Escuela del Espíritu # 35 LA MANIFESTACIÓN DE LOS HIJOS DE

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Escuela del Espíritu # 35
LA MANIFESTACIÓN DE LOS HIJOS DE DIOS
Romanos 8:14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de
Dios.
Romanos 8:15 Y ustedes no recibieron un espíritu que de nuevo los esclavice al
miedo, sino el Espíritu que los adopta como hijos y les permite clamar: "¡Abba!
¡Padre!"
Romanos 8:16 El Espíritu mismo le asegura a nuestro espíritu que somos hijos de
Dios.
Romanos 8:19 La creación aguarda con ansiedad la revelación de los hijos de Dios.
Definitivamente debemos de aceptar que este nuevo pacto del Espíritu es superior al
antiguo, tiene:
Un mejor sacerdote, el anterior era un hombre difícil de alcanzar la Santidad de
Cristo.
Una mejor ofrenda, un mejor sacrificio. Ya no es un cordero sin mancha sino el
Señor mismo, el hijo de Dios sin mancha.
Tenemos excelentes beneficios que no tuvo antes la humanidad, tenemos su hijo, su
naturaleza, el Espíritu de Dios.
Lo más grandioso de este pacto es que ahora podemos tener una mejor relación con
Dios que en la antigüedad, en el antiguo testamento, se habla muy poco de Dios
como nuestro Padre Celestial, porque no había nadie que podía marcar ese
camino, solo el hijo podía hacer esto, nadie en el antiguo testamento está a la
altura de nuestro Señor, y nadie habrá más alto que El.
¿Por qué sólo Jesús?
Porque nadie conoce al Padre sino el hijo dice la escritura, y El es el hijo de Dios.
El no sólo vino para darnos salvación sino para conocer al Padre, la Biblia dice
que está es la vida eterna, que te conozcan a ti el púnico Dios verdadero, la
palabra conocer habla de una relación íntima, no solo de una relación superficial.
Para que Dios se nos revele a nosotros, que pase de ser un conocimiento de un ser
superior, a una relación más íntima, a conocerlo.
El propósito del Señor era que participemos de esa relación que El tiene con el
Padre.
Juan 14:15 "Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos.
Juan 14:16 Y yo le pediré al Padre, y él les dará otro Consolador para que los
acompañe siempre:
Juan 14:17 el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede aceptar porque no lo
ve ni lo conoce. Pero ustedes sí lo conocen, porque vive con ustedes y estará en
ustedes.
Juan 14:20 En aquel día ustedes se darán cuenta de que yo estoy en mi Padre, y que
ustedes están en mí, y yo en ustedes.
Bueno estos versos comienzan con algo que predicamos el domingo, la necesidad de
obedecer los mandamientos, la ley, esta es una demostración de que amamos al Señor,
fácil es decir yo te amo en medio de la alabanza, en medio de la emoción, pero la
demostración de que lo amamos es que obedecemos sus mandamientos, la gracia no nos
exime de obedecer la leyPero siguiendo con el tema de hoy, luego el Señor hace una oferta ¡tremenda! Voy a
pedirle al Padre, para que les de otro consolador, yo ya no estaré, entonces necesitarán
otro. ¿Cuál? El Espíritu Santo, que sólo lo pueden tener los discípulos del Señor, los que
obedecen sus mandamientos, esto demuestra que lo tienen. Dice: Vive en ustedes, estará
con ustedes.
Y luego la declaración tremenda de gloria, ustedes se darán cuenta que Yo estoy con mi
Padre, que ustedes estarán en mí, y yo en ustedes. Es una fundición del hijo, del Padre, de
nosotros del Espíritu Santo.
Y está era su oración para la iglesia:
Juan 17:21 para que todos sean uno. Padre, así como tú estás en mí y yo en ti,
permite que ellos también estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me
has enviado.
Este era el deseo de quien dio la vida por nosotros, que seamos uno como El era uno
con su Padre, y esto sólo se puede hacer por el Espíritu, ninguna obra humana
puede causar esto, solo el Espíritu de Dios.
Por eso nuestro Señor Jesucristo estaba en el Padre desde la eternidad, era hijo
existió siempre, pero cuando vino a la tierra, quien lo engendró tenía que ser el
espíritu.
María su madre fue embarazada por el Espíritu Santo, según dice la palabra, por eso
El es el primer ser humano, engendrado por el Espíritu.
Pero tenía que resucitar porque Dios no es Dios de muertos sino de vivos, la
resurrección es clave en el reconocimiento de que El Señor era el hijo de Dios,
pues de acuerdo a la naturaleza de Adam, cuando el pecó, le vino la muerte y esta
era nuestra herencia, si El permanecía muerto, no era hijo, porque Dios no es
Dios de muertos.
