RECTIFICACIONES HISTORICAS (*) Las primeras Iglesias de al Isla Espariola Por el Dr. APOLINAR TEJERA. A petición de los Reyes Catiilicos, la santidad de Tulio II crigió cl 16 de noviembre del 1504, una silla inetropolitana sufragáneas cn la Isla Espallola. Para regir una cle las di6 CuC electo obispo ese mismo día, frai Garcia de Padilla, a b s t i . i t r ~ clc ~~~e la orden cle San Francisco, y en i p a l fecha, o con data posterior, sc designaron indudablemente los prelados cIc las otras sccles, Pcdro Suárez o Juárex de Deza, doctor en Decretos, y el licenciado en Teologia, Alariso hfansa, canbnig-o de Salamanca (1). Pero ellos no atrnvcsaron entonces el Atlintico para emprender sus tareas pastorales en el N u m ~ ofi,lundo, porque Ias letras apostólicas no nierecieran el l~cneplácitodel césar hispaiio. Tienc la palabra cl cronista don Antonio de Herrera, quien esplica ampliamente e1 motivo qiie paraliz6 la ejecución de las providencias pontiIicias. "Mas porque el principal cuidado de la Reina catiilica havia. sido procurar que el criIto rle Dios Inese honrado, suglicii, poco antes de s i i muerte, al Pontifice, quc la hiciese gracia, que sc pudiese erigir vn Arqobispo i los Obispados, que pareciese convenir eri la Isla Espaiiola, i de la provician de ellos; i aunque el. Pontifice, lo Ilico, como cn las Bulas no sc trató de la concesio~ide Patronazgo del Arcobispado, 0bisp:idos, Dignidades, Canongias, Raciones, i Beneficios, coti Cura i si11 Cura, que en la dicha Española se havian dc erigir, i estas Ilcgaron despues de muerta Ia Reina, el Rei escribii, al Comendador D. Francisco de Roxas, su Embaxador en Roma, mandando que procurase, que el Papa concediese el dicha Patronazgo de todo ello, perpetuamente, a su Alteqa, i a los Rcies de CastilEa, sus Sucesores, cEe Ia misma manera que se concediii, este Patronazgo para el Rcino de Granada; i porque la ereccidn venia cometida al Arqobispo, i Obispos, no haciendo rnencion de la presentacihn, i era necesario que en la di- -- * DesptiCs de publicacla esta Rectificacibrz del Dr. Tejera en 1911, han aparecido trabajos muy importantes relativos al tema en ella dilucidado, tales como el folleto del mismo autor Cot~tentarinscritica Itistdricos, S . D. 1922, las Dilucidaciones Iiisldricrrs, S , D. 1927, c 1, de Fr. Cipriano de Utrera, especialmente los Cap. S I , XVIII; 1u a n Aiigusto Perca y Salvador Perea: Early Eclesiastical Histoq of Piler to Rico, Caracas, 1929 ají corno otros trabajos del niencionado historiador U m m. (C.A. H.) (1) Los Sinodos Diocesanos del 1683, 1851 y 1878; y don J. G . Garcia (CoflipX. PAj. SO), sefialan equivocadarncntc e1 riño 15118 Ademfis, el Sinodo del 1683, dice que Sus Altezas presentaron por prelado, "para los dos suhagáneos, al seiior don Alonso Manso"; pero no fut! asíb de la Hist da S. D m i n g o , T. wudiesen ser erigidas las cha Bula de Patronazgo se mandase q el cansen timiento dichas IgJesias, Dignidades, i Benefici del Rei, como Patron, i que la dicha ereccibn fuese sometida al Arpbispo de Sevilla, para que la hiciese de consentimiento Real, i que no se pudiese proveer, ni instituir, a si de Ia primera vacación de la primera erección, como cada, i mando; i que el didio A r p bispo, i sus Sucesores, pudiesen compeler, i apremiar al dicho Arpbispo y Obispos, i a las Personas, que por su Alteqa, i por los Reies de CastilIa, sus Sucesores, fuesen presentados, I no a otros al?:unos; i que si los dichos Arqobispos, i Obispos i qualquier de ellos, r requeridos por las personas presentadas, i sus Procuradores mos, no los quisiesen instituir, e1 dicho Ar~obispode Sevilla, yuc por tiempo fuese, los instituiese; i que por la mucha distanci 11ai de estos Rcinos a las Indias, su Alteca, i los Reies sus Succ,,,,,. no podrían presentar dentro del término de los quatro Mese! el Derecho dispone, que procurase quc se alargasen a diez i o por que su Alteqa, i la Reina Católica, tenian donacion de la1 Sede Apostblica de todos los Diezmos, i Primicias de las Indias, i 'rierra firme del Mar Oceano; i quando acordaron de erigir en la Isla ESpallola e1 Arqobispado, i Obispados, determinaron de hacer los Prelados, i Bene£iciados con los Diezmos, i Primicias, reservando para si los Diezmos, que en estos Reinos se llaman Tercias, i tados los Diezmos del Oro, Plata, Metales, Brasil, Piedras preciosas, n-..T*" TCI1dS i Aljofar; Ordenaron al dicho D. Francisco de Roxas, que pro(:urase, i que su Santidad mandase que los diclios PrcIados, i Dignid; tdes, - Iglesias de la Espafiola, i de las otras IsSIas; i Tierra-firme deI Mar Oceano, que son, i fuesen erigidas, no gopsen de mas parte de los -. dichos Diezmos de Io contenicio en la ColaciOn, que de el10 se hr&se; i quc todo lo otra, que reservasen 5 si, i a sus Suwsow qiiedase perpetuamente reservado, no embargan te lo conteni las Letras Apostólicas". "Asimismo, porque cn las dichas Bulas venia cometido al Asqobispo, i Obispos, el señalar i dividir el drnhito de los diclios Obispados i Arpbispados, i podría suceder que ellos no se concordasen, le mandaron que pidiese a su Santidad, clue la Persona, o Personas a quien su Alteqa lo cometiese, hiciese la división i repartimiento del Arpbispado i Obispado, que ese sef l - - .. Benignamente oy6 el papa consabido a don Fernando y hija doña Juana la Loca, y en atención a que el espresado Mo y su primera y nobilisirna esposa, la insigne Isabel de Castillla, ha--- z:I (2) Wist. General Re los Hechos de los Cnslellanos en las I n d i a i T i e n u me etc., etc. Decada 1. Libro VI. Par. 173 Madrid 1730. iir- bian llevado la fe de Jesucristo a tierras lejanas e ignotas, por Ia bula ~ n i v e r s a kEcclesiae, del 28 de julio del 1508 les concedió en las nuevas regiones descubiertas por el inmortal Coldn, no se pudiesen edificar y erigir iglesias magnas, sin real conscntimiento; y en cuanto a las ya erigidas, y las demas que en lo sucesivo se estableciesen, inclusos los monasterios, les otorgb el derccho de panonato, e igualmente les di6 la facultad necesaria para la colación de dignidades y beneficios mayores, dentro del año de haber vacado (y de los cuales dispone consistorialiter el Padre Santo), por rai6n de la distancia. En la bula citada, se denomina Nueva Espaíia a la IsIa Española, y en la del 16 cle noviembre del 1504, arriba enunciada, Insuia Sf3agnlola. Los asun tos eclesiAsticos 'continuaron colno estaban, eri la primera colonia dc America, y al fin en 8 de agosto clel 1511, el mismo pontífice defiri8 a los nuevos deseos de los reyes de Espafia, y a la% instancias de los prelados ya mcncionados, y tuvo a bien suprimir las primitivas iglesias de la Isla Espaíiola, y en su lugar instituyú los obispados de Santo Domingo, de La Concepción y de San Juan (en Puerto Rico), c m o sufragiineos dcl arzobispado de Sevilla. RTornbr6separa el obispado de Santo Domingo, a frai Garcia de Padilla; para el de La Concepcihn, también en la Isla Espafiola, a Pedro Suárez de Deza (4), y para el de San Juan, al magistral Alonso Manso. Al tocar Prai Bartalomé de las Casas en su Historia de Ins Indias el punto relativo a las sedcs supresas, discurre así: "Julio II.... crigib una iglesia metropolitana y cabeza de arzobispado, que llamó Hiagutensis; é no pude atinar en que provincia C lugar fuese la intención de los Reyes señalalla y pedilla, y del Papa constituilla, sino en la provincia de Xaragu5, que como en la prosperidad de esta isla era como la corte della, como cn el libro precedente dijimos, debieron creer 10s Reyes que aquella fue mas prospera, y así inerecia ser cabeza de toda ella. Por obispado ierigió otra que nombró Vainensis; y ésta, no se adonde la ~ i ~ u a s rsino , fué en Ia provincia de Vaynoa, hacia la parte del Noi-te, donde estaba la villa de Lares dc Guahaba, y la otra iglesia catedral nombró Mapatenu n su lengua llamaban sis, que debió ser en la Vega, que: los ir .*-irin.-. (3) Coles. ~ l t :bulas, breves y otros loc c. rcintivos n ln Ig/esia de Atntrica y por cel P. Fco, Javier Hcrnaez, de la compafiia dc Jesús. Bri~se- de Filipinas, etc. las, 1879. (4) Garcia se contrarlicc. En la pfij. 80, T. l. cfe sri Carnfl. cle la Hisf. de S. Domingo, vernos que se llcg6 a presentar a don Pedro Sufirez Deza, para la mctropolitana; y en la pfij. 8fi, que fue otra vez para la iglesia de la Concepción, con lo cual indica q l i e la primera vez había sido taniliifin designado Pura esa dibcesis, llamada antes Maguii. #" BomTfru D~I, ARCHIVO. GENzXALDE LA N A ~ N &fw$, . &, @tuña- sílaba Tagüda., .Ejito. ~aaJSenuOpoii. h cO&b . d . #he de ios ~ c ~ J D ~que * s e~l;@a$a en sú bula pusoj. &n los de lb provincias en ]-aje dq s1; indias, si ,quizA los Reyesi. 'inf desde &ta &la, nombraron al.Pápa lo$.d i & o s r ~ l u ~ emas' s , si@'@ se. por las próvindas y castidad de la,, .que a :cada iglesia .ap&abztn,. que por las - 'r entonces habla. Hiaguatemis, que fud e1 do, parece confinar cbn )el vocablo de. mino de la provincia de X~aguA,o quizá se *ton16 la provincia de Higüey, que' 'es l a mas orien@ de mos ~iniendode ~astill8''(6). . Como se acaba de' ver,. &ai Bartolumé de las Ca&, prirder toriógrafo que hablll de. 1 6 ;*S di6cesis & La Eipañol'a, no -S a ciencia tierta si Hiagutensi cdrf*espondia a. J@&tense una .vez, Hiagutensi, dbs, .se lée en Ia bula del 8" ag&m del 1511. ,~~gu&enais es como se haya. escrito en la del de julio del 1508. N o +seránestas var'iantes, mero$ deslices de copista? De otro mudo no es f h d esplica semejantes diferen documentos tan hportantes. H'iguatense Hiáguteee o Ayguacense, "equivale a Yaguada a H,@iey? El aonista doñ Antonio de H ~ r e r a 8 , i c e qpe se " gi6 -a iglesia Metropolitapa, en la Provincia de Xaragui, -.como era 'e$ la pfosperidad de la Isla 1s: CabeQa de ella, pareci6: constituirle alli" (6). . No deja de haber cierta contradicci6n en a t ~ conceptoá. s do X -á la comarca elegida para el sia metropolitana, por que se agrega que p N!f&táSe, pues, que Herrera, lo mismo que frai BáftOlorné de sas, tampoco estaba seguro de que la' pañola, fut creada en la espresada regibn. moda categbrim, que bs 'Rey6 Católicos 1a funde611 de un arzabGpada en la provincia de X a b a ~ i d n sacada , finic~znefitede su cabeza, es la causa de mi his,t&ricb, mui generalizado por desgratia, esto e$: que la pí iglesia meborjblitana del ~uev&,~@undo, p o s d d i w de Bebechfo, &kh?lo 'enrealidad, le de ~ i g u a t. e h. ~por e , el ca.cicáto de Efigüey, pukkm $7- * JP ' SI '16 (5) Obm. dt. T.III Cap. .1. Pdg. 365. Madrid, 1895. . Libm Ym. Pig. 218. (6) .p$i&b&ada% .