Nicaragua volvió a recibir el embate de la crisis financiera
internacional de 2009.
El desafío que enfrenta la AIF en los próximos años consiste en ayudar a los nicaragüenses a prevenir
un retorno a la situación de comienzos de los años noventa y continuar respaldando sus esfuerzos en
pos del desarrollo sostenible. Su compromiso continuo y a largo plazo será importante para garantizar
que toda la población del país pueda acceder a los beneficios de la estabilidad y el crecimiento.
nnn
LOGROS DEL PAÍS
Durante los decenios de 1950 y 1960, Nicaragua
se enorgullecía de ser una de las economías de
más rápido crecimiento de la región. No obstante,
luego de años de mala gestión económica,
disturbios políticos, desastres naturales y una
guerra civil (que dejó más de 50.000 muertos)
esta nación de 5,5 millones de habitantes pasó
de ocupar un lugar destacado a ser el país de
crecimiento más lento de la región. A principios
de la década de los noventa, Nicaragua se había
convertido en uno de los países más endeudados y
económicamente inestables del mundo. La mitad
de la población vivía en la pobreza y una quinta
parte, en la extrema pobreza.
Durante la primera mitad de los años noventa,
Nicaragua avanzó aceleradamente en el camino
hacia una economía de mercado. Disminuyó las
barreras al comercio exterior, redujo el tamaño
de su desmesurado sector público y comenzó la
modernización del Estado. Además, se destinó una
mayor proporción del gasto público a los pobres, se
reformaron los sectores de la salud y la educación,
y la extrema pobreza disminuyó rápidamente.
Sin embargo, tras la devastación del huracán
Mitch, el Gobierno se vio superado por las
necesidades de emergencia a corto plazo de su
2
población y se olvidó del desarrollo a largo plazo.
Cuando se redujo el enorme flujo de dinero
destinado a la ayuda de emergencia, este no
redujo sus gastos y los déficits presupuestarios
aumentaron en forma descontrolada. Nicaragua
abandonó el programa acordado con el Fondo
Monetario Internacional (FMI) y, en 2002, el
crecimiento económico había caído a menos del
1%. El huracán Mitch, de hecho, contrarrestó los
logros del regreso de Nicaragua a una economía
de mercado.
Sentar las bases para la reducción
sostenida de la pobreza.
La administración del presidente Enrique Bolaños,
que asumió su cargo en 2002, se centró en la
disciplina fiscal y la lucha contra la corrupción.
Sus esfuerzos tuvieron recompensa cuando
Nicaragua se convirtió en el décimo país del
mundo que conseguía cumplir las condiciones
para el alivio de la deuda en el marco de la
Iniciativa para los Países Pobres muy Endeudados
(PPME). A comienzos de 2004, fueron condonados
en forma inmediata más de US$3.000 millones de
la deuda pública. Los inversionistas retornaron y
el crecimiento económico aumentó abruptamente
al 5,1% ese mismo año, y se mantuvo en alrededor
del 4% hasta fines del gobierno de Bolaños a
principios de 2007.
El presidente Daniel Ortega, quien asumió su cargo
en enero de 2007, también ha puesto gran énfasis
en mantener la estabilidad macroeconómica.
Uno de los primeros logros del nuevo gobierno
fue la exitosa negociación del programa del
Servicio para el Crecimiento y la Lucha contra la
Pobreza (PRGF, por sus siglas en inglés) con el FMI,
como una importante herramienta de políticas
destinada a continuar fortaleciendo el saludable
entorno macroeconómico heredado del gobierno
anterior.
El huracán Félix y las posteriores fuertes lluvias
que arruinaron la mayor parte de las cosechas
provocaron un aumento abrupto de la inflación
hasta casi el 17% a fines de 2007. En 2008, la tasa
inflacionaria siguió alta, en un 14%, debido al alza
de los precios del petróleo y los alimentos.
Dos años y medio después de asumir el cargo,
el presidente Ortega continúa ejecutando
un ambicioso programa de inversión pública.
