Recurso de Protección acogido. Funcionario que es suspendido de

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Fundación Jaime Guzmán E.
Pr oyect o L ocal Nº 63
Jurisprudencia de los Tribunales de Justicia
Recurso de Protección acogido.
Funcionario que es suspendido de su cargo y, posteriormente, por los
mismos hechos, destituido1
Introducción:
Procede calificar de arbitrario, el decreto alcaldicio de destitución de funcionaria,
ya que los fundamentos que da en su informe en el sentido de haberse limitado a
cumplir lo instruido por la Contraloría son, además de insuficientes, contrarios a la
ley, en cuanto a la facultad de aplicar cualquier medida disciplinaria y en especial
la de destitución, es de su exclusiva competencia.
La facultad del Órgano Contralor de velar por el principio de legalidad supone la
obligación de representar los actos de la administración contrarios a la ley y/o a la
Constitución, pero de manera alguna le da facultades jurisdiccionales, como
acontecería si el Alcalde de Paredones hubiera estado obligado a resolver en los
términos propuestos por la Contraloría General de la República.
Por otra parte, habiéndose ya pronunciado el Alcalde, al aplicar a la recurrente la
sanción de suspensión del cargo con derecho al goce de medio sueldo, se ha
producido su desasimiento, de manera que al dictar un nuevo decreto dejando sin
efecto el primitivo, se ha constituido en una comisión especial, infringiendo de esta
forma la garantía del inciso 4º, del Nº 3, del artículo 19 de la Constitución Política.
La Corte de Apelaciones de Rancagua acogió el recurso de protección y
posteriormente la Corte Suprema lo confirmó.
Texto completo de la sentencia:
SENTENCIA CORTE DE APELACIONES
Rancagua, primero de marzo de dos mil cinco.
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Recurso de Protección, “María Cornejo Figueroa con Alcalde de la Municipalidad de Paredones”,
Corte de Apelaciones de Rancagua, sentencia de fecha 01.03.2005, rol Nº 136-05; Corte Suprema,
sentencia de fecha 31.03.2005, rol Nº 1.103-2005.
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Vistos:
A fojas 5 comparece doña María Cornejo Figueroa recurriendo de protección en
contra del Alcalde de la Municipalidad de Paredones don Sammy Ormazabal
López, en cuanto éste dictó, con fecha 19 de enero de 2005 el decreto 0069, en el que
le imponía la medida disciplinaria de destitución a contar del día 20 del mismo
mes y año, dejando de hecho sin efecto a su vez, otro decreto suscrito por él
mismo, a saber, el 00997 de 14 de julio de 2004, complementado por el decreto
municipal 01272 de 08 de septiembre de 2004 y mediante los cuales se sanciona a la
recurrente con la medida de suspensión de cargo por 30 días con goce del 50% de
la remuneración. Agrega que el citado decreto 0069, siendo ilegal y arbitrario
importa una violación al derecho al debido proceso, en cuanto el alcalde recurrido
se ha erigido en comisión especial con la dictación del mismo.
Informando a fojas 36, el Alcalde señor Ormazabal señala que simplemente se
limitó a cumplir las instrucciones recibidas de la Contraloría General de la
República, frente a lo cual no le cabe responsabilidad alguna en los hechos
denunciados por la actora. Agrega que en tales circunstancias la acción cautelar de
que se trata debió interponerse en contra del órgano contralor citado y no en su
contra.
Considerando:
Primero: Que a fojas 5 comparece doña María Cornejo Figueroa recurriendo de
protección en contra del Alcalde de la Municipalidad de Paredones don Sammy
Ormazábal López, en cuanto éste dictó, con fecha 19 de enero de 2005 el decreto
0069, en el que le imponía la medida disciplinaria de destitución a contar del día 20
del mismo mes y año, dejando de hecho sin efecto a su vez, otro decreto suscrito
por el mismo, a saber, el 00997 de 14 de julio de 2004, complementado por el
decreto municipal 01272 de 08 de septiembre de 2004 y mediante los cuales se
sanciona a la recurrente con la medida de suspensión de cargo por 30 días con goce
del 50% de la remuneración. Agrega que el citado decreto 0069, siendo ilegal y
arbitrario importa una violación al derecho al debido proceso, en cuanto el alcalde
recurrido se ha erigido en comisión especial con la dictación del mismo.
