Tras la caída del muro de Berlín, que propició el

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Tras la caída del muro de Berlín, que propició el
desmoronamiento 'de los regímenes políticos de los países
del Este europeo y, por consiguiente, la desaparición de la
escisión ideológica Este-Oeste que atravesaba a la Sociedad
Internacional, tras la liquidación del conflicto del golfo
Pérsico en el que se detectó, por primera vez después de la
Segunda Guerra Mundial, un cierto consenso entre los
miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la
Organización de las Naciones Unidas (ONU), tras todos
estos acontecimientos, pudo pensarse de una manera ingenua que íbamos a asistir a la creación de un nuevo orden
mundial más democrático, que cuando menos repercutiría
positivamente en la solución pacífica de los posibles y
futuros conflictos que apareciesen en el mundo.
Desgraciadamente, no se distinguen en la escena internacional ni perfiles ni siluetas de este nuevo orden mundial y, al
menos hasta hoy, la idea de no recurrir al uso de la fuerza armada -y, por tanto, de solventar los conflictos sólo a través de
medios pacíficos- no se ve contrastada con la realidad actual.
En efecto, el año 1992 se ha visto y se ve presidido por
la presencia de un nuevo conflicto armado internacional
que, aparte de los consiguientes sufrimientos y pérdidas de
vidas humanas, tiene, entre otras cosas, la particularidad
de desarrollarse en una zona ubicada en el mundo civilizado,
en el ámbito geográfico europeo occidental que, después de
acabar la segunda conflagración mundial, se distinguió por
la ausencia de conflictos armados.
La «primera Yugoslavia » nació de los tratados de paz
de 1919-1920 y parecía tener por delante un futuro halagüeño debido, entre otros factores, a que croatas y serbios
utilizaban la misma lengua, que el esloveno era bastante
parecido y que tanto serbios como croatas y eslovenos se
mostraban felices por haberse sacudido de la dominación
austrohúngara y otomana. Sin embargo, las diferencias
entre las distintas nacionalidades eran muy acusadas. Los
croatas y los eslovenos, por ejemplo, se identificaban con
la Europa occidental: no en vano estaban muy unidos,
desde finales del siglo XIX, a las economías austríaca e
italiana, profesaban la religión católica y mostraban su
disconformidad con la dinastía serbia a la que consideraban opresora. Los serbios, en cambio, se sentían los sucesores del Imperio Otomán, tenían un desarrollo económico
inferior, practicaban la religión ortodoxa y oprimían a los
croatas (Jackson, 1991). Diferencias, en definitiva, que
quebraron el horizonte del pueblo yugoslavo.
Las causas de la disolución de la República
Socialista Federativa de Yugoslavia
Antes de citar las causas de la disolución, conviene
recordar que la «segunda Yugoslavia » nació como Estado
217
I
LA N UEVA EUROPA
después de la Segunda Guerra Mundial, bajo liderazgo
del mariscal Tito. Yugoslavia adoptó entonces la
forma de Estado federal, compuesto por seis repúblicas
(segú n las seis nacionalidades principales: croatas,
es lovenos, serbios, montenegrinos, musulmanes y
macedonios) y dos provincias autónomas dentro de
Serbia (Kosovo y Montenegro), y habitado además
por más de una docena de minorías nacionales de las
que la mayor parte vivían en Serbia. Ha conservado
su personalidad jurídica internacional, referida fundamentalmente al marco de las organizaciones internacionales, hasta el año 1992 1•
Las dimensiones de este trabajo no permiten
enumerar exhaustivamente las causas que han generado el actual conflicto yugos lavo. Se destacarán, por
consiguiente, las más importantes .
La muerte del mariscal Tito, acaecida en 1981,
provocó la reaparición de los nacionalismos, acallados durante casi cincuenta años, y la emergencia del
enfrentamiento entre serbios y croatas con la virulencia que ya lo caracterizaba tradicionalmente.
La heterogeneidad de la comunidad yugoslava proviene sobre todo de la presencia de tres religiones, dos
alfabetos, cinco lenguas oficiales y un desigual desarrollo económico entre las seis repúblicas y las dos provincias autónomas.
El sistema de autogestión,
"La CE reconoció a
elaborado en la época de Tito,
Eslovenia y Croacia,
arrojó como resultado en 1989
aunque sólo la
un 20% de la población en situación de paro estancado y con
primera cumplía las
propensión al aumento, una tasa
directrices
de inflación del 2.000% y una
requeridas al efecto"
deuda exterior cercana a los 17
mil millones de dólares.
La posición ideológica del
régimen yugoslavo en la escena internacional era,
como es bien sabido, la de liderar el bloque de los
países no alineados en la confrontación Este-Oeste.
La desaparición de la superpotencia que dominaba el
Este, es decir, la Unión Soviética, dejó a Yugoslavia
descolocada en el concierto internacional.
