EL QUÉ, CÓMO Y PARA QUÉ DE UN CONCEPTO JURÍDICO INDETERMINADO DEL IMPUESTO SOBRE LA RENTA 1 Texto 2 Orden jurídico Discrecionalidad administrativa y judicial Principios Derechos y garantías 2 4 7 10 Interpretación constructiva Ponderación de principios Ley Subprincipios Fórmula Cargas de argumentación Normas de textura abierta Hechos y Derecho, matrimonio indisoluble 13 18 19 20 22 23 24 26 Conceptos jurídicos indeterminados Lenguaje 28 35 Interpretación de los hechos Razonamiento inductivo sentido amplio Probabilidad Cargas probatorias en el caso concreto Contribuyente Autoridad fiscal Tribunal contencioso administrativo 39 41 46 51 52 54 55 Considerandos Define concepto jurídico indeterminado, síntesis Diagrama de corrección argumentativa Texto íntegro del considerando Sexto 56 57 59 60 Tesis 70 Bibliografía 73 El qué, cómo y para qué de un concepto jurídico indeterminado del Impuesto sobre la Renta Jean Claude Tron Petit 1 Los conceptos jurídicos indeterminados, también conocidos como normas de textura abierta, son aquellas reglas en que el señalamiento de los elementos del supuesto de hecho tiene la nota de vaguedad o ambigüedad. Un ejemplo claro es el artículo 25 del Reglamento de la Ley del Impuesto sobre la Renta (vigente en 1 Magistrado en el Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito 1 1997) que fue objeto de análisis y connotación en el recurso de revisión 49/2005 resuelto en la sesión del el día trece de abril de dos mil cinco por el Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito. Texto Artículo 25. Las pérdidas por créditos incobrables señaladas en la fracción XVII del artículo 24 de la Ley, se deducirán en el ejercicio en que se consuma la prescripción en los términos de las leyes aplicables o se dé la notoria imposibilidad práctica de cobro. Se considera que existe notoria imposibilidad práctica de cobro de un crédito, entre otros en los siguientes casos: Cuando el deudor no tenga bienes embargables. Cuando el deudor haya fallecido o desaparecido sin dejar bienes a su nombre. Cuando se trate de crédito cuya suerte principal al día de su vencimiento no exceda el equivalente a 60 veces el salario mínimo general del área geográfica correspondiente al Distrito Federal y no se hubiera logrado el cobro dentro de los dos años siguientes a su vencimiento. Cuando se compruebe que el deudor ha sido declarado en quiebra, concurso o en suspensión de pagos. En el primer supuesto, debe existir sentencia que declare concluida la quiebra por pago concursal o por falta de activo. En el caso señalado en la fracción III, la deducción procederá en el ejercicio en el que se cumpla el plazo a que la misma se refiere. En todos los casos, el saldo de cada cuenta considerada como crédito incobrable deberá quedar registrado en contabilidad con ‘importe de un peso’, que por un plazo mínimo de cinco años y conservarse la documentación que demuestre el origen del crédito’. (El texto de este numeral actualmente se reproduce, esencialmente, en el artículo 31, fracción XVI, de la Ley del Impuesto sobre la Renta) Orden jurídico En la cultura jurídica muy tradicional —diría, ya superada y trasnochada, pero que mayoritariamente es la que todavía se enseña en las escuelas mexicanas de Derecho— el orden jurídico se compone sólo de reglas. Tales son los postulados de Kelsen quien alude a normas de: a) forma, organización y actuación y las de: b) fondo, materiales o sustantivas, e incluso propone niveles jerárquicos. Hart las distingue en: a) primarias, por que: imponen deberes (sea a los súbditos o funcionarios) y regulan acciones físicas o acciones de individuos con fuerza 2 compulsiva; y, b) secundarias, en tanto que: i) prevén actos normativos (reglas de reconocimiento que identifican y establecen requisitos de las normas que pertenecen al sistema); ii) permiten dinamizar el ordenamiento indicando los procedimientos para que las reglas primarias cambien (reglas de cambio); o, iii) confieren poderes a las autoridades, especialmente competencia a los jueces para establecer en ocasiones particulares si se ha infringido o no una regla primaria (reglas de adjudicación). Algunos otros autores como Nieto, distingue las terciarias que establecen reglas de procedimiento y competencia para asegurar la ejecución de las consecuencias —análogas a las secundarias de adjudicación de Hart o formales de Kelsen—. Sin embargo, actualmente es muy aceptado el planteamiento de Dworkin y otros autores como Alexy, en el sentido que el orden jurídico se integra por: valores, directrices, principios, subprincipios y reglas. Y este enfoque es el que nos permite entender y explicar lo que sucede y como opera el sistema constitucional donde encontramos que el texto y la jurisprudencia que lo complementa, debe hacer uso y da cuenta de todos estos elementos que aparecen en el siguiente esquema: Los valores son conceptos de naturaleza y nivel axiológico —lo bueno o ideal— y antropológico —voluntad, interés, necesidad, decisión y acción—. 3 Discrecionalidad administrativa y judicial La potestad que la ley confiere a las autoridades siempre articula habilitacionesmandatos de carácter finalista dirigidos a la realización del interés general, a cuyo servicio esta vinculada y orientada la actividad administrativa. El grado de vinculación o libertad que la norma habilitante confiere a las autoridades determina que sus facultades se consideren regladas o discrecionales. Es así que, en un extremo, la norma reguladora de la actuación de la autoridad la delimita de forma tan estricta y cerrada que implica un automatismo autoaplicativo donde sólo debe verificar la existencia de una situación objetiva y esta obligada a decretar las consecuencias que de la norma se deducen2. Concerniente a la discrecionalidad, «es el caballo de Troya dentro del Estado de Derecho» según Hans Huber. 3 Abundando sobre el tema, dice Alessi: 4 … discrecionalidad es el margen de apreciación del interés público concreto, a fin de decidir sobre la oportunidad de actuar o sobre el contenido de la actividad, margen que tiene la Administración en caso de que los límites establecidos por la ley o la potestad de actuar conferida a aquella sean imprecisos, es decir, señalados por determinaciones imprecisas del interés público. Se trata, pues, de un margen de libertad más o menos limitada, de apreciar cual es el interés público concreto suficiente para justificar la acción conforme a criterios de oportunidad práctica, dentro de los límites del mínimo señalado por la ley. La discrecionalidad, por lo tanto, se exterioriza, necesaria y únicamente en la apreciación comparativa de un interés público y de una forma de actividad como medio adecuado para su satisfacción. En este orden de ideas se reconoce en la teoría del Derecho la posibilidad de grados en la discrecionalidad. Es así que se tiene: 2 Gallego Anabitarte Alfredo y Menéndez Rexach Ángel (2001): Acto y Procedimiento Administrativo, Madrid, Marcial Pons Ediciones Jurídicas, S. A., p. 84 3 García de Enterría y Fernández Tomás Ramón (2002): Curso de Derecho Administrativo I, Madrid, Civitas, p. 457 4 Alessi Renato (1970): Instituciones de Derecho Administrativo traducción española, Barcelona, Bosch Casa editorial, Tomo I, Pág. 195 4 Fuerte No hay estándares Varios cursos de acción correctos No hay cursos Justificar elección, criterio universal Débil No evidentes Ambiguos o vagos (epistémico-semántico) Discrecionalidad Estándares o propósitos La actividad administrativa al aplicar la ley y la jurisdiccional al ejercer control sobre la legalidad de aquella y resolver conflictos, tiende a migrar, de las hipótesis fuertes a las más débiles de discrecionalidad, al ir marcando pautas, precedentes, eligiendo principios y subprincipios que son aplicables, taxonomías y, en general, referentes a seguir en casos análogos, conducentes a estadios de mayor seguridad aunque a veces limitan la liberalidad de apreciación y ponderación que ab origine tiene la autoridad. García de Enterría 5 sostiene que la discrecionalidad es creada por la ley — vinculación positiva— y atribuye competencia para apreciar un supuesto dado y elegir, con plena libertad, de entre varias soluciones, todas ellas viables, la más conveniente. La discrecionalidad puede ser entendida o conceptuada como capacidad de apreciación del supuesto y fin del acto, libertad en la elección de consecuencias normativas o posibilidades de control jurisdiccional. Tampoco deben perderse de vista las competencias de ejercicio discrecional que no se plasman en actos administrativos sino en disposiciones de carácter normativo. Cabe acotar que, en todos los casos, no hay una liberalidad absoluta sino que se trata de magnitudes relativas que operan en mayor o menor medida e intensidad, en tanto que las potestades siempre tienen determinados elementos reglados y 5 García de Enterría Eduardo (1995): Democracia, Jueces y Control de la Administración, Madrid, Editorial Civitas, , Pág. 135 5 controlables, 6 es un compositum de elementos legalmente determinados y de otros configurados por la apreciación subjetiva de la Administración ejecutora. En razón de lo anterior cabe acotar y dejar bien claro que no es lo mismo discrecionalidad que indefinición del supuesto de hecho, ya que este segundo caso, sólo confiere una libertad de apreciación en lo cognitivo. 7 Por tanto la vaguedad en el supuesto de hecho no es, en modo alguno, una potestad de uso discrecional, la cual sólo opera en el campo de las consecuencias de la norma. Estos elementos e ideas se contienen en el cuadro siguiente: Discrecionalidad administrativa Supuesto de hecho Consecuencias Ambos ( apreciación cognitiva, indeterminado) 8 (propiamente discrecional) Para Bacigalupo rige el siguiente concepto: 9 Se concibe la discrecionalidad como margen para optar entre las siguientes conductas, una vez que en la aplicación de una norma de estructura condicional se ha verificado en el plano estrictamente cognitivo, la presencia de un caso subsumible bajo el supuesto de hecho normativo; en primer lugar actuar o no actuar, es decir, aplicar o no la consecuencia jurídica o alguna de las consecuencias jurídicas previstas como posibles por la norma habilitante (discrecionalidad de actuación); y, en segundo, elegir entre una consecuencia u otra, si la Administración opta por actuar (o esta obligando a ello) y son varias las consecuencias jurídicas permitidas (discrecionalidad de elección). Los artículos 14 y 17 constitucionales, obligan a resolver el fondo, aún sin ley específica, lo que legitima y hasta hace obligada la discrecionalidad tanto judicial como de la Administración —por analogía— en casos donde no hay pautas o referentes que guíen u orienten la decisión. 6 Algunos ejemplos de elementos reglados son: Potestad atribuida a la Administración y su extensión, Competencia, Procedimiento, Fin de la actuación administrativa, Motivación en aspectos formales y de racionalidad, Tiempo, ocasión y forma ejercicio, Fondo parcialmente reglado (personas quantum), Hechos determinantes del presupuesto y aplicación de principios. 7 Aunque algunos la denotan como discrecionalidad cognitiva o de juicio 8 Sólo da pauta para mayor libertad de apreciación en los elementos de la hipótesis, pero no es, propiamente una facultad discrecional 9 Bacigalupo Mariano (1997): La discrecionalidad administrativa, Madrid, Marcial Pons, Ediciones Jurídicas y Sociales, pp. 29 y ss. 6 Principios Las normas jurídicas según Atienza y Ruiz Manero 10 pueden ser: Reglas Normas Acción Fin Principios (en sentido estricto) Directrices o normas programáticas Los principios, entendidos como derechos concentrados o estándares valorativos vigentes, 11 pueden tener una dimensión: a) axiológica y así se entienden como un desarrollo o reglamentación de valores reconocidos plenamente por el ordenamiento; o bien, b) legal en razón de ser la síntesis y abstracción de reglas. Estos rasgos ontológicos deben ser tomados en cuenta para definir su interpretación, determinación de contenido y función o propósito en los casos particulares. Son estándares débiles y carentes de pedigree por no tener un origen formal legislativo, pero las prácticas consuetudinariamente aceptadas por los tribunales, decisiones que estos dictan en concurrencia y diversas reglas de reconocimiento que paulatinamente van incorporándolos, permiten dar cuenta de ellos. Su estructura es la de mandatos de optimización. “que algo sea realizado en la mayor medida posible, dentro de las posibilidades jurídicas y reales existentes”.12 Por tanto, se representan como (P) c→R, fórmula que se lee en el sentido que cada principio debe ser ponderado o pesado y connotado en los casos particulares de manera que se obtenga el máximo provecho posible. Es típica la constante colisión y tensión entre varios principios cuando se aplican a casos concretos. La finalidad es conseguir, ya sea, las soluciones más valiosas en lo axiológico, o bien, informar, orientar, integrar, corregir, perfeccionar y definir el alcance de las 10 Atienza Manuel y Ruiz Manero Juan (2000): Ilícitos atípicos, Madrid, Trotta, p. 18 Aunque carezcan de pedigree, según Dworkin, por no provenir de fuentes formales directamente sino que su fuerza deriva de que los jueces los aplican y la doctrina los recomienda 12 Alexy Robert (1993): Teoría de los derechos fundamentales, Traducción de Ernesto Garzón Valdés, Madrid, Centro de Estudios Constitucionales, p. 86. 11 7 reglas, llegando al caso, incluso, de crearlas ante lagunas formales o axiológicas cuando no existen disposiciones que den respuesta adecuada, en términos del orden normativo en su conjunto. En tanto disposiciones de naturaleza deontológica —lo debido—, operan como mandatos de optimización a través del desarrollo de valores que se reflejan en la interpretación, connotación y aplicación de las reglas, de conformidad con otros criterios o reglas axiológicas que denoten ideales u óptimos; entendidos también como mandatos que ordenan, algo se realice en plenitud o en su máxima expresión o posibilidad en casos concretos. Hay ciertos principios que por el nivel de abstracción e indeterminación no permiten su aplicación a casos concretos, hipótesis en que la jurisprudencia se ve constreñida a desarrollar definiciones constitutivas de subprincipios que especifican o delimitan y posibilitan su aplicación para la solución de casos concretos; pueden constituir taxonomías de gran provecho para la solución en casos análogos. El propósito es que permiten la funcionalidad y operatividad de los principios en la realidad, con la mayor funcionalidad y certidumbre. Un ejemplo son las formalidades esenciales del procedimiento o la garantía de proporcionalidad tributaria, casos donde la jurisprudencia ha tenido que detallarlos en subprincipios y establecer en que consisten, lo que también se conoce como doctrina. Otras notas más y que resumen aspectos expuestos son los siguientes, en opinión de Atienza y Ruiz Manero. 