Segundo: Que informando a fojas 36, el Alcalde señor Ormazabal señala que
simplemente se limitó a cumplir las instrucciones recibidas de la Contraloría
General de la República, frente a lo cual no le cabe responsabilidad alguna en los
hechos denunciados por la actora. Agrega que en tales circunstancias la acción
cautelar de que se trata debió interponerse en contra del órgano contralor citado y
no en su contra.
Tercero: Que en estas circunstancias corresponde hacerse cargo en primer lugar, de
la afirmación indicada, en el sentido que el recurso de autos debió dirigirse en
contra de la Contraloría General de la República y no en contra del Alcalde señor
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Ormazabal.
Cuarto: Que en la línea indicada en el motivo que antecede cabe tener presente que
el artículo 123 del Estatuto Administrativo de los Funcionarios Municipales
dispone que la destitución es la decisión del Alcalde de poner término a los
servicios de un funcionario.
Quinto: Que a su vez el artículo 133 bis de la ley 10.336 sobre Organización y
Atribuciones de la Contraloría General de la República, establece que en los
sumarios que se realicen en las municipalidades, corresponderá al Contralor
General proponer a la autoridad administrativa que haga efectiva la
responsabilidad administrativa de los funcionarios involucrados, quien aplicará
directamente las sanciones que procedan, agregando en su inciso segundo que si
dicha autoridad impone una sanción distinta, deberá hacerlo mediante resolución
fundada, sujeta al trámite de toma de razón.
Sexto: Que de acuerdo con las normas señaladas resulta indiscutible que la
aplicación de la sanción de destitución o cualquier otra tendiente a hacer efectiva la
responsabilidad administrativa de un funcionario municipal, es una atribución
exclusiva del Alcalde, de manera que no se ajusta a derecho lo informado por el
recurrido en el sentido de eludir toda responsabilidad señalando que se limitó a
seguir las instrucciones de la Contraloría General de la República, de forma que era
este organismo en contra del cual se debió haber deducido la presente acción
cautelar.
Séptimo: Que así las cosas, cabe también concluir que el Alcalde no está obligado a
seguir las instrucciones o proposiciones de la Contraloría, frente a la cual su única
obligación es la de fundar lo resuelto y someterlo al trámite de toma de razón.
Octavo: Que a lo anterior cabe agregar que tal como con anterioridad lo ha
sostenido esta Corte, una vez emitida su resolución, el Alcalde carece de facultades
para dejar sin efecto lo resuelto cambiando lo ya decidido, pues para ello el
legislador previó expresamente en el artículo 139 del Estatuto Administrativo de
los Funcionarios Municipales, el recurso de reposición. En tales circunstancias, y
ante la negativa de la Contraloría a tomar razón del decreto que aplicó a la
recurrente la medida de suspensión del cargo por treinta días con goce de medio
sueldo, no le cabía al Alcalde recurrido otra alternativa que no fuera insistir en
dicha medida, máxime cuando, en conformidad a lo dispuesto por el artículo 133
bis de la ley 10.336, la Contraloría, previo al decreto recurrido, debió haber
propuesto dentro del procedimiento sumarial respectivo, la medida de destitución
que más tarde insiste nuevamente en imponer por la vía de la negativa a tomar
razón del decreto impugnado.
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Noveno: Que según el Diccionario de la Real Academia, la arbitrariedad importa la
realización de uno o más actos contrarios a la razón, a la justicia o a las leyes
dictado por la sola voluntad o capricho.
Décimo: Que conforme a lo expuesto en los motivos tercero, cuarto, quinto, sexto,
séptimo y octavo de este fallo, no cabe sino calificar de arbitrario, por contrario a la
razón, el decreto 00069 del Alcalde de la Municipalidad de Paredones, por cuanto
los fundamentos que da en su informe en el sentido de haberse limitado a cumplir
lo instruido por la Contraloría son, además de insuficientes, contrarios a la ley, en
cuanto a la facultad de aplicar cualquier medida disciplinaria y en especial la de
destitución, es de su exclusiva competencia.