El abandono de los comunistas eslovenos del XN
Congreso de la Liga de los Comunistas, en enero de
1990, fue sin lugar a dudas una de las causas que
provocó el fracaso del Congreso. Esto, a su vez, significó
una importante pérdida de poder de esta instancia, que
había dominado la vida yugoslava de la postguerra, y
condujo a un considerable desprestigio -y consiguiente
desaparición- de las estructuras federales.
Las reformas liberales emprendidas por el pri-
218
mer ministro Ante Markovic debilitaron la posición
del Gobierno yugoslavo: para un sector de la población estas reformas parecían tímidas, mientras que,
para otro, eran las responsables de la desastrosa
situación económica en la que estaba inmerso el país.
El Ejército Federal Yugoslavo, fuertemente
ideologizado, no estaba dispuesto a renunciar a la
función capital que tenía encomendada, a saber la
defensa de la integridad territorial yugoslava, amenazada de secesionismo. Más bien, al contrario, tenía
que dar una respuesta contundente y rápida a esta
situación (Garde, 1992; Veiga, 1991; Stark, 1992;
Vila, 1988).
En mi opinión, puede afirmarse además que el
proceso de disolución del Estado se vió enormemente
acelerado cuando, el 25 de junio de 1991, Croacia y
Eslovenia procedieron, tras celebrar los respectivos
referéndum, a autoproclamarse Repúblicas independientes y soberanas, seguidas por Macedonia y BosniaHerzegovina 2 . Este paso se dió de forma unilateral y
en contra de las disposiciones constitucionales, ya
que la decisión no fue adoptada en el seno de los
órganos federales y alegaba el derecho a la
autodeterminación reconocido en la Constitución.
Secesiones unilaterales que tanto desde la Asamblea
como la Presidencia y Gobierno federales fueron
declaradas contrarias a la Constitución y, por tanto,
nulas y sin efecto. Estas decisiones, a su vez, no
fueron aceptadas ni por Eslovenia ni por Croacia y
dieron lugar a violentos enfrentamientos armados,
sobre todo en Croacia, y a la desoladora y
desgarradora situación que atraviesa actualmente
Bosnia-Herzegovina.
Creo además que uno de los factores que realmente han contribuido al estallido del conflicto
yugoslavo con toda su viru lencia tuvo lugar en diciembre de 1991, cuando la República Federal Alemana -de manera unilateral y adelantándose al gesto
de sus compañeros de viaje comunitarios- procedió
a l reconocimiento de Eslovenia y Croacia como Estados independientes. Conflicto armado que, por desgracia, no ha sido resuelto favorablemente en la
Conferencia de Paz sobre Yugoslavia, convocada en
Londres a partir del26 de agosto de 1992 yauspiciada por la Comunidad Europea (CE) y por la ONU.
La Comunidad Europea y el conflicto
yugoslavo
Ante la situación creada en junio de 1991 por
Eslovenia y Croacia, la Presidencia y el Gobierno de
Y UGOSLAVIA U N
Yu gos lav ia adopta n un a Reco mendaci ó n de la Comunid a d E ur o p ea p o r la que ace pt an la
inrernacionalización del conflicto a l objeto de so lu cio na r pa cífica mente el pro blema . Fruto de las negociac io nes e mpre ndid as e ntre la CE y Yugos lav ia es la
firma del Memorándum de Acuerdo del 7 de julio de
199 1, en la isla de Bri o ni.
En el M e mo rá ndum se seña la que «serán restablec idas de inm edi a to la integridad te rritori a l, la
so be ra nía y la personalidad jurídica inte rn ac io na l de
la Rep úbli ca Soc ia li sta Federativa de Yugos lav ia
(RSFY) y co n ese fin se rá n suspe ndidas, a más tardar
el 12 de junio de ] 99 ], toda s las le yes, los reg lam entos y med idas ado ptados po r la República de Eslovenia
y la República de C roacia , qu e esté n en pugna con el
rég ime n jur ídi co yugos la vo » (ONU, ] 992a) .
Croacia y Es loveni a, sin e mba rgo, no cumplieron con las es tipul ac io nes del Memo rá ndum . Ante
es ta situ ac ió n, la Co munida d Euro pea manifestó, en
la Declaración de La H aya, qu e no exa mina ría la
c ues ti ón del reco nocimiento de es tas re públi cas más
que a l fi na l del proceso de negociac ió n de la Co nferencia. Lord Carrin gto n, presidente de és ta última ,
declaró a l res pecto: «es ese ncia l qu e todas las partes
inreresadas pa rti cipen, de sue rte qu e se conciba un a
so lu ció n po lítica basada en la perspecti va del reco nocimie nto de todas las repúblicas qu e lo desean a l fin a l
del proceso de negoc iación desa rroll ado de buena fe »
(ONU, 1992b).
