cambiar la conducta sexual de los jóvenes

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CAMBIAR LA CONDUCTA SEXUAL DE LOS JÓVENES Jany Rademakers Netherlands Institute of Social Sexological Research (NISSO). Oudenoord 182, 3513 EV Utrecht, The Netherlands. (Slide 1). En los últimos 35 años, ha habido un importantísimo cambio en la conducta sexual de los jóvenes en todo el mundo occidental. En los años cincuenta y comienzos de los sesenta, es sexo premarital se consideraba tabú, y la mayoría de las chicas y chicos se comportaban de acuerdo a esta norma. Una razón para abstenerse del sexo antes del matrimonio, era que los adolescentes sexualmente activos y puesto que era el período de «double standard», las chicas especialmente activas sexualmente, corrían el riesgo de estigmatización social cuando la gente descubría sus conductas. Otra razón para no tener relaciones sexuales antes del matrimonio, era la amenaza de un embarazo no deseado y consecuentemente del así llamado matrimonio de «penalty» o ser madre soltera. Desde entonces las normas y valores relativos a la sexualidad se han hecho más permisivos y la sexualidad de los adolescentes y jóvenes adultos se ha hecho cada vez más aceptada. Para dar un ejemplo: en el national Dutch sex survey de 1968, más de la mitad de los adultos no estuvieron de acuerdo con las declaraciones El Sexo es natural _incluso fuera del matrimonio. En 1981 este porcentaje había caído al 24% en el Dutch sex survey de 1990, los investigadores ni siquiera se molestaron en hacer el cuestionario porque el sexo premarital se había hecho un fenómeno de aceptación general en Holanda. (slide 2). Ahora vamos a ver los cambios reales en la conducta sexual de los jóvenes. En todos los países occidentales, los adolescentes y adultos jóvenes se han hecho cada vez más activos sexualmente en la última década. Los adolescentes de los noventa comienzan a experimentar con la sexualidad a una edad más temprana comparada con sus iguales en los sesenta, setenta y ochenta. En el presente, la mayoría de los chicos y chicas, comienzan su carrera sexual con besos a la «francesa» y abrazándose alrededor de los 13 o 14 años de edad. Gradualmente expanden sus actividades sexuales. La mayoría de los adolescentes comienzan a hacer manitas y salir alrededor de los quince años. Uno a dos años después, el chico y chica promedio han tenido relaciones sexuales sin penetración, a veces conocidas por relaciones «por fuera» (outercourse). Entre las edades 17 y 19, la mitad de los adolescentes en los países occidentales ha tenido una relación sexual. Aunque hay alguna variación entre países -­‐por ejemplo los adolescentes suecos tienden a empezar algo más temprano-­‐ este patrón general se aplica a todos los países occidentales. La edad de la primera relación sexual ha ido descendiendo de forma constante en las últimas décadas. Al principio de este siglo, la gente tenía su primera relación sexual a principios de los veinte años, ahora está alrededor de los 18. Por otra parte, la edad a la que la gente forma una familia ha estado aumentando de forma constante durante el mismo período. Estos dos hechos estadísticos tienen importantes implicaciones para el estilo de vida sexual del adolescente y el adulto joven. Esto significa que el período en que los jóvenes están sexualmente activos sin un compromiso explícito con una pareja está creciendo de forma constante. La mayoría de los adolescentes y adultos jóvenes tienen varios compañeros sexuales durante este período. El número de compañeros sexuales ha aumentado con los años a pesar de la epidemia de SIDA. Normalmente estos compañeros no son de «una noche», aunque algunos por supuesto si lo son. Pero el estilo de vida dominante del adolescente y del joven adulto es lo que llamamos «monogamia en serie», lo que significa que emprenden varias relaciones monógamas a corto o largo plazo. Aunque esta relación puede ser monogámica mientras duren, porque de este cambio más frecuente de compañeros en nuestros días, corren un mayor riesgo de contraer el SIDA y otras enfermedades de transmisión sexual que cuando lo hacían antes. (slide 3) hay varias razones del aumento en la actividad sexual del adolescente y el joven adulto. Primero hay una explicación biológica. Debido a la mejor salud y condiciones de