Actualmente, el Gobierno propone un “Plan
Nacional de Desarrollo Humano”, que se basa en
muchos de los logros de la administración previa,
pero otorga mayor importancia a la infraestruc­
tura básica, especialmente a energía, red vial y
abastecimiento de agua, mayor acceso a salud y
educación, y más preocupación por los pequeños
y medianos productores, tanto en la ciudad como
en el campo. También se comprometió a reducir
la pobreza aumentando el capital humano de los
pobres con el fortalecimiento de los programas
de salud, nutrición e iniciativas especiales
enfocadas en los niños más vulnerables.
El ambicioso programa de lucha contra la
pobreza de Nicaragua está amenazado por
la actual crisis económica internacional.
Aunque en 2009 la inflación está bajo control,
el crecimiento se ha detenido. Las estimaciones
más recientes realizadas por el FMI para este año
predicen una tasa de crecimiento negativo de por
lo menos el 1%. El nivel de desempleo es alto y
los ingresos tributarios van en descenso, al igual
que las remesas desde Estados Unidos y Costa
Rica. Para 2009, se proyecta una reducción del
10% en las importaciones, mientras que se espera
que el volumen de las exportaciones permanezca
en el mismo nivel de 2008, dados los esfuerzos
realizados por el país para encontrar nuevos
mercados. El impacto de la crisis se refleja en
el alto nivel de liquidez disponible en el sistema
bancario (actualmente más del 30%), situación
que representa un obstáculo enorme para la
reactivación de la economía.
CONTRIBUCIONES DE LA AIF
Con los años, la alianza entre la
AIF y Nicaragua ha evolucionado
y demostrado mayor eficacia.
Los proyectos de inversión cuentan hoy con un
nivel nunca antes visto de estrecho seguimiento
y evaluaciones. Se ha puesto más hincapié en la
reducción de la pobreza impulsada por el propio
país y el respaldo a la reforma de las políticas.
Para ayudar a impulsar la reconstrucción
económica de principios de los años noventa, la
AIF otorgó dos grandes créditos de desembolso
rápido. Desde 1996 hasta 2002, la Asociación
otorgó US$656 millones para 20 operaciones, la
mayoría de las cuales eran proyectos de inversión
en salud, educación, desarrollo social, gestión
de los desastres naturales, bienes económicos
rurales, fortalecimiento del gobierno local,
manejo de los recursos naturales y mejora de
las condiciones para la inversión.
No obstante, a fines de 2002, la AIF cambió
radicalmente la relación que mantenía con
Nicaragua y pasó a proporcionar aproxima­
damente la mitad de sus recursos financieros
—US$135 millones— a través de operaciones
destinadas a respaldar el presupuesto y asistencia
técnica conexa, además del alivio de la deuda
en apoyo del Documento de Estrategia de Lucha
contra la Pobreza (DELP) de Nicaragua, elaborado
por el propio país. En él se establecían objetivos
nacionales de desarrollo, metas sobre gasto
destinado a la lucha contra la pobreza y un
mecanismo para lograr una firme coordinación
de los donantes, vinculado con los objetivos del
3
DELP. La estrategia fue afinada durante la segunda
mitad del gobierno de Bolaños y en los dos años
transcurridos de la administración de Ortega.
Los planes de desarrollo del país durante esta
década se sustentan en una visión compartida de
más infraestructura, más y mejores servicios en
salud y educación, mayor crecimiento económico
y aumento de los ingresos para los pobres.
Estas prioridades se ven reflejadas en la
Estrategia de Alianza con Nicaragua de la AIF
correspondiente a los ejercicios de 2008−12.
Una asignación preliminar de la institución por
aproximadamente US$240 millones —que se
destinará en una serie anual de operaciones de
apoyo presupuestario y nuevas inversiones en
abastecimiento de agua y saneamiento, gestión
del sector público, administración de la tierra y
caminos rurales— fue modificada rápidamente
para incorporar un crédito de emergencia de
US$17 millones, luego del paso del huracán Félix.
