ENFOQUE (continuación) como si se convierten en víctimas por la muerte o las lesiones de miembros de su familia o de la comunidad. Los niños que sobreviven pero sufren lesiones tienen necesidades específicas que deben tomarse en consideración, tanto en términos de recuperación y rehabilitación física como de reintegración social y económica. De menor tamaño que los adultos, las niñas y los niños tienen más probabilidad de morir o sufrir serias lesiones por una explosión, incluidas quemaduras graves, heridas de metralla, fracturas de las extremidades y daños de otro tipo que pueden derivar en ceguera o sordera. Su tamaño hace que los órganos vitales se encuentren más próximos a la detonación, y que, en caso de una gran hemorragia, su límite de pérdida de sangre sea más bajo que el de un adulto. Si se pisa una mina terrestre antipersonal, su explosión causará invariablemente lesiones en pies y piernas, con infecciones secundarias que habitualmente acaban en amputación, causando discapacidades para toda la vida y requiriendo la ayuda de rehabilitación a largo plazo. que las niñas de encontrarse con minas y restos explosivos de guerra al desempeñar más actividades en el exterior, como llevar el ganado, ir a buscar leña y comida, o recoger chatarra. En general, las niñas y niños son más dados que los adultos a manipular, de forma deliberada, los artefactos explosivos, a veces sin darse cuenta, por curiosidad o creyendo que se trata de juguetes. Los niños suelen manosear los artefactos explosivos que encuentran mucho más que las niñas. Estas circunstancias, unidas a la tendencia a adoptar comportamientos de riesgo, hacen que una educación bien planeada sobre los riesgos de los explosivos sea de suma importancia para los niños. Ayuda a las niñas y los niños supervivientes Los episodios provocados por los restos explosivos de guerra y las minas terrestres afectan a las niñas y los niños de modo diferente que a los adultos, tanto si son ellos mismos las víctimas directas por muerte o lesión, Víctimas infantiles en países seriamente afectados por minas y restos explosivos de guerra, 2011* País Total de víctimas civiles Víctimas infantiles Víctimas infantiles como porcentaje del total de víctimas 609 373 61% 22 15 68% 100 50 50% República Democrática Popular Lao 97 56 58% Sudán 62 30 48% Afganistán República Democrática del Congo Iraq * Sólo incluye a las víctimas cuya edad y estado civil o de seguridad eran conocidos. Fuente: Monitor de minas terrestres y municiones en racimo. 56 ESTADO MUNDIAL DE LA INFANCIA 2013: Niñas y niños con discapacidad Más de la tercera parte de los supervivientes requieren amputaciones, y aunque faltan datos sobre el porcentaje exacto de las niñas y los niños afectados que las requieren, es de suponer que el tanto por ciento será más elevado en su caso, dado su menor tamaño. Cuando los niños sobreviven a las lesiones, su rehabilitación física es más compleja que la de los adultos. La rehabilitación de los que sufren heridas que derivan en la amputación de algún miembro es más complicada porque sus huesos crecen con más rapidez que el tejido blando y es necesario volver a amputar varias veces. Asimismo, conforme crecen necesitan nuevas prótesis. Pocos países afectados por las minas terrestres y los restos explosivos de guerra disponen de medios necesarios para abordar la compleja rehabilitación física y médica que necesitan los niños supervivientes. Además del trauma físico, las consecuencias psicológicas de sobrevivir a la explosión de una mina terrestre o restos explosivos de guerra suelen ser devastadoras para el desarrollo del niño. Incluyen un sentimiento de culpa, la pérdida de autoestima, fobias y miedo, trastornos del sueño, incapacidad para hablar y traumas que, de no tratarse, pueden derivar a largo plazo en trastornos mentales. Estos efectos psicológicos que la guerra genera en niñas y niños son difíciles de documentar y no se limitan a quienes han padecido lesiones físicas. Las necesidades sociales y económicas de los niños supervivientes también varían