vida en los países occidentales en este siglo, los chicos y chicas alcanzan la madurez física a una edad más temprana. Por ejemplo, la edad de la menarquía, (la edad de la primera menstruación) está disminuyendo gradualmente. Hay estudios que han demostrado una vinculación definitiva entre la madurez física y biológica y la motivación sexual en el adolescente. Segundo, la liberación sexual que tuvo lugar en los años sesenta y setenta produjo actitudes más tolerantes por parte de la sociedad en general hacia el sexo premarital. En los años noventa, los adolescentes no están siendo activamente motivados para tener relaciones sexuales pero la mayoría de los padres y otros adultos en general aceptan el hecho que los adolescentes se interesen por el sexo y que se encuentren sexualmente activos. Y en respuesta a esta actitud, los adolescentes se sienten libres para practicarlo. La tercera explicación del aumento en la actividad sexual es la disponibilidad de contraceptivos seguros y fiables, especialmente de la píldora. Esta no es una relación causal como algunos sugieren. No es la disponibilidad de los contraceptivos mismos lo que motiva a los adolescentes a practicar el sexo. La mayoría de los adolescentes lo practicarán de todas maneras. Pero hace posible que los jóvenes practiquen el sexo sin los riesgos de un embarazo no deseado ni del aborto, eliminando de esa manera una barrera para practicar la relación sexual. Aunque la sociedad en general se ha hecho más permisiva en relación con la sexualidad de los adolescentes y jóvenes adultos, los padres y otros adultos (tales como profesores, médicos, políticos y periodistas) están continuamente tratando de influenciar el cambio en la conducta sexual de los jóvenes. Su razón para hacerlo puede ser moral o religiosa. Aunque no representan la corriente principal en la actitud, en todos los países hay subgrupos de gente que creen fervientemente que el único lugar para la sexualidad está dentro del matrimonio. El que tradicionalmente ha sido el punto de vista católico romano está siendo expresado actualmente por una serie de emigrantes de países islámicos que han venido a vivir en Europa occidental. Otra razón para tratar de influencias la conducta sexual de los jóvenes se plantea desde la perspectiva de la salud sexual. Los chicos y chicas adolescentes están en medio de su desarrollo sexual, participando activamente en el proceso de adquirir conocimiento, formándose actitudes y hábitos en relación con la sexualidad y el sexo sano. Son muy vulnerables a los mensajes educativos, de modo que los padres y los educadores profesionales monopolizan la oportunidad. (slide 4). Básicamente, hay dos estilos opuestos en los cuales los adultos de los países occidentales responden a las actividades sexuales de los adolescentes y jóvenes adultos. La forma restrictiva de tratar con la sexualidad del adolescente es dar al joven, el mensaje de que no debe practicar el sexo a esta edad. Se les enseña a posponer su primer relación sexual hasta que sean más mayores o hasta que se casen. Un ejemplo típico de estas formas son los así llamados programas «di que no», en los cuales los adolescentes se les instruye que digan «no» al sexo. Esto es muy popular en los Estados Unidos pero no poco común en algunos países de Europa occidental tampoco. La gente con una actitud restrictiva en relación con el sexopremarital, creen que dar información sobre el sexo no es relevante para los jóvenes. Aún más, pudiera poner ideas en sus mentes acerca de practicar el sexo, y por lo tanto la educación sexual no debería ser promocionada. Adicionalmente, por las mismas razones, la píldora y los condones no deberían estar tan fácilmente disponibles para los jóvenes. (slide 5). La forma liberal de tratar con la sexualidad de los jóvenes, por otra parte es aceptar que el experimentar el sexo es un paso inevitable y normal en el desarrollo del adolescente. A los jóvenes se les enseña a comportarse responsablemente y a evitar los riesgos relacionados con el sexo, tales como el embarazo no deseado, el SIDA y otras enfermedades de transmisión sexual. La información y la educación sexual se considerna de gran importancia para conseguir este objetivo. También la disponibilidad de la píldora y los condones es una baza importante en la reducción de