América Central: Suelo Fértil para la Agricultura Eco-Eficiente G ran parte de la población de América Central sigue dependiendo de la agricultura y de los bosques para su supervivencia —contrastando sorprendentemente con muchas otras partes de América Latina que se han urbanizado rápidamente durante las últimas décadas. Esta situación presenta tanto retos como oportunidades. Casi la mitad de las personas de la región centroamericana viven en pequeñas fincas, enfrentando pobreza, malnutrición crónica y otras privaciones. Una desenfrenada degradación de suelos, agua y bosques, que afecta casi el 75% de la superficie total, dificulta sus esfuerzos por escapar de la pobreza. El cambio climático, sin duda, intensificará la presión sobre los recursos naturales en las décadas venideras, haciendo aún más difícil aumentar la productividad agrícola. A pesar de estas adversidades, América Central tiene muchas posibilidades de fomentar el desarrollo económico mediante el crecimiento agrícola sostenible. Grandes inversiones en el mejoramiento de la producción de cultivos básicos prometen resultar en beneficios cuantiosos, principalmente a través de la rebaja y estabilidad de los precios de los alimentos, lo que se traduce en mayor ingreso rural. Los esfuerzos por promover el desarrollo de microempresas rurales también tienen mucho potencial de reducir la pobreza y el hambre en las poblaciones rurales. Igualmente efectivos son los nuevos enfoques para mejorar el manejo de los recursos naturales que incluyen investigación participativa con perspectiva de género y que tienen en cuenta la divergencia entre las necesidades de hombres y mujeres. Desde principios de la década de los 80, la investigación colaborativa en América Central del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) ha tenido logros significativos. Es así como el Centro está bien preparado para entrar en nuevas alianzas con organizaciones internacionales y nacionales comprometidas con atender los retos de esta región y aprovechar sus oportunidades mediante una agricultura más eco-eficiente, basada en el conocimiento. Las siguientes secciones describen las principales áreas de pericia del CIAT en América Central, que proporcionan una base sólida para futuras alianzas de investigación claramente enfocadas en resultados e impacto. Mejoramiento de cultivos alimenticios y forrajes La crisis de alimentos del 2008 enfatizó la necesidad de incrementar la productividad de los cultivos básicos. Durante casi 3 décadas, los científicos del CIAT han trabajado persistentemente en investigación en fríjol, yuca, arroz y forrajes tropicales para alcanzar este objetivo en América Central. Su trabajo con programas y organizaciones nacionales ha resultado en la liberación y difusión de un flujo continuo de variedades mejoradas. Muchas de estas variedades se distinguen por su alto rendimiento y resistencia a enfermedades. El programa colaborativo de fitomejoramiento del CIAT y sus socios han liberado 12 variedades de arroz de alto rendimiento en esta región durante los últimos 3 años, y otras 9 están en proceso de liberación. Muchas de las variedades liberadas hasta ahora son las más ampliamente cultivadas en algunos países. Investigación complementaria en agronomía de arroz Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) Agricultura Eco-Eficiente para Reducir la Pobreza www.ciat.cgiar.org ha permitido disparar los rendimientos en 3 a 4 t/ha con las variedades actuales de los agricultores y usando menores niveles de insumos químicos. Investigadores en fríjol han desarrollado numerosas variedades con resistencia al virus del mosaico dorado amarillo. El uso rutinario de marcadores moleculares ha aumentado significativamente la eficiencia de este proceso. Costa Rica, Panamá y Nicaragua tienen mayor disponibilidad de variedades de alto rendimiento de yuca desarrolladas en el CIAT, y muchos agricultores y empresas privadas las están cultivando. Un consorcio de investigación en yuca, auspiciado por el CIAT, ha desempeñado un papel importante en este trabajo, ayudando a grupos de agricultores, organizaciones gubernamentales e instituciones privadas a mejorar su capacidad de recibir, multiplicar, evaluar y seleccionar las variedades más promisorias. Esfuerzos complementarios por mejorar la calidad nutricional mediante un enfoque conocido como “biofortificación de cultivos” también están pagando con creces. Diversas líneas de fríjol y arroz, con altos niveles de micronutrientes claves —como hierro y zinc— fueron desarrolladas por un proyecto coordinado por el CIAT con la participación de otros centros del CGIAR, y están ahora en la etapa de ensayos avanzados. Adicionalmente se han liberado en la región numerosas variedades e híbridos de maíz de alta calidad proteica. Muchos forrajes tropicales mejorados han sido introducidos durante años recientes, como especies de la gramínea Brachiaria y la leguminosa herbácea Canavalia brasiliensis. Algunos de estos nuevos forrajes ofrecen doble ventaja, no sólo al aumentar la producción de leche y carne, sino también al ayudar a mejorar el manejo del suelo, incluyendo la recuperación de pasturas degradadas. También se