Pueblos a los que llamamos vascos. •

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• Pueblos a los que llamamos vascos.
Octavio César Augusto y Agripa creyeron haber terminado con la rebeldía del norte de Hispania tras dominar
a los astures, a los cántabros y a los vascones. Augusto vino a Hispania decidido a completar la conquista del
norte. Pompeyo había fundado Pamplona durante las guerras. Los romanos dominaron Aquitania y
consideraron vencidos a los cántabros.
En cambio, los habitantes de lo que hoy es el País Vasco solamente ofrecieron resistencias aisladas. Una vez
sometida al Imperio de Augusto la franja cantábrica, el sucesor de Julio César consideró Hispania pacificada,
y con ella el mundo occidental en que consistía el ámbito natural de Roma. Había llegado la pax romana. El
primer grito triunfal domuit vascones (domó a los vascones) se había inscrito en la historia.
¿Quiénes eran estos vascos? Cuando entran en la historia al ser incluidos en la órbita de Roma los habitantes
de lo que hoy es el País Vasco y Navarra pertenecían a cuatro tribus, divididas administrativamente por los
romanos en dos. El más oriental correspondía a la actual Navarra. El sector occidental, el territorio de las
actuales Provincias Vascongadas, estaba poblado por las otras tres tribus: los autrigones, los várdulos y los
caritios.
Hacia el interior parece claro que habían empezado ya a desbordar los límites del territorio vasco. Los
vascones tocaban el Ebro en La Rioja, cubrían casi toda Navarra y lindaban con la Jacetania oscense.
No existía una identidad completa entre los vascones de Navarra y las tres tribus occidentales, pero si una
continuidad étnica, cultural y lingüística.
Conscientes de la fiereza y el sentido de independencia demostrado por los pueblos del Norte durante la
conquista, los romanos establecieron sobre la meseta campamentos de guarnición permanente que serían
núcleos urbanos y administrativos: Lucus Augusta (Lugo), Asturica Augusta (Astorga) y Clunia (Coruña del
Conde). La línea romanizadora continuaba hasta Pamplona.
El proceso de romanización fue mucho más intenso en las zonas meridionales de la anterior expansión de las
tribus y en el territorio de los vascones. Los territorios interiores quedaron al margen y tuvieron una
cristianización tardía.
Las futuras provincias Vascongadas tienes sus raíces históricas en la división de las cuatro tribus.
La singularidad vasca no solamente nos ofrece tendencias históricas de aislamiento, sino también de
integración.
• El Euskera
El problema de la lengua vasca es muy complicado.
El euskera, desde la época de su máxima expansión, ha sufrido un permanente retroceso hasta que el
nacionalismo vasco ha intentado realzarlo desde finales del siglo XX. Además se ha ido difractando en
dialectos.
Para evitar esta dispersión se ha intentado crear una lengua artificial, el euskera batúa, que es la lengua que
actualmente se enseña. El bilingüismo euskera−castellano es una expresión profunda de la propia cultura
vasca ancestral.
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En la creación del batúa han tratado de eliminar las infiltraciones del castellano, lo cual es muy difícil por ser
el euskera una lengua primitiva y rural. Cuando se intenta expresar con ella conceptos modernos, se acude a
palabras castellanas que integran más de la mitad del vascuence.
La producción literaria en euskera es muy tardía y poco menos que testimonial.
El conocimiento de la lengua vasca ha hecho muchos progresos a lo largo del siglo XX, pero el carácter
artificial del batúa hace que su implantación parezca también artificial.
• Las Vascongadas y la historia de España
Mientras los nacionalistas se obstinan en encontrar los hechos diferenciales de sus regiones con España, los
españoles se preocupan de investigar las identidades genéricas entre las diversas partes de España.
Desde 1200, fecha de la incorporación de Guipúzcoa y la primera adhesión de Álava a la Corona de Castilla,
la historia del País Vasco se integra por completo en la historia de España. En los seis siglos desde 1200 hasta
1833, en que estalla la primera guerra carlista, la historia vasca es plenamente la historia de España. Esto es un
hecho, y sin esa vinculación española la historia del País Vasco es una historia trucada.
Entre los vascos, participaron en los primeros viajes del Descubrimiento el cartógrafo y piloto Juan de la
Cosa, Chanchu de Lequeitio y Juan Sebastián Elcano, que, tras la muerte de Magallanes, fue el primer hombre
que dio la vuelta al mundo.
