Paraná, documento 24 de marzo 2015. Multisectorial de Derechos Humanos. Los procesos sociales no se detienen ni con el crimen ni con la fuerza, como dijera Salvador Allende. Por eso hoy estamos aquí a 39 años del golpe cívico-militar, bajo las banderas de Memoria, Verdad y Justicia. Con la clara convicción de que el proceso social que se vivió en los ’70 estuvo marcado a fuego por la resistencia de los compañeros militantes ante las corporaciones que instauraron un país para pocos, que generaron la exclusión por décadas de gran parte del pueblo argentino, en donde los intereses económicos de esas corporaciones primaron por sobre los intereses del pueblo. Los compañeros, detenidos y desaparecidos, que comprometieron su vida a las transformaciones sociales de manera organizada bajo las premisas de justicia social y de una patria soberana a través de su militancia, lucharon para revertir las realidades injustas. Hoy es momento de reivindicar sus banderas y no retroceder ni en las conquistas sociales ni en el juicio y castigo a los genocidas. A 39 años del golpe, a más de 30 años de democracia y del juicio a las juntas militares, y a 11 años de la reapertura de las causas de lesa humanidad, Entre Ríos tiene apenas dos sentencias por estos crímenes: Causa Harguindeguy y Hospital Militar. La Causa Área Paraná, iniciada con el retorno de la democracia y reabierta en el año 2004, aún no tiene sentencia. Pueden decirnos que se debe a que la misma está bajo un proceso vetusto, con excesivos formalismos como es el Código de Procedimientos en Materia Penal promulgado en 1889. Pero sabemos que gran parte de este retardo de justicia se debe a la responsabilidad del mismo Poder Judicial, que ha aceptado chicanas dilatorias de los imputados generando así una causa que lleva re-abierta más de una década. Tampoco vemos avances en la causa en la que se investiga la apropiación del Melli, el hijo de los militantes desaparecidos Raquel Negro y Tulio Valenzuela, nacido en la maternidad clandestina del Hospital Militar de Paraná. No hay avances aun cuando las querellas particulares son las que motorizan esta causa, solicitando distintas medidas de instrucción que demoran meses en resolverse. Sabemos todos que Sabrina y su hermano pasaron por el Instituto Privado de Pediatría antes de ser dados en adopción o apropiados bajo otros nombres y negando su identidad; sin embargo, no hubo investigación activa que busque endilgar la responsabilidad de quienes participaron o pergeñaron ese delito. Por eso exigimos que el juez Leandro Ríos avance en la investigación e impute, conforme los solicitaron las querellas y la Fiscalia, al Médico Miguel Alberto Torrealday, cuya declaración indagatoria será este próximo 27 de marzo, dictando su consecuente prisión preventiva. Dejar pasar el tiempo es una conducta judicial que garantiza la impunidad de los responsables: numerosos imputados y sospechosos se mueren sin ser juzgados – lo que llamamos impunidad biologica-. Pero también nos han dejado víctimas, testigos y familiares de desaparecidos sin asistir a la reparación que corresponde ejercer a las autoridades del Poder Judicial. También consideramos que la policía de la provincia aún no ha sido investigada debidamente, aún no hay investigaciones serias ni sistemáticas sobre la participación de sus funcionarios en las patotas que secuestraron, torturaron y desaparecieron a nuestros compañeros. Hay apenas 3 policías imputados por estos delitos, uno de ellos Carlos Horacio Zapata, “Zapatita”, se murió sin condena gozando de su arresto domiciliario. Otro, Carlos Carvallo, se encuentra prófugo. Nos preocupa seriamente la inacción de la Justicia entrerriana en el caso del intento de amedrentamiento a la abogada querellante en la causa Área Paraná, la compañera Florencia Amore. Exigimos el inmediato esclarecimiento del robo ocurrido en su casa días después de que pidiera la imputación de un ex policía federal por falso testimonio y la identificación de los responsables materiales e intelectuales del hecho. Tampoco olvidamos que todavía no sabemos dónde está Jorge Julio López ni qué paso con él. Y seguimos reclamando justicia por la compañera Silvia Suppo. En el orden nacional, nos preocupan los retrocesos en la investigación de la complicidad de los civiles en el genocidio. Empresarios, medios de comunicación y, como es ejemplo Entre Ríos, profesionales de la salud han sido beneficiados por la Justicia. La complacencia con Blaquier, Massot, Magnetto, Herrera de Noble o Mitre es una muestra perversa de este accionar de la corporación judicial. En la misma línea, a 32 años de la guerra del Atlántico Sur debemos alertar