Discurso del Honorable Magistrado Procurador General de la

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DISCURSO
DEL
HONORABLE
MAGISTRADO
PROCURADOR GENERAL DE LA REPÚBLICA, DR.
RADHAMÉS JIMÉNEZ PEÑA CON MOTIVO DE LA
CONFERENCIA
MAGISTRAL
“EL
SISTEMA
ACUSATORIO: LA EXPERIENCIA COLOMBIANA”,
DICTADA POR EL FISCAL GENERAL DE COLOMBIA,
MARIO GERMÁN IGUARÁN ARANA.
Muy buenas noches,
Honorables miembros de la mesa de honor:
Para mí es un privilegio tener la oportunidad de dirigirme
a tan ilustre público en la noche de hoy, para darles la
bienvenida a esta actividad y presentarles a la destacada
personalidad que nos acompaña.
En esta ocasión, la Procuraduría General de la República
tiene el inmenso placer de asistir a un nuevo encuentro
donde ponemos de relieve las más significativas
experiencias en la región, en materia de modernización
del sistema de administración de justicia penal,
conociendo los avances logrados en uno de los países en
que mayor impacto ha alcanzado la implementación de la
reforma procesal penal.
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Para ello, tenemos el privilegio de contar con la
presencia del distinguido Fiscal General de la hermana
República de Colombia, don Mario Germán Iguarán
Arana, quien compartirá con todos nosotros algunos de
los principales temas sobre la reforma y la adopción del
sistema acusatorio, desde la particular perspectiva de la
experiencia colombiana.
A finales del pasado siglo XX la necesidad de reformar
el procedimiento penal de corte inquisitivo vigente en la
mayoría de los países latinoamericanos emergió como
una de las principales metas de todas las naciones de la
región. La confección de un Código Procesal Penal
Modelo para Iberoamérica, que sirvió de base y fuente de
inspiración a casi todos los países que han reformado su
legislación procesal en América, representó la propuesta
más contundente y definitiva de la región para abolir el
sistema inquisitivo que hasta la década de los ochenta
había imperado en la mayor parte de Latinoamérica.
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El acercamiento a un sistema acusatorio en sustitución
del antiguo modelo inquisitorial, partió de la idea de que
el proceso penal debía ser constitucionalizado, de tal
suerte que la legislación procesal penal garantizara los
principios y garantías fundamentales consagrados en la
Ley Sustantiva, incorporándose en la dinámica procesal
preceptos constitucionalmente establecidos.
De esta forma, principios tales como la presunción de
inocencia, la separación de funciones del juez y el fiscal
como garantía de la imparcialidad, la legalidad de la
prueba y el derecho de defensa aparecen consignados
expresamente en las nuevas normativas procesales.
En palabras del jurista César Barrientos, uno de los
principales impulsores de las reformas al sistema de
justicia penal en Centroamérica, “si queremos la paz y el
progreso, vivir con seguridad y justicia, necesitamos
cumplir con los preceptos constitucionales lo cual
implica una forma de enjuiciar contraria o distinta a la
inquisitiva, éste es el modelo acusatorio”.
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Con la incorporación de legislaciones procesales
influenciadas por el sistema acusatorio, hemos logrado
en todo el hemisferio rotundos cambios que ponen en
evidencia el éxito de este modelo procesal. La tutela de
los derechos de las víctimas y las garantías del imputado,
la oralidad, publicidad y contradictoriedad como
presupuestos formales del proceso, los principios
relativos a la legalidad y valoración de la prueba, así
como las diversas respuestas alternativas a la solución
del conflicto penal, son sólo algunas de las más
importantes conquistas alcanzadas con la adopción de
sistemas acusatorios.
En definitiva, la naturaleza del sistema acusatorio ha
permitido dar una respuesta más efectiva a los problemas
sociales en el contexto de una sociedad democrática.
El movimiento de reforma de la legislación procesal
penal que ha vivido Latinoamérica, representa un logro
en sí mismo y un avance significativo que pretende
buscar soluciones eficaces a los principales problemas
que afectan a nuestra sociedad. Responde a una de las
demandas y aspiraciones históricas más importantes de
nuestros pueblos, razón por la cual todo el proceso se
inscribe en el marco de las conquistas democráticas.
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Hemos logrado, por un lado, que la Constitución política
alcance mayor vigencia en nuestras sociedades y, de otra
parte, despertarnos del letargo histórico que había
impedido que las corrientes modernas del derecho se
implantaran en nuestras tradiciones jurídicas.
La experiencia colombiana constituye un ejemplo
inestimable de este proceso. Es por este motivo que la
disertación de nuestro invitado y amigo, don Mario
Germán Iguarán Arana, nos dará una idea más amplia de
lo que ha sido la transformación del sistema procesal
penal en uno de los países donde la reforma ha tenido
mayores repercusiones.
