«LAS EMPRESAS DE INSERCIÓN EN ESPAÑA» LUÍS M. LÓPEZ-ARANGUREN MARCOS CES, Colección Estudios Madrid, 2002, 279 páginas Esta obra está basada en la Tesis Doctoral del autor, Doctor en Pedagogía y Director de Formación y Empleo de la Fundación Tomillo, y va destinada a los que aportan un esfuerzo para lograr una sociedad sin exclusión con el fin de que les sirva en su quehacer diario. Comienza el autor definiendo las Empresas de Inserción (EI) que, como su nombre indica, son empresas, pues se gestionan y contratan como cualquier empresa y venden sus productos o servicios en el mercado. Así mismo, son de inserción, pues se crearon (normalmente, por alguna ONG que trabaja en procesos de inserción) para contratar a aquellas personas que nadie contrata y que, después de pasar un tiempo de aprendizaje en la empresa, serán contratadas como unos trabajadores más en el mercado de trabajo. Las EI son bastante desconocidas en nuestro país, por lo cual este libro tiene también la finalidad de explicar y divulgar las EI, sirviendo, de paso, para la reflexión sobre múltiples aspectos del trabajo social. En España, las EI aparecieron hace 25 años, pero sólo desde hace unos pocos comienza su presentación pública, en concreto, en abril de 1995 cuando, organizadas por la Comunidad Autónoma de Madrid (CAM) se celebraron las primeras jornadas internacionales sobre Empresas de Inserción en España. Aparte de un capítulo introductorio, el libro consta de tres partes, que contienen doce capítulos y un apartado último de Bibliografía. En la primera parte, que consta de dos capítulos, se estudia el marco histórico con la pretensión se situar el origen de las EI y su sentido histórico. En primer lugar se hace un estudio del tratamiento de la pobreza a lo largo de los siglos. Ya en nuestros días, la colaboración entre Estado, tercer sector y empresas es esencial en el tratamiento de la pobreza, habiendo supuesto un hito histórico en dicho tratamiento la aparición del Estado de Bienestar. La segunda parte está dedicada al estudio en profundidad de los aspectos teóricos más relevantes en torno a las EI y de cuestiones fundamentales y previas que permitan enmarcar y comprender el fenómeno de las EI: la exclusión, el binomio desempleo-pobreza, el nuevo trabajo social, la inserción y los itinerarios de inserción. Comienza esta parte con el estudio de la importancia creciente del tercer sector en la gestión y desarrollo del Estado de Bienestar. Sin entidades no lucrativas no existirían las EI. No existen EI sin una entidad (ONG) promotora. Así mismo, se analiza la nueva pobreza y el surgimiento del término exclusión en Francia, en los años setenta, como superación del término pobreza. Un factor determinante en el proceso de exclusión y, en muchas ocasiones, desencadenante del mismo, es el desempleo crónico. En este sentido, se analiza por el autor el valor fundamental de socialización que en el último siglo se ha otorgado al trabajo asalariado en nuestra sociedad, así como la relación desempleo-pobreza. Personas y familias instaladas en la sociedad y en una ciudadanía plena pueden, al perder su empleo, iniciar un camino hacia la exclusión. A continuación aborda el autor el proceso de revisión profunda del trabajo social, destacando la aparición de nuevos instrumentos en el trabajo social más acordes con la nueva problemática social, entre ellos la Rentas Mínimas y las EI. REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 46 249 RECENSIONES En el capítulo siguiente, el autor se ocupa de un tema todavía insuficientemente analizado: los itinerarios de inserción, que se basan en la recuperación de habilidades sociales y procesos formativos laborales y prelaborales. Por otra parte, en el confuso y descoordinado panorama del trabajo social, los itinerarios de inserción nos sirven para ordenar y organizar los recursos y programas, valorar su importancia y coordinarlos con lógica. El último capítulo de esta segunda parte está dedicado a la educación de los adultos y a la inserción sociolaboral de colectivos en mayor riesgo de exclusión, abordando el tema de los aprendizajes que deben producirse para la inserción: cómo deben de llevarse a cabo y qué tipo de aprendizajes deben implementarse, proponiendo las EI como instrumento idóneo para el aprendizaje de las personas en proceso de inversión. En la tercera parte se hace un estudio en profundidad de las EI, comenzando por la definición y las características de las mismas. Constata el autor la dificultad que hay en Europa para llegar a un acuerdo en torno a esa definición, expresando el término EI realidades diferentes según los países. El seguimiento de las EI en Europa no es un fenómeno homogéneo. Debido a las circunstancias propias de cada país, en unos han alcanzado un desarrollo de cierta importancia y en otros no son más que una experiencia residual desde el punto de vista estadístico. También debido a esa circunstancia, en cada país se han desarrollado estructuras de inserción diferentes. El autor hace un estudio de las EI en Europa, fundamentalmente en Francia, país en el que alcanzan un extraordinario desarrollo. Considera que el estudio de la realidad europea, fundamentalmente de la francesa, le va a permitir a España en un próximo futuro elegir el modelo más acorde con nuestra realidad. 