13 Los principios tienen como finalidad la: Justificación de las reglas, brindar pautas específicas, dotar de sentido y aportar razones de corrección. Regulación de conductas al: o Establecer normas, o 13 Atienza Manuel y Ruiz Manero Juan (2000): p 18-19 8 o Aplicarlas a resolución de casos concretos. Especialmente en los casos de: Que no haya reglas relevantes; Indeterminación en la formulación de las existentes; y, Conflicto entre reglas y los principios que las justifican u otros del sistema. Mandan en la medida de las oportunidades, realizar una conducta consistente en una: o Prohibición; o Deber; o una, o Permisión prima facie de: Realizar una acción (caso de principios strictu sensu); o Dan lugar a cierto estado de cosas en la mayor medida posible (caso de directrices). Un análisis comparativo y que denota las peculiaridades y propósitos entre principios y reglas es el siguiente: Reglas Se agotan en sí mismas. Tienen tres elementos Supuesto de hecho Cópula con el «deber ser» Consecuencias Se interpretan y aplican mediante un silogismo y subsunción del hecho concreto al supuesto de hecho Se aplican mecánicamente, son autoaplicativas p→q Se obedecen Dicen como actuar Ordenan Permiten Prohíben Principios No se agotan en sí mismos. Tienen fuerza constitutiva del orden jurídico No tienen supuesto de hecho ni consecuencias. Cláusulas generales Se interpretan más libremente. Vg. métodos evolutivos y basados en valores. Entendidos en su ethos (causa valorativa) No pueden ser aplicados mecánicamente. Ponderar >> subsumir en casos concretos (P 1 P P2) C → R Se les presta adhesión (actitud valorativa). Ratio legis de reglas Permiten tomar posición, solo proporcionan bases, criterios, posiciones ante actuaciones concretas. A priori aparecen como indeterminados 9 Su significado se determina en abstracto Dimensión jurídico formal Regulan y sancionan conductas Crean poderes Establecen procedimientos Regulan conductas o atribuyen potestades Su significado solo se da en el caso concreto Dimensión Metodológica ratio legis y meta normas Ontológica principia essendi Axiológica moralidad del Estado Optimizan desarrollo de valores Derecho concentrado (valores) y abstracción de reglas Integran, corrigen, informan, perfeccionan y completan el ordenamiento (elemento fundante) Derechos concretos en casos típicos Elementos con que opera el ordenamiento (fundado) Derechos y garantías Ferrajoli 14 considera que los derechos fundamentales deben distinguirse conceptualmente de las garantías pero, a la vez, ser considerados en su relación nomodinámica. Los derechos, dice, son expectativas positivas —de prestaciones— o negativas —de no lesiones—, atribuidas a un sujeto por una norma jurídica; en tanto que las garantías primarias son las obligaciones o prohibiciones correlativas a aquellos y las secundarias son obligaciones de segundo grado de aplicar la sanción o de declarar la nulidad de las violaciones de las primeras. Estas ideas se plasman en los siguientes cuadros: Garantías primarias Obligaciones o prohibiciones Garantías secundarias Obligación de reparar o se imponga sanción judicial D. Fundamental 14 Ferrajoli Luigi (1999): Derechos y Garantías, Madrid, Editorial Trotta, , p. 59 10 Derechos subjetivos Positivos prestaciones Negativos no lesión Deberes o Garantías primarias >> << >> << Sustancial y contenido Obligaciones Prohibiciones Sustancial y contenido Si Restituir desatendido Garantías secundarias Protección jurídica Órganos y procedimientos Adjetivo e instrumental Es en ese contexto que tal conjunto dinámico funciona de manera sistémica cuando es reconocido por el ordenamiento. Los elementos patológicos o irregulares son la omisión de reconocimiento que da lugar a las lagunas —sean de las garantías primarias o secundarias—, por lo que oportuna y puntualmente deben ser colmadas por el legislador, y entiende como principio de plenitud, la prohibición de lagunas, equivalente al principio de no contradicción, pues de existir devendrían en derechos de papel. Por otra parte, las violaciones a los derechos se conciben como antinomias, igualmente indebidas y que es preciso sancionar como actos ilícitos o anular como inválidos, a través de la reparación jurisdiccional. 15 El derecho subjetivo implica: a) una facultad, prerrogativa o poder jurídico de su titular, cuando hay un interés tutelado; frente a, b) un deber jurídico que es exigible a la contraparte, respecto a la exigibilidad o sustancia del derecho; y, c) una facultad —acción— para exigir la tutela a través de una sanción por el incumplimiento y la protección consecuente. El autor citado destaca la distinción que merecen los derechos de carácter fundamental respecto de los patrimoniales, pues no obstante que todos derivan de 15 Ferrajoli Luigi (1999): p. 61-63 11 la Constitución su naturaleza ontológica y finalidades son bien distintas en aspectos de su contenido, eficacia y tutela. El siguiente cuadro ilustra la diferencia: D. Fundamental Todas clases de sujetos inclusivo 16 Intereses y expectativas vitales de todos D. subjetivo D. Patrimonial exclusivo 17 Titular frente obligado 18 Relacionado con el tema, dice Jesús Jordano que el Derecho administrativo ha pasado de ser monoteísta, únicamente basado y comprensivo de la propiedad, a uno politeísta que incluye todos los derechos y libertades fundamentales. 19 Para García de Enterría, 20 en el contexto del Derecho administrativo, los derechos subjetivos pueden clasificarse en: Típicos 21 D. Naturaleza económica Prestación patrimonial Respeto a titularidades jurídico-reales 22 Vinculación con actos de la Administración Situación o esfera de libertad definida Derechos Subjetivos 24 Al perturbarse: Atípicos 23 Círculo o esfera vital de intereses Ventajas previstas en ordenamiento Intereses diferenciados 25 Por actuación administrativa ilegal Surge un derecho reaccional o impugnativo para eliminar la actuación ilegal 26 16 Además, son: universales, indisponibles, inalienables, intransigibles, personalísimos y verticales Singulares, disponibles, negociables, alienables y horizontales 18 Alude elípticamente al derecho a convertirse en propietario o la capacidad jurídica, Ferrajoli Luigi (1999): pp. 46-47 19 Jordano Fraga Jesús (1997): Nulidad de los actos administrativos, Madrid, Marcial Pons Ediciones Jurídicas, S. A., p. 52 20 García de Enterría Eduardo (2002): p. 53 21 También conocidos como: Activos o perfectos, equiparables a los derechos clásicos del Derecho privado 22 Derechos que un acto administrativo: Crea, declara o reconoce 23 Denominados también: Intereses, Actuaciones administrativas, Intereses legítimos sustantivos 24 Agresión injusta 25 Pueden ser materiales o morales 17 12 Sin ánimo de exhaustividad y solo a nivel indicativo, los derechos fundamentales, pueden ser tutelados, en sus aspectos o vertientes. Intereses Seguridad Sustantiva Paz Der. Fund., vertientes Libertad Dignidad Igualdad Jurídica Social Económica Política Solución conflictos Control poderes Desarrollo y bienestar 27 Formal Seguridad y legalidad Adjetiva Órganos y procedimientos Económico Político o democrático Social Ambiental Cultural Interpretación constructiva En el modelo tradicional, donde el orden jurídico se construye sólo con base en reglas —Kelsen (formulista) y Hart (analítico) —, la creación de normas y su ordenación en el proceso de producción normativo no presenta problemas. Es así que el origen (punta de la pirámide) está cerrado y definido con claridad y precisión, se trata de la Constitución y, a partir de ahí, se van derivando los tratados y leyes que la desarrollen hasta llegar a los ordenamientos de menor jerarquía. Igualmente —en el modelo de Hart— las reglas primarias anteceden a las secundarias que tienen su razón de ser en aquellas. 26 Surge con la infracción, antes sólo está en potencia. Su fin es reparar la lesión legal, material o moral; no es purificar la acción administrativa objetiva y en abstracto, sino la defensa y tutela de los intereses conculcados 27 El objetivo es obtener una igualdad de condiciones y desarrollo para la población, es la ratio de los derechos sociales 13 En cambio, el problema se da al momento de aplicarlas para resolver casos concretos, que es donde faltan criterios de interpretación y pautas para conservar esa seguridad, confiabilidad y control de criterios y decisiones; prueba de ello es que para Kelsen la interpretación de normas de textura abierta debe resolverse a partir de la discrecionalidad del juez que debe construir la decisión, en seguimiento y continuación del proceso de determinación que la ley dejó incompleto; resulta, en ese aspecto, inacabado su modelo e inexistente la manera de llegar a la solución científica y certera que, en lo general, propone en su teoría. Es así que la interpretación científica sólo puede ser cognoscitiva y declarativa de lo que contemple la ley —en todo caso sugerir o proponer— no puede tener la virtud de ser creativa o heurística frente a casos de aporías que deben ser resueltas mediante discrecionalidad y prudencia de los operadores. Estas ideas pueden esquematizarse y advertir lo cerrado y controlado del proceso legislativo, en contraste con la relatividad, falta de definición y ambigüedad del jurisdiccional que resulta abierto a innumerables posibilidades, imprevisibles y contingentes. Se privilegia resolver el problema de construcción, clasificación y ordenación de normas en detrimento de la solución de conflictos que resulta indeterminada. Norma Soluciones En el otro extremo, el modelo principalista, cuyos recientes y más conocidos promotores son Dworkin y Alexy, plantean que la búsqueda, identificación y acopio de reglas y normas o materiales pertinentes, es abierta, relativamente incierta y depende de la práctica o institución jurídica que, en cada caso, deba aplicarse. Es así que tales presupuestos pueden ser múltiples e indeterminados pero a partir de un proceso de entendimiento, ubicación sistémica y justificación de la práctica en un todo o sistema que sirve a bienes jurídicos o valores, tal indeterminación se va 14 decantando mediante la construcción de hipótesis o teorías cuya final ponderación y justificación permite llegar a la «única solución correcta» para cada caso en lo particular, que siempre es «una y perfecta». Estas ideas se representan en el siguiente esquema que privilegia y busca atender el problema de la solución. 28 Normas Solución La interpretación creativa, 29 está referida tanto a la interpretación artística como a la de una práctica social; consiste en interpretar «algo creado», que es defender alguna propuesta acerca del significado o sentido de la obra de arte o de la práctica social, configurativa de una intención pero no entendida necesariamente como un estado mental sino como la manera de ver el objeto interpretado a través de buscar un conjunto de temas, visiones o propósitos, es decir, un «sentido». Es una «cuestión de construcción», en el sentido de que los propósitos que aquí están en juego son atribuidos y no descubiertos. Es así que la interpretación creativa debe reflejar el mejor valor o ejemplo posible del género al que pertenece y es atribuible la práctica. Para Dworkin la interpretación es un proceso que consta de tres etapas sucesivas y recurrentes, no basado en un esquema lineal o secuencial, como parece sugerir, sino más bien circular, son tareas interrelacionadas de un modo que podría calificarse como «recursivo». Sostiene que el Derecho es una práctica social que se compone tanto de una serie de valores como de un conjunto de reglas, que aplican y pretenden desarrollar a los primeros. Las etapas del proceso son: 28 Sustancialmente en la solución de los conceptos jurídicos indeterminados García de Enterría se afilia a estas teorías 29 Conforme a las ideas de Dworkin; para mayor amplitud favor de consultar Lifante, Isabel (1999) La teoría de Ronald Dworkin: la reconstrucción del Derecho a partir de los casos, Jueces para la Democracia, núm. 36, págs. 41 a 46 15 Preinterpretativa.- Consiste en identificar (IDENTIFY) el objeto y calificarlo como perteneciente a un determinado género constituido por los distintos materiales jurídicos (reglas positivas) que conforman la práctica jurídica. Interpretativa.- Es averiguar o descubrir (FIT) el «sentido» de la práctica social que está configurado, fundamentalmente, por los principios que dan cuenta de los materiales, muestra varias hipótesis que buscan ser adecuaciones entre el sentido y los materiales. Los principios son el medio instrumental que permite ver a la práctica como una unidad que sirve a ciertos valores y propósitos. Postinterpretativa.- Elige de entre distintas teorías que pugnan por ofrecer la mejor interpretación de los materiales jurídicos para mostrar a la práctica en cuestión como el «mejor ejemplo posible» del género. Se reformula (SOUNDNESS) una teoría como respuesta única a lo valioso de un determinado género, a través de relacionar el Derecho y la moral. Para este autor, el Derecho no debe ser visto como un todo, sino que la reconstrucción se hace a partir del planteamiento de un determinado caso concreto problemático. Es una teoría que se basa en la aplicación de determinados Derechos que puedan considerarse como justificados. Lo que interesa es el Derecho, pero visto desde la perspectiva postinterpretativa, concebido como un mecanismo de resolución de conflictos, cuyo principal problema es: cómo reconstruir los distintos materiales jurídicos —provenientes de una diversidad de autoridades— para buscar una solución jurídica al caso. Es así que la idea de «coherencia» permitiría ver al Derecho objetivo como un conjunto de normas orientado, es decir, que persigue ciertos objetivos y éstos son los que dotan de sentido al conjunto y resulta imprescindible cuando se trata de dar cuenta del Derecho desde la perspectiva aplicativa o del caso concreto. En el ámbito jurídico, las decisiones adoptadas por cualquier instancia jurídica deben presentarse como justificadas jurídicamente, lo que exige llevar a cabo actividades reconstructivas de todos los materiales jurídicos a las que Dworkin alude. 16 Es así que la tarea interpretativa de los jueces no puede dejar de lado consideraciones valorativas, en tanto que se dispone de distintas teorías o interpretaciones entre las que se debe elegir y esta tarea es necesariamente constructiva o valorativa pues se trata de presentar a la práctica social, al Derecho, bajo su mejor luz, y esto implica llevar a cabo juicios evaluativos tanto «primarios» determinación de cuáles son los valores de la práctica, como «secundarios» de qué modo esos valores se desarrollan al máximo de sus posibilidades. Es así que el análisis constitucional de Dworkin se basa en una distinción fundamental entre «conceptos» que establece la Constitución y «concepciones» que desarrollan los tribunales, entendiendo que las amplias 30 cláusulas constitucionales no son vagas —sólo lo serían si pretendieran ser concepciones— pero en realidad se trata de delegaciones en favor del tribunal para aplicar sus propias concepciones de moralidad política, que se suavizan por remisión a los «casos típicos». Las directrices, políticas o programas —policies— son las metas colectivas de la comunidad; en tanto que los principios se ocupan de los derechos individuales o de grupo. Los argumentos judiciales se generan por los principios, en tanto que las decisiones aplican las políticas existentes. En razón de lo anterior se aprecia que la indeterminación o vaguedad no es un defecto sino por el contrario un acierto que permite a los tribunales construir las soluciones ad hoc que efectivamente den cuenta y resuelvan los conflictos sociales que les son propuestos. Como notables avances y desarrollos paralelos y hasta evolutivos destaca el modelo procedimental de Alexy que incorpora y sintetiza las directrices para la construcción del diálogo que Habermas propone, aunado a un proceso de 30 Una adecuada comprensión se logra a través de un ejemplo que propone: ¿Qué quiere significar si digo a mis hijos que no traten injustamente a los demás? Podría tener varios ejemplos presentes, pero además: 1) Esperaría que aplicasen mis instrucciones a las situaciones en las que no pensé y sobre las que no se me ocurrió pensar; y 2) Estoy dispuesto a admitir, si pueden convencerme, que un acto particular que pensé que era justo cuando hablé es en realidad injusto. (Esta nueva opinión del acto debe considerarse como incluida en mis instrucciones, no cambiándolas.) Quiero decir que mi familia debiera «ser guiada por el concepto de justicia, no por ninguna concepción específica de justicia que yo haya podido tener presente». Wolfe Christopher (1991): La transformación de la interpretación constitucional, Madrid, Civitas, p. 459 17 ponderación de principios y derechos fundamentales que permite a los tribunales resolver adecuadamente las controversias con el prius de justicia. Semejantes consideraciones se aplican al modelo garantista cuyo promotor destacado es Ferrajoli para quien el quid está en las garantías que permitan la eficacia, control y neutralización del poder y del derecho ilegítimo, imponiendo al Derecho y al Estado la carga de una justificación externa conforme a los bienes e intereses que son su finalidad y criterio de legitimación. Ponderación de principios Las normas pueden aplicarse, bien mediante: a) la subsunción, en el caso de las reglas; o, b) de la ponderación, en tratándose de los principios. Ponderar, es pesar y evaluar: principios, derechos, intereses y bienes jurídicos en general, que entran en colisión, conducente a su aplicabilidad y óptimo provecho en casos concretos. Concluido este proceso evaluativo, se está en posibilidad de aplicar el principio bajo la técnica de subsunción de hechos a la norma resultante para el caso. Cuando hay tensión o conflicto entre valores o principios, debe ponderarse, en cada caso concreto, a modo que se obtenga el óptimo resultado en eficiencia o provecho de algo —bienes o valores— que el ordenamiento propone como conveniente, deseado y valioso. Sea el caso que dos principios (P1 y P2) entren en tensión, se pondera en el caso concreto (C) para obtener el óptimo resultado (R) que se representa del siguiente modo: (P 1 P P2) C → R Y es así que la fórmula se debe leer: En el caso C, si el principio P1 precede a P2 en razón de la ponderación P bajo las circunstancias de C, resulta la 18 consecuencia R 31 y entonces vale una regla que contiene ahora a C también como supuesto de hecho y a R como consecuencia jurídica: C→R, conocido como ley de la colisión que refleja el carácter de los principios como mandatos de optimización entre los que no existen relaciones absolutas de precedencia y están siempre referidos a acciones o situaciones no cuantificables. 