En es te o rd en de ideas, la Co mi sió n de Arbitraje l de la Co munidad Euro pea e mite su primer Dictamen (RG DIP, 1992), el 29 de nov iem bre de 1991 , en
el c ua l co nstata qu e la RSFY ha bía entrad o en un
claro proceso de disolución. Posteriorm ente, la CE y
sus Es tados mie mbros em iten, el 16 de diciembre de
199 \ , dos declaraciones (CE, 199 ] ), la primera relativ a a las directri ces qu e ha bría n de se r observadas
respecto a l reconocimiento de nu evos Es tad os en
Europa del Es te y la URSS, y la segu nd a so bre
Yugoslavia. En és ta se invita a todas las repúblicas a
que exp rese n, a ntes del 23 de dici em bre de 1991, su
deseo de ser reco nocida s como Es tados independi entes, siempre que c umpl a n determin ados req ui sitos. A
co ntinuac ió n, el Conse jo de la CE y o nce de sus
Es tad os m ie m bros reco noce n, el15 de enero de \ 992,
a Croacia y Es love ni a co mo Es ta dos inde pend ie ntes
y sobe ra nos" aunque C ro ac ia no c umpl ía con las
directri ces del Dictamen de la Co misión de Arbitraje
;] efectos de su reco noc imi e nto, ya que la ley constitucional del4 de di ciembre de ] 991 no se conformaba co n lo es tipula do so bre el de rec ho de las min o rías.
Fo co
DE G UERRA EN E UROPA
La CE deja ba momentá nemente de lado el reco nocimi ento de Bos nia- H e rzegovi na 5 y el de Macedonia, a
pesa r de que estas repúbli cas lo habían so licitado y
c umplía n con los c rite ri os recogid os en el Dicta men
de la Comi sió n de Arbitraje.
Se detecta e n es te punto un a conducta errá ti ca
de la Com unid ad Euro pea: la Declaración sobre
Yugos lav ia incita a las repúblicas a secesio narse de
Yugos lav ia, mientras qu e la Decl a rac ió n de La H aya
sostiene que el reco nocimiento de éstas no se estudi ará si no a l final del proceso de negociac ión de la
Co nfe rencia, el cua l no es taba ni mu c ho menos en su
fase final en el mo mento de la Decla rac ió n sob re
Yugos lavia. Puede afirmarse, po r ta nto, que la línea
de conducta de la Comunid ad Europea expe rim entó
un bru sco vi ra je. Si, has ta el otoño de 199], el
o bjeti vo fijado fue el res peto de la integ ridad territorial
de la RSFY , la CE preco niza, a continuación, un plan
de paz qu e se ba sa en la idea de forjar una Confederaci ó n de repúblicas sobera nas, que intenta reco ncilia r
las as pirac io nes de independencia con la deb ida
protecc ió n de los derec hos de las min o rías y que
señala un proceso negociador para cualquier mod ifi cación te rritorial. Es te cambio en la línea de conducta
comunitaria se ha deb ido a un a impos ici ó n de la
Repúbl ica Federal Alema na qu e se e nfre nta ba a la
posició n co mún de Francia y Reino Unido, qui e nes
defend ía n la tes is de res peta r el statu qUQ a nteri o r, es
decir, la no modificac ió n de las fronteras ex istentes.
En cualquier caso, y en base a l derec ho a la
a utod ete rmin ació n, la Comunidad Europea reco noció como Estados a Eslovenia y C roac ia, aunque sólo
la prime ra cumplía con las directrices requ e rid as al
efe cto . Pi enso qu e, a plica do a un supuesto como el
del Estado socia li sta federativo yugoslavo, de ma rc ada configuración plurin ac io nal , el a rgu mento del
derecho a la autodeterminación qu e ha servid o de
base a es te reco nocimie nto ha sido un e rro r en la
medida en que este in strum ento jurídico inte rn ac ional estaba pensado para se r utili zado res pecto de
territori os fideic o metidos y los no autónomos, y no
con relaci ó n a pueb los no sometidos a subyugació n,
domin ació n y exp lo tac ió n ex tranjera (ONU , 1960;
ONU, ] 970). En todo caso, si no ha si do un erro r, la
Comunidad Euro pea de bería de ha ber procedid o co n
much a más ca utela y precaució n, so pena de qu e la
utilizac ió n indebida o defectu osa del derecho a la
a uto determin ació n, ap licad o a Yugos lav ia, ge ne ra ra
a uto mática mente, co mo ha oc urrid o, situaci o nes
cl a ra mente inju stas. Así, po r ejempl o, en su seg und o
Dicta me n (RGDIP, ] 992, 1:266-267) dell1 de enero
219
LA N UEVA EUROPA
de 19 92 , la Co mi sió n de Arbitra je sostie ne qu e las
po bl ac io nes se rbi as qu e ha bitan en C roac ia y BosniaH erzegov in a no se beneficia ría n del derec ho a la
autodeterminac ió n pu esto qu e las fro nteras ex istentes en el mo mento de las dec la rac io nes de independencia no debía n se r modi ficadas, sa lvo ac uerd o
contra ri o entre los Es ta dos interesa dos . El Dicta men
decla ra qu e las poblac io nes ser bias de estas repúblicas
tie nen derecho a l reconocimiento de su identid ad y a l
res peto de los derec hos reconocidos a las min orías
po r las convencio nes intern ac io na les en vigo r.