La AIF prepara un informe de avance que será
presentado al Directorio del Banco Mundial en
diciembre de 2009. Este documento delineará
los principales cambios propuestos en la
mencio­nada estrategia como resultado de las
crisis y perturbaciones internas y externas de
los últimos dos años. Es probable que en él se
sugieran nuevas operaciones de inversión para
abordar los desafíos impuestos por la crisis
económica imperante y la propagación del virus
de la influenza H1N1. En el informe también se
propondrán operaciones alternativas de inversión
para reemplazar el apoyo presupuestario en
caso de que los problemas políticos internos
continúen mermando el respaldo de la comunidad
internacional para estos fines.
Alivio de la deuda ligado a la pobreza.
La enorme deuda externa era la mayor carga
que Nicaragua debía soportar como consecuencia
de la desacertada gestión económica del decenio
de 1980. Durante los años noventa, el país tuvo
que pagar a sus acreedores la misma cantidad
que destinó a educación (cerca del 12% del
presupuesto anual).
4
El alivio de la deuda otorgado al país constituye
una de las mayores operaciones de este tipo
realizadas en el marco de la Iniciativa para los
PPME, lo que incluye US$382,6 millones de la AIF.
Nicaragua ha podido utilizar los fondos que en
otras circunstancias habría destinado al servicio
de la deuda para aumentar el gasto en programas
de reducción de la pobreza, desde el 10% del
PIB en 2002 hasta el 13,6% en 2008.
La Asociación continuó ayudando al gobierno a
reducir su deuda externa. En 2007, subscribió
con Nicaragua un convenio de donación por un
valor de hasta US$61 millones en el marco del
Programa de Reducción de la Deuda Comercial. En
términos concretos, esto significó la eliminación
de aproximadamente US$1.300 millones de la
deuda externa de los libros de Nicaragua a fines
de 2008.
El aporte de la AIF para reducir
la pobreza en Nicaragua abarca
muchos sectores.
La contribución de la Asociación a la reducción
de la pobreza en Nicaragua se ha observado
más directamente en las esferas de educación,
infraestructura rural, gestión del sector público
y creación de un entorno empresarial más
competitivo. Los beneficios obtenidos en estos
ámbitos son reflejo del enfoque mejorado de la
AIF en lo que respecta a la entrega de ayuda.
Educación: Aumento de las tasas de
matrícula y de terminación de los estudios.
Como resultado del apoyo inicial de la AIF al
sector de educación, la matrícula en el ciclo
preescolar aumentó más del doble, del 14,5% de
los niños pequeños en 1993 a alrededor del 31%
en 2004. La institución financió la construcción
y consolidación de jardines infantiles a nivel
nacional, particularmente en zonas pobres
rurales, vecindarios urbanos marginalizados y
poblados indígenas aislados. Además, proporcionó
capacitación a docentes y a padres en las zonas
donde se llevarían a cabo proyectos. Durante
Impacto de la asistencia para el desarrollo en Nicaragua
Punto de referencia
Progreso
Matrícula en la educación preescolar (%)
14,5 (1993)
31 (2008)
Matrícula neta en la escuela primaria (%)
74,4 (1998)
87,3 (2008)
Proporción de caminos rurales en buena o aceptable condición (%)
17 (1999)
21 (2009)
Proporción de pequeñas aldeas con conexión telefónica pública (%)
24,5 (2003)
90 (2008)
10 (2002)
13,4 (2008)
71 días (2003)
39 días (2009)
Indicador
Gasto en reducción de la pobreza (% del PIB)
Días necesarios para empezar un negocio
Fuentes: Ministerio de Educación, Indicadores del desarrollo mundial, Ministerio de Transporte e Infraestructura,
Organismo de Regulación de las Telecomunicaciones, Ministerio de Finanzas y Crédito Público e informes Doing Business.
este período, las tasas de deserción en el nivel
preescolar disminuyeron un tercio. Además,
se consiguió preparar mejor a los niños para el
ingreso a la escuela primaria y ayudar a reducir
las tasas de deserción al 6%, prácticamente a
la mitad.
En 2007, el Ministro de Educación entrante
reafirmó la voluntad del país de conseguir los
objetivos de desarrollo del milenio en esta
área y los de Educación para Todos para 2015.
En marzo de 2008, la autoridad presentó su
nueva estrategia 2008−11, organizada en torno
a los temas de educación para todos los niños,
mejoramiento de la calidad de la instrucción,
participación local, gestión y descentralización
y educación como parte del ciclo vital.
