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ARCH SOC ESP OFTALMOL. 2013;88(9):e65–e66
ARCHIVOS DE LA SOCIEDAD
ESPAÑOLA DE OFTALMOLOGÍA
www.elsevier.es/oftalmologia
Sección iconográfica
Las gafas como signo de riqueza y de erudición en la Virgen
del canónigo Van der Paele
Eyeglasses as a sign of wealth and learning in the painting The virgin
and child with canon Van der Paele
C. Gutiérrez-Ortiz
Departamento de Glaucoma y Neuro-oftalmología, Hospital Universitario Príncipe de Asturias, Alcalá de Henares, Madrid, España
En el Renacimiento, y durante toda la Edad Moderna, la
posición social de los patriciados urbanos y de los altos funcionarios se plasma en las artes por el interés de los ciudadanos
enriquecidos en reflejar en las obras artísticas su ascenso
social1 . Para ello, se hacen retratar como donantes de obras
religiosas llevando consigo objetos que los identifiquen con
una clase adinerada. Un ejemplo de esos objetos de prestigio
son las gafas ya que, evidentemente, solo los ricos se podían
permitir unas gafas hechas con una montura de hierro o
bronce.
La obra que nos ocupa es una pintura en la que aparece la
Virgen entronizada con manto rojo con el Niño en su regazo
(fig. 1). Se encuentran en un interior y, junto a ellos, aparecen
otros 3 personajes, todos ellos representados de una manera
realista. Uno de los personajes, un anciano, se encuentra en
una posición orante2 .
Concretamente, la escena se desarrolla en el coro de la iglesia de San Donaciano de Brujas, donde el canónigo Georg Van
der Paele se arrodilla para ser recomendado a la Virgen por
los santos Jorge y Donaciano. Puede considerarse tanto un
cuadro religioso como un retrato, al aparecer el comitente o
donante. El canónigo, envejecido, vestido de blanco, se arrodilla a la izquierda del trono de María. Ha abierto un libro de
oraciones y lleva un instrumento óptico, signo de riqueza y
de erudición, en sus manos. Al otro lado está el arzobispo
Donaciano de Reims, patrón del capítulo y de la ciudad de
Brujas. Tanto Donaciano como san Jorge actúan como intermediarios entre el canónigo Van der Paele y la Virgen. Debido a
esto, la pintura es frecuentemente descrita como una sagrada
Figura 1 – Virgen del canónigo Van der Paele.
conversación. Cada detalle de la obra tiene un sentido simbólico y es adecuado en un esquema teológico general. La rueda
con las velas encendidas que lleva san Donaciano se refiere
a un milagro de su juventud, pues la rueda le salvó de perecer ahogado. En la otra mano lleva una cruz. Se transmite un
mensaje de «Cristo está entre nosotros». En el trono de María
están tallados pasajes del Antiguo Testamento que prefiguran
la crucifixión y la resurrección de Cristo. La escena es rica en
alusiones a la redención (figuras de Adán y Eva, de Caín y Abel
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0365-6691/$ – see front matter © 2012 Sociedad Española de Oftalmología. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados.
http://dx.doi.org/10.1016/j.oftal.2012.12.017
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y de Sansón con el león en los brazos del trono. En los capiteles
se representa el sacrificio de Isaac).
Destacan la calidad de las telas, brocados y sedas, plasmados con un brillo y plasticidad inimitables. Jan Van Eyck
ha empleado aquí su asombrosa técnica al servicio del simbolismo de la obra. El manto rojo de la Virgen se refleja en la
brillante armadura de san Jorge. Este reflejo tiene también una
alusión simbólica a María como «inmaculado espejo de Dios».
Incluso se dice que la silueta del artista está reflejada en el
escudo brillante que san Jorge lleva a la espalda.
Se trata de una tabla pintada al óleo y, como muchas otras
pinturas de Jan Van Eyck, esta también ha sido firmada y
datada en el marco. Toda la expresión en latín contempla no
solo la fecha y la firma del artista, sino que también se relaciona con lo que la pintura representa, quién es el comitente
y el lugar para el cual se pretendía: Señor Joris Van der Paele,
canónigo de esta iglesia, encargó esta obra del pintor Johannes Van
Eyck y fundó dos capellanías en la parte del coro, 1434. Acabado
sin embargo en 1436. De otras fuentes se infiere que la obra
estaba destinada a colocarse en los alrededores del sepulcro
del donante; por tanto, la pintura tenía cierta función funeraria
y memorial.
Esta tabla tiene una posición muy particular en la historia
de la pintura occidental, al tratarse de uno de los más tempranos ejemplos del género denominado«sacra conversazione»
(sagrada conversación): una pintura en la que se representa a
la Virgen con el Niño junto con 2 o más santos, representados
de una manera realista como si estuvieran manteniendo una
conversación cotidiana; y junto a ellos, a veces, los donantes
de la obra, dentro de la misma escena, pero en una posición
subordinada, como orantes3 .
El autor, Jan Van Eyck (1390-1441) representa uno de los
grandes nombres de la pintura flamenca y de la historia
de la pintura universal. Más allá de su exquisita técnica,
su imaginación compositiva o su capacidad para el retrato,
destaca por la complejidad intelectual de sus obras, en las
que parece complacerse en el uso de un lenguaje de símbolos
y metáforas cuyas lecturas van más allá del propio encargo
del cliente. Sabemos de él que seguramente fue miniaturista
y que trabajó para el conde de Baviera hasta que entró
al servicio de Felipe el Bueno, duque de Borgoña, en cuya
corte ocupó distintos cargos, no siempre relacionados con
la pintura. No obstante, entre su clientela se encontrarían
también altos cargos de la aristocracia y de la burguesía.
Jan Van Eyck fue uno de los introductores de la pintura al óleo,
que permitió gran desarrollo del detallismo y la luminosidad
gracias a la multiplicación de las veladuras, que creaban
efectos cromáticos de gran valor. Sin embargo, el efecto final
de sus obras no es tan realista por la ausencia de movimiento,
las fuertes dosis de simbolismo y la ordenación de los conjuntos. Van Eyck es autor de obras maestras (Políptico del Cordero
Místico, Los esposos Arnolfini, La Virgen del canciller Rolin...),
usando recursos de la pintura moderna: luz, espacialidad
y perspectiva. Cultivó el retrato (desde un punto de vista
más descriptivo que psicológico) y desarrolló el concepto de
cuadro, es decir, de composición pictórica individual.
Para finalizar, debemos remarcar que el reconocimiento
social de la época podía estar ligado a una vinculación
directa entre el uso de determinados objetos y símbolos:
como las gafas que porta el canónigo Van der Paele en el
cuadro.
bibliograf í a
1. Bracons J. Las claves del arte gótico: cómo identificarlo.
Barcelona: Editorial Planeta; 1989.
2. González T, Alegre E, Tusell G, Martínez J. Historia del arte
de la Baja Edad Media. Madrid: Editorial Universitaria Ramón
Areces; 2010.
3. Hartt F. Historia de la pintura escultura y arquitectura. Madrid:
Editorial Akal; 1989.