origenes del hombre americano.

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ESTUDIOS SOCIALES
PROF. ARMANDO GALVEZ OSORIO
INSTITUTO TABANCURA
ORIGENES DEL HOMBRE AMERICANO.
A partir del descubrimiento de América, los cronistas de las Indias Occidentales, fueron los primeros que intentaron
explicar el origen de los pueblos americanos. Por cierto ellos no consideraron en sus interpretaciones el contenido de los
mitos precolombinos que narraban sus raíces más remotas. Por el contrario, recurrieron a viejos mitos europeos, como el
relato bíblico de las diez tribus perdidas del pueblo de Israel o el enigmático continente hundido de la Atlántida.
La génesis del mito bíblico se encuentra en el destino que tuvieron las diez tribus Hebreas a fines del siglo VIII
antes de Cristo. En realidad, a comienzos de la edad moderna algunos frailes quisieron demostrar que estas tribus se
habrían refugiado en América luego de la invasión Asiria. Sin embargo lo más probable que haya sucedido es que parte de
la población israelita fue destruida por los guerreros asirios, otra fue desplazada dentro de la región y el resto fue
transculturada por los conquistadores.
Por su parte, el filósofo Platón es quien nos hace llegar la leyenda de la Atlántida en sus diálogos Crítias y Timeo.
En el Timeo, Platón habla de la Atlántida como un continente habitado por un pueblo civilizado que los temblores e
inundaciones hicieron desaparecer. Según esta creencia el continente americano habría estado conectado con Europa y
Africa a través de un largo territorio que se extendía desde la entrada del mar mediterráneo hasta la península del
Yucatán.
En la época del Renacimiento se pensaba que los pueblos que sobrevivieron al hundimiento de la Atlántida
vinieron a refugiarse a América. No obstante lo dicho, las imágenes de Platón se hunden en el misterio tan
imprevistamente como su Atlántida, su eventual hundimiento se habría efectuado hace 60 millones de años, pero
recordemos que para esa época no hay ninguna señal del hombre sobre la tierra. Además no existen evidencias que con
posterioridad haya un cataclismo tan grande que produjera la desaparición de este continente.
Tiempo después, a fines del siglo XIX, un argentino, el paleontólogo Florentino Ameghino no sólo afirmó que el
hombre americano había surgido en este continente, sino que también la cuna de toda la humanidad había sido la región
meridional de América. En verdad, la teoría del autoctonismo del hombre americano se apoyaba en dos restos humanos,
una calota y un fémur, hallados en terreno del terciario tardío, de la pampa de la provincia de Buenos Aires, que
correspondían supuestamente a homínidos de una extraordinaria antigüedad y que representaban los eslabones perdidos
enunciados por Darwin. Pese a todo, pasado un tiempo, el sabio checo-norteamericano Ales Hardlicka defensor del origen
alóctono del hombre americano, demostró que los terrenos pampeanos pertenecían al cuaternario tardío, además
determinó que la calota del cráneo pertenecía a un homo sapiens relativamente moderno, y por último descubrió que el
fémur no era humano sino que el de un pequeño felino. Así esta tesis de Ameghino ha quedado sólo como un recuerdo
histórico.
En cambio, partiendo de la base que el poblamiento de América fue el resultado de procesos migratorios, se
distinguen cinco posibles rutas de penetración al continente:
1) Por el Océano Pacífico se reconocen tres rutas o teorías:
a) En el Norte, la vía del Estrecho de Bering e Islas Aleutianas, que unen el continente Asiático con el Americano.
b) En el Centro, el trayecto que conecta las tierras de Polinesia y Melanesia con las costas occidentales de
América.
c) En el Sur, la ruta que eventualmente conectó a Australia con la región de Tierra del Fuego en Sudamérica.
2) Por el Océano Atlántico se visualizan dos alternativas:
a) La vía que conecta la región del norte de Europa con América Septentrional.
b) La ruta marítima que une el sur de Europa y el norte de Africa con las costas del Mar Caribe.
TEORIAS O RUTAS DEL PACÍFICO
Teoría o Ruta del Norte (Alex Hardlicka)
Hay que destacar que el Estrecho de Bering, solamente 90 kilometros separan las tierras de Asia y América.
También un número cada vez mayor de hallazgos e investigaciones científicas demuestran que aproximadamente hace
50.000 años atrás, durante la glaciación Wisconsin el hombre cruzó por primera vez esta zona, expuesto a condiciones
geográficas bastante excepcionales. En esa época el nivel de los mares había disminuido más de 100 metros, de manera
que ambos continentes quedaron unidos por el puente terrestre de Beringia.
Con todo, en el transcurso de estos 50.000 años, sólo en dos oportunidades (entre 50.000-40.000 y 28.000-10.000
años atrás) las regresiones del mar de Bering expusieron una ancha calzada intercontinental que permaneció abierta
durante miles de años y que permitió el acceso de varias oleadas migratorias a Norteamérica.
