Discurso del Dr. Antonio Cafiero, Presidente de la COPPPAL Compañeras y compañeros, amigas y amigos Somos parte de un mundo que está sujeto a profundas transformaciones de las cuales nosotros, a veces, no advertimos su verdadera trascendencia. COPPPAL, fundada hace 30 años, tenía en aquel entonces un horizonte distinto al que tiene hoy; nos constituíamos en confederación permanente de partidos políticos en tiempos de las dictaduras que gobernaban nuestra región y el problema de entonces era cómo luchar contra el despotismo, contra las dictaduras, contra la antidemocracia, que por una de esas cosas del destino, estaba imperando en toda nuestra América Latina y en el Caribe. La lucha contra los déspotas de cualquier época es siempre una lucha dura, difícil, sacrificada y riesgosa. Había que sacar de la cárcel a los líderes políticos que habían osado enfrentar la ola de salvajismo que había llegado entre otras cosas a derribar de sus gobierno legitimo al presidente de Chile ( Salvador Allende) y a constituir una sociedad, si así se podía llamar, de débiles enfrentados a los “todos poderosos” que tenían el poder de las armas. Pasaron los años, pudimos apreciar que la democracia tenía mucha más defensa que la que le asignaban a sus enemigos y la COPPPAL junto con otros organismos, supieron como enfrentar los peligros y los terrores de las dictaduras. Yo conozco profundamente el problema político caribeño y dominicano, especialmente, pero yo les puedo decir que en mi país, en la Argentina; ese proceso provocó la muerte de más de diez mil argentinos jóvenes, en la plenitud de sus vidas; fueron arrancados de sus hogares y pasaron a integrar el lote de los que se llamaban los desaparecidos; esto creó un trauma en la vida social y humana de mi país que todavía tiene sus heridas abiertas y ese proceso, tan lamentable, tan doloroso, que cegó tantas vidas jóvenes inútilmente, nos dejó, sin embargo, una lección: nos dejó la lección de que por la vía de la violencia y de la matanza indiscriminada difícilmente nuestros países de América Latina logren tener el rol al que legítimamente aspiran, por eso compañeras y compañeros, debemos, de alguna manera, felicitarnos porque esos tiempos han sido superados, hoy, miramos el mundo desde otra óptica distinta, hoy miramos el mundo haciéndonos cargo de las trascendentes modificaciones que el mundo está experimentando. Quiero decirles a mis compañeros y amigos que estamos viviendo la evolución de la humanidad, que esta palabra globalización tiene un significado que no se lo atribuyen los mercaderes de la globalización. Que la globalización es un proceso que solo hasta ahora se han aprovechado los mercaderes, los financistas, los comerciantes y el proceso de “la globalización”, es mucho más profundo. La globalización es el despertar de una nueva humanidad que se resiste a ver en el conflicto la única vía o la única solución a sus problemas; ¿y quienes son los que tienen que dotar a la globalización de un sentido ético empezando por un sentido político? Somos nosotros compañeras y compañeros. Cuando a mi me dicen que hay que combatir la globalización de los mercaderes, yo digo que sí, pero yo digo, los problemas de la globalización no se solucionan con menos globalización, porque este es un proceso global irreversible, lo que tenemos que ampliar es el sesgo de la globalización; tenemos que empezar a hablar y construir la globalización de la política, compañeras y compañeros, mientras la globalización sea solamente un ejercicio comercial y financiero estaremos en deuda con la historia y en deuda con las posibilidades éticas también que puede abrir la globalización. Hay que globalizar la política, en otra manera pongámosle valores a la globalización que no sea solamente el designio de los balances de las empresas, la globalización tiene que ser una actitud humanista distinta, la que comienza por reconocer la existencia del otro. La que comienza por admitir que hay una igualdad esencial y natural, entre los hombres y mujeres, creada por la propia naturaleza de nuestra condición humana, entonces compañeras y compañeros, vuelvo a insistir; ha llegado el tiempo de la globalización de la política, ha llegado el tiempo de la globalización de los valores; es decir, cuando podamos predicar en el mundo un solo evangelio: el evangelio del desarrollo humano, cuando nos propongamos crear y sobre todo formar a la juventud en los nuevos paradigmas del desarrollo humano, y América Latina y el Caribe es probablemente la zona del mundo que más preparada está para asumir este salto cualitativo, porque entre