Actualización: VIRUS DE LA GRIPE A (H1NI) INTRODUCCIÓN: Entre finales de marzo y principios de abril de 2009 se detectó una infección por virus de la gripe A H1N1 en Méjico, extendiéndose rápidamente a toda la comunidad internacional favorecido por los viajes en avión. El 11 de junio de 2009 la Organización Mundial de la Salud elevó el nivel de alerta pandémica al máximo (nivel 6, ver apéndice final). VIROLOGÍA: El Virus de la gripe A 2009 no se había detectado antes aunque la mayoría de los segmentos de genes que contiene son similares a previos de virus influenza aislados. Es una reagrupación de 4 cadenas: 2 provenientes del cerdo, una humana y una aviar (la procedente del cerdo aporta la mayoría de secuencia genética y uno de los influenza virus que ha “donado” parte de su carga se piensa que es derivado del virus que causó la pandemia de 1918). Sin embargo no se ha detectado ningún hallazgo conocido que pueda explicar la mayor trasmisibilidad del virus. EPIDEMIOLOGÍA Aproximadamente el 99% de los casos actuales de gripe en Norteamérica y Europa son producidos por el virus pandémico H1N1. Es también el principal influenza-virus circulante en norte y este de África y en el oeste de África comparte protagonismo con el virus estacional H3N2. La actividad del virus está decreciendo en la mayoría de países si bien sigue habiendo una tasa al alza en países del sudeste y centro de Europa así como en el sur y centro de Asia. En la mayoría de los países de América del Sur está también declinando su actividad. Desde Julio de 2009 la OMS dejó de censar los casos ante su elevado número. La tasa de infección en EE.UU. ha sido mayor en individuos < 24años (casi la mitad). La explicación de que las tasas de infección sean inferiores en personas de más edad posiblemente se debe a la existencia de inmunidad preexistente contra influenza virus antigénicamente similares que circularon antes de 1957. Morbilidad y mortalidad: Aproximadamente ha habido 13000 muertes confirmadas por virus H1N1 si bien las tasas son mucho mayores en realidad. En EE.UU el porcentaje de casos confirmados que han sido hospitalizados ha sido entre 2-5%, y contando que la mayoría de casos leves no se confirman la verdadera tasa está en torno al 0.3% de hospitalización (normalmente por neumonía o deshidratación) y la mortalidad cercana al 2 por cada 1000 pacientes aquejados de Gripe A (en nuestro medio). Por otra parte, es señalable que la mayor tasa de hospitalización se ha dado en niños menores de 1 año (particularmente menores de 2 meses) mientras que la mayor tasa de mortalidad se ha dado en mayores de 65 años. Grupos de riesgo (importante): LOS MISMOS QUE GRIPE ESTACIONAL. Escribo los más importantes por frecuencia (ver las indicaciones de tratamiento y vacunación). - Enfermedad pulmonar crónica (el más importante con casi el 40%) Inmunodeprimidos Enfermedad cardiaca Embarazo (particularmente en 2 y 3 trimestre) Diabetes mellitus Obesidad Trasmisión: Similar al influenza virus estacional, a través de secreciones respiratorias es lo más frecuente o a través de superficies contaminadas con secreciones respiratorias. El período de incubación es de unos 2 días y el tiempo de infectividad comienza 1 día antes del comienzo de los síntomas y puede durar hasta 1 semana después (la media es de 3 días)(normalmente hasta la desaparición de la fiebre). MANIFESTACIONES CLÍNICAS: Similares a la de la gripe estacional. Las manifestaciones gastrointestinales son más frecuentes en la nueva gripe, elemento distintivo. Aparte se ha documentado una severidad menor que la de 1918 pero en general mayor número de complicaciones respecto a las habituales estacionales, tales como neumonía, insuficiencia respiratoria, síndrome de distress respiratorio y shock séptico. Por otra parte la sobreinfección bacteriana, como complicación frecuente de cualquier gripe, se ha detectado en individuos más jóvenes (20 – 60 años) respecto a la habitual (>65 años). HALLAZGOS DE LABORATORIO La linfopenia (relativa sin leucopenia o no) es el hallazgo más frecuente. Otros, por orden de frecuencia son: 1) elevación de transaminasas (45%), anemia (37%), leucopenia (20%) y leucocitosis (18%). DIAGNÓSTICO ¿A QUIÉN?: - A pacientes hospitalizados, incluido embarazadas con sospecha de Gripe A. Pacientes en los que el diagnóstico puede afectar a decisiones en el cuidado sanitario, control de la infección o manejo de los casos fuentes. Autopsias en pacientes con sospecha de Gripe A. TOMA DE MUESTRAS: Se coge una muestra del aparato respiratorio superior o inferior tal como: aspirado o lavado nasal, aspirado nasofaríngeo o broncoalveolar en intubados y lavado broncoalveolar. TEST: El más sensible y específico es la PCR de RNA viral o el cultivo de virus (este último mucho más lento). De elección en personas ingresadas, embarazadas e inmunodeprimidos. Otros como la detección de Ag y la inmufluorescencia tienen menos sensibilidad y especificidad. TRATAMIENTO Los inhibidores de la neuraminidasa (oseltamivir y zanamivir) han demostrado disminuri la severidad, mortalidad y duración de la clínica. No deben utilizarse los derivados amantadínicos por resistencia. INDICACIONES DE TRATAMIENTO: En general las personas con sospecha o confirmación de gripe A predispuestas: 1) Clínica que requiera hospitalización. 