Don Mario Iguarán, quien nos honra con su presencia,
ocupa actualmente el cargo de Fiscal General de
Colombia. Fue Conjuez de la Corte Constitucional y del
Tribunal Superior de Cundinamarca; Coordinador del
proyecto "Reformas en la Justicia" del Ministerio de la
República Federal de Alemania. Se desempeñó como
asesor jurídico en distintas entidades públicas, tales como
el Instituto de Seguros Sociales, la Cámara de
Representantes, la Gobernación de Cundinamarca y la
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Universidad Nacional de Colombia. Desde mayo de 2000
a marzo de 2001, fue Procurador Segundo Delegado
para la Contratación Estatal; ocupó el puesto de Director
de la Escuela Judicial "Rodrigo Lara Bonilla", desde
enero de 1998 a abril de 2000; se desempeñó también
como Director de la Unidad de Formación e Información
Judicial del Consejo Superior de la Judicatura (desde
octubre de 1997 a diciembre de 1997).
Asimismo, desde febrero de 1992 a septiembre de 1997,
ocupó el cargo de magistrado auxiliar de la Corte
Constitucional;
asesor
de
la
Comisión
Especial
Legislativa (desde agosto de 1991 a diciembre de 1991);
asesor de la Asamblea Nacional Constituyente de 1991
(desde abril a julio de 1991); asesor de la Presidencia de
la República, Plan Nacional de Rehabilitación (desde
enero a marzo de 1991); Juez de Instrucción Criminal
Permanente de Bogotá - Juez Penal del Circuito de
Leticia - Juez Penal Municipal de Girardot y Juez
Promiscuo Municipal de Quebradanegra (años 1984 y
1985).
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Abogado desde 1982 con una maestría en Derecho
Comparado en 1990; especialista en Alta Dirección del
Estado (1998) y especialista en Casación Penal (2003).
Entre sus
actividades
docentes, se
destacan
las
siguientes: miembro de la Asociación de Especialistas en
Alta Dirección del Estado; miembro del Instituto
Colombiano de Derecho Procesal; miembro de la
Comisión Iberoamericana de Derecho Penal; Secretario
de la Asociación de Constitucionalistas; participante en
la Comisión Andina de Juristas; profesor titular de la
Cátedra de "Instituciones Políticas y Constitucional
General" en Pregrado de la Universidad Externado de
Colombia ; profesor de "Organización Territorial y
Derecho Comparado" en la maestría de Gobierno
Municipal de la Universidad Externado de Colombia;
profesor de "Fundamentos Constitucionales de la
Contratación Estatal" en la especialización de Derecho
Público
de
la
Universidad
Libre;
profesor
de
"Mecanismos de Protección Constitucional" en la
especialización
de
Derecho
Administrativo
y
Constitucional de la Universidad Católica; ha sido
profesor invitado en varias ocasiones de la Universidad
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de Urbino (Italia); y profesor becario en la Universidad
de Valencia (España).
Entre otras investigaciones y escritos, se encuentran los
siguientes: “El Recurso Extraordinario de Casación y la
Acción de Tutela” (Universidad la Gran Colombia
2002); “La Constitucionalización de la Contratación
Estatal” (Universidad Externado de Colombia 2002);
“Constitución y Control Disciplinario” (Procuraduría
2001); “Formación Judicial y Reforma de la Justicia en
la Región Andina” (Memorias Comisión Andina de
Juristas 1998); Los Principios del Derecho Procesal
Alemán (Trabajo de Grado 1986).
En fin, damas y caballeros, que estamos frente a un
jurista consagrado, que ha sabido combinar su trayectoria
académica con la abnegada dedicación al servicio
público desde distintas posiciones. Don Mario Iguarán,
nuestro conferencista invitado, ha asumido, con el
dinamismo, compromiso y gallardía que lo caracterizan,
las gravísimas responsabilidades que pesan hoy día sobre
sus hombros como Fiscal General de la República de
Colombia.
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Hemos tenido la oportunidad de compartir con don
Mario en distintos foros internacionales y conocemos de
su extraordinaria capacidad para transmitir, a partir de la
sabiduría y el sentido práctico que sólo se adquieren con
la experiencia, las reflexiones necesarias en torno al
funcionamiento adecuado de nuestros sistemas de justicia
penal en un contexto tan complejo y demandante como el
que enfrentamos en el mundo actual. Por todo ello,
agradecemos la oportunidad que nos brinda el ilustre
Fiscal General de Colombia, a los dominicanos, y a su
comunidad jurídica en particular, de conocer de boca de
un protagonista de primera línea lo que ha significado la
experiencia de la puesta en marcha del sistema acusatorio
en su país. Sin más preámbulos, recibamos a Don Mario
Germán Iguarán Arana, Fiscal General de la República
de Colombia.
Muchas gracias.
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