La Tumba Apostólica

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Fuente : Christifer. Publicado en Regnum
Granatense.
Con nuestro agradecimiento
La Tumba Apostólica
Gloriosum Sepulcrum Divi Iacobi Apostoli et Hispaniarum Patroni
Introducción
El día 25 de julio conmemoramos
la onomástica del apóstol
Santiago el Mayor, hermano de
san Juan e hijo de Zebedeo y
María Salomé. Quiero rendirle
este pequeño homenaje con una
sencilla exposición sobre el lugar
de su eterno descanso hasta la
llegada del día del Juicio, situada
en la ciudad que lleva su nombre,
Santiago de Compostela, la
Tumba Apostólica y, con ella, las
reliquias jacobeas.
La leyenda piadosa
La leyenda piadosa dice lo siguiente: el apóstol Santiago El Mayor, tras predicar en
Hispania, volvió a Jerusalén en donde fue degollado por orden del rey Herodes Agripa I
hacia el año 44. Sus discípulos Atanasio y Teodoro, de
forma secreta, tomaron su cadáver y embarcaron en un
barco de piedra de vuelta a Hispania, enterrándolo en
Galicia, en unos terrenos que pertenecía a una reina
llamada Lupa, tras imponerles diversas pruebas a los
discípulos del Apóstol. Tras enterrarlo, y después de
ser también enterrados los dos discípulos con él, la
pista se perdió 800 años. Sin embargo una noche a
principios del siglo IX un ermitaño llamado Pelayo
presenció en una región una serie de luces marcando un
lugar exacto, la tumba del Apóstol. La noticia llegó a
oídos del obispo de Iria Teodomiro, quien se lo
comunicó al rey de Asturias, levantándose al poco una
iglesia en honor de Santiago, para custodiar las
reliquias que allí se encontraban.
Hasta aquí la leyenda piadosa, muy bonita muy
sobrenatural pero que presenta unas buenas lagunas de
información. Así que no hay más opción que derribarla
para poner una historia todavía más maravillosa, la historia real, que llega a ser más
extraordinaria que la ficción.
Santiago en Hispania: brevísima explicación de su predicación, martirio y traslado
Antes de hablar de quien está enterrado demos unas
pinceladas de lo que es un tema de muchísima
polémica: la predicación de Santiago en Hispania.
El inicio del viaje de Santiago se encuentra en las
costas de Oriente Próximo en un puerto que
comunicara Oriente con Occidente, o más en
concreto, con Hispania. En uno de estos barcos
partiría el apóstol, siendo el sitio de desembarco
también incierto, aunque hay posibilidades como el
de Cartagena.
Si hubiera desembarcado en Cartagena lo más
probable es que hubiera subido por la costa hasta el
Ebro, luego de ahí llegarían a Zaragoza, lugar extraordinariamente señalado por la
venida de la Virgen María, y por el río subirían hasta la zona norte, llegando a Iria, una
población romana.
Tras predicar el Evangelio allí durante un tiempo Santiago embarcó rumbo a Judea
acompañado de dos discípulos: Atanasio y Teodoro. Sin embargo, después de llegar a
Jerusalén el apóstol fue degollado por orden del rey Herodes Agripa. Sus dos discípulos
robaron el cuerpo y tras prepararlo lo embarcaron de nuevo, rumbo a Iria. La leyenda
afirma que partieron en una barca que ya estaba preparada tardando siete días, lo seguro
es que lo costeara su discípulo desconocido y que el viajera durara más de lo que se
dice, por lo que tuvieron que preparar el cuerpo de Santiago para el traslado ya que
durante el trayecto se estaría descomponiendo, por lo que en el puerto de Jaffa, llamada
antes Joppe, tuvieron que embalsamarlo, posiblemente deshidratándolo, lo cual podía
ser realizado por un curtidor, y si buscáramos más relaciones en el libro de los Hechos
de los Apóstoles se habla de un tal Simón, que era curtidor y vivía en dicha ciudad (Hch
10, 6), y quién sabe si pudiera ser este Simón el que ayudara a los discípulos del
apóstol.
Tras una larga travesía, llegaron los discípulos al puerto de Iria, que era un puerto
importante que comunicaba con Roma y otras partes del Imperio. Después bajar el
cuerpo del barco dice la leyenda que al ponerla sobre una piedra esta se hundió pero no
hay constancia histórica ni piedra que atestigüe esto. Llegados a este punto de la
leyenda nos encontramos con un personaje esencial en la leyenda: la reina Lupa, pieza
fundamental para la historia y para el tema que nos compete, la tumba apostólica.
