recordatorio de semiología Desprendimiento de vítreo posterior y de retina Lorenzo López Guajardoa y Miguel A. Teus Guezalab Sección Retina. Servicio de Oftalmología. Hospital Universitario Príncipe de Asturias. Alcalá de Henares. Madrid. España. b Servicio de Oftalmología. Hospital Universitario Príncipe de Asturias. Alcalá de Henares. Madrid. España. a El desprendimiento de vítreo es un fenómeno normalmente benigno que en raras ocasiones asocia una lesión en la retina (desgarro retiniano). Este desgarro puede evolucionar a un desprendimiento de retina, por lo que todo paciente con desprendimiento de vítreo agudo debe ser explorado por el oftalmólogo. Puntos clave • Lospacientesmiopes,operadosdecatarata,con presencia de lesiones degenerativas en retina periférica o historia familiar de desprendimiento de retina son más propensos a éste. • Lospacientesdebensercitadospreferentemente (< 24 h) en la consulta de oftalmología si presentan: - Aparición o aumento reciente brusco de moscas volantes (miodesopsias). - Aparición de relámpagos (fotopsias). - Aparición en campo visual de sombra que, desde la periferia del campo visual, aumenta progresivamente hacia el centro. • Eltratamientoprofilácticodeldesprendimiento de retina puede evitar la necesidad de cirugía enmuchospacientes.Laremisióntemprana es fundamental para evitar la progresión a desprendimiento. Semiología del desprendimiento de vítreo E l desprendimiento de vítreo posterior (DVP) es un “proceso degenerativo” caracterizado por la condensación de las fibrillas del gel vítreo y su licuación, y da lugar a una serie de cavitaciones en el interior del citado gel, llegando finalmente a separarse de la retina, a excepción de su unión por su base a ésta. En el ojo del joven, el humor vítreo es un cuerpo homogéneo en estado de gel (fig. 1). Con el tiempo, o bien producto de factores como inflamaciones, traumatismos, cirugías intraoculares (catarata) o enfermedades propias del ojo, asociados a la patología del vítreo, como la alta miopía, entre otras, el ojo sufre un fenómeno de licuefacción y contracción (sinéresis), con pérdida de su estructura normal, que llevará en definitiva a su colapso y separación de la retina. Una fase inicial y previa de todo este proceso, es la degeneración fibrilar del Figura 1 Anatomía del ojo Humor acuoso Córnea Pupila Mácula Iris Cristalino Humor vítreo Conjuntiva Nervio óptico Arteria y vena central de la retina Retina octubre 2010 | www.jano.es 118 08-semi0073Desprend.indd 118 8/10/10 14:36:39 recordatorio de semiología Desprendimiento de vítreo posterior y de retina L. López Guajardo y M.A. Teus Guezala vítreo en que las fibrillas colágenas que lo conforman se agrupan formando especies de bandas visibles por el paciente y descritas como “pelos”, “pelusas”, “puntos” o “telas de araña” que flotan en el campo visual (fenómenos entópticos-entopsia). Al colapsar el vítreo en el interior del ojo, se produce una separación entre su capa delimitante, llamada hialoides posterior, y la retina (fig. 2). La separación del vítreo en el nervio óptico generalmente arranca un anillo de células gliales que se encontraban adheridas en el borde, y comienzan entonces a flotar frente a la retina. Esto es percibido por el paciente como la aparición brusca de una mancha oscura, de diversas formas, que flota frente a su campo visual (entopsia), generalmente distinta y más grande que las percibidas en la degeneración fibrilar. En aquellas personas que sobrepasan los 65 años de edad este tipo de degeneración del gel vítreo es la regla; tiene una frecuencia del 60% a esta edad y aumenta al 100% conforme lo hace la edad del sujeto y, en ocasiones, es un proceso lento que puede durar años. No obstante, en los miopes el DVP aparece a una edad más temprana, relacionado con el grado de miopía que presenten. Además, este proceso puede estar favorecido por la presencia de inflamaciones, traumatismos y cirugías intraoculares. La clínica que presentan los pacientes consiste en la aparición en el campo visual de un modo brusco de “moscas volantes” (miodesopsias), que preocupa al paciente teniendo que consultar de urgencia a menudo. El modo en que el paciente visualiza la mosca volante varía de unos a otros, percibiéndolas como unas líneas, una maraña, círculos, etc., que se