Nahid, mi hermana afgana; Ana Tortajada

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TRABAJO DE LECTURA
Ficha técnica
Libro: NAHID, mi hermana afgana
Autora: Ana Tortajada
Editorial: Círculo de lectores
Año de publicación: 2001
Número de páginas: 157
Resumen del libro
Ariadna es una estudiante de periodismo que participa en los movimientos en contra de la globalización. En el
primer año de su carrera, le encargaron hacer un trabajo sobre algún conflicto olvidado y ella, buscando por la
red, encontró una página web afgana en la que se daba mucha información sobre la situación en la que se
vivía y se vive en ese país. En la página también encontró una dirección de correo electrónico por si alguien
quería enviar un mensaje. Para informarse mejor, Ariadna decidió mandar un e−mail. Nahid, una chica de su
misma edad, le contestaba aclarándole sus dudas, pero después de que Ariadna entregara su trabajo siguieron
correspondiéndose y acabaron siendo muy amigas, tanto que se consideraban hermanas virtuales. Nahid ya no
le contaba solamente la historia de Afganistán, sino que le explicaba sus sentimientos, sus vivencias y las de
su familia, al igual que Ariadna. Nahid ya nació en época de guerra, en Kabul, durante los años en que los
afganos lucharon contra las tropas soviéticas que invadieron Afganistán. Su país quedó dividido y esto lo
llevo a la guerra civil. Primero hubo un rey que quiso introducir cambios drásticos en su modo de vivir pero la
población se rebeló. Luego hubieron enfrentamientos entre los que apoyaban imponer la reforma y los que
tenían temor a unos cambios tan radicales. Esto sucedía en la época en que la influencia de la Unión Soviética
era muy importante en Afganistán. Los que se oponían a ellos eran grupos islamistas y conservadores, los
cuales acabarían siendo los cabecillas de las facciones fundamentalistas que han destruido el país y que ahora
luchan contra los talibanes o se han unido a ellos. Los comunistas niegan la existencia de dios y, en cambio,
los islamistas fanáticos lo hacen todo en su nombre, y la población no estaba dispuesta a aquellos cambios que
alteraban su forma de vida. Todos los enfrentamientos y revueltas acabaron el 26 de Diciembre de 1979
cuando las tropas soviéticas invadieron el país. Luego llegó la guerra civil y la imposición del régimen talibán.
Nahid y su familia viven en una casa humilde, sin muebles, comen sentados sobre la alfombra y duermen en
una estera; aunque para una familia de refugiados afganos eso es todo un lujo, puesto que la mayoría de
personas que huyeron de su país pasan grandes necesidades, no tienen un hogar ni comida y muchos enferman
por el frío nocturno y la comida descompuesta que rebuscan en los vertederos. Vive en un campamento de
refugiados en Peshawar, Pakistán. Su familia decidió huir de Kabul cuando los hombres de Masud
irrumpieron en casa de sus vecinos; se llevaron a sus hijas y mataron al padre. Aquella misma noche su padre,
Farid, decidió hacer las maletas, coger el coche y junto con toda la familia huir de Afganistán. La madre de
Nahid, Farzana, le rapó el pelo y la vistió de chico, advirtiéndole de que no hablara en todo el trayecto y de
que si aquellos hombres crueles se enteraban de que era una niña podrían hacerle mucho daño. Durante la
horrible travesía fueron parados en diversos controles de las diferentes facciones y tuvieron que pagar altos
costes para que los dejaran pasar. Su abuela Nadima se pasó todo el viaje rezando. Cuando llegaron a los
campos de refugiados se dieron cuenta que la mayoría pertenecían a los partidos de las facciones de las que
querían huir y que si querían recibir ayuda humanitaria se tenían que aliar a ellos. De aquellos campos salían
soldados preparados para luchar. Pero Farid no quiso participar en la guerra civil, puesto que ya había luchado
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contra las tropas soviéticas.
La madre de Nahid, junto con otras mujeres, forma parte de una red clandestina de escuelas para mujeres y
niñas en las que se les enseña a leer y escribir, aprenden inglés, y se las atiende si tienen problemas de salud.
Farzana pertenece a esa generación de Afganistán que pudo estudiar y tener una carrera. Es médico y
enfermera. Nahid antes era sólo una niña, ajena a la organización de la que es miembro su madre, pero
comenzó a estudiar inglés e informática gracias a Selma, otro miembro de la organización amiga de su madre.