Undécimo: Que en todo caso cabe hacer presente que la facultad del Órgano
Contralor de velar por el principio de legalidad supone la obligación de
representar los actos de la administración contrarios a la ley y/o a la Constitución,
pero de manera alguna le da facultades jurisdiccionales, como acontecería si el
Alcalde recurrido hubiera estado obligado a resolver en los términos propuestos
por la Contraloría General de la República.
Duodécimo: Que en estas circunstancias y habiéndose ya pronunciado el Alcalde
recurrido, al aplicar a la recurrente la sanción de suspensión del cargo con derecho
al goce de medio sueldo, conociendo o no pudiendo menos que conocer
previamente a ello, el criterio de la Contraloría General de la República en orden a
destituir a la referida recurrente, se ha producido su desasimiento, de manera que
al dictar un nuevo decreto dejando sin efecto el primitivo, don Sammy Ormazabal
López, se ha constituido en una comisión especial, infringiendo de esta forma la
garantía del inciso 4º, del número tres del artículo 19 de la Constitución Política,
razón por la cual se acogerá el presente recurso.
Decimotercero: Que si bien se ha sostenido por la jurisprudencia que las
instrucciones extendidas a las municipalidades por la Contraloría, tienen carácter
vinculante, en la especie ello sería válido en cuanto el Alcalde recurrido hubiese
fundado su decisión en razones que fueran más allá del simple expediente de decir
que se ha limitado a seguir las referidas instrucciones, pues de lo contrario se
estaría reconociendo al Órgano Contralor la facultad de decidir la sanción
administrativa a aplicar, lo que conforme a las normas ya citadas y en especial al
artículo 133 bis de la ley 10.336, resulta improcedente.
Y teniendo presente lo dispuesto por el artículo 20 de la Constitución Política, y
Autoacordado de la Excelentísima Corte Suprema, sobre tramitación y fallo del
Recurso de Protección, se declara que se acoge con costas, el deducido a fojas 5 por
doña María Cornejo Figueroa, en contra del Alcalde de la Municipalidad de
Paredones, Sammy Ormazabal López y en consecuencia se declara que se deja sin
efecto su decreto alcaldicio 0069, de fecha 19 de enero de 2005, que disponía la
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destitución de la recurrente, quedando vigente el decreto 00997 de 14 de julio de
2004 que aplicó a la recurrente la medida de suspensión del cargo por treinta días
con goce del 50% de su remuneración mensual. En consecuencia la recurrente
Cornejo Figueroa ha de ser reincorporada a su cargo y pagársele las
remuneraciones durante el período en que ha estado separada de sus funciones.
Acordada con el voto en contra del Ministro señor Carlos Aránguiz Zúñiga quien
estuvo por rechazar el recurso de protección conforme a las siguientes razones:
Primero: Que el nudo de la controversia que motiva el recurso, gira en torno a los
siguientes hechos:
a) Al término de un sumario administrativo ventilado en la Municipalidad de
Paredones en contra de la recurrente, María Hailin Cornejo Figueroa, funcionaria
de su planta administrativa, la Contraloría Regional propuso al respectivo Alcalde,
la medida de destitución, por la gravedad de la falta que se le atribuía, que incluso
aparejó la instrucción de un juicio criminal.
b) El edil en cuestión decidió no seguir el predicamento del ente fiscalizador e
impuso a la sumariada solamente la medida disciplinaria de suspensión del cargo
por 30 días con goce de un 50% de sus remuneraciones, lo que hizo mediante
decreto edilicio Nº 97 de 14 de julio de 2004, que dispuso su registro en la
Contraloría Regional (fs. 34), el que posteriormente fue complementado por el
decreto alcaldicio Nº 1272 de 8 de septiembre de 2004 (fs. 31), en el sentido de que
el acto quedaba sujeto a la toma de razón.
c) La Contraloría Regional devolvió sin tramitar ambos decretos, al considerar que
el argumento esgrimido por el alcalde en ellos en cuanto a que la existencia de un
juicio criminal no sentenciado no impedía la determinación de la responsabilidad
administrativa correspondiente (Oficio Nº 58363 de 25 de noviembre de 2004, fs.