Me gustaría poder dedicarle más tiempo a la Historia del apóstol en Hispania, pero mi
objetivo es dar a conocer lo que es el último lugar de reposo de Santiago el Mayor, su
sepulcro y que fue de su cuerpo. Sobre su predicación se ha escrito mucho, afirmando y
negando su llegada, pero me gustaría mencionar un texto de san Jerónimo que habla en
un comentario sobre un versículo del profeta Isaías de un misterioso apóstol que
pescaba en el lago de Genesaret que llegó a España:
Cita: "Los que bajaron al mar y lo navegaron cruzando su inmensidad. Son aquellos Apóstoles que
estando remendando sus redes a la orilla del lago de Genesaret, fueron llamados por Jesús y enviados al
mar inmenso, haciéndoles de pescadores de peces, pescadores de hombres; los que comenzando desde
Jerusalén predicaron el Evangelio hasta el Ilírico y España, aprisionando con su doctrina en breve
tiempo a la misma Roma". (Com. a lsaías 42,10)
La legendaria reina Lupa
La reina Lupa, al parecer, era una señora de gran importancia con tierras en donde está
Compostela y que vivía en un castillo, lo más seguro, un castro celta. Sin embargo
¿existió esta reina o por el contrario es una invención?
Toda la historia de la reina Lupa no empieza en Galicia, si no en Roma y más en
concreto con la figura de Cayo Julio César nacido en 140 a.C. y muerto en 85 a.C.. Este
senador romano estaba casado con Aurelia Cotta, con quien tuvo tres hijos: dos hijas
llamadas Julia y un hijo, que sería el mediano, llamado Cayo Julio César (100 a.C. – 15
de marzo del 44 a.C.). Por una vez la figura de César ha de dejar paso a sus hermanas.
Centrándonos en la figura de Julia César la Menor, ésta estaba casada con Marcus Atius
Balbus, con quien tuvo a Atia Balba Tertia, quien a su vez se casó con Lucius Pinarius,
con quien tuvo a Lucius Pinarius Scarpius, el cual, tras quedar marginado políticamente
después de la batalla de Actium tuvo que huir a Galicia, acompañado de su madre,
quien adoptó el nombre de Moeta, que procede del céltico ibérico, significando
princesa, siendo conocida como Atia Moeta. Junto a Lucius Pinarius, Atia Moeta tuvo
otra hija llamada Pinaria. Ésta se casó con Virius Lupus, con quien tuvo a Viria Lupa,
más conocida como Viria Moeta, y a Virius Lupus, este a su vez tendría una hija
llamada Viria Lupa.
Después de esta explicación de una familia viene la explicación de por qué interesa
tanto esta familia. Demos un salto de unos cuantos años, hasta el año 1572, cuando
Ambrosio de Morales, humanista español, fijándose en un antiguo altar atribuido a los
mismos discípulos de Santiago, descubrió que contenía una inscripción pagana,
escandalizándolo mucho y provocando que se puliera la piedra en 1601, pero que
reprodujo y nos ha llegado a nosotros, era el titulus de una tumba realizado por orden de
una mujer llamada Atia Moeta para su querida nieta Viria Moeta, fallecida con 16 años.
Después de esto volvamos para atrás para atar cabos. ¿Quiénes eran estas dos féminas?
Pues ya las hemos presentado, Atia Moeta era la sobrina de Julio César, y Viria Moeta
su nieta, y hubiera sido la tía de Viria Lupa, ésta inmortalizada en la legendaria reina
Lupa, propietaria del panteón en donde estaban enterradas su dos familiares. Y es aquí
donde aparecen Atanasio y Teodoro, pues Lupa permitió a los discípulos enterrar a su
maestro en el panteón familiar, empezando así la historia del Glorioso Sepulcro del
Divino Santiago, Apóstol y Patrón de España.
La Tumba Apostólica
El panteón Moeta
Aspecto externo del panteón: Entrada y lateral →
El panteón de Atia y Viria Moeta era un
edificio de dos plantas, posiblemente con
tejado a dos aguas. La entrada se
encontraba
en
el
piso
superior,
accediéndose por unas escaleras. La planta
superior
← Aspecto interno de la cámara sepulcral
era una posible estancia amplia sin
compartimentar. La parte inferior,
a la que se accedía por medio de
una escalera, estaba dividida en dos
estancias, una de ellas estaba
situada hacia el Este, que es la
estancia a la que se llegaba por las
escaleras, en donde estaban los
sepulcros de Atia Moeta, Viria
Moeta y un varón desconocido, y
otra estancia situada al oeste,
dividiéndose ambas por una muralla con un arco de acceso. Por último señalar que
encima de la entrada se encontraba un titulus, una placa de mármol en la que se
informaba sobre el panteón, siendo el mismo título mencionado anteriormente:
Titulus
D(IS) M(ANIBVS) S(ACRVM)
ATIA MOETA T(ESTAMENTO)
TETLVM P(OSUIT) S(OMMO) A(ETERNALI)
VIRIAE MO(ETAE)
NEPTIS PI(ENTISSIMAE( A(N)N(ORVM) XVI
ET S(IBI) F(ACIENDVM) C(VRAVIT)
(A LOS DIOSES MANES CONSAGRADO
ATIA MOETA POR TESTAMENTO
HIZO PONER ESTE EPITAFIO AL SUEÑO ETERNO
DE VIRIA MOETA
SU PIADOSÍSIMA NIETA DE XVI AÑOS
Y SU PROPIO ENTERRAMIENTO PROVEYÓ )
La conversión: de panteón pagano a Tumba Apostólica
Sitio de la tumba del apóstol
El 25 de julio del año 44, tras
un largo periplo que los llevó
de Israel al Fin de la Tierra, el
cuerpo de Santiago el Mayor, el
primer apóstol que había
derramado su sangre por Cristo,
fue enterrado en la cámara
occidental del piso inferior del
panteón de Atia y Viria Moeta.
