Docente: Guillermo León Betancur Hincapié DE LA FUERZA MAYOR Y EL CASO FORTUITO El Artículo 64 del C.C., subrogado por el Artículo 1° de la Ley 95 de 1890, dispone: “Se llama fuerza mayor o caso fortuito el imprevisto a que no es posible resistir, como un naufragio, un terremoto, el apresamiento de enemigos, los autos (sic) de autoridad ejercidos por un funcionario público.” NOTA: La expresión “autos” debe leerse actos. TAREA: Investigar, de acuerdo con la Jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia y del Consejo de Estado, si la fuerza mayor y el caso fortuito son expresiones equivalentes o si existe alguna diferencia entre estas expresiones. Cuál es la tesis de la CSJ, y cuál la tesis del Consejo de Estado; hacer una relación de sentencias que sustenten cada postura. PARA EXPONER y obtener una nota adicional. ENVIAR INVESTIGACIÓN al correo [email protected] durante el mes de marzo de 2013. JURISPRUDENCIA- (CSJ, Cas. Civil, Sent. Nov. 20/89). Caso fortuito o fuerza mayor. Su configuración requiere de la concurrencia de sus dos elementos, imprevisibilidad e irresistibilidad. Según el verdadero sentido del Artículo 1° de la Ley 95 de 1890, y de acuerdo con la jurisprudencia de la CSJ, los elementos integrantes del caso fortuito o fuerza mayor (imprevisibilidad e irresistibilidad) deben ser concurrentes, lo cual se traduce en que si el hecho o suceso ciertamente es imprevisible, pero se le puede resistir, no se da tal fenómeno, como tampoco se configura cuando a pesar de ser irresistible pudo preverse. De suerte que la ausencia de uno de sus elementos elimina la estructuración del caso fortuito o fuerza mayor. En el mismo sentido, ver Sentencia de la CSJ, Sala de Casación Civil, de mayo 26 de 1936 y agosto 31 de 1946. JURISPRUDENCIA- (CSJ, Cas. Civil, Sent. Nov. 13/62). La fuerza mayor como eximente de responsabilidad. Elementos. La doctrina y la jurisprudencia enseñan que los elementos constitutivos de la 1 Docente: Guillermo León Betancur Hincapié fuerza mayor como hecho eximente de responsabilidad contractual y extracontractual son: la inimputabilidad, la imprevisibilidad y la irresistibilidad. El primero (la inimputabilidad), consiste en que el hecho que se invoca como fuerza mayor o caso fortuito, no se derive en modo alguno de la conducta culpable del obligado, de su estado de culpa precedente o concomitante del hecho. El segundo (la imprevisibilidad), se tiene cuando el suceso escapa a las previsiones normales, esto es, que ante la conducta prudente adoptada por el que alega la fuerza mayor o el caso fortuito, era imposible de preverlo. Y la irresistibilidad radica en que ante las medidas tomadas fue imposible evitar que el hecho se presentara. Para que el hecho se repute como fortuito, es menester, entonces, que en él no se encuentre relación alguna de causa a efecto con la conducta culpable del deudor. En el mismo sentido, ver Sentencia de la CSJ, Sala de Casación Civil, de mayo 31 de 1965. JURISPRUDENCIA- (CSJ, Cas. Civil, Sent. Feb. 27/74). Imprevisibilidad e irresistibilidad. Alcance de tales conceptos. “Dos son pues, los requisitos esenciales del fenómeno exculpatorio de que se trata: su imprevisibilidad y su irresistibilidad. La misma expresión caso fortuito idiomáticamente expresa un acontecimiento extraño, súbito e inesperado. Esta imprevisibilidad del caso fortuito es una cuestión de hecho que el juzgador debe apreciar concretamente en cada situación, tomando como criterio para el efecto la normalidad o la frecuencia del acontecimiento, o por el contrario su rareza y perpetuidad; si tal acontecimiento es frecuente, y más aún, si suele presentarse con cierta periodicidad, no constituye un caso fortuito porque el obligado razonablemente ha debido preverlo y medir su propia habilidad para conjurarlo, o bien abstenerse de contraer el riesgo de no creer que podría evitarlo; por el contrario, si se trata de un evento de rara ocurrencia, que se ha presentado en forma súbita y sorpresiva, hay caso fortuito, porque nadie está obligado a prever lo que es esporádico y excepcional. Pero, además, el hecho de que se trata debe ser irresistible. Así como la expresión caso fortuito traduce la requerida imprevisibilidad de su ocurrencia, la fuerza mayor,, empleada como sinónimo de aquella en la definición legal, relieva esta otra característica que ha de ofrecer tal hecho: al ser fatal, irresistible, incontrastable, hasta el punto de que el obligado no pueda evitar su acaecimiento, ni superar sus consecuencias. 