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Modalidades de Participación del BCV
en el Mercado Cambiario
10
Febrero 1983 / Diciembre 1999
Modalidades de Participación del BCV
en el Mercado Cambiario
10
Febrero 1983 / Diciembre 1999
Alejandro Belisario
Edgar Loyo
Francisco Manzanilla
Catherine Martínez
Elizabeth Di Pasquale
En este documento se presentan las diversas modalidades de participación del
Instituto en el mercado de divisas durante los diferentes regímenes cambiarios
vigentes en el país a partir de febrero de 1983, sistemas en los cuales la
actuación del BCV ha estado orientada, fundamentalmente, a procurar la
mayor estabilidad posible del mercado y la evolución ordenada del tipo de
cambio. El trabajo se inicia con una breve reseña de la gestión del BCV
durante el régimen de cambios diferenciales (febrero 1983-febrero 1989); se
continúa con un análisis más detallado del lapso marzo 1989-mayo 1994;
posteriormente, se describe la actuación del Instituto en el régimen de control
de cambios (julio 1994-abril 1996); y, se finaliza con el período de flotación
administrada: sin banda (23 abril 1996-04 julio 1996) y con banda (julio
1996-hasta la fecha). Como resultado del estudio de las distintas modalidades
de participación del BCV, se puede concluir que: el mercado cambiario es muy
sensible a eventos económicos y sociopolíticos; es secundaria la modalidad del
régimen que se adopte y es prioritario armonizar las políticas públicas
y dotarlas de la flexibilidad suficiente para que se ajusten oportunamente a
los cambios.
Autoridades
Directorio
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Presidente
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Armando León Rojas
Domingo Maza Zavala
Roosevelt Velásquez
Jorge Giordani / Representante del Ejecutivo Nacional
Administración
Diego Luis Castellanos E.
Presidente
Gastón Parra Luzardo
Primer Vicepresidente
Eddy Reyes Torres
Segundo Vicepresidente
Producción Editorial
Comité de Publicaciones
Manuel Lago Rodríguez / Presidente
Mary Batista Lorenzo
Rafael J. Crazut
Armando León Rojas
Angelo Lucenti
Domingo Maza Zavala
Luisa F. Coronil D. / Secretaria Técnica
Gerencia de Comunicaciones Institucionales
Departamento de Publicaciones
Información
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Teléfonos
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Fax
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Internet
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© Banco Central de Venezuela, 2000
Hecho el depósito de ley
Depósito legal lf 35220003301165
ISBN 980-6395-71-9
Las ideas y opiniones contenidas en Serie Técnica,
son de la exclusiva responsabilidad de sus autores
y se corresponden con un contexto de libertad de opinión
en el cual resulta más productiva la discusión de los temas
abordados en la serie.
Índice
6
Introducción
7
Período febrero 1983-febrero 1989
8
Período marzo 1989-diciembre 1992
9
Período enero 1993-junio 1994
10
Período 11 julio 1994-18 abril 1996
11
Período abril 1996 a la fecha
13
Consideraciones finales
16
Bibliografía
Introducción
E
n el período transcurrido
entre 1940-80, la economía venezolana se caracterizó por
mostrar un sostenido crecimiento económico con bajas
tasas de inflación, estando ajena a los problemas coyunturales que confrontaban otras economías del área. Las
condiciones económicas permitían la ejecución de una
política cambiaria extremadamente sencilla, fundamentada en la libre convertibilidad del bolívar a una paridad
fija con respecto al dólar.
La condición de Venezuela como importante país productor de petróleo expuso la economía a shocks externos
provocados por el alza de los precios de dicho bien en los
años setenta, lo que significó un fuerte incremento de la
capacidad importadora del país y mayor disponibilidad
fiscal para estimular el desarrollo económico.
En la década de los ochenta, la tasa de crecimiento se
volvió inestable, la tasa de inflación alcanzó niveles desconocidos y la baja del precio del petróleo generó fuertes
fluctuaciones en la cuenta corriente de la balanza de pagos. La crisis de la deuda externa en 1982, que significó
una abrupta restricción del financiamiento externo, aceleró la aparición de una fuerte recesión económica que se
ha repetido con frecuencia, generando ciclos económicos de duración cada vez menor a tal punto que en
los últimos cinco años el PIB ha cambiado de signo
cada año.