250 En el capítulo siguiente se muestra la realidad española, el camino andado en cuanto a las EI existentes y a la legislación producida y los proyectos en marcha. En lo que respecta a la realidad española, el autor se ha basado en un reciente trabajo efectuado por Cáritas Española sobre las EI en España y en otro trabajo de AMEI sobre las EI en Madrid. En ambos trabajos se investigan aspectos formales sobre las EI existentes. En relación al camino andado se centra el autor en las EI con más tradición en nuestro país: la Fundación Tomillo, la Fundación Engrunes, la Fundación Deixalles y los Traperos de Emaús. En cuanto a las disposiciones existentes, la realidad es que, después de varios intentos fallidos de legislación nacional, sólo existen normativas autonómicas, casi siempre ligadas a las Rentas Mínimas. En el último capítulo se abordan los interrogantes, las cuestiones fundamentales sobre las EI en España y las propuestas de solución a las mismas. Para lograr su objetivo, el autor ha llevado a cabo una investigación entre los protagonistas (gestores de las EI y entidades promotoras, responsables de las administraciones públicas y expertos). Dicha investigación se ha realizado en tres fases: una primera de entrevistas abiertas entre las personas más significadas a nivel estatal, responsables de las principales entidades promotoras y EI, técnicos de las administración y expertos, en la que se ha pretendido precisar la problemática de las EI en cuanto a su definición, los problemas de funcionamiento y las demandas de ayuda; una segunda fase de encuestas y entrevistas en profundidad entre los responsables de EI y entidades promotoras que existen en Madrid, con el triple objetivo de definir la figura de las EI, competencias y obligaciones de los diferentes actores implicados, detectar las necesidades, problemas y oportunidades concretas de las EI y articular la demanda real en forma de propuestas de actuación; y en una tercera fase se realizó una jornada de reflexión y debate con los mismos protagonistas REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 46 RECENSIONES de la segunda fase. Toda la investigación se ha realizado teniendo como referencia las futuras normativas legales tanto a nivel estatal como autonómico. A la hora de exponer los resultados de la investigación , el autor los estructura en cuatro apartados: En el primero realiza un diagnóstico sobre la realidad de las EI madrileñas en comparación con la situación planteada en el borrador de Anteproyecto de Ley de EI. En el segundo, estudia las cuestiones fundamentales en torno a las EI. En el tercero se ocupa del mercado de las empresas de inserción y en el cuarto analiza las entidades promotoras. Por lo que respecta al diagnóstico de las empresas de inserción madrileñas en relación al Anteproyecto de Ley, los resultados del diagnóstico le permiten al autor realizar una primera aproximación a las cuestiones, problemáticas o no, más importantes sobre las EI. En síntesis, la actividad productiva de las EI se concentra en : • Servicios de proximidad a empresas y particulares, proyectos vinculados a la protección del medio ambiente urbano y talleres de producción artesanal. • El mercado de clientes al que acceden las EI es frecuentemente el sector privado, por lo que muchas de ellas señalan la necesidad de establecer convenios permanentes de colaboración con las instituciones públicas accediendo así a un hueco de mercado que cierre el proceso de inserción de forma completa (formación, orientación, contrato de inserción, empleo). • Algunos ayuntamientos de la Comunidad de Madrid han contratado los servicios de las EI, fundamentalmente en los sectores de gestión de residuos, mantenimiento de parques, jardines y edificios y ayuda a domicilio. • En general, no se contempla el autoempleo como una oportunidad real de inserción en el mercado libre para los colectivos de inserción con los que trabajan, aunque algunas entidades están evaluando la posibilidad de abordar esta estrategia de generación de empleo. • Muchas entidades consultadas establecen mecanismos estrechos de coordinación e intercambio de información con los Servicios Sociales de zona, a los que derivan, o desde los que les derivan, situaciones y casos específicos de personas en proceso de inserción. Por lo que respecta a las cuestiones fundamentales en torno a las empresas de inserción, el autor las agrupa de la siguiente forma: cuestiones referidas a la definición de EI, cuestiones sobre los trabajadores de la EI, causas del fracaso de las EI y ayudas necesarias. A la hora de definir