Junto a esto se tomó el titulus y
se colocó encima de una
columna, utilizándose a partir
de ese momento como altar. El
edificio había sido cristianizado
Altar
Hablando a título personal me gustaría plantear una hipótesis curiosa y es sobre la
peculiar forma que tenía el altar levantado por los discípulos de Santiago, formando una
T, y cosa curiosa en las iglesias
visigodas y del sur de Francia se
han visto altares justamente con
esta forma, así como en dibujos de
códices, lo cual hace pensar en
¿por qué esa peculiar y no la usual
forma de ara a la que estamos
acostumbrados? Estoy seguro de
que el origen de esta peculiar
forma del altar está justamente en
ese altar levantado en la Tumba,
porque ¿para que cambiar una
tradición de la época apostólica?
Con el tiempo se perdió la razón
de este tipo de altar, sin caer en la
cuenta de que en Santiago de Compostela estaba la respuesta.
Pasados unos años san Atanasio siguió los pasos de su maestro, siendo martirizado, y
años después san Teodoro, por vejez. Ambos fueron enterrados a ambos lados de su
maestro, en sarcófagos de ladrillo y hormigón, en cuyas paredes laterales interiores dos
ventanitas o fenestalle usado para poder tocar las reliquias de los santos o pasar un
objeto sobre ellos; en uno de estos se encontró una piedra erosionada en donde se había
escrito con caracteres griegos, siendo dos letras semíticas, una del alfabeto hebreo
samaritano y otra del hebreo cuadrado, en donde ponía las palabras Atanasios mártir,
indicando quien estaba en dicha tumba, y sin duda es un elemento peculiar pues su
grafía se corresponde con la encontrada en el cementerio cristiano “Dominus flevit” del
Huerto de los Olivos, datado de la segunda mitad del siglo I d.C. al siglo II.
Cámara sepulcral oriental
Cámara sepulcral occidental
La remodelación: el ocultamiento de la Tumba Apostólica
Aspecto de las modificaciones realizadas dentro del panteón
Aspecto de las modificaciones realizadas fuera del panteón
Altura a la que estaría el edifio tras las modificaciones
Hacia el siglo II, y debido al peligro que corrían los cristianos y la Tumba se decidió
remodelarlo para protegerlo. En la planta baja se sacaron las tres tumbas que había y se
trasladó a ese lado la tumba del Apóstol, quedando justamente debajo del altar
levantado con anterioridad. Después se procedió a elevar el suelo de la planta baja, hasta
la parte más alta de los sarcófagos de los discípulos jacobeos. A continuación pusieron
de nuevo un suelo y en la zona de la tumba un gran mosaico con una flor de loto,
símbolo de la Resurrección.
Aspecto definitivo después de ocultarlo
A nivel externo se hizo un muro de
sillería a un metro y medio del edificio,
rellenando el hueco hasta la altura del
primer pavimento, depositando en el
relleno las tumbas de Atia y Viria
Moeta y el varón, y poniendo una
solera de granito. Una vez hecho esto,
y al mismo tiempo, se levantó un muro
de contención, usado actualmente
como cimiento para un muro de la
catedral compostelana para hacer una
bóveda. Terminado esto, el edificio en
si parecía más pequeño de lo que era realmente. A continuación se procedió a la
elaboración de dos túneles abiertos al oeste que conducían a la solera de granito y a
través de él a la puerta de acceso original al edificio. Luego se hizo un montículo de
tierra, cubriendo todo salvo las puertas de los túneles, dejando que la vegetación
creciera.
¿Ocho siglos de ignorancia?
El sepulcro oculto y tumbas
La leyenda afirma que después de ser
enterrados Santiago y sus discípulos el
silencio cayó sobre el paradero del
sepulcro pero no fue así ni mucho
menos.
Tumbas y restos romanos
En 1946 se iniciaron una serie de
excavaciones en la nave central de la
catedral tras la eliminación del coro, que
dieron lugar a un descubrimiento
sorprendente, la presencia de un extenso
cementerio en el que había tumbas que
iban del siglo I d.C. hasta el siglo VII a. C.
o sea restos romanos, suevos y visigodos,
que muestran una continuidad en el
tiempo. Entre ellas nos encontramos con tumbas de monjes en el siglo VI, lo cual
demuestra la importancia religiosa de esta zona. Es curioso destacar la increíble
cantidad de tumbas cristianas, orientadas hacia el panteón, y hablamos de tumbas de la
época romana; si esto fuera una catacumba y descubriéramos una gran cantidad de
nichos puestos muy cerca y en dirección a una tumba pensaríamos que se trata sin duda
de un santo con enorme prestigio, pues aquí nos encontramos con lo mismo ¿qué santo
podría haber en ese panteón que provocara la situación descrita? Lo seguro, el apóstol,
pues no debemos olvidar que alcanzó tal importancia que en un siglo se había hecho tan
popular que los cristianos no dudaron en sacar las tumbas de la familia propietaria para
poner la tumba del apóstol en la parte más noble y destacada.