A partir de 1983 se ha intentado crear las condiciones para
un crecimiento económico sostenido y con bajos niveles
de inflación, en el marco de diferentes programas económicos que han contemplado a su vez diversos regímenes
cambiarios, abarcando desde un control de cambio absoluto hasta mercado de libre flotación de la moneda, pasando por un sistema de cambio múltiple.
En los períodos de flotación de la moneda, el BCV ha
aplicado diversos regímenes cambiarios: Crawling Peg
(no anunciado), Subasta de divisas (por un breve período)
y Banda Cambiaria (vigente), orientados, fundamentalmente, a generar las condiciones para la estabilidad del
tipo de cambio mediante la participación, ajustada a las
circunstancias, en el mercado de divisas y coadyuvada por
una política monetaria de carácter restrictivo.
El presente trabajo tiene por objeto presentar las diversas
modalidades de participación del BCV en el mercado
cambiario a partir de 1983 en el marco de los diversos
regímenes vigentes, iniciándose con una breve reseña de
la gestión del BCV en el período febrero 1983-febrero
1989 (vigencia del régimen de cambios diferenciales), en
el cual el Instituto intervino, aunque marginalmente, en el
reducido segmento de operaciones que se liquidaban a tipo
de cambio libre. Se continúa el trabajo con un análisis
más detallado del lapso marzo 1989-mayo 1994, durante
el cual el BCV tuvo una activa participación haciendo uso
de diferentes reglas cambiarias; posteriormente incluye
una reseña del período de control de cambio vigente entre
julio 1994 y abril 1996 y, por último, se resume el lapso a
partir del cual rige el sistema de bandas, es decir, julio
1996 hasta la actualidad.
Período
febrero 1983-febrero 1989
E
l entorno macroeconómico previo a este período, caracterizado por la crisis de
la deuda externa, debilitamiento en los precios del petróleo, fuerte salida de capitales y su efecto sobre el nivel de
las reservas internacionales, significativa brecha entre los
tipos de interés externos e internos, fijación administrada
de las tasas de interés activas y pasivas y orientación selectiva del crédito (represión financiera); precipitó la suspensión de la libre convertibilidad de la moneda y el inicio de un proceso de ajustes y controles macroeconómicos.
El régimen cambiario adoptado fue un sistema de cambio
múltiple, inicialmente con dos tipos de cambio
preferenciales (Bs./US$. 4,30 y Bs./US$ 6,00) y un segmento marginal de mercado libre. Este sistema experimentó sucesivas modificaciones hasta su derogación en
marzo de 1989.
Con el propósito de minimizar la brecha entre los tipos de
cambio preferenciales y el mercado libre marginal, el
mecanismo de participación del BCV en los inicios de
este último fue a través de la adjudicación directa de divisas a bancos comerciales y casas de cambio, en función
de la disponibilidad de moneda extranjera, siendo el tipo
de cambio y el monto de suministro determinado por el
Directorio. Posteriormente, el Instituto ofreció dólares a
través de la participación directa en la Bolsa de Valores
de Caracas. La intervención en la bolsa se suspendió y se
recurre a instituciones externas (BIV Sucursal NY, FED)
para suministrar divisas, manteniendo de incógnito su oferente real. Al no lograrse los resultados esperados, a partir
de 1986 se comenzó a participar a través de la Mesa de
Cambio del Instituto, actuando los bancos comerciales,
corredores de bolsa y casas de cambio como operadores
cambiarios. Posteriormente se combinó la venta directa a
dichos operadores con la intervención a través de un broker
(Banex), estrategia que se abandonó al poco tiempo, en razón de la poca transparencia que ofreció tal mecanismo.
Otras medidas aplicadas en el período reseñado fueron:
política monetaria explícitamente expansiva para estimular la actividad económica; utilización de instrumentos
tradicionales y directos de política monetaria
(redescuentos, anticipos); adquisición de valores públicos en operaciones de mercado abierto (IVSS, FONDUR,
FOCOCAM y FOGADE); y medidas orientadas a favorecer el financiamiento al sector agrícola (tasa preferencial para redescontar documentos agrícolas) y de la construcción (programa de adquisición de cédulas hipotecarias). Sin embargo, dado que la política monetaria
expansiva instrumentada por el Instituto también estaba
financiando la salida de capitales, en 1987 se decidió restringir el acceso a la asistencia crediticia para los bancos
con mayores ventas de divisas, acción que, por otra parte,
afectó también la actividad interna.