Las operaciones más recientes de la AIF se han
centrado en la escolaridad básica. Gracias a las
considerables contribuciones de la institución
y de otros donantes, más niños nicaragüenses,
en particular los más pobres, asisten hoy a la
escuela primaria y completan ese ciclo en aulas
adecuadas y equipadas con mejores materiales
didácticos. La matrícula primaria neta aumentó
en Nicaragua del 76% en 1996 al 87,3% en 2008,
mientras que la tasa de finalización de la escuela
básica se incrementó del 27% en 1997 al 67,2%
en 2008. Vale la pena destacar que la proporción
de estudiantes entre 7 y 13 años en condiciones
de extrema pobreza y que no asistían a la
escuela se redujo drásticamente del 45% en 1993
a sólo el 20% en 2005. La AIF también trabaja
para mejorar la calidad de la educación y todo
los niños del ciclo de primaria usarán textos de
estudio financiados tanto por la institución como
por el Fondo Fiduciario Educación para Todos que
esta administra.
La AIF también apoya el Programa Nacional
Integral de Nutrición Escolar para el período
lectivo 2009−10. En el marco de esta iniciativa,
se ofrece almuerzo a 38.000 niños preescolares.
La Organización de las Naciones Unidas para
la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus
siglas en inglés) lo considera uno de los cuatro
mejores programas de alimentación del mundo.
Infraestructura rural: Mayor acceso
y conectividad.
La AIF ha contribuido notablemente al desarrollo
del sector rural ampliando las redes viales y de
telecomunicaciones, que conectan a las personas
con los mercados y los servicios sociales, y el
uso de los títulos de propiedad de la tierra, que
ayudan a los pobres a obtener financiamiento y
a acumular activos productivos.
5
Red vial. El respaldo de la AIF al sector de los
caminos rurales en Nicaragua es un ejemplo
de cómo generar mayores ingresos para
todos mediante la combinación de políticas,
inversiones y asistencia técnica. La participación
a largo plazo de la institución ha ayudado a
incrementar la proporción de la red vial en
buenas y regulares condiciones al 21% en 2009
(del 17% de los caminos rurales en 2006). Con los
proyectos financiados por la AIF se recuperaron
3.000 kilómetros de caminos secundarios que
habían sido destruidos por el huracán Mitch, se
rehabilitó la ruta panamericana entre Managua
y San Benito (recuperando con ello un vínculo
comercial clave con el resto de América Central) y,
más recientemente, se mejoraron 240 kilómetros
de caminos rurales que comunicaban a los
pobres con los mercados, los centros de salud
y las escuelas. Los proyectos financiados por la
AIF promueven técnicas de construcción más
económicas y, en ese sentido, representan una
asignación más eficiente de los recursos y mejoran
la calidad del servicio en comparación con los
caminos rurales tradicionales, como alternativa
a los caminos de grava.
Mientras la AIF y otros donantes (entre ellos
Dinamarca, Estados Unidos, Japón, la Unión
Europea y el Banco Interamericano de Desarrollo)
financiaban el mejoramiento de los caminos
rurales, en el análisis se identificó la necesidad
de mejorar el sistema de mantenimiento.
Como resultado, las operaciones sucesivas de
respaldo presupuestario ayudaron a establecer
un fondo de mantenimiento vial. Para fines de
2008, este contaba con contratos para sostener
2.774 kilómetros de caminos (el 85% de la red
vial factible de sustentar en el país), crear puestos
de trabajo para los pobres y reducir los costos
de transporte. Por medio de este proceso, la AIF
también propició la creación de 38 microempresas
locales para realizar mantenimiento vial de
rutina (2.416 kilómetros a mediados de 2009),
resultado de lo cual 430 familias muy pobres
cuentan hoy con un empleo estable y productivo.
La AIF también contribuye a transformar el sector
del turismo en uno de los más dinámicos del
6
país a través de la rehabilitación de dos de los
caminos pavimentados más importantes hacia las
zonas turísticas de la Costa Pacífico de Nicaragua:
San Juan del Sur y Diriamba—Casares.