la EI considera el autor que la esencia de la misma es aportar una última etapa de aprendizaje a las personas en su itinerario de inserción antes de «dar el salto» a una empresa al uso. Por otra parte, la entidad promotora, EP, es aquella organización no lucrativa (también llamada ONG) que promueve una EI para poder completar los itinerarios de inserción de las personas con las que trabaja socialmente. Antes de seguir, el autor hace la diferenciación entre empresa finalista y empresa de tránsito. La primera es aquélla que se crea para insertar sociolaboralmente a un grupo de personas que por su escasísimo e irrecuperable nivel de emplebilidad permanecerían definitivamente en esa empresa sin poder «dar el salto» a una empresa al uso. La empresa de transición es aquélla que acoge durante un tiempo limitado a las personas en inserción para mejorar su empleabilidad. Posteriormente, estas personas se incorporarán al mercado laboral. En este tipo de empresas los puestos de inserción son permanentes, pero las personas en REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 46 251 RECENSIONES inserción están en ellas durante un tiempo limitado. El autor considera que mientras no se legisle sobre las empresas finalistas, en la norma sobre EI de tránsito debería flexibilizarse el tiempo de permanencia, contemplando excepciones personales que requieran una prolongación de su estancia. Todo ello vendrá justificado por los responsables de la EI y por los servicios sociales pertinentes, de tal forma que se puedan contemplar permanencias casi definitivas de algunos trabajadores en EI de tránsito. En cuanto a la fórmula jurídica de las EI, el acuerdo del sector viene a resumirse en que cualquier fórmula mercantil, asociación y fundación puede ser válida, aunque estas dos y las sociedades de responsabilidad limitada son las preferidas. Según al autor, la actividad productiva de las EI debe cumplir cuatro condiciones: que permita ser a la EI intensiva en mano de obra ya que lo que se persigue es crear puestos de trabajo para la inserción; que la inversión inicial necesaria no sea grande; que permita trabajadores con escasa o ninguna cualificación; y que dicha actividad permita viabilidad económica respetando la legalidad sobre todo en la contratación de los trabajadores. Entre las cuestiones referidas a los trabajadores está la referente al tipo de personas a quien deben ir dirigidas las empresas de inserción. Después del debate realizado, se ha concretado que podían acceder a una EI aquellas personas que habiéndose embarcado en un itinerario personal de inserción se encuentran en el momento idóneo para ingresar en una EI. Todo ello, a juicio del propio implicado y de los servicios sociales. En cuanto al porcentaje de trabajadores en inserción respecto al mínimo total de puestos de trabajo en una Empresa de inserción se ha abogado en el debate por la flexibilidad en dicho porcentaje haciéndolo variable 252 según las características de las personas en inserción y el tipo de actividad productiva de la EI. La participación en la EI es abordada en la investigación desde dos puntos de vista: la participación de las entidades y la participación de los trabajadores. Los expertos y responsables de EI defienden que la propiedad de las EI debe estar en manos de entidades no lucrativas para garantizar que siempre serán una estructura para la inserción laboral y una herramienta propia del trabajo social. Por lo que respecta a la participación de los trabajadores en inserción en la propiedad de la misma, los entrevistados manifiestan la inconveniencia de esa participación, pues al tratarse de una empresa en tránsito resulta incoherente ofrecer la propiedad a alguien que no va a permanecer en la misma. Sí, en cambio, resulta imprescindible la máxima participación del equipo permanente, pues la participación va íntimamente ligada a la responsabilidad. Entre las causas del fracaso de las Empresas de Inserción destacan la ausencia de una normativa legal que las ampare, las relativas al mercado y el conjunto de causas imputables a la actuación de las entidades promotoras. En cuanto a las ayudas a solicitar, los responsables de EI madrileñas las articulan de la siguiente forma: • Medidas dirigidas a los colectivos beneficiarios (incorporación de «puestos de trabajo de inserción indefinidos», formación básica, formación continua y reciclaje, etc.). • Medidas dirigidas a las EI (posibilidad de avales y créditos en condiciones favorables, ayudas para la ampliación y mejora de instalaciones, etc.). • Medidas dirigidas a las EP (ayudas para cubrir parte de los procesos de acompa- REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 46 RECENSIONES ñamiento y de tránsito al empleo normalizado). • Otras medidas solicitadas a la Administración (asesoramiento, avales, apoyo en programas de formación, etc.) El tercer apartado del capítulo se refiere al mercado de las empresas de inserción. Señala