- (73 I&&oird.ds Z* U J S ~aris,''l@.'DCC X1M. ~ s p a g n o ~o su d e a A p, llamada a ser forzosamente el asiento de la sede, esiaba situada sus términos. Así lo demuestra la critica y el buen sentido. En efccto, por que escojer aquella parte de l a isla, para la constitucibn del amobispado? En que basar una preeminencia injustificable, respecto de Santo Domingo, centro del poder colonial, que por esa cii-c~instaiicia, y por su estado floreciente, tenía derecho a que se le prefiriera para fijar en ella la iglesia principal de la Espaiiola, entre los demis pueblos de la predilecta de ColQn? Estando tan idei~tificaclos en esos tiempos la potestad civil y la espiritual, el arzobispo, la n ~ i s alta autoridad eclesiastica en la colonia, iba a residir lejos de la temporal, por ventura en la incipiente villa de La Vera Paz? Ciiaclraba acaso con la soberbia de todo un gobernador, repleto de digI i~iidadesy facultades, rccibir honores de un humilde cura? TacZo arguye en favor de Santo Domingo. Metrúpoli dc la isla y del Nuevo Mundo, es inconcebible que se le despojase de su elevado rango, para reducirla a la condicihn de parroquia de una de Jas igIcsias instituidas por Julio II. La consideración de que Xaraguá era colno la iorte de Haiti, carece cn absoluto dc importancia, dado que frai Barblorné de las Casas no se espresa así, porquc ciertamente luésc Belecliio el primer soberano de l a isla, siiio por las circunstancias es)ecialisimas de su cacicato. El lenguaje del ínclito obispo dc Cliiapa, ai. este caso, y el de Herrera, quien casi lo copia, es puramente fi(urado (S). Cn Ai El padre Francisco Javier Hernaez, de la coinpafiia de Jesiis, hserta en su Colección de bulas, D~eucsy otms docutnentm reloiib s a la iglesia de AmCrica y de Filipinas, preciosas notas esiractadas l <cl libro iiititulado Fnsli Novi O rbis et Oidinotionztn~Aposlolicnimtltn. dl Indias perti?zenti~cnzBrevim-izrtn ~ ~ 1 7ndnofa!ionibz<s. 7 ~ Opem D. (yrinci Morelli Pwsby leri, olim in U~iivm-silateNeo-Col-drrbensi in kcu7nania P~ofessoris.Veneha, 1776: y en una de esas notas (pbgii1 26, tomo 1, Ord. 22 y e4), -sc consigna esto: "Es de creer que las tks sillas llamadas Aypacense, Maguencc tunence, se hallahan shadas en Higiiei, cerca de la ciudad dc ! Iorniilga: en Magttri, d e hoy se 11am.i La Vega, y en Bainoa .... La silla de Higiiiiei cra metroplitana y las otras dos eran sus siiIrac8neas". Otro discípulo dc Loyola, el padre Roq~iede Mcnchaca, en sils. h1inorias cronológicas y geogáfiws de los arzobispados de Amirica 1 i I -&-- V. Algirnos Cap. de la Afiologética Hisi. por fr. B. de las Casas, p!~: 337 y 485. Ycrran don Jost C. Garcia, obra cit. y don J. Anatrlo Guridi tos de geogrufla fisicoJ~isiOrfcrr, nn t i g t r ~ y ~?iodcrnride la i.da cle S. Dotfi@, segrinda crIicibn ), cuando asientan que en Xüragufi residía la suprema almidad de Haití. (8) f 184 BOZETÍNDEL ARCI-IIVO GENERAL DE LA NACX~N -1 y Filipinas, con sus sufragáneos y otras prelaturas, publicadas ' mentc en la obra cle Hernaez, contradice la asercldn de yo verdadero nombre y apellido es Domingo Muriel, en e i coiicepro :o: "7. Vega Real, llamadc Menchaca. He aquí su razon da Magua, hemos dicho que ~ ~ L U V Ud o b i s p d ~de ~ La Concepcidn, erigido en 1504 a 16 de noviembre, segUn Muriel el cual fue electo D. Alonso Manso, candiniga de Salamanca. . la la primera ereccidn dc este obispado, señala el mismo Muriel la niieva eii el 8 de agosto del 1311. Por cl mismo tiempo (segun 1-Ieriera, c. 10) sujétó el papa a La Concepcióii la dc Larez de Guahaba en la provincia de Bainoa, y a Santo Dornii-igo La Vera Paz, que era la cle Jara: quedando para este la narte meridional de la isla y para aquél ile Muriel, que la sede Magueni la septentrional .... Donde la de Bñinoa, af O . de la Vega; la de La Vega, y la Bayu pretende contra Herrera y Charlevoix, que la metrópoli Aypacense, no estuvo en la provincia de Jaraguá, sino en la de Higüei. Para esto se [unda principalmente cn la mayor asonancia de los nombres, y en que la ciudad [le Santo Doiiiingo, la principal de la isla para el año 1,504, sita en Higüei, mui distante de Jaraguii, no pudo quedar sin catedral, siendo la mas acreedora a la dignidad de metrópoli. S zoncs son buenas, pero tan naturales, que no creo se le oculta Herrera, y no obstante, surticlo cle mejores rnonuinentos, ase1 contrario. Es verdad que Colón edificó a Santo Domingo dent la provincia de Higüei, al E. del rio Ozarna, confin occidental cha provincia, segiin Charlevoix; mas Hcrrera nos dice que 0. en 1502 pasó la ciudad al O. del rio, por estar los pueblos, qzte L . . . ~ . . ces !labia Cmfellanas, a E a misma bnnda, que ya pertenecia a 1:a provincia de Maguana, cuya soberana, gran favorecedwa cle los espanu Icc, había entonces heredado la provincia de JarapuA. U qué r seria que esto hubiese dado ocasión a pretender la metrópoli para Jaraguá, donde residía esta desgraciada princesa Anacaonai T a n desgraciada, que sin atender a sus méritos, fué ajusticiada injustamente por Ovando en Santo Domingo, según re fiel-e Herrera, al fin del 150.3. La reina dona Isabel, q u e sintió altamente las atrocidades de Ovanclo en este lance, no tuvo tiempo para mostrar su resentimiento, por haber muerto a ,S5 de noviembre 4del 15114, a tiempo quc se estab: pidiendo cn Roma Iñs bulas cle C ~ Z L L L Óde~ clidios obispados. Lurrrre vcrhn los lectores si es verosímil que 1: . Cat6lica hubiese pedido 3a metropolitana para los estadoS de iL. la, en vida de esta, o a Io . -- menos antes de saber su desgracia". 8. "El primer obispo de La cepción después de su erección, f*é D. Pedro Xuárez (Suarez t rez) de Deza, señalado antes para metropolitano Ayguacense, y d L t l j L a - A-.-.--* - obispo de aquella parte de la isla, donde se edific6 la primera iglesia. Si aquella metrópoli hubiera sido Santo Domingo de Higüei, como quiere Muriel, parece mas natural que le hubieran dejado alli". Los motivos alegados por Menchaca, al comhatir la opinihn de Morelli o Muriel, no bastan para rechazarla. En efecto: entre H i y a tense o Ayguacensc (&te probablemente alterado), 6 Higüci, existe cierta afinidad o correspondencia, que en vano se hallaría, si se comparan esos vocablos con los de X a r a p á o Yaguana. Es, pues, ii tible la mayor asonancia de los nombres, una de las razones cuales se Iunda el autor de los h s t o s del Nzlevo Orbe, para ascvri a i que e1 arzobispado' de la Isla Española no se cre6 en Ia provincia de Xaragu5, sino en la de Higüei. Cosa tan obvia, no ha rneaicstcr cic . ninguna demostracibn, porque salta a los ojos. Los pueblos 11;ibitados por castellanos, cuando Ovando trasladó a la inarjcn occidental dcl Ozama la ciudad que Don Bai-tolmii Col6n Eund6 a la orilla izquierda dc ese rIo, eran La Coi~cepción,Santiaso y Bonao (!)$.En cuanto a los dos primeros, nadie dudar5 que estaban en cl cacicato de Magua. Por lo guc respecta a I3onao, situado tainbicn cn la Vega Real, en la ribi.i-rima hoya del Yuila, debia corrcspolidcr igualmente a Magu;i aunquc no lalta qiiien piense, sin basarse en ningiin Cui~dainento positivo, que iio cra una dependencia de Giiariones. Dccir que la banda donde se lia11aban edificados esos pueblos, pcrtciiecia a. la provincia cle La & l a p a n a , cacicato que no csistia desde la prisiGn y i-nucrte de Caonabb, cquivale a pIantcar una tesis prirailzexl te hipoterica. Por otra parte, si bien es cierto que JLnacaona dispcnsrj siempre sus favores a los espafioles, también lo es que jamis inereci6 los de Owndo, y a tal grado rayó su mala voluntad hacia ella, que la saniIic6 injustnnzenie. Sicnclo el gobernador de las Indias, debia necesariamente dar los informes indispensables sobre los Iugares {más adecuack1s para la instalaei6n de las sedes, y no es llgico suponer quc tuvi era en cuenta los méritos de su iIustre victirna, méritos que le convenían oscurecer; e indicar por consiguiente a Xaraguá como el sitio más a propósito o conveniente para la silla inetropolitana. Y que la magnánima Isabel solicitase la ereccion del arzobispado en los estados de Anacaona, en vida de ésta, o antes de saber su desgracia, nada ticne de verosímil, porque en el misino Herrera se lec, que las jestioncs para la fundación del arzobispado y de los obispados de La Española. se practicaron cuando ya Iiabia en ella diecisiete villas (fa), y la rna(9) Hist. de las Indias por fr. B. de las Casas, T. 11i1, Cap. (10) Dtcada 1. Libro VI11 pdg. 219. Estas villas erain ..las..s 1iguicntes: Santo Domingo, La Dtienaventura, Arbol Gordo, La Concepcibn, Jantiaso, Piierto Pia- 186 BOLET~N DEL ARCHIVO GENERAL DE LA N A C I ~ N de éstas comenzaron a levantarse, como es f k i l evidenciar6s del sangriento desastre dc Xaragiai, donde fud ahorcada 10, SU d~iuirru~e soberana, y no en Santo Domingo, lo que tampoco refiere Herrera, sino Charlevoix. La Vera Paz, situada en la pintoresca Ilanura cle Yapana, hoy plaine du Cul de Sac, cerca de1 l a ~ ocIe Fondo, ia, en 1la psovin:i, como antes se llamaba; y Larez de C O C o ("1. Cree por iinoa, hacia el noroeste, eran de este cia Ultimo Menchaca, que si la ~netropolitanade Ia IsIa Espafiol ese estado en Santo Domingo, D. Pedro Suárez de Deza, designad 504 para la sede arquiepiscopal, no habría sido destinado inhs raiuc, en 1511, a la obispalia dc La Conccpcibn. Pero cabe tanlbicn preguntar, sin que ocurra una respuesta decisiva: por qué r a ~ ó nnotoria, clegido primcrarnen te arzobispo, fuk luego nombrado obispo?.... YO1 - Fuerza es convei~is,que san btienas las razones espuestas por el ~rellio hluriel, colmo lo confiesa francamente su refurador; pat > ohstan para darles asenso, el haber prescindido de eIlas Y ( el cronista Herl-cra, a pesar de ser tan naturale oto CZC Herrera, en el presente caso, no piiede ser concluyente, .o que su criterio vacila a este respecto, coma ya se ha visto" YO^ consiguiente, se pucdc aseverar en obscqtrio de la verdad histórica, quc Higiiatens, Hiagutens, o Ayguacens, es el nombre indíjena, Higüei, la tinizado. Por 10 que toca a uno de los obispados, el quc se encomendi, a frai G x c i ñ de Padilla; e1 ya citado autor de la Igistorin de !OS Indias, manifiesta que se llairici Vainensis. "Esta (didcesis), dice, no onde la situase (Julio LT), sino fue en la provincia dc Vay.-.<-, -tia aba" ('2). la parte Norte, dandc estaha la villa de Larcs dc Heri-era Iiabla de un modo tcrrninante: "Erigió oti pont lí'ice indicado) en la Provincia de Baynoa, acía la parte de1 Norte, adonde estaba la VílIa de Lares cle Guahaba" (73). Tal era la costuinbre del --ts, Puerto Real, Lares dc Gtiahaisa, :2zita, San Juan ~ l ela lia$ruana, Villanric- va d e Ynquimo, Salvatic~ra de la Saliann, La Vera Pnr dc Xüragu5, Bonao, Cotui, SalvalcGn dc Higiiey y Santa Cruz dc Icagira o ~irycnj+agi~a. (11) Hcrrera. Dbcada 1, Lih. VI, Pftg. 1.33. (72) T. 111, cap. 1, pAg: 353. Bainoa frie la primera tierra haitiiina que desciibri6 y coste6 CulGri. Est:i, por conslg~~iente, en el csti-emo occiílci~r;ll dc la isla que rcrnata e n . e l ccil~oSsn NiccllSs, 1l;irnado en ocasiones piinta clc G ~ i n i ~ a b a (Algirnos C(~~IJLTLIOS de ln d/?olog&tica Nisforin, pfiginñ 291). h1aravillÓsc cl Almirante <le la ''hcrmosurn ? la handad" clcl puerto, Iioy Mole de San Nicol5s; y asegura que sohrepi~jña los dc Cuha, y nii~gunn Ic es scinejantc (Dinrio de ColOi~).De Giiahalia, provincia Tayana con la rle Bninoa, si arnhíis no ~onstitriian una sola, era cnciq~icel esEorzada SEatuey (Hi.rroria de Jns Jr?Oins atc,, tamo 111; cap. XSI, pAg. 4641, no de ZaFiay, como cr6e don Antonio del Amfonte y 'rejada (Hist. tlc (11 isfn rie S, Dorni?iga, T. 111, cap. VILI, piig. 110). (13) Ohra cit. Dkada 1. Lib. VIII, Pfig, 319. célebre cronista de Felipe 11. Cuando copiaba a Frai Rartolom6 de las Casas, porque "'una gran parte de su abra es poco m(is que el trasladoYVdela del preclado obispo (l4), solia dar como cierto lo que para éste era conjeturablc. En los documentos emanados de la Santa Sede, se Iée Bayustense, Bayunensc, Bayutence y Bajunense. -+\si lo escribe el cardenal JosC Gararnpi en sus interesantes Manuscritos. Nadie hasta ahora ha dudado que esta iglesia sc instituyU en el territorio de Bainoa, el cual correspondia al cacicato del ilEarifn; pero no es cierto. como lo enuncia11 la mayor parte cle los historiadores, que la antigua Lares de Guahaba cs el actual pueblo de Hincha. Se sabe rnui bien que Lares de Euahaba, lo mismo cluc Puerto Real, lrteron levantados por Roclrigo hfIejÍa, uno de los favoritas de OvancIo. En mi concepto, el primero que asimiló o confundió a Hincha con Larrs de Guahaba, es el prebendado de la catedral de Santo Domii-igo, don Antonio Sánchez Valverde (l"). Pero esta villa, que tenia por blabón un escudo sinople, con una sicrpc cle oro, en campo de aro, con una orla blanca, sc frincló "en un ceri-o, no muy alto, sino tmao q u e señoreaba un buen pedazo del valle, al ciial cercaban clos rios o nrrovos grandes, el uno, el principal del valle, que se llamaha e11 l e i l g ~ a j ctic los indios Hami, la irilti~nasiIaba aguda, y el otro Zapita, la per-iUltima luenga; ..