Telecomunicaciones. Antes del año 2000 y
debido a la falta de competitividad, Nicaragua
tenía una de las tasas de conexión telefónica
más bajas de América Latina. El financiamiento
para inversiones proporcionado por la AIF
ayudó a privatizar el monopolio estatal y
crear un organismo regulador. Las operaciones
de la institución en apoyo del presupuesto
contribuyeron a crear un fondo de inversión en
telecomunicaciones con el objetivo de ampliar los
servicios en las zonas rurales. Con la puesta en
marcha de este fondo, un proyecto financiado por
la AIF ayudó a proporcionar servicios telefónicos
a 500.000 ciudadanos de 365 aldeas pequeñas.
Con el respaldo de la AIF, la cobertura nacional
de teléfonos de línea fija y móviles se multiplicó
por siete, al pasar de 194.000 en 1999 a más
de 1,3 millones en 2005. La cobertura móvil en
las capitales provinciales subió del 50% en 1999
al 100% en 2003 y, gracias al permanente apoyo
de la Asociación, la mayoría de estas ciudades
tendrá conectividad a Internet a fines de 2008.
Casi todos los municipios cuentan ahora con
“telecentros”, en los cuales los jóvenes pueden
aprender computación y tener acceso a niveles
de información sin precedentes.
Administración de la tierra: Asegurar
derechos de propiedad para todos.
Los estudios analíticos de la AIF contribuyeron a
aumentar la sensibilización sobre la importancia
de contar con títulos de propiedad en la lucha
contra la pobreza rural. El Proyecto experimental
de Administración de la Tierra financiado por
la institución también ayudó a las autoridades
nicaragüenses a preparar y ejecutar reformas
legales y de procedimiento cruciales que serán
la base de un programa masivo de regularización
nacional. Con el respaldo de la AIF, Nicaragua
diseñó una ley de registro y otra muy novedosa
sobre catastros. También introdujo un enfoque
sistemático, a la vez que menos oneroso y más
eficaz, para regularizar los derechos de propiedad
y comenzar a despejar los atrasos en la entrega
de títulos y la prestación de servicios jurídicos.
A mediados de 2009, se habían instalado catastros
y nuevos procedimientos institucionales con
autoridades nacionales y municipales en cuatro
de los 15 departamentos del país. Hoy, se analizan
más de 76.000 casos de tenencias rurales como
parte del nuevo proceso de regularización.
También se estudian 11 áreas protegidas por
motivos ambientales. El tiempo promedio
requerido para obtener un título de propiedad se
redujo de 65 días en 2003 a 10 días en 2005.
Un componente importante del apoyo de la AIF
para la administración de la tierra en Nicaragua
es la entrega de títulos de propiedad de los
territorios indígenas de la Costa del Caribe del
país. Durante los últimos dos años y con fuerte
apoyo del Gobierno, el Proyecto de Administra­
ción de la Tierra ha ayudado a las instituciones
nicaragüenses a aplicar la Ley sobre Territorios
Indígenas promulgada en 2002. A mediados de
2009, por primera vez en la historia del país,
más de 123 comunidades indígenas, hogar de
unos 53.000 habitantes miskito y mayangna,
viven hoy en territorios inscritos a nombre de la
comunidad. Estas nueve áreas representan el 8%
del territorio nacional.
Gestión del sector público:
Promoción del buen gobierno.
En el transcurso de los años, la AIF y otros
donantes han comenzado a encauzar más recursos
a través del Gobierno (por ejemplo, a través del
apoyo presupuestario directo). En consecuencia,
los donantes han desplazado su atención hacia
el fortalecimiento de los sistemas de gestión del
sector público a fin de propiciar la transparencia
y la responsabilidad. La AIF ha venido respaldando
la modernización de la gestión pública como uno
de los pilares para la ejecución de la estrategia
de desarrollo del país, el mejoramiento de la
transparencia presupuestaria y la rendición
de cuentas gubernamental. Además, se han
modernizado los sistemas de planificación a
fin de mejorar la efectividad de las políticas
públicas y hacer un seguimiento y evaluación de
su ejecución. Por último, se puso en marcha una
acertada reforma de la administración pública
con el objetivo de generar un Estado profesional
y estable.