En tal contexto, durante este período se observó un intenso proceso de ajustes y de controles en la economía venezolana, fundamentado en el sistema de cambios múltiples
o diferenciales; registrándose devaluaciones sucesivas de
la moneda, de Bs/US$ 4,30 a 6,00, luego a 7,50 y posteriormente a 14,50, mientras que en el mercado libre el
tipo de cambio se situaba, al cierre del período, en 38,90.
En cuanto al sector externo, se registró un marcado déficit en Balanza de Pagos (US$. 3.266 millones, en promedio, para el período 1986-1989). Adicionalmente, se produjo el proceso de refinanciamiento de la deuda externa
(diciembre 84) y la aprobación de una Ley Habilitante
(junio 1984) por parte del Congreso para adoptar medidas
económicas o financieras requeridas por el interés público. Esta ley contemplaba la autorización para la emisión
de títulos de deuda pública, convirtiéndose deudas administrativas contraídas con anterioridad a 1984 en deuda
pública formalmente autorizada.
Período
marzo 1989-diciembre 1992
E
n 1989, Venezuela acusa
la más profunda recesión de su historia económica moderna (reducción del PIB de 8,33%) a raíz de la adopción
del Programa de Ajuste Macroeconómico conocido como
“Gran Viraje”, orientado a corregir los acentuados
desequilibrios estructurales heredados fundamentalmente del período de sobrecalentamiento de la economía de
1986 a 1988, y que se traducían en elevadas tasas de crecimiento e inflación, un fuerte déficit fiscal (en 1988, 3,6%
PIB); elevados déficit de Balanza de Pagos por tres años
consecutivos (1986-1988) con el récord de US$ 4.782
millones en 1988; y caída pronunciada de las reservas internacionales (de US$ 13.681 millones en 1985 a US$
6.578 millones en febrero de 1988). Dicho programa de
ajustes contempló, básicamente, la reducción del tamaño
del Estado y de su incidencia en la economía (como productor y regulador), con la subsecuente ampliación de
horizontes para la iniciativa privada y la supresión de
controles administrativos sobre los distintos precios de la
economía (tasas de interés, tipo de cambio, mercado de
bienes y servicios).
El gobierno que recién comenzaba adoptó un régimen
cambiario de libre mercado de divisas con flotación administrada, el cual incluía la participación del BCV para
evitar fluctuaciones erráticas del tipo de cambio, procurando mantener una cierta competitividad del sector
exportador no tradicional.
El BCV aprobó como mecanismo de participación el suministro de divisas a operadores cambiarios autorizados
(bancos comerciales y casas de cambio), de manera que
los precios de la cotización se formaran en el mercado
interbancario.
Entre los aspectos normativos del mercado cambiario durante el período destacan la restricción a empresas jurídicas no residentes para adquirir divisas en el mercado
(mayo 1989) y el establecimiento del Índice de
Intermediación Cambiaria (diciembre 1992), para limitar
las transacciones especulativas en el interbancario que se
vieron estimuladas por la inestabilidad política.
Durante este lapso se aplicaron otras medidas de política,
entre las cuales se pueden citar: fijación de tasas de interés por el mercado, mediante el libre juego de la oferta y
la demanda, dentro de una amplia banda de flotación (10%60%) en virtud de la obligación que tenía el Instituto de
fijar topes al precio del dinero; instrumentación de una
política monetaria restrictiva con el objeto de afectar la
demanda agregada y controlar el crecimiento de la oferta
monetaria vía emisión Bonos Cero Cupón; uso intensivo
del encaje legal con el objeto de drenar el exceso de liquidez bancaria, permitiendo la elevación del mismo de 12%
a 15% (mayo 1990) con aumentos progresivos hasta 25%
(agosto 1991) y la fijación de un encaje de 80% a depósitos del sector público (mayo 1991); adicionalmente, se
acentuó la política monetaria restrictiva mediante el funcionamiento de la mesa de dinero del BCV.
La adopción del programa económico produjo en el año
1989, los siguientes resultados: devaluación del tipo de
cambio (cerca del 200% con respecto a Bs/US$ 14,50),
contracción del gasto del sector público consolidado
(16,14%) y de la liquidez monetaria (27,63%), ambos en
términos reales, así como una inflación de 81% al cierre
del año. La asistencia financiera proveniente de organismos multilaterales de crédito (FMI, BM y BID), conjuntamente con la reducción en la actividad económica, facilitó una rápida recuperación de las reservas internacionales que alcanzaron al cierre del año a US$ 7.546 millones.