Y así como El fue llamado el hijo de Dios, nosotros somos hijos de Dios, porque
también somos nacidos del Espíritu, y además por su resurrección.
Note que no es una expresión poética y cariñosa de Dios, sino que la biblia dice que
somos engendrados de Dios, o sea somos llamados hijos porque somos
engendrados de El.
Lo que quiero decirles es que es un privilegio tremendo que no podemos dejar de
reconocer, y vagar por el mundo como cualquiera. ¡¡Tenemos un privilegio!!
El tiene un trato especial con nosotros, a veces fuerte, pero especial, porqué no nos
va a dejar a la puerta de su Reino.
Filipenses 1:6 Estoy convencido de esto: el que comenzó tan buena obra en ustedes
la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús.
Parece de locos estar recalcando esto, pero eso es algo fundamental para caminar en
nuestra vida, no sólo tenemos el Espíritu santo sino que tenemos un espíritu
nuevo, el diablo no quiere que tengas esta revelación porque cuando llegas a este
entendimiento te vuelves poderoso, confiado, te levantas, no con orgullo sino con
confianza, tu autoestima se levanta y comienzas a ser un triunfador en El Señor.
Este es el principal ataque de santanás, a tu identidad, fue el principal ataque a
nuestro Señor siendo humano:
Mateo 4:3, 4:6
Y hasta lo último en la cruz: Mateo 27:40
Y Dios decía todo lo contrario:
Mateo 3:17, Marcos 9:7, Mateo 17:5
Juan decía lo mismo: Juan 1: 32-34
Tu relación con Dios no depende de lo que hagas, de lo que digas, y fallas, porque
esto te dice la religión, la religión te hace sentir desechado del Reino. Dios no te
da la espalda en el momento de prueba.
Esta es una clave de los que viven en el espíritu, saben que son hijos.
El verdadero hijo, nunca pierde seguridad de su Padre, esto fue lo que le pasó al hijo
pródigo.
Lucas 15:18
Hay misericordia y perdón en su corazón.
Claro frente a su santidad nos sentimos indignos, reverentes, humildes, no
arrogantes, pero nunca perdemos la seguridad de que somos hijos, que donde sea
que esté mi Padre me busca.
Por más perdido que estés, si eres nacido de Dios, regresarás.
1 Juan 5:4
El hijo ya no puede estar lejos del Padre.
Esto es lo que dice Dios Juan 10:27-29
Esta es nuestra seguridad no es presunción ni positivismo, nuestra seguridad no está
en nosotros, ni en nuestra fe, nuestra seguridad está en El creador de la fe, está en
Jesucristo y en su conquista. Nadie nos puede mover de esa esperanza gloriosa.
Eso dice Romanos 8: 38-39
Pablo pasaba muchas pruebas pero creía que Dios no lo iba a desamparar, el
Espíritu Santo le daba testimonio de que era hijo del Dios viviente.
2 Timoteo 2:19
Toda la biblia habla de esto, no deje que sus afecciones emocionales lo traicionen,
escuche lo que el Espíritu de Dios está hoy hablando.
Confíe en la fidelidad de Dios.
No estoy hablando de los cristianos en apariencia, porque podemos estar
equivocados entre nosotros, usted conmigo y yo con usted.
En la parábola del sembrador dice que la semilla calló en cuatro terrenos, el
problema no es la semilla, ella es poderosa y en todos los terrenos germinó, pero
sólo en uno dio fruto, en el corazón bueno y recto.
Lucas 8:15.
En los tres terrenos primeros, la palabra se recibió con gozo, pero no bastó porque
no había buena tierra, entonces se necesitan dos condiciones, buena semilla y
buena tierra, la semilla siempre es buena es la palabra de Dios, pero la tierra no
siempre es buena, esta es la que hace la diferencia..
Lucas pone un elemento más a esta parábola que se repite en los evangelios, la
palabra RETENER.
Lucas 8:15.
Mateo 13.23 dice OYE, ENTIENDE Y DA FRUTO, pero Lucas añade RETIENE.
¿Cuál es este terreno bueno? Los que han nacido de nuevo.
Este no es un asunto de que sientas o no sientas es un asunto del Espíritu, a veces
uno se pregunta ¿No siento que soy un hijo? ¿Seré hijo? no importa lo que
sientas o no sientas, es una seguridad que eres hijo.
El infierno no es para mí, es para el diablo y sus ángeles, El Reino es para mí, esta es
mi seguridad, ¿Me falta mucho todavía? si por supuesto pero esta seguridad no
me la quita nadie.
¿Nos da esto licencia para romper la ley? NO.
El que es espiritual, le da náuseas faltarle al Señor, hacer las cosas viejas.
Romanos 6.21
Bendiciones
Hugo Oberti
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