Condiciones para la inversión: Reducción
de los costos para hacer negocios.
Nicaragua continúa realizando reformas para
mejorar su clima para hacer negocios. El informe
Doing Business 2010 considerará la creación de la
Unión Aduanera Centroamericana. Otra reforma
del ámbito legislativo es la aprobación de la Ley
de Desarrollo de la Zona Costera, que debería
activar inversiones cuantiosas en los sectores de
turismo y de servicios generales.
Una operación de US$20 millones aprobada
recientemente para promover las microempresas
y las pymes contribuirá a la mayor participación
de la AIF en este sector. Esta operación comprende
un Fondo Parcial de Garantía de Créditos a
través del cual las micro, pequeñas y medianas
empresas con restricciones en cuanto a garantías
tendrán acceso a préstamos comerciales de la
banca local.
El Proyecto de Acceso de Amplia Base a Servicios
Financieros, actualmente en curso, respaldó
un aumento en el financiamiento a pequeños
y medianos productores, tanto urbanos como
rurales, y aunó sus esfuerzos con el gobierno y la
industria del microfinanciamiento para ampliar sus
servicios por todo el país. El proceso aumentó los
establecimientos que ofrecen servicios financieros
de 200 a 253 entre 2005 y 2009.
Agricultura: Despliegue de
oportunidades en el sector rural.
La agricultura representa el 19% del PIB de
Nicaragua y da cuenta del 27% del total de empleos.
La mayoría de los pobres del país vive en zonas
7
rurales, donde la actividad agrícola constituye
la principal fuente de alimentos e ingresos. Las
actividades están principalmente en manos de
pequeños propietarios y ofrecen gran potencial
de desarrollo. Este sector podría convertirse
en un motor de crecimiento económico si se
mejora la oferta de alimentos en los mercados
nacionales y se aumentan las exportaciones de
productos básicos.
La AIF ayuda a mejorar la productividad y
competitividad del sector ayudando al Ministerio
de Agricultura en la adopción de una estrategia
de dos aristas que combina: (i) medidas para
continuar apoyando a los grupos más vulnerables
a través de la entrega de paquetes de insumos
agrícolas (semillas certificadas de cereales
básicos y fertilizantes) y asistencia técnica y
(ii) medidas que apuntan a ampliar la oferta
de bienes agrícolas producidos por pequeños y
medianos agricultores. Dicho enfoque es, en gran
medida, coincidente con las recomendaciones
hechas a países como Nicaragua en el Informe
sobre el desarrollo mundial 2009 y en el marco
del Programa de Respuesta a la Crisis Mundial
de los Alimentos (PRCMA).
DESAFÍOS FUTUROS
Nicaragua continúa siendo el segundo país más
pobre de América Latina, después de Haití.
Si bien los avances económicos han reducido la
magnitud y severidad de la pobreza en Nicaragua,
su nivel sigue siendo inaceptablemente alto: el
46% de la población vive por debajo del umbral
de pobreza. Para alcanzar los objetivos de
desarrollo del milenio, debería acelerarse el
ritmo de avance. Los principales desafíos de
Nicaragua se pueden agrupar en cinco categorías.
Mantener la estabilidad macroeconómica.
Nicaragua ha conseguido avances notables desde
comienzos de los años noventa en cuanto a mejorar
y mantener la estabilidad macroeconómica.
Hasta 2009, el país había experimentado un
crecimiento del PIB estable y positivo con un
8
Respuesta a la crisis
Como resultado de la crisis del alza en el precio
de los alimentos del año pasado, la AIF apoya
un programa de emergencia que permitirá a
31.000 agricultores pobres acceso a un paquete
de granos certificados, fertilizantes, asistencia
técnica y capacitación para mejorar su seguridad
alimentaria. Además de esto, está ayudando al
Gobierno a diseñar y posteriormente ejecutar un
Programa Nacional de Semillas que abordará
la restricción de disponibilidad y uso limitado de
aquellas de buena calidad en los ciclos de cultivo
de los productos más importantes (maíz, frijoles,
arroz y sorgo). Esta nueva operación promoverá
además la organización y la comercialización
entre los pequeños y medianos agricultores y
les ofrecerá capacitación y asistencia técnica.