sobre el avance de la impunidad. La decisión de la Corte Suprema de Justicia de no investigar las denuncias sobre crímenes de lesa humanidad cometidos por la oficialidad durante el conflicto, es un ejemplo más de la connivencia entre las cúpulas judiciales y los intereses más nefastos de la derecha argentina. Exigimos se vuelva atrás con esta disposición y escoltamos la presentación de los ex combatientes ante la Comisión Interamericana de DDHH reclamando Justicia. En igual sentido reafirmamos el reclamo de soberanía sobre las Islas Malvinas e Islas del Atlántico Sur. Pese a este panorama, que parece ir a contrapelo de las conquistas de una década de Juicio y Castigo, seguimos avanzando. La lucha que iniciaron las madres y las abuelas y las organizaciones de derechos humanos sigue dando sus frutos. El año pasado asistimos a un estado de felicidad colectiva cuando la abuela de Plaza de Mayo Estela de Carlotto se reencontró por fin con su nieto Ignacio Montoya Carlotto. También nos reencontramos con Jorge Castro Rubel y Ana Libertad Baratti De la Cuadra. Y en nuestra provincia, recibimos los restos restituidos de los compañeros desaparecidos Eduardo Mencho Germano y Adela Savoy, que ahora tienen un lugar con su nombre donde descansar, en su tierra. Por otro lado, manifestamos la necesidad de avanzar en el desmantelamiento de las estructuras y prácticas represivas que siguen vigentes en democracia y en la eliminación de la violencia institucional, por eso no acordamos con el llamado Proyecto X y saludamos las eliminación de la ex SIDE. Entre Ríos debe reformar su Ley de Contravenciones la cual data del año 1952, claramente inconstitucional, que otorga poder sancionatorio a la Policía, desterrar los abusos policiales sobre nuestros jóvenes y excluidos, implementar el Mecanismo de Prevención de la Tortura. En este marco también exigimos a la justicia provincial que fije fecha para el juicio oral por las torturas perpetradas por nueve miembros de la policía de Entre Ríos a adolescentes en Rosario del Tala en el año 2012. También nos preocupa la sanción y aplicación de la ley de narcomenudeo, ya que entendemos que no combate el narcotráfico sino que nuevamente criminaliza y persigue a los pibes pobres de nuestros barriadas que son victimas de este flagelo. Repudiamos la represión llevada adelante por la Policía de Entre Ríos a través del Grupo GIA (Guardia de Infantería Adiestrada) en diciembre pasado, en el intento de desalojo a una familia de nuestra ciudad por orden del Juez Juan Carlos Coglionesse, en la cual resultaron heridos varios menores, vecinos, militantes y parte de la familia que vive en ese predio de la calle Churruarin desde hace más de 30 años y el procesamiento del compañero Gómez Tatau por resistir junto a la familia con otros compañeros; como así también rechazamos y repudiamos la represión de Gendarmeria Nacional contra los activistas ambientales –de la asamblea contra el Fracking- y su posterior procesamiento resuelto por el juez federal de Concepción del Uruguay, Pablo Seró, el mismo que se negó a imputar al genocida José Darío Mazzaferri por el secuestro del compañero desaparecido Julio Solaga. En la misma línea seguimos exigiendo el sobreseimiento y cierre definitivo de la causa contra los Asambleístas Ambientales de Gualeguaychú cuyo debate oral está fijado para mayo y decimos: “Ni un procesado por luchar”. En otro orden hoy vemos como a las mujeres se las siguen llevando las redes de trata, los femicidios, los abortos clandestinos. Por ello exigimos la efectiva ejecución de la ley de Educación Sexual Integral; la derogación del Protocolo de Aborto No Punible de Entre Ríos por ser violatorio del fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación; el impulso del debate en el Congreso de la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo; la declaración de emergencia por violencia contra las mujeres. La consigna “Democracia o Corporaciones” nos interpela a todos en este nuevo aniversario del golpe. En estos momentos en donde el proyecto de la Patria Grande se ve amenazado de diversas formas, ya no con los golpes convencionales que padecimos durante gran parte de la historia en nuestra región sino con golpes más sutiles, que pasan más desapercibidos, más “blandos”. Venezuela, Ecuador, Brasil son ejemplo de esto y por supuesto en nuestra patria, Argentina, en donde las grandes corporaciones económicas y mediáticas, y ahora la corporación del Poder Judicial, han iniciado una embestida contra este gobierno, contra este proyecto de país que enarbola las banderas de la soberanía e independencia política y económica. Nos pronunciamos en contra del