desplaza con los movimientos de los ojos en diferentes direcciones y Colapso del vítreo en el interior del ojo que produce una separación entre su capa delimitante, hialoides posterior, y la retina Figura 2 Flotadores desaparece en ocasiones si el DVP no entra en contacto con el eje de visión. Estos escotomas se diferencian de aquellos producidos por alteraciones en la vía óptica o en la retina, en los que se desplazan con exactitud todos los movimientos oculares. Por sí mismo, el DVP no produce en el paciente nada más que la molestia de percibir en su campo de visión una opacidad que, aunque al principio es bastante molesta, con el tiempo se llega a atenuar, sin llegar a desaparecer. La importancia del DVP radica en 2 circunstancias fundamentales. La primera es la elevada frecuencia con que esta afección se presenta en la población general, y por ello la alta tasa de consultas que conlleva. La segunda es la posibilidad de que la propia condensación del gel pueda precipitar un desgarro (rotura) en la retina si se presenta alguna tracción vitreorretiniana anormal. Por ello, un examen del fondo de ojo bajo dilatación farmacológica es esencial para descartar estas uniones y la consecuente enfermedad retiniana, tranquilizando al enfermo, recomendando la vigilancia domiciliaria, alertándole de los síntomas que pueden preceder a un desprendimiento de retina (DR) y, si hubiese empeoramiento, acudir a urgencias de oftalmología. El síntoma fundamental que debe alertar al paciente de una posible complicación del DVP es la aparición súbita de “destellos” o “fogonazos” (fotopsias) que puede traducir la existencia de alguna tracción vitreorretiniana que puede conllevar un desgarro o agujero retiniano por donde pueda migrar el vítreo líquido, disecando la retina sensorial en su unión con el epitelio pigmentario y provocando un DR. Semiología del desprendimiento de retina El DR es un cuadro producido por acumulación de líquido bajo la retina. Dicho líquido se ubica entre la retina neurosensorial y el epitelio pigmentario retiniano, generándose así un espacio real, de uno previamente virtual (fig. 3). El DR puede ser producido por múltiples factores que incluyen: enfermedades vasculares, metabólicas, congénitas, y trauma, entre otros. Dependiendo de la causa originaria, los desprendimientos de retina se dividen en distintos tipos. Esto no sólo es importante para reconocer su etiología, sino también por su influencia sobre las decisiones terapéuticas. Se pueden distinguir los tipos de desprendimiento de retina que se describen a continuación. Desprendimiento de retina regmatógeno Del griego rhegma, que significa fisura, rotura, corresponden a aquellos desprendimientos de retina producidos por una rotura del epitelio neurosensorial de la retina, y son el tipo más frecuente de desprendimiento. Sus síntomas son la pérdida de agudeza visual y/o campo visual. El examen mostrará la retina desprendida, www.jano.es | octubre 2010 119 08-semi0073Desprend.indd 119 8/10/10 14:36:40 recordatorio de semiología Desprendimiento de vítreo posterior y de retina L. López Guajardo y M.A. Teus Guezala con un aspecto convexo, identificándose la(s) rotura(s) de la retina causal(es) (fig. 4). Raramente, el tamaño de las rupturas o la mala visibilidad puede hacer difícil su identificación, pero es posible visualizarlas en aproximadamente un 97% de los casos. Desprendimiento de retina de tipo exudativo o seroso Son generados por otra enfermedad ocular primaria, que produce exudación de líquido, alojándose éste en el espacio subretiniano. El síntoma cardinal es la pérdida variable de agudeza visual. Se produce una elevación convexa de la retina, con líquido subretiniano característicamente móvil. No se observan roturas retinianas responsables del DR. El examen casi siempre permite identificar la causa responsable de la exudación. Existen diversas etiologías que pueden generar este tipo de DR: causas inflamatorias, neoplásicas, anomalías congénitas y cuadros específicos, como el síndrome de efusión uveal, entre otros. Su tratamiento es el de la enfermedad de base. Desprendimiento de retina de origen traccional Son generados por la existencia de una tracción anormal en la interfase entre el vítreo y la retina, que produce que esta última se despegue. Característicamente, las