32 Una vez hecha la ponderación, engendra una regla para el caso a fin de estar en posibilidad de subsumir los hechos y resolver la situación de la mejor manera. Un ejemplo sería la ponderación entre el derecho a la información o libertad de expresión y en el otro extremo la privacidad, lo que amerita analizar el caso concreto, el peso de cada derecho en abstracto y su implicación —afectación o provecho— en el caso particular. Ley El objetivo indiscutible es: ¡Obtener un superávit! La aplicación de esta ley consiste en tres pasos que el propio Alexy identifica claramente: “En el primer paso es preciso definir el grado de la no satisfacción o de afectación de uno de los principios. Luego, en un segundo paso, se define la importancia de la satisfacción del principio que juega en sentido contrario. Finalmente, en un tercer paso, debe definirse si la importancia de la satisfacción del principio contrario justifica la afectación o la no satisfacción del otro”33. Según la ley de la ponderación, rige el principio de proporcionalidad, estableciendo que: “Cuanto mayor es el grado de la no satisfacción o de afectación de uno de los 34 principios, tanto mayor debe ser la importancia de la satisfacción del otro” . La elección debe hacerse en la medida, de lo jurídica y fácticamente posible, por lo que el intérprete está obligado a ponderar bienes y derechos, armonizarlos, 31 Optimo posible de eficacia de los principios en colisión Alexy Robert (1993): pp. 94 y 95 33 Alexy Robert (2002): Epílogo a la Teoría de los derechos fundamentales, traducción de Carlos Bernal Pulido, REDC, núm. 66, pp. 32. 34 Alexy Robert (1993): pp. 161 y ss. 32 19 precisando condiciones y requisitos en que podría admitirse la prevalencia de uno de ellos, frente al otro, teniendo como objetivo insoslayable la optimización. Subprincipios La operación de esta ley obliga a realizar una prueba o test sucesivo mediante la aplicación de tres subprincipios correlativos que son: 35 Idoneidad.- Entendido como un mandato de adecuación, consiste en la posibilidad que si un principio (P2) colisiona con otro (P1) ello tiene un efecto limitador. Por tanto, esa disminución debe ser útil, apropiada e idónea para conseguir que el óptimo se consiga y sea realmente funcional y práctico. El principio que se pretende privilegiar debe ser el medio útil o apto para la consecución del bien público que la medida tiene como fin. Si en la evaluación concreta y referida a un caso en particular, de la conducta de un servidor público, se plantea la tensión entre los principios de legalidad L y eficiencia E, cualquier pérdida, disminución o sacrificio que se imponga a cumplir con ciertos deberes de L debe ser porqué, efectivamente, sea idónea y adecuada para privilegiar y obtener un beneficio en E. Otro ejemplo es, que si a una empresa se le impone a través de una NOM —norma oficial mexicana— una restricción o el deber de atender cierta condición en su actividad cotidiana, con trascendencia en su libertad de comercio (P1), debe ser porqué es idónea para obtener un beneficio en los derechos de los consumidores (P2), acarreando mejores condiciones de precio, calidad y cantidad de bienes, esto, sólo por poner un ejemplo. Necesidad.- Consiste en un mandato de necesidad, significa que la restricción o disminución en un principio debe ser indispensable y necesaria 35 Algunas de las ideas que en seguida se exponen son tomadas de: Rodriguez de Santiago José María (2000): La ponderación de bienes e intereses en el Derecho Administrativo, Madrid, Marcial Pons y Alexy Robert (2003): Tres escritos sobre los derechos fundamentales y la teoría de los principios. 20 para satisfacer el fin de interés público, esto es, que no exista otro medio igual de eficaz y menos limitativo para conseguir el objetivo deseado. Un ejemplo es lo radical que pueda resultar prohibir la venta de tabaco si existe la opción de plasmar un aviso lo suficientemente alusivo, respecto que el consumo del producto es nocivo para la salud. La idea es preferir una intervención menos intensa como sucedánea o equivalente de la más enérgica o extrema. Otro caso es si el mantenimiento de la paz social corre un gran riesgo o es evidente que los derechos de la colectividad se verán irremediablemente conculcados con afectación social, por supuesto que justifican limitar la libertad de expresión. La intimidad de datos sensibles puede divulgarse cuando sea indispensable para obtener la tutela judicial efectiva. Proporcionalidad.- Es, en sentido estricto y concreto, el mandato de proporcionalidad que orienta a conseguir un equilibrio entre el perjuicio que resiente un principio y el beneficio en favor de algún otro —tal como un bien público, por ejemplo—, en el entendido que cumplir con un principio significa incumplir con otro, por lo que debe buscarse neutralidad o un superávit. Un ejemplo es la restricción o condicionamiento a determinadas actividades privadas en razón de permitir o favorecer la eficacia de normas de orden público, con un claro beneficio para la sociedad y que torne justificable la decisión. Es así que se puede prohibir el traslado de delfines que amenaza la vida de los animales en cautiverio por la necesidad y conveniencia para conservar un medio ambiente sano y sustentable en favor de la sociedad. Otro caso es exigir controles y obligar a los vendedores de inmuebles de interés social a rendir informes a los adquirentes para posibilitar que estos deduzcan acciones de responsabilidad civil en casos de saneamiento, cuando son recurrentes los abusos de ciertos sectores de comerciantes. 21 Fórmula La medición de pesos que propone Alexy se consigue a través del uso de una fórmula en la que se incluyen diversas variables. Bernal Pulido 36 comenta al respecto lo siguiente: A partir de lo anterior, la pregunta es: ¿cómo se relacionan los pesos concretos y abstractos de los principios que concurren a la ponderación, más la seguridad de las premisas empíricas, para determinar, en el tercer paso, si la importancia de la satisfacción del principio contrario justifica la afectación o la no satisfacción del otro? De acuerdo con Alexy, esto es posible mediante la llamada “fórmula del peso”. Esta fórmula expresa que el peso del principio Pi en relación con el principio Pj, en las circunstancias del caso concreto, resulta del cuociente entre el producto de la afectación del principio Pi en concreto, su peso abstracto y la seguridad de las premisas empíricas relativas a su afectación, por una parte, y el producto de la afectación del principio Pj en concreto, su peso abstracto y la seguridad de las premisas empíricas relativas a su afectación, por otra. Alexy mantiene que a las variables referidas a la afectación de los principios y al peso abstracto, se les puede atribuir un valor numérico, de acuerdo con los tres grados de la escala triádica, de la siguiente manera: leve 2º, o sea 1; medio 2¹, o sea 2; e intenso 2², es decir 437. En cambio, a las variables relativas a la seguridad de las premisas fácticas se les puede atribuir un valor de seguro 2º, o sea, 1; plausible 2¯¹, o sea ½; y no evidentemente falso 2¯², es decir, ¼. Las ideas que anteceden se compendian en el siguiente cuadro: Variables para evaluación en: Abstracto jerarquía en razón de la fuente del derecho en que aparecen 38 Concreto grado de afectación o satisfacción en el caso Seguridad de apreciaciones empíricas 39 Leve Medio Intenso Leve Medio Intenso Seguro Plausible No evidentemente falso 36 Bernal Pulido Carlos (2003): Estructura y límites de la ponderación, Alicante, Doxa 26, pp. 24 y ss. Alexy Robert (2002): pp. 42 y ss. 38 Ideas que en seguida se enuncian son tomadas de Bernal Pulido (2003). Es así que la jurisprudencia constitucional de diversos países en ocasiones ha reconocido un peso abstracto mayor a la libertad de información frente al derecho al honor o a la intimidad, por su conexión con el principio democrático, o a la intimidad y a la integridad física y psicológica sobre otros principios, por su conexión con la dignidad humana 39 Calidad de los enunciados, grado de certeza y convicción en las premisas 37 22 Todos estos elementos se integran en una fórmula que tiene la siguiente expresión: 40 Fórmula de peso: I Pi C x G Pi A x S Pi C (afectado) W Pj C x G Pj A x S Pj C (beneficiado) Peso de los derechos en tensión en el caso concreto Peso de los derechos en tensión en abstracto Seguridad de apreciaciones empíricas Es así que el «grado de afectación de los principios, en el caso concreto», no es la única variable relevante para determinar si la satisfacción del segundo principio justifica la afectación del primero sino que también se considera el «peso abstracto» 41 y la certeza o mera probabilidad de que ocurran o no afectaciones y provechos o satisfacción, recíprocamente. Otra manera de apreciar la ponderación o pesaje de los derechos y la conveniencia (flecha verde) o inconveniencia (flecha roja) es la siguiente: D1 D2 Disminución o decremento Amplificación o Incremento Leve Pequeño Medio Medio Grave Grande Cargas de argumentación Expresa Bernal Pulido que: 42 40 Siguiendo la notación de Alexy, simbolizaremos el peso concreto del primer principio como IPiC y del segundo principio como WPjC. En cambio el peso abstracto del primer principio como GPiA y del segundo principio como GPjA. 41 La variable del peso abstracto se funda en el reconocimiento que los principios en colisión tengan, en razón de la fuente del derecho en que aparecen. 42 Bernal Pulido (2003) pp. 14 y 15 23 Las cargas de la argumentación operan cuando existe un empate entre los valores que resultan de la aplicación de la fórmula del peso, es decir, cuando los pesos de los principios son idénticos (GPi,jC = GPj,iC). De acuerdo con esta carga de argumentación, ningún principio opuesto a la libertad jurídica o a la igualdad jurídica podría prevalecer sobre ellas, a menos que se adujesen a su favor “razones más fuertes”. Esto podría interpretarse en el sentido de que, en caso de empate, es decir, cuando los principios opuestos a la libertad jurídica o a la igualdad jurídica no tuviesen un peso mayor sino igual, la precedencia debería concederse a estas últimas. Dicho de otra manera, el empate jugaría a favor de la libertad y de la igualdad jurídica. Como consecuencia, si una medida afectara a la libertad o a la igualdad jurídica y los principios que la respaldan no tuviesen un mayor peso que éstas, entonces, la medida resultaría ser desproporcionada y, si se tratase de una ley, ésta debería ser declarada inconstitucional. Estas ideas se plasman en el siguiente cuadro: Empate Libertad e igualdad Decisiones democráticas 43 Límites Racionales 44 Razonabilidad 45 Cargas de argumentación (mejores razones) Y es así que esta teoría pretende poder dar cuenta de los problemas que se presentan en la ponderación de principios. Si bien los conceptos jurídicos indeterminados no son principios, la metodología referida puede ser útil, en lo conducente, para resolver las tensiones que se dan entre los intereses que usualmente el concepto refiere o contiene y que deben ser cohonestados y manejados bajo un esquema de equilibrio. Normas de textura abierta Este calificativo y peculiaridad, por razones lingüísticas y conceptuales, que determina la vaguedad o ambigüedad del enunciado, es típica y prevalece en los principios y en muchos de los derechos fundamentales. También opera en ciertas 43 Lo determinado por el legislador que representa a las mayorías. En un principio Alexy tuvo una inclinación liberal, en tanto que posteriormente se decide a privilegiar el principio democrático 44 Se trata de los casos fáciles donde es posible construir argumentos lógico formales y resultan suficientes y concluyentes 45 Se trata de los casos difíciles donde la construcción de las premisas fácticas, analíticas y normativas así como su significado es extremadamente incierto 24 reglas, por lo que atañe al señalamiento de los elementos del supuesto de hecho.46 Consiste en falta de definición de los conceptos que pueden ser jurídicos o de otra naturaleza, como científica, política o tecnológica. Es así que se habla de un núcleo del concepto que es certero e indiscutible —Dios es bueno—, de otro que le es opuesto y excluyente —el demonio no lo es—, pero habrá un sector intermedio donde hay dudas de poder atribuir a un objeto, sujeto o idea, la calidad de bueno o excluirlo, así podemos preguntarnos: el hombre ¿a cual de las dos connotaciones pertenece? Ante la dificultad de dar una respuesta única e irrefutable se dice que el concepto se ubica en zona de penumbra. 47 La aludida indeterminación puede referirse también a palabras con connotación precisa pero que, al ser usadas ante circunstancias insólitas o imprevistas, susciten dudas en cuanto al conjunto de propiedades que sea suficiente o puedan atribuirse para el uso de una expresión. Ante esa situación Nino opina: Como es imposible prever todas las propiedades extrañas que puedan presentarse, la lista de las circunstancias que no deben darse para que sea aplicable una palabra, tiene que ser abierta: debe concluir con un “etcétera”, y no con un punto final. 48 En el lenguaje natural la vaguedad es característica de todos los predicados. 49 Y es precisamente esa falta de concreción o precisión lo que obliga a recurrir a los principios para ponderar, en casos concretos y que, de esa manera, sea posible la subsunción de hechos del caso al resultante normativo casuístico y definir si se dan o no las consecuencias pertinentes. 50 46 Es la nota característica de los conceptos jurídicos indeterminados que presentan indeterminación o para algunos incluso discrecionalidad pero sólo de carácter cognoscitivo 47 Otro ejemplo puede ser la altura de una persona, resulta así evidente que en México un hombre que mida 1.80 mts. se considera alto, en cambio alguien que mida 1.40 será chaparro, pero alguien que mida 1.60 ¿Cómo se le calificaría? esos son los casos de penumbra o vaguedad, propios de los conceptos de textura abierta. Este problema lo tenemos al referirnos a ciertos derechos fundamentales como la libertad de expresión, dignidad, derecho a la información, desarrollo nacional sustentable, justa distribución del ingreso, derecho a la salud y muchos más. 48 Nino Carlos Santiago (2003): Introducción al análisis del Derecho, Barcelona, Ed. Ariel, p. 266 49 Los documentos normativos son realizados conforme a él. Guastini Ricardo (2002): Estudios sobre la interpretación jurídica, México, Porrúa-UNAM, p. 63 50 Un ejemplo sería el caso de tensión entre los principios de seguridad jurídica y libertad, lo que obliga a ponderarlos, en esas condiciones, una vez elegida la opción que permita el óptimo de beneficios, se pueden 25 La discrecionalidad, comenta García de Enterría, 51 no es lo mismo que la indeterminación normativa y da, como razones comparativas, las siguientes: Discrecionalidad Libre elección entre alternativas justas Criterios de decisión extrajurídicos, no incluidos en ley (oportunidad, económicos) Decisión de voluntad, subjetiva Indeterminación Unidad de solución justa, controlable por juez Estimación de los hechos desde el concepto legal Comprensión de una realidad en el sentido que el concepto legal (objetivo) ha pretendido Estimación administrativa analítica de lo que es interés público Por tanto, parece claro que los enunciados de textura abierta cuando ocurren en disposiciones que confieren facultades regladas presentan, tan sólo, dificultades cognoscitivas pero sin que ello implique discrecionalidad, lo que significaría poder tomar, de entre varias, cualquiera de las opciones posibles y todas acertadas. En cambio debe buscarse la respuesta única y correcta o la única solución justa. 52 Retornando al análisis del numeral referido es un claro ejemplo de un enunciado de textura abierta ya que los conceptos: «se dé la notoria imposibilidad práctica de cobro» o «entre otros…casos», amerita de ponderaciones jurídicas, económicas y mercantiles para concluir si determinados adeudos pueden reputarse o tener el efecto, consecuencia, funcionalidad, peculiaridad o propósito —por las circunstancias del caso— de resultar incobrables y, por ende, deducibles para efectos del Impuesto sobre la Renta. Hechos y Derecho, matrimonio indisoluble Los enunciados jurídicos siempre tienen un componente fáctico —real y concreto—, así como otro normativo. Por tanto es artificial la distinción que en sentencias y resoluciones se hace de premisas fácticas y normativas ya que los hechos concretos son los que permiten seleccionar una norma como relevante y subsumir los hechos del caso y resolver la disyuntiva conforme al principio y reglas que privilegian o vayan en el sentido del que subsista y aplicar las consecuencias de la alternativa o hipótesis elegida. 51 García de Enterría Eduardo y otro (2002): pp.. 461 y ss. 52 Estas dos connotaciones propuestas, la primera por Dworkin y la segunda por García de Enterría 26 esta incide, a su vez, estableciendo consecuencias y un cierto tratamiento a esos hechos. Es así que los hechos pueden tener varios estadios o calificativos. 