Capítulo octavo

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CAPÍTULO V I H
A ñ o ritual ó T o n a l á n i u t l . — D i v i p i ó n en veinte trecenas — P i n t u r a
relativa del c ó d i c e F c j e r v a r y . — E j e m p l o
de las trecenas.—Relaciones
con el periodo l u n a r . — E l Ollinemeztli. — E l desvelo y el s u e ñ o de l a l u n a - L a s nueve l u n a c i o n e s . — C o m b i n a c i ó n de los
números
s i m b ó l i c o s ea el a ñ o ritual. — O t r o s nombres atribuidos á este a ñ o . — P e r i o d o de lo estrella de lo l a r d e . —Mito de Quetzalcoalt como
autor del calendario — D i s t r i b u c i ó n de los signos de los veinte d í a s en las trecenas — D i s t r i b u c i ó n de las fitslas ú los cuatro astros en
el a ñ o ritual. — P e r í o d o de la estrella de l a m a ñ a n a . — E l O p a n ó U i n . — L a c r u z nahoa — C i c l o de cuatro a ñ o s . — C i c l o mayor de
a ñ o s . — C o r r e c c i ó n del calendario en H u e h u e t l o p á l l n n . — I n t r o d u c c i ó n del bisiesto y m a n e r a de c o m p u t a r l o . — S i g l o
de ochenta
veinte
años.
— S u d i v i s i ó n y s u b d i v i s i ó n . — A p l i c a c i ó n de sus ciclos y a ñ o s ó los cuatro ostros. — X i u h m o l p i l l i . — M a y o r c ó m p u t o c r o n o l ó g i c o d(; los
nahoas. — R e s u m e n de l a c i v i l i z a c i ó n n a h o a .
Formados los veiíite d í a s , base del año c i v i l , los
3.
sacerdotes nahoas inventaron un año religioso combi-
4.
nando sus números simbólicos 20 y 13, los que m u l t i -
5.
plicados les
período,
dieron un
que
llamamos
en veintenas,
porque
período
de
260
TonaUmatl,
se
habría
Este
6.
récpatl.
dividió
7.
Quiáhuitl.
días.
se
CoicoruavMli.
OJlin.
confundido
8.
Xóxitl.
con las del año c i v i l , sino que se compuso de veinte
9.
Cipactli.
trecenas, en las cuales corrían trece veces los veinte
10.
días, poniendo en cada una á los
11.
progresivo de orden.
entonces
no
GuauhlH.
días
número
que
12.
13.
cada
Aquí tenemos que hacer dos
de
las
veintenas
con
no había
Eliécatl.
Calli.
numerar los d í a s , pero se tenía necesidad de distinguir
una
E n el año civil
un
nombre
diferente;
mientras que en el r i t u a l , como por la numeración el
(hichpálUn.
Ctihuatl.
observaciones:
pri-
mera, que para referirse á cualquier dia se cita con su
mismo signo no se repetía con el mismo número en todo
numeral, pues asi se sabe á qué trecena
el año, no era preciso poner nombres á las trecenas.
y no se confunde con los otros doce días del mismo
Así es que se han equivocado los autores al decir que
signo del año r i t u a l , . y segunda, que como la numeración
el TnnalámaÜ
se compone de trece meses de á veinte
corresponde,
sólo llega á trece y los días son veinte, hay que. comen-
días, pues no se tomaban en él en cuenta las veintenas;
zar la segunda trecena aplicando el número
su verdadera composición era de veinte trecenas.
mocuarto dia hasta llegar al vigésimo, al que le corres-
Hay en el códice Fejervary, que como ya hemos
1 al deci-
ponde el número 7, y volver á contar los días poniendo
indicado es un calendario completo ritual y astronómico,
al primero el número 8, y asi sucesivamente
una pintura que lo encabeza y representa á Tolcc,
trece veces los veinte días y aplicándoles veinte veces
dios
del tieinjio, rodeado de los veinte signos de los días;
la serie de trece numerales.
y en ella, después de cada signo, hay doce puntos ó
numerales,
que
unidos
al signo
correspondiente,
SKtib'NDA
lo
i-epiten trece veces, haciendo con todos ellos el periodo
1.