los latinos americanos a través del mestizaje cultural hemos creado una suerte de unidad que no se da en los llamados países desarrollados que todavía viven separados por el odio y la discriminación racial. Los latinoamericanos NO hemos emprendido guerras de exterminio entre nosotros como lo han hecho los seudo países desarrollados. Solo la última guerra mundial dejó 50 millones de víctimas entre las que se llaman las naciones más desarrolladas del mundo. ¿Qué clase de desarrollo es ese? Los latinoamericanos tenemos otro concepto y en la fusión de nuestras razas y en la convivencia de nuestros orígenes hemos encontrado siempre las vías de la unión y de la solidaridad. Para continuar por este camino pongámoslo bien en claro: tenemos que globalizar los valores del mundo. Yo le estaba diciendo a un compañero que uno de los proyectos que me tengo trazado en este nuevo periodo, que ustedes me han distinguido, es fundar la Universidad Global. Yo sueño que podamos construir en suelo latinoamericano ¿y por qué no en el Caribe? Una universidad al servicio de la globalización, que forme jóvenes al servicio de la globalización, no queremos la unidad profesionalista al servicio de los intereses materiales, queremos una universidad que enseñe a pensar lo humano; y una universidad que también revalorice el rol de la política, no cedamos en eso compañeros, la política es la profesión más noble del hombre, esto que nos une acá no está empujado por ningún interés personal ni de grupo, lo hacemos porque tenemos amor y los políticos amamos las grandes causas y reconocemos y amamos al otro. Tenemos que educarnos en una nueva civilización de la solidaridad y recordar eso que decía una figura prominente de la política tenemos que desarrollar entre nosotros los valores éticos como hermanos; los políticos formamos la expresión de una raza distinta, los políticos estamos hechos para las luchas; los políticos, cualquiera sea nuestra ubicación ideológica, aspiramos a lo mismo: somos pregoneros de la paz, pero no nos falta coraje para ir a la guerra cuando nuestras convicciones son atacadas. Los políticos formamos parte de una raza, diría yo, muy singular; no nos amedrentan las derrotas, cuando caemos sabemos como levantarnos y volver a la lucha; amamos el bien común ¿Quién quiere el bien común? Los de otras profesiones: a caso los businessman. Un fenómeno que está pasando en nuestro país, es que han surgido una cantidad de “políticos” que aspiran a las más altas posiciones y les preguntamos ¿Y ustedes dónde estuvieron estos 30 años de dictadura militar? ¿Dónde estuvieron cuando estaban avasalladas las libertades? ¿Dónde estuvieron? ¿Dónde estuvieron? Entonces haciendo dispendio de enormes fortunas y con eso pretenden levantar sus candidaturas; y no se crean que son candidaturas menores, son candidaturas a la presidencia de la República. Y cuando a veces algunos los increpamos, un poco en broma, un poco en serio, y les decimos: miren aquel que quiere llegar por la vía de la política solamente haciendo uso de la fortuna que han logrado en otras áreas de sus vidas, ese no llegan no se engañen, podrán ganar una elección local, pero el pueblo no los va a plebiscitar, porque la gente tiene noción y conciencia de lo que significa un político; y si un político es nada más que alguien que en una etapa ya tardía de la vida descubre que la vida tiene otros placeres, se hace ya demasiado tarde. Entonces se da este caso paradigmático, se da en mi país y en otros muchos países, de que hombres que lo único que conocieron de la político ha sido el titulo de algún diario hoy aspiran, con una fuerte dosis de dinero, los destinos del país. Y, bien, compañeras y compañeros, nosotros creo que nosotros no pertenecemos a ese estilo, nosotros estamos acá porque creemos que podemos ser útiles al bien común, ser útiles a la sociedad donde nacimos y vivimos, porque somos idealistas, tenemos fe y valores supremos, amamos, nos solidarizamos, marchamos, luchamos detrás de un mundo mejor, con ese bagaje no cuentan los que recién se inician en la vida política junto a enorme valijas de dinero, yo se que los compañeros argentinos saben bien a lo que me estoy refiriendo y estoy seguro que comparten mis opiniones, pero esta es una batalla larga y hay que esperar y hay que luchar. Bueno, compañeras y compañeros podría seguirles hablando, pero quiero decirles una cosa muy importante. COPPPAL, este año que ha pasado tomó una decisión trascendental, pensamos que si realmente creemos en la globalización, si realmente estamos al tanto de los cambios que se producen cotidianamente