En otros viajes intervinieron Andagoya, Pedro de Ursúa, Lope de Aguirre, Martínez de Irala, Juan de Garay,
Andrés de Urdaneta y López de Legazpi.
Ya entre los siglos XVI y XVII vascos como Juan de Oñate intervinieron en viajes de descubrimiento,
incesantes hasta el fin del dominio español en América. Todavía quedan en Méjico apellidos vascos, como
Ibarra.
El movimiento cultural y científico de la Ilustración española alcanzó especial importancia en el País Vasco.
Allí se fundaron el Real Seminario Patriótico Vascongado y la Real Sociedad Vascongada de Amigos del
País, junto con la Universidad de Oñate. Impulsaron las ideas ilustradas y la investigación, lo que llevó a los
hermanos Elhuyar a descubrir en Méjico el Wolframio, galardonado con el Premio Nobel.
El espíritu de los vascos les impulsó a crear en Venezuela la Real Compañía Giupuzcoana de Caracas, una
enorme institución mercantil.
Los vascos se acreditaron durante la época de los Austrias como eficaces secretarios de reyes y Consejos, que
a veces gozaron de un alto poder en la Corte.
La resurrección cultural (arte y literatura) del siglo XX no puede entenderse sin los vascos.
Defendieron su territorio de España contra la embestida revolucionaria en la guerra de la Convención, tras el
asesinato de Luis XVI. Apoyaron la causa española en la guerra de la Independencia.
Una parte de la nobleza y la burguesía, el clero, y todo el pueblo vasco participaron en alzamiento nacional
contra los invasores. San Sebastián, Vitoria y Pamplona permanecieron bajo el dominio francés a lo largo de
la guerra, pero Bilbao les expulsó.
Napoleón y José se mostraron pronto hostiles hacia el régimen foral de los vascos y los navarros. El pueblo y
el clero se alzaron en muchas guerrillas dese 1809 contra el invasor. el gobernador francés de Vizcaya
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suprimió todas las instituciones forales de las tres Provincias. El resultado fue un gran movimiento de
guerrilla antifrancesa. El Gobierno militar francés fracasó en todos sus objetivos.
La acción que marca el principio del fin de la guerra de la Independencia fue la batalla de Vitoria en 1813.
José estuvo a punto de caer prisionero, las Provincias Vascongadas fueron abandonadas por el ejército
francés, y la derrota de Napoleón se hizo inminente.
Tropas inglesas y españolas destrozaron a los franceses en la batalla de San Marcial y les echaron de España.
Fernando VII salió de su cautiverio y regresó a España con la intención de restaurar el régimen absoluto y
anular las Cortes de Cádiz. Éstas dieron la Constitución de 1812, que establecía la Monarquía Constitucional.
La Constitución de Cádiz no habla de los fueron vascos.
En el Trienio Liberal hay un testimonio de un diputado vizcaíno que dice que al jurar la Constitución hace
presente a la Nación de los Fueros de Vizcaya. Fernando VII confirmó expresamente los Fueros de cada una
de las tres Provincias Vascongadas, y declaró nulo todo lo dispuesto por las Cortes. Los diputados vascos en
las Cortes no elevaron protestas contra la eliminación de los Fueros.
Después de 1839 el escándalo por el debilitamiento fue tan terrible que dio origen al nacionalismo vasco.
• Sabino Arana
Es el fundador del nacionalismo vasco. Nació en Abando el 26 de enero de 1865. La familia de Arana era muy
religiosa y de militancia carlista. Pertenecía a la clase media acomodada y tenía una pequeña industria naval
en Ripa.
La estancia de Arana en Barcelona para estudiar medicina influye decisivamente en su pensamiento: entra en
contacto con círculos catalanistas.
Regresa a Bilbao decidido a especializarse en el estudio del euskera. Oposita a una cátedra de lengua vasca,
pero tiene la mala suerte de enfrentarse con Unamuno y con el sacerdote Resurrección María de Azkue, quien
gana la cátedra. Arana no se desanima y en 1890 publica una serie de articulos en los que plantea las bases de
un nacionalismo radical. Los reúne en un folleto, Bizcaia por su independencia, que contiene su ideario
político.
A propósito de esta publicación Sabino y su hermano Luis se reúnen con un grupo de dieciséis amigos a
quienes explica sus ideas. No les convence y le llaman loco. El carlismo estaba desarticulado y la España de la
Restauración parecía gobernada por un régimen que procuraba la prosperidad industrial y financiera de
Vizcaya. El público no presentía el desastre de cinco años después. En 1894 Arana funda el primer círculo
nacionalista de reunión (batzoki), publica el semanario Bizcaitarra y funda el partido Nacionalista Vasco.
La doctrina de Sabino Arana se basa en dos antítesis, un principio y una evolución. La primera antítesis se
establece entre la religión y el liberalismo, y la segunda entre España y el País Vasco. La evolución la plantea
Arana en su trabajo El partido carlista y los fueron vasconavarros. El nacionalismo es esencialmente
antiespañol y antimonárquico. Los Fueron no pueden ser solamente un derecho adicional, sino las leyes del
País Vasco. El principio del nacionalismo lo aprendió Sabino Arana en Barcelona.
Euzkadi es una confederación de seis pueblos: Bizcaia, Araba, Guipuzkoa en territorio ahora español con
Nabarra−Benabarra; y en el País Vasco francés Laburdi y Zuberoa además de la Navarra transpirenaica.
Arana creó la bandera bicrucífera blanca y verde sobre fondo rojo (ikurriña), que era la bandera para Vizcaya
que luego se aplicó a todo el País Vasco.
El ideario de Sabino Arana aparece en varias fuentes como la Doctrina política y el Ami Vasco, editado tras la
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muerte de Arana.
El nacionalismo vasco radical se basa en tres tesis fundamentales:
1.− La exaltación político−religiosa. Se propone un sistema más radical que el del Antiguo Régimen y se
instaura una verdadera teocracia.
2.− El racismo integral. El sistema político que defiende el derecho de la raza vasca a vivir con independencia
de toda otra raza. Rechaza los matrimonios de vascos con personas de otras regiones.
3.− El radicalismo antiespañol. Arana se equivoca totalmente en su interpretación histórica cuando afirma que
nnca ha existido una vinculación entre españoles y vascos.
En 1932 se editó en Bilbao una antología del pensamiento de Sabino Arana, con puntos como: ¡Ya sabéis,
euzkaldunes, para amar el euskera tenéis que odiar a España! o Tanto nosotros podemos esperar más de cerca
nuestro triunfo cuanto España esté más postrada y arruinada.
Sabino Arana murió joven, en 1903, de Addison. En sus últimos años tuvo tiempo de plantear una
contradicción inexplicable. Su odio a España le inspiró un telegrama al presidente de los Estados Unidos, por
el que acabó en la cárcel. La contradicción aparece cuando en 1902 experimentó una especie de reconversión
españolista, desengañado del escaso éxito que habían obtenido sus ideas separatistas.
• Las Leyes Viejas
El lema del Partido Nacionalista Vasco consiste en la expresión Dios y Leyes Viejas.
Las Leyes Viejas son los Fueros. Este término a veces se dice en plural y a veces en singular. Significa
privilegio privativo otorgado por la Corona o por el titular de un Señorío.
Los Fueros Vascos son el conjunto de los fueros particulares de cada una de las Provincias Vascongadas.
Nunca ha existido un Fuero unificado para todo el País Vasco. Cada uno de los fueros provinciales tiene sus
peculiaridades, pero todos poseen rasgos comunes.
Los Fueros se van formando por la costumbre durante la fase histórica en que las Provincias Vascongadas
eran independientes de ningún poder externo. Cada uno de los fueros provinciales adquiere fuerza de ley
cuando cada provincia se incorpora a la Corona de Castilla. Los fueros se transmitían por tradición oral, pero
después del pacto de cada provincia se ponían por escrito.
Entre las adiciones posteriores se incluían como fueros algunas que contradecían a disposiciones forales
anteriores. Al no estar las Provincias completamente romanizadas, la nacionalidad de sus dirigentes no tiene el
mismo sentido que entre los pueblos romanizados.
Las disposiciones forales de las Provincias Vascongadas estaban ya puestas por escrito a finales de la Baja
Edad Media.
La transcripción de los Fueros Vascos no fue simultánea. La identidad fundamental de los Fueros Vascos no
se puede aplicar sin más a los Fueros de Navarra. A partir del siglo XVIII hubo cierta coordinación foral entre
las Provincias, que no una identidad política común.
Las características comunes del régimen foral se esquematizan en:
1.− Los reyes juraban los Fueros de cada una de las Provincias y de Navarra, aunque para asuntos imporantes
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tenía un representante en cada una, excepto en Álava.
2.− El autogobierno para asuntos privativos de cada provincia lo ejercían los órganos forales.
3.− Las instituciones forales provinciales las formaban los representantes de las entidades locales.
4.− Éstas mismas instituciones ejercían un autogobierno limitado.
5.− Las Tres Provincias poseían una institución básica, el pase foral.
6.− Eran numerosas las disposiciones forales que regulaban la vida económica de las Provincias.
7.− Los Fueron Vascos establecían un conjunto de exenciones fiscales
8.− Los habitantes de las Provincias tenían la exención del servicio militar, aunque no era absoluta.
9.− Las Provincias poseían un derecho civil propio, pero variado. La propiedad privada posee un sentido más
familiar que individual.
10.− En Vizcaya y Guipúzcoa todos los vascos eran nobles.
El conjunto de Fueros representaba una forma de ser con claros orígenes medievales, que para los vascos era
como una segunda naturaleza.
• El nacimiento de ETA
La gran mayoría de los dirigentes de primera y segunda fila del PNV, de Eusko Alkartasuna y de Herri
Batasuna, brazo político de ETA, han sido clérigos o religiosos. Instituciones eclesiásticas de gran prestigio
han sido nidales del nacionalismo, incluso del más radical.
Desde los tiempos de Arana el nacionalismo vasco no se comprende en sus orígenes sin la presencia del
integrismo clerical. Al fin de la década de los cincuenta, al empezar el desarrollo económico y social de la
época de Franco, una parte de la Iglesia es determinante para el nacimiento de ETA, por parte de un grupo de
alumnos de los jesuitas descontentos con los dirigentes del Partido Nacionalista Vasco.
ETA, Euskadi Ta Kartasuna, significa Euskadi y Libertad. Se plantea como una escisión dentro de las
juventudes del PNV. ETA se extiende a través de la red clerical de las Juventudes de Acción Católica Rural y
comienza sus acciones terroristas en 1961.
Mientras los jesuitas favorecían el nacimiento de ETA, las Vanguardias Obreras incorporaban sus
contingentes a las Comisiones Obreras, y lanzaba en España para Iberoamérica el movimiento marxista
Teología de la liberación y el movimiento comunista Cristianos por el Socialismo.
El PNV se diferencia de ETA por que el PNV está bastante secularizado, ya no es teocrático. Pero sigue
siendo un partido cristiano, además de confesional. Si se desprende de su carácter confesional perdería su
principal apoyo social, el clero vasco. ETA no es confesional. Se ha definido como una agrupación
marxista−leninista agnóstica y atea. El PNV es nacionalista con grados de radicalismo. ETA es separatista e
independiente. Pero el horizonte del PNV y el de ETA están muy próximos. ETA es una organización
revolucionaria del socialismo real, el PNV es un partido de clases medias.
El PNV se ha mostrado muchas veces ajeno y contrario al terrorismo, pero contemporiza con ETA,
seguramente por motivos electorales. La principal condición que el PNV ha puesto para los pactos de
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legislatura ha sido eliminar la política antiterrorista del Partido Popular.
En 1986 Carlos Garaicoechea abandona el PNV para fundar un nuevo partido, Eusko Alkartasuna, que ha
dividido y debilitado al nacionalismo vasco.
La escisión se debe a dos discrepancias políticas de Garaicoechea, partidario de la autodeterminacion frente a
las ambigüedades del PNV. Presiona al presidente del PNV para no entregar a Eusko Alkartasuna las banderas
de la autodeterminación y la socialdemocracia.
La escisión entre el PNV y ETA no equivale a la diferenciación de dos corrientes en el seno del PNV.
• Índice
• Pueblos a los que llamamos vascos. Pág. 1
• El Euskera. Pág. 2
• Las Vascongadas y la historia de España. Pág. 3−4
• Sabino Arana. Pág. 5−6
• Las Leyes Viejas. Pág. 7−8
• El nacimiento de ETA. Pág. 9−10
El Nacionalismo Vasco
Helena Gamito Muñoz. 3ºA Nº6
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