-. un tiro d c ballesta de la villa sc juntaban arnbos y calian juntos por una muy estrecha abertura entre dos sicrras altas, en la una de las ciialcs se podía edificar una linda Sortaleza" (1';). "Rodrigo de Mejía, anota Charlevoix, fué encargaclo dc asentar una rercera (poblacibn) hacia la rnisrna costa del norte, en uii canthii que los naturales del país llamaban Guahaba. Ovando Ic di6 el notiibrc dc sil antigua encomienda; y esta villa se dcnominó Lares dc Gualiaba" ('7). En cambio, Hincha se cnciientrn cn u n a sabana, iio rnui distante del Iguamuco o Guayamuco (IR), río yuc no puede tonlarse n i por el 1-lami, ni por el Zapita, porque ambos iioinbrcs son iiidicciios, lo mismo q ~ i caquél. Moreau de Saiiit-hllery apunta rcspecto de Lares de Gualiaba, que al perdcr "su esplendor primiti\ro, depuso cii segui(14) T'ida y viojcs d e Cristcibal Colón, por TVashington Ii~ring. :\pEndicc Numero 31. PAg. 213. hlñdrid. 1854. (15) Idrn del vnlor de In Isln Esj~niioln? r t t i l i d n d ~ s que de el!n jliierlc sncnr Cap, XV. I'zig, IOC. Jlarlrid, 3IDCCZXXSV. sir rnotlnlqsrin, etc., 249. (16) Algunas Cap. de la Afioiogilicfl Historia, por 13. de las Casas, ])Ag. (17) Obra cit. T. 1. Lib, IV. PAg. 336. (18) Guayamuco no s e d iina alteracióri de Igtinmiico, nomi-irc cle riiin provincia limiaofe de las de Rainoa y Guahaba? (1'. ,.lEgunos Cap. rle la Apolugkfica Historia etc. Pig. 269). BOLETINDEL ARCI-IIVO 188 kENERAL DE LA NACI~N da su nombre, para quedarse hurniIdernente con el de Guaba, que no es hoy (1796) sino un cantón de Hincha y de sus dependencias, segiin la proximidad donde estén los que lo habitan" (1". Y refiribndose a Hincha, conocido prilmeramente con el nombre de Gohava o Nueva Goliava, nombre dado t a m b i h a1 cantGn (20), agrega "que la villa es importante, y hai en ella una bonita iglesia edificada hacia la mitacl clel siglo (el XVXXI), y esta como a doce leguas al sud siideste prOximamente de San Rafael, en la confluencia de1 río Guayarnuco y del Samana, y en la ribera izq (?) del prin 9 fI Pero este autor peca dc ~ii~uherente. Por X ~ ; U I ~sin duda a SAnchez Valverde, su mentor en muchas ocasiones, dice que 3EIincha data cie la epoca de Ovando, sin parar mientes en que clice ig~zalmente que Lares de Guahaba no era, cuando escribía su obra, sino un cantbn de Hincha; que "fué del niimero de los establecimientos que se redugeron a la lad da" al venir a Imcnos la colonia; que "estaba situada al pie y al sud de la primera cadena de montañas, a corta distaiicia de las minas del Cibao" (21); mientras que alude a la importancia que tenia la villa de Hincha, en el mismo capitulo d e srz libro sobre la paste española de Santo Domingo. Sueve años antes q. Moreau de Saint Mery, public6 el coronel. don Antonio de Alcedo su Diccionario gcog~dfico-htsthricode las Indins Occiden tales o 11 n s é ~ i c a (Madrid: MDCCLXXXVII), el cual, en los artículos correspondientes, se refiere a Guaba (tomo 11. D. L, ptigina 233), y a FIinclia (pAgina 362$, sitiiados ambos en el valle de aquel nombre y pertenecientes a la Isla Española o de Santo DorninSO. Y cn unas notas geográficas que trae la obra de Placidc justin ( 2 7 ) . Hincha y Goave (léase Guaba), se mencionan entre los pueblos vecinos a las posesiones francesas. Se infiere de cuanto se ha espuesto que se trata dc dos localidades distintas, trocadas en una sola errbnearnente por la mayoría de los histori6gafos. También se (20) Ibi. Plig. 260. En 7 de diciembre del 1785, Iicndijo con Faan solemnidad el rector y v i c ~ r i o forinco cIc la Purísima Concepci6n de RincIia, doctor don Jiian SLinchcz Valverde, la iglesia parroquia1 de esta villa. Asistieron a la ceremonia litiirgica, leydnclose acra in perpetum, el ~Toctor dan Nico1;is de Soto, tñcionero de Ea catedral, don Dernardo Correa y Cidrdn, teniente cura y sacristin mayar, don Antonio Martfn Fajardo, teniente cura, y los alcaldes ordinarios don Marcos Cabral y don Juan Bautista Reyes. De modo qiie dicha iglesia no fue erigida a mecliadns del siglo XVIII, sino en el iiltimo cuarto de &te (V. archivo parroquia1 de la catedral). i (22) -e politique eL statisque 'de M. Placiue justin, pág. 504. Paris, 1825. Plsle d'lYayti, S. Dorningue, etc par '. puede asegurar que Lares de Guahaba tuvo pocos días de lustre. Consta en affidavit de Juan Fxiere o Freire, vircino íTe Salvmatierra de la Sabana (9 que por el afio 1520, cn el cual presrd su declaraci6n, hacia ya cinco que "se despobl6 la villa de Lares de Guahaba, e se junt6 con la villa de Puerto Real, e de ambos pncblos se hizo uno por la poca gente, así de indios como de espafioles que falto". Este testimonio se halla corroborado en el Memorial de Hcrnando (23) No estaba situada en el cabo de San Nicolrlri, conio dice el senor Manuel de J. GaIvAn (Enriquillo etc. Segunda Parte. XSXVII .... S. "cn el niierto de Salvatierra,... Nota 78. "San Nicolfis, en el cabo occidental de la islr qucz llam6 a In villa fundada alli por él, Salvatierra de la Sabana (7,a Uarcelona. 1909); sino en la Iiancla meridional, no muy distailte del cat rSn, antes San MigueI, por donde se halla actualmente la ciudac! de Los Layos, en la vecina Repiiblica de Haití. Vtase Histuria de Iris Inríias, ctc. Tomo 111, ca~iitirlo X, ~ í i g i n a58; capitulo LIX, piigina 300; tomo IV, capitulo XXXIV, plgina 69; Algtinos Cap. de Ea Apofogética Historia, psg. 367; Hemera, Decada 1. Libro IX, pS@na 228; y don Antonio del Monte y T e j n d a , Historia d e Sa ;isla de Santo Domingo, tomo 11, capitulo 111, pAgina 48. Santa María del Puerto cle la Yagiiana no se levant5 en ]a &poca dcl comendador OvancIo (Segunda Parte, S S I I , Despedida, phgina 194). riic nt rayar cI año 1518 cirando la fundaron los vecirios de La Vera paz y cIe Villa Nueva de Yaqtiimo (Coleccidn de documentos inPcli/os clel A~cltirm R ~ n l cle Inclias, p6gina 399 y 428). Por otra parte, Diego VePdzqzica no tenia ninyiina jurisdiccihn en Larez de Guahaha. Esta villa se coniii a Roclrigt de Trillo (Historia dc las Indias etc. romo 111, capitulo X, pAginri E rera, Década 1. Lihro VI. plgina 153). Afiriiia rotundninenre el señor Galv6n (Primera Parte, s, Nora i : i ) , qric la Iiutía era el única ccriadrUpedo indígena existente en la isla. I'cro adernrEs de este mamífero terrestre, de la farnil ia de los muriforines, linhia taiiiliicri otro capr6mide, el quetiii (la Iiutia conga íle Ciiha), el inolitií íaliíiiotii dci Ciilia), la curia, y iin perro miidn, qirizfis el procyon lalor rlc los nat.uralisia! Public6 El Tiempo de esta capital, cn el niiriiero 163, corresp e al ran13 dc agosto Ultimo, tomando las noticias de1 New York H E YnId, qni ., klin Adams y sir esposa Mrs. Harriet Cliarles Adams, en la esciirsion pr;icticatIa durante algunos días por la cordillera centraI, consiguieron cinco cjemplsres del raro e interesante rnohui { s ~ l e n o d o ~pnrad~xers), i los ciialcs iban a ser destinados a los jarciincs zooll6gicos de los EstacZos Unidos. La a l l a n a v fecunda curia la conocc tor10 el murido en cste pais. Las do!s especies de 1% cncontraron en las demis islas dei1 vasto y pintcmsco a rcliipi&lago col( Mejor iiiformado que el .un egr1..iversírl peridjciico n e q o r q u ino' pi rar que el inohui no sc adqliirib en las inespiorauas altiiras d e la corcirlltra centraI, sino en 1w quebrados montes (le Taberas, secci6n dc Ia común dc La Vega. No he hallado en ningún I-iistoriador clAsico, el vocablo iozihi. emnleado 1 por 10s indios de Haití para designar tr l perro mudo, como rcza don Javier AnguIo Guridi (Obra cit. phg. 68). Segiiin fr. 13. de 1: i s Casas;, en la lenguaI de aqt~élIos,aon equivalía a p e m (T. 11,,- capitu --. lo CXX pig. 1t65). EnI Nicarn - g*al el perro mudo se llamaba xulo (Ovledo, Htstorta gene~nr y rioltlriir ne rnrlins, lomo 1. Libro XTI, cap. V. PAg. 391). "Los españoles que vinieron con el aImirante prirncro, en el segundo viaje que Iiizo a esta isla, ol~sellra cl rncncionado cronista, se comieron todos estos perros, porque morían de harnlire o no tenían qilk comer; pero, manjar es para no dececliarle los i ticnen en costumbre". El Doctor don Cayetano Col1 y Toste (Preizislorln de Rico, Pdg. 265)) asicnta que jozibi "segiin el seiior García (J. G.) es el pcrm m i ~ d o encentrado en Haití". A fe qlie no sC. donde lo escribid. En sus M~mil-ins para la lrisioria de Quisquejia (t. 1. p5g. 2551, he Icido Únicarncntc "jozibi", cuadrúpedo indígena", con la advertencia de qiie el vowbIo no es ñgiido. Manifiesta fr. B. de las Casas, que en Cuba denominalian guaminiquinaje m \ - 1 J - . . 1 1 , , BOLET~N DEL ARCHIVO GENERAL DE 190 I LA NACI~N Gorjdn, domiciliado clc Azua (24). Como Lares de Guahaba, lo mismo que otras poblaciones, dribi6 su rápida prosperidad a !os odiosos cuanto iniquos repartimientos; ese bienestar ficticia, porque carecia de base econbmica, desaparecih con el aniquilamiento de los pobres indios. inhumanamente sacrificadas en aras de la torpe e insaciable codici encomenclero. Entregada a su propio esfuerzo, no pudo sustrat profundo malestar que stifri0 Ia Isla Espaliola, merced al desacierto administrativo de los que dirigían sus brillantes destinos, malogrados por la torpeza de Tos gobernantes, y al ca110 la ~ondecoradavilla deg-enerii en mezguii~oIiigarejo, el cual, por su insignificancia, desde tiempo remoto no llamaba Ia atención de los que discurrían cobre la colonia, a l decir de Moreau de Saint-Me- .7 '9 Suprimida la metropolitana Higuacense, y las iglesias sulragáneas de Bainoa y M a p a , frai Garcia cle Paclilla, obispo de Santo Domingo, halllindose en Sevilla, erigió sil catedral el año 1512, quixíi el 26 de scptiernbre (29, pero rniirib sin ocupar la sede. Es probable que en el mismo año, y en la indicada ciudad, instituyera tam-al briito nombrado perro mudo por los españoles .... "Puesto que hay linos anirnalicos poco menos grandes, que unos perrillos blanquetes, qtie tienen cuatro pies, tan brienos y mejores de comer que conejos y lielxes, los cuales los indios llamaban gliati~iniqirinnjec" (T. T. Cap. XLVT, pAg. 333). E' Herrera rnarjina, 31 hablar de estos: que se comían como en In Española Utias". (Decada l. Libro IX,p:*lg. 234). Oviedo (en s i l H i s l o r f ~general 11?inlzc~nlde Ins Inclias, t. 1. Libro XII, Cap, V. Phg. 390) cliscurre largamente acerca de los perros mildos; y en el Cap. XSSTIL, p6g. 419, dcscsibe el guabiniquinas, "algo mayor que un conejo, c tiene los piés de la inisma forma, 1. la cola cs corno de rsatdn, e luengrr, e el pelo mas derecho como texon .,..qiiicren parcscer como zonos, e son tamaños como una liehre .... la. cola pohlacla a la cal~eza como de huron". Habia muchos, anota el cronista, cn las costas de Cilla. El natiiralista lrabanera dan Felipe Poey (Me?norias sofire ln I~istorin natzrra[ de Cuba), cree que el giiaminiqirinar es 1.1 hutia carabali o andaraz, de cola prensil (capransys Paevi); y {Ion Jo& niaria de la Torre prolesa iclentica opini6n (Geogrnjía co ~ i s t 6 r i ad e In isfa de Cuba). Para Poey, el perro mudo es el mapachc de algunos Eugnres del continente americano. hf icionarlisirno al agua este procidnido acostumbra lavar mui bien su presa antes rEe comerla. Pos eso se le da el apelativo cle lavndor, Si el gliarniniquinaje o gualiiniquinaje i guahiniquinax vivia en los mancomo apiinta Oviedo, es mAs natural que sea el perro mitdo, en raz6n hAbi tos caractericticos, piiesto que son distintos los del capr6mide de ES el mapache mui manso, juguetdn, carifioso, y bellísimo por sus formas gusto de verlo en el jarclin zml6gico de Ambcses. Siendo en realidad' el perro mtido, es lñstiina que desapareciera de nuestra fauna por la voracidad de las conquistadores. y colores. He tcnido el (24) Coleccidn de doc. inédilos del Real Archiuo de Indias. Phgs. 393 428. Madrid, 1864. (25) Y Obra cit. pAg. 263, (26) Los Sinodos Diocesanos del 1683 y 1851, dicen erradamente que fui el 12 dc mayo, y cn la ciudacl de Rurgos. 