Capítulo 3 2.1 ¿Qué efectos tiene la lesión de la neurona motora superior? Hay también una afectación de las vías y circuitos parapiramidales, que son los responsables de las alteraciones del tono muscular, los reflejos miotáticos y la postura. Por lo tanto, tenga presente este punto cuando describa las características semiológicas del síndrome piramidal o síndrome de la neurona motora superior. a) Figura 3.73a Vía piramidal. La fuerza Dependiendo de la magnitud del daño habrá una paresia o plejia. Una lesión de un hemisferio cerebral produce una hemiparesia o hemiplejia del lado opuesto a la lesión. Una lesión medular transversa da una paraplejia, en una lesión de la médula dorsal, y una tetraplejia, en una lesión medular cervical. Una hemiparesia o hemiplejia puede ser: completa, o fascio-braquio-crural; o incompleta, por ejemplo crural. Esto depende de la distribución somatotópica de las neuronas motoras superiores destinadas a cada segmento corporal específico. La somatotopía parte desde el homúnculo motor del área 4 de Brodmann (Figura 3.74), donde es llamativa la gran asimetría en las áreas representadas, y se mantiene a través de la corona radiata, cápsula interna, tronco del encéfalo y haz corticoespinal medular. Por ejemplo, una lesión de la cara medial Figura 3.73b Vía piramidal en la médula espinal. Lesiones selectivas de las neuronas motoras superiores de las pirámides del bulbo se realizaron en monos en los años cincuenta. Además, se han descritos raros casos del compromiso de esta estructura en humanos. En estas situaciones no hay una parálisis absoluta. El tono muscular y los reflejos miotáticos no son significativamente alterados. En la práctica, una lesión del encéfalo o la médula espinal no es selectiva de la vía piramidal. 60 Figura 3.74 El homúnculo motor. El Examen del Sistema Motor del lóbulo frontal, en estrecha relación a la cisura interhemisférica, da una hemiparesia incompleta crural del lado contrario, respetando los segmentos braquiales y faciales; es el caso de un infarto de la ACA (Figura 3.75). Una hemiparesia o hemiplejia completa puede ser armónica o no armónica. Esto significa que en la armónica hay un déficit motor de magnitud comparable entre cara, extremidad superior e inferior, mientras que en la no armónica hay un predominio de la debilidad muscular en uno de los segmentos. Ya se expondrá la situación particular del nervio facial (capítulo 4). Existe una entidad, descrita por Mohr en 1969, denominada síndrome del hombre del barril. Se caracteriza por una diplejia de las extremidades superiores y conservación de la fuerza de la cara y extremidades inferiores. Su principal causa son infartos bilaterales de los territorios limítrofes de las ACM y ACA. Una de la característica de la debilidad muscular central es el compromiso de grandes segmentos corporales y que no sigue la distribución de una lesión periférica. Sin embargo, esto no excluye que haya ciertos grupos musculares más afectados. Tal es el caso de los músculos antigravitatorios. A diferencia del compromiso periférico, en una lesión de la neurona motora superior no es necesario que realice la exploración de cada grupo muscular. Figura 3.75a RNM-difusión, corte axial. La flecha indica un infarto del territorio de la ACA izquierda. Un paciente con una hemiplejia es tan evidente, que no tiene que ser médico para darse cuenta de ello. Usted debe detectar sutiles debilidades. a.1) Pruebas de mínima paresia de las extremidades superiores • Prueba índice-pulgar o de Fisher Consiste en colocar el pulgar y el índice haciendo una pinza. Pida al paciente que mueva su índice sobre el pulgar lo más rápido posible. En las siguientes pruebas de mínima paresia, tanto de las extremidades superiores como inferiores, indique al enfermo que cierre los ojos. • Prueba de la pronación forzada Figura 3.75b RNM-difusión, corte axial. Infarto de la ACA izquierda. El