53 Hay casos difíciles en razón de la prueba o calificación que a determinados hechos y en cierto contexto pueda atribuírseles para su procesamiento o aplicación jurídica y poder concluir si coinciden o no con el supuesto de hecho de la norma. Las disposiciones jurídicas, por su parte, pueden ser valores, directrices, principios o reglas, según que determinada norma de reconocimiento los califique como jurídicos, o bien, que los criterios judiciales apliquen al dictar sus fallos. Los casos difíciles son aquellos donde la interpretación de la disposición presenta dificultades o la selección de la relevante al caso e idónea para resolver el conflicto existente. Es así que la práctica cotidiana requiere de un proceso en forma de bucle y recursivo donde ciertos hechos deben ser connotados según criterios jurídicos para asegurar si satisfacen y pueden configurar un cierto enunciado que, a la postre, coincida o no con el supuesto de hecho de la norma para retribuir a esa situación particular la respuesta y consecuencia normativa. Ello implica un ejercicio circular hasta poder construir los argumentos que justifiquen plenamente la conclusión. Las ideas anteriores —integrantes de todo proceso de interpretación y aplicación normativa— se esquematizan de la siguiente manera: 53 Puede considerárseles: en bruto, apreciados, probados, interpretados, cualificados para efectos jurídicos y aplicados al razonamiento 27 Hechos y Normas Proceso interpretativo Prueba Calificación Hechos del Caso Probados Interpretados Cualificados Aplicados al razonamiento Interpretación y proceso unitario Normas Interpretación Relevancia Valores Directrices o políticas Principios Reglas Conceptos jurídicos indeterminados Esta clase de enunciados, de uso peculiar y recurrente en ciertas reglas o normas condicionales con la estructura p→q (si p entonces q), conforman el supuesto de hecho o hipótesis normativa. Sin embargo tal indeterminación también puede referirse a la: a) naturaleza —particularidades o contenido del enunciado—, b) funcionalidad del numeral —propósitos o dinámicas—, o c) consecuencias y efectos de una práctica, objeto, idea, institución, sujeto o combinación de ellos. 54 Bergel da una idea muy clara de la razón de ser y necesidad de los conceptos indeterminados con las siguientes palabras, de suyo, expresivas: 55 Ciertos conceptos jurídicos son intencionalmente abandonados en la vaguedad porque la «indeterminación intrínseca» de su contenido es un «factor de adaptación» 54 Es así que ocurre en el caso del numeral en estudio donde la indeterminación incide en lo que es propiamente la descripción de la naturaleza de los créditos que se estimen incobrables, pero a su vez esa incobrabilidad es el efecto o peculiaridad, la resultante de lo que no se puede conceptuar. Es así que lo indeterminado recae sobre lo que es en sí el concepto pero también en la finalidad o consecuencias que produce. 55 Bergel Jean Louis (2001): Méthodologie juridique, Paris, Thémis Presses Universitaires de France, 1ª edition, Pág. 115. 28 del derecho. Ellos «tienen por vocación natural ser indeterminados, resultando así todo el tiempo determinables y redeterminables» conforme a las circunstancias y las épocas. Son nociones evolutivas que constituyen, como uno podría decir, «los órganos flexibles o blandos del sistema jurídico», «su carne», por oposición a las nociones determinadas que son «la osamenta». El derecho tiene, en efecto, necesidad de un cierto número de nociones flexibles o elásticas, de contenido variable, como la falta, la negligencia, la imprudencia, el interés general, la equidad, la urgencia, las buenas costumbres, el buen padre de familia, el orden público… Hablamos de su propósito y oportunidad de «conceptos flexibles o elásticos», «párrafos de caucho», de «nociones con contenido variable», borrosos, opacos o de penumbra, indeterminados. El autor referido cita palabras de Carbonnier, en el sentido que: El derecho es demasiado humano para pretender lo absoluto de la línea recta, Sinuoso, caprichoso, incierto, tal que parece ser… La indeterminación y vaguedad obliga a tener que dar cuenta de principios y dar eficacia, como resultado de lo ordenado en la regla de reconocimiento, a un sinnúmero de reglas o principios axiológicos, científicos, técnicos, etc., como parte integrante del Derecho 56 y hacer de él, un medio para obtener los grandes fines y satisfacer las necesidades sociales como fin sine qua non de la Administración, induciendo e incidiendo en campos, temas y teorías sustantivas de lo más variados. Es así que el Derecho —merced a las normas de reconocimiento, implícitas en los conceptos jurídicos indeterminados— juridifica lo meta-jurídico y convierte o transforma en jurídico lo que antes sólo era moral, político, científico y tecnológico. Comenta García de Enterría 57 que el supuesto de hecho puede estar formado por conceptos: Determinados Delimitan el ámbito de la realidad al que se refieren de manera precisa e inequívoca 56 Es así que se da una fusión de la ley constitucional y la teoría moral en la medida que reconoce valores de esa ontología como dice Dworkin, en tanto expresa: “la teoría moral sobre la que deben estar de acuerdo los norteamericanos” 57 García de Enterría y Fernández Tomás Ramón (2002): pp. 459-460 29 Indeterminados Refieren a una esfera de la realidad cuyos límites no están bien precisados, hasta en tanto se aplican Experiencia Valor Conceptos de Científicos (ontología) Técnicos Políticos Son supuestos concretos, no vaguedades imprecisas ni contradictorias Aplicación Actúan en: Cognitiva de hechos, objetivable No volitiva Interpretación Apreciación por juicio disyuntivo para: (determinación operativa) Única solución justa, Concretiza en zonas de penumbra 58 Retomando algunas peculiaridades y, en especial, la indeterminación que afecta tanto a los enunciados de textura abierta como a los conceptos jurídicos indeterminados, es indispensable recurrir a un método interpretativo sui generis pero común, que a la postre debe aplicarse para disminuir la indeterminación de conceptos que se ubican en zonas de penumbra a efecto de ubicarlos, ya sea en la zona de certeza o, bien, en la de certeza negativa. Una explicación del contenido de cada una de las zonas referidas aparece en el siguiente cuadro: 58 Taxonomías, clasificaciones y luego determinaciones progresivas de los conceptos jurídicos indeterminados mediante el principio de la única solución justa pueden llevar a petrificar el ordenamiento. La opción es siempre una ponderación cuando menos en lo que concierne al núcleo de los derechos fundamentales y de los hechos relevantes. 30 Concepto indeterminado Núcleo fijo, zona certeza Datos previos y conceptos precisos y seguros 59 Halo, zona intermedia, incertidumbre Más o menos precisa, penumbra Ámbito cognoscitivo e interpretativo de la ley para aplicarla a hechos 60 Zona de certeza negativa Exclusión del concepto respecto al núcleo esencial Los conceptos jurídicos indeterminados y más bien su aplicación e incluso la calificación de hechos que los satisfagan, prima facie, se ubican en el halo conceptual o zona de penumbra. El siguiente, es un esquema tradicional que ilustra ideas de este modelo metodológico. 59 Así, por ejemplo, en el caso hipotético de que un afiliado o militante en un partido político dé a conocer en un medio masivo de comunicación social (un canal de televisión en red nacional) datos confidenciales de los afiliados, por ejemplo sus datos personales, sin su consentimiento, o profiere insultos o emplea un lenguaje de odio para denostar o denigrar a un amplio número de asociados, incluidos dirigentes, con el consecuente daño a la imagen del partido político, pareciera que no habría dificultad en estimar que el afiliado cometió un acto de indisciplina sancionable no amparado por el derecho fundamental a la libertad de expresión. En otro caso hipotético, si un afiliado o militante en un medio masivo de comunicación social da a conocer los procedimientos para afiliarse a un determinado partido político, pareciera que no habría dificultad en estimar que la conducta del asociado está amparada en el ejercicio del derecho a la libertad de expresión. Todos ejemplos de lo que puede considerarse insito en el núcleo esencial e irrestringible o excluido sin lugar a dudas. 60 Es importante la cantidad de información respecto a hechos y marcos referenciales para su cualificación como los conceptos de experiencia, valor, científicos y técnicos para analizar su contenido, propósito y finalidad en los casos particulares donde ha de concretizarse lo indeterminado del concepto. 31 Núcleo certeza Halo conceptual incierto Zona penumbra Zona de certeza negativa Como puede advertirse, lo problemático o ponderable es el margen de apreciación respecto a los conceptos ubicados en el halo conceptual —zona de penumbra— que confiere una cierta amplitud de criterio en la decisión pero sin llegar ni dar entrada a la libre voluntad de la Administración o juez, en tanto expresa sólo un ámbito puramente cognoscitivo e interpretativo pero constreñido a fines concretos, aunque puedan parecer vagos cuando se expresan en abstracto. 61 Dicho en otras palabras, los conceptos jurídicos indeterminados no son construcciones teóricas o fórmulas abstractizantes —como algunos las han catalogado— sino una técnica que emplean las leyes con un denotado efecto y función delimitadora, reconduciendo así la actividad de la Administración a definir y pronunciarse respecto de si ciertos supuestos de hecho o valores se acomodan al tipo. Por tanto, define el alcance de las potestades de intervención o actuación pública fija y determina límites o prohibiciones, si bien en un halo o penumbra del concepto, pero limitado y verificable por los referentes finalistas y cualidades que 61 García de Enterría Eduardo y otro (2002): p 463 32 el propósito o valores deben acompañar e ir asociados con los resultados que la práctica debe producir. 62 En efecto, los conceptos jurídicos indeterminados delimitan, acotan y, por ende, restringen, los supuestos o valores que la autoridad debe considerar y usar con motivo de la emisión de su acto; en tanto que la facultad discrecional abre opciones o terrenos en los que puede operar la decisión oportuna y razonable. Conducente a resolver y controlar el margen de indeterminación, son útiles algunos modelos de carácter probabilístico que la doctrina 63 ha propuesto para la valoración de las pruebas pero que pueden ser también aplicados, por analogía, a los conceptos indeterminados ubicados en zonas de penumbra. Estos pueden consistir en modelos matemático-estadísticos o inductivos. Y es precisamente, relacionado con estos segundos, que hay planteamientos para un razonamiento aproximativo que conducen a esquemas racionales «no cuantitativos» conducentes a la reducción de la incertidumbre y el tratamiento de conceptos que se ubiquen en zonas de penumbra; destacando el modelo de los fuzzily defined sets de Lotfi Zadeh. Sobre el tema, Gascón comenta lo siguiente: La idea que preside este planteamiento es que los lógicos deben tomar más en serio la vaguedad de los lenguajes naturales, pues el pensamiento vago merece toda la atención si posibilita la solución de problemas que son demasiado complejos para un análisis preciso. Sobre esta base, L. Zadeh construye una lógica de conjuntos vagos o borrosos que puede ser fructífera para el análisis de la valoración judicial de la prueba —o, agregaría, de los conceptos de penumbra—, pues sustituye los conceptos de “verdad” y “falsedad” de la lógica estándar por los de “verdadero”, “falso”, “no verdadero”, “muy verdadero”, “no muy verdadero”, “más o menos verdadero”, “bastante verdadero”, “no muy verdadero y no muy falso”… Por citar uno de los ejemplos de “conjuntos borrosos” que utiliza Schum: una persona de 46 años no está totalmente dentro ni fuera del conjunto de “personas mayores”, sino que pertenece a ese conjunto en una proporción del 55 por 100. 64 62 García de Enterría Eduardo (1995): Democracia, Jueces y Control de la Administración, Madrid, Editorial Civitas, pp. 126-127 63 Taruffo Michele (2002): La prueba de los hechos, Madrid, Trotta y Gascón Abellán Marina (2004): 64 Gascón Abellán Marina (2004): p. 173-174 33 Estas ideas —como muchas otras que pueden parecer hasta estereotipadas o fantasiosas— permiten orientar la búsqueda de soluciones o, cuando menos, inducir a metodologías o esquemas que promuevan y faciliten modelos de razonamiento, consistente y coherente, ordenado y serio, respecto a temas «tabú». Es difícil y además poco práctico e inconveniente, pretender acotar y reducir a zonas de certeza —por sistema y como regla general— los conceptos jurídicos indeterminados en abstracto, pues con ello se les priva de su funcionalidad adaptativa para hacer factible la necesaria y dúctil coexistencia entre ley, derechos y justicia. Luego entonces, resolver la concreción de hipótesis que se ubiquen en la zona de penumbra, necesaria para llegar a la norma individualizada que resuelva el conflicto o satisfaga la pretensión deducida ante la Administración, es tarea cotidiana, pero de caso en caso, sin que hasta la fecha se haya descubierto otra posibilidad para concretar el principio de la «única solución justa». 65 Esto es así, ya que los precedentes —predeterminaciones— atentan contra la ductilidad, flexibilidad y comodidad que la interpretación y aplicación de ciertos conceptos debe mantener y preservar, sobre todo en cuanto a la cualificación de los hechos y los mejores resultados que la práctica pueda engendrar—siempre en íntima conexión con los fines sociales de la norma, debe permanecer abierta, operativa y receptiva como en los casos de ponderación, por ubicarse en la zona de penumbra—, a fin de conseguir, realmente, la única solución justa que el orden normativo en su conjunto impone, pero en función y vinculada con los casos concretos —en la medida que puede diferir y merecer trato especial de uno a otro—, tal como Dworkin lo proclama y el principio del «distinguish» de la jurisprudencia norteamericana, lo que lleva a valorar o ponderar, casuística y proporcionalmente, tal como es la propuesta de Alexy. 65 Expresión acuñada con mucho éxito y popularidad por Eduardo García de Enterría. La crítica puede ser que la norma no opera aislada o independiente de los hechos y el núcleo de indeterminación o penumbra se da en la conjunción o combinación de ambos. Es casi imposible elaborar taxonomías o respuestas con la pretensión o vocación de universalidad. 34 Regresando a nuestro caso concreto, puede plantearse como ejemplo el siguiente: Un gasto X puede ser en C 1 incobrable En razón de peculiaridades del caso, gasto o sujetos C 2 cobrable Es así que un mismo hecho o acontecimiento en un «caso 1» puede tener la calidad y efecto de incobrable y en un diverso «caso 2», totalmente opuesto; por lo que siempre debe permitirse amoldar y acomodar el concepto juridificado a las particularidades singulares, mérito y consecuencias más pertinentes para cada caso y circunstancias. Lenguaje Es una de las creaciones del hombre más fantásticas, cuyos usos se dividen en tres categorías: informativa, expresiva y directiva. La lógica ha pretendido construir fórmulas y un lenguaje artificial, normalizado y estructurado que despeje problemas como la vaguedad, ambigüedad, homonimia, polisemia, sinonimia, hiponimia y analogía; propios del lenguaje natural pero que aún dista mucho de obtenerse. Y esto es así, ya que el lenguaje —aún en una concepción informativa reducida—, es un conjunto de signos que expresan conceptos, objetos e ideas; es un medio de expresión y fijación del pensamiento tan cambiante, evolutivo y subjetivo que no permite precisión objetiva de todos los conceptos y un entendimiento único. No obstante, es el instrumento que utilizamos para comunicar ideas, emociones o conceptos y del que se vale el Derecho, a pesar de todas sus imperfecciones. Guastini 66 propone una clasificación y taxonomía de los signos, bajo las ideas apuntadas, en el siguiente cuadro: 66 Guastini Ricardo (2002): Estudios sobre la interpretación jurídica, México, Porrúa-UNAM, p. 60-63 35 Nombres Descriptivos Propiedades Predicados Atributos Relaciones Sentido, atributo que designa (ambiguo) 67 Referencia, clase individuos poseen atributo (vago) 68 Signos Conectivos Lógicos Negación no Conjunción y Disyunción o Condicionales si, entonces Cuantificadores Incierto significado Ambiguo Indeterminados Surge entonces la necesidad de precisar el alcance de dos conceptos: vago y ambiguo. Vago, del latín, significa vagus, errante o indeterminado, divagar, evagación, extravagante. Errante, impreciso, falto de cualquier forma de precisión o determinación. Impreciso o desdibujado, contrario a claro o abierto; Vg. Justo, donde resulta difuso el límite con injusto y se da la zona de penumbra. 