1 1 l I 1 l l 1 .bien la catedral de La Concepcibn, el obispo Deza. : nstancia de que el 26 de septiembre del afio lmencionado, e igua en Sevilla, proccdih a constituir la dc San Juan de Puerto Rico, CI ~ n i i 6 n i gMan~ so. A l acto asistib cl arzobispo de Sevilla, don Diego de Deza; el obispo de La Concepción; Beltrán de las Cuevas y Francisco Savera, familiares del arzobispo; el can6nigs D. Juan de Medina; Ochoa 1razaga, soldado del orden dc Santiago dc Sapata y Juan L(>pez dc Ricalde, oficiales de la Casa cle Contratación de las Indias, por part e de Su Majestad, y la autoriza corno notario el CI6i.ig.o GarcÍa Fernando (91.. Ya cl Rei CatOlico y su hija, dofía Juana ia Loca, hahian Iiecho merced y clonación a las prelados de La Española y de San Juan y a sus sucesores, de los diezmos que de todas las islas que adquirieran lea concedió el papa Alejandro VI en su bula del 1501. El diezmo cedido a los obispos, no consistía en dinero, sino cn frutss, sin comprender el oro, la pIata, y cualquier otro minero, las perlas y piedras preciosas. Este otorgamiento se verificd en Burgos el 8 ("")cIc mayo del 1512, delante de clori Juan de Fonseca, obispo de Palencia, de1 Consejo de S. S. A. A.; Lope de Concliillos, secretario de la reina; el licenciado Zapata y el doctor Carvajal, del Consejo de S. A.; y actu6 en calidad de notario, Francisco clc Valenruela, canónigo de Palencia ( 2 0 ) . Sucedió a Garcia de Padilla, Alejandro Geralclini, patricio romano, obispo de Volterra y de Montecorvino, nacido en Ainelia e1 año 7455 (a).Asistid al quinto concilie de Letrán, según ss lee en las blemorias dc Menchaca y cn Gil Gonzlilez Drlvila. Parece que lnego pasG a Inglaterra, para poner paces cntrc el falaz Enrique VIXI y la virtuosa Catalina de Aragiin, la que a1 cabo fue victirna dc las liviandades que tanto deshonran a este monarca. Geraldini había sido preceptor cle la dignisima hija de Isabel 1. Sea o no cierto que se le confiara aquella cornisibn, en marzo del 1319 pcrrnanecla aún en el viejo continente (S1). (27) Biblioteca histdricn de P. Rico, que contiene varios CIOC. dc los ciglos SV, SVI, XVII y XVIIZ, coordinados y anotados por don Alejandro Tapia y Rivera. Pig. 361. P. Rica, 1854. (28) El licenciado y candnigo don Carlos Nouel, Apzintes paj ra la 111istariu eclesidsisiica de la arquididcesis de S. Domingo. (Boletin Eclesfdsticlo, Nos. 43 y 46), habla de estas capitulacioncs como celebradas el 3. I (29) Biblioteca histdrica de P. Rico, etc. pfig. 151. (31) Relación de lo obrado en ,?a Isla de Santo Dotningo, de resias deT ilamnrniento que hicieron les padres jerdnirnos. Colec. de documentos i n t d i t e F P Pero se sabe de un modo positivo que en 1520 ya apacentaba su grei: que tuvo un viaje largo y feclindo en contratiempos, y que partió de esta vida, en la ciudad de Santo Domini ' 8 de marzo del 1524. Sepultado en cl presbiterio de la cated or cuya fabrica se einpeñh con ahinco, sus restos mortales sc trasIadaron del 1541 al 1541, a la capilla del Cristo de Ia Agonia, construida en el mismo templo, con dineros del canónigo Diego del Rio. Los Sínodos Diocesanos del 4851 y 1878, indican el 1520, corno el año en d cual ocurri6 su muerte, anacronismo a la verdad indisculpable, pwesto que se sabe ciertamente por la inscripci6n sepulmal, la fecha exacta de sil fallecimiento. Gil Gonziles Dávila, ATcedo, Hernaez, y casi todas las biografias de este prelado, sefialan el año de 1535, por ser ese e1 mencionado (obiit in anno 1525) en el proemio puesto a un libro de Geraldini (Itinerarizim ad regiones su.b acqu2n.octtaEi playa ~onstitulns,Alexandri Garaldini Amerini etc. Roma, 1631), por su deudo Onofre Gcraldini. La fecha de su epitafio concuerda con la que cita Jacobili (Bibliotheca Vmhrine, Foligno, 1658 C2). No se tiene noticia de la venida del obispo Deza (a"), Estc nombró vicario antes de su llegada, a un doctor de París llamado Carlos dc Aragbn. Frai Bartolomi. de las Casas dá a entender que era mui instruido y elocuente, pero también mui vanidoso y algo petulante. Con sus sermones metió gran ruido, en La Española, porque agradaban mucho. del Ar. Real de Indias. Piigs. 361-63. Por consiguiente, fa venicla de Geraldini no ohedccjb a las indicaciones dc esos religiosos, corno dice el seiior J. C. Garcia (obra cit. toiiio I, pAg. 9G). La comiinicaci6n de 10s jer6nimos al a r denñl. Cisneros, doncle le significan los graves daños qiie en el orderi espiritual ocasionalia "la ausencia de los obispos", es del 20 de enero del 1517, según queda espresado. (32) Christophe Colomb: son origene, su oie, ses ~ro~lages, sa faniille b.. ses descendnnts, elc. Etrrdes d' Iiistoire critique par H e n y T-famise, t. l. Pág. 368. Paris. MDCCCLXXXIV. (SS) "'El obispo de la Concepci6n y de la Vega desta isla, no vino a ella sino despub de algunos afios". HisEoria de las Zndim por Fr. B. de las Casas. T. IV. Cap. XXXV, pAg. 51. De d6ntle sacaria el sefior Manuel de J. Galvfin, que Bartolome de las Casas ftr6 orclenñdo pos el obispo Deza, en la Concepcihn, el aíío 1510' (PAgina 293). POT esa @poca,ni Deza era obispo de La Conccpcirin, ni habia tampoco venido a ,America. Como Enriquillo es una leyenda de fnduIe Iiistbrica, los hechos reales qiie en ella se mencionan, aunque sea permitido esponerlos con cierta libertad. por la naturaIeza de la ohra, y exornarlos con los alifios y primores de la faiitrisia, dcben conservar siempre rin fonrlo de verdad. Par que! asegurar que en la primera misa del padre U. de las Casas, falt6 vino para la coiisag~aci6n (Psg. 210), si Ia historia lo que anota es quc no Iitilio ni una gota arlbencdicentum, ceremonia que era casi de rigor, con el fin de distribiiirIo entre los fieles? Sin la consabida especie, el misacantano no habría podido ofrecer el augusto sacrificio. Por qub siiponer vivo al Adelantado don B. Colhn, en las postrimerías del año 1515 (Pdg. 292), cuando ya Iiabia pagado su mortal tributo a la naturaleza? DEL A NERAZ ci6nQ'.Añadt que estaba qui "j.unto con el 1obispo que - . 511t-n urden (trasladarse a su a1 en sc a pe~rnaneci6en+siiiglesirt hasta ispo X, A,,, I, S ~ V L L CLI ~ ~ ~ i acaeció ie su mriert-" rimero x se ccpresa en la misma 3 " I:IL l-m.-.,c-. ite al Obispc1 indro Geraldino Romano, se le mandb, i ju residir en su: . Conccpcihn, que fuesen si11 ninguna dilacb que ( ~ados,porquc los Padres Geróniinos advir~ e era 1 extrema necesidad. Y e¡ Cardenal de Tole( dor General, les di6 comision, para que, como lnquisidores, proce diesen contra los Hmeges, i Apostadas, que huvicse" (9"). T;11 man damicnto, puede ser mera conjetura. No hay el menor indicio ae auL Dcza regresase de España; y Geraldini, como ya se ha visto, bable que estuviera descmpcñnndo un encargo oficial. "Necesario e p a r , dice hTouel, aI referirse a sus poderes como inquisiclores i consta quc hiciesen uso de -esta facultad'" S e g h Rrau, quier .vo para fundar aquí d tribiinal inqiiisitorial, fue el vi ce proIal cie Ios paclrcs damiiiicas, establecidos descle cT 15'10, fra.1 ! -!- 2 recrro de Ch-daba, val-6n de rclavantes preiidas; iinido en el eltircicio 1s funciones ~1 obispo Manso, primer inquisidor general S ~ I l ~ l ~(40). a s -Ese eximio religioso entrcgó su alma al Creadol el ento cie su orden, de csta ciudacl, en la primavera del 15 x edad viril. Pronuncio su elogio líinehrc, corpore proes cscIarecido frai Antonio Montesino, y tomó por tema las pala1 Salm ista. Ecce qzinrn bonvm et q7ln7n jzrcztndztnl hibitnre J1 ... No se sal~e,repito, cilaiido vino Deza, pero 61 figura I Repartimiento verificado por Rodrigo de Alburquerquc :epcibn (23 de novienlbre del 1511,), con seis naborias de '-6" tr6 tina (42). rExiste adernéts una carta suya dirigida desdc ahi al rei d nanclo, el 16 de julio clcl 1515 ( 4 3 ) . No Iiaí duda que el 1520 ya mora- - '38) A I J Ptes I ~ ;I,Orrl la Ii.islo~.ineclesl(islicn {le ln arq i. Eclesiislico No. 8, p5g. 63). p,~Jfi%*;inriDn dri 142) Co rtn 41). 1'. Rico, Cap. XXI, pág. Z ' J ~ . [No exi: RIMER ha Geraldini en santo ~ m I n g o ,y que Meza no se hallaba ent< ces en su obispado canducido a la sazon por nn vicario. Seria dste, por ventura, el bacliiIler Alvarcz de Castro, defin de la catedral de La Concepción, y también provisor 4 i~iquisidor? Pedro Mhrtir de Angleria, cn su Decacla Séptima, Libro 31 lano 152?8). lo considera " un vardn sahio y cacerclote jurisconcuIto'" P Ias cosas tan estrafias que le contci, sin duda no estaba en sus cal les. Virbigracia: que las mujeres traídas de las Liicayas, vestían con pieles de tigres, y los hombres, con las de otras fieras; y que saI ucaban de los fosos de las murallas, los cadaveres podridos cle los l--rrosl para comerselos. Bucno es corregir aquí un yerro del sciior Garcia (obra ci tada, tomo 1. pagina 99). El arcipreste de La Vega no se llama Juan de Saritamaria. El Licenciado Rodrigo cle Figueroa, de qui debiO tomar el dato el señor Garcia, lo que dice es, que "el obispado de La Vega estri perdido, por no estar aqui el obispo, e haber un provisor idiota, hombre perdido, qiie se llama arcipreste, e D. Juan de Santainaria, hermano de uli Iicrrero quc aqiii estl, s61o piensa en apafiar dinero" (44). (44l>is). Para Oviedo, Dcza precedi6 a su5 Iierinanos cii el viaje a América (4"). Pero Manso alega que fue 61, cuando Ic recuerda a la emperatriz los "sei-vicios prestados al glorioso rei don Iieriiando Catblico, y a su preerninciicia como primer obispo que pasG a las dias, y primer Inqiiisidor en ellas, por cornisi6n del papa Aclrianl (46) Y en Herrera se lec: "El Ohispo, que de los arriba nombrad quiso ser el primero en cumplir con su obligaciirn, fuC el Lic. Alonso Manso" ... ('7) Según Irai Rartoloink de 13s Casas, Dciza "vil pocos anos cii la ciudad de La CoiicepciOn, doiidc murid" Isl; , Y , c lo repiten, Herrern, Garcia, Nouel, dcl Monte y Tcjada y el Sino ' --- (44) A l Eniperador Principc c Rey. El licenciado Figueroa, de S. Bnrr p, a 6 de Julio de 1520. (Colee. d e d o c t ~ ~ i ~ c i intclitos ~los del Real Arrh. (le dias. Pig. 419). (44 bis) E1 Rev. Fr. Cipriano de Utrera, O . M. Cap., en la pAg. 27 del 1 de sus docrimencatI~s Dilircidnciolies histb~lcns,S. D., 1927, R~inricsrra Iiasza la evidencia que el Iiisroriador Garclri estuvo eri lo cierto al llriniar al c1dri::o Don Juan cle Snn~nmaria"Arcipreste de La Vega" en e1 t. 1, p. 99 de sir Historia de Snnln I)otrii7zgo, S. D., 18133 (C.A. 1-1.) t. (45) Hislorin genei-al y tinturnl di: 83. Indias, ctc. 