en el mundo ya no podemos andar solos, ha llegado el momento de que los partidos políticos del mundo comprendan que el proceso de la globalización les exige la globalización de la política; y eso involucra comenzar a armar relaciones con partidos políticos de otras áreas del mundo, y es así que nos largamos a lo que parecía una aventura de formar, de crear o de vivir una experiencia de una reunión de los partidos políticos de dos grandes regiones: la nuestra y la del Asia Pacífico. Ustedes saben compañeras y compañeros que en el Asia Pacífico: China, India, Indonesia, Vietnam, Corea vive allí un tercio de la humanidad; ustedes saben que el poderío económico de estas naciones es casi similar a la de las grandes potencias del norte; y fuimos hacia ellas y encontramos con la Conferencia Internacional de Partidos Políticos del Asia (ICAPP), una institución que como la COPPPAL en América Latina reúne los partidos políticos del Asia Pacífico, claro ahí está el Partido Comunista Chino que tiene 70 millones de afiliados, allí las magnitudes pierden digamos así relación con la nuestra, y estuvimos en China, en la India, en Rusia y en Vietnam y esos líderes, con un pasado milenario, llenos de sabidurías, les hicimos esta propuesta sencilla ¿por qué no nos reunimos? ¿Por qué no dialogamos? Si lo que estamos buscando es todo lo mismo, si ustedes con sus idiomas, sus dialectos, sus costumbres buscan lo mismo que nosotros: el bien común. Entonces concebimos lo que pareció al principio una aventura; una reunión biregional, en Buenos aires, los últimos días de julio de este año. Y vinieron aproximadamente 150 líderes políticos asiáticos, ¡increíble¡ y se unieron con los nuestros, con los latinoamericanos, y tuvimos dos días de franco, sincero y cordialísimo diálogo; y hemos creado una suerte de alianza, si así se puede llamar, destinada a perdurar con el tiempo, le hablo sobre todo a los jóvenes que me están escuchando. Esta alianza biregional va a continuar, pero no se va a detener en el Asía; aquí con el compañero Carvajal el mes que viene, tal vez, viajemos a África; queremos convocar también a los partidos africanos, que tienen un líder que es Kadaffi. Y también vamos a convocar, cuando llegue el momento a los partidos políticos de Europa y después a los partidos políticos de la otra América. Entonces es el sueño que tenemos con Gustavo y los compañeros de la COPPPAL, que tal vez en menos de uno o dos años vamos a hacer una conferencia mundial de partidos políticos, creada e inspiradas por la COPPPAL, esa es la verdad, esa es la fuerza de nuestra institución; no se en qué ciudad del mundo se hará, no se dónde, pero tengan la seguridad compañeras y compañeros que en tiempo prudencial los partidos políticos de todo el mundo, fíjense lo que les estoy diciendo, por iniciativa de la Kadaffi tendrán su primera reunión global. Y también les he pedido a algún compañero que tenemos que crear la universidad global; es decir, todos los temas que hacen a la unión al desarrollo, queremos que se transmitan a través de la universidad y de los jóvenes universitarios, a ver si ustedes me siguen en este sueño, claro que Gustavo me va a matar porque no lo consulté a él, en una isla del caribe levantar una universidad global que vengan estudiantes de todo el mundo para aprender esta nueva realidad, para que sepan que la globalización hace también a la cultura y que todos podemos construir con ello. Esto en este momento no es nada más que un sueño, pero alguien decía antes: el que sueña solo, sólo sueña; pero el que sueña con otros construye la historia; y como nosotros soñamos conjuntamente soñamos conjuntamente estas iniciativas que hoy parecen un poquito alejadas de las posibilidades no están más alejadas que cuando hace un par de años empezamos a pensar en la reunión Asia Pacífico – América Latina. Entonces compañeras y compañeros desvinculémonos de las anécdotas pequeñas estamos para las grande tareas, yo se que cuenta la COPPPAL con intelectuales, con estadistas, con pensadores, América Latina tiene que construir el pensamiento del futuro, tenemos los recursos más importantes de todo el mundo, en extensión y en profundidad somos el único continente que tiene los recursos naturales y humanos para poder sustentar su presencia en el mundo. Entonces compañeros y compañeras dejemos atrás las anécdotas no peleemos por lo chiquito peleemos por lo grande, no nos dejemos llevar por las cuestiones menores de la historia, pensemos en el futuro que nos espera, somos un continente de esperanzas, construyámoslo todos en común. ¡Muchas Gracias¡