“El interno está en tercer grado de tratamiento penitenciario y

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“El interno está en tercer grado de tratamiento penitenciario y sometido a través
de la Institución Proyecto Hombre a un programa de deshabituación que se encuentra en
su última fase y se sigue con éxito considerándose su evolución como muy favorable.
Tiene trabajo y ese trabajo puede exigir un breve desplazamiento a Portugal, sin el cual
desplazamiento, su actividad laboral puede verse seriamente comprometida.
El Centro "Victoria Kent" y el Centro "Proyecto Hombre" son favorables a que
se autoricen los desplazamientos sí bien; el primero, entiende que no puede resolver
sobre su petición, de conformidad con el principio de territorialidad en el cumplimiento
de las penas.
El principio de territorialidad conlleva la aplicación de las leyes penales a todos
los que se encuentran en territorio nacional pero no exactamente que las penas hayan de
cumplirse en territorio español, y en todo caso, si lo establece como principio admite
muy plurales excepciones. Desde la sustitución de la pena o parte de ella por la
expulsión del territorio (art. 89 del C. Penal) hasta las derivadas de Convenios
Internacionales como el de Estrasburgo sobre traslado de personas condenadas de 21 de
marzo de 1.983 ratificado por España el 11 de marzo de 1.985. Es en cualquier caso, un
principio que ha de conjugarse con el de reinserción de los internos que orienta nuestra
legislación penitenciaria (art. 25 de la C.E. y 1-1 de la L.O.G.P).
Esa reinserción pasa por la preparación para la vida en libertad de la que los
permisos penitenciarios son instrumento principal (art. 47 de la ley y 156 y siguientes
del reglamento penitenciario) sin que en ninguna de las normas citadas se establezca
como obligatorio el disfrute del permiso en territorio nacional. Más aún, si el interno
depende del Centro de Inserción Social que como principio de funcionamiento tiene
establecido el de confianza -(art. 164.1 del reglamento)- Y como principios rectores de
su actividad los de integración (facilitando la participación plena del interno en la vida
social y laboral) y coordinación (con uso de los recursos sociales externos en materia de
acción formativa y trabajo) - Art. 164-2- sin que a ello obste conforme al art. 182 del
reglamento el hecho de que el cumplimiento de la pena se lleva a cabo en un centro no
penitenciario.
Así pues el hecho de que durante unas horas el penado permanezca en Portugal,
con obligación de reintegrarse al Centro en que se encuentra no puede considerarse una
quiebra del principio de territorialidad. Habida cuenta de que su tratamiento de
deshabituación es sumamente exitoso y su evolución muy favorable; tampoco cabe
entender que esa breve, estancia en el país vecino pueda considerarse un acto hostil o
descortés para dicho Estado en primer lugar, por la mínima transcendencia de los
hechos; en segundo lugar, porque la preparación para la libertad lo es para la libertad en
todos los órdenes y también para la libertad deambulatoria en un nuevo y más amplio
espacio común - el de la Unión Europa en el que rige el principio de libre circulación de
personas, en fin, porque la legislación penal portuguesa es modélica y en muchos
aspectos superior a la española y el grado de civismo y tolerancia de la sociedad
portuguesa ha sido desde siempre objeto de admiración. En todo caso cualquier
malentendido en este punto debiera evitarse mediante la solicitud de autorización de las
Autoridades portuguesas, si fuera necesaria.
Junto a la posibilidad de hacer uso de los permisos ordinarios que en tercer
grado pueden concederse por el propio Centro Directivo (art. 161-1 R. P.), existen otras
como el adelantamiento de la libertad condicional o de la solicitud de indulto conforme
al art. 202 del Reglamento Penitenciario - si se cumplen las condiciones para ello - lo
que dado el escueto informe del Centro Victoria Kent este Tribunal ignora, y la
posibilidad de que el Tribunal sentenciador suspenda el cumplimiento del resto de la
pena conforme al art. 99 del C. Penal, si se cumplan las condiciones para hacerlo, lo que
tampoco conoce este Tribunal, pues en estos casos el interno dejaría de serlo y su
problema desaparecería. “AUTO 802/98 26.6.98
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