El avance hacia el interior del continente americano no estuvo exento de dificultades. Es probable que haya sido
paralelo a las grandes cordilleras. Algunos investigadores se inclinan por un corredor libre de glaciación que comunicó el
territorio de Alaska con el centro de Norteamérica y que permaneció transitable con anterioridad a 25.000 años atrás y con
posterioridad a 13.000 años, coincidiendo, por lo tanto, tres veces con el puente terrestre de Beringia.
De esta manera las tierras americanas vieron ingresar durante 40.000 años, a diversos grupos pre y
protomongoloides que dieron origen al Amerindio. El ingreso de estas bandas de nómadas al continente, se produjo en
pequeñas oleadas sucesivas que paulatinamente se extendieron por todo el territorio de norte a sur. Esta teoría, formulada
por la escuela antropológica norteamericana, ha defendido la tesis monogenista, continuadora de las ideas de Hardlicka
respecto de la homogeneidad étnica del amerindio.
Teoría o Ruta del Centro (Paul Rivet)
La posible inmigración de Polinésicos, Melanésicos y Austrálidos a América, argumentada por el etnólogo y
lingüista galo Paul Rivet, se sustenta en el hecho de que junto a la ruta del Estrecho de Bering, deben también
considerarse como vías de acceso al continente, las aguas del pacífico central y las costas de la Antártida. Los seguidores
de este enfoque poligenista defienden la heterogeneidad étnica del Amerindio.
Su habilidad como navegantes habría permitido a los pueblos oceánicos, atravesar grandes distancias marítimas y
unir las lejanías de Melanesia y Polinesia con América. Esta hipótesis oceánica se apoya en una serie de datos
antropológicos, etnográficos y lingüísticos.
La inmigración de Melanesios y Polinesios se realizó hace más o menos 4.000 años atrás, gracias a varias
oleadas que llegaron indistintamente a las costas comprendidas entre la Baja California y el litoral sudamericano, no más
al sur del territorio centro andino. Pero esta inmigración no habría hecho más que sumarse a la población ya existente, y
por consiguiente no tuvo influencia en el origen de los aborígenes de América.
Teoría o Ruta del Sur (Mendes Correa)
Asimismo a comienzos de siglo, el geógrafo y antropólogo portugués Mendes Correa postuló la tesis sobre la
eventual inmigración de Australianos a América del Sur. Posteriormente este movimiento de población fue comprobado por
Rivet, basándose igualmente en un conjunto de comparaciones antropológicas, etnográficas y lingüísticas. Esta
inmigración que no ejerció influencia alguna en el primitivo poblamiento del extremo sur de América, se habría realizado
por el litoral antártico, entre los años 6.000 y 2.000 antes de Cristo, cuando las condiciones climáticas hicieron retroceder
masas de hielo, dejando libres algunas islas australes y tierras costeras del continente helado. Empero los primeros
pobladores de Tierra del Fuego, llegados desde el norte, ya ocupaban esa zona hace 10.000 años, fecha anterior a la
atribuida a ese período climático que habría hecho posible el tránsito de Australianos por la Antártida e islas meridionales.
TEORIAS DEL ATLÁNTICO.
Teoría del Norte de Europa con América del Norte.
Algunos investigadores sostienen que a través de las aguas e islas del Atlántico Norte, habrían atravesado a
América hombres del período paleolítico superior europeo. Se han hallado semejanzas culturales entre los paleoeurópidos
y los paleomericanos, pero aunque es materialmente factible que hayan alcanzado el continente por las regiones árticas,
hace falta todavía encontrar algunas pruebas positivas de su paso.
También durante los siglos IX y X, los escandinavos llevaron a cabo un enorme proceso de expansión por gran
parte de Europa. Su capacidad como navegantes les permitió fundar colonias en Islandia y Groenlandia, isla donde
llegaron a concretar una importante población. Exactamente desde Groenlandia, en los últimos años del siglo X, los
vikingos llegaron por accidente a la costa oriental de norteamérica. Pero luego de algunas posteriores exploraciones no les
interesó establecer enclaves permanentes en tierras americanas que sin embargo baurtizaron con el nombre de Vinlandia.
Teoría por el Norte de Africa.
Por último a través del océano nordecuatorial, el destacado explorador y científico Thor Heyerdahl realizó en dos
oportunidades, a fines de la década del sesenta y comienzos del setenta, la experiencia de unir en balsas de papiro,
similares a las construidas en el antiguo imperio del Nilo, el noroeste de Africa con las Antillas Menores. Estos viajes han
servido para plantear virtuales contactos de Egipcios, Fenicios, Romanos y Arabes con el mundo procolombino. Con todo,
esta experiencia solamente comprueba la factibilidad de la ruta, pero no así las relaciones entre ambas regiones.
A manera de conclusion, entonces al revisar algunas diferentes interpretaciones sobre el origen del Amerindio,
resalta la importancia del puente terrestre de Beringia como principal ruta de acceso al continente, pero no como exclusiva.
En realidad el poblamiento de América y la cultura de aquellos lejanos antecesores, fue el resultado de varios movimientos
migratorios, realizados durante un largo espacio de tiempo.
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