ItlpimiBlMlllMiaiMHlMHllilllBllllllBiiiiirí—TiwimiiF"»™™"'""MiiiMiniinin 140 • • i n i i m i i i i iia—iinimiTiiiTiim LA DIGITAL Rhodeína (KINUKAWA) , por cuyo motivo, como ya hizo notar CUSHNY, mueren de asfixia en lugar de parálisis cardíaca. ROWE recomienda la inyección intraperitonal en vez de la subcutánea, con lo que no creemos que consiga mejorar los resultados, y KROGH afirma que el error que los ratones arrojan ño suele pasar del 5 por 1 0 0 . Recientemente, KREITMAIR no sólo determinó la dosis mínima mortal de un preparado administrado en inyección, sino también dado por la vía gástrica." Del estudio comparativo de los valores deducidos por los diversos experimentadores que han empleado los ratones," pensamos que no hay-dificultad para ver la poca exactitud que con ellos se obtiene, por lo que suponemos que no son animales apropiados para estas clases de ensayos. Siendo las ratas animales de uso corriente en las experiencias farmacológicas, no es de extrañar que hayan sido aprovechadas para la averiguación de la actividad de los fármacos del grupo de la digital. Corrientemente son muy resistentes a la intoxicación por estos medicamentos, como ya hizo notar GUNN. El producto que se ensayaba era administrado por diversas vías, cuales la subcutánea y hasta la bucal, habiendo advertido WINTON y WOKES y WILLLMOTT, que los preparados de escila blanca no eran apenas tóxicos en ingestión, lo que no es de sorprender, pues se confirma en otros animales. En cambio, recientemente, STOLL y RENZ lograron de la variedad roja un glucósido muy tóxico para los roedores. Los resultados obtenidos por algunos experimentadores como KiNAKAWA, MACHT y BLOOM, MASUCCI, WENTZ, BEDDOW, TIPFENEAU, KAWAHARA, etc., fueron poco exactos, por cuya razón las ratas dejaron de ser utilizadas para las citadas valoraciones. Recientemente, HEUBNER y NYARY creyeron que era posible deducir el grado de acumulación de los digitálicos por su dosis mínima mortal para las ratas. Para ello inyectaron intravenosamente el producto que se deseaba analizar a animales anestesiados conuretano, determinando la dosis a distinta velocidad de inyección. Si el preparado se acumula o, lo que es lo mismo, se destruye poco, ,su dosis mínima mortal será semejante en el caso de ser inyectado rápidamente o de manera lenta. En cambio, si se destruye pronto, la dosis tendrá que ser muy superior en el caso de administrarse en una o dos horas. Las experiencias por ellos publicadas no hablan en favor de este método, por lo que, indudablemente, nadie lo emplea.