manejo de equipos electrónicos a bajas temperaturas

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MANEJO DE EQUIPOS ELECTRÓNICOS A BAJAS TEMPERATURAS
Autor: José Manuel Naranjo Linares ©
VERDAD DE PEROGRULLO: Todo objeto expuesto al frío se enfría ;)
Parece una perogrullada, pero sí un equipo electrónico o una batería está en el exterior
expuesto a temperaturas muy bajas es cuestión de tiempo que dicho equipo o batería coja
esa temperatura. A temperaturas más bajas, menor tiempo transcurre hasta que un objeto
tenga la misma temperatura que el aire ambiente.
Ejemplo: Sí un camión está dentro de la bodega de un barco a 25º C sobre cero y es
colocado en un lugar donde hace 15º C bajo cero es cuestión de tiempo que todo el camión
se ponga a - 15º C. Quizás tarde días, pero al final el camión cogerá la temperatura
ambiente. Y sí a un camión que tiene una gran masa no puede evitar enfriarse es fácil
imaginar lo que le pasa a una pequeña batería sí se deja expuesta al frío. Su interior se
enfría muy, muy, muy rápido.
¿EL FRÍO “SE COME” LAS BATERÍAS O NO?
Las bajas temperaturas van ralentizando la reacción química de una batería según va
enfriándose su interior hasta que llega un punto que deja de funcionar. En ese momento el
aparato electrónico al que proporcionaba energía deja también de funcionar.
Cuando la batería se vuelve a calentar y su interior alcanza de nuevo una temperatura
cálida, dicha reacción química vuelve a activarse y la pila vuelve a funcionar correctamente.
Y el equipo electrónico en cuestión vuelve a recibir energía poniéndose a funcionar
nuevamente.
El frío no repercute en la vida útil de la batería. Una vez que el interior de la pila vuelve a
estar a una temperatura cálida vuelve a dar lo mejor de sí misma.
Un aparato electrónico (cámara, teléfono móvil, GPS, etc.) expuesto al frío requiere de la
batería más energía para calentar los circuitos internos y mecanismos móviles. De manera
que la vida útil de la batería es menor y se gasta mucho antes, pero no porque el frío se
“coma” la batería.
LA CLAVE
La clave para que un aparato electrónico expuesto a bajas temperaturas funcione es
mantener sus baterías siempre calientes.
¿CÓMO MANTERNER
ELECTRÓNICOS?
CALIENTES
LAS
BATERÍA
DE
LOS
APARATOS
1 - Aparatos electrónicos pequeños.
Cámaras compactas, GPS, teléfonos móviles, cámaras de vídeo pequeñas, etc.
Meter el aparato electrónico debajo de la ropa que llevamos, lo más cerca del cuerpo para
que no se enfríe gracias al calor corporal que desprendemos.
Las cámaras y GPS nos los colgamos del cuello con una correa y los teléfonos móviles los
metemos en alguno de los bolsillos interiores de la ropa. Cuanto más cerca del cuerpo esté
el aparato electrónico más caliente se mantendrán las baterías y más tiempo aguantará en
el exterior a pleno rendimiento.
Cada vez que se quiere hacer una foto, una llamada o ver nuestra posición solo tenemos
que bajar las cremalleras de anoraks, parkas, chaquetas de forro, etc. sacar el equipo
electrónico y utilizarlo normalmente.
Una vez terminada la acción requerida, volver a meter la cámara, GPS, teléfono, etc. dentro
de la ropa para que las baterías sigan calientes. Es algo incómodo y engorroso, pero
¡¡funciona!! 
2 - Cámaras de vídeo grandes con baterías fácilmente extraíbles
La cámara se mantiene en el exterior, colgada de nuestro cuerpo o metida en su funda, pero
la batería se pone en alguno de los bolsillos interiores cerca del cuerpo para que se
mantenga caliente.
Cada vez que se quiera grabar con la cámara se ha de sacar la batería y ponerla en su
alojamiento correspondiente para grabar de una manera normal. Una vez terminada la toma
o el plano que queríamos grabar, se extrae la batería de la cámara y se vuelve a introducir
en un bolsillo interior de la ropa cercano al cuerpo para que se mantenga caliente.
Sí estamos haciendo ejercicio intenso hay además que meter la batería de la cámara dentro
de una bolsita de plástico antes de introducirla en el bolsillo para que nuestra propia
transpiración no humedezca la batería. Ya que sí esto ocurre, al sacar la pila al exterior
puede formarse una capa de escarcha sobre su superficie. Esto en principio no es un
problema, pero sí se escarchan los contactos de la batería esta podría dejar de funcionar o
crear algún cortocircuito en la cámara.