Estado durante el siglo VIII
Sin embargo en el siglo VIII la
zona quedó desierta, posiblemente
por las invasiones musulmanas,
creciendo la vegetación en la zona
y ocultando el montículo con la
Tumba Santa. Para muchos la pista
se perdió, aunque algo de tanta
importancia no debería perderse
tan fácilmente y lo más seguro es
que así fuera y que el secreto se
trasmitiera de obispo a obispo,
temiendo que los musulmanes
destruyeran el lugar y con él las
reliquias de Santiago, Atanasio y
Teodoro; temor que en parte se cumplió con Almanzor cuando destruyó la basílica de
Santiago, tan solo respetando el sepulcro del apóstol, aunque cuestiono que hubieran
tenido tan buena suerte de haberse
producido en esos momentos. Si así se
mantuvo el secreto no debemos temer
que el secreto se perdiera pues de todas
las sedes en espacio ocupado por los
musulmanes la de Iria Flavia fue la
única que no perdió en ningún
momento la sucesión, llegando a uno
de los grandes protagonistas de la
historia jacobea, Teodomiro.
Tumba de Teodomiro
La invención de la Tumba Apostólica
Descubrimiento de la Tumba Apostólica
La leyenda cuenta como una noche del año
813 o 829 estaba un ermitaño llamado
Pelayo, de San Fiz de Solobio, en el bosque
cuando vio una luz, una estrella que indicaba
un determinado lugar mientras que se oían
cánticos. El ermitaño avisó al obispo de Iria Flavia, por entonces Teodomiro, quien
partió el lugar y encontró la tumba de Santiago, y tras confirmarlo lo anunció al rey
Alfonso II el Casto. Este, en honor del santo, mandó edificar una iglesia y anunció la
buena noticia a todos los cristianos.
El obispo Teodomiro y el rey Alfonso II
Esta la historia y fácilmente se puede
empezar a criticar a más no poder pero
sobre este hecho se presenta siempre
una versión de la historia: el rey
Alfonso II tendría serios problemas, y
necesita un héroe en torno al cual
agrupar a los cristianos, darles fuerza y
asegurarles su fe, así como servir de
estandarte contra el Islam y unirle al
resto de Europa, por lo que
secretamente urdió un plan con el
obispo Teodomiro por el cual este se
inventaría el hallazgo milagroso de la
tumba del apóstol Santiago, inventado también una historia creíble para la gente. Así se
urdió un engaño monumental para todos los creyentes ya que quien de verdad estaría
enterrado en Compostela sería el hereje Prisciliano con sus seis discípulos en vez de
Santiago con sus dos discípulos.
Esta es la historia alternativa, y por supuesto desfavorable, al hallazgo de los restos del
apóstol. Sin embargo yo voy a retorcerlo y dar otra hipótesis de lo que pudo suceder
realmente:
Nos encontramos por un lado un rey que necesita todo el apoyo moral para hacer frente
al Islam y un buen emblema en torno al cual reunir a los cristianos, consigue expandir el
reino de Asturias pero le hace falta más fuerza, la que le daría un héroe nacional al cual
invocar y en torno al cual agruparse. Por otro lado nos encontramos a un obispo que
conoce el paradero exacto de la tumba del apóstol Santiago y sus discípulos pero teme
darlo a conocer por las implicaciones que eso pueden llevarlo en una España en la que
por un lado Toledo, que aún contaba con obispo, buscaba mantener la primacía sobre la
Iglesia española, recordemos que hacía poco había sido obispo de la ciudad Elipando,
defensor del adopcionismo, una herejía, por lo cual el que alguien afirmara que tenía las
reliquias de nada menos que un apóstol era un poderoso rival tras quedar en total
entredicho la ortodoxia de dicha sede, y esto podía hacer que Toledo animara al resto de
iglesias en contra de la sede de Iria Flavia; por otro lado la presencia de los restos de un
apóstol convierte a la zona en un importante foco cristiano, o mejor dicho, en un
importante foco de atracción para los cristianos que buscaran liberarse de la dominación
islámica, o sea un foco rebelde que puede volverse muy peligroso a la larga; y por otro
lado está el rey de Asturias con quien tendría problemas pues él podría exigir que las
reliquias fueran trasladadas a Oviedo, por lo que surgiría conflictos serios que pudieran
poner en peligro la integridad de las reliquias. Así que tenemos a dos figuras que se
necesitan mutuamente, así que deciden ponerse en contacto y ayudarse mutuamente, y
siendo malpensados, el rey a cambio de saber el paradero de las reliquias, las dejaría
donde estaba y usaría la figura de Santiago como símbolo de la Cristiandad española,
dando su total apoyo, a cambio el obispo conseguiría salir reforzado entre el resto del
episcopado español sin temor a represalias y se encargaría de difundir la buena noticia,
adornándola un tanto para reforzar el carácter sobrenatural de esto; sin embargo no hay
que olvidar que también es posible que les movieran motivos piadosos y devoción a la
figura de Santiago.