están evaluando leguminosas forrajeras como Vigna unguiculata y Dolichos lablab como suplementos ricos en proteína para monogástricos (cerdos y pollos), que son importantes para permitir que los pequeños agricultores, especialmente las mujeres, mejoren la productividad y aumenten la rentabilidad al reducir los costos por la compra de concentrados. En apoyo a su investigación colaborativa en cultivos, el CIAT ha invertido significativamente en el desarrollo de sistemas de producción de semillas descentralizados, con base en pequeñas empresas de semillas, que son especialmente importantes para suplir las necesidades de mujeres agricultoras. Fortalecimiento de las cadenas agrícolas de valor El mejoramiento de la producción de cultivos básicos no será suficiente por sí mismo para lograr seguridad alimentaria y reducir la pobreza de manera duradera en América Central. También se requerirán esfuerzos innovadores para aumentar los ingresos rurales mediante el incremento del valor agregado de la producción, el mejoramiento del manejo poscosecha y la comercialización de diversos productos agrícolas, incluyendo algunos alimentos básicos, además de diversas especies hortícolas, carne y leche. Una tarea difícil es promover la difusión y el desarrollo de agroempresas rurales viables; requiere aunar esfuerzos de organizaciones de productores capaces, donantes y socios Vinculación de agricultores a los mercados. Uso de semilla mejorada de Brachiaria en México y en otros países de América Central Participación del mercado (% de ventas totales) Volumen de semilla (toneladas) Área (1000 ha) México 84 9,600 2,216 Honduras 84 671 187 Nicaragua 90 134 36 Costa Rica 85 1,692 438 Panamá 97 40 11 Investigaciones recientes del CIAT indican que especies de Brachiaria —una gramínea forrajera nutritiva— pueden reducir drásticamente el impacto ambiental causado por la ganadería al inhibir la nitrificación, un proceso mediante el cual el nitrógeno del suelo se convierte en óxido nítrico, un potente gas de invernadero. América Central: Suelo fértil para la agricultura eco-eficiente 2 solidarios en el sector público, y modelos empresariales viables que vinculen a los productores con los mercados. Con base en muchos años de investigación en estos temas en toda América Latina, el CIAT ha desarrollado un conjunto de métodos participativos con perspectiva de género para guiar el desarrollo de las agroempresas rurales. El CIAT ha reconocido que éste es un proceso muy dinámico que requiere amplia colaboración, y se ha embarcado en una iniciativa conocida como “alianzas de aprendizaje”, que se inició en América Central. Investigadores, especialistas en desarrollo, donantes, formuladores de políticas aúnan esfuerzos para buscar cómo fomentar mejor el desarrollo de empresas rurales. La alianza centroamericana —que reúne 25 entidades de socios, con el apoyo de otras 116 organizaciones, que trabajan con 33,000 familias rurales, o un total de casi 175,000 personas en cuatro países— ha resultado en enfoques colaborativos mucho más efectivos, que han permitido a los socios conseguir más de US$20 millones para proyectos nuevos. Alternativas sostenibles para manejo de recursos naturales Para garantizar que los mejoramientos en la producción de cultivos básicos y las empresas rurales en pequeña escala sigan siendo viables en el largo plazo, los agricultores centroamericanos necesitan urgentemente reemplazar las prácticas convencionales de manejo de cultivos y recursos naturales por alternativas más sostenibles. En busca de opciones, científicos del CIAT y sus socios han explorado diversas alternativas, incluyendo iniciativas lideradas por la comunidad para el manejo de cuencas y de la fertilidad del suelo en zonas de ladera. También están examinando algunas prácticas en el contexto de la investigación en determinados cultivos. Una es el uso de técnicas para cosechar agua en el cultivo de arroz, que pueden transformar el cultivo de arroz de secano en producción diversificada de alto rendimiento y con riego; otra es la integración de leguminosas forrajeras en sistemas de cultivo mixtos para fortalecer la salud del suelo. Otra opción que ha generado mucho interés en América Central y en otros lugares se conoce como el Sistema Agroforestal Quesungual, que incluye la siembra de maíz, fríjol y sorgo a través de un mantillo permanente sobre el suelo, constituido por residuos de cosechas y de la poda de arbustos y árboles. El sistema fue desarrollado durante la década de 1990, con la colaboración de agricultores y técnicos de varias organizaciones. El sistema Quesungual es una alternativa a la agricultura de tala y quema tradicional. Ha resultado bastante efectivo para el mejoramiento sostenible de la producción de alimentos y el suministro de América Central: Suelo fértil para la agricultura eco-eficiente Efectos de altas temperaturas y baja precipitación. varios servicios ambientales, incluyendo la conservación de la biodiversidad local, la protección de los recursos hídricos, la reducción de emisiones de gases de invernadero y el almacenamiento de carbono en el suelo. Se practica ya en Guatemala, Honduras y Nicaragua y tiene muchas posibilidades