29). Además, agregó algunos reparos formales y ordenó al municipio que aplicase
la medida disciplinaria correspondiente conforme a derecho. Posteriormente y a
raíz de una consulta efectuada por la misma institución edilicia, reiteró el criterio
anterior y dispuso que se dejase sin efecto el acto administrativo anterior por el
cual se aplicó a doña María Cornejo la medida disciplinaria de suspensión del
empleo, devolviéndole a la interesada el restante 50% de su sueldo y eliminando
de su hoja de vida la respectiva anotación, y dispuso la regularización de la
situación producida, mediante la aplicación de la sanción correspondiente a
derecho, en un plazo perentorio.
d) EI alcalde en referencia dictó entonces el decreto Nº 69 de 19 de enero de 2005
(fs. 61), acatando las disposiciones de la Contraloría regional y aplicando la medida
disciplinaria de destitución a la recurrente, dejando sin efecto su decreto alcaldicio
anterior.
Segundo: Que expuestos del modo anterior los hechos que motivan la
controversia, queda por resolver si el último decreto alcaldicio, que es precisa y
directamente contra el que se recurre, es ilegal y arbitrario y afecta o puede llegar a
afectar la garantía constitucional invocada por la actora, que es el haber sido
juzgada por una "comisión especial".
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Tercero: Que el alcalde no constituye una "comisión especial" en el
pronunciamiento final de las medidas a adoptar en un sumario administrativo de
su propio municipio, sino que es determinadamente la autoridad llamada por la
ley para hacerlo (artículo 138 de la ley 18.883). De este modo y bajo ningún
respecto el ejercicio del deber legal enunciado ha podido afectar la garantía
constitucional invocada por la actora.
Cuarto: Que a pesar de lo anterior, aún podría decirse -como lo sostiene el voto de
mayoría- que el Alcalde, al haber dejado sin efecto un decreto suyo anterior que
disponía una medida disciplinaria inferior, ha podido actuar como una tal
"comisión especial", desde que, emitida su decisión que se apartaba de la
recomendación de la Contraloría, su facultad jurisdiccional disciplinaria se habría
agotado, produciéndose el desasimiento del ente administrativo convocado por la
disposición legal antes referida.
Sin embargo, la Excma. Corte Suprema se ha pronunciado expresamente cuanto al
carácter vinculante de las instrucciones extendidas a los municipios por parte de la
Contraloría (v.gr. Recurso de Protección Nº 5.039, 22 de enero de 2004,
considerando 12º) y también en lo referente a la posibilidad de anulación que
tienen todos los órganos de la administración pública -citando en forma expresa
entre ellos a los alcaldes- mediante un acto administrativo de contrario imperio,
para privar de la eficacia jurídica a un acto anterior (mismo recurso, considerando
22º).
De esta forma, tampoco por esta vía podría atacarse el acto impugnado, bajo la
advocación de la única garantía constitución.
Redacción del voto de mayoría del abogado integrante señor Mario Márquez
Maldonado y del voto de minoría de su autor.
Regístrese
y
archívese
si
no
se
apelare.
Dictado por la Sala de Verano presidida por el Ministro Titular señor Carlos
Aránguiz Zúñiga y conformada además por el Ministro Titular señor Ricardo
Pairicán García y por el Abogado Integrante señor Mario Márquez Maldonado.
Rol Nº 136.
SENTENCIA CORTE SUPREMA
Santiago, treinta y uno de marzo de dos mil cinco.
A fojas 76: téngase presente.
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A fojas 77: no ha lugar.
Vistos:
Se confirma la sentencia apelada de primero de marzo del año en curso, escrita de
fojas 39 a 45.
Regístrese y devuélvase.
Pronunciado por la Segunda Sala integrada por los Ministros señores Alberto
Chaigneau del C., Milton Juica A, Nibaldo Segura P., Adalis Oyarzún M. y la
Abogado Integrante señora Luz María Jordán A.
Autoriza el Secretario de esta Corte Suprema don Carlos Meneses Pizarro.
RoI Nº 1.103-05.
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