Po r o tro lado, la a pli cación del principi o del uti
possidetis ju ris\ como criterio delimita do r pa ra fi ja r
las fro nte ras intern as entre Croacia y Serbi a y entre
ésta y Bosni a- He rzego vin a, fue esta blec ida po r el
terce r Dicta men emitido por la Co misió n de Arbitraje (RG DIP, 1992, 1 :267-269). En efecto, el Dic ta men
sosti ene, en primer luga r, q ue las fro nteras exteri o res
ha n de ser res peta das en cua lqui er caso, co nfo rm e a
la Reso lució n 2625 de la Asa mblea Ge nera l de la
ONU y a l Ac ta Fina l de Helsink i, sirviénd ose del
ar t.11 de la Con ve nción de Vie na del 23 de agos to de
1978 sob re la suces ió n de Estados en materi a de
tra tados 7 • Seña la, en segund o luga r, qu e úni camente
el mutu o ac uerd o pod ía modifi ca r las de m a rcac io n es e ntre
"Eslovellia,
C roac ia y Serb ia y entre ésta y
Croacia y BosniaBosni a, o entre Es tad os indepenHerzegovina han
di entes limítrofes . En terce r luga r,
modificado sus
el Dicta men a firm a qu e, en au se ncia de ac uerdo contra ri o, las
fronteras sin eL
líneas intern as de dema rcació n
consentimiento
adquiriría n nat ura leza de líneas
del antiguo
fronteri zas en base a la a plicació n
Gobiemo federal"
del principio utis possidetis juris,
ya qu e se tra ta de un p rinci pi o
ge nera l. Po r ú ltimo, el D icta men fij a qu e cua lquier
modi ficac ió n de fronteras y límites ex istentes, que se
obtenga a través de l uso de la fu erza a rm ada , no
producirá efecto jurídico a lgun o .
No creo q ue se pueda decir qu e los reco nocimientos como Es tados independientes -en mi opi nió n, efectu ados prema tura mente (C ha rpenti e r,
1992)- de a lgun os Es ta dos miembros de la antigua
Yugos lav ia haya n sido la úni ca ca usa de la cont ienda
bé lica. Pero, a mi modo de ve r, el confli cto esta ba
se rvido en ban deja des de el mi smo mo mento en qu e
la Repú blica Federa l Alema na dec ide unilatera lmente
proceder a l reconocimiento de Es loveni a y C roacia.
Co n ell o , a rras tra prim ero a los demás miem b ros de
la Co mun id ad Euro pea y luego a l resto de la co mu -
220
nidad intern ac io na l, has ta llega r - desp ués de a brir la
ca ja de Pa nd o ra- a l reconoc imien to de Bos ni aH erzegovi na, ya de por sí conflicti vo. Co nsidero qu e
la República Federa l Al emana pro pi ció, desde el
principi o, el reco noc imiento de los Estados eslovenos
y c r oa t as, a r g um e nt a nd o e l d e r ec h o a la
a utode terminac ión con el cl a ro ob jeti vo de hace r
desa pa rece r a la antigua Yugoslav ia del mapa. Y, a l
mi smo tiempo, nega ba la a plicac ió n de ta l derecho a
los ser bi os de Croacia y Es lovenia qu e re presenta ba n,
respecti va mente, el 12% y el 3 1 % de la pob lac ió n de
estas repúblicas y se o pon ía n a la diso lució n de
Yugos lav ia . Hubiera si do inge nu o pensa r qu e los
se rbi os de C ro ac ia iba n a ace pta r pacífi ca mente la
creació n de un Es tado croata , ya qu e en ell os a ún
pervivía el rec uerd o del Es tado c roa ta creado en
1941 po r los naz is, los cua les pusiero n a l frente de los
oustachis a Antó n Pave li c, res ponsa ble de un a ho rrible masac re contra los se rbi os . Un pensamiento
idéntico debía n tener los se rbi os de Bosnia, la cua l en
1941 fo rm a ba parte de l Es tad o croa ta, co n e l
ag rava nte de qu e los serbios bosnios te mía n q ue los
croa tas pudieran a lia rse con la po blac ió n musulmana bosni a (un 40% de la po bl ac ió n tota l) con el
o bj eti vo de crea r un Es tad o islá mico y a rrasa r a la
po bl ac ió n se rbi a .