reciente ataque y ofensiva norteamericana contra la soberana hermana República Bolivariana de Venezuela y afimamos que no es únicamente una ofensiva contra el pueblo venezolano sino contra nuestramerica toda. Por eso llamamos a más unidad, a más Patria Grande. El Poder Judicial, como parte de los tres poderes del Estado, comienza a dar la cara y la batalla respaldado con claros intereses de los poderes fácticos que siempre han bregado por un país para pocos en donde sus privilegios se mantengan. Los funcionarios del Poder Judicial son los únicos del Estado que no se someten a elecciones populares, y que mantienen privilegios no sólo impositivos sino también simbólicos que rozan términos monárquicos y arcaicos. Lejos de aceptar la democratización de la justicia, un sector de este poder se abroquela en un intento por convertirse en fuerza opositora en defensa de estos intereses. Mientras tanto, las víctimas y familiares siguen esperando por Justicia. Los atentados terroristas a la AMIA y la Embajada de Israel son dos heridas abiertas que no cicatrizarán con funcionarios judiciales embarcados en conspiraciones y encubrimientos, asociados a servicios de inteligencia que es necesario continuar reformulando para que, efectivamente, estén al servicio de la Nación. Al igual que en años anteriores, reafirmamos que jamás aceptaremos que un represor ocupe un cargo público, por eso exigimos que se avance en la investigación, sin privilegios ni dilaciones, del rol que le cupo al Jefe del Ejército, Cesar Milani, durante el terrorismo de Estado. Al igual que hace un año, reclamamos mayor compromiso de la jerarquía de Iglesia católica y la apertura total y publicidad de los archivos del Vaticano relacionados con delitos de lesa humanidad. Reafirmamos que la dictadura fue cívico-militar-clerical y que las autoridades eclesiásticas desempeñaron un rol activo en el terrorismo de Estado. Un ejemplo claro de esto fue la complicidad del entonces arzobispo de Paraná y Vicario Castrense Adolfo Servando Tortolo En cambio, también hubo religiosos comprometidos con las luchas sociales y que engrosan las listas de desaparecidos, como los entrerrianos Jorge Adur y Nelio Rougier. Compañeros, la lucha de los históricos organismos, iniciada cuando el país estaba en manos de los genocidas, exigiendo en su propia cara por la aparición de los desaparecidos, ha hecho de Argentina un ejemplo universal en la defensa de los derechos humanos. No bajamos esas banderas. Denunciamos todo atropello a la dignidad humana. Nos solidarizamos con las víctimas de Ayotzinapa. Celebramos la condena a 12 años de prisión a los policías entrerrianos: Zárate, Salvador y López por el secuestro de Elías Gorosito y exigimos justicia por la desaparación de Elías, Martín Basualdo y Héctor Gómez y por los homicidios de Romina Iturain, Eloísa Paniagua y José Daniel Rodríguez. Llamamos a los argentinos a defender y profundizar las conquistas sociales de estos últimos años, las cuales hoy se ven amenazadas por los operadores políticos de las corporaciones, no podemos dejar de mencionar la importancia que han tenido para el bienestar del pueblo políticas como las paritarias, el crecimiento del empleo formal y registrado, la asignación universal, la moratoria jubilatoria y cientos de medidas tendientes a inclinar la puja distributiva a favor de los humildes. Por eso sobre lo conquistado debemos avanzar hacia lo que falta, como la aplicación efectiva de la ley de tierras, la derogación de la ley de Entidades Financieras y su reemplazo por una nueva regulación concebida desde el interés público y que promueva el desarrollo económico y social, debemos insistir en la democratización del Poder Judicial, es necesario avanzar en la inclusión del trabajador no formal entre otras tareas pendientes. Instamos a sostener el juicio y castigo a los genocidas, reivindicando la decisión política de Néstor Kirchner de tomar a los derechos humanos como política de estado. Exigimos y DEFENDEREMOS la continuidad de esta política. Democracia o Corporaciones es Memoria, Verdad y Justicia o Impunidad, sabemos dónde estamos y a donde no permitiremos volver. Convocamos al pueblo argentino a defender, hoy más que nunca la lucha por Memoria, Verdad y Justicia de Clara Fink, Amanda Mayor, Carmen Germano, María Antonia Lobariña, Pepita Goyeneche, María Cristina Portillo de Erbetta, Isabel Basualdo, Sara Sarmiento de Osuna, Benjamina Sosa que nos dejó el año pasado, y todas las madres, padres, hijos y familiares de los detenidos-desaparecidos. Hagamos que su lucha no haya sido en vano. Ni un paso atrás. NO PASARAN!!! 30.000 compañeros detenidos y desaparecidos. PRESENTES!