paciente en decúbito o sentado en la camilla, eleva sus extremidades superiores con los dedos completamente extendidos y en máxima supina61 Capítulo 3 ción (Figura 3.76). De existir un daño piramidal en la extremidad comprometida, paulatinamente se flexiona el codo, prona la mano y el antebrazo, los dedos tienden a la flexión-aducción y el pulgar se flexiona y se incluye en la palma de la mano. • Prueba de la abducción del meñique o maniobra de Alter • Prueba de la separación de los dedos o de Barré Pida al examinado que separe los dedos al máximo y que aproxime las manos por la cara palmar (Figura 3.78). En una lesión de la vía piramidal el pulgar tiende a la flexión y la aducción. El individuo coloca las extremidades superiores extendidas con las palmas mirando hacia abajo y los dedos en aducción, salvo el pulgar (Figura 3.77). En el lado de la lesión piramidal, el meñique va a la abducción. Figura 3.78 Prueba de la separación de los dedos o de Barré. a.2) Pruebas de mínima paresia de las extremidades inferiores Figura 3.76 Prueba de la pronación forzada. • Prueba de Migazzinni El paciente debe estar en decúbito supino con los muslos y rodillas flexionados en 90º y con las piernas en paralelo (Figura 3.79). En el lado comprometido se verifica una progresiva caída de esta y la inversión del pie. • Prueba de Barré para las extremidades inferiores Figura 3.77 Prueba de la abducción del meñique o maniobra de Alter. 62 Es similar a la anterior, pero con el individuo en decúbito prono (Figura 3.80). En el lado afectado se produce una caída de la pierna y el pie. Los nombres propios los menciono como un homenaje histórico. Mi interés es que aprenda a realizar las maniobras que se han enumerado. El Examen del Sistema Motor En el síndrome piramidal, consecuencia de la lesión de vías y circuitos parapiramidales, hay una exaltación de los reflejos miotáticos y un incremento del tono muscular. Uno de los ejes que sustentan la anormalidad del examen neurológico es la asimetría entre los segmentos que explore. Figura 3.79 Prueba de Mingazzinni. En un síndrome piramidal la debilidad de un lado del cuerpo o de las extremidades inferiores puede no ser muy evidente, aunque no tenga duda de que el enfermo es capaz de darse cuenta: “Mi mano está torpe”, “Noto extrañas mis piernas” o “Tengo dificultades para caminar y correr”. La exaltación miotática expresada como una clara y consistente asimetría es elemento suficiente para plantear un piramidalismo. Esto tiene especial relevancia en enfermedades de evolución insidiosa, como un tumor cerebral o una compresión medular, por ejemplo. c.1) ¿Cuál es la diferencia entre reflejos vivos fisiológicos y exaltados? En ambos casos la amplitud o magnitud de la contracción muscular está aumentada. Sin embargo, en la hiperreflexia o exaltación de los reflejos miotáticos hay, además: Figura 3.80 Prueba de Barré para las extremidades inferiores. b) La atrofia y denervación De existir atrofia es por desuso y no mayor al 30% de la masa muscular. A diferencia de la lesión de la neurona motora inferior, en el síndrome piramidal no hay actividad muscular espontánea, sean fasciculaciones o fibrilaciones. Es decir, no hay actividad por denervación. c) Los reflejos miotáticos • Repuesta polifásica • Incremento del área de evocación del reflejo • Difusión Por ejemplo, al obtener el reflejo bicipital también evoca los flexores digitales, lo que está estrechamente relacionado a la mayor extensión del área de evocación refleja. Hay una situación semiológica de interés práctico; en una compresión medular con afectación de la raíz C6, al explorar el reflejo bicipital y consecuencia del fenómeno de difusión, obtiene la respuesta de extensión del antebrazo. Esta inversión del reflejo debe ponerlo en alerta para localizar la lesión. Medite la razón fisiopatológica e irá adquiriendo una real comprensión del sistema nervioso. 63