Igualmente, se observó un aumento de los precios del
petróleo y de la producción petrolera, derivado del conflicto del Golfo Pérsico en 1990 y se reestructuró la deuda
externa venezolana; también se registró en el año 1991 un
superávit de US$. 3.183 millones en la Balanza de Pagos,
se dio una fuerte expansión del mercado de capitales y se
promulgó la nueva Ley del BCV en 1992. En el último
año de este período se evidencia una fuerte inestabilidad
política y social derivada del impacto de las medidas de
ajuste en la población, la cual se manifestó en dos intentos de golpe de Estado (4 febrero y 27 noviembre), atentado al Presidente de la CTV (23 septiembre), presunto
atentado al Presidente de la República (octubre) y cambios sucesivos en la dirección del BCV (febrero y abril).
Período
enero 1993-junio 1994
D
urante este período se
pudo apreciar una profundización en la crisis política que
comenzó en el año 92 con los dos intentos de golpe de
Estado, continuando con la destitución del Presidente de
la República en mayo 93, los atentados terroristas en julio 93 y un nuevo gobierno en marzo de 1994. En el aspecto macroeconómico, la economía venezolana se vio
inmersa en un episodio de recesión con inflación; crisis
bancaria, con una significativa expansión de la base monetaria generada por los auxilios financieros otorgados
por FOGADE; salida de capitales y una abrupta caída
de US$; 4.140 millones de las reservas internacionales (Dic. 92: US$ 13.001 millones, junio 94: US$ 8.861
millones).
En este lapso se instrumentaron tres diferentes regímenes cambiarios: desde enero 93 hasta abril 94,
crawling peg; a partir del 27 de abril de 1994 hasta el 2
de mayo del mismo año, flotación administrada; y, desde el 3 de mayo hasta el 23 de junio, subasta de divisas. El primero, crawling peg, consistió en minidevaluaciones, sin anunciar, que el BCV realizó diariamente (Bs. 0,10 al principio y después Bs. 0,15, aunque eventualmente se rompió esta regla). Su propósito
era preservar cierta competitividad de la moneda, tomando en cuenta el diferencial de inflación y de esta
manera contrarrestar los efectos volátiles de eventuales eventos económicos y extraeconómicos. Esta regla
cambiaria se suspendió ante el shock de demanda que
produjo la crisis financiera, al generalizarse la desconfianza en mantener bolívares y preferir la tenencia de
moneda extranjera.
El segundo esquema cambiario, flotación administrada,
propulsa la activa participación del Instituto a través de
la mesa de cambio ante los fuertes ataques especulativos
contra la moneda nacional provocados por la emergencia
financiera.
Por último, la subasta se aplicó ante la intensificación del
shock de demanda en el mercado de divisas y el deseo de
no crear mayores distorsiones. A partir del 03 de mayo de
1994, el BCV actuó en el mercado cambiario mediante el
ajuste de las cantidades ofrecidas a través de un sistema
de subasta simple, el cual buscaba racionalizar la demanda y facilitar un deslizamiento suave del tipo de cambio.
El sistema anterior dio origen a un mercado con diferenciación de precios, razón por la cual fue sustituido por la
subasta tipo holandesa ( 24 mayo-23 junio 94). Con este
tipo de subasta, los demandantes de divisas presentaban
su cotización y la cantidad que deseaban adquirir, el Banco Central establecía el monto a vender, no anunciado, y
satisfacía las ofertas que mostraban las tasas más altas hasta
completar dicha cantidad, logrando estabilizar temporalmente el mercado cambiario. Adicionalmente, el Instituto
efectuó esporádicamente ventas a través de la Mesa de
Cambio para moderar altas volatilidades que se presentaban en el mercado. Sin embargo, la intervención de ocho
instituciones financieras a mediados de junio, acentuó la
crisis financiera y la desconfianza en la moneda nacional,
propiciando el cierre temporal del mercado cambiario el
día 27 de junio y la implantación de un régimen integral
de control de cambio en el mes de julio.