'T. 1. Libro 111. Cap. X. PAgina (46) La colot~irnciótt de P. Rico, etc., por Salvador Rrau, Cap. XLT. 'I: 377, S. Jtran. 1907. Bihli. hisfdric.n rlc P. Rico, etc. I'ig. 298. (47) Dkcrida 1. Libro IX, pAgina 245. (48) Obra cit.' T. 2, Iihro 111. Cap. 1. PAgina 355. . los españoles que habitan en aquellas ticrras .... Cuentan que primero la llevaron de aquella parte de la Etiopía, que se dice vulgnimente Guinea, dondc es común y nace espontdneamente", Consigna el señor Salvador Brau (La colonizacidn de Pz~ertoRico, Capítulo XI, Página 2741, que se 11am6 dominico el musa importado por Berlanga, a causa de ser este fraile de la orden de Santo Domingo, como también por la circunstancia de haberse empezado a cultivar en el convento de los padres predicadores; y así se le distinguió de las otras espccies conseguidas posteriormente. Combatiendo al barón de Hurnboldt, quien sostiene que el hart6n, y el dominico, herbrita, congo o platano real, son originarios de América, el historiador portorriquefio invoca cl testimonio de Gonzalo FernAndez de Oviedo Abad de Valdez: "e yo los vi allí en Za misma cibdad en e1 año de mil é quinientos 4 veinte".... Pero no comprendo su prophsito al reproducir las ariteriorcs palabras del cror-iista. No ha debido ser para demostrar que el musa existia en Ta Gran Canaria, porque e1 barbn de Hurnboldt no rebatib cso. No ha dcbicio ser tampoco para probar que lo había en esta antilla, en el ario indicado, puesto que Oviedo, donde declara que 10 vid entonces, fue en el convento de los franciscanos, dc la Gran Canaria. Por otra parte, Oviedo no puede confirmar la aserción de Pedro Mártir de Angleria, una vez que el musa descrito por éste, es el manzano o la higuera de Adán, el cual constituye el género típico de la familia de las musaseas (musa parndisiaca), y clif iere del dominico (musa' regia). Observa el b a r h de Hurnboldt, que la especie traída por Berlanga, es el cambur, guineo común, o musa de los sabios (rnusn snpientium), por ser esa la que se da en los climas suaves y teniplados, como el de las islas Canarias. El sefior Rrau afirma, que la cultivada ahora preferentemente en el plu thnico y delicioso ascl-iipi$lago señoreado por el Teide, es el bananero enano o plátaiio color de rosa dc Tahiti (musa rosacen), que parece correspoiider al Mnlnpolnndo., visto en Caliciit, no en Calcuta, por el rcnoml>rado viajero italiano L~rdovico Bn rthema o BarlJiem.a, mas conocido por Vastoinanus, cuando recorrió a principios del siglo XVI varias comarcas dcl Asia. (Ludovici, partiü romani, I tinerarium novum Aetliiopiae, Emp t i, utriusque Arabiae, Persidis, Syriae ac Tndiae ultra citraque Gangcn, la tine reddi tum ab Ardiangelo Madrignaiio, monacho caravallensi, 1511 etc.) Y ahora cierro el paréntesis. Muerto Gcraldiiii, Carlos V. prcscntd para las sillas de Santo Domingo y la Concepcihn, a frai Liiis de Figueroa ("3). "Y estando -- (53) S. S. Conceptionis de la Vega, prirntis Episcopirs Liiis Petctis Juarez Deza, sed vacantibri~ E~dcsiis S . Dariiinici et Conceptionis, per obi tiim 1 ta OviecIo, Ir i Vega en es' ambas iglesi: cz de Deqa, ta de 1Santo : 3 0 , do11 Pedrl . CII SU ~ b l a ~ acgundo, w que i u é el maestro ~ l e x a n d r oGeralai.no, ra siirea Majestad quiso unir entrambas iglesias cathedrales Clebajo I n d n c era una mitra e solo un obispo. a causa que sevendo dos perl---", poca renta, e juntas Ias igles buena E así provey iestad de perlado en quien crirrainbos ouispiidos estuviesse i fray Luis de Figueroa, prior del monasterio de Ia Mej orada, de Orden de Sanct Hierónimo, q. es una legua de Ia vil1la de 01medo. Y estando las bulas concedidas e despacliadas por el Papa el a60 de mil quinientos & veynte y cuatro, antes que1 despacho vi-':sce cFe Roma, murió el electo en el monasterio suyo, qitc he dicho la Mejorada; e la Cesáreñ Majestad, despues desto hizo la misma :rced, que el mismo clecto tcnia, a don Sebastian Ramirez de Fuente Leal, obispo que hoy tenemos, en el cual fueron unidas ambas il;lerias en un perlado, e la presidencia desta Real Audiencia e Canleria que aqui reside" ( S ) . Incurre, pues, el sefior JosC Gabriel Garcia en un doble er ~nalhgicoal aseverar que la refundicibn de los dos obispadoc c 6 en el 1527, bajo eI pontificado de Le611 X. Fué Clemente 1 nbien de la familia h4édicis, quien la dispiiso. Le6n X espir6 cll 21. Los Sinodos Dioccsanos del 185 l y 1878, el pacIre Meriño y cl nónigo NoueI señalan igualmente ese año. Es tos eclesihsticos emiten, aciemjs, conceptos mui chocantes por cicrto. Contrayindosi La Vega, dice aquél: "Ern muy Iierinosa ciudad, con grandes y be' if icios (56$, siendo cl asiento del obispado erigido por 11, e cn 1527 fui unido al arzobispado de Santo Dmningo" Liesie l-ierimosos ecliticios (I-iabla de Santo Domingo), siendo de los mas notald e s la catedral, que en 1547 fui. erigida en metropolitana por el S74 nto Pacire Parrlo 111" ("8). NoueI escribe.... "Qued6 erigido en 27 el arzobispado de Santo Domingo, con jurisdicci6n sobre las #. m*-.- f. "-m I .- 7 -.. xandri Geraldini et Pctri Juarcz Dcza, Carolus V designavit Fr. Z,udovicum de Figueroa, Ordinis S. Hieroriimi, qui postea ohiit I3rev. 24 Nov. 1524. EX Ms. cardinali Joseplii Gararnpi. .... (543 Ol~racit. T. 1. 1,ibro 111. Cap. X. PAgina 83. ( 5 5 ) Hahia la iglcsia donde oliciaba eI oliispo; un convento de la o1 --- San Fraiicisco, iin hospikal, una casa de fundicibn y la fortaleza. He t.,., algunos vebstigios de k t ñ , el 16 rlc agosto del 1894, La CCinecpcidn sc frindh en el paraje llarníiclo Guarfcano por 1os aborigencs1. Ahi tenia su estancia el caciqiie rlc Magufi. La Fortaleza distaba de! la -. uaci, cosa cle inedia Icgua ( I i i s l . dio las Tndins por fr. n. de 1a.q C p. CXVIII. PAg. 156-Cap. CLM. PAg. 372-Cap. CLXXVIII. PAg. 3 (56) E t e m ~ tos n de geogrnfio fisica, politica e histdrica de la Re,.. cnn a. Págs, 108 y 133. S. Domingo, 1898. -... , sillas de Cuba, Puerto Rico y la abadia de Jamaica, esitendicxldose m8s tarde al obispado de Venezuela" .... "Eligibse en ese misma aiis 1527, para arzobispo de la quc fut despues metropolitana, n ao " hastifin Ramirez de Fuenleal" ("1. No 'se esplica, en verdad, qi ;ede de Santo Dmingo fuese arquiepiscopal, y por consiguient viese sufraghneas, antes de ser inetropolitana. Desde tiempos nos, toda iglesia arzobispal, es tarnbibn metropolítica, si no ~ ~ L U I * especial privilegio pontificio, el cual no existió en este caso. Cliocantes son igualmente los anacronisiu os y otros yerrot metidos por Del Monte y Tejada, en lbs capítulos 111 (pfigina 53), V l I I y I X (página 1591, y XIII (pAgina 214) de su Histonn de la isla de Santo Domingo (Tomo 11). El licenciado Ramírez, y don Sebastihn Ramirez de Fuenleal, según el autor citado, son dos personas distintas. Léese en el capitulo XIII, que "parece lo mQs probable, que el señor Ramirez no lleg6 a tornar posesihn de la sede, porque ni aparece inscrito en la nómina de los obispos, ni Iiay men1 :di en los fastos de aquellas iglesias". Y en el mismo capitulo 1 l a con la debida justicia a don ScbastiAii Rarnírez clc FrienLeal, ei distinguido funcionario que por haber dcsc~mpeiiaclotan atinadamente la magistratura civil y la potestad eclesilistica aquí, y aquella en Mejico, merece los honrados elogios de la posteridad. Del terccr obispo de Santo Domingo y de La Concepción, don Alonso de Fuenmayor, nacido en Yang~ras,dice que era de Villaescusa de Haro, I e Frienleal. inde y cuándo recibid éste la plcnitud sacerclotal? W a b i h dose embarcado en San Lúcar de Barraineda, el 7 dc octubre del lIegG a Santo Doniingo al comenzar el mes dc diciembre, dcsliiii una estada de trece dias en San Juan de Puerto Rico, para llenar, reza don Salvador Brau, los requisitos dc su consagraciún'" (58). No cabe duda que algún motivo grave lo obligó a dejar el suclo natal sin haberse consagrado, porque en 61 podia fficilmente llevarse bo la sagrada ceremonia, mientras que cn Puerto Rico corría el .c.go de verse obligado a diferirla, y tener que ir a Cuba o tornar paña, para mealizarla, por ciialqiiier accidente quc le Iiuhicse mído a Manso, longevo ya. Lo cierto es que la priincrn comu-:m ci6n de Fuenleal al emperador, fccliada a 19 dc marzo del 1521 micnza asi: "El Electo de la Española (5'D)". Esto demuestra aesae 1 I 1 1t - s S. D (57) Ai>itr~iespara la I~isforiaeclesihsticn $a la a ~ ~ u i d i d c c s ide p. nolctin E~lc~iAsticoNo. 21. Phgiria 1G3. (58) Ob. cit. Capitulo XV. PAg. 350. (59) Bibtiolecn Itistdrica de P. Rico. Phgina 288. ENER ir San luc'go, qu!e no le impusieron las manos ia su p Pu erta R ico, como lo manifiesta el señoir Brau ."ml.:.Am ma U ~ L L ~Fuenl , ea1 le participa al exnpercicfor. a ue clemorcl trece alas Ivador Brau enen Puerto Rico, porque S. M. asi se lo mt tra tiende que se dctuvo ahí con el propósito ue cu~isagarsc.Por o,.ian cemunicacidn del licenciado D. Antonio de la Gama, escrit Gerrn&nel 19 de noviembre del 7529, dirigida también a Ca , se ovieml infiere que Fuenleal se consagrd en San Juan, de ago: envié 1 de ese ano. "Con rnaestre Juan de LeOn, escribe de la C Agosto la residencia y cuentas, y dije estar de carnlilu para tiex-1.a firme. Detúveme con la venia del presidente a consagrarse" (uO). Es, pues, evidente, que el acto no se verificó en la tpoca indicada por el señor Brau. 1 a . . Dudo que la prornocihn de Fuenleal a los obispados de Santo Domingo y la Concepción, fuera el 1327. En la catedral hay una inscripción que dice asi: ACABOSE ESTA IGLESIA HASTA ESTA PUERTA (la lateral clerccha) A XXI D-E NOVIEMBRE DE Q1 NIENTOS E XXVll AROS ESTANDO VACANTE LA SE: SIENDO PROVISOR EL MUI RDO. SEROR DON RODRIGO DE RASTIDAS DEAN EL CUAL PUSO LA POSTRERA PIEDRA. Se sabe por Herrera, que '"se di6 mucha priesa al Presidente de '1a Audiencia D. Sebastidn Ramirez. que se fuese" (D6cada IV. Lil3ro ivn IV. PAgina 74). Pcro 61 no vino sino a fines de1 1528. Sin un mot,. , serio iba a pcmaiiecer un año en España? Y si existió alguno no se habria conocido, y csplicado por consiguiente la causa de su retaxdo? Esto, y lo que dice la lápida, sede vacante, me induce a creer que la eleccibn dc Fiienleal fue en el 1528. . Fitenlcal permaneció rt?a poco de tiempo en Santo Domingo; aquí pasó a la Audiencia de M&jico,entonccs Nueva España (61). P movido luego al obispado de Le6n (a2), O a1 de Cuenca (9 y, tra! dado rnhs tarde a la Audiencia y Cancillería de Valladolid, dej6 (60) Ihi. PAgina 291. (61) Historia gelreral t i b ~ i r ~ ndle lns india.^, etc. por Gonzalo Fcrn6nhL,de Ovicrlo. T. 1. 