Po r ot ro lad o, me pa rece cuesti ona bl e qu e, a l
a plica r el tlti possidetis juris, la CE uti lice las líneas
interi o res de la a nt igua Yugos lav ia como criteri o
pa ra esta blecer la dema rcac ió n de fro nteras de los
nuevos Es tad os. Es tas líneas fu ero n idea das por el
ma risca l T ito, de o ri ge n croa ta, co n el cla ro o bj eti vo
de obligar a los serb ios a vivir se para dos y di vidi dos
entre Croacia, M onteneg ro, Se rbi a y Bos ni a (de la
Go rce, 1992a) .
Considero además qu e la a plicación de dicho
criterio sup o ne ir en contra del prin cipi o sustentado
en la Confe rencia de Segur idad y Coo perac ió n en
Euro pa (CSCE) so bre la intan gib ilidad de las fro nteras en Euro pa, es dec ir, el ma ntenimiento del statu quo
sa lvo ac uerd o contra ri o entre los Es tados interesad os. Y, en este caso en co ncreto, las fro nteras internac io na les ha n sid o m od ifica das po r Es love ni a,
Croacia y Bosnia- Herzego vin a sin el conse ntimi ento
del a ntiguo Go biern o federa l yugos lavo.
Pers pectivas a co rto plazo
El futur o próx imo di fícilmente pu ede ser pos iti vo si considera mos un a seri e de facto res. En primer
luga r, la actu a l situac ión intern a se rbi a es preocupante
Y UGOSLAVIA U N
y podría conducir al desencadenamiento de una
guerra civi l, no sólo porque los serbios podrían
pensar que son los únicos culpables de la disolución
de la antigua Yugoslavia -la ONU no ha impuesto
sanciones más que a ellos- sino también porque ya se
han detectado disensiones entre los diferentes partidos políticos de oposición. Así, mientras que el
partido demócrata liderado por Micunovic ha adoptado una postura moderada, el partido co nservador
serbio, dirigido por Draskovic, reivindica todos los
territorios en los que viven los serbios. El partido
radical serbio y su jefe Sesej mantienen, por su parte,
una postura más derechista aún que el anterior.
Asimismo es evidente el enfrentamiento entre
Dobrica Cosic, presidente de la Repúb lica Federal
Yugoslava (co mpuesta por Serbia y Montenegro),
aliado a Milan Panic, presidente del Gobierno, y
Milosevic, presidente de la república de Serbia. Los
diputados afines a Milosevic, que gozan de la mayoría en el Pa rl amento serbio, quieren destituir al
presidente Panic, defensor de tesis mucho más moderadas que los partidarios de Milosevic, adalid de la
creación de la gran Serbia. Por añad idura, la situación económica en Serbia se ha deteriorado enormemente, en parte por las sanc iones impuestas: en
mayo, los precios de los alimentos habían aume ntado
un 80 % , la producción había disminuido un 25% en
un Ú 10 y no se produce más que un 20% del petróleo
que se consume (Lutard, 1992) .
Por otro lado, se puede criticar a los Estados
miembros de la CE por conceder un reconocimiento
internacional a Croacia en contra de las directrices
estipu ladas en el Dictamen de la Comisión de Arbitraje. El carácter democrático del regimen establecido en Croacia es, en efecto, más que dudoso y no se
distingue, desde luego, por el escrupul oso respeto de
las minorías. Así, por ejemplo, la ciudadanía corresponde teóricamente a l «pueblo croata » ya los integrantes de otros pueblos y minorías residentes en
Croacia. Sin embargo, la ciudadanía no se concede
automáticamente más que a los primeros y a los hijos
de aque ll os que fueron censados en 1947. Los demás
tienen que responder, para conseguirla, a un cuesti onario donde se interroga sobre la religión profesada
o las actividades desempeñadas, preguntas claramente
discriminatorias
que
determinan
discrecionalmente la obtención o no de la Ciudadanía
(Marcovici, 1991/92).
Conviene recordar que, tras el reconocimiento
internacional, el presidente croata Franjo Tudjman
ha despojado al Parlamento de su s competencias
Foco DE
G UERRA EN EUROPA
para apropiárselas. Por otro lado, Mate Boban, croata
radical del partido Comunidad Democrática Croata
(HOZ) de Bosnia, sueña con la creación de una gran
Croacia, a semejanza del Estado croata creado por
los nazis (Samary, 1992), donde só lo podrán vivir los
c roatas procedentes de una limpieza étnica previa. El
sueño de Boban es la creación de una nación-Estado
químicamente pura, con una comunidad
homogeneizada. Se trata, en definitiva, del nacionalismo llevado a su concepción más radical, según la
cual toda nación tiene derecho a ser un Estado, del
que quedarían excluídas las etnias que no se identifiquen con aquella. Pretensión, en definitiva, «acorde
con los planteamientos y esquemas más democráticos » y, en el fondo, comp letamente irreal, si se tiene
en cuenta además que la tercera parte del territorio
croata está actualmente bajo control de los serbios de
Croacia, que han proclamado la república serbia de
Krajina.