Adicionalmente, durante este período se aplicaron otras
medidas de política, básicamente orientadas a procurar
estabilidad de los mercados cambiario y monetario y a
contrarrestar la inestabilidad sociopolítica y la crisis financiera. Entre las más importantes podemos mencionar
la sustracción de Base Monetaria a través de la emisión
de bonos cero-cupón por parte del BCV; la modificación
del esquema de fijación de tasas de interés, estableciéndose
para la tasa activa un máximo de veinte puntos porcentuales
por encima del rendimiento promedio de los bonos cerocupón subastados (marzo 1993), los cuales registraron un
alto rendimiento en ese lapso; y, la reducción del encaje legal de 15% a 12% en el primer trimestre de 1994.
Período
11 julio 1994-18 abril 1996
P
ara el inicio de este período, la economía venezolana se encuentra bajo los embates de la agudización de la crisis del sector financiero, lo
que originó la promulgación de la Ley de Emergencia Financiera, la intensificación de presiones de demanda en
el mercado cambiario, incertidumbre sobre el programa
económico del nuevo gobierno, expectativas sobre un inminente control de cambio, salida de capitales, caída de
reservas internacionales de US$ 3.795 millones en seis
meses (diciembre 93: US$. 12.656 millones versus Jun.
94: US$. 8.861 millones) y fuerte expansión de la base
monetaria.
El régimen cambiario adoptado por el gobierno en este
período fue un esquema de cambio controlado único e
integral, cuya administración estuvo a cargo de la Junta
de Administración Cambiaria (JAC) y de la Oficina Técnica de Administración Cambiaria (OTAC).
La normativa del régimen de cambio controlado estableció en 1994 una tasa oficial de Bs./US$ 170 para las divisas vendidas por el Instituto para los diferentes conceptos, siendo modificada la paridad a Bs./US$ 290 el 11 de
diciembre de 1995. Sin embargo, en el mes de abril de
1995, el mercado cambiario adoptó una estructura dual,
en la práctica, al autorizarse mediante decreto presidencial, la comercialización en el mercado bursátil local de
los títulos de deuda externa emitidos por la República de
Venezuela denominados en dólares de los Estados Unidos de América (Bonos Brady), ofreciendo la oportunidad de obtener divisas a la tasa de cambio paralela resultante de la cotización de dichos bonos; y, en el período
comprendido entre el 26 de octubre hasta el 11 de diciembre, se creó un mercado paralelo oficial cuya tasa de cambio (tipo de cambio implícito de los Bonos Brady) era
aplicable a los viajeros al exterior y los gastos con tarjeta
de crédito.
Este régimen cambiario estableció una regla mediante la
cual correspondía al BCV determinar un monto trimestral
de divisas disponible para el mercado cambiario, con
base en la estimación de ingresos de PDVSA y de los
gastos del sector público previstos por el Ministerio de
Hacienda.
El mecanismo de participación consistió en el suministro
de divisas a operadores cambiarios autorizados (bancos
comerciales y casas de cambio) por conceptos específicos aprobados por la Junta de Administración Cambiaria
(JAC) y por rubros con autorización genérica tramitados
directamente por dichos operadores; asimismo, en el seguimiento de las disponibilidades y de las autorizaciones
recibidas a fin de notificar al Ejecutivo y a los entes administradores del sistema cambiario.
Los aspectos normativos puestos en práctica en el lapso
reseñado fueron la legalización de un mercado paralelo
mediante la negociación de los Bonos Brady en la Bolsa
de Valores de Caracas (abril 95) y la aprobación de la Ley
de Régimen Cambiario (mayo 95).
En el período bajo análisis se aplicaron, además, otras
medidas dentro de las cuales se pueden resaltar la orientación restrictiva de la política monetaria, la suspensión temporal de las subastas de cero-cupón para colocar Bonos
del Tesoro, la acentuación de operaciones de mercado
abierto a través de bonos cero-cupón (subastas semanales
complementadas con adjudicaciones directas diarias y
aumento a 180 días el plazo de vencimiento de dichos
bonos), vinculación de las tasas de interés al rendimiento
de bonos cero-cupón para detener caída de aquéllas, y fijación de margen financiero en 25 puntos.