Nahid se ofreció para ayudarlas y le encargaron responder los e−mails de una chica llamada Ariadna que
quería conocer la historia de Afganistán. Nahid no asiste a la escuela, lo tiene prohibido, ella y todas las niñas
y mujeres afganas, al igual que tienen prohibida la asistencia médica, el derecho y el deber de trabajar y el
derecho a expresarse; y tiene la obligación de llevar el burqa, esa prenda femenina impuesta por los talibanes
que las hace parecer fantasmas, mujeres sin rostro, sin libertad ni derechos. Cuando era pequeña iba al
colegio, pero lo tuvo que dejar al llegar a Peshawar. El embarazo inesperado de Selma y la llegada de Sharif,
el primo de Nahid, harán que ésta cambie y madure de golpe.
Farzana nunca le ha pedido a su hija que participe en la organización, ni siquiera se lo ha propuesto. Quiere
que su hija tome sus propias decisiones sin dejarse influenciar por nadie. Pero Nahid cada vez está más segura
de lo que debe hacer: ayudar, intentar dar una gota de esperanza para conseguir un mejor futuro para su tierra.
A pesar de la rotunda y constante actitud negativa de su mejor amiga Basira, Nahid decide substituir a Selma,
que debe guardar cama, desempeñando su trabajo. Se encarga de mantener la correspondencia mediante
Internet con la gente que colabora con la red clandestina de mujeres afganas. Sharif es un chico guapo y
apuesto, un poco mayor que Nahid, que estudia y trabaja todavía en Afganistán. La relación con su prima es
muy buena, incluso llegan a gustarse. Pero cuando Nahid está en su mejor momento, algo horrible ocurre. Ella
decide ir a Afganistán para llevar unos libros a una escuela de la red clandestina que no dispone de material
escolar. Sharif decide acompañarla, y pese a que la decisión es muy arriesgada y atrevida, la familia se ve
obligada a aprobarla. Durante el viaje unos talibanes paran el autobús en el que viajan los dos primos y
registran a todo el mundo. Descubren los libros que Nahid lleva bajo el burqa y la obligan a salir armados con
porras, dispuestos a propinarle una paliza, a darle su merecido castigo. Sharif impotente intenta impedirlo,
pero los talibanes se ensañan con él abriéndole la cabeza y dejándole inconsciente, tirado en la carretera. Lo
último que oyó antes de despertar fue el horrorizado y desesperado grito de su prima. La familia de Nahid está
destrozada, hace cinco semanas que no saben nada de su niña, de esa adolescente que creció demasiado
deprisa y se convirtió en una valiente mujer afgana. Basira le dio la dolorosa noticia a Ariadna. Ahora son
ellas las que se escriben, intentando consolarse y superar esta horrible tragedia que siempre las unirá y, a la
vez, las llenará de odio hacía ellos, los verdugos de Afganistán.
Opinión personal
Creo que es un libro que, aunque narra una historia ficticia, es muy real, ya que, aunque estos personajes no
existan en Afganistán, tal y como se narra, hay miles de hombres y mujeres afganos que viven, piensan,
actúan y luchan como ellos por conseguir que su país vuelva a ser libre y tener un futuro mejor para sus hijos
e hijas. Desde mi punto de vista es un libro informativo, explica por encima la historia de Afganistán durante
estos últimos años, sus guerras y la llegada de los talibanes al poder; pero por otra parte, es un libro lleno de
subjetividad, en el cual se explican los sentimientos de una chica adolescente y de su familia, que son el
reflejo del sufrimiento de una población abandonada y olvidada que se refugia por miedo a vivir en su país
bajo el régimen talibán. Nahid no es un personaje llano sino que tiene una evolución; comienza siendo una
niña inocente llena de curiosidad y acaba convirtiéndose en toda una mujer independiente y madura que sabe
tomar sus propias decisiones aunque sean arriesgadas. Gracias a Ariadna, su nueva amiga occidental y a sus
clases de inglés y de informática, consigue hacer llegar el eco de las voces silenciadas de los hombres y
mujeres de su país, que como ella, se resignan a rendirse en silencio bajo la opresión y la imposición del burqa
y las leyes talibanes sin luchar.
El libro es muy entretenido y te engancha a leer. Me ha gustado mucho, aunque la verdad es que me he
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quedado un poco decepcionada con un final tan triste y a la vez tan inesperado. Se lo recomendaría a gente
que no esté de acuerdo con este mundo egoísta en el que mientras una minoría de la población mundial tiene
todos los lujos y privilegios, la mayoría no dispone de agua potable, sufre problemas alimentarios y
enfermedades, no sabe leer ni escribir y además se ve obligada a sufrir el horror de las guerras por los
intereses de los países ricos.
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