Pero es en Bosnia-Herzegovina donde, tal como
era de prever, la conflictividad ha alcanzado mayor
dramatismo, entre otras razones por el carácter popular que ha adquirido la guerra, porel enfrentamiento
entre religiones y por la evidente implicación de
países musulmanes, además de Serbia y Croacia (de
la Gorce, 1992b).
Tampoco puede afirmarse de momento que las
perspectivas de paci ficación de la antigua Yugoslavia
sean muy halagüeñas, a pesar del incansable y meri torio esfuerzo mediador de la ONU y de la Comunidad
Europea en el seno de la Conferencia de Paz. En
efecto, si bien la presencia en ésta de los representantes
de las seis antiguas repúblicas yugoslavas, más los
dos representantes de los croatas y de los serbi os de
Bosnia, es un hecho positivo, las partes interesadas se
han opuesto frontalmente desde el mismo inicio de la
conferencia 8 •
Así el presidente de los serbios de BosniaHerzegovina pretende que ésta sea dividida en tres
Estados, uno serbio, uno croata y uno de inspiración
islámica 9 • Esta tesis, que cuenta con el beneplácito de
los croatas bosnios y de los presidentes de Croacia y
Serbia, se enfrenta a la posición del presidente bosnio,
Alia Izetbegovic. Este se muestra firme defensor de la
integridad territorial de Bosnia, ya que ha sido reconocida internacionalmente como Estado y que,
por tanto, no puede haber lugar a un proceso de
disolución. Es, en mi opinión, un dato revelador al
efecto que aproximadamente 70 % del territorio
bosnio está contro lado, en estos momentos, por los
serbios que lidera Radován Karadzic. Por otro lado,
221
I
LA N UEVA EUROPA
el presidente de Serbia, apoyado por el antiguo
Ejército Federal Yugoslavo, quisiera conseguir el
reconocimiento como límites fronterizos de la «Gran
Serbia » de todos los territorios conquistados por
ellos, es decir, el 70 % del territorio de Bosnia y e l
20% del territorio de Croacia.
Desgraciadamente, la característica dominante
-que esperemos se invierta en e l futuro- en todo e l
proceso negociador es la falta de voluntad política de
pacificación de los representantes de las partes interesadas, lo cual impide alcanzar resultados positivos.
Esta ausencia de voluntad política negociadora es la
que ya detectó Lord Carrington cuando, tra s un año
de violaciones sistemáticas de los a ltos el fuego - más
de una docena- decretados bajo los auspicios de la
CE, declaraba que: «uno no puede seg uir negociando
treguas que nadie quiere cump li p > y añadía que «si
bien respecto de los campos de detención, los serbios
son los más culpables, las limpiezas étnicas tenían lugar
en todas partes ya que, en ocasiones, han sido los
musulmanes los que las han provocado y hay pruebas
de ell o. De la misma forma que los croatas han
permanecido tranquilos porque la presión se eje rcía
sobre los serbios, y para a lgunos se extiende a los
musulmanes, sin embargo ell os
mismos se han adueñado de gran
"Este conflicto ha
parte de Bosnia» (El País,
15.08.92). Quizás fuese este pesipuesto de manifiesto
mismo que embargaba a Lord
la no operatividad
Carrington el motivo que le indujo
de la Conferencia de
a presentar su dimisión irrevocaSeguridad y
ble, como mediador del conflicto, justo un día antes de que se
Cooperación en
inaugurase la Conferencia de Paz.
Europa"
Ausencia de vo luntad política
negociadora que sigue presente,
como lo refleja la actitud adoptada por el líder de los
serbios de Bosnia, quien además de rechazar el plan
de paz y la nueva Constitución para Bosnia, elaborada por David Owen y Cyrus Vance, abandonó la
Conferencia el 3 de noviembre de 1992 (10).
Consideraciones finales
La desaparición de la República Socialista
Federativa de Yugoslavia, resultante de la extinción
de su personalidad júridica internacional, y el nacimiento de nuevos Estados, no han sido el resultado de
una transición pacífica, sino que, por el contrario,
son la causa de la situación sangrienta que padecen
actualmente las diferentes nacionalidades de la anti-
222
gua Yugoslavia. Por su inutilidad, no sería deseable
que el proceso negociador llegase a la solución final
de escindir la antigua Yugoslavia en dos grandes
áreas de influencia: una, occidental, catól ica y bajo
protección de la locomotora a lemana, y la otra,
oriental, bajo influencia de Turquía, ocu ltando de
momento los intereses estratégicos norteamericanos
y sacrificando a los serbios (Palau, 1992).