El entorno económico se caracterizó por un enorme déficit fiscal (diciembre 94: 13,2% PIB), recesión económica, elevada tasa de inflación, implantación de un sistema
de control de precios para un conjunto de bienes y servicios, fuerte salida de capitales bajo la forma de transacciones comerciales, déficit de la Balanza de Pagos, escasa
confianza de los inversionistas extranjeros, tasas interés
reales significativamente negativas, sobrevaluación del
tipo de cambio, reducción de las reservas internacionales
en US$ 2.748 millones (máximo noviembre 94:
US$.11.774 millones y mínimo octubre 95: 9.026 millones) que obligó al gobierno a la entrega parcial de divisas
autorizadas y, finalmente, el agotamiento del régimen de
control de cambio al no poder obtener dos de los objetivos básicos de su establecimiento: controlar la salida de
capitales y disminuir la inflación.
Período
abril 1996 a la fecha
E
n el mes de abril se adoptó un programa de ajuste macroeconómico avalado por el
FMI, con la finalidad de reducir significativa y gradualmente la inflación, fortalecer el sector externo de la economía y retomar el crecimiento económico. Asimismo, se
aplicaron medidas que permitían la determinación de precios a través del mercado, por lo que se desmantelaron los
controles que desde 1994 regían los mercados cambiario
y de bienes y servicios.
Dentro del contexto macroeconómico inicial, cabe señalar que el establecimiento del nuevo programa de liberación y de apertura del mercado causó un gran impacto
inflacionario; sin embargo, se registra un crecimiento
sostenido de las reservas internacionales, debido a la entrada de capitales de corto plazo, y el mejoramiento del
mercado petrolero internacional. Adicionalmente, es de
resaltar el impacto favorable de la apertura del sector petrolero sobre la economía y el logro de la estabilidad política y social.
El Banco Central de Venezuela adoptó como régimen
cambiario el de mercado libre con flotación administrada, inicialmente sin banda ( 23 abril-04 julio 96) y, dada
la estabilidad del tipo de cambio durante este período, se
permitió la adopción de un sistema de bandas a partir del
08 de julio, estableciéndose una amplitud de +/- 7,5%,
una paridad central inicial de Bs. 470 por US$ y una tasa
de deslizamiento mensual de 1,5%. Tanto la paridad central como la tasa de deslizamiento mensual se han modificado en diversas oportunidades: 02 de enero 97, Bs/US$
472,00 y 1,32%, respectivamente; 01 de agosto 97, Bs/
US$ 497,50 y 1,16%, respectivamente; y el 14 de enero
98, Bs/US$ 508,50 y 1,28%, respectivamente. Para el año
1999 se ratificaron los parámetros que rigen desde el 14
de enero de 1998.
El mecanismo de participación del BCV ha estado orientado a buscar una evolución ordenada del tipo de cambio,
con unas reglas operativas definidas para ese propósito.
Entre los aspectos normativos más resaltantes tenemos la
aplicación de un límite a la Posición en Moneda Extranjera de las instituciones financieras y su variación diaria
máxima, a los fines de reducir la exposición de las instituciones financieras al riesgo cambiario; la reducción de 75%
a 66% del Índice de Intermediación Cambiaria en agosto
de 1996, otorgando, de esta manera, mayor flexibilidad a
las operaciones interbancarias; ampliación del segmento
interbancario a los fines del cálculo del Índice de
Intermediación Cambiaria con la incorporación de los
agentes “grises” (agosto 97); autorización a las EAP que
operan bajo la forma de sociedad anónima para la
compra-venta de divisas en efectivo y cheques de viajeros (septiembre 97), cambio de horario operativo en el
mercado cambiario interbancario (febrero 98), disminución del límite a la Posición en Moneda Extranjera de los
bancos comerciales y su variación diaria máxima de 25%
a 15% (julio 98) y la medida dictada por la Comisión
Nacional de Valores a las entidades financieras y casas de
bolsa suspendiéndoles las autorizaciones para efectuar
oferta pública de papeles comerciales (septiembre 98), para
evitar la compra de dólares con fines especulativos mediante este tipo de financiamiento.
Durante este período se aplicaron otras medidas de política, entre las cuales podemos destacar la liberación de las
tasas de interés, la esterilización de liquidez monetaria a
través del uso intensivo de los TEMs, incluyendo adjudicaciones directas vía Mesa de Operaciones de Mercado
Abierto, incremento del encaje legal de 12% a 15% (julio
1997) para drenar excedente de liquidez bancaria y aumento progresivo hasta 17% con remuneración parcial
(agosto 1997), la ejecución de la política monetaria con
bonos DPN y Letras del Tesoro propiciada por pérdidas
patrimoniales del BCV, originadas por la emisión de
TEMs; emisión de Certificados de Depósitos (colocación
en mesa) a corto plazo como instrumento transitorio de
política monetaria ante el retraso de la entrega de los bonos
DPN por parte del gobierno nacional, y aumento de tasas de
interés para desestimular salida de capitales de corto plazo.