el autor que las EI sufren la presión combinada de la economía sumergida y de las empresas normalizadas, contratan a trabajadores que las demás empresas no han querido contratar y cubren costes que sus competidores no asumen. La mayoría de los entrevistados en la investigación realizada coinciden en señalar que la principal ayuda que debe prestar la Administración a las EI es el suministro de trabajos. En este sentido, la reserva de parte de la contratación pública para trabajo de las EI es uno de los elementos de confrontación entre empresas privadas y EI, si bien la experiencia francesa nos indica que después de este período de confrontación se pasa a la inevitable colaboración entre las empresas privadas y las EI a la hora de abordar contratos de obras o servicios con la Administración. Al margen de esa colaboración está surgiendo de manera creciente en toda Europa otro tipo de colaboración, la llamada acción social empresarial, que consiste en ayudas de las empresas a las EI bajo la forma de subcontratación de obras y servicios, compra de productos producidos por las EI y donaciones. Por su parte, de las diferentes administraciones (municipal, autonómica y central) surgen multitud de trabajos muy apropiados para las EI, que no exigen excesiva cualificación y que pueden suponer la continuidad del proyecto empresarial. La colaboración de la Administración se suele establecer mediante programas subvencionados, conciertos, convenios o contratación pública. En el área de lo social, los programas subvencionados son la forma habitual de colaboración entre la Administración y la iniciativa social para conseguir objetivos comunes si bien las ONG consideran que tanto la vía del convenio como la de la contratación pública ofrecen plena vigencia y legalidad para que las administraciones oferten a las ONG y a las EI los trabajos que les sirvan para cumplir sus objetivos sociales. A continuación, el autor analiza la posición de la Unión Europea respecto a los conveniosconcierto y respecto a la contratación pública. Respecto a lo convenios, la Unión Europea ha venido reclamando desde su origen la necesaria colaboración con las asociaciones de solidaridad, estimulando la dimensión europea de dichas asociaciones. En ese sentido, en variadas sentencias del Tribunal de Justicia Europeo se confirma la legalidad de los conciertos entre los Estados y las organizaciones no lucrativas para la asistencia social y el reembolso por parte de las autoridades públicas de los costes de los servicios asistenciales. Respecto a la contratación pública, la Unión Europea se acoge al principio de la discriminación positiva en situaciones de desigualdad. Por otra parte, en sus sentencias, el Tribunal de Justicia Europeo ve factible utilizar la contratación pública, aunque de forma limitada, como instrumento de política social. Es más, el propio Tribunal reconoce la posibilidad de inclusión de cláusulas sociales en las condiciones particulares de un Contrato Administrativo de obra, siempre y cuando se mencione en el anuncio del contrato. Según el autor, existen ya en España experiencias concretas de administraciones públicas que han aplicado cláusulas sociales a favor de la inserción sociolaboral en contrataciones públicas, con los consiguientes beneficios para el empleo de inserción en general y para las EI en particular. Termina el libro con un apartado dedicado a las entidades promotoras. Las EI no pueden cumplir sus objetivos de inserción ni garantizar su viabilidad si no existe una EP sustentándola. REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 46 253 RECENSIONES La promoción de una EI supone una cantidad importante de tareas especializadas que exigen mucha experiencia, buenas técnicas y gente especialmente valiosa. No todas las entidades pueden promover EI. Para hacerlo, deben cumplir una serie de condiciones. El equipo asesor de proyectos de inserción laboral del programa IMI recomienda que las entidades se autoevalúen previamente sobre su propia madurez, la experiencia de trabajo social que poseen, el conocimiento del negocio a emprender, el mercado al que se dirigen, su capacidad y disponibilidad para la tutoría empresarial y social y la capacidad para ofertar un servicio integral de empleo. - En el momento en que se está gestando una Ley sobre las Empresas de Inserción, el libro que nos ocupa cobra la máxima actualidad, máxime si se tiene en cuenta que en él se lleva a cabo un doble trabajo, que en España aún no se ha realizado, como es el delimitar con precisión las cuestiones fundamentales y más problemáticas en torno a las EI y responder a las mismas, aportando soluciones, en base a la realización de una doble investigación, tanto entre el propio sector como en la literatura crítica y entrevistando y encuestando de forma directa a los responsables de las EI en nuestro país. - G UILLERMO RODRÍGUEZ FOLGAR 254 REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 46