69 Para Nino la vaguedad o imprecisión es: 70 La proposición expresada por una oración puede ser vaga, a causa de la imprecisión del significado de alguna de las palabras que forman parte de la oración. Estas palabras hacen referencia a una propiedad que se da en la realidad en grados diferentes, sin que el significado del término incluya un límite cuantitativo para la aplicación de él. Ambiguo, del latín, significa ambigus, ambigere, discutir, dudar, equívoco. Se aplica a lo que puede admitir más de una interpretación y, por tanto, carece de precisión. Debe ser claro el significado o concepto semántico —de lo contrario sería vago—, pero, de suyo, admitir, válidamente, varios sentidos; Vg. Gato es un animal o herramienta. La ambigüedad 71 puede tener una connotación: 67 Es un problema que se presenta al considerar la propiedad del sentido de los predicados (de entre varios que, en si, son concretos) pues ante la pregunta ¿qué cosa se entiende? admita una pluralidad de respuestas. El predicado doctor, descontextualizado, permite entender con certeza varios significados bien distintos entre si. 68 Es un problema de referencia de predicados, ya que ante la pregunta ¿a qué cosa se refiere? admita una respuesta dudosa, por ejemplo sentencia arbitraria. Es indefinición y falta de concreción 69 Moliner María (1988): Diccionario de uso del español, Madrid, Gredos 70 Nino Carlos Santiago (2003): Introducción al análisis del Derecho, Barcelona, Ed. Ariel, p. 264 36 Semántica; Sintáctica; o, Pragmática. Por concepto se entiende el signo intelectual de la cosa que constituye su objeto; en tanto que el término es el signo lingüístico del concepto. Y es en ese contexto que el concepto de término puede clasificarse como: Unívoco.- Un sentido y un significado y se aplica a varias cosas, Vg. fruta se aplica a una manzana, naranja o melocotón. Equívoco.- Varios sentidos y significados y se aplica a la misma o distintas cosas, Vg. gato es un animal o herramienta. Análogo.- Significado semejante, igual palabra y se aplica a distintas cosas en razón de semejanza, Vg. áspero puede ser un carácter, clima o piel. En el caso que se comenta, además que los términos son equívocos, el problema es que el artículo confunde e incluye diversos atributos de la «práctica» mercantilfiscal, en una sola connotación, puesto que incluye el: Qué es 72 pretendiendo dar cuenta de la identidad o disparidad de sus elementos, aparentemente, ciertos e indiscutibles; y además, Para qué es 73 dando así a entender y conocer los efectos que produce para luego constatar si se actualiza o no la realización de tales objetivos; da cuenta de cual es el efecto o consecuencias que produce. En el caso de los créditos (nombre o sujeto) incobrables por: notoria imposibilidad práctica de cobro (predicado), falta la referencia de la clase de objetos o instituciones que poseen ese atributo o producen tal resultado, lo que hace vago al concepto. El listado que luego se da no permite conocer la nota esencial, por lo cual debe descubrirse, por inducción, para construir el juicio de analogía respectivo pero siempre a costo de una argumentación que pueda ser probable y verosímil, en el mejor de los casos. 71 Que usualmente se resuelve analizando el contexto Entendido como el contenido, materia, enfoque estático, modo y accidente de la práctica 73 Relacionado como el propósito, función, dinámica de la institución 72 37 Concluyendo, se tiene que los conceptos vagos por indeterminación, se conocen también como de «textura abierta» ya que se ubican en una vasta zona de penumbra donde es dudoso aplicar a un caso concreto y específico —sobre todo fuera de contexto— la calidad, predicado o consecuencia de incobrable. La descripción del atributo: notoria imposibilidad práctica de cobro adolece también de ambigüedad semántica ya que el sentido de «notorio» induce a una pluralidad de respuestas si se le aprecia descontextualizado. 74 En ese contexto y relacionado con el concepto vago de: «posibilidad o imposibilidad práctica de cobro», resulta que la elección o diferenciación disyuntiva y en abstracto, deviene difícil demarcar con una raya clara y definida, por la multiplicidad de elementos y variables que deben ponderarse para concluir, si ese concepto mercantil y contable, ahora juridificado, se da y, es mas, si tiene los pretendidos resultados. La penumbra de esa frontera conceptual lleva a la indeterminación que amerita, en cada caso, ser explicada razonablemente —dado que no cabe otra forma de racionalidad por falta de referentes precisos, definidos y plenamente reconocidos con la pretensión de universalidad para todos los casos posibles— por lo que debe ser: Probada e indiciada por el contribuyente mediante elementos de convicción, que basta sean razonables; Calificada, en caso de dudas, por la autoridad fiscal, partiendo de lo razonable de la apreciación prima facie del contribuyente, lo que exige una suficiente y adecuada motivación; y, 75 74 Esto es, fuera de la realidad económica y la posición de la empresa en un conjunto universal donde interactúa con otras, en razón que podría pretenderse sea absoluta o solo tener ciertos matices y concluir en ello por conveniencia. 75 Equivale a lo que para algunos es la derrotabilidad del enunciado prima facie, propuesto por el contribuyente, bien sea por insuficiencia de condiciones relevantes y necesarias o porque se de un caso de excepción 38 Control del criterio de evaluación por tribunales de lo contencioso administrativo. Las actuaciones y planteamientos de las partes y decisiones de la autoridad, tanto administrativa como contencioso administrativa, deben basarse, entre otros, en el principio de buena fe que rige la actividad de la Administración, en términos del artículo 13 de la Ley Federal de Procedimiento Administrativo. Interpretación de los hechos Para los realistas en Norteamérica siempre ha sido un tema inquietante; ahora también en Europa, los especialistas en argumentación ven con mucho interés este tema. Los hechos que, más bien dicho, es la realidad social de la que surge y conforme a la cual se aplica el Derecho; resultan cruciales para definir el alcance y finalidad de lo que está regulado y son la condición sine qua non de su interpretación y aplicación. Es así, que el tema y la praxis de la apreciación, ponderación y argumentación a partir de los hechos se ubica en la zona de penumbra y donde reina soberanamente el arbitrio judicial. 76 El análisis de los hechos 77 empieza con el acreditamiento de su existencia y luego su percepción. Y es que, de esta realidad empírica —usualmente del pasado— el juez es ajeno, no obstante que está conminado, institucionalmente, a resolver sobre ellos como si fuera una experiencia real y propia que le consta, lo cual es totalmente una ficción. Pero además lo relevante no es considerar los hechos aislados o independientes sino vistos en su conjunto e interacción en función de la consistencia, congruencia y coherencia de las stories que las partes construyen —a veces inventan— de manera parcial, interesada y conveniente a 76 Ejemplos claros se patentizan en la materia penal y civil donde el juez de instancia tiene un gran poder al tomar decisiones sobre los hechos que, posteriormente, en las siguientes instancias usualmente debe tomarse como precedente la apreciación y calificación previa pues no se repite la etapa de inmediación, preparación y desahogo de pruebas. 77 Cabe considerar los hechos en: Bruto, percibidos, interpretados, calificados para efectos jurídicos y su eficiencia cuando forman parte de un enunciado, significación y coherencia de este en relación con su trascendencia en lo jurídico 39 manera de lograr la eficacia de la pretensión deducida u oposición a ella. Se trata de datos o acontecimientos relacionados con otros y que aparecen bajo determinadas circunstancias de tiempo, modo y lugar; además que se excluyen los no relevantes para el derecho. Wroblewsky 78 propone sendas fórmulas que explican y justifican la decisión interpretativa y la de prueba con las palabras siguientes: La fórmula que ilustra la justificación de la decisión interpretativa es: la norma N tiente el sentido S según las directivas interpretativas DI1, DI2, ... DIn y las estimaciones E1, E2, ... En necesarias para la elección y la utilización de DI1, DI2, ... DIn. La fórmula de la decisión de la prueba es: “el hecho F existe en el tiempo t y en el lugar p según las pruebas P1, P2, ... Pn fundadas en las directivas empíricas DE1, DE2, ... DEn y/o en las estimaciones E1, E2, ... En”. Como digo, al juez sólo le conciernen y conoce de los enunciados fácticos que le proponen las partes 79 supuestamente representativos de una realidad y actuando en una relación de sinergia, asociados y condicionados respecto de circunstancias de tiempo modo y lugar en que se dan, incluyendo, además, las consecuencias que producen. En la mayoría de los casos, tales efectos son lo verdaderamente relevante para el juez que, a partir de esa ventana a una realidad que no percibe directamente, debe, no obstante, apreciar y connotar el conflicto que se le plantea, esto es, de una realidad fáctica no siempre demostrable en su integridad y menos aún de los detalles; sin embargo la Constitución manda resolver con esa información —aunque parcial, incompleta y artificial—, de una manera definitiva. Por tanto, cuando se habla de pruebas, estas se refieren más propiamente a la credibilidad de los enunciados que a la de sus elementos o información sustantiva. 78 Wróblewsky Jerzy (1992): La ideología de la aplicación judicial del Derecho, Crítica Jurídica No. 10, México, IIJ UNAM, pp. 19-35. Igual Wróblewsky Jerzy (2001): Ideología de la aplicación judicial del Derecho en: Sentido y hecho en el derecho, DJC, México, Fontamara, 70 y 71 79 Usualmente planteados con un enfoque parcial e interesado por lo que destacarán los que convengan y ocultan o reducen los que perjudiquen al logro de la eficacia de la pretensión deducida. 40 El conocimiento humano se obtiene, preferentemente, a través de los métodos analítico 80 o sintético 81 del objeto que se estudia. Estas ideas se expresan en el siguiente cuadro: Analítico Certeza absoluta no aporta nada nuevo Conocimiento Observación de hechos mientras suceden o del pasado (irrepetibles) o futuros. Casi siempre inductivo Sintético Aumenta grado de información, no garantiza certeza incuestionable 82 El conocimiento judicial, como una variante o especie del sintético, hechos del pasado 84 83 versa sobre o intenta predecir los futuros; para lo cual, se apoya en el razonamiento inductivo incompleto basado en leyes probabilísticas que sólo garantiza conjeturas, por lo que la calidad y fiabilidad es, en el mejor de los casos, relativa e imperfecta. El conocimiento inductivo es diferente, según se trate de ciencias nomotéticas o ideográficas, con las siguientes peculiaridades: Nomotéticas Ciencias Ideográficas Establecen leyes generales repetibles indefinidamente Dan cuenta de sucesos únicos e irrepetibles 85 Comprender el por qué sucede Averiguar hechos sucedidos Razonamiento inductivo sentido amplio El método usado por los jueces se conoce como inductivo en sentido amplio. 86 80 Se caracteriza por que el atributo está contenido en el sujeto, se comprueba a priori, el sujeto muestra propiedades proprium. En este contexto es muy común descubrir algo que es obvio e irrefragable 81 El atributo no está contenido en el sujeto, se debe recurrir a experiencia para conocerlo. Para las ciencias experimentales se descubre, en tanto que para las ideográficas se debe construir a partir de evidencias y reglas de paso o correlación entre causa y resultado 82 Gascón Abellán Marina (2004) pp. 116 y ss. 83 Que incluye al del científico, historiador y detective 84 Ya que, a lo más, los hechos del presente apenas constituyen huellas o vestigios del pasado, pruebas indiciarias pero no necesarias ni suficientes 85 Verdad histórica o, en su caso, judicial. Huellas del pasado, enunciados probatorios o indicios 86 Tiene la apariencia de un razonamiento deductivo o entimemático pero en realidad es de estructura probabilística. Su límite o fuerza es que la prueba está más allá de toda duda razonable y la ley de 41 Se apoya en ciertos hechos para inducir otros o, también, para establecer y declarar las consecuencias que puedan derivar. Este proceder se explica con el siguiente esquema de estructura formal: ¿Cuáles y por qué? Hecho conocido secundario + Máxima experiencia + 87 Principios ciencia + 88 Lex artis + Reglas sana crítica + Finalidades y motivos = Hecho ignorado principal Factum probans Criterio inferencial Factum probandum Suelo y hojas mojadas La lluvia produce … al salir de clase Durante la clase llovió En relación con el tema Taruffo plantea el siguiente comentario: 89 Esto implica que el juez debe someter a control crítico no sólo los inputs que extrae del contacto directo con la prueba, sino también las reglas y los estándares que usa para interpretar estos inputs y para obtener inferencias a partir de ellos. Es más, el discurso puede ser invertido: frente a las impresiones que le llegan del contacto con la prueba, el juez debe encontrar, en el repertorio de background knowledges que le ofrece la cultura media, estándares creíbles e intersubjetivamente aceptables con los que podrá seleccionar e interpretar los elementos cognoscitivos que le proporciona la prueba. 90 Llevadas estas ideas a un caso concreto, resulta que lo verificable no son, tan sólo, los hechos y datos que se refieran a los elementos del supuesto de hecho probabilidad empleada sea pertinente y confiable. Gascón Marina (2004): p 118. Invoca un hecho conocido, lo asocia a una regla probabilística o criterio inferencial y presume la existencia de otro hecho. 87 Leyes probabilísticas 88 Natural o social 89 Si bien referido sólo a la órbita del juez, puede ser también aplicable, en el caso, a la eventual crítica que la autoridad fiscal pueda plantear y después a la evaluación del tribunal contencioso administrativo. 90 Taruffo Michele (2003): Algunos comentarios sobre la valoración de la prueba, Alicante, DOXA Discusiones No. 3, p 84, http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/01482529890165929650035/index.htm 42 Vg. los créditos incobrables —inputs—, sino también los criterios que se utilicen como ley de paso —en el caso, los estándares del background knowledges—. 91 Casi todos los enunciados que se plantean en los juicios y por analogía en las resoluciones administrativas, sean de las partes o los que emite el juez, se refieren o tienen un componente fáctico y otro jurídico; incluso la descripción de hechos debe corresponder y ser acorde a criterios jurídicos de calificación de los mismos hechos, procedencia o régimen de las pruebas con que se acreditan, etc. En ese sentido, tanto la pretensión como los enunciados de la sentencia —o en el caso resolución administrativa que se emita— incluyen a los siguientes elementos: 92 91 Aquí se deben incluir las máximas de la experiencia mercantil, leyes que gobiernan a la economía y el desempeño de los mercados, prácticas y experiencias sociales —incluyendo modalidades de corrupción e ineficiencia de las instituciones y, en general, todas las realidades que afronta la gestión empresarial, no sólo en la teoría sino en la práctica, considerando, especialmente, el surrealismo mexicano, tan rico y florido en enigmas y … 92 Aunque uso el esquema de Toulmin, propongo a diferencia, en el caso del enunciado fáctico aplicar como garantía del relato o story las pruebas (entendidas como un procedimiento legal o práctica que me permite argüir o afirmar) que deben ser suficientes para acreditar los hechos o evidencias respectivas en lugar de la garantía normativa que el autor, genéricamente, utiliza., El respaldo será la consistencia y coherencia del relato y la necesidad de acreditar la existencia jurídica y procesal de los hechos (grounds) para el caso que sean cuestionados o problematizados, siendo aplicables, incluso, reglas científicas, técnicas, de la experiencia en general, etc. Invoco la idea de Toulmin respecto que garantía es cualquier declaración o enunciado que autorice el paso (de los hechos a la conclusión) Toulmin Stephen y otros (1978) New York Macmillan, p. 4647 43 Por tanto, el argumento de cualquier resolución, sea administrativa o judicial — integral y genérico, sea de las partes o del juez—, tiene siempre un componente fáctico y otro normativo y cada uno debe ser justificado —garantizado y respaldado en la terminología de Toulmin—, conforme al esquema que antecede, debiendo comprender los criterios de corrección y justificación de la premisa y enunciados tanto fácticos como jurídicos. Para Wroblewsky 93 la decisión final se construye a partir de una formula que incluya los elementos siguientes: Decisión final, según N (norma) interpretada en S (sentido) en relación con F (hecho) que existe en t (tiempo) y p (lugar) que tiene Cn (consecuencias) de acuerdo a DCn (directivas de elección) y En (estimaciones) La construcción de los enunciados 94 no es libre ni arbitraria, en la medida que debe soportarse o derivar de evidencias demostrables o probables. 