enfermedades retinianas vasculares proliferativas, como la diabetes y retinopatía del prematuro producen este tipo de DR. Sus síntomas son también la disminución de agudeza visual y pérdida de campo visual. Debe destacarse que, como en otros tipos de DR, pueden ser asintomáticos si no se compromete la región macular. El examen clíni- co revela un DR en que, debido a la tracción causal, la retina adopta una disposición cóncava y poco móvil, a modo de tienda de campaña. Su tratamiento es quirúrgico y se basa en la disección de la tracción vitreorretiniana causal. Para ello es necesaria la vitrectomía vía pars plana. Su indicación y oportunidad de tratamiento depende de la patología causal y del grado de afectación macular. Desprendimiento de retina de mecanismo combinado traccional-regmatógeno Corresponde al mecanismo traccional anterior, pero al que se le ha agregado una rotura en la retina. Su tratamiento es siempre quirúrgico. Para entender la fisiopatología del DR regmatógeno es necesario entender el fenómeno del DVP. Éste es el factor más importante en la génesis de los desgarros en la retina que producirán un DR. El DVP es una condición muy frecuente, en el ojo senil, dentro del fenómeno normal de envejecimiento de los órganos como se mencionó previamente. La importancia del DVP en la génesis del DR radica en que, al irse separando ambas capas, se puede producir una tracción excesiva en zonas donde ambas se encuentren adheridas firmemente (algunos autores las denominan adherencias patológicas), y por ello, se produce un desgarro retiniano, a través del cual el gel vítreo líquido podrá introducirse hacia el espacio bajo la retina, ocasionando un desprendimiento de ella. La tracción del vítreo sobre la retina es percibida por el paciente como la visión de luces fugaces en su campo visual, llamadas fotopsias. Figura 4 Figura 3 Fondo de ojo con desprendimiento de retina Acumulación de líquido bajo la retina que genera un espacio real de uno previamente virtual La imagen del desprendimiento retiniano es de una capa “elevada” de tejido retiniano, con pliegues. En este caso quedó indemne la fóvea, de modo que la agudeza visual fue normal, pero el desprendimiento en la mitad superior produjo un escotoma inferior. octubre 2010 | www.jano.es 120 08-semi0073Desprend.indd 120 8/10/10 14:36:42 recordatorio de semiología Desprendimiento de vítreo posterior y de retina L. López Guajardo y M.A. Teus Guezala El comienzo brusco de miodesopsias y fotopsias, en un paciente, debe hacer pensar en la posibilidad de un DVP agudo y, por lo tanto, es de suma importancia que éste sea sometido a un examen oftalmológico completo como ya mencionamos, en búsqueda de roturas en la retina, que pudiesen producir un desprendimiento de la retina. Un DVP agudo, sintomático, se asocia a desgarros en la retina en aproximadamente del 12 al 13%, pero cuando se asocia además un hemovítreo (sangre en vítreo), dicho porcentaje aumenta a alrededor del 75%. El hallazgo de un desgarro en las condiciones anteriores hace necesario su tratamiento para sellar sus bordes, idealmente mediante fotocoagulación con láser (tratamiento profiláctico del DR), y así impedir su progresión hacia un DR. Cuando no existen desgarros en la evaluación inicial, la posibilidad de que ocurran en un tiempo posterior es muy baja, y el paciente requerirá sólo una adecuada explicación de su enfermedad y revaluación de la retina bajo dilatación pupilar, cuando el fenómeno de separación del vítreo se haya completado en unas semanas o ante la aparición de nuevos síntomas. Se suele recomendar en este período la suspensión de actividades físicas bruscas. En caso de progresión a DR, el tratamiento requiere la recolocación de la retina en su posición original, bien mediante la inyección de una burbuja de gas intraocular (retinopexia neumática), bien en quirófano mediante una aproximación externa al globo fijando explantes que indentan la pared ocular o mediante una aproximación interna (vitrectomía). J BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA Banker AS, Freeman WR. Retinal detachment. Ophthalmol Clin North Am. 2001;14:695-704. Charles S. Vitreous microsurgery. 4th ed. Baltimore: Williams and Wilkins; 2006. Hikichi T. 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