Por, tanto y resumiendo esto, que no se inventaron la tumba sino que se aprovecharon
de que la tumba ya estaba allí dándola a conocer para lograr sus propósitos, los cuales
solo podemos aventurar. Lo cierto es que gracias al uso de Santiago como emblema
frente al Islam hizo aumentar muchísimo su veneración en los reinos cristianos a lo
largo del tiempo.
El cierre
No puedo dejar pasar la opción de explicar el origen de la famosa frase “Santiago y
cierra España. Pues bien, todo comenzó en un grito de guerra del siglo X que decía
"¡Santiago y cierra!", y ahora la pregunta es ¿y cierre qué? ¿Qué tiene que cerrar? Todos
conocemos el significado de la palabra cerrar, pero es que entre sus 36 acepciones, sin
contar
su
presencia
en
expresiones
también
recogidas,
está:
32. intr. Trabar batalla, embestir, acometer. (Diccionario de la RAE)
Por tanto el grito “Santiago y cierra!” no era más que un grito de ánimo que se daba a
los soldados para que lucharan en la batalla.
Ahora con el paso del tiempo se añadirá la palabra España, quedando "¡Santiago y
cierra, España!", manteniendo un carácter militar. Sin embargo, y con el tiempo, esa
coma desapareció y se transformó en la frase "¡Santiago y cierra España!", una frase
más bien ideológica por la que se pide al Apóstol que cierre España a todo aquello que
le es ajeno y busca dañarla.
De panteón cristianizado a catedral de Santiago de Compostela
Catedral de Santiago de Compostela
La evolución del templo erigido a
lo largo del tiempo es muy amplia,
pasando de ser un simple edificio
mortuorio a ser una catedral de
grandes dimensiones. Sin embargo
nos centraremos en lo relacionado
con la Tumba Apostólica.
La iglesia de Teodomiro y Alfonso II
Estructura encontrada por Teodomiro
Primera iglesia
La primera iglesia fue levantada por orden de Teodomiro y Alfonso II, siendo una
iglesia muy sencilla pero respetando el edificio en el que estaban las reliquias, que se
encontraba en la zona del altar mayor. El mismo Teodomiro quiso enterrarse en esta
iglesia, conservándose aún su tumba en la actual catedral al ser descubierta en 1949,
permitiendo despejar las dudas sobre su existencia.
La iglesia de Alfonso III
Segunda iglesia
A finales del siglo IX el rey
Alfonso III mandó erigir una
nueva iglesia, una basílica más
espaciosa que la anterior al
tener tres naves, y manteniendo
todavía el panteón, siendo
consagrada dicha iglesia en el
899 por Sisnando I.
Almanzor
En el año 997 el caudillo
musulmán Almanzor, en una de sus campañas contra los reinos cristianos del norte
tomó la ciudad de Santiago de Compostela, destruyéndola junto con la iglesia de
Santiago, pero respetando la tumba del Apóstol. Sin embargo el obispo de la ciudad, san
Pedro de Mezonzo mandó reconstruir la iglesia.
Diego Gelmirez, obispo de Santiago de Compostela
Altar del obispo Gelmírez
La catedral románica empezó su construcción en el año
1075 bajo el obispado de Diego Peláez y el reinado de
Alfonso VI, y dirigiendo la obra Bernardo el Viejo y
Roberto. Sin embargo la construcción se paró hasta el
año 1100 con el obispo Diego Gelmírez y el maestro de
Platerías. Este obispo es una figura muy interesante pues será el primero que toque la
Tumba Apostólica, y más en concreto en el año 1106.
Nos encontramos ya con una Santiago de Compostela importante, la tercera ciudad
santa tras Jerusalén y Roma, y con una gran afluencia de peregrinos que van a visitar la
tumba de Santiago y lo mismo hacen obispo y prelados, que buscan oficiar Misa en el
altar original con forma de T que aún se conservaba encima de la Tumba Jacobea. Sin
embargo había un problema y es que los congregados en la catedral no podían seguir la
Misa por lo que el obispo Gelmírez decidió tocar por primera el sepulcro. A pesar de las
objeciones del cabildo catedralicio derribó toda la planta superior y encajó el antiguo
altar en uno mayor, y cubriéndolo todo, un baldaquino de piedra. El acceso a la Tumba
Apostólica quedó prácticamente cegado y el obispo construyó una Confesión al lado del
altar en donde los fieles pudieran rezar.