En el año 1998, en el entorno político económico nacional e internacional, se observó la disminución de los precios del petróleo (en promedio para la cesta venezolana,
US$/barril 18,39 en 1996 y US$/barril 16,32 en 1997 a
US$/barril 10,63 en 1998) y su impacto sobre las cuentas
fiscales venezolanas; crisis financiera de los mercados
asiáticos y su efecto contagio sobre los países latinoamericanos e incertidumbre generada por los comicios electorales en 1998, todo lo cual generó un ataque contra la
moneda nacional durante el mes de agosto y la primera
quincena de septiembre de ese año, por lo que, en consecuencia, se registró un descenso en las reservas internacionales de US$ 3.444 millones (diciembre 97: US$.
17.857 millones versus enero 99: US$. 14.413 millones);
salida de capitales de corto plazo, crecientes expectativas
devaluacionistas y desarrollo de transacciones Bs/US$ a
plazo en mercados internacionales.
Luego del pico en la cotización alcanzado a mediados de
septiembre de 1998, las expectativas devaluacionistas
perdieron fuerza, registrándose gran volatilidad, incluso
con períodos de fuerte revaluación de la moneda nacional, en virtud de la clara señal en pro de la estabilidad
transmitida por el Instituto mediante la utilización de reservas internacionales y de tasas de interés elevadas, las
medidas concretas del gobierno para reducir el déficit fiscal, la mejoría del ambiente político y las fuertes pérdidas
de los tenedores de divisas ante la prolongación del ataque especulativo sin que se produjera la pronosticada
maxidevaluación.
A comienzos de 1999, la economía venezolana se vio
afectada por la continua disminución de los precios del
petróleo y la salida de capitales de las economías emergentes hacia mercados más desarrollados. El entorno negativo se agudizó con la crisis cambiaria en Brasil durante el mes de enero, país que abandonó el sistema de banda
cambiaria. Esta situación también afectó al mercado de
divisas local.
A partir del segundo trimestre, los precios del petróleo
aumentaron ante la mayor demanda de este producto y la
estrategia de reducción de la producción petrolera de los
países de la OPEP. La caída de la producción de petróleo
originó la reducción de las inversiones en ese sector, lo
cual explica la contracción registrada en la actividad económica del país durante el año (estimación de una caída
del 7,2% del PIB).
La actuación del BCV estuvo orientada a asegurar que la
evolución del tipo de cambio se mantuviera dentro de la
banda establecida en una forma ordenada, estando las
políticas monetaria y cambiaria condicionadas por la recesión que afectó a la economía y por las expectativas
que se generaron por los cambios en el marco constitucional del país.
Durante este período se aplicaron otras medidas de política, entre las cuales podemos destacar la disminución de
la tasa de descuento, redescuento y anticipos, en el mes
de abril de 60% a 55% y en julio a 38%; el aumento de la
porción remunerada del encaje legal en el mes de agosto,
de 2% a 4% y, posteriormente, a 6%, en el marco de una
política concertada entre el Ejecutivo, BCV y la banca
para disminuir las tasas de interés.
Entre los aspectos normativos se destacan la decisión del
Instituto, en agosto de 1999, de autorizar a las entidades
de ahorro y préstamo para que efectúen todas las operaciones de intermediación en el mercado de divisas, en condiciones iguales a la banca y, a las casas de cambio, a
realizar operaciones de compra-venta de divisas a personas naturales, bancos universales, comerciales y entidades de ahorro y préstamo mediante transferencias y la
compra de cheques emitidos a favor de personas naturales, sin límite de monto. Asimismo, la aplicación por parte del Ejecutivo, del impuesto al débito bancario en el mes
de mayo.
Consideraciones
finales
Como resultado del análisis de las diferentes modalidades de participación del BCV en el mercado cambiario,
surgen las siguientes observaciones:
1. El mercado cambiario es muy sensible a eventos económicos y sociopolíticos (refleja las percepciones y expectativas sobre la situación del país).