1,ilwo 111. Cap. X. Phg. 83. Hallo en la epacta del arzobispado rle S. Domingo, corresponrliente al afia 1883 (Abellini, 1882) en el folio 44. Proesiilum S. ,Dominici d~ronotaxis (Castigata ct aucta) 4. D. Sehastianus Rarnirez de FuenleaI, pramatus nn. 1527, adiz~nctotitulo hi~jusAudientias PI sirlis, trñnslatiis ad Proesidentian Mexici, an. 1530, profectus an. 1531. (62) Oviedo. Obra cit. Tomo 1. Libro IV. Cap. VII. f i g i n ~117. @S) Tlieatro Eclmiristico de ln primitiva Tglesi~ da las Indias OccHden les elc. Pnr el Maestro Gil Gonziilex Dihila. Madrid, 1649. Stis biografías mencionan tamhiCn como obispo rlc Tiry. ' bre y antiquisima. ciudad del 1 te 15 el En 14 de- diciembre del 1533, lleg6 a San to Domingo do11 Alonso de Fu enmay or, oidor del Consejo Real de Navarra ("), con el cardcter de presld-+n A.e la Audiencia, la cual, por la partida de Fuenleal, constaba %te de los oidorcs, licenciado Alonso Suaao, hidalgo de Segovia o de Olmedo, tan noble y digno de loa por sus ?IPchos como por su alcurnia; el doctor Rodrigo Inhnte, y el do luan de V;ldillo IB5). Y en 1539, por el mes cle marzo, - onmayor le habían conferido los ohisl:lados c aqui que ;u santidad Paulo 111 cre6 en 1547 la ;arquid Española Santo Domingo, y en el 1549 volvió de Espafia Fueiiinayor, como obispo de la iglesia metropolitana. 1 . _. v . .Con tal calidad figura, recikii iirgado apenas, en el dictado el 10 de mayo, por la digna virreitia [le las Indias, ( ría de Toledo v Roias. auien lo constituyó su tcstainentario U caurzalero, y en bre!ve pas :jor vida. "Iten [liso, que porquc yo tengo nombrados 1ilbace: i1 dicho ini tcstainen to, rigo1.a qucs mi voluntad que lo sea el ilustre y Reverendísimo Señor Don P clc Fuenmayor, Arzobispo desta Isla, y el Almirante Don Luis I mi hijo, y el Señor Obispo rle San Juan, y el P. P. R. Antonio ciei Comprior, del Convento de Santo Domingo ('7). Fut él quien concg-A la catedral (O". el 31 clc agosto dcl 1541, I J ibro V. PAg. 126. (65) Oviedo. Obra cit. T. 1. Lihro IV. Cap. VIT. Pfig. 111, (66) Ibi. (67) Ibi. Don Antonio S;iiichez Valverde, Rloreñu de Saint-Mcry, cl Sinoda Diocesnno del I8"J8, Garcia, Meriño, Noitel y todos los alialejos Iiorren en 1547 la creacidn del arrobjcpado. Lkse en las hiernorias rle 3lericJiaca, qiic Ici "cro Pstn qucdh cotlsrituiS iglesias de Mfjico y fuC en 15415, juntc el transciirso del 1547. iispo a la sa76n el domida en metropolita nico fr. Jcrdiiimo aysa. HAllñse la ~ P d t i l -ccci6n (Manzdn dc :Iragbn, a 25 de noviemarc) en Hernnez. T. 1. rñg. iij3. Ptierle krcssc tambibn illcedo, obra cir. Ictra L. hmlicis indican como ~iriirier arzoliispo rle hftjico, al franciscano fr. Jirnn de ZumArraga, quien i-eciI,i6 cl palio en el 1:745. (68) Cristipiil ses descendnt~ls el, Appendice B. F. origijve' sn vic, 5es rrcyag toire cr.itiquc par Heliry 1-I;ir DCCCL:SXSIV. it (69) $ I altar de la Anunciacibn, Iite~o [Fe snntn Liicia, r: t i el tr coro de la t l , existid Iiasra el mcs cle mayo del 1377, en el cii al fui' rribado el coro, una inscripcihn q u e decia: Se empt.zri ~ s l n i.qlcsin ril nNo en 1TF)fi. por d inforiiiativo pra 1514 y se acn11O en PI de 1540. 1 Antonio de Caca y Ovicdo, se 1 la criarta pr(2g~ ,i Ia c;tpiIla (S antiguamente de Ia Aniinciaci6n ; tic' S ~ I I L ;Lltd ~ cl tr:iscoro CIC catedral, y --?temamientos, jiCI LeiLecientes;.' ------~DL, 7 ;onqu is t n(lnr G ~ A 1, y a ii-ii cotno septirna m10 Fernfi : Oviedo, correspomle~ -.m- 1 1ERAL seghi~Nouel (70). Como y no el 8 de diciembre cIcl año aiit ~rtilicmuna parte dc la presidente de la Aiidicncia, se ocupú !. Ignórase la ledw de sil iciiecimiento, pero debió bajar a la nieto siiyo. pos la linea iiintcrna, y su desccridiente tninbidn por 13 paterna", en la 1~6vc4ri n!.tirlirln, !a cual tciiig celos ci~tt.ntl;rs,sc tli6 s c p ~ ~ l t i i ral a cntl:ivcr del rcnriiiili~idci li;<!cii-i;irlor tic las Tndias. iriiicrtri cl 26 cle jii~iio dc 1557 en la Sortalrin dc S, IJati?inyo cte 12 Isla Ecpaliol;~, rlc q ~ i ccra ;ilcaide, y adctmiis scgiilor pcrhprtiin tlc la ciudnrl, suriqirc stis bihzralos Iiapan asegzrmrlo que Eallccih cn lrnllarlolirl. En csii cñilitn, o cn In clcl o cn e1 sctnl~lodcl altar, cs~nljnn las armas de Ovicdo. Rcculth q i i e rl y doti Tiinn tle >lcrli-ano, ~acioncro[le I n ciitcrlr bieron de iiin1qiiistni.s~: p r! cc!rsiAstico sin respctnr sil esrsrlo iii tem CIIC1113 los sctcli tiiin ;ilicis r\c! crnilirta, tomnrlo dc E cdlrr-x Ic piiso las -N-O saciad3 niin I;i ira qiic lo cegaba. ninltrnt<i el aIdashn ~irsor~icllo.Por tnics csc;"inditlns,qiie cnincirlieion con cl ñ~rilio de Fuci~rnn;+nrcl 4549 y conti-istaron su cniazríri, la .\iicliencia ii11.11~6a Mcdrano, y conílcn0 tamhii.n ri l a repnracidn dc los rlnfins caiisndos por siis Inrrientalilcs arreliatos. Raro sino cl (le Oricrlo. FTalliiidosc cn El DnriCn {lielicn diirca), lc ~ 0 1 ~ 6 rle la hntiziia. cloti Jiian r s pr.o\+iqor.clc S a n t a Jlaria ?nci~~;i1 avrrsihn rl tlr;iii PCrrz tlc Ssirlticndo. Corifnhiilxilos Tos .parci;?li.c del liacliiller niego cle .Cnrr:il, regiclor cle El Tlai-i4ti, el cscriliiinn Lrist61izl Jlufioz y otros cneini?os dc Ovictlo, vecrlor cle 12s Eririilicjotics rle C;istil!a del Oro, ncnrdriron q~iitarlr:la vida p a cIZn se cnrn!~r~rtleiitiLZII i n l 5imrii1 13criinl. E1 19 dc s~priemlire del 1.522, cn la piiertü tle 1:i iylc.sin .tic San Scl~nsti:in,le nccstó alcvosariicrite tres ]~iiñ;i1ndp.s por I n cspalrln. I-Tnliia sirln cl iti:illicdior iiasta las visl-ieras rle coliietcr el critiicn, pan i:i.rii nrlo clel clfirigo, y rnrrd~o sc ciiipefih este despucs rle la recfiaria cle sir f:irn~ilvc i ~lil~rarlor3r Ia jiisticia. .4 la vuelta de clos siglos y pico. otro rncionnrlo clc 13 nictropolitrinn de Santo Dolninso, ~1 1iccnci;td~i (!T~TI :\i~ronio Sinclicl. Valvertlc. cal i Fic6 n O ~ i c d odc bul>nso ciriijnila (Ai?iCi-irx ;~iinílicrrdftdc IlnIrcr sjdn i i i . i r l r r ~ rI;'I ~ t r r i l rrpvtrco. Xladricl, 17S:i), por siis crr:irlns opiniones sobrc la ~ I ' O C C ~ ~ I I C ~dc : I ~ s t tí 1 3 ~ : e CIC la hriinanidad. FIacia cl 183D. lr)s ~?~afieses I ' C ; ~ I ~ Z ; Z ~ O I tina I caii-ipalia icoiioclnsta '"contra todo lo qiit c1.a scñ;il rle nol!l~7a r ) sii111~01~ ilc la dnini11nci6n españnln*'. Q~iitnron del altar rniiTEir rle la c:ttctli.;:l 13s. arnins rlc Carlos V ahi colocntlas p<ri- la Rcal CCrEcila tI:itFa cn Valladolitl el 2 de itilio dcl 1.537 S rotripieron los escirtlos esclilpirlos en 13s c;-ipillns dc Rntlrigo rlc Enslirlnñ y Rliy Fem;indcz d c Fiienmayor; los cliie 1;abin en la piicrra rlr: In Fucr~n,el cilartcl de las ~iliiicins,el n-iataclcrn y cn I,!s C ; I S ~ S solaric~ns IICla filtiiilia Diviln, Lanílcche. y otrns de esclarecido lirrajc. Deiiioletlnra protcst;i, liarlo saF~;?je, clc los de~ccnrlientcs de 'Toiissaint, Dcsalincs y Crisi(:llrgl, rlcsavcnidos con iin pasado lleno dc nebks rectterdoa. ~c/r>.riislicn etc. Uolctin E. No. 29. P6g. 232. (70) X I / J I I ? ~ ! [PmSi - r i I n r.li~!o?~irr Conqt;~12 irch;i ;Ir 13 dcdic:tcihn rle 1z caterlral en la rnlila cronold$ica que sc puhiicn a i ~ ~ i : i I í ~ icn e ~ los ~ t ~afialcjos cIel ar7oliispnrl0, y siempre sc 111 celeIirarlo la 5csia rlc rito el 31 rlc agosto. Apenas concilio coino se cqiiitloc6 el czniiiii~o y liccaciarlo Noucl. El srqor E ~ ~ r i q l fDeschnnips, c cn su lil?ro Lo R ~ p i i l ~ i i cDoriiinicnnn a (pfig. 143) se atrriliii a clecir qlrc rleqrlc cl ;iña 1.51 1 (ciianclri no sc h a l h cri~irloaUn 1n ca tcclral), 1i;isr a In crins;ir:raciún tlc niiestiqa ~nnjcsttiosn basílica, "ftiC catedral 13 iylcsia 'ctc S;iri Nicol:is", ciiyñs rtiiiins no resl-icth 1ii iuria del pico desIrtictor. L.? nririn~cihn mi pcrep-ina (le1 selirir Descliarnpc, carcce cii absolit~o clc ir~nc!riincnto,y por ln riiisrrio en vano se csrnranria cn jristiíicai-la, porque no se piierlc 1ins;ir cii i i i i i ~ t í n rlnto qiic nici.czc;i fe. Eso sc pzrcce n Ln Conccpcihn, dc Xlurillo (Yhi. I':iy. 1441, pinr:itla pos cl iniliiitnblc sevillano cn visturl cEe ordcii c.~pscs:i (le 1 ~ 3 1 3 ~ la 1 C:ntOlicn, quien Ic cncnr~h qrie le dicra un l~eriil indígena a I n irn;igcii rlc In santisilira virgen, para E I ~ I C 10s ~ ~ L I I ~ ; LC~~CCLa S ESpaiíola cnriil-ircntlinc~i cllic no cr:i escl iisivn trienie I:i madre de los españnles, sino c!c 1ii Iiiiriianirlxrl. NB S(. ctl C I I I ~sitio de la catcdral cstii tal poi-tcnto, qiie sGlo z.1 scfiur Dcscliaiir~-isIrn teriido b rliclia clc contciuplar, porque es cosa [le tumba del 1554 al 1555 (7'). En 8 de Iei~rerodc aqticl níio, pai-ticipb Oviedo al Conscjo Real de Indias, que el arzoliispo d e Santo Domingo se hallaba ciilre la vida y Ix iiiiierte, v se pci+ii~ititriiisiiiuar "que no sentaría mal la dignidad dc Fucnin;iyor al ol~isp <an Juan, don Rodriga de Bastidas". Rcqucrido &te para '1" Iicse eii su diócesis, escribc desde La Kspaiioln, al cnipcrridor, cl 19 dc septieinbrc dcl 1555: "El temor dc Iraiiccses, que otra e pi-ocuraron Ii;il~erme, y tne pillaron l a ropa, iiie lia deic~iidoaquí liasta Iiaber pasaje segiiro. Adcinás, quisiera coinuiiic:ir aiitcs dc partir con el nuevo arzobispo dcsta, que esperarnos" (77).l>ucsto q u c a Fucnmayor no se le trasladó a otra sedc, ni tanipoco renuncid la suya, cIaro es que el reemplazo con un nuevo arzobispo, lo 1notiv6 su scntido trAnsito, porqire era un pastor nlui estiri~adoclc su rebafio. Si no miente la tradición, descansa cn una capilla de la catedral, la cle las Animas, edificada por su ~wopincuocleuclo Ru y Fern Anclez de Fuenmayor. Gil GonzAlez D5vila supone q u e lo eaterrarori cri cl coro ""cn un costoso scp~tlci-oclc alab~isti-o";pcro clc tal sarcc~ragono existe la menor coilstancia, ni siqiiiera una leve nicmoria. Con rrayénclose a este prelado, d o i ~Tos6 Gabiqiel García (Opt~scitatuni, como 1, priqina ISl), dicc quc 1-ccl;tcrh iiii lil~rocori cl tllrilo clc Relaclíin de lns cosas 1, E-spnfioln, cl cual "mel-ccitj In accptaciiin de todos los historiadores de Ia tpoca y el aplaiiso dc la genera1icIad de los hijos del país, por ciryos clcstit~ossc clcsvclal~a". Pero esa famosa Xelncidn no se conoce. T a n asi cs, quc i ~ i i ~ g uhistoii riador de la Cpoca 1íi rncilcion h. Eti t i-c los escritos con ~cmpor;ii~eos, solamente Iia Iiablado dc clla el scñoi. ,4iltoi-iio LOpc;! 1%-jeto ( L o s estos sFri Colrjn. Exnmen. l ~ E ~ t d ~ ' i cicn. ~ - ~ La ? ~ iT-TaF~ana, l 18'78)) qiiicn l-iizt, notar la estraiia circiinstancia dc qric la poseía ~niaiiuscrita.Como puede Iiaber alcarizado la "aceptación de todos los Iiistoriadores, y el aplaiiso de la generalidad dc los hijos del pxís", uii trabajo iiiCdito, y cliie tenia transcrito a mano cl único autor moderno qiie da cuenta cle su existencia?.... ViOsc condenada a larga viudci. la iglesia doiniiiicana, shlo por iin lienzo rccoincndndo por Isahcl la Cntlilicn a l conclirir cl siglo KV, u en las ca~ilicnzosrIcI S V I a 1111 pintor qiie EIrirecih a mediados (le la centuria postcriur. El cunclro de Los i\p6stolils d c Vclizqiie~,cori las !Tras (sic) efigics íEc los Reyes Catblicos, tampoco lie lagraclo IiaFfarIo eri llarlc 31giinn clel inti~cionn~lo templo. <Ser;! prcciso, para dar crin cllris. valerse rIe In ~riai-wrillosa 1:iinpara de XIadiiia, con la cual sc linn apcs;ido ta 11t o ~prorli!$os? ver, Irna tahla a ctc. de1 1883 (Pro(71) El Sinodo Diucesnno clel 1851 y cl Ordo I,j[tt~+gir~ts criiiltiin S. noni i ii ici chrnnot;isis (Castigat;~(ii aiicra) indican cl 155 l. Scsiin Gar~ 1 3(Op. cit. T. 1, p;igiil;l 132) ftrb clespiids clel 16 dc encro clel 1556. (72) Rcal Acarlerniñ de fa Historia, Colee. dc R4iifioz. T. 87. A . 114. Riblt. histdriccr de ~ t o ~. i c o 11;tg. . 