El mosaico plurinacional que, durante décadas,
nos ha mostrado Yugoslavia con sus culturas diversas, religiones distintas y alfabetos diferentes, ha sido
posible g racias a un proyecto común, presente en la
comunidad yugoslava. El egoismo exacerbado de los
nacionalismos, potenciado por los dirigentes políti cos, ha sido la principal causa de la eclosión del
enfrentamiento actual. De ahí que, en mi opinión, el
intento de ap li car a Estados de composición
plurinacional el principio del derecho a la
autodeterminac ión puede ser, además de inadecua do, enormemente peligroso, ya que se sabe dónde se
emp ieza pero nunca cuándo se acaba, y puede dar
luga r a que se reproduzca en esos Estados la dramática si tu ación por la que hoy atraviesa la antigua
Yugoslavia. Esto se ap lica aún más a l caso de aquell os Estados de derecho cuyas Constituciones no
contemp lan e l ejercicio del derecho a la
autodeterminación: es necesario denunciar la práctica de representantes políticos de a lgunas nacionalidades que consiste en amenazar con ejercitar tal
derecho - esgrimiendo el falso argumento de que «la
baraja constitucional » que no lo contempla está
marcada y que, por tanto, ellos se retiran del juego
democrático-, pues en verdad lo que existe son
«ta hures del juego » y no una «baraja constitucional »
trucada.
Se ha intentado resolver el conflicto yugoslavo
-que, en mi opinión, dejará de ser regional y desbor dará e l continente europeo si no se resuelven adecuadamente sus consecuencias- desde organizaciones
internacionales europeas o desde instancias europeas
principalmente, que no son las adecuadas o que no
disponen de los medios necesarios para alcanzar una
so lución pacífica. Así, por ejemplo, este conflicto ha
puesto en evidencia la no operatividad de la CSCE,
no sólo porque e l Com ité de Altos Funcionarios, que
ha mantenido reuniones mensuales desde el mes de
enero de 1991, se ha limitado a recordar los principios contenidos en la Carta de París, del 2 I de
noviembre de 1990, sino también porque el Centro
de Prevención de Conflictos es un órgano meramente
técnico, cuya función es observar, recoger datos y
Y UGOSLAVIA U N
poca cosa más (Moreau, 1992). H as ta el momento,
también se detecta la dificultad con la que se encuentra n los doce soc ios comunitarios para definir y
ejec uta r políticas comunes so bre política exterior y
de seguridad (Abe llá n, 1992) . Este hec ho se ha puesto
claramente de ma nifiesto en la acc ió n unil a teral
emp rendid a po r la República Federal Alemana, que
se desmarcó primero de los demás socios comu nitarios para después a rras tra rl os a su posición, y procedió
a reconocimientos, en mi o pinió n prematuros, que
puede n ir en contra de esa idea ta n a nsiada mente
a nhelada desde hace varias déca das de construir una
Eur o pa federal. Además, aparte de que lo considero
no ap ro pi ado, el criterio inspirado r de la Co munidad
Europea, a limenta do desde la Co misió n de Arbitraje,
de utili zar el principi o del uti possidetis ;uris para
proceder a la demarcación de fronteras internacionales
entre los nu evos Es tados, ha conducid o en la práctica,
a l menos has ta hoy, a l traslado fo rzoso y cru el de
poblaciones enteras y a las limpiezas étnicas.
La labor mediadora de pacificac ió n qu e se está
ll eva ndo a ca bo, bajo los a uspicios de las Naciones
Unidas y de la Co munidad Europea , es ciertamente
meritoria pero desgra ciadamente in suficiente: mientras los represe nta ntes políticos de las diferentes
partes en conflicto no demuestren una auténtica
vo lunta d po lítica de resolverlo, la pacificación no
podrá ser alca nza da, máx ime si tenemos en cuenta
que, en el act ua l Derecho Internaciona l positivo, la
ob li gac ió n que incumbe a los Estados es de co mportam iento y no de resultad o (Sáe nz de Santamaría,
1992).
Foco
DE G UERRA EN EUROPA
Ya que han sid o efectuados los reconocimientos
intern acio nal es y es prác tica mente imposible dar
marcha atrás, creo que el fin al que se debe as pirar no
debe se r la creación, desde la idea étn ica , de Estadosnación considerados aisladamente. M ás bien, conve ndría que las nu evas repúbli cas, desde el respeto a
sus persona lidades intern ac ional es se convenzan de
la necesi dad de proceder a po ner en co mún determi na dos asu ntos o materias, tales como defe nsa, política ex terior, etc., pa ra que, entre ellas, se ge nere una
superestructura de nat ura leza co nfede ra l qu e haga
resurgir de nuevo el proyecto co mún yugos lavo. En
este sentido, la supervivencia de los nuevos Es tados
dependerá de ese grado de unió n, de so lida rid ad, que
se establezca entre e llos . En caso co ntra ri o, di fíc il mente tienen asegurad a su supervivencia como Es tados, a pa rte de que su posible futuro sería el de llegar
a convertirse en «nuevas colonias», pero a hora bajo
la égida de la Co munidad Europea.
