La opinión del experto Mancha y Valencia (en éstas existe alguna restricción) Javier Regué Socio de Cuatrecasas la tributación entre padres e hijos Recibir un bien o dinero, por donación o por herencia, puede generar una factura fiscal muy diferente en razón de la normativa de la Comunidad Autónoma que resulte aplicable. Además del Estado, cada una de las regiones tienen capacidad normativa que se ha desarrollado en la mayoría de los casos con la regulación de bonificaciones y tipos de gravamen propios, ya sea en el Impuesto sobre Sucesiones, en el Impuesto sobre Donaciones o en ambos, normalmente limitados a operaciones entre padres e hijos y entre cónyuges. Podemos presentar, según este criterio, tres grupos de territorios: Regiones en las que no hay tributación o es muy reducida tanto para herencias como para donaciones: País Vasco, Navarra (estas dos Comunidades tienen un sistema fiscal propio, con numerosas exenciones en todo tipo de impuestos), Madrid (fue la primera región en incluir esta exención referida a donaciones y sucesiones), Islas Baleares, Canarias, Castilla-La Comunidades Autónomas en las que no hay tributación o es muy reducida solamente para herencias: Cantabria, La Rioja, Castilla-León y Murcia (en ésta existe alguna restricción). Comunidades en las que no existen medidas relevantes de reducción del Impuesto de Sucesiones y Donaciones: Andalucía, Cataluña, Extremadura, Aragón, Asturias y Galicia (estás tres últimas Comunidades solamente reducen significativamente el impuesto cuando el heredero es hijo/a menor de 18 o 21 años). ¿Cuál es la normativa que se debe aplicar para abonar el importe de este impuesto? Cuando se trata de liquidar una donación. Habrá que tener en cuenta el territorio de la residencia habitual del donatario, excepto que se trate de la donación de inmuebles, en cuyo caso se aplicará la norma de la Comunidad Autónoma donde se ubique el inmueble que ha donado. Cuando se trata de liquidar una herencia. Habrá que tener en cuenta el territorio donde el difunto tenía su residencia habitual, con independencia del lugar donde residan los herederos. La Comunidad Valenciana es la única que exige que los herederos también residan en su territorio para que la herencia esté bonificada. Si aparecen este tipo de casos, Plácido Molina asegura que la mayoría de ellos se pactan para no tener que recurrir a la vía judicial. Es un acuerdo entre los donatarios y herederos, quienes valoran todos los bienes y realizan un reparto más o menos equitativo. Eso sí, el heredero legítimo «sólo puede reclamar la donación hecha en vida cuando perjudique al tercio» obligatorio que la ley exige dejar a sus hijos, según Molina. BIENES A REPARTIR ENTRE LOS CÓNYUGES A la hora de beneficiar a los seres más queridos, hay testadores que no sólo tienen en cuenta a 16 sus descendientes, sino, sobre todo, a sus cónyuges. El reparto de bienes se muestra algo más flexible cuando se da en casos de una persona que haya contraído varias veces matrimonio a lo largo de su vida. Al contrario de lo que se pueda pensar, no existe ningún precepto legal que obligue a un hombre, por ejemplo, a tener que repartir entre las esposas que haya tenido. O viceversa. Los cónyuges que hayan pasado por la vida de una persona no tienen derecho a reclamar ningún tipo de bien del fallecido, pues «sólo tiene derecho de usufructo el cónyuge que no se encuentre separado legalmente o de hecho», tal y como recuerda Asunción Santos, de Legálitas. FAVORECER A TRAVÉS DE UN LEGADO La última opción que le puede quedar para beneficiar a determinadas personas que no forman parte de su círculo de herederos, es a través de una fórmula aparentemente sencilla, el legado, pero que también cuenta con algunos límites. El legado es un documento con carácter oficial, certificado por un notario, en el que una persona dispone de alguno de sus bienes según sus deseos. La principal característica del legado es que los bienes que aparezcan reflejados en él se separan totalmente de la herencia. El legado puede consistir en un bien específico (un apartamento, por ejemplo), una prestación, el derecho del cobro de una deuda, etc. Para formalizar el documento de un legado, es completamente necesario hacerlo a través de un testamento. La legislación española sólo reconoce esta posibilidad, y exige que el testador debe explicar de forma concisa qué bienes forman parte de su legado, a quiénes van dirigidos y, aparte, cuáles son los bienes que forman su herencia y el reparto que desea. Incluso pueden legarse cosas que no se encuentran en el patrimonio del testador. En estos casos, los herederos, con el patrimonio de la herencia, deberán adquirir el bien para el legatario. La limitación del legado viene marcada, como la mayor parte de las opciones explicadas anteriormente, por el sistema de legítimas del Código Civil. Esto implica que los bienes que se incluyan en el legado nunca podrán sobrepasar la línea marcada por el tercio de legítima estricta y, en su caso, el tercio de mejora, que son los que marca la ley. Si, por cualquier causa, se rompieran estas limitaciones legales, los herederos podrían reclamar a los legatarios las cantidades correspondientes para equilibrar la balanza de la herencia. No podrán heredar bienes aquellos cónyuges que ya se hayan separado Mi Cartera de INVERSIÓN . Nº 722 . Del 1 al 7 de mayo de 2009