93 Wróblewsky Jerzy (1992): La ideología de la aplicación judicial del Derecho, Crítica Jurídica No. 10, México, IIJ UNAM, pp. 19-35 94 Trabajo artesanal y hasta artístico o mágico (especialmente en un país surrealista como México) encomendado a los abogados litigantes, que debe estar dotado de gran creatividad, excelencia, plausibilidad y 44 Con ellas, utilizadas como ingredientes, en un cierto orden, cantidad, intensidad y funcionalidad cualitativa 95 se construye una o varias stories 96 que deben fundarse o cimentarse en una regla de paso o probabilística adecuada. Es así que se elaboran —construyen o inventan— las proposiciones fácticas que deben tener un soporte institucional o de las reglas adjetivas pertinentes, como factor de calidad convictiva, para obtener un consenso por aceptabilidad racional y merecer justificación por haber seguido los procedimientos institucionales tanto de carácter justificativo y de coherencia tanto en lo externo como en lo interno. En seguida trato de plasmar esquemáticamente estas ideas. Ley de paso Ley de paso Ley de paso Retomando el problema que nos ocupa, lo más serio y complejo es la indeterminación de los hechos con respecto a un estándar o regla —vaga y necesariamente ponderable casuísticamente— que permita la calificación o denotación en lo mercantil de los atributos del gasto para reputarlo de incobrable, fuerza convictiva o inductiva del auditorio o destinatario, emocional y racionalmente hablando. Aquí es crucial la retórica para llevar a un consenso. 95 A la manera de cómo un buen chef elabora un suculento platillo 96 Expresión de uso arraigado en el lenguaje forense norteamericano y en la doctrina europea, Twining y Taruffo son ejemplo de ello 45 elemento —gelatinoso— al que la ley se contrae y somete para hacer la cualificación. Es un ejemplo claro, de cómo lo metajurídico se apodera y convierte en jurídico. La ley toma o reconoce y da relevancia como normativo y jurídico-formal a un principio de naturaleza y carácter mercantil, pero con la particularidad que en esa disciplina es indeterminado y, además, parece que convenga que permanezca como tal, por supuesto no se desprecian taxonomías o ciertas precisiones conceptuales que permitan ir construyendo indicadores de las reglas de probabilidad. Probabilidad El concepto tiene, básicamente, dos connotaciones: la matemática que se apoya en lo que es medible en lo cuantitativo y objetivo a través de métodos estadísticos, esto es, la medición de resultados previos, antecedentes y consecuentes; se trata de datos numéricos para obtener inferencias o baremos, grados de posibilidad o probabilidad que algo ha ocurrido, o bien, que ocurra o no suceda. 97 Otra es la probabilidad lógica que conjuga referencias de lógica formal aplicada a indicadores y elementos racionales y razonables, indicativos de enunciados cognoscitivos y prescriptivos que, en conjunto y merced a una adecuada y convincente argumentación, permiten crear ánimo de algo que está más allá de toda duda razonable. En Derecho las mediciones estadísticas no han pasado de ser equivalentes a una ley científica pero no concluyentes per se. En cambio es de uso frecuente la inferencia probabilística consistente en adoptar una hipótesis explicativa de ciertos hechos —que constituyen el armazón de la prueba indirecta— expresada por Charles S. Pierce y N. R. Hanson como abducción o hipótesis o reproducción, esto es, como un tipo de razonamiento «hacia atrás», a lo Sherlock Holmes. 98 97 Por ejemplo, los análisis de sangre para determinar el ADN tienen una fiabilidad y probabilidad cercana al 98% 98 Gascón Abellán Marina (2004): p 107 46 De cualquier manera las notas distintivas aparecen en el siguiente cuadro. Matemática o Probabilidad Lógica Datos: Demostrables o verificables Ley de paso: Aceptable o suficiente No derrotada: Contradicha o refutada El modelo de probabilidad inductiva propuesto por Cohen 99 ofrece un concepto unificador de todos los usos del término probabilidad, entendido como demostrabilidad (provability); Es así que la hipótesis se considera «probable» cuando se puede fundar mediante inferencias a partir de pruebas disponibles y la «probabilidad» es la corrección (soundness) de una regla de prueba que se aplica a tales hechos. Abundando sobre la probabilidad lógica, el concepto tiene la estructura formal siguiente: Hecho conocido + Ley de paso o regla de prueba = Hipótesis probable (evidential weight) (inferential soundness) El hecho conocido o datos deben ser demostrables y puede ser derrotable por hipótesis alternas o contrarias de mayor peso. La ley de paso puede ser refutada también por la invocación de opciones alternas o contrarias que igualmente conduzca a su derrota. Lo anterior se expone en el siguiente esquema: + Regla de prueba Datos Demostrables, con pruebas disponibles ↨ contraprueba Hipótesis alternativas o contrarias 99 (permite la inferencia) Razón que conecta o Ley de paso Corrección evaluable, grados de posibilidad, confirmación o generalización (normal, ocasional, seguramente) hacen o no aceptable la hipótesis. Máximas de experiencia, leyes o principios científicos, etc. = Hipótesis probable Los grados pueden ser porque el concepto prima facie fue consentido; o bien, porque la refutación haya sido infructuosa. En conclusión: no fue derrotada ↕ refutación o Hipótesis alternativas o contrarias Gascón Abellán Marina (2004): p 175 47 Es así que el valor queda determinado por 2 componentes que interactúan: Probabilidad Grado de credibilidad, objetiva y subjetiva Completitud Suficiencia de información Componente Dice Taruffo 100 que el problema fundamental de la prueba judicial es el de la conexión lógica entre la prueba y la hipótesis sobre el hecho, lo que determina el grado de apoyo inferencial atribuible a la hipótesis; siendo evidente que el incremento de ese grado —debido, por ejemplo, a la acumulación de más elementos de prueba convergentes hacia la misma conclusión— implica un incremento de la probabilidad de la hipótesis. Lo anterior permite construir los elementos para una prueba o test de aceptabilidad que haga referencia a lo siguiente: 101 Test de aceptabilidad Requisito de confirmación Prueba (fiables, cantidad, variedad) 102 Regla (pertinente y relevante) Hipótesis (confirmaciones o eliminaciones) 103 Requisito de no-refutación Pruebas en contra Cuestionamiento de regla Hipótesis contraria Elección entre hipótesis verificadas Simplicidad Coherencia narrativa Estándares institucionales Reglas legales Carga prueba Es así que la fuerza convictiva dependerá, en muchos casos, que las hipótesis o circunstancias de facto puedan enlazarse de manera adecuada y colaborativa para acreditar y satisfacer los extremos acreditables o, en caso contrario, para desestimarlas. 100 Taruffo Michele (2002): p. 226 Gascón Abellán Marina (2004): pp. 179 y ss. 102 Relevancia es la relación con los hechos a que refiere el objeto y el thema decidendi. Necesaria es la realmente útil para formar convicción 103 Cuando existen varias hipótesis deben introducirse datos probatorios adicionales que contribuyan a reforzar, debilitar o eliminar. 101 48 En economía se usan regresiones, para hacer predicciones que, mutatis mutandi, pueden aplicarse como ley de paso o regla de prueba. Sobre esta técnica se tiene que: Las técnicas de regresión permiten hacer predicciones sobre los valores de cierta variable Y (dependiente), a partir de los de otra X (independiente), entre las que intuimos que existe una relación. Supongamos que en una variable bidimensional queremos precisar la relación que existe entre las dos variables que la forman. En concreto queremos expresar mediante una relación cómo depende una de ellas (variable dependiente) de la otra (variable independiente). Normalmente se elige como y la variable dependiente y como x la independiente. Si esa relación se expresa mediente una función lineal del tipo y = ax + b, su gráfica correspondería a una recta. En la imagen siguiente se muestra la recta de regresión de y (peso) sobre x (talla) del ejemplo 1 de este tema. En este caso se supone que represente cómo depende el peso de una persona de su talla. En el caso interesa la recta que mejor "se ajuste" a los puntos de la nube de puntos de la variable. Dicha recta se denomina: recta de regresión. 104 Sin perjuicio de lo anterior y sólo como indicio de herramientas que los operadores jurídicos pueden utilizar, comentan los economistas que: La realidad no se ajusta ni se corresponde con los modelos teóricos. Estas técnicas de investigación e 104 http://www.cnice.mecd.es/Descartes/Bach_CNST_1/Variables_estadisticas_bidimensionales_regresion_cor relacion/regresi2.htm 49 inductivas para adquirir conocimiento pueden servir como inspiración al difícil trabajo que los juristas realizamos cotidianamente. Con base en esta metodología es factible construir escenarios probables e hipotéticos que pueden ensayarse adicionando o eliminando variables mediante alternancia o disyunción y apreciar el resultado que, en un caso u otro, se presentan. Eso es factible con créditos incobrables ensayando el escenario que produjeren en diferentes condiciones de mercado y circunstancias subjetivas o casuales en los resultados empresariales, sea con intento de cobro o sin el y evaluando costos y riesgos versus oportunidades Estos modelos de predicción probabilística, aunados a la ponderación, pueden ilustrar y evidenciar, a través de distintos escenarios, como se afectaría o beneficiaría a determinados bienes tutelados. El valor de las probabilidades depende, en mucho, del prestigio o reconocimiento que se confiera a la regla probabilística que hará las veces de ley de paso. Si nosotros construimos esa ley de paso con un sólido argumento de autoridad o con una presunción legal es más que seguro se disipe cualquier duda razonable. Sin embargo, cunado no es el caso y, para regresar a nuestro problema, un abogado o contador que está al servicio de la empresa contribuyente —es de llamar la atención sobre la parcialidad que, en su caso pueda tener—, certifica que el crédito «x» dada su experiencia profesional es o tiene la peculiaridad de incobrable, tal argumento, sin mas respaldo, puede ser seriamente cuestionado si se le descontextualiza y no se adminicula con mayores indicios que justifiquen la razonabilidad de la conclusión. Otra calificativa que pueden merecer los enunciados sobre hechos es la de verosímiles; expresión que nada tiene que ver con la probabilidad o veracidad de la aserción. 50 En cambio, si refleja y tiene una relación de proximidad o representatividad, de la descripción respecto a la realidad o a una hipótesis fundada acerca del «orden normal de las cosas». Es una aproximación entre la representación que hagamos y con respecto del objeto representado o cercanía de la aserción a la realidad de la que se ocupa; es un grado de capacidad representativa de una descripción respecto a la realidad. Tiene que ver con el valor de la alegación del hecho y no con la prueba del mismo. 105 En cuanto a la derrotabilidad del enunciado y su grado de probabilidad, deben distinguirse las aserciones y las hipótesis sobre pruebas prima facie 106 que a la luz de adecuadas máximas de experiencia permiten extraer ciertas conclusiones preliminares «apariencia del hecho». Estas hipótesis resultan suficientes para someter a la otra parte a la carga de la prueba contraria, es así que puede ser refutado y problematizado por la contraria, lo que confirmará, incrementará o eliminará el grado previo de probabilidad. 107 Llevadas estas ideas al caso que ocupa, si el contribuyente formula una hipótesis, razonable y probable, de un cobro que tenga el carácter o cualidad de incobrable, por imposibilidad práctica, corresponderá a la autoridad refutar ese planteamiento prima facie o provisional mediante la problematización respectiva. Cargas probatorias en el caso concreto Para una mejor demostración del rol o actuación que a cada parte corresponde desplegar y las peculiaridades del mismo es ilustrativo tener como referente la teoría de la célula argumentativa desarrollada por Toulmin. En seguida se muestra el diagrama básico: 105 Taruffo Michele (2002): pp. 185, 186, 503-507 Para algunos autores es una probabilidad objetiva o normalidad del enunciado, el hecho o hipótesis no está probado pero resulta creíble por su proximidad con algún paradigma de verdadero 106 Entendida también como prueba débil, de baja probabilidad, probatio inferior. Corresponde a la normalidad o tipicidad del esquema recurrente, relativo a ese sector de la experiencia 107 Taruffo Michele (2002): pp. 512-515 51 Contribuyente Basta que sea razonable su pretensión. Que se apoye en hechos ciertos (razones o causas); Ley de paso: Justifique la calidad, propiedades o efectos de esos acontecimientos para generar la: imposibilidad / práctica de / cobro (garantía que es la explicación de atinencia, relevancia y suficiencia de la razón para concluir o producir la pretensión y el respaldo de lo afirmado, los lineamientos, principios, leyes o convenciones que sustenten y justifiquen la garantía); y, Construir la mejor hipótesis. En efecto, debe construir una hipótesis: verificable, suficiente, probable, verosímil y razonable, ya que la certeza absoluta es prácticamente inalcanzable. Sus elementos son una o varias razones (causas o grounds) adecuadamente articuladas acopladas y respaldadas por una garantía que sirva de paso para justificar la pretensión o eficacia que se le atribuye a las razones en relación de sinergia para ser susceptibles de la pretendida eficacia. Puede y debe hablarse de una historia «store» convincente, coherente y acreditable. 52 Algo importante es entender la derrotabilidad o provisoriedad de esta pretensión. Es así que el planteamiento prima facie 108 , puede ser cuestionado, problematizado o refutado —en lo concerniente a las excepciones implícitas y las propiedades necesarias relevantes— por la parte demandada siempre que determine adecuadamente la falta de alguna suposición necesaria relevante 109 o que se está en un caso de excepción, bien sea al planteamiento prima facie o a cualquiera de las suposiciones necesarias 110 respecto al caso propuesto por el actor. Todos estos elementos son los que pueden dar lugar a la refutación. Las ideas anteriores se exponen en el siguiente esquema: 111 108 Como ejemplo, supongamos la pretensión de nulidad de un acto de autoridad que no cumple los requisitos del artículo 16 constitucional (competencia, por escrito, fundado y motivado) 109 La violación destacada no alcanza el carácter de invalidante en tanto no trasciende al resultado de lo decidido ni acarrea indefensión para el gobernado 110 Piénsese que el acto no alcanza a tener el carácter y cualidad de ser de molestia, en tanto sea sólo un recordatorio o propuesta de pago de una obligación supuestamente omitida según registros de la autoridad pero sin trascendencia o vinculación para el destinatario 111 La expresión: “(p^?e)→q” significa que la pretensión prima facie “p” pero sin la concurrencia de una excepción o elemento relevante “?e” conduce a la consecuencia “q”. En tanto que la diversa “(p^e)→?q” significa que la pretensión prima facie “p” pero con la concurrencia de una excepción o falta de un elemento relevante “e” puede no conducir a la consecuencia “q” 53 El ejemplo con que se ilustra la problematización se advierte con más claridad en el siguiente esquema: Condiciones de la pretensión Violación formal 16 C. P Pruebas Suposiciones Q Ilegalidad no invalidante Prima facie Hechos Necesarias Consecuencias ‘(p^?e) Refutación Hechos Casos excepción Falta alguna relevante No Consecuencias Excepciones No acto de molestia Pruebas -P q’ ‘(p^e) ?q’ -Q Autoridad fiscal El rechazo o crítica —derrotabilidad de la pretensión— debe estar fundada y motivada 112 y puede obedecer a: Inexistencia de los hechos; 112 Adecuada y exhaustiva motivación de corte analítico, no confundirla con profusa, extensa, prolija, interminable, pues la cantidad no constituye por si sola calidad. Que huya de argumentos ad pompam o ad abundantiam, huir de motivaciones extensas, repletas de malabarismos argumentativos, vericuetos dialécticos, farragosas, que resultan poco comprensibles y poco racionales, puede ser que encubran alguna arbitrariedad (falacias). En cambio, elementos precisos, para hacer racionalmente justificada y controlable la decisión, concisión y completad, seguir rigurosos cánones tendentes a una justificación más simple y lineal; racionalidad en el juicio de hecho. Gascón Abellán Marina (2004): Los hechos en el Derecho, Madrid, Marcial Pons, p. 228 54 Insuficiencia o falta de atinencia de los hechos o de la hipótesis; Falta, insuficiencia o irrelevancia en el acreditamiento de requisitos y condiciones jurídicas y mercantiles indispensables para atribuir la calidad y eficacia pretendida a esos hechos o hipótesis; La probabilidad lógica —argumentos o pruebas en contra— y verosimilitud debe ser refutada y cuestionada y aportarse los elementos de censura que deben ser suficientes; y, Demostrar la insuficiencia, falacia o incoherencia de la hipótesis del contribuyente. Tribunal contencioso administrativo Como respuesta a la pretensión de nulidad que pudiera plantearse, debe proceder al: Análisis prima facie sobre la eficacia y suficiencia de los elementos y razones aportados por el contribuyente; y, Evaluación detallada de verificabilidad en lo racional y razonable de los argumentos y elementos aportados por la autoridad, con pretensión de refutación o derrotabilidad. Los elementos de toda pretensión son los siguientes: 55 Como se aprecia en la fórmula propuesta, el actor para sostener la procedencia de su pretensión (NP) debe acreditar: Ser titular de un interés jurídico (IJ), la causa petendi (CP) que consiste en aportar pruebas (P), suficientes para acreditar que existen los elementos del supuesto de hecho (ESH), un argumento (A) que relacione la subsunción o correspondencia de estos hechos con la norma y, finalmente, una norma (N), consistente en una regla, ley o principio de la que derive la titularidad del derecho en disputa. La parte demandada en un entorno y acción estratégica de carácter dialéctico debe combatir esos elementos que prima facie deben acreditarse. El tribunal debe pronunciarse como árbitro en ese debate y contienda. Considerandos En seguida, una referencia sintética y la transcripción de algunas secciones de la sentencia que resolvió el tema de la judiciabilidad y control de objeciones a los conceptos jurídicos indeterminados. 