El traslado de las reliquias
Por supuesto, después de este hecho la catedral compostelana siguió reformándose y
ampliándose sucesivamente hasta hacer una magnífica catedral. Sin embargo el hecho
que nos interesa reseñar tuvo lugar en el año 1589, más en concreto en mayo. Por esas
fechas ingleses y españoles estaban enfrentados militarmente y también
ideológicamente, los primeros era anglicanos y los segundos católicos, destacando en el
bando inglés la figura del corsario sir Francis Drake, un pirata que no dejaba de acosar
los territorios y barcos españoles. En 1589 Drake junto con tropas inglesas atacaron la
ciudad de La Coruña, pero encontraron una feroz resistencia y tuvieron que retirarse.
Mientras tanto en Compostela se recibió la notica del asalto inglés con mucha
preocupación pues temían que de vencer en La Coruña atacaran Compostela y
destruyeran las reliquias, por lo que en total secreto se sacaron los restos de Santiago,
Atanasio y Teodomiro y después de barajar la posibilidad de llevar los restos a Orense
decidieron a unos metros de los sepulcros vacíos, permaneciendo en secreto.
El altar mayor
Altar mayor actual de la catedral de Santiago de Compostela
A finales del siglo XVII se procedió a la remodelación
de la capilla mayor rebajándose la altura del presbiterio
hasta quedar justamente encima de los sepulcros.
Forzosamente tuvieron que descubrir que éstos estaban
vacíos pero se mantuvo el silencio, solo afirmándose
que el sepulcro estaba debajo del altar mayor.
En busca de la verdad perdida
Cardenal Miguel Payá Rico
Llegamos a la segunda mitad del siglo XIX en
España con una situación muy confusa, y
desfavorable a la Iglesia por el anticlericalismo
que se respiraba por toda Europa, sin salvarse
España. Por aquel entonces era arzobispo de
Santiago de Compostela el cardenal Miguel
Payá Rico (1874-1886), que había adquirido
un gran prestigio por su intervención en el
Concilio Vaticano I defendiendo la
infalibilidad papal. Después de su llegada a la
sede compostelana y para revitalizar el
Camino de Santiago decidió aplicar la
Arqueología para descubrir la verdad del
sepulcro del santo, encargándole esta misión a los canónigos José Labín Cabello y
Antonio López Ferreiro.
Las excavaciones arqueológicas
Fotografía de las excavaciones realizadas en 1946
La tradición y la documentación señalaban que el
sepulcro estaba debajo del altar mayor. Su primer
camino fue buscar un agujero que daba acceso al
sepulcro mencionado por Ambrosio de Morales pero
ya no existía por los cambios en la capilla mayor. Tras
este primer fracaso lo más lógico hubiera sido levantar
el altar mayor pero esto tenía serios problemas
litúrgicos por lo que decidieron seguir otros caminos.
Como primera opción buscaron en las leyendas que
hablaba de una escalera que había bajo una losa del
deambulatorio que daba a un túnel, pero al levantarlo
descubrieron que era un hueco sin salida que podría haberse hecho para enterrar a un
obispo. A esto se le sumó que la prospección en el ábside solo daba escombros. Tras
otros dos intentos también fallidos se decidió cambiar de estrategia y abandonar todas
las leyendas.
Los canónigos decidieron que haría su propio túnel de acceso por lo que en una esquina
de la capilla mayor hicieron un pozo que llegaba a los 3 metros de profundidad e
hicieron un túnel de 1’60 de alto que cruzara en diagonal la parte inferior del altar, pero
tras quince metros vieron que se salían del espacio señalado y sin encontrar nada.
La desesperación empezó a cundir entre el arzobispo y los canónigos por lo que
decidieron ir en directo y levantaron las losas que había al lado del altar mayor. A poca
profundidad sillares graníticos de gran antigüedad que podían pertenecer a la tumba.
Siguieron excavando mientras aparecía la estructura de un pequeño edificio pero la
decepción volvió a caer pues solo había escombros y ningún resto humano, solo el
sepulcro vacío. Todo lo que sustentaba a la Iglesia compostelana y su gran importancia
para toda la Cristiandad se esfumaba, y con ello se hundiría para no volver a salir nunca
más, el gran fraude descubierto definitivamente.
Te Deum laudamus
A pesar de los continuos fracasos los
canónigos retomaron las leyendas y
centraron su atención en la
Confesión situada detrás del altar
mayor y levanta por el obispo
Gelmírez, pues se había instalado la
piadosa costumbre de rezar en esta
zona por parte de los peregrinos.