los riesgos asociados al sexo. En un estudio comparativo internacional sobre el embarazo en los adolescentes que fue realizado por el Instituto Alan Guttmacher de Nueva York en los años ochenta, sabemos que si un país adopta una actitud más restrictiva contra una actitud más liberada referente a la sexualidad de los jóvenes, no cambia esencialmente el nivel de actividad sexual en estos grupos de edad. Sin embargo tiene una influencia sobre su salud sexual (slide 6). En este estudio, varios países occidentales se compararon en relación con sus tasas de embarazos adolescentes. En ese momento Holanda tenía la tasa menor de un 14 por cada mil niñas de edades entre 15 y 19 años comparada con una tasa de 35 en Suecia, 43 en Francia, 44 en Canadá, 45 en Inglaterra y Gales y de 96 en los Estados Unidos. En esta diapositiva, la parte superior de las barras representa el porcentaje de embarazos que terminaron con el nacimiento de un bebé y la parte inferior representa los abortos. Estas cifras son de principios de los ochenta y en la mayoría de los países han disminuido desde entonces. Pero aún ahora, los patrones generales de embarazos de adolescentes. Pero aún ahora, los patrones generales de embarazos de adolescentes en los diferentes países todavía permanecen. Cifras más recientes de principios de los años noventa, muetran que Los Estados Unidos y Holanda todavía están en los extremos del rango con tasas de embarazo del 96 y 10 respectivamente. Otros países occidentales están en medio, con tasas de embarazo entre 25 y 40. El uso efectivo de los contraceptivos, especialmente de la píldora es la principal explicación de estas diferencias internacionales. La amplia disponibilidad de servicios contraceptivos confidenciales, de bajo costo y de educación sexual dentro y fuera de las escuelas demuestra ser muy importante en este respecto. Como he dicho antes, estas dos condiciones están facilitadas por una actitud más liberada hacia la sexualidad del adolescente. (slide 7). Esta diapositiva muestra la directa vinculación entre la actitud general hacia la sexualidad en un país, y el nivel de fertilidad en los adolescentes de ese país. Como se puede ver, hay una vaga línea desde arriba a la izquierda hacia abajo a la derecha que respalda el hallazgo de un clima cultural menos abierto hacia el sexo (como en los Estados Unidos) produce una mayor tasa de embarazo en los adolescentes, mientras que actitudes más abiertas de la sociedad producen un nivel menor de la fertilidad en los adolescentes (como en Holanda y Dinamarca). Una actitud más liberal lleva al uso de los contraceptivos de forma más eficiente, menos embarazos adolescentes y menos abortos. (slide 8). Además de los factores culturales, por supuesto que hay otros factores en el nivel personal e interpersonal, los cuales ejercen una influencia sobre la calidad del contraceptivo y la conducta sexual sana. Un adecuado nivel de conocimientos y una actitud positiva hacia la sexualidad se correlacionan positivamente con la calidad de la conducta sexual sana. Cuando los jóvenes no se sienten culpables o avergonzados en relación con su conducta sexual, pueden hablar de temas como la contracepción y la prevención del SIDA más libremente con sus compañeros sexuales. Es más, una actitud liberada y abierta hacia el sexo ha demostrado estar relacionada con una mejor distribución y asimilación de información sobre la contracepción y el sexo sano. El nivel y calidad de la información y educación de la sexualidad, la contracepción y SIDA/ETS-­‐prevención es importante, especialmente para el adolescente. No sólo educación sexual formal dentro del sistema educativo escolar, sino mucho más dentro de un contenido más amplio por ejemplo en los medios de comunicación. Las revistas de los jóvenes y las revistas femeninas y la radio y la televisión son importante sfuentes de información. Esto es especialmente cierto para los chicos, que reciben menos educación sexual de sus padres que las chicas. La disponibilidad de servicios confidenciales y de bajo costo juega un papel muy importante. Un servicio especializado alternativo de clínicas de planificación familiar es especialmente útil para los jóvenes que puedan tener dudas acerca de ir al médico de familia. Hasta hace poco, lo que interesaba de los programas sobre