Miqulitli.
de veinte trecenas ó doscientos sesenta días,
2.
Múzail.
Ahora bien, para
que
se
comprenda
claramente
esta ingeniosa combinación, vamos á poner en
las dos primeras trecenas y la última del
seguida
l'onalámatl
3.
4. .5.
6.
nahoa.
7.
PKIMKRA
TRECENA
TochÜi.
Atl.
lizcuintli.
Oxomatli.
MalinaUi.
Ácatl.
1.
Ácatl.
9.
2.
Ocehtl.
10.
Océlotl.
Cuauldli.
TRECENA
repitiendo
150
MÉXICO Á T B A V É S D E L O S S I G L O S
11.
12.
13.
GozcactiauMli.
Ollin.
3.
4.
5.
Técpatl.
Siguiendo así el orden sucesivo de
numerales, tendremos la
ÚLTIMA
días
y
de
TRECENA
Ehccatl.
Galli.
Gueízpállin.
6.
Góhuatl.
7.
Miquiztli.
8.
Mázatl.
9.
Tochtli.
1.
Xóchitl.
10.
2.
Cipactli.
11.
Atl.
lizcuintli.
D i v i s i ó n del a ñ o ritual
12.
13.
la salida del sol hasta
Ozomatli.
llamado sueño,
MnlinalU.
Creo que con esto
se
comprenderá
la
combi-
la oposición,
y
el segundo,
hasta que en su entender se acostaha
la luna por la m a ñ a n a , y agrega que cada uno de estos
nación de las trecenas y de los días que les corres-
periodos era de trece días.
ponden.
que las trecenas representaban los movimientos diarios
Y veamos ahora cuál ha podido ser el origen
Gama lo confirma diciendo
y no parecido á
de la luna, desde que aparecía después de la conjunción
otro en ningún pueblo ni edad, y cuál la causa de su
hasta poco después del plenilunio; á cuyo intervalo, en que
de este año de
260 d í a s ,
división en trecenas,
único
periodo también
completamente
se ve de noche sobre el horizonte, llamaban
y desde que comenzaba á desaparecer
original.
Boturini dice que esta división en trecenas viene
cerca de la conjunción, en que se veía de dia en el cielo,
(le que los indios dividían los movimientos de la luna en
le decían cochiliztli,
dos tiempos: el primero, á que llamaron desvelo,
de noche. E l señor
desde
ixtozoliztli.
de noche hasta
por suponer que entonces dormía
Orozco acepta
el sistema y lo
151
MÉXICO Á T R A V É S D E L O S S I G L O S
explica diciendo que trece es la mitad de los dias que
de la zona celeste que recorren.
la luna es visible á la vista desnuda, hecha abstracción
con la figura del Nahui
de los dias
otro intento la que se le da generalmente en el códice
en que
desaparece poco
antes y
poco
Borgiano.
después de la conjunción.
Ollin:
Esto salta á la vista
solamente parece tener
No es alli la conocida cruz de san Andrés:
por
son dos curvas que se entrelazan por sus extremidades:
ver si los nahoas tomaban en consideración los m o v i -
dijérase la proyección de la eclíptica sobre un plano,
Para fijar punto tan importante, comencemos
mientos de la luna, es decir, si habia un Ollin
lunar.
dividida en dos partes, de las cuales una correspondería
No nos dejan duda varias pinturas jeroglificas. Desde
al trayecto desde el trópico
que vimos el códice del Tonalámall,
y la otra á la vuelta del segundo al primero.
observamos
que
habia en él repetidas varias veces las figuras de dos
sin embargo, en la
buhos que semejaban
tamente las cuatro extremidades
Ollin.
en su posición la cruz del
No teiiiamos duda de
Nahui
que á eSte símbolo se
corresponden
figura,
austral al trópico boreal
Se cuida,
de que se perciban
á los cuatro
del Nahui
distin-
Ollin,
que
puntos extremos del h o r i -
referia uno de los buhos; pero el otro de color oscuro
zonte.
que junto á él estaba, no podia tener la misma signi-
están unidas y solamente
ficación, y nos ocurrió que asi como habia un Ollin del
una linea: esto es bastante para significar la idea del
sol,
movimiento, y confirma que no hay necesidad
era posible que
hubiese
otro de la luna.
confirmó en esta opinión el natural pensamiento
si los nahoas observaron
Nos
de que,
el curso anual del sol, con
E n el ritual Vaticano las aspas de cada lado
se indica su separación por
de un
ángulo fijo que marque una zona determinada del
firma-
mento.