Confesión de la catedral de Santiago de
Compostela
Era la noche del 28 al 29 de enero del año 1879 cuando se empezó a excavar un pozo en
la Confesión y en un lado se encontró un nicho rectangular de 0’99 metros de longitud,
0’30 metros de anchura y otros tantos de profundidad; estaba formado en la parte
delantera por un sillar de granito, en la parte trasera por ladrillos, en un lado por un
sillar de granito y en otro por una lastra de mármol blanco; la tapa era una losa labrada
toscamente de 8 centímetros de grosor y una cruz labrada, pero estaba corrida hacia
atrás formando una ranura de 6 a 8 centímetros de anchura tapado con dos ladrillos; y
debajo de estos, dentro del nicho había huesos humanos. Por fin tras siglos de oscuridad
las santas reliquias volvían a aparecer. El nicho fue construido después de la reforma de
la catedral de 1532, entre los escombros, con mucha prisa, usando material de desecho,
sin poner una distinción superior y de noche, como denota la presencia de cera; sin
embargo esto habría sido observado por los fieles pero en aquel momento la Confesión
era usado como sacristía por parte de los cardenales canónigos de la catedral, por tanto
el lugar era uno de los más nobles del recinto catedralicio pero cerrado al público y sin
que apareciera en ningún momento mencionado en algún documento. Actualmente está
delimitado y protegido por un cristal el lugar en donde aparecieron las reliquias.
El proceso canónico
Tras el feliz descubrimiento el arzobispo Payá abrió el proceso canónico pero surgió un
problema y es que los huesos estaban todos revueltos y en un estado de conservación
muy delicado por lo que el arzobispo remitió los huesos a tres catedráticos de la
Universidad Compostelana para su estudio, los doctores Antonio Casares, Francisco
Freire Barreiro y Don Timoteo Sánchez Freire.
La identificación de las reliquias apostólicas
Los catedráticos, una vez examinados los restos publicaron el Dictamen de los profesores facultativos sobre las reliquias exhumadas en las excavaciones de las reliquias compostelanas. En él se mencionan tres grupos de huesos, uno formado por 81 restos, otro
por 85 y otro por 90. Así dice el Dictamen sobre las características de los restos óseos:
Cita: Primer grupo, caracterizado por fragmentos de huesos bien desarrollados, color
claro de avellana, bastante pesados y frágiles, y borrada casi completamente la parte
interna de las suturas de la bóveda craneana, y en muchos puntos la externa. Segundo
grupo, formado de fragmentos correspondientes a huesos de regular desarrollo, color
de argamasa con manchas verdosas muy pesadas y frágiles que las anteriores, y
osificadas las suturas craneales en muchos puntos de la parte interna y en algunos de
la externa. Y tercer grupo, constituido por fragmentos de huesos de escaso tamaño,
color oscuro de avellana, y ligeros y muy frágiles, y completamente osificadas las
suturas de la parte interna del cráneo, y adelgazados los huesos de que éste se
compone.
Tras abordar otra serie de cuestiones se ofreció la respuesta a las preguntas realizadas
por el cardenal:
Cita: 1.ª Los huesos reconocidos pertenecen a tres esqueletos incompletos de otros
tantos individuos, de desarrollo y edad diferentes: de los cuales los de los primeros
grupos cruzaban el tránsito del segundo al último tercio de duración media y
fisiológica de la vida, mientras que el tercero parece que estaba en ese.
2ª No es posible fijar con exactitud la antigüedad de los restos reconocidos; pero
teniendo en cuenta su estado de integridad y composición, tan parecida a la de los del
esqueleto céltico citado, puede asegurarse que cuenta siglos de existencia.
3ª En cuanto a la antigüedad se refiere, no parece temeraria la creencia de que dichos
huesos hayan pertenecido a los cuerpos del santo apóstol y de sus dos discípulos.
Con esto se ve que los restos encajan con la tradición pues Santiago era ya adulto, de
unos 40 años, cuando fue decapitado y al morir al poco Atanasio tendrían este una edad
semejante, mientras que Teodoro fue el último en morir por vejez.
Roma locuta…
Tras realizar un proceso canónico según las normas eclesiásticas, y estando seguros de
la autenticidad de los restos, se enviaron las conclusiones a Roma, a la Congregación de
los Ritos, para su aprobación. Sin embargo Roma mostró muchas reticencias y se envió
a monseñor Agustín Caprara, designado como Inquisidor de Honores de los Santos, es
decir, como abogado del diablo. De camino a Compostela pasó por la ciudad de Pistoia,
donde se veneraba una reliquia de Santiago enviada por el obispo Gelmírez a petición
del obispo Otón, una apófisis mastoidea, hueso procedente del cráneo. Tras su llegada a
Santiago se procedió a la comprobación de la veracidad de las reliquias.
Monseñor Agustín con la reliquia examinó los restos y descubrió que en uno de los
esqueletos faltaba ese hueso y que el hueso encajaba perfectamente. Con esto se
confirmó que el hueso de Pistoia procedía de verdad de Compostela, que los huesos
encontrados en el nicho eran los mismos que estaban en el sepulcro del apóstol en la
época de Gelmírez, y por si fuera poco se estableció la identidad de los tres esqueletos.
El proceso canónico había acabado.
…causa finita
Papa León XIII
El 1 de noviembre del año 1884 el Papa León XIII promulgó
la Constitución Apostólica Deus Omnipotens, aprobando y
reconociendo la autenticidad de las reliquias.