56 La discusión en lo referente a los agravios 1 y 2 versó sobre un aspecto teórico ¿Pueden los hechos referentes a los conceptos jurídicos indeterminados ser evaluados en cada caso y al tenor de peculiaridades? o ¿Necesariamente se reducen a los supuestos fijos y determinados en la ley? ¿Debe ser absoluta y categórica la imposibilidad de cobro de los créditos? Todo esto en virtud de imputarse por la autoridad fiscal a la Sala contencioso administrativa un error al resolver, con base en argumentos meramente subjetivos, que califican de incobrables a ciertos créditos y, según el criterio de la autoridad exactora, no está cabal e indiscutiblemente probada esa incobrabilidad. En este orden de ideas, la respuesta que se da en la sentencia versa, esencialmente, sobre la definición y como opera y la finalidad de ese concepto indeterminado de incobrabilidad práctica. Define concepto jurídico indeterminado, síntesis Problema: Subjetiva la decisión de la Sala al autorizar créditos como incobrables cuando no es indiscutible la calificación A Art. 25 RLIsR es CJI (100) (definición) 1 Describe un objetivo, fin y principio en abstracto, referente a hechos y conductas objeto de regulación en casos concretos (100) (enunciado normativo) a) Sustenta un concepto mercantil (100) (enunciado normativo) 2 S de H es complejo, requiere de especial valoración, lenguaje se refiere a conceptos jurídicos y no jurídicos (adopción principio) b) Menester acudir a presupuestos o intereses compatibles con el fin para esclarecer alcance (enunciado normativo) B Definir calificación de situación real (tema interés público o finanzas) (101) C Requiere ponderar circunstancias con valoraciones casuísticas frente a S de H que es maleable ante condiciones del caso (101) (adopción principio) D Subsunción incierta y probable por vaguedad en apreciación cognoscitiva, pero no es discrecionalidad (arbitrariedad) subjetiva (101) (enunciado normativo) E Intelección de los fines + Estimación (ponderación) principios e intereses en conflicto = Solución del caso concreto (101) (adopción principio) 1 CJI (elementos) (definición) A) Conceptos de experiencia para apreciar hechos (101) (adopción principio) 57 A) * Competencia de juez es ilimitada (101) (enunciado normativo) B) Conceptos de valor, implica juicios de valor o técnicos (102) (adopción principio) (ley de paso) C) Exige proceso argumentativo para adscribir significado a lo indeterminado en casos concretos (102) (enunciado normativo) C) * Motivación: Valorar derecho + connotar hechos en esquema condicional = asignar consecuencias (102) (adopción principio) F Teoría de conceptos jurídicos indeterminados (102) (definición) Reduce discrecionalidad Elimina arbitrariedad Todo es juzgado (evaluado) en términos de legalidad o justicia G Interpretación de conceptos jurídicos indeterminados deriva del contexto del ordenamiento (102) (enunciado normativo) H Jurisprudencia, argumento de autoridad (102-103) (adopción principio) I Equívoco de autoridad, litis no constreñirse a cuentas con soporte documental, sino solución global del problema planteado (103-104) (enunciado normativo) 1 Autoridad exactora debe calificar razonabilidad de las deducciones, Salas evaluar uso del criterio valorativo amplio, resolver lo planteado vinculado con efectos y consecuencias (104) (adopción principio) A) Jurisprudencia, argumento de autoridad (104-106) (adopción principio) 2 Art. 25 RLIsR interpretado considerando elementos para aplicación adecuada al caso concreto (106) (enunciado normativo) J Precepto es enunciativo clausus apertus, no limitativo (107) (definición) 1 Análisis, preferentemente, de significación financiera de hechos más que jurídica. Ponderarlos de manera sistemática, relacionada y contradictoria. correspondencia entre hechos de las partes y los derivados de experiencia, conjunta y coherente (107) (enunciado normativo) 2 Bastan estándares de probabilidad y razonabilidad de incobrabilidad por incosteable, no es necesaria, absoluta e indiscutible (107) (adopción principio) A Incosteabilidad entendida como idoneidad, lo relevante es la relación de adeudos con prácticas mercantiles y jurídicas cotidianas (107-108) (enunciado normativo) 3 Irrecuperable no debe ser criterio artificial ni teórico, separado de realidad comercial, evaluarse múltiples circunstancias en conjunto (108) (enunciado normativo) K Pruebas sobre incobrabilidad, vistas dentro de contexto de interrelación dinámica. Debe responder a ponderación en conjunto, necesaria para definir y concretar correcta aplicación por Salas del TFJFA (108) concl 58 Diagrama de corrección argumentativa El contenido y significación semántica y sintáctica de las consideraciones que preceden aparece representado, en lo formal, en el siguiente diagrama inspirado en las ideas que propone Atienza y da cuenta del sentido y contenido de los argumentos, permitiendo apreciar objetivamente como es que se enlazan, funcionan e interactúan para justificar un cierto resultado. 113 113 Atienza Manuel (2003): Las razones del derecho, México, UNAM, pp. 207-216 59 Significado de la simbología Planteamiento Problema Pregunta Afirma enunciado empírico Asume juicio valor Afirma enunciado normativo Definición o postulado significado Planteamiento Problema Conclusión Argumento provisional trazo discontínuo Adopta principio Conclusión Texto íntegro del considerando Sexto A partir de esas dos razones torales, la resolutora analizó la legalidad del rechazo de las cantidades incluidas como deducciones por créditos incobrables, sopesando el material probatorio sustento y motivo de deducibilidad, para concluir que, contrario a la apreciación de la autoridad demandada, los casos reportados por la empresa eran un ejemplo real de notoria imposibilidad práctica de cobro. A continuación, procede el estudio conjunto de los agravios primero y segundo, dada la estrecha relación que guardan. En estos motivos de inconformidad la autoridad recurrente combate la sentencia recurrida, en relación a las consideraciones y motivos que tuvo la Sala del conocimiento, para resolver como ilegal el rechazo de las deducciones presentadas por la empresa actora. 60 En este tenor, conviene agrupar los alegatos contenidos en los agravios, partiendo de las cantidades rechazadas por la autoridad demandada, en los que se aduce que la sentencia recurrida carece de la debida motivación y fundamentación y es violatoria de lo que dispone el artículo 237 del Código Fiscal de la Federación, porque ilegalmente decreta la nulidad de la resolución impugnada por la actora, sin haber estudiado la litis puesta a su consideración y resolviendo con base en argumentos subjetivos para justificar el carácter de cuentas incobrables a los créditos de la contribuyente con importe de tres millones setecientos setenta y cuatro mil doscientos ochenta y dos pesos. Crédito $ 47,979.04 $106,854.05 $667.137.40 $ 21,408.63 $145,131.35 Argumentación de la Sala Agravios hechos valer 9 Es falso que la Ley del Impuesto sobre la Renta y su Reglamento, exijan, para probar los supuestos de la notoria imposibilidad práctica de cobro, las sentencias recaídas a los juicios intentados en instancia jurisdiccional; 9 Es un hecho notorio que, respecto de créditos menores, para una empresa resulta más caro intentar la vía jurisdiccional para recuperarlos; 9 Que es la propia empresa la que dictamina o evalúa que un crédito es incobrable apreciando diversas circunstancias que atañen tanto a los medios con que cuenta para llevar a cabo su cobro como a las condiciones específicas del deudor; 9 Que la actora demostró la notoria imposibilidad práctica de cobro con los documentos aportados (actas de Corredor Público e informes del abogado Jorge Guzmán Benítez). El informe de la Lic. Elvia Huerta Torres, dirigido al Gerente General de la contribuyente es insuficiente para demostrar la imposibilidad práctica de cobro. Las actas levantadas ante el Ministerio Público, son insuficientes para demostrar que se hubiera configurado el delito imputado. La copia de las demandas intentadas en la vía ejecutiva mercantil y la copia de los pagarés no acredita la prescripción de los créditos. 61 En este orden de ideas, este Tribunal considera como infundados los agravios analizados, de conformidad con las siguientes consideraciones. El artículo 25 del Reglamento de la Ley del Impuesto sobre la Renta, vigente en mil novecientos noventa y siete, es del siguiente tenor: ‘Artículo 25. Las pérdidas por créditos incobrables señaladas en la fracción XVII del artículo 24 de la Ley, se deducirán en el ejercicio en que se consuma la prescripción en los términos de las leyes aplicables o se dé la notoria imposibilidad práctica de cobro. Se considera que existe notoria imposibilidad práctica de cobro de un crédito, entre otros en los siguientes casos: I. Cuando el deudor no tenga bienes embargables. II. Cuando el deudor haya fallecido o desaparecido sin dejar bienes a su nombre. III. Cuando se trate de crédito cuya suerte principal al día de su vencimiento no exceda el equivalente a 60 veces el salario mínimo general del área geográfica correspondiente al Distrito Federal y no se hubiera logrado el cobro dentro de los dos años siguientes a su vencimiento. IV. Cuando se compruebe que el deudos ha sido declarado en quiebra, concurso o en suspensión de pagos. En el primer supuesto, debe existir sentencia que declare concluida la quiebra por pago concursal o por falta de activo. En el caso señalado en la fracción III, la deducción procederá en el ejercicio en el que se cumpla el plazo a que la misma se refiere. En todos los casos, el saldo de cada cuenta considerada como crédito incobrable deberá quedar registrado en contabilidad con ‘importe de un peso’, que por un plazo 62 mínimo de cinco años y conservarse la documentación que demuestre el origen del crédito’. La lectura del precepto –que es el sustento legal en que la autoridad fiscal justifica su actuar y la base de la determinación de la Sala resolutora–, contiene un concepto jurídico indeterminado al referirse a notoria imposibilidad práctica de cobro de un crédito porque describe un objetivo, fin y un principio que sustenta a la idea o concepto mercantil y contable, lo que implica, a su vez, considerar en abstracto una serie de hechos, conductas o situaciones que pueden ser objeto de regulación en los casos concretos. Definir el contenido del supuesto de hecho en un concepto jurídico indeterminado, puede ser complejo y requerir de una especial valoración, sobre todo cuando el lenguaje empleado en su redacción se refiera a conceptos científicos, tecnológicos, axiológicos, económicos, políticos, sociológicos, etcétera; lo que, de suyo, requerirá acudir a otras disciplinas. Pero tal labor, aun cuando se trate de conceptos, incluso jurídicos, puede ser especialmente difícil si tienen el carácter de indeterminados. Frente a tales “casos difíciles”, es menester acudir a valores, principios e intereses que resulten compatibles con el fin de los actos administrativos para esclarecer y apreciar el contenido, alcance y significado de los referidos conceptos. En mérito a lo dicho, definir si una determinada situación real afecta o no al interés público o tiene una cierta calificación o trascendencia o significado en las finanzas de una empresa bajo contextos variables y cambiantes, exige una valoración o ponderación de las circunstancias que se plantean frente al supuesto legal, que es extremadamente maleable y variable, incluso de un caso frente a otro, ya que condiciones de tiempo, modo, lugar, axiológicas, sociales, políticas, 63 económicas, empíricas, etcétera, obligan a formular especiales valoraciones y reflexiones de corte casuístico. Por tanto, la subsunción puede ser discutible y opinable e implica estar en zonas de incertidumbre decisoria o probabilidad que, necesariamente, conducen a una discrecionalidad cognitiva o de juicio. Sin embargo, tener que sortear tales indeterminaciones, imprecisiones y vaguedad en la apreciación intelectiva y cognoscitiva, no son, en realidad, casos de discrecionalidad –ni se trata de apreciaciones subjetivas, como dice la recurrente–. En efecto, al tenor de la intelección de los fines de la norma, aunado a la estimación de valores, políticas, principios e intereses en conflicto, todo ello situado en su contexto e interactuando, se obtiene que la autoridad debe poder encontrar una solución o respuesta respecto del caso concreto. Para completar y aclarar la idea, conviene distinguir que los conceptos jurídicos indeterminados pueden ser: • Conceptos de experiencia, consisten en apreciar hechos, la competencia del juez es ilimitada; • Conceptos de valor, donde además de apreciar los hechos, se implican juicios de valor que pueden ser técnicos –Vg. “impacto ambiental”, “interés público”, “utilidad pública”–. Como se advierte, ello exige un proceso argumentativo en el que entren en juego valoraciones político-morales vigentes en el medio social, pues solo así es posible adscribir un significado a los conceptos indeterminados frente a la situación prevaleciente. 64 Concluyendo, la autoridad debe motivar cómo es que valoró y connotó, hecho y derecho, ya que a pesar de las apariencias se trata de un esquema condicional en que se debe aplicar la regla a través de la subsunción y la asignación de las consecuencias que el fin de la norma exige atender —intención y propósito del sistema normativo—. Así pues, la teoría de los conceptos indeterminados reduce la discrecionalidad administrativa, eliminando la arbitrariedad de todo aquello que deba ser juzgado en términos de legalidad o justicia. En efecto, la interpretación del concepto no necesariamente deriva del texto de la disposición que lo establece, sino en sentido contextual del ordenamiento. La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ha formulado respecto al tema las siguientes consideraciones. “LEYES. SU INCONSTITUCIONALIDAD NO DEPENDE DE QUE ESTABLEZCAN CONCEPTOS INDETERMINADOS. Los conceptos jurídicos no escapan a la indeterminación que es propia y natural del lenguaje, cuya abstracción adquiere un sentido preciso cuando se contextualizan en las circunstancias específicas de los casos concretos. En estos casos el legislador, por no ser omnisciente y desconocer de antemano todas las combinaciones y circunstancias futuras de aplicación, se ve en la necesidad de emplear conceptos jurídicos indeterminados cuyas condiciones de aplicación no pueden preverse en todo su alcance posible porque la solución de un asunto concreto depende justamente de la apreciación particular de las circunstancias que en él concurran, lo cual no significa que necesariamente la norma se torne insegura o inconstitucional, ni que la autoridad 65 tenga la facultad de dictar arbitrariamente la resolución que corresponda pues, en todo caso, el ejercicio de la función administrativa está sometida al control de las garantías de fundamentación y motivación que presiden el desarrollo no sólo de las facultades regladas sino también de aquellas en que ha de hacerse uso del arbitrio.” Novena Época, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo: XIX, Junio de 2004 Página: 236, Tesis: 1a. LXVII/2004. En este orden de ideas, contrario a las manifestaciones de la autoridad recurrente, la litis en el juicio contencioso administrativo no debía constreñirse sólo a determinar si los supuestos considerados por la empresa actora como cuentas incobrables se encontraban soportados con documentación idónea, sino a establecer, en términos del artículo 237 del Código Fiscal de la Federación, una solución global al problema planteado. En efecto, el citado precepto contiene un principio conforme al cual, la autoridad exactora en un primer momento califique la razonabilidad de las deducciones invocadas por el contribuyente y, en uno posterior que las Salas del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa evalúen el uso que la autoridad fiscal haya dado al criterio valorativo amplio que la ley le concede y, en ese contexto, resuelvan los asuntos sometidos a su jurisdicción, sobre la base no formalista de un fundamento de hecho, evaluando si la esencia y relevancia de lo planteado, es conforme con el ordenamiento aplicable, todo ello de una manera razonable, integral y no rigorista, sin desvincularlo de los efectos o consecuencias de la esencia de la pretensión, privilegiando una respuesta basada en la verdad fáctica y real por encima de lo procesal. Ello implicará, desde luego, un pronunciamiento completo y amplio de la litis propuesta atendiendo a la solución de fondo, al problema jurídico y de la controversia, tal y como lo ordena el artículo 17 constitucional. 