La Colegiata de Santa María la Mayor de Tamarite

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La Colegiata de Santa María la Mayor de Tamarite
ARTURO PALOMARES PUERTAS
De los edificios religiosos existentes en la comarca de La Litera, iniciados en época románica, el más relevante es la
Colegiata de Santa María la Mayor de Tamarite de Litera. Por
sus singularidades fue declarada Monumento Histórico-artístico en 1931. Posteriormente,
en el año 2004, la protección
se amplió tanto al templo como a los edificios históricos de
su entorno, declarándose zona
BIC (Bien de Interés Cultural) a
todo el conjunto monumental
que lo rodea.
Vista exterior del templo con la portada principal
románica y renacentista y el cimborrio gótico
Según todos los indicios, la fábrica de este templo se inició avanzada la segunda mitad del siglo XII, coincidiendo con una época de bonanza económica, y según señala M. Iglesias, sustituyendo a la
antigua mezquita mayor. El
origen de estos años de esplendor habría que buscarlo en
la protección áulica que otorgó
Alfonso II a Tamarite y la donación de la iglesia parroquial
a su esposa Doña Sancha en
1174. Esta reina actuó como
benefactora de la parroquial de
Tamarite antes de fundar en
1188 el monasterio de Sigena,
al cual se trasladó, al quedarse
viuda, junto a sus hijos.
Portada de la parroquial de Tamarite
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Comarca de La Litera
Debemos destacar en esta
época la presencia de Gombau de Camporrells, documentada en 1169, como rector
de la parroquia de Tamarite.
Gombau de Camporrells nacido en esta población de la Litera Alta hacia el año 1130, fue
un personaje relevante en la historia de esta época, llegando a gozar de la trona episcopal de Lérida en los albores del siglo XIII. Esta posición privilegiada, hizo que la
colegiata gozara durante unos años de una situación de esplendor reflejada asimismo en los aspectos arquitectónicos.
Así, las relaciones de la iglesia de Tamarite con el capítulo de Lérida y la monarquía
se mantuvieron muy estrechas, y en 1185 ya aparece documentada una comunidad
de clérigos o canónica en Santa María la Mayor.
Posteriormente, después de un largo proceso, la parroquial fue elevada en 1563 y
de manos de Pio IV a colegiata, y en 1567, los estatutos fueron firmados por el obispo de Lérida D. Antonio Agustín asignándosele un cabildo de nueve canónigos y más
de cuarenta personas adscritas a los oficios religiosos.
En 1852 la iglesia deja de ser colegiata pasando a ser parroquial. Durante la segunda década del siglo XX se produce un gran desprendimiento de las bóvedas, ocasionado por la desmesurada construcción de desvanes y aposentos sobre las mismas
a lo largo de los siglos. Estos desprendimientos, sumados a los desastres que trajo
consigo el conflicto bélico del 36, hacen que la iglesia quede en ruina y no sea hasta
la restauración de 1953-54, promovida y financiada en gran parte por los propios tamaritanos, cuando el templo toma su fisonomía actual.
Descripción arquitectónica
Este edificio a pesar de las remodelaciones sufridas a lo largo de los siglos aún conserva la atractiva fisonomía original de su factura románica: planta basilical, con tres
Interior de la nave y presbiterio
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Decoración escultórica aplicada a los capiteles de la portada: máscaras grotescas, roleos y rosetas
naves rematadas en ábsides semicirculares, (el del lado sureste no se conserva) y bóveda de cañón apuntada. La planta está subdividida en cuatro tramos, crucero y presbiterio. El transepto está cubierto por una bóveda de cañón. La zona más arcaica de
la construcción es la cabecera del templo, cuyo ábside central muestra en su exterior los restos de un friso de arquillos ciegos monolíticos muy deteriorados. Su tipología se ha comparado con la de la catedral de Roda de Isábena. Por otro lado
la portada románica se ha asociado a las formas de la escuela de Lleida, y otros autores han emparentado algunos de sus elementos con la catedral de Tarragona. Cabe destacar el sólido
sistema utilizado en
los pilares del templo,
los cuales constan de
un núcleo prismático
central sobre un podium cruciforme al
que se le adosan semicolumnas gemelas,
en cuyos capiteles descansan los arcos fajones (de mayor altitud)
y los torales. Sobre estos pilares se sustentan
los capiteles mayoritaCapiteles de la portada de Tamarite, lado derecho
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Comarca de La Litera
riamente lisos, exceptuando
los del lateral norte y los del
lado este del transepto, que
muestran figuración animalística y hojas de acanto muy
erosionadas.