de expandirse. Una visión para enfrentar el cambio climático Aunque aún hay mucha incertidumbre acerca del impacto del cambio climático en la agricultura, los científicos están totalmente de acuerdo en que este sector es muy vulnerable aún con un incremento de sólo 2 grados en la temperatura, que sería el escenario menos crítico. Temperaturas más altas, con alteraciones de los patrones de lluvia y sequías, e inundaciones más frecuentes afectarán profundamente la producción agropecuaria en América Central y en otras partes del mundo en desarrollo. En años recientes, científicos del CIAT han asignado alta prioridad al desarrollo de variedades de cultivos con tolerancia al estrés que el cambio climático hará más severo. Por ejemplo, una variedad de fríjol con un buen nivel de tolerancia a la sequía ha adquirido popularidad en Nicaragua y se está evaluando en Honduras. Variedades como ésta —producto de casi 20 años de investigación estratégica en la sede del Centro en Colombia— le proporcionan a la agricultura una barrera de defensa contra el impacto proyectado por el cambio climático. El Centro también está trabajando con forrajes tolerantes tanto a la sequía como a las inundaciones. Y sus esfuerzos 3 por integrar la ganadería en el sistema Quesungual deben mejorar aún más la resiliencia de la agricultura y la ganadería en este sistema, a medida que van surgiendo los impactos del cambio climático. Más allá del desarrollo de variedades y sistemas agrícolas adaptados a los cambios climáticos, los investigadores del CIAT buscarán cada vez más una política que enfatice la necesidad de comenzar a implementar estrategias para adaptar la agricultura a los impactos de ese cambio. El principio guía de estas estrategias será el manejo holístico de los agroecosistemas, el uso sostenible de los recursos naturales y la participación activa de todos los actores. Puesto que las estrategias de adaptación necesariamente tendrán que ser específicas para determinada localidad, el Centro espera desarrollar recomendaciones flexibles para las organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, indicando lo que se debe hacer, cómo, dónde y cuándo en cada uno de los principales ambientes agropecuarios centroamericanos. Considerando las dificultades que enfrentan el sector cafetero y su vulnerabilidad al cambio climático, los investigadores del CIAT han prestado especial atención a esta industria. En América Central han desarrollado métodos para identificar nichos geográficos, en los que se puede producir café de alta calidad, y prácticas para capacitar a los productores para realizar en pleno el potencial agronómico y comercial de estos nichos, y de estrategias para adaptar la producción al impacto del cambio climático. Invertir en las personas Para enfrentar los retos y sacar provecho de las oportunidades que se le presentan a la agricultura en América Central, se requieren grandes y nuevas inversiones en el fortalecimiento de capacidades de sus instituciones y comunidades rurales. Esto es esencial para que participen efectivamente en redes de intercambio de conocimiento que puedan desembocar en innovaciones técnicas y sociales que beneficien a mujeres y hombres agricultores. Durante años, el CIAT ha invertido muchos esfuerzos en investigación agrícola y desarrollo de capacidades en América Central, a través de colaboración activa y de la capacitación especializada de 2,000 profesionales en la sede del Centro. Muchos más han recibido capacitación al participar en proyectos colaborativos y actividades de fortalecimiento de capacidades en la región. Un ejemplo reciente muy exitoso es el actual esfuerzo de capacitación Métodos participativos con perspectiva de género. brindado por el Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE) y el CIAT a nivel universitario en desarrollo de agroempresas, del que se han beneficiado casi 300 estudiantes hasta ahora. Además de ayudar a fortalecer la capacidad de investigación local, el CIAT ha demostrado un liderazgo excepcional en el desarrollo y promoción de métodos participativos con perspectiva de género. Estos métodos hacen que la investigación sea más relevante, al asegurar que esté diseñada a las necesidades de hombres y mujeres del campo, al incorporar su conocimiento y perspectivas. El enfoque de los comités de investigación agrícola local, por ejemplo, ha sido adoptado por más de 150 grupos de agricultores, muchos de ellos liderados por mujeres, con el apoyo de socios en diferentes países centroamericanos. Los comités evalúan, de manera confiable, nuevas prácticas y variedades de cultivos, y luego comparten los resultados con sus comunidades, beneficiando así a miles de familias rurales. Se ha entrenado a unos 250 técnicos en el uso de este enfoque, y se han creado diversas asociaciones locales y nacionales para coordinar y apoyar comités comunitarios de investigación. Estos comités incorporan muy bien el espíritu de la innovación colaborativa, que es esencial para establecer una agricultura más eco-eficiente en los fértiles, pero frágiles, suelos centroamericanos. Contacto: Elcio P. Guimarães [email protected] CIAT Hoja Informativa No. 16 Abril 2011