Se pondrán a disposición servicios financieros
para la producción de semillas, el procesamiento
y la comercialización de los productos y el Instituto
Nicaragüense de Tecnología Agropecuaria (INTA)
del Ministerio de Agricultura, verá fortalecida su
capacidad de investigación y certificación de
las mismas.
promedio del 3,2% entre 2001 y 2008, bajas tasas
de inflación, tipos de cambio constantes, tasas de
interés en disminución y altos niveles de reservas
internacionales e inversión extranjera directa.
Sin embargo, la economía nicaragüense se vio
afectada en el último tiempo por una serie de
crisis externas, entre ellas el huracán Félix, el alza
en los precios internacionales de los alimentos
y el petróleo y la crisis financiera mundial.
Todos estos factores, además de las repercu­
siones negativas de los permanentes conflictos
políticos internos, han minado el desempeño
actual y redundaron en el deterioro del nivel de
crecimiento de la economía, lo que a su vez tuvo
enorme impacto en la reducción de la pobreza.
Actualmente, el Gobierno lleva a cabo intensas
negociaciones para mantener su programa con
el FMI y está diseñando reformas y haciendo las
consultas pertinentes para mantener la estabilidad
macroeconómica, al tiempo que lucha por no
perder el terreno ganado en los últimos años
en materia de educación y salud.
Se trata de momentos particularmente difíciles para
la economía nicaragüense dada la persistencia de
varias vulnerabilidades debido a la actual merma
en el financiamiento del presupuesto nacional.
Estos problemas surgen del alto nivel de deuda
pública, de déficit fiscal y comercial y de problemas
en el buen gobierno, entre otros factores. En
este sentido, la AIF debe continuar trabajando
con otros donantes a fin de fortalecer el entorno
macroeconómico mediante el apoyo a sectores
que promuevan el crecimiento socioeconómico,
estimulen la consolidación fiscal y aumenten el
gasto en reducción de la pobreza, al tiempo que
impulsan una administración pública transparente
y eficiente.
Procurar el buen gobierno
y la modernización del Estado.
Debido a que la inversión y el gasto público
siempre excederán los limitados fondos fiscales,
se requiere una cuidadosa planificación a fin de
garantizar que los fondos se gasten de la manera
más eficiente posible. Como ya se ha indicado,
hay avances en ese sentido. Los próximos pasos
podrían centrarse en mejorar la profesionalidad
de la función pública, ampliar el uso de sistemas
de gestión financiera, ofrecer acceso libre a la
información para que los ciudadanos puedan
pedir cuentas al Gobierno, y fortalecer la calidad
y orientación del gasto público. La AIF trabajará
estrechamente con el Banco Interamericano
de Desarrollo (BID) y otros donantes bilaterales
para reforzar la eficiencia y la transparencia
del sistema de gestión de las finanzas púbicas
del país.
Crear un clima competitivo
para la inversión.
A pesar de los avances reales de los últimos
años hacia la flexibilización del intercambio
comercial en el marco del Tratado de Libre
Comercio de Centroamérica-Estados UnidosRepública Dominicana, Nicaragua aún no es capaz
de aprovechar completamente el acceso a los
mercados mundiales debido a sus problemas de
infraestructura y reglamentación. Se requieren
nuevas inversiones para ofrecer un servicio
eléctrico fiable y para extender de forma
sustancial la red de carreteras pavimentadas.
También es necesario reducir drásticamente la
burocracia a fin de aplicar procesos normativos
previsibles y transparentes, garantizar los
derechos de propiedad y afianzar los mercados
financieros, prestando especial atención a
ofrecer reglas del juego equitativas que ayuden
a las pequeñas y medianas empresas a prosperar.
La AIF desempeñará una importante función
en esta área estratégica a través de una nueva
operación de US$20 millones destinada a apoyar
el desarrollo de las pymes.
Aprovechar el potencial humano.