Cita: Nos también, desaparecidas todas las dudas y terminadas todas las controversias, aprobamos y confirmamos de
ciencia cierta y por nuestra iniciativa y en virtud de nuestra
autoridad la sentencia de nuestro venerable hermano el
cardenal arzobispo de Compostela sobre la identidad de los
sagrados cuerpos del Apóstol Santiago el Mayor y de sus
santos discípulos Atanasio y Teodoro, y decretamos que esta
sentencia tenga perpetuamente fuerza y valor.
Urna con las sagradas reliquias
Un broche de plata
Tras la aprobación oficial de la Iglesia
se procedió a la construcción de una
cripta oratorio aprovechando los
cimientos y lo que quedaba de la
cámara sepulcral, por lo que se
excavó en la parte oriental y entre los
sepulcros de los discípulos, que
quedaron a ambos lados del pasillo
central. A continuación se levantó un altar y en él se colocó el 27 de junio del año 1886
una urna de plata realizada por los orfebres compostelanos Rey y Martínez en donde se
encuentra un arca de madera preciosa forrada de terciopelo y sellada por el arzobispo
Payá las reliquias de Santiago, en el centro, san Atanasio, a la derecha, y san Teodoro, a
la izquierda.
Anexo: Prisciliano
Antes de ir concluyendo esto, no podemos dejar de notar que para desprestigiar la
Tumba Apostólica se afirma que quien está ahí enterrado es Prisciliano, obispo de Ávila
hereje gnóstico que fue ajusticiado en el año 435 con seis discípulos suyos, entre ellos
una mujer, por instigación de Evodio, prefecto del emperador, en Tréveris. Se le pinta
actualmente con aire de mártir por defender la verdad frente a una tiránica y oscurantista
Iglesia Católica cuando quien se encargó de juzgarlos, torturarlo y ejecutarlo fue en
exclusividad el poder civil. Volviendo al tema a principios del siglo XX se estableció
esa hipótesis, ganando una gran popularidad para contrarrestar la historia de Santiago.
Sin embargo se enfrenta esta hipótesis a un hecho muy difícil y es que los restos
encontrados en Santiago eran de tres varones, y solo hay que ver como se convierten
tres varones en seis varones y una mujer para que la hipótesis se confirme. Sin embargo
hay un posible lugar de enterramiento, un lugar llamado Os Martores, corrupción de Os
Mártires, un nombre único en toda Galicia, en donde hay una ermita dedicada a san
Mamed donde se han hallado unos sepulcros del siglo IV. Quién sabe si no están hay
Prisciliano y sus discípulos, pero desde luego en Compostela no.
Conclusión
Esta no es la historia fantástica y maravillosa de un descubrimiento milagroso, es la
historia de los avatares de Santiago, sus discípulos y sus tumbas empezando la historia
de la Tumba Apostólica con el entierro del apóstol en un panteón pagano en un sitio
secundario. Sin duda nunca terminarán las polémicas sobre la Tumba Apostólica y
menos todavía la Predicación Apostólica en Hispania, sin embargo con este pequeño
estudio he querido exponer algo tan conocido como desconocido como es la Tumba
Apostólica, su origen, su evolución hasta la actualidad, así como el tema de las
reliquias, pues pocos saben de la figura, por ejemplo, de Atia Moeta o que era lo que de
veras “descubrió” Teodomiro.
Lo que no podemos negar sin embargo es que la fe de Santiago, que es la fe de la
Iglesia, fue muy bien implantada en lo que es ahora España, dando grandes frutos a
pesar de aquellos que buscan hacer que desaparezca; y es ahora más que nunca cuando
debemos pedir a Santiago que cierre a los católicos españoles de todo aquello que busca
su perdición y su ayuda en el momento de cerrar con los enemigos de la Iglesia y de
Dios.
Bibliografía
Libros
GARCÍA COSTOYA, Carlos: El misterio del apóstol Santiago. Santa Perpètua de
Mogada, Barcelona: Plaza Janés, 2004. 272 p. ISBN 84-01-37883-4.
TORROBA, Felipe; DE QUIROS, Bernaldo: El Camino de Santiago: Retablo Estelar
del Apóstol. Oviedo: Grupo Editorial Asturiano (G.E.A.), 1993. 560 p. ISBN 84-88071-23.
Páginas Web
Arzobispado de Compostela
Página oficial: http://www.archicompostela.org/web/index_.htm
Página sobre la Catedral: http://www.archicompostela.org/web/catedral/movie.html
Artículos:
http://www.archicompostela.org/web/publicaciones/articulos/Estudios%20y%20Ocurre
ncias.pdf
http://www.archicompostela.org/web/publicaciones/articulos/Prisciliano%20y%20Santi
ago.pdf
La Reina Lupa
http://www.sangrial.com/pdf_files/lareinalupadeiria.pdf
Constitución Apostólica Deus Omnipotens
http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/23582843212570740987891/p000
0015.htm#I_22_
Los orígenes del culto a Santiago en España
http://www.satrapa1.com/articulos/media/santiago/santiago.htm
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