66 Brinda apoyo a lo anterior, la jurisprudencia sustentada por este Tribunal Colegiado, cuyo rubro y datos de identificación se transcriben: “SENTENCIAS DEL TRIBUNAL FEDERAL DE JUSTICIA FISCAL Y ADMINISTRATIVA. SU CONTENIDO Y FINALIDAD EN RELACIÓN CON LA PRETENSIÓN DEDUCIDA. Del contexto de los artículos 237 y 238 del Código Fiscal de la Federación, se desprende que las Salas del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, al dictar sus fallos, resolverán "sobre la pretensión del actor que se deduzca de su demanda, en relación con una resolución impugnada", lo que determina el contenido y finalidad de las sentencias e implica considerar: a) el petitum en relación con un bien jurídico; y, b) la razón de la pretensión o título que es la causa petendi. Es así que el juzgador, sobre la base no formalista de un fundamento de hecho, debe evaluar si la esencia y relevancia de lo planteado es conforme con el ordenamiento, todo ello de una manera razonable, integral y no rigorista, sin desvincularlo de los efectos o consecuencias de la esencia de la pretensión, privilegiando una respuesta basada en la verdad fáctica y real por encima de lo procesal. Ello implicará un pronunciamiento completo y amplio de la litis propuesta atendiendo a la solución de fondo, al problema jurídico y de la controversia, tal y como lo ordena el artículo 17 constitucional. En abono a lo anterior, se tiene que el Código Fiscal de la Federación especialmente en su artículo 237 y demás relativos-, así como criterios jurisprudenciales relativos a su reforma, facultan y conminan a las Salas del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa a pronunciarse sobre aspectos tales como: a) una litis abierta, b) eventual sustitución en lo que deban resolver las autoridades demandadas, c) invocar hechos 67 notorios, d) resolver el tema de fondo con preferencia a las violaciones formales, e) corrección de errores en la cita de preceptos y suplencia de agravios, en el caso de ciertas causas de ilegalidad, f) examen conjunto de los agravios, causales de ilegalidad y argumentaciones, g) constatar el derecho que en realidad asista a las partes y, h) aplicar los criterios y principios jurisprudenciales dictados y reconocidos por los tribunales del Poder Judicial de la Federación. Registro: 184,755 Jurisprudencia Materia(s): Administrativa Novena Época Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo: XVII, Febrero de 2003 Página: 944 Tesis: I.4o.A. J/20 Así las cosas, carece de razón la autoridad recurrente cuando expone que la Sala del conocimiento basó su resolución en elementos subjetivos carentes de fundamento legal, atento que, tal como se ha explicado a lo largo de la presente resolución, la norma aplicable al caso (artículo 25 del Reglamento de la Ley del Impuesto sobre la Renta), contiene un concepto jurídico indeterminado (notoria imposibilidad práctica de cobro) que requiere de ser interpretada por el juzgador, tomando en cuenta los elementos que, según se ha explicado, requieran para su aplicación adecuada al caso concreto, circunstancia que efectivamente realizó la Sala del conocimiento. Sólo a mayor abundamiento conviene decir que en los agravios analizados, la autoridad insiste en denunciar que la actora no acreditó, con documentación idónea, la incobrabilidad de los créditos deducidos; sin embargo, basa sus 68 argumentos en supuestos extremos y fuera de contexto. En efecto, la Ley del Impuesto sobre la Renta y su Reglamento establecen una hipótesis genérica y luego definen ciertos supuestos en que es indiscutible se dan esos efectos del supuesto general, pero no son los únicos, el precepto es enunciativo, no limitativo y sobre el esquema normativo de clausus apertus. Además exige que los hechos y su significación financiera, mucho más que jurídica, se analicen y ponderen de manera sistemática y relacionada, apreciando unos frente a otros, en una valuación contradictoria y en las relaciones de colaboración o correspondencia de pruebas, hechos de las partes y los que resulten públicos y notorios o derivados de la experiencia en la materia, todo de manera conjunta, congruente y coherente (principio que aparece especificado en el artículo 197 del Código Federal de Procedimientos Civiles, pero aplicable al orden jurídico en lo general). En cambio la recurrente pasa por alto que para la evaluación, en el caso, basta que se reúnan estándares de probabilidad y razonabilidad de la incobrabilidad por incosteable y, en cambio, pretende exigir que los preceptos se interpreten de manera tal, que se acredite la necesaria, absoluta e indiscutible incobrabilidad absoluta. Como se apuntó, es la incosteabilidad o posibilidad –entendida como idoneidad– práctica de cobro, el factor relevante al asumir posturas y exigencias, que, en su caso, pudieran corresponder a ciertos adeudos, relacionados con otros, con la realidad y las prácticas y costumbres sociales, mercantiles y jurídicas que rigen en el país. En cambio, la recurrente pretende establecer el concepto de crédito irrecuperable o incobrable conforme a criterios artificiales y apreciaciones de carácter teóricas que atribuye a cada uno de los adeudos aislados y separados del concepto mercantil y social en que se dan, olvidando que no es tal la realidad comercial sino la concurrencia de múltiples operaciones, razones y circunstancias que deben evaluarse en conjunto, tal como lo hace la Sala de manera razonable y congruente. 69 Por lo tanto, es obvio que enumerar cuáles serían las pruebas con las que la actora hubiera probado tal o cual extremo de incobrabilidad jurídica e idealista respecto de cada uno de los adeudos, pero vistos fuera del contexto de interrelación con la dinámica –Vg. sentencias de juicios mercantiles, penales, declaratorias de ausencia, etcétera–, vienen a ser exigencias, requisitos y pruebas que se basan en la particular interpretación de la autoridad demandada, situación que no responde a la ponderación y valoración en conjunto y razonable que exige el concepto jurídico indeterminado pues, tal como se ha explicado, necesita ser definida y concretada su correcta aplicación por un órgano jurisdiccional, en este caso, por el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa. Tesis No. Registro: 177,480 Tesis aislada Materia(s):Administrativa Novena Época Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo: XXII, Agosto de 2005 Tesis: I.4o.A.501 A Página: 2002 RENTA. "LA NOTORIA IMPOSIBILIDAD PRÁCTICA DE COBRO DE UN CRÉDITO" A QUE SE REFIERE EL REGLAMENTO DE LA LEY DEL IMPUESTO RELATIVO (VIGENTE EN 1997) ES UN CONCEPTO JURÍDICO INDETERMINADO QUE, POR TANTO, REQUIERE DE UNA PONDERACIÓN Y VALORACIÓN SISTEMÁTICA PARA ACTUALIZARLO AL CASO CONCRETO Y NO DE PRUEBAS FUERA DE CONTEXTO. La "notoria imposibilidad práctica de cobro de un crédito" a que se refiere el artículo 25 del Reglamento de la Ley del Impuesto sobre la Renta vigente en 1997 es un concepto jurídico indeterminado porque describe un objetivo, un fin y un principio que sustenta la idea o concepto mercantil y contable que implica, a su vez, considerar en abstracto una serie de hechos, conductas o situaciones que pueden ser objeto de regulación en los casos concretos. Tal concepto, enunciativo, no limitativo, se da sobre el esquema de clausus apertus y exige que los hechos y su significación financiera, más que jurídica, se analicen y ponderen de manera sistemática y relacionada apreciando unos frente a otros, en una valuación contradictoria y en las relaciones de colaboración o correspondencia de pruebas, hechos de las partes y los que resulten públicos y notorios derivados de la experiencia en la materia, todo de manera conjunta, congruente y coherente conforme al principio contenido en el artículo 197 del Código Federal de Procedimientos Civiles, aplicable al orden 70 jurídico en general. No debe pasarse por alto que para la evaluación basta que se reúnan estándares de probabilidad y razonabilidad de la incobrabilidad por incosteable, por lo que no puede exigirse que se interprete de modo que se deba acreditar la necesaria, absoluta e indiscutible incobrabilidad; en la inteligencia que la incosteabilidad o posibilidad entendida como idoneidad práctica de cobro es el factor relevante al asumir posturas y exigencias que pudieran corresponder a ciertos adeudos, relacionados con otros, con la realidad, prácticas y costumbres sociales, mercantiles y jurídicas del país. Así las cosas, no es posible establecer el concepto de crédito irrecuperable o incobrable conforme a criterios artificiales y apreciaciones teóricas atribuidas a cada uno de los adeudos aislados y separados del concepto mercantil y social en que se dan, olvidando que no es tal la realidad comercial sino la concurrencia de múltiples operaciones, razones y circunstancias que deben evaluarse en conjunto, de manera razonable y congruente. Por consiguiente, enumerar cuáles serían las pruebas con las que el contribuyente probó tal o cual extremo de incobrabilidad jurídica e idealista respecto de cada uno de los adeudos, fuera del contexto de interrelación con la dinámica (por ejemplo, sentencias de juicios mercantiles, penales o declaratorias de ausencia) viene a ser una exigencia que se basa en una particular interpretación de la autoridad fiscal, lo que no responde a la ponderación y valoración en conjunto, razonable, que exige el concepto jurídico indeterminado que necesita ser definido y concretado en su correcta aplicación por la autoridad jurisdiccional, en el caso, el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa. CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER CIRCUITO. Revisión fiscal 49/2005. Administrador de lo Contencioso de Grandes Contribuyentes en representación del Secretario de Hacienda y Crédito Público, del Jefe del Servicio de Administración Tributaria y de la autoridad demandada. 13 de abril de 2005. Unanimidad de votos. Ponente: Jean Claude Tron Petit. Secretaria: Claudia Patricia Peraza Espinoza. No. Registro: 177,479 Tesis aislada Materia(s):Administrativa Novena Época Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo: XXII, Agosto de 2005 Tesis: I.4o.A.500 A Página: 2004 RENTA. "LA NOTORIA IMPOSIBILIDAD PRÁCTICA DE COBRO DE UN CRÉDITO" A QUE SE REFIERE EL REGLAMENTO DE LA LEY DEL IMPUESTO RELATIVO (VIGENTE EN 1997) ES UN CONCEPTO JURÍDICO INDETERMINADO QUE, POR TANTO, REQUIERE SER INTERPRETADO POR EL JUZGADOR PARA SU APLICACIÓN AL CASO CONCRETO. 71 La "notoria imposibilidad práctica de cobro de un crédito" a que se refiere el artículo 25 del Reglamento de la Ley del Impuesto sobre la Renta vigente en 1997 es un concepto jurídico indeterminado porque describe un objetivo, un fin y un principio que sustenta la idea o concepto mercantil y contable que implica, a su vez, considerar en abstracto una serie de hechos, conductas o situaciones que pueden ser objeto de regulación en los casos concretos. Por consiguiente, dicho concepto, al igual que todos los jurídicos indeterminados, requiere ser interpretado por el juzgador, tomando en consideración los elementos necesarios para su aplicación adecuada al caso concreto. CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER CIRCUITO. Revisión fiscal 49/2005. Administrador de lo Contencioso de Grandes Contribuyentes en representación del Secretario de Hacienda y Crédito Público, del Jefe del Servicio de Administración Tributaria y de la autoridad demandada. 13 de abril de 2005. Unanimidad de votos. Ponente: Jean Claude Tron Petit. Secretaria: Claudia Patricia Peraza Espinoza. No. Registro: 177,342 Tesis aislada Materia(s):Común Novena Época Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo: XXII, Septiembre de 2005 Tesis: I.4o.A.59 K Página: 1431 CONCEPTOS JURÍDICOS INDETERMINADOS. LA FORMA DE ACTUALIZARLOS AL CASO CONCRETO EXIGE UN PROCESO ARGUMENTATIVO QUE DEBE REDUCIR LA DISCRECIONALIDAD Y LAS APRECIACIONES SUBJETIVAS, ELIMINANDO LA ARBITRARIEDAD. Definir un concepto jurídico indeterminado puede ser complejo y requerir de una especial valoración, sobre todo cuando el lenguaje empleado en su redacción implique conceptos científicos, tecnológicos, axiológicos, económicos, políticos, sociológicos o de otras disciplinas, pues de suyo requiere acudir a ellas. Frente a tal caso es menester acudir a valores, principios e intereses que resulten compatibles con el fin de los actos administrativos para esclarecer el contenido y alcance de dichos conceptos. Por tanto, la subsunción puede ser discutible y opinable e implica estar en zonas de incertidumbre decisoria o probabilidad que necesariamente conducen a una discrecionalidad cognitiva o de juicio. Sin embargo, tener que sortear tales imprecisiones y vaguedad en la apreciación intelectiva y cognoscitiva no es en realidad un caso de discrecionalidad ni de apreciaciones subjetivas. Efectivamente, al tenor de la intelección de los fines de la norma, aunado a la estimación de valores, políticas, principios e intereses en conflicto, todo ello situado en su contexto e interactuando, se obtiene que la autoridad debe encontrar una 72 solución o respuesta en el caso concreto. Para completar la idea conviene distinguir que los conceptos jurídicos indeterminados pueden ser: a) Conceptos de experiencia que consisten en apreciar hechos; la competencia del Juez es ilimitada y b) Conceptos de valor donde además de apreciar los hechos, se implican juicios de valor que pueden ser técnicos, por ejemplo, impacto ambiental, interés público, utilidad pública. Ello exige un proceso argumentativo en el que entran en juego valoraciones político-morales vigentes en el medio social pues sólo así es posible adscribir un significado a los conceptos indeterminados frente a la situación prevaleciente, de suerte que la autoridad debe motivar cómo es que valoró y connotó, hecho y derecho, ya que a pesar de las apariencias se trata de un esquema condicional en el que se debe aplicar la regla a través de la subsunción y asignación de las consecuencias que el fin de la norma exige atender -intención y propósito del sistema normativo-. Así pues, la teoría de los conceptos jurídicos indeterminados reduce la discrecionalidad administrativa, eliminando la arbitrariedad de todo aquello que deba ser juzgado en términos de legalidad o justicia, pues la interpretación del concepto no necesariamente deriva del texto de la disposición que lo establece, sino del sentido contextual del ordenamiento. CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER CIRCUITO. Revisión fiscal 49/2005. Administrador de lo Contencioso de Grandes Contribuyentes en representación del Secretario de Hacienda y Crédito Público, del Jefe del Servicio de Administración Tributaria y de la autoridad demandada. 13 de abril de 2005. Unanimidad de votos. Ponente: Jean Claude Tron Petit. Secretaria: Claudia Patricia Peraza Espinoza. Bibliografía Alessi Renato (1970): Instituciones de Derecho Administrativo traducción española, Barcelona, Bosch Casa editorial, Tomo I, Gallego Anabitarte Alfredo y Menéndez Rexach Ángel (2001): Acto y Procedimiento Administrativo, Madrid, Marcial Pons Ediciones Jurídicas, S. A. 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