2) Factores de riesgo para complicaciones: a) Niños menos de 5 años (particularmente < 2ª) b) > 65 años. c) Embarazadas y en el postparto inmediato. d) Individuos con factores predisponentes (ver indicaciones de vacunación). El tratamiento debe iniciarse en las 48 horas iniciales tras el comienzo de los síntomas, con una duración de 5 días. INDICACIONES DE LA VACUNACIÓN DEL VIRUS H1N1 (IMPORTANTE). Mujeres embarazadas Trabajadores socio-sanitarios o Todos los trabajadores de los centros sanitarios, tanto de atención primaria como hospitalaria, pública y privada. o Personal empleado en residencias de la tercera edad y en centros de atención a enfermos crónicos que tengan contacto continúo con personas vulnerables. Personas que trabajan en servicios públicos esenciales o Fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, con dependencia nacional, autonómica o local. o Bomberos. o Servicios de protección civil. o Personas que trabajan en los teléfonos de los servicios de emergencias sanitarias. o Trabajadores de instituciones penitenciarias y de otros centros de internamiento por resolución judicial. Personas mayores de 6 meses de edad que, por presentar una condición clínica especial, tienen un mayor riesgo de complicaciones derivadas de la infección por el virus pandémico (H1N1) 2009. Estas condiciones clínicas son: o Enfermedades cardiovasculares crónicas (excluyendo la hipertensión). o Enfermedades respiratorias crónicas (incluyendo displasia bronco-pulmonar, fibrosis quística y asma moderada-grave persistente). o Diabetes mellitus tipo I y tipo II con tratamiento farmacológico. o Insuficiencia renal moderada-grave. o Hemoglobinopatías y anemias moderadas-graves. o Falta de bazo. o Enfermedad hepática crónica avanzada. o Enfermedades neuromusculares graves. o Pacientes con inmunosupresión (incluyendo la originada por infección por VIH, o por fármacos, o en los receptores de trasplantes). o Obesidad mórbida (índice de masa corporal igual o superior a 40). o Personas menores de 18 años, que reciben tratamiento prolongado con ácido acetilsalicílico, por la posibilidad de desarrollar un síndrome de Reye. Apéndice: FASES EPIDEMIOLÓGICAS DE ALERTA DE PANDEMIA Fase 1 no hay entre los animales virus circulantes que hayan causado infecciones humanas. La fase 2 se caracteriza por la circulación entre los animales domésticos o salvajes de un virus gripal animal que ha causado infecciones humanas, por lo que se considera una posible amenaza de pandemia. La fase 3 se caracteriza por la existencia de un virus gripal animal o un virus reagrupado humano-animal que ha causado casos esporádicos o pequeños conglomerados de casos humanos, pero no ha ocasionado una transmisión de persona a persona suficiente para mantener brotes a nivel comunitario. La transmisión limitada de persona a persona puede producirse en algunas circunstancias como, por ejemplo, cuando hay un contacto íntimo entre una persona infectada y un cuidador que carezca de protección. Sin embargo, la transmisión limitada en estas circunstancias restringidas no indica que el virus haya adquirido el nivel de transmisibilidad de persona a persona necesario para causar una pandemia. La fase 4 se caracteriza por la transmisión comprobada de persona a persona de un virus animal o un virus reagrupado humano-animal capaz de causar "brotes a nivel comunitario". La capacidad de causar brotes sostenidos en una comunidad señala un importante aumento del riesgo de pandemia. Todo país que sospeche o haya comprobado un evento de este tipo debe consultar urgentemente con la OMS a fin de que se pueda realizar una evaluación conjunta de la situación y el país afectado pueda decidir si se justifica la puesta en marcha de una operación de contención rápida de la pandemia. La fase 4 señala un importante aumento del riesgo de pandemia, pero no significa necesariamente que se vaya a producir una pandemia. La fase 5 se caracteriza por la propagación del virus de persona a persona al menos en dos países de una región de la OMS. Aunque la mayoría de los países no estarán afectados en esta fase, la declaración de la fase 5 es un indicio claro de la inminencia de una pandemia y de que queda poco tiempo para organizar, comunicar y poner en práctica las medidas de mitigación planificadas. La fase 6, es decir la fase pandémica, se caracteriza por los criterios que definen la fase 5, acompañados de la aparición de brotes comunitarios en al menos un tercer país de una región distinta. La declaración de esta fase indica que está en marcha una pandemia mundial.