Sí hace ventisca, nieva o hay diminutos cristalitos de hielo flotando en el ambiente
conviene NO tener la cámara colgada al exterior sin protección porque la nieve puede
entrar en los contactos del alojamiento de la batería y evitar que la energía llegue a la
cámara. En este caso usar una funda protectora o meter la cámara en su bolsa de
transporte.
3 - Equipos electrónicos grandes con baterías internas de difícil extracción.
Cámaras fotográficas con grandes objetivos que requieran uso de destornillador,
moneda, etc. para extraer sus baterías, linternas frontales (para la cabeza o el casco),
etc.
La única opción práctica para usar estos aparatos en el frío es usar un cable adaptador
conectado al alojamiento de las baterías de la cámara o linterna frontal. Este cable se puede
obtener en tiendas especializadas.
Un extremo del cable tiene unos contactos que encajan perfectamente en el alojamiento de
la batería del aparato electrónico. El otro extremo lleva algún tipo de carcasa con una o
varias baterías conectadas. Dicho extremo (el que lleva las baterías) se mete en uno de los
bolsillos interiores de nuestra ropa y la cámara siempre tiene energía disponible.
Es un sistema un poco engorroso porque llevamos todo el tiempo un largo cable desde el
interior de nuestra ropa hasta la cámara o linterna frontal, pero es la única opción práctica.
BATERÍAS DE REPUESTO
Llevar siempre baterías de repuesto con la carga al máximo dentro de los bolsillos interiores
de nuestra ropa. Las baterías de la cámara se enfrían demasiado rápido y “casualmente”
dejan de funcionar cuando estamos intentando captar un momento mágico. Unas baterías
de repuesto calientes, sencillamente, nos da más opciones en el frío.
PRECAUCIONES AL MANEJAR APARATOS ELECTRÓNICOS EN EL FRÍO
NO tocar las partes metálicas de una cámara o aparato electrónico con las manos
desnudas porque la piel se puede quedar adherida al metal. Usar siempre guantes finos
cuando manejamos objetos o partes metálicas a bajas temperaturas.
Sí esta situación ocurriese, NO tratar de separar la cámara de la piel porque podemos
despellejarnos literalmente. Lo que se ha de hacer es poner un poco de líquido templado (no
hirviendo) para que la piel y la parte metálica de la cámara adquieran temperatura y se
despeguen fácilmente. Otra opción es entrar en un sitio cálido para que el metal gane
temperatura y se desprenda de la piel de forma natural.
Por supuesto no agarrar baterías, mosquetones y otros pequeños objetos metálicos con la
boca (algo instintivo cuando se tienen las manos ocupadas). Los labios son
extremadamente fáciles de adherir a objetos metálicos fríos. Pero sí ocurriera, seguir las
mismas indicaciones que para la piel de las manos (verter líquido templado y/o entrar en un
sitio cálido).
TIPOS DE BATERÍAS RECOMENDABLES PARA EL FRÍO
Es recomendable usar pilas de Litio-Ion para ambientes fríos. Son más caras que las pilas
alcalinas, salinas, de níquel, etc., pero aguantan mejor las bajas temperaturas. En cualquier
caso, como cualquier otra batería, sí las temperaturas son muy bajas o la pila de Litio-Ion
está mucho tiempo expuestas al frío, el proceso de reacción química se ralentiza y al final
también deja de proporcionar energía.
CÓMO SE FORMA LA CONDENSACIÓN
Sí metemos directamente un aparato electrónico que ha estado largo tiempo en el exterior a
bajas temperaturas en un lugar caliente (cabaña, restaurante, hotel, tienda de campaña
calentada con hornillo, etc.), dicho aparato se llenará de condensación y la humedad podrá
llegar incluso a los circuitos y mecanismos internos. Los cambios bruscos de temperatura
no son buenos para los equipos electrónicos.
QUE HACER SÍ LA CONDENSACIÓN “ATACÓ” NUESTRO EQUIPO
Cuando un equipo se condensa debido al cambio brusco de temperatura, la superficie
exterior y los circuitos interiores se llenarán de agua en forma de vaho o incluso gotas de
humedad. Sí esto ocurriera, la mejor opción es dejar que el equipo electrónico se seque
(horas o días) de manera natural en un ambiente cálido y seco.
COMO EVITAR LA CONDENSACIÓN
Sí vamos a pasar de un sitio frío a un ambiente cálido, la mejor solución es meter el aparato
electrónico en una bolsa de plástico estanca antes de pasar a ese lugar cálido. Las bolsas
estancas ideales son las que tienen algún sistema para extraer el aire de su interior. Cuando
se hace el vacío en la bolsa, al no haber casi aire, se evita en gran medida que la
condensación pueda invadir nuestro equipo.