El pueblo de Nicaragua necesita acceder a
educación de calidad y contar con servicios
adecuados de nutrición y atención de salud para
disfrutar los beneficios de una economía mundial
dinámica. La matrícula escolar primaria aumentó
considerablemente, pero los niños deben recibir
una instrucción que realmente los ayude a
progresar. La inversión en educación secundaria
será de vital importancia para el futuro del país.
En lo que respecta a la salud, el gran desafío
consiste en seguir ampliando la cobertura y la
calidad de los servicios de atención médica en
forma asequible. La malnutrición infantil, que
continúa siendo alarmantemente alta, es un
tema que requiere inmediata atención. Serán
necesarios esfuerzos adicionales para hacer
llegar estos servicios a las poblaciones aisladas
de la Costa Atlántica, sobre todo en forma de
inversiones destinadas a caminos y agua potable.
La AIF aprobó recientemente una operación
por US$20 millones para abastecer de agua y
saneamiento al sector rural, incluida la Costa del
Caribe, y está preparando una nueva operación
por US$45 millones que traerá estos servicios a
los barrios más pobres de Managua.
9
Ampliar las oportunidades económicas
para los pobres, especialmente en las
zonas rurales y en la Costa del Caribe.
Si se trata de aumentar la productividad y el
potencial de ingresos de las zonas rurales, éstas
deben recibir las herramientas necesarias para
competir a nivel mundial. Se necesitan más
fondos para caminos, conexiones telefónicas,
títulos de propiedad, intensificación de la
agricultura y la agroindustria y la promoción de
una economía rural no agrícola. Si bien la AIF
estuvo a la vanguardia de las inversiones en el
mejoramiento de la red vial, prácticamente el
80% de las rutas está en malas condiciones. Las
mejoras en energía y telecomunicaciones no
llegan todavía a las aldeas más pequeñas y sólo
se emiten títulos de propiedad en unas pocas
zonas del nordeste del país. Las estadísticas
vinculadas con la pobreza en la costa caribeña
—donde vive la mayoría de la población indígena
del país— son particularmente alarmantes. La AIF
destina cada vez más inversiones hacia este lugar,
pero estos esfuerzos son aún insuficientes.
La experiencia de la AIF en Nicaragua
resalta la importancia de seguir de
cerca la economía política de un país.
Retrospectivamente, se puede decir que el éxito
de la participación de la AIF en Nicaragua se
debe al consenso político local y a la aceptación
de todas las instancias pertinentes de gobierno.
Cuando las autoridades no están convencidas
de la importancia de emprender reformas,
ninguna aportación financiera o institucional
será suficiente para garantizar la realización o
el mantenimiento de las actividades propuestas
por la AIF u otros donantes. En este contexto, la
10
labor de análisis fue fundamental para localizar los
problemas y buscar soluciones, generar consenso
político y dar el impulso necesario para llevar
a cabo una reforma basada en la comprensión
colectiva de los desafíos del país.
De cara al futuro, la AIF evaluará cuidadosamente
la realidad política de Nicaragua y tendrá en
cuenta los límites de su influencia. Se trata de un
asociado fuerte y respetable, pero las elecciones
y los cambios de gobierno pueden interrumpir
el diálogo sobre políticas y la continuidad de los
programas. La AIF deberá sopesar las alternativas
y adoptar soluciones de compromiso entre la
fórmula ideal y lo realista y alcanzable en un
entorno político cambiante. La posibilidad de
aprovechar e introducir programas de prácticas
óptimas de otros países representa para la
Asociación una ventaja comparativa excepcional.
No obstante, las actividades propuestas, basadas
en prácticas internacionales, deben adaptarse a
la realidad política y social de Nicaragua. Cuando
se trata de desarrollo, no existe un enfoque
universal que se adapte a todos los contextos.
En el sector de educación, la AIF está cambiando
su enfoque fragmentario basado en proyectos
para dejar paso a un conjunto de esfuerzos
coordinados que respaldan una estrategia dirigida
por el Gobierno.
El apoyo que presta la institución a las estrategias
de planificación gubernamentales para la lucha
contra la pobreza sigue siendo una herramienta
útil y actúa como catalizador, especialmente en
épocas de crisis.
Agosto de 2009
http://www.bancomundial.org/aif
Descargar