344. ayor. Se nombró Iias initerruzn pida, 1tras la rnuerl oxnbre de ambas ugar a don .Diego Covar:rubias . ..Lí, L.. ~11as;L ~ I I HU L n U l C I I U ~ I P ~ ~ ~ta L L como S jurisconsulto consumado. Sus com,S lo llamaron el Rh-tulo español. No sé por qué circunstancia 2- auea6 en Ia Península. NoueI asienta que no aceptó la mitra de 1, Esanto fhrningo (Op. cit. Boletín Eclesiástico No. 34) PSgi .O relemás que era Iraile (Ibi). Y en parte alguna aparei gular. El arzobispo Roque Cocchia, ajustandose a Alcedo, corrigió los Sínodos Dioccsaiios del i8.51 y 1878, en lo relativo a su elecciún para la sede dorninicopolitana. Estos señalan el 1526. Siendo obispo de Rodrigo, concwrrió al concilio de Trento (78). C - -mivamente presentb Felipe JI, y accpt6 Pio IV, a don Juan cle Salceda, éste .también fraile cn opiniOn de Nouel, y al jeronimiano Juan de Arzola Ambos murieron sin desempeñar su sagrado ministerio. Según Gil GonzAlez Divila, Alcedo, Hernaez y los Sinodos citados, de Puerto Rico pasó a Santo Domingo en 1586 con el caracter de arzobispo, h a i Andres de Carvajal (y5), de la orden franciscana. No figura este prelado en el episcopologio de aquella diócesis publicado por frai Iñigo Abbacl y Lasiesra (Historio geogldficn, civil y natural de In isla de San Juan Bnz~tistade Puerto Rico, nueva edición, 1866) y don Salvador Brau (Puerto Rico y su historia. Invest igacioncs crit i c d Nueva edici6n aumentada. Valencia, 1894); pero ;i está colocado en los de Gil Gonsfilez Dávila, Alcedo y Hernaez. Reza el señor Garcia (Op. cit., tomo 1, página 1381, que durante la vacailcia de la sede, la rigió interinamente, cuino déan, el doctor Ribera. Tal dignidad, empcro, no confiere el dercclzo de gobernar una iglesia cuando falta su cabeza. Caso de que él hubiera tenido Ia administración eclesiástica, sería como un vicario capitular, y nadie sabe si lo fue. Difricile est @-obatu. Registra igualmente como un hecho notable realizado en tiempo de frai Juan de Arzola, "la conclusión del convento cle San Francisco", ' 3 1 23 de julio clel 1566, bajo el patronado del seiíor don Juan Pizarro y Monroy, dcl Consejo de S. M. y su oficial en la Real Audiencia". Los historibgrafos consignan que el mencionado arzobispo muri6 sin consagrarse. Atuvose Garcia a los Sinodos consabicIos, y asem --Cm .-".*m 1 (7) ) Fgo Dicadiis Cavasrubias de Leiva, Hispanus, Ep. Civi tatensis, diffisi~bscripsi.El sacrosanlo y ecuménico concilio de Trento, por D. Ignacio tyala, Paris, 1860. niens ), Ioannes de Acola. Aqrid Sinodos MDCCCLX-L7 ) Andrb Earrafal. Tbi. PRIME:RAS 11 vera que A~zolalleg-6 a ejercer aquí el oficio pastoral, y luego se le traslad6 a las Canarias. En el catálogo de nuestros prelados, aumentado y corregido por el señor Cocchia en Italia (cal iitisrico del 18831, se confirma la breve noticia que sobre los historiadores. Por lo que toca a la finalizaci0n del i to indicado, una vieja Mpida decía: "Desta capilla (ignoro su titulo) y voveda es patiu~i Sr. D. Juo Pizarro Cajal-y Monrmy del Consso de Su Magd. y su Fiscal desta R1. Audiencia y en su falta los Srs. Fiscales a fueren adelante y capitanes de los nabios q entrare y saliere mar e fuera-acabose a 23 de Jullio de 1666 años. O todos los deinas forasteros". Está patente que no £u& "la ~onclusi6ndel convento de San Francisco", sino de iina capilla de este derruido templo, lo que se llev6 a tirmino un siglo después de la fecha anotada por el señor Garcia. En un trabajo del señor Federico Henriquez y Carvajal (La cntedral primada. La Cuna de América No. 14, aíio 1907). se han deslizado varios yerros que son de bulto: Que el papa Alejandro VI creó las diócesis de Jaragua y de La Vega; que Gcraldini, primer prelado dioccsano de América, guib la grci dorni~iicanapor espacio de trece años, de 15 14 a 1527; que años despues de su mltertc, lo reemplazó el Lic. Sebastiin Rainirez de Fuenleal, cuyo triple gobierno duró doce años, y en 1537 se encarnin6 a Méjico; que cl Lic. Alonso d e Frterimayor le sucedi6 tambidn en lo espiritual y fué consagrado en 1548 como primer arzobispo metropolitano. Quid de Primada de las Indias? El sefíor Henriquez y Carvajal supone que Paulo 111 le concedió tal honra a la iglesi janto Domingo. Pcro eso esti en tela de duda. En el Sínodo 583, primer concilio diocesano, no hay la menor relerencia a la da primacía, y estraña mucho qiie no se aludiese a ella, puc un timbre mui erialtecedor. Dice Menchaca, que un mitrado de Mejico, don Francisco Antonio de Lorenzana y Buitréil, a1 hablar c2e los prelados de Puebla de los Anjeles, cita entre ellos a don Dorni.lmn Pantaleón Alvarez de Abreu, ex arzobispo de Santo Doniingo y mado de las Indias. Alvarez [le Abreu rcgcnrh esta sede, segUn p ce, del 1738 al 1743. Había sido anteriormente arcediano dc la c:atedral de Canarias. conoc E1 hito documento sobre e1 particular, hasta rata ci procede del gobierno español, en 3 de julio del 181 .%-E*?., del "rcstableci~niento de la silla arzobispal de la 1-6 Santo Domingo, con el titulo y carricter de Primada de la con todas las dcrnis prerrogativas de que gozaban antes dt de la misma a Francia" .... (Coleccidn de billns, breues y o t ~ o sdoczt~ ~ W ~ l L U l ~ ERAL a~cnios,*elntioos n 10 iglesin d e Amdricn y FiliPinns, por F. J. Hernacz. Brosclas, J8íll). i\ lincs dcl siglo XVIII, Irai Fcrnando Portillo y T o as (Diciembre 30 ncyniii~aba a si1 igicsia, Primada de 1; I 1 16. Arcliivo del cabildo). e El primer obispo de Coro y segundo de San Juaii de Piierto Rico, don Rodriga Bastirlas, a qiiien el Lic. Hcni-íqucz y Carvajal (No. 15), como otros escritores, y hasta la iiiisina il~iclieiicia de La Española, tiene por "clol~iiriicanode tlacinnieiito", vino al mui.ido eti Espaiia, y probableinenrc en Triana, cerca de ScvilIa, donde viviaii s u s padres el csceleiite ~Ideli~iitado y Gobcriiador de S a i i ~ ;h~lart;i y doíia Isabel Rodriguez I<omera ?'aniarisJ eii época ;mtcrioi- a su avccindaniiento c i ~Sarzto Doimingo. El obispo era el ui-iico hijo Iegitiilio (Institi~ciíinclel inayorazgo clc Bastidas). Disguritado dc sus coleg;is, por observar uiia conducta rcliida con la escclsitucl de la i~rclicat~ara, pi~ZiOFuenniayor permiso para ir a a Espalia. "Tbdos Ios tres oidores confcclcrados, m e dan n~~iclzo que sentir, scgíi~i sil pnsióii, cscribia al emperador eii 28 de noviembre clel 154I". "Insista cn qile Vticstra hlagcstad ponga orclciz eri esta Atrcliencia". Tocailtc a VridiIlo, espone que, "venir10 aquí, sobrc hatierse aprovecliado en la gobernación (la de Cartagclia de Indias) dc inas de veinte mil pesosl iecardnrlosc [le mi, negociaba con los oiicíñIes e , con los licenciacios Gucvara e Ccrvai~tec('y, qtie lc pagasen cuatro afios e ~iicdiodc su salario, que a 300,QOO maravedies aiiuales so11 3,000 castellal-ias. Kcsistihlc cl tesorero, por inas que Guevara salía por fiador, e trnthle n ~ a lde al abras, porqiic no podía vencerle. En esto llc& a aini noticia, e Iiicc cuanto pide porque no sc deLraudase a Viicsuíi Mac-cstad. Qoc iiuticin se esperara dc tales lioinbres? Por eso estriii conmigo dclicadus" (77$. Vi110 a sustituil-lo coino presidente dc la Rcal. Aiicliencia, el liccnciaclo clon Alonso L6pcz de Cerrato, quicn debía tornarle cuenta del dcsexnpcIio de sii ei~~pleo, ñ la par cle los oidores Juan de Vadi110, Iiiigo Lbpez Cervantcs de Loaysa y Gucvara. Le acoinpali6 en calidad clc oidor el licenciado Alonso de Gragecla. La flota que los condujo, "vciiite é scys o vcynte i. siete naos de urnada 6 de mer- pfi) Ifiigo LOpez Ccrvailtcs rIc Loavsa. -1 la ii~iicric del Lic. Cristb1i;il Txhrhn, gohcrnatloi. clc 1'. Rico, fiillecidn quince rlias rlcspirCs dc su Ilegncla, la .\uclierlcia dc S. U o t i ~ ingn. ii ~ i n l i ~ i i lo c n tlc Pccl ro Kspinos;i. ,\Joilso dc 1.1 F ~ i e n ~ e , L i i i s IYrcz de Ltigo, ,Alonso I'érez Afartcl, y (le Luqiic, inandG como golicrnarlor a Liipez Cei-vantcs ~ l cLo;iysn. S i i r a serias dificeiltadcs con cl tesorero Jiinn rle Casiellanos, y al T i r i se qticjaron rle sil goliierno a l ctt~perador. Dos clc los qucrdl:rntcs fiieroti Pcrlro Espinosa y :Zlonso dc la Frien te (Uililioieca Iiislúsica tle P. Etico. I>;i~s.330 y 393). ' (77) Colección de doc. iiltditos del Real A~clt.de Jnclias, pAg. 586. cacleria", dih Ioiido eri lc pucrto de Sailto nomingo el 1 clc ciicro del 15/14. Entonces se restituyh Fuciimayor a Espaíia. Era Lbpez de Cerrato (le conciiciiin altanera, pero jainrls cometió en La Española acto alguno que alcasc su buen nonlbre. Inconforme Za ciuclad de Santo Domingo con los desabriii~icntosCIC su orgullosa índole, envib cios procuradores a la corte, los ciipicanes Gonzalo Fernándcz cle Oviedo Abad de Valdez y Alonso cle Peiin, para quejarse de un juez tan arrogante y adusto. Dc aquí pasí, a la presidencia y gobcrnacihn cie los Co~ifincs,cii la itinerica C;eizti.al, y Fuenmayor volvió a ocupar su antiguo pucsto e11 la Real Audier-rcia de Santo Dox-ilingo. ConSunde sin duda don ,~hitonierclfaria Fahii., clistinguiclo académico de la Historia, cle Espalia, a Fiicii~lzayoi.con don ScbastiAil Ramirez de Fucnleal, y tiene como cosa cierta quc lc succcTiii Lúpez de Cerrato, y que este solicitó a frai Bartoloiné cle las Casas, entonces eii Nicaragua, para conseguir por sus buenos olicios la paci[icacii~n dc El Baoruco, lo que obtuvo el venerable doi~~ii-ifco ;I los dos meses de hahcrse hecIio caigo clc tan 1iob1c ~uiiicticlo ('7. Por otra rnediaci6n concluyii entpei-o la eslorzxcla y larga conticiida que lia inmortalizado al hcrbico Eiiriquillo y a sus iiitrcl>iclos capitaiics, entre los cuales sobresalieron por el arrojo y tenacidad qtie los distiiiguia, su cercano parieiite hlartiii dc A1Iaro y el sereno l'nrnnyo. Prai Bartolomb de las Cacas no vi6 a Don Eiirique, coi-ilo Ea llamaba cn sti carta la cliiperatriz doiín Isabel de 0 1 , esposa de Carlos V. sino despiifs quc el jeileroso gucrrero sc dió a partirlo con Francisco de Barrionuevo, bravo y caballcrcsco Iii jo de Soriri en Castilla la Vieja. La Real Audiencia, al coii~i.ariodc lo qiie crCc Fahié, tuvo n m a l que el Protector de los iiiciios visilase cl Raoi.uco, pero al cabo se Iiolgó dc ello, eii vista de los Scliccs rcstiltndos qiie produjo 1:i cscursióii del übiiegado religioso, qtiicii administr6 los santos sacrainentos y predicú el Evaiigeljo rii ;iq~iellns;igi.ias y cscarpadas altiiras, donrlc no Iia vuelto ii rcsoiiar la p;ilabi-a ile Dios. En Aziia bautizó al aniiiioso Taniayo, terror dc los cspnfioles. De esta sucrtc, iioiirosa y digiia, cesó cl Ic~tnritainiciito dc los incligeiias a las hrdenes <le iin caiidilio atiiado 1insi:i la vcncracihn, respetado siii ser tem ibcl, tan prccavirio cotiio csti-nicgico, t a n c1ciiocl:ido corno magiiQiiiiiio, a quicii iioraiitc trccc aiios largos, las armas de los castcllaiios iio pudieron 1-ciiclii-,iii sus pi-oiiicsas gaiiai-, ri i siis cngaiíos perder". (79). I I (78) ificlo y ~ s c r i t n s d~ fr. II. <le iris Cn.