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Pontificia Universidad Catolica del Peru
From the SelectedWorks of Gilberto Mendoza del Maestro
Summer December 22, 2014
¿EL DERECHO REGISTRAL DEL SIGLO XXI?
Una mirada histórica previa necesaria
Gilberto Mendoza del Maestro, Pontificia Universidad Catolica del Peru
Available at: http://works.bepress.com/gilberto-mendozadelmaestro/29/
¿EL DERECHO REGISTRAL DEL SIGLO XXI?1
Una mirada histórica previa necesaria
Hace un par de semanas me invitaron a dictar una charla sobre “La modernización del
derecho registral y el nuevo derecho registral del Siglo XXI”. Si bien el nombre puede ser
llamativo, inicié la charla preguntando a los asistentes que les sugería el título, y qué
esperaban escuchar.
Hubieron respuestas de las más variadas: Transferir propiedad por el celular, inscribir una
persona jurídica en línea desde el domicilio, interactuar con los registradores on line,
garantías mobiliarias digitales, entre otras cosas.
Para llegar a ello hay diversos aspectos que deben abordarse antes, partiendo de la
denominada seguridad jurídica. Un sistema en el cual el encargado de calificar evalúa
decenas y decenas de títulos, un sistema que puede tener errores, entre otras falencias, no
puede forzar a resultados que pueden conllevar a minar la seguridad del tráfico, y con ello
ser el talón de aquiles de un sistema, que a pesar de todas las críticas, funciona.
Discrepamos con ciertos autores que buscan polarizar a partir de sus resentimientos con el
sistema entre un supuesto “realismo” Vs. "el extremismo”, rechazando de plano cualquier
posición contraria a la suya, a partir de falacias de autoridad de autores y sistemas que no
tienen cabida en la configuración del nuestro.
Debemos recordar que los registros públicos en nuestro país son una institución producto
de la intromisión estatal dentro de un régimen liberal en el siglo XIX, siendo sus
antecedentes, antes de la era republicana, la Pragmática de 1539 y de 1768.
Producida la independencia las normas españolas en materia registral continuaron
aplicándose, tomando en consideración que el Estatuto Provisional del General Don José de
San Martín señalaba que quedaban con toda su fuerza y vigor las leyes españolas que no se
opusieran a los principios independentistas.
Después, en 1835, el Proyecto de Código Civil de don Manuel Lorenzo de Vidaurre se limitó
a regular las cargas y gravámenes y no así las transmisiones inmobiliarias, siendo sin
embargo considerado por algunos el primer ensayo individual de una legislación nacional
de orden privado.
En el gobierno de José Rufino Echenique se promulgó el Código Civil de 1852 el cual creó
el oficio de hipotecas a cargo del escribano público el cual registraba las hipotecas sobre
bienes situados en su respectivo departamento llevando un libro en el cual se tomaba razón
de las hipotecas.
1
Mg. Gilberto Mendoza del Maestro. Profesor de Derecho Civil de la PUCP.
En este sentido, dicho articulado de normas no propició el aumento del crédito territorial ni
impulsó el tráfico inmobiliario, los cuales habían entrado en crisis debido, entre otras cosas,
a la guerra con España.
Frente a dicha realidad, se presentaron proyectos que buscaron paliar la situación. El Dr.
Francisco García Calderón presentó un proyecto sobre el Banco de Crédito Territorial
Hipotecario y Don José Félix Arias presentó el Proyecto de Banco Agrícola. Todo esto, en
parte, se plasmó por obra de Don Mariano Ignacio Prado al expedir el Decreto Supremo de
31.1.1866 el cual fue ratificado por el Congreso Nacional el 28.1.1869 estableciendo el
Banco de Crédito Hipotecario.
Nos ayuda visualizar el contexto las palabras de García Calderón cuando señaló que: “(…)
El territorio de la República fue ocupado repetidas veces alternativa y sucesivamente por el
ejército español y por el independiente; y cuando esta guerra terminó, principió la cadena
de guerras civiles y de revoluciones, cadena que se compone ya de muchos anillos, y que
no sabemos cuando terminará”.
Luego, indicó alguno de los motivos de la desocupación de la tierra y precarización de la
agricultura: “En todo este tiempo los ataques a la propiedad mueble y semoviente de los
agricultores, la desolación de los campos, y los empréstitos forzosos llamados “cupos” que
se imponían a los dueños de predios, causaron tal abatimiento en la riqueza agrícola, que
nadie quería tener propiedad territorial”
Posteriormente tuvimos un periodo de cierta bonanza económica que fue opacado por la
guerra que mantuvimos con Chile, la cual derivó en la ocupación de Lima para una forzada
firma de paz. A esto le siguió las guerras internas (Cáceres – Iglesias, entre otros) de
nuestro país.
En este contexto, el crédito territorial casi nulo, agricultura en crisis, inseguridad jurídica,
tráfico inmobiliario estancado, se promulgó la Ley de 2 de enero de 1888 la cual tenía como
objetivo revertir dicha situación.
La creación del registro se dio por una necesidad que la posesión no pudo satisfacer, y que
a través del tiempo generaron otras necesidades que el registro ha tratado –con cierto éxitode resolver.
Y es que en todos los proyectos o disposiciones normativas, se ha buscado la protección
de la propiedad y su circulación a fin de crear riqueza. Justamente, es esta circulación de
derechos Verkehrssicherheit la que dio origen a los sistemas registrales en el derecho
comparado.
Un registro del siglo XXI en nuestro país, debe tomar como referencia los orígenes de la
institución a través de las necesidades que buscaron satisfacer, así como identificar las
necesidades actuales y buscar dar solución a los problemas que se generen. De muy poco
nos va a servir un registro moderno que no se vea respaldado en la seguridad jurídica.
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