Fin a lmente, la Conferencia de Paz no sólo se ha
de ocupar de los conflictos presentes, sino que habrá
de rea liza r un eno rme esfuerzo de imaginació n a fin
de bu sca r criterios que permitan resolver satisfactoriamente problemas potenciales con los que se va a
encontrar, tales como el de Kosovo, regió n a utónoma administrada po r Serbia pero con pobl ació n
ma yo rita ri a mente a lba nesa, o el de Vojvodina con
ma yo ría de población húnga ra y musulma na. Sólo en
esta med ida no se ge nera rá otro avispero que podría
hacer esta ll a r todo el po lvorín de los Balcanes, en que
se verían directam ente envueltos países como Albania , Bulga ri a, Hun gría, Grecia y Turquía.
223
LA N UEVA EUROPA
Notas
1. A través de su Resolución 47/1 (24.09.92) Y
haciendo suya la Recomendación emitida por el
Consejo de Seguridad 777 (22 .0 9.92), la Asamblea
General de la ONU ha considerado que la República
Federativa de Yugoslavia (Serbia y Montenegro) no
asumía automáticamente el lugar de la antigua República Socialista de Yugoslavia, debido a su no
aceptación general. Esta, por lo tanto, dejaba de
participar en los trabajos de la Asamblea y debía de
solicitar su admisión como miembro de la ONU. Por
otro lado, el Dictamen n08 (04.07.92), emitido por la
Comisión de Arbitraje de la Comunidad Europea, ha
considerado que el proceso de disolución de la Re pública Socialista Federativa de Yugoslavia había
concluido, por lo cual era necesario constatar que
había dejado de existir.
2. Tras el referéndum del 23.12.90, Eslovenia
declara su independencia el 25.06.91. Igualmente
Croacia, tras el referéndum del 19.05.91, proClama
su independencia el 25.06.91., confirmándo la el
08.10.91. Macedonia, por su parte, que había ce lebrado su referéndum en septiembre de 1992, asp iraba a convertirse en Estado independiente pero dentro
de una asociación de Estados soberanos . Hasta la
fecha, sólo ha sido reconocida internacionalmente
por Bulgaria, Turquía, Eslovenia, BosniaHerzegovina, Lituania, Fi lipin as y la Federación Rusa .
Finalmente, tras el referéndum del 29.02.91, BosniaHerzegovina se proclama Estado independiente
(14.08.91), pero la comunidad serbia de Bosnia no
reconoce la validez de la declaración de soberanía del
Parlamento.
3. La Comisión de Arbitraje es un órgano consultivo de la Comunidad Europea, creado en el seno
de la Conferencia de La Haya para la pacificación de
Yugoslavia, formada por los cinco presidentes de los
Tribunales Constitucionales de Francia, RFA, Reino
Unido, Italia y España (Boletín de las Comunidades
Europeas 1991, 7/8:119)
4. Previamente, Eslovenia y Croacia habían sido
reconocidas a nivel internacional como Esta dos soberanos por Austria, Finlandia, Suiza y la Santa Sede.
5. Bosnia-Herzegovina fue reconocida como
Estado por la Comunidad Europea y por los Estados
miembros, el 06.04.92. Macedonia aún no lo ha sido
224
por el veto de Grecia. Por otra parte, Eslovenia,
Croacia y Bosnia-Herzegovina ingresaron como
miembros de la ONU, el 22.05.92.
6. El uti possidetis ;uris es la fórmula diplomática utilizada en los acuerdos internacionales para
indicar que se aceptan como fronteras de un Estado
los antiguos límites existentes antes de la proclamación de independencia.
7. Artículo 11 de la Convención de Viena sobre
Sucesión de Estados en materia de tratados internacion a les:
« Regímenes de frontera: una sucesión de Estados no afectará de por sí a) a una frontera establecida
por un tratado, ni b) a las obl igaciones y los derechos
establecidos por un tratado y que se refieran al
régimen de una frontera " .
8. Así, a título de ejemplo, el presidente de
Bosnia-Herzegovina, Alia Izetbegovic, declaraba a
su llegada a Londres: «No vengo a negociar, sino a
explicar que Bosnia-Herzegovina es víctima de una
agresión » (E l Mundo, 26.08.92). La animadversión
germana contra los serbios también es patente, como
lo demuestran las declaraciones del ministro a lemán
de Asuntos Exteriores, Klaus Kinkel: «El objetivo de
esta conferencia tiene que ser aislar a Serbia yextremar las sanciones contra ella » (E l Mundo, 27 .08.92) .
9. Radovan Karadzic aseguraba que <da salvación pasa por la formación en Bosnia de una federación de tres Estados » (E l Mundo, 26.08.92).
10. Es te plan consistía en mantener a Bosnia
como Estado unitario, integrado por diez provincias
dotadas de un amp li o margen de competencias, al
frente de las cua les se situaría el Consejo Presidencial
de la República, compuesto por los gobernadores de
las diez provincias, en el que la presidencia sería
rotativa (La Vanguardia, 29.10.92).
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