~ns, alrisfio r/r Clrinl~rr.T. 1. Cnp. VIIT. PAg. 140. Madrid, 1879. (79) Vida d e los ~sjiniioles cc'leli~es,por D. hlnnuel dosi. Qiiinr;ina. Fr. U . dc las Casas. T. TI. Pfig. 2 6 . ERAL ICH IVC rpretando m[al a 4 relata 'tirO a con cuatro nlil ind ios que h a b itaban ' - J - --211 las ~ ~ O I ~ L ~ CW I I ; ~ D S ~ O T U C O (30). Pero Ovieao, vecino en esa epuca de Santo D o n ~ i i ~ manifiesta p, q izia hasta ochenta ( hombres de pelea, e con las mujeres c: iiluchachos e niños erdli rllas de tresciei~taspersonas las que bajaron con su denodado cacique, el ú1timo de Haiti, de esa Fragosa e irreductible Alpujarra ($1). En opini6n cle Chai-lcvoix, a todo el que pudo probar que era aborigt le permitib establecerse e n Boyi, y su numero llegó al indicadi Nau IR"). ''BOYA, PLICC, tiene la triste gloria de haber sido el cementerio cle los iiltimos iiidigenas". (83). le Nai T?f . Tonia tambidn el historiaclor nznljés a don Diego Colbn, por su hijo don Luis, con motivo de la misiva que sobre los asuntos de El Baoruco le dirigió la emperatriz (8". Cuenta do11 Antonio clcl hSonte y Tejada (Op. Tomo 11. Capitulo XV. Pfigina 2471, que el licenciado Alonzo López de CrIrrato siisti~uyci clon Luis Colón cn la presidencia y gobcrnacibn dei Santo Domingo. Alccdo lo incluye asimismo en la nóimina de sus ILMIIdntarios. (Obra citada, articulo Santo Domingo o La Española). Pero el tercer almirante de las Indias, marques y sefios de Jamaica y diique de Veragua, jnmis descinpeíiú la gobernacihn de esta isla. En 1510, la ciudad de San Juan de Puerto Rico di6 procuracibn a don SebastiAn Rarnirez para diligenciar ciertos negocios en la Península, y iué uno de ellos "qiie se haga capitan general de La EspaíioIa al almirante don Luis Colón" Aunque el nombramiento se estendid y despachó, el desgraciado nieto del Desnibridor de Am6rica se - --(811) I - I i s t o i r ~~ l e scocirli¿ris (1' Haiti. Chap. XZV. F. 314. Paris, 1894. (82) Ohrñ cit. T. 1. Lillro V. Cap. VIll. I'ig. 155. (82) Obra cit. T. 1. Libro VI. Pig. 475. (83) Javier ;l. Guridi. Obra cit. I'fig. 42. non Antonio S;lncliez VaIverdc, dice al hatilar de RoyA: "infeliz litprejo a que se retir6 el caciqirc Don Enrique con ct rcsto rlr los indios qtle le siguieron en la sublcvacib~i, clespufis que fue perdonarlo por nuestro rei y emperador Carlos V". DesrIeiíoso lenguaje, i n b propio c2e iin conqiiisiatlor cEe horca y cucliillo qiie de tin ministro clc Jesucristo, porque cl Evaiigclio enseña que e3 Iiomhrc, hecho a iinajen y seniejanza de Dios, no ha sido ci-cado par;i vivir en oprobinsa ccrvidirmbre; y EnriquilIo tenia indiscut itilc clcrcclro para reivindicar la lilicrtad y los Eiicros de su raza csclnviznda inicuainente por la ins;iciíil~le sccl rle oro, que tanibjCn condena cI Evangelio. (84) Loc. LiiurI, ?Ag. 299. I3on Diego mtixi6 en una villa de España 1Iarnruda Priel)la cle híon~;illi;iri, dc don Alonso '1-cllez Pachcco, a seis leguas de Toleda, el 23 de feljrero del 15LO. (85) Dilili, histbrlca de P. Rico. Pig. 185. . - . qued6 asperjes si acaso lo esperaba. I n t r i n p l i s de eso que se Iia dado en la flor de llamar poIltica. Espone Herrera, que "acordadas las diferencias, ci almirante (don Luis) bolvió a la Isla Espaííola, i e1 Rei Ie dib Titulo de Capitan General de clla, con orden que quando le ofreciese ocasion de vsar de oste Oficio, el Audiencia le diese Inst: 1 de corno le havía de vsar i exercitar" (85). Discurriendo a c t . ~ ~uat: este punto, dice Cliarlevoix que por el laudo dictatlo a c iencia del pleito can el fiscal real, se declarli a don Luis capiti eral de La Española. La "sentencia de compromiso en el pleito q~le se trató elntre el Fiscal de S. M. en el Consejo de Indias con e!1 Almirante de1.:llas y sus herederos", sGlo se contrae a la iiieiced LIUC 3" -fa" "'LO a Don Luis de la isla de Jamaica con su jurisdicciGn y con título de Duque 0 Marqués". (8i). Ya se ha visto que en 1524, lo que se hizo fui: agregar pe?.aequalitatem la dihcesis de La Coiicepción a la dc Santo Domingo. AquCIla na se suprimi6 entonces, conlo varias veces lo es^: ligo y licenciado don Carlos Noucl, si bien es cierro qu{tl otras . de la unibn de Ias dos sillas. Hillrise en el Sinodo Drocesan brado por el arzobispo Domingo Feriiandcz Nav:arretc (HS), e: noI E A C , viernbrc de 1683, que al iristituirse en el aiia l J r v cl a r z ~ l j i se ~ ~ ~ ~ ~ ~ le agregó "la jurisdicción del obispado de La Vega, qlic pa !fecto se suprimió, clli~idolcpor sufraganeos a Ias ebispados er to Rico, el dc la isla cIe Cuba, y el de la Provinicia de Venexucla, nambraclo de Caracas, y la abadia de Jalmaica, qu(: tomU el inglés el año . lación de la Isla de mil seiscienlos cincuenta y cinco". Pero cn Española enviada al rey D. Felipe 11 por el :iaclo Echagoain, oidor cle la Audicncia de Santo Domingo, posterior al horroroso tede a : de rremoto acaecido el S d e i~oviernl&cclcI 1564, La concepción: " la ciudad de La Vega era J ispaclo - Ir.* rri - - - 1 ' (86) Decada VI. Libro IS, Pdg. 109. (87) Cliristoplic Colomb. etc. par H. Hnrríssc T. segond. F. 253. (88) El Stnodo Dioranno del 18.51, y don J. G. Garcia, consignan que sufri6 el martirio en C:liii~a. I'ero esta circunstancia, que de ningún riioclo podia pasar desaperci l~ida, no consta e11 sirs biog-rwfías. El scfior Enriqric imps {Ln Repiiblicn Dotrtinicnna, p4g. 1441, c,~critiiciidoa tontas y locas, iPacEa par su ctienta y ric~gnal Celeste Tri-iperio, pico clesplies de 11aber sir tispo de S. Domingo, y allí recibe el bautismo ile sangre. Se refiere solnmciitc rcspcctri de Xavarrctc, qiici essirvo preso en Cant6n por si1 telo evangelico, antes dc venir a S. Tlorningo. F,rn escritor. Sus obras se citan en el ca~hlogo de los aiitores doiilinicus irirituliitlo Sci.ij)lorcs ordinis proedica- iponcr (21 1'. Qiietif tores recertsili. I'aris, 2 VO. 17 19-1721, e3 ctiiil co~nenzt ; traba jiDS, 10s Tsay concIuy6 cI P. Echarti. Sc consirlera como el mejor ia China. El abate tados histdricos, políticos dthicos y religiosos de In N Prevost d-xiles, c6lebre autor cle nl11rzun Lcscnu t hizo un esrracto de este libro cn la H i s t ~ i r e getieral des voyages. I T ~ NDEL ARCHIVO GENERAL DE LA 1 NACIISN Y :mis siibsist ía aún en los coiniciizos LVlI, 1605. siis Memorias Cija 1a suprcsiOn cn 160 1 LII los regrsti-as panoq~iialcsrIc la catedral, liai una partitia ae hautismo fechada el 14 de abril dcl lfi01, y otra el 10 dc noviembre de IGO3, en las cuales figrii-a frai Agiistin de hvila y PadiIIa, predicador de Su R4agcctacl Felipe 111, y arzobispo dc Santo Domingo y obispo clc La Vega (Sti). En 10s de n~atrinionios,se encuentran tsirnhiin los enlaces presenciados en 1 G ílc abril cle1 1591, por don Alonzo LOpcz de Avila, arzobispo de Santo Doniirigo y (obispo} de La Conccpci6r-i ("). Don Carlos Nouel (Ai17mles jSnro, ln II i s t o ~ i neclcsidslicn de la nrquicli¿icasis de Santo Dom i i ~ g n ,Boletiii Ec1esi;istico. No. 32, Pdgina 2541, guiAi-iclose sin duda por el señor Arístidcs Rojas, venezolano de mi~charioirrbradia (El In-irne~-obispo de l;ícnezucln, Anuai-ia de 1885. Ibi No. 33, Página 263), o por el arzobispo CoccEiia (Los ?-estos de Colán, etc., Aptndice. figinñ 174), maniCiesta que Ia Relación be In Isla Espníiolo ciiviada al rey D. Fclipe 11, por el Licenciado Echaguiaii, dala del 1561. El ariacronicino cs incscusab~c, puesto que el oidor de la íludiei~ciade Santo Dorliiii~gole l ~ a b l aal vencccior de San Quintin, de la ciirdad rlc La Vcga, rlcs~riiidapor uil terremoto, que f u i a 2 cie noviembre dcl 1564. Dicha RelaciBn se ~Zcbi6escsibir ílecpuds del 1565, por aIudirsc en ella a la rcnuncia que entonccc hizo de la mitra de Saii Juan, cZon Rodrigr, de B;istidas, y tanibién a su provisibn, y antes o cn el curso del 1570, porquc se meirciona a "tin dean, que es cl doctor Ribcra, teólogo" y "pUblico mercader", muerto en ese allo, segi~ns t i laude (Esic cntcrl-arniento es dcl Iltisti'e i mui Reverendo S. Dotor (sic) Doii lreclro Duque rlc Ribera cok@al del colcgio Maior de Sevilla i Dcan destn Santa Iglesia: falleció el ano de 1570). Convicnc no conluiidirlo con sii hoinúniriio, don Pedro Duclue de Ribera, igualmente colegial dcl colegio (le santa Me ría de Jesiis de Sevilla (Alcedo. Diccionctj.io geogi-dfico histrj~icu de Ens Indios Occlde~ztalesetc. Tomo IV. Pagina 35), y derin asi~.i~ismo de la catcdral de Santo Dornii~go,dc clonc1e fue pro~novidoal obis- i -- (89) En los arqiiic[3iscopriTogios, escep to los pie111icaclns cn las cons titiicio* ncs sinicrrlales rlcl 1851 y IR'75. y cn las 1,isgraCias rlc cslc ~iielarlo,incliisa la trazacln por el seíior Josb 3iariano Bcristii in rlc Soliza, csaliacla rcaiisra mcjicano (Bibli. J3isjwtio ,A~?ier-ir.criiciS P / J ¡ P I ~ ~ I ' C~ ~UC~. TI-cs ? / ~ ~ 'r. lS 16. 1819 y 1X21), I;C 1 1 ~ IFa sientllrc D;Eviln. Nnci<i eil 3T;iico y pr.ril~~l~?crncntc liiirri6 acllii, l'crtcnecia a la religiciin {Ec S. Dnntingo. Ilscrit~iir: Hir!orin r!cr Irr fi?.ovitirir.l tle str~itirrgo tlio ln N~teriaI.:sptrl?n, rir: la Oi+rl~iicle P1-cdictrrlul-es, XIarli'id, 139G cn 40. Jlriisdñs, 162íi, ín folio. G n n scrcera erlicibli de la misma ol~raticnc el titiilo tEc P i i ~ f aI~i.rlol-ja rle In N ~ ~ e ~ I.:sjlriiin iri y Floriiln, 'I~;illatloFicl,ltí34, in folio. I'arcce q i i c tlcj6 olrn o l ~ r aitlrl'ditn. I'LIIII~cG tambifin una alnllaiizn (lai~itritio Eiineliris) cri. honor dc Fclipc 31. I ~ I l I l parlo de PaiiainA. En lo de marzo del 159.5, se le Ilaina obispo de la iglesia mayor. Lo siistituyó eii el deaneto don Nicolis tlc Aii;isco (91). Y ya que: se ha Itecho refel-encia incidcntaIniei-ite al cataclismo de La Vega, fijo la ateiiciún cn lo qiie escribc don JosC Gabriel Garúa, con motivo del famoso movimiento sismico que destruyó a Santiago de los Caballeros y a la Iiistórica ciudad asentada eii El Giiaricano, donde tuvo su rustica corte el ~~ialaveilturrido rei de Magui?. Narra que el inlausto siiceso acaecib, scgún algiiizos, el 20 de abril, sábado por añadidura, y según otros, el 2 (le r~ovic~~ibre del ya mencionado ario 1364 (Tomo T. Página 3 313). Cnrnplctamcnte desoricntaclo don Antonio cIcl Monte y Tejada, cita esto c a ~ n oocurrencias habidas en el 1597 (Torno TIL. Capitulo 1. Prigina 5). QuP historiador ha apuntado la primera de las Iéclias anotarlas por el scñor Garcia? Chal-levois, Sánchex Valvci-dc y Tvlloreaii de Sair~tMery, se limitan a indicar Unican~ei~te el año 1564. El canric. Roselly cle Lorgues, tan fecundo en conceptos c-yuivocadoc, refiere q u e Ia gran catistroCe pasO en el 2553, sin imericio~iar tafilipoco cija ni mes ("2). A falta de nuevos datas, fuerza es conSaimarsc con los del licenciado Echagoian p" is). I l 1 1 I Y volvierldo a los apuntes capitales de este inoclesto trabajo: queda sentado que W igriatcns, 1-Iiagutens o Ayguaccns (debe ser Hyguacens) cqttivale ri Hisiicy, y no a %ir-aguli: que en consccuencia, la pri~iiera sede iiietropolitana de la Isla Espanola, iiistituida por Julio I I el día décimo sbptimo de las caletidas de dicic~iibredel aíio dc gracia dcl 1504, o sea el 15 de noviembre, se Ilatiib Hip~iacciisc por el cacicazgo dc Higüci, en cupos 5-inbitos levanth h c i R'icolis de Ovanclo la actual ciuclad de ' Sarito Domirigo, doncle dehia niorar el arzobispo; y que la herildica villa de Laies dc Guahaba no cs el fronterizo pueblo cle Hinclia. (91) Ibi. Htii igualilicnte ~ i n a partida qtic se refierc al sclior de Avila y Parlilia, en S5 dc novicrnhi-c Jc 1600, Por cniisigiiicritc, no S I I ~cn el IFOI, año ~cññiaclopor el fcciindn I>i6g~aíoBcrjsraiii clc Snriza, cn su citndo Iiliro cuai~rlo vino a S. Dotniizgo r l i d ~ oprclncto. (92) Hisfuria de 10 ziida y z ! i n j ~ .d~e CrislrEhcrl Coldit. T. 11. Cap. 111. Ba+ceioiia, ATDCCCLXSVEII. 1 l t 92 bis) T?I terremoto sli~rlidoociisrih el 2 dc diciernllrc del allo 15fi3. V. Fr. Cipriano clc Utrerii: Hojos (le T$is/oriri, en el Listi~zDinrio, S. D., 14 Febrero de 1926.- (C.A. H.).