2 Docente: Guillermo León Betancur Hincapié ELEMENTOS CARACTERIZADORES1 3 “Con respecto a los elementos caracterizadores de la fuerza mayor es preciso acotar que en la Jurisdicción Contencioso- Administrativa desde tiempo atrás se ha acogido una concepción dual de la causa extraña, esto es, la tendencia a considerar que tanto la fuerza mayor como el caso fortuito, constituyen figuras jurídicas diferentes e independientes y que de ellas, solo la fuerza mayor estructura una verdadera causa extraña con poder liberatorio de responsabilidad. Y es que la doctrina y la jurisprudencia al tratar de establecer la diferenciación entre las figuras del caso fortuito y de la fuerza mayor, introdujeron las llamadas tesis dualistas negando trascendencia exoneratoria al primero y reservándola exclusivamente para la segunda, planteando además la concurrencia de factores o criterios tales como la cualificación y cuantificación (Exner), la exterioridad dotada de fuerza destructora absoluta (Josserand), el criterio de imposibilidad (Colin y Capitant) y los criterios tradicionales de las características de irresistibilidad para la fuerza mayor e imprevisibilidad para el caso fortuito. De acuerdo con el criterio material de Exner, el factor cualitativo hace referencia “a si el hecho es o no exterior a la víctima y el criterio cuantitativo en tanto se trate de un hecho con cierta entidad, evidente, real, indudable e insuperable. Por consiguiente si el hecho es exterior y tiene cierta entidad se trata de una fuerza mayor y exime de responsabilidad, si por el contrario el hecho no se exterioriza, no es decisivo y es previsible, es caso fortuito, no exime de responsabilidad”2. 1 Véase al respecto, Sentencia No. 085 del 29 de septiembre de 2008, proferida por el Juzgado 25 Administrativo de la ciudad de Medellín. 2 Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, Sentencia del 2 de mayo del 2002, C.P., María Elena Giraldo Gómez, Radicación 70001-23-31-000-1994-3477-01(13477) Docente: Guillermo León Betancur Hincapié 4 En el mismo sentido, JOSSERAND consideró que “no necesariamente el hecho es exterior por provenir materialmente de un sitio por fuera del dominio del ofensor sino que realmente lo es si está dotado de fuerza destructora absoluta sin determinación del ofensor (fuerza mayor) pero si el hecho se desencadenaba directa o indirectamente por iniciativa humana era caso fortuito”. Igualmente y de acuerdo con el criterio de imposibilidad, COLIN y CAPITANT basándose en la noción de culpa, señalan que la fuerza mayor presupone la imposibilidad absoluta de ejecución mientras que en el caso fortuito esa imposibilidad es relativa. Y según los criterios de irresistibilidad para la fuerza mayor e imprevisibilidad para el caso fortuito, el primero indica que el acontecimiento de fuerza mayor tiene que ser invencible, es decir, que “la vigilancia y la industria humanas no pueden impedir”3, en tanto que la imprevisibilidad supone que el demandado, en efecto, tiene que haberse encontrado en la imposibilidad de prever el acontecimiento que se le impuso, lo cual significa que no había ninguna razón especial para pensar que se produciría ese acontecimiento, por lo que se dice que una simple posibilidad vaga de realización no podría bastar para excluir la imprevisibilidad. En armonía con los criterios expresados en líneas anteriores, es válido concluir con COLIN y CAPITANT que la fuerza mayor sería la imposibilidad absoluta proveniente de un obstáculo invencible, imprevisto e imprevisible tal como la tempestad, el rayo, el temblor 3 ELEMENTOS DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL de los Hermanos Henri y León Mazeaud, publicado por Editorial Leyer en octubre de 2005, página 517. Docente: Guillermo León Betancur Hincapié etc., lo cual conlleva a aceptar en forma amplia la irresponsabilidad del demandado. Así mismo, también resulta aplicable lo expresado por JOSSERAND, en cuanto ve en la exterioridad el carácter distintivo de la fuerza mayor y aduce que se trata de “la fuerza que irrumpe desde fuera dentro del círculo de los dos adversarios”, así como la tempestad y la inundación; enfatiza este autor en que como los individuos tienen que responder de todos los riesgos que hayan creado, únicamente los acontecimientos de fuerza mayor pueden exonerarlos.” 5