Cubiertos sin óxido

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Cubiertos
sin óxido
Algunos materiales con los que se fabrican los cubiertos
pueden oxidarse con facilidad y conviene evitar
su corrosión para mantenerlos en buen estado
L
os cubiertos que nos llevamos a
la boca decenas de veces al día
también merecen una atención y cuidados especiales. No solo hay que
mantenerlos en buenas condiciones
de higiene, sino que conviene evitar
la corrosión de los distintos materiales con los que se fabrican.
La mayoría de los cubiertos de uso
diario se elaboran con metales que
suelen oxidarse, ya sea el cobre o el
acero. En el caso particular del cobre,
se trata de un excelente material para
los utensilios de cocina porque es un
buen conductor de calor. Pero, a su
vez, es muy sensible a la oxidación
que se produce por la exposición al
aire, la humedad, el calor o los compuestos ácidos de ciertos alimentos.
Así, cuando el cobre cambia de color,
significa que se ha oxidado.
Por su parte, el acero también es muy
sensible. Cuando el hierro que contiene se combina con la humedad del
aire o del agua, puede empezar a formarse óxido de hierro en su superficie
y oxidarse.
Buena aleación
Esto no sucede con el acero inoxidable. Este material contiene cromo o
níquel, una aleación que aumenta la
resistencia de los cubiertos a la corrosión y a las altas temperaturas.
Gracias a este material, estos utensilios pueden soportar la acidez de
alimentos como el vinagre o el agua
del grifo (entre otros) y también las
temperaturas que se alcanzan si se
introducen en el lavavajillas.
De ahí que por su resistencia a la
corrosión y al desgaste por el uso,
el acero inoxidable sea uno de los
materiales más empleados para
hacer menaje de cocina. Sobre su
superficie suele formarse una capa
protectora de óxido de cromo, que
es la que protege los utensilios de
la corrosión.
Lavavajillas y jabones
Para mantener los utensilios en buen estado durante más tiempo, deben tenerse
en cuenta algunas consideraciones:
En el lavavajillas, no se debe llenar demasiado el cesto destinado a
los cubiertos para evitar que haya
puntos de fricción.
Es recomendable el uso de jabones no abrasivos para no dañar la
superficie.
Si se deja el cubierto en agua con vinagre, existe el riesgo de corrosión.
Es mejor secar enseguida los utensilios para que no aparezcan manchas.
Es aconsejable evitar rayarlos con
estropajos.
Muchos productos de limpieza (como los jabones líquidos) no suponen
una amenaza para el material. Por
el contrario, sí constituyen un riesgo aquellos que contienen cloruros o
productos ácidos y que se emplean sin
las medidas básicas de precaución.
En el ámbito industrial, los cloruros
se encuentran en la sal gorda que se
utiliza para cocinar. Cuando ésta se
usa en ollas con agua en ebullición, se
pueden formar picaduras de corrosión.
También pueden causar corrosión los
alimentos ácidos con un pH inferior a
7, como el vinagre o la lima.
En el caso concreto de los útiles de
cobre, para evitar la corrosión, es muy
importante usarlos con utensilios de
madera o plástico, en lugar de cucharas
de metal que puedan rayar el cobre. Si
esto sucede, se forman áreas oscuras
que causan puntos calientes donde los
alimentos pueden pegarse o quemarse.
Tampoco deben utilizarse trapos o esponjas abrasivos para limpiarlos, sino
paños suaves que no rayen la superficie. No es recomendable poner los
utensilios de cobre en el lavavajillas,
ya que este electrodoméstico puede
acelerar la oxidación del material.
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Otros materiales
• Plata. Es menos común, aunque
también se ha utilizado para
hacer cubiertos. El principal
problema es el óxido producido
por el oxígeno, sulfuros o algunos
ácidos a causa de un almacenamiento prolongado. Es recomendable no lavar estos cubiertos en
el lavavajillas porque se deteriora
la película protectora del metal.
Es preferible un lavado a mano y
conservarlos en un lugar seco y
protegido de la luz.
• Metales. Algunas ollas de hierro
tienen la capacidad de mantener
el calor durante mucho tiempo,
pero tienen el inconveniente de
que son muy pesadas y se oxidan
si no se secan bien después de
lavar. Algunos cuchillos pueden
fabricarse con titanio, un material
que tampoco se oxida ni reacciona con los alimentos.
• Silicona. Algunos cubiertos
pueden ser de silicona, un polímero sintético procedente del
sílice de arena. Este material no
retiene olores, es antiadherente
y flexible y resistente a temperaturas extremas, tanto frías como
calientes.
• Madera. Con este material, se
fabrican sobre todo cucharas,
pero debe tenerse en cuenta
que es de naturaleza porosa, lo
que hace que pueda acumular
restos de alimentos y humedad
y convertirse, por tanto, en un
buen lugar para que crezcan
microbios.
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