No
más razón debieron observar el de la luna, que tiene
obstante
Ollinemeztli
esto,
mayores que el Nahui
mázatl,
en
el
códice
Fejervary,
el
está representado con una cruz de ángulos
Ollin.
E n su centro se ve un
signo de la luna, y para mayor
confirmación
está á la derecha el vaso azul, símbolo del mismo astro.
Si á esto agregamos que en el mismo códice encontramos
m á s adelante al mázatl
después
se
ve
en
otro
frente á un ollin
ollin
á un cuauhtli,
y
signo
también de la luna, no podrá ya cabernos duda de la
existencia del
Ollinemeztli.
E é s t a n o s indagar si el Ollinemeztli
se
computó
según las ideas de B o t u r i n i , Gama y el señor Orozco.
Desde luego es inadmisible sacar la trecena del periodo
lunar.
Verdad es que los nahoas dividían el curso de
la luna en desvelo y s u e ñ o ; pero
que quiere Gama.
Sobre
no
de
la manera
esto tenemos dos hermosos
vasos de barro en el gran salón del Museo. Tienen 0'"84
E l Ollinemeztli
de altura, y fueron encontrados
menor duración, que se repite varias veces en un año
en un
y que abraza mayor extensión en el horizonte.
que
Esto
cerro
los Imanes
era tan lógico que desde luego lo admitimos y dimos
en
por cierta la existencia de un OlUn lunar.
á Tlaloc,
E l estudio
llamado
l a . laguna
cerca de Tehuantepec
" E l Encantado,"
nombran
Manopostiac
Divenamer.
Ambos vasos
en
y
una
que
isla
está
representan
que ya hemos dicho que se tenia por padre
del códice Borgiano confirmó nuestra idea: en él se ve
de la luna y era uno de sus símbolos; pero hay que
repetido varias veces el símbolo del Ollinemeztli,
advertir las m á s notables diferencias que entre uno y
forma
símbolo
siempre
igual y
determinada.
Se
de
compone el
de una cruz de san A n d r é s , siempre
blanca
en las pinturas, cuyos brazos están separados por un
ángulo
menor
que el del Nahui
Ollin:
debajo del
cruzamiento de las aspas hay un semicírculo ó
figura
otro vaso se observan desde luego.
Tlaloc
mientras
que
en
el segundo los tiene sin pupilas y
semejando que están cerrados.
semejante, que parece representación de la misma luna,
al sueño
vaso indica el periodo en que
agregan
las
virgulas del humo
de la luna; pero al mismo tiempo el primer
la luna alumbra y el
segundo el tiempo en que no se ve.
propias de este astro.
Llama la atención
Esto hace pensar desde
luego que el primero se refiere al desvelo y el segundo
y á ocasiones se
le
que á pesar de ser mayor el
E n el primero, el
tiene los ojos abiertos y marcadas las pupilas;
el Tlaloc
L o manifiesta, que
del primero tiene sobre la frente por adornos
ángulo efectivo del curso de la luna que el del sol,
las virgulas, símbolo del humo y de la luz de la luna,
el del Ollinemeztli
las cuales faltan en la frente del Tlaloc
es menor que el del Nahui
lo que prueba que son
signos
convencionales
Ollin,
de los
movimientos de ambos astros y no la expresión gráfica
a d e m á s , en el yacátetl
del segundo:
del primero hay una serie de
circuios ó puntos que faltan en el del segundo.
Pero
152
M E X I C O A T R A V E S B E I.OS S I G L O S
la más notable diferencia es (jue el iirimero, debajo de
Kepresenta, pues, el primer vaso á la luna viva alum-
los dientes, tiene el sinibolo del OUinniiezíU