educación sexual era dar conocimientos, actitudes y la intención sobre el sexo sano. Pero cada vez más se está haciendo claro que esto no es suficiente para ayudar al joven a comportarse de forma responsable en sus contactos sexuales. Por lo tanto, en el presente se está presetando mayor atención a la comunicación y habilidades de interacción. Después de todo el contacto sexual no aparece «por sí solo». La gente tiene que perfilar su propio contacto sexual y tratar con la contraceptividad y la prevención del SIDA y las ETS es parte de un contexto mayor de temas donde la pareja tiene que negociar. La amenaza del SIDA ha puesto de relevancia un nuevo elemento en la vida sexual de los jóvenes en la última década. Aunque parece ser que la prevención contra el SIDA y las ETS están guiadas por los mismos determinantes, como lo es la conducta, hay algunas importantes diferencias. (slide 9). Lo primero está relacionado con la estimación del riesgo. Mientras que un chico o chica joven se considera joven, la mayoría de los adolescentes no se percibe ni ellos ni sus compañeros, en riesgo de contraer el VIH/SIDA. Por lo tanto están menos motivados para usar condones. Desafortunadamente no piensan en otra ETS como por ejemplo la Clamidia o el Herpes. Es más, a menudo no se dan cuenta que su estilo de vida de monogamia en serie, les hace parte de una red sexual mayor, en la cual ellos no sólo están conextados con sus propios compañeros sexuales sino también -­‐con el tiempo-­‐ con las parejas de sus compañeros sexuales, etc. La prevención del SIDA-­‐ETS tiene un significado emocionalmente más negativo que el que posee la contracepción. La connotación del SIDA es enfermedad y muerte y por lo tanto es un tema que los jóvenes prefieren evitar, especialmente durante las relaciones sexuales. Hablas de SIDA, también significa, hablar de otros compañeros sexuales, lo que no se considera adecuado en el contexto de «un contacto sexual con romanticismo». La contracepción, y específicamente el uso de la píldora, ha sido siempre y principalmente, responsabilidad de la mujer. Puesto que el uso del condón es la única forma de prevenir el SIDA y las ETS, los varones no se responsabilizan tampoco de tener una relación de sexo sano. La mayoría de los chicos y hombres no saben muy bien como valerse con este nuevo rol. Finalmente, pero no menos importante algunos jóvenes, creen que todo está un poco pasado de roscao. Para utilizar un contraceptivo efectivo como la píldora y usar un condón para evitar el SIDA y las ETS, para ellos es hacer lo mismo dos veces. En la educación sexual, es importante resaltar que usar un condón pudiera ser la única opción para evitar un SIDA o ETS, los condones ciertamente no son los mejores contraceptivos. La tasa de fracasos de los condones está cerca de las cuatro veces mayor que la tasa de fracasos de la píldoras y con amantes inexpertos, como lo son los adolescentes, por definición, esta tasa es aún mayor. Por lo tanto, se debería enseñar a los adolescentes a hacer las dos cosas: Usar la píldora y los condones. En Holanda, esto se llama «cada uno con lo suyo» (double Dutch). Y el mensaje funciona. En una encuesta reciente en Holanda, uno de cada cuatro adolescentes usaba ambos, píldora y condón en la primera relación sexual. No hay razón para que la amenaza de SIDA tenga que obstaculizar la calidad de la conducta contraceptiva de los jóvenes. Para concluir, quiero resaltar los siguientes puntos (slide 10): 1. Los adolescentes comienzan tempranamente sus experiencias sexuales, y tienen su primera relación sexual a una edad más joven que sus iguales hace varios años; 2. El período entre edad en la primera relación sexual y edad al nacimiento del primer hijo, está aumentando. Por lo tanto la contracepción efectiva en la adolescencia se está haciendo cada vez más importante. 3. Una actitud liberal hacia la sexualidad del adolescente tiene un efecto positivo sobre la salud sexual, porque facilita la disponibilidad de los servicios de contracepción y programas de educación sexual para los adolescentes. Por lo tanto una actitud más liberal hacia la sexualidad del adolescente lleva al uso más efectivo de la contracepción, menos embarazos adolescentes y menos abortos. Gracias por su atención. 
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