2. El BCV ha establecido regímenes cambiarios orientados a procurar la mayor estabilidad posible del mercado
cambiario y una evolución ordenada del tipo de cambio.
3. Como la política cambiaria es parte de las políticas
macroeconómicas, su sostenibilidad y eficacia están sujetas a la consistencia en el conjunto de esas políticas.
4. Los resultados en el mercado cambiario son el reflejo
de las políticas macroeconómicas.
5. Es prioritario armonizar las políticas públicas y dotarlas de la flexibilidad suficiente para que se ajusten oportunamente a los cambios.
6. Es secundaria la modalidad del régimen cambiario que
se adopte.
14 / MODALIDADES DE PARTICIPACIÓN DEL BCV EN EL MERCADO CAMBIARIO / A. Belisario / E. Loyo / F. Manzanilla / C. Martínez / E. Di Pasquale
MODALIDADES DE PARTICIPACION
DEL BCV
Devaluación (%)
Régimen
Período
T.C. inicial
T.C. final
Período
Anualizada
Sistema de Cambio Múltiple
Feb. 83-Feb. 89
4,30
38,90
804,65
134,11
Flotación Administrada
Mar. 89-Dic. 92
38,90
79,55
104,50
30,99
Flotación Administrada
con Crawling Peg
Ene. 93-Dic. 93
Ene. 94-26 Abr. 94
79,55
106,00
106,00
117,35
33,25
10,71
33,25
41,19
Flotación Administrada
27 Abr. 94-02 May. 94
117,35
127,00
8,22
14.530,23
Subasta
3 May.-23 Jun. 94
127,00
199,69
57,24
4.668,43
Control de cambio
Jul. 94-Abr. 96
170,00
290,00
465,30
(Brady)
70,59
173,71
48,37
163,72
Flotación Administrada
Sin Banda
Con Banda
23 Abr. 96-04 Jul. 96
08 Jul. 96-Dic. 99
500,00
470,00
470,00
649,25
-6,00
38,14
-25,93
12,45
EVOLUCIÓN
DEL TIPO DE CAMBIO
FEB. 1983 / DIC. 1999
Bs./US$
Feb. 83–
Jun. 83–
Oct. 83–
Feb. 84–
Jun. 84–
Oct. 84–
Feb. 85–
Jun. 85–
Oct. 85–
Feb. 86–
Jun. 86–
Oct. 86–
Feb. 87–
Jun. 87–
Oct. 87–
Feb. 88–
Jun. 88–
Oct. 88–
Feb. 89–
Jun. 89–
Oct. 89–
Feb. 90–
Jun. 90–
Oct. 90–
Feb. 91–
Jun. 91–
Oct. 91–
Feb. 92–
Jun. 92–
Oct. 92–
Feb. 93–
Jun. 93–
Oct. 93–
Feb. 94–
Jun. 94–
Oct. 94–
Feb. 95–
Jun. 95–
Oct. 95–
Feb. 96–
Jun. 96–
Oct. 96–
Feb. 97–
Jun. 97–
Oct. 97–
Feb. 98–
Jun. 98–
Oct. 98–
Feb. 99–
Jun. 99–
Oct. 99–
15 / MODALIDADES DE PARTICIPACIÓN DEL BCV EN EL MERCADO CAMBIARIO / A. Belisario / E. Loyo / F. Manzanilla / C. Martínez / E. Di Pasquale
650 –
600 –
Subasta
550 –
500 –
Flotación Administrada
200 –
Tipo de cambio
Flotación Administrada
450 –
400 –
Crawling Peg
350 –
Sistema Cambios Múltiple
Control de
Cambio
Sin banda
Con banda
300 –
250 –
Flotación
150 –
100 –
50 –
0–
Bibliografía
Banco Central de Venezuela. Anuarios de Balanza de Pagos (varios años).
Banco Central de Venezuela. Informes Económicos (varios años).
Crazut, Rafael J. El Banco Central de Venezuela: Notas sobre su historia y evolución, 1940-1990,
Cromotip, C.A., 1990.
Modalidades de Participación del BCV en el Mercado Cambiario, Febrero 1983-Diciembre 1999.
Se terminó de editar
en Caracas, Venezuela,
en el Departamento de Publicaciones
del Banco Central de Venezuela,
durante el mes de junio de dos mil
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