En el muro sur, muy transformado en épocas posteriores
aún se conservan dos grandes
ventanales de factura original.
Del conjunto cabe destacar la
Capiteles del arcosolio con motivos de vegetales y perladas
gran portada románica que
consta de un tímpano monolítico con crismón trinitario en relieve sustentado por dos
ángeles, rodeado por arquivoltas sostenidas por capiteles labrados. Tanto la estructura de la portada como los motivos iconográficos: hojas de palmeta, rosetas cristológicas y máscaras grotescas forman parte del lenguaje habitual de “l’Escola de Lleida”. El tímpano, sin embargo, está emparentado con el de San Pedro el Viejo en
Huesca. Aún se conserva la cornisa original consistente en dos frisos de ovas y dentados que, presumiblemente, discurrirían por las fachadas norte y oeste del templo.
En el interior (muro sureste del crucero) encontramos un arcosolio románico que debió
albergar el sepulcro de algún alto dignatario nobiliar o eclesiástico. Este muestra capiteles esculpidos con motivos vegetales y de soga. Del siglo XIV cabe destacar el cimborrio o lucernario que posee un relieve escultórico del Cordero Místico. Por otro lado,
en el extremo oeste de la nave norte se eleva un enorme campanario que podríamos
datar en una cronología aproximada al cimborrio. Este campanario muestra dos cuerpos en el exterior y cinco pisos en el interior cubiertos con bóveda de crucería, el
primero con una interesante clave en relieve policromado. Los diferentes pisos están
comunicados por una espléndida escalera de caracol. Las numerosas y desafortunadas transformaciones a las que
ha sido sometida esta torre no nos han
permitido contemplar su espléndida
factura original, aunque a finales de
2007 se han iniciado las obras de restauración de la misma.
A partir del siglo XVI el templo sufrió
varias alteraciones, quizá coincidiendo
con su elevación a colegiata en 1563.
En primer lugar la portada medieval
fue remozada, cambiando las columnas lisas por estriadas y añadiendo
dos ménsulas talladas con guirnaldas
Cimborrio gótico con clave labrada
representando el Cordero Místico. Siglo XIV
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florales. Por otro lado se añadió una
gran escalinata y un frontón clásico
sobre columnas corintias, presidido
por un altorrelieve del Padre Eterno
rodeado de querubines. La planta también sufrió importantes transformaciones; por un lado se construyó una
sacristía cubierta con bóveda estrellada al gusto del gótico tardío. Por otro
se abrieron varias capillas laterales de
tamaño decreciente a lo largo del
muro noroeste cuyas obras se prolongarían a lo largo del siglo XVII y
quizás el XVIII. Según Ricardo del
Clave de bóveda del primer piso del
campanario de la Colegiata de Tamarite de
Arco el último tramo del templo consLitera, con la "epifanía del donante" S. XIV
truido en ladrillo es una ampliación
del año 1619, quizás eliminando una
puerta anterior e incluso un posible rosetón gótico. En este último tramo de la iglesia se instaló una sencilla pero elegante sillería de coro, realizada por Fr. Matías Crespo que lamentablemente sería aplastada por los desprendimientos acaecidos en la
década de 1920. La reja del mismo fue reaprovechada posteriormente para separar
la capilla del Santísimo, lugar donde se encuentra ubicada hoy en día. La portada
que se instaló en los pies del templo fue construida con piedra de Baldellou en el
año 1749 y fue denominada del “Planell” o “Lo Replanell”. Las dos esculturas barrocas
que coronaban esta portada fueron demolidas durante la guerra civil y hoy se encuentran decapitadas
en los desvanes de la
antigua colegial esperando, quizá algún día,
ser restauradas a partir
de las fotografías conservadas y reintegradas
en su antigua localización. De la cripta, el
archivo, los calabozos
y demás dependencias, únicamente queda documentación esLa antigua reja del coro está actualmente en la capilla del
crita. Del órgano y del
Santísimo
rico patrimonio mueble que se generó a lo
largo de la historia: piezas de orfebrería, códices y numerosos retablos escultóricos
y pictóricos, tan sólo conservamos algunos vestígios materiales y escasos testimonios
fotográficos.
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