Sí no disponemos de bolsa estanca podemos usar varias bolsas de plástico normales una
dentro de otra para evitar que entre la humedad. No es la solución perfecta, pero mejor eso
que introducir la cámara en un sitio cálido sin protección.
Una vez que empezamos a notar que el aparato electrónico está a la temperatura ambiente
aun no deberemos sacarlo de la bolsa estanca porque posiblemente el interior está aún muy
frío y la condensación se meterá dentro de los circuitos internos.
Siempre hay que esperar un tiempo prudencial antes de sacar un equipo electrónico de una
bolsa estanca (o de plástico normal) en un lugar cálido cuando venimos de un sitio frío.
¿Cuánto tiempo hay que esperar? No hay una forma práctica de saberlo porque dependerá
de lo frío que esté el aparato electrónico, el tamaño y la diferencia de temperatura con el
exterior.
Los dos conceptos siguientes nos ayudarán a tomar la decisión adecuada en relación al
tiempo de espera:
- A mayor diferencia de temperatura exterior-interior mayor será la condensación.
- Cuanto mayor sea el equipo electrónico más tiempo tardará en calentarse.
EVITAR LA CONDENSACION A LAS “BRAVAS”
Otra opción, para evitar la condensación en los equipos electrónicos y que se usa
principalmente en expediciones polares, es poner inmediatamente el equipo sobre una
fuente de calor muy potente (hornillo) para que la condensación no le de tiempo a meterse
en los circuitos interiores del aparato, o la que ya se haya introducido se seque
inmediatamente.
Hay que tener cuidado con este método porque es muy fácil que se quemen zonas de
plástico del equipo electrónico. No es el primer (ni será el último) teléfono satélite con
“heridas de guerra” en una expedición polar por un despiste sobre el hornillo… ;)
Usar un radiador, la calefacción, etc. también tendría el mismo efecto que el hornillo. Pero sí
lo hacemos, hemos de poner algo que sirva de aislante (ropa, trapo, etc.) para que el
plástico del equipo electrónico no se distorsione.
Tanto en el caso del hornillo como el del radiador o calefacción nunca exponer las baterías
a un calor intenso porque pueden estallar.
EVITAR LA CONDENSACIÓN “AMABLEMENTE”
La opción “amable” para evitar la condensación en los equipos es ir metiendo el aparato
electrónico poco a poco en sitios cada vez más cálidos para que vaya cogiendo temperatura
gradualmente.
Por ejemplo, dejar primero la cámara en la entrada de la tienda, al rato dejarla en el ábside,
luego en una esquina de la tienda a ras de suelo lejos de focos de calor, luego más cerca
del hornillo pero aún en el suelo, más adelante colgada en la parte alta (el aire caliente
tiende a subir).
Después de un largo proceso la cámara no habrá tenido cambios bruscos de temperatura y
por lo tanto no tendrá condensación. ¿Es esto práctico? Pues depende de la paciencia y
tiempo disponible…
Por último comentar que las bolsitas de gel sílice (las que vienen en la caja de embalaje de
la cámara) ayudan a absorber la humedad creada por la condensación, pero esto puede no
ser suficiente con equipos grandes o con diferencias de temperaturas importantes.
NUESTRA RESPIRACIÓN SOBRE LOS OBJETIVOS DE LAS CÁMARAS
Tener en cuenta que a bajas temperaturas todo lo que tiene humedad se congela y nuestra
propia respiración tiene mucha humedad. Por lo que sí respiramos o soplamos sobre un
objeto en el exterior este se llenará de humedad y automáticamente se escarchará.
Dicho lo anterior, es fácilmente entendible que no debemos acercar nuestra respiración
(ni soplar) al cristal de un objetivo de una cámara de vídeo o fotografía, o incluso de
nuestras propias gafas, porque nuestro vaho se congelará inmediatamente sobre el cristal y
lo que se fotografíe, grabe o veamos saldrá borroso.
Sí esto ocurriera, nunca limpiar esa escarcha o vaho congelado con la mano, un trapo, ropa,
etc. porque el hielo que hay sobre el cristal de la lente es como una lima y al tratar de
retirarlo solo conseguiremos rallar la lente.
La solución pasa por calentar el objetivo con algunos de los métodos descritos en el
apartado condensación, es decir, proporcionarle calor para que el hielo se derrita y luego
secarlo con un trapito especial para lentes.
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