Adáptate para sobrevivir al Valle de la Muerte

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LATERCERA Domingo 22 de marzo de 2015
Selección eClass
Extracto del curso Emprendimiento
Adáptate para sobrevivir
al Valle de la Muerte
» El emprendedor debe observar lo que
experimenta su proyecto para luego modificar
elementos del mismo. La estrategia central
de la travesía por el Valle de la Muerte es
aprender y adaptarse para sobrevivir.
T
al como en la evolución biológica, en que el objetivo no
es otro que la supervivencia,
en el Valle de la Muerte el
emprendedor debe adaptarse para sobrevivir. Sin embargo, a
diferencia de la naturaleza, nosotros
podemos diseñar cómo nos adaptamos
y evolucionamos. Esto nos da una gran
ventaja y hace que el emprendimiento
no tenga que incurrir en tanta prueba y
error como la biología. Así, el emprendimiento puede y debe ser un proceso
adaptativo eficiente.
El emprendedor debe
interpretar el sistema en que
se desenvuelve, para ubicarse
donde sus oportunidades de
sobrevivir sean mayores.
En esta evolución diseñada, los
emprendedores aplican su capacidad
de análisis para enfrentar las circunstancias inesperadas y, en paralelo,
mejorar su capacidad de reacción a
las sorpresas que vendrán. Reducir
las sorpresas exige estudiar y estar
al tanto de la información relevante
que vaya apareciendo en la industria
en que operemos. En tanto, mejorar
la capacidad de reacción demanda
orquestar una red de valor amplia,
flexible y motivada para ejecutar nuestro proyecto. Necesitamos energía y
redes para poder movilizar los recursos
y realizar las acciones necesarias para
adaptarnos a las oportunidades que se
nos presenten. La estrategia central de
la travesía por el Valle de la Muerte es
aprender y adaptarse para sobrevivir.
TRAVESÍA CON SORPRESAS
Usando la metáfora geográfica, la
entrada al Valle ocurre cuando ya nos
internamos en lo desconocido. Nos
encontramos con algunos tramos en
que, para nuestra alegría, se cumple
» En la fase de Entrada al Valle los ingresos
son mínimos, comienzan los gastos y todo
es inversión. Algunos de los supuestos no se
cumplen y aparecen dificultades inesperadas.
Hay que aprender de la realidad.
todo tal como esperábamos. Pero
otros, traen sorpresas desagradables.
Algunos días avanzamos según lo
planeado y otros no progresamos en
lo absoluto; lo que es peor, debemos
retroceder ante los obstáculos para
buscar senderos alternativos que
nos permitan seguir. Con frecuencia
sufrimos golpes que nos desestabilizan, pero logramos recuperarnos. Nos
vemos obligados a poner en práctica
toda nuestra preparación y a confiar
ciegamente en los demás miembros de
nuestro equipo. Cuidamos celosamente
las provisiones y reservamos nuestras
energías para enfrentar lo que nos
pueda suceder al día siguiente.
Día a día nos topamos con nuevos desafíos y aprendizajes. Aprendemos sobre
el terreno, los ritmos y sobre nosotros
mismos. La travesía no se da como la
habíamos planeado y empezamos a improvisar algunas soluciones para seguir
avanzando. Hay momentos en los que
estamos a punto de abandonar el viaje
y volver a la seguridad del camino, pero
una fuerza interna nos hace continuar.
El final del valle no se vislumbra, ya que
la “jungla” obstaculiza nuestra visión,
pero seguimos avanzando. Tenemos la
esperanza de que más tarde o
más temprano lograremos
alcanzar el fondo de este
Valle, para finalmente
empezar a subir hacia
la salida.
En la fase de
entrada al valle
comienzan a producirse los gastos
sin que existan ingresos aún: todo es
una inversión. En las
fases anteriores avanzábamos confiados, con fe
en nuestra visión; sin embargo,
la entrada nos muestra la realidad:
algunos de nuestros supuestos no se
cumplen, surgen problemas que no
logramos prever y aparecen dificultades
inesperadas. Aquí es cuando debemos
aprender de la realidad para ajustar
nuestros modelos.
En la entrada debemos llevar a la
práctica todo lo preparado. Vuelven
a ser centrales las tácticas asociadas
a capturar oportunidades, porque a
medida que desarrollamos nuestro
proyecto, vamos alterando el orden
de lo que nos rodea, lo que da origen
a variadas oportunidades de avanzar
que debemos ser capaces de evaluar
y capturar rápidamente. De hecho,
esa es una de la formas de fluir más
fácilmente a través del valle.
Junto con capturar las oportunidades que se van presentando, también
debemos ir reinterpretando el sistema en que nos desenvolvemos para
reposicionarnos y ubicarnos donde
se puedan presentar alternativas de
progreso más factibles. Es por ello
que en esta fase se requieren las capacidades de observación y análisis,
a fin de comprender en profundidad
las razones sistémicas de los eventos
que vivimos, detectar rápidamente las
características que van emergiendo
del escenario que cruzamos y las
diferencias entre la realidad y lo que
modelamos antes.
Esta es la fase en que
debemos terminar de
identificar y comprender las variables que afectan a
nuestra empresa y
al mercado en que
estamos entrando. Las empresas
que atienden a
la retroalimentación que reciben, la
procesan y responden
apropiadamente, tienen
mucha mayor probabilidad de
triunfar que las que siguen a ciegas un
plan previamente trazado sin escuchar.
En esta fase, aprenderemos en varias
dimensiones.
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LE PREGUNTAMOS A LOS PROFESORES
Germán Echecopar K.
• Ph.D. en Economía,
University of Notre Dame.
• Profesor de emprendimiento,
Universidad Adolfo Ibáñez.
Roberto Musso M.
• Presidente de Digevo y cofundador de más de 25 startups.
• Director de empresas y consultor
en estrategia digital.
¿Cuáles son las principales
razones del fracaso en la
etapa de entrada al valle?
Emprender es una de las tareas más difíciles que puede
intentar una persona. La
razón es que el emprendimiento es esencialmente un
modelo teórico que busca
crear valor para terceros y
rescatar parte de éste para
el emprendedor, en la forma
de ingresos y utilidades. Para
lograrlo, antes de iniciar su
proyecto, el emprendedor
realiza supuestos: respecto
del producto, del mercado, de
las condiciones de la economía, de su propia capacidad
de satisfacer la demanda, de
la competencia y un largo
etcétera. Si el plan basado en
estos supuestos se cumple en
la realidad, el proyecto será
un éxito. Sin embargo, en la
entrada al Valle de la Muerte,
el proyecto enfrenta grandes
desafíos.
Lo primero es que algunos
de sus supuestos no se cumplirán. Probablemente el
precio que podrá cobrar no
será el imaginado, el número
de unidades de producto
vendidas no será el esperado,
y así sucesivamente.
El segundo desafío es el
surgimiento de problemas
inesperados. Estas situaciones
no tienen que ver con los supuestos que el emprendedor
realizó, sino que se relacionan
con elementos que están fuera
de su control. Por ejemplo, la
aparición de una tecnología
que deja obsoleta su oferta,
un cambio a nivel regulatorio,
o un competidor que ofrece
el mismo servicio en una
calidad mayor o en un precio
más bajo.
Afortunadamente, estas dos
fuentes básicas de dificultades
pueden enfrentarse a través
de la actitud de aprender de la
forma más rápida y barata posible, tanto de la realidad del
escenario en que el proyecto
se está llevando a cabo, como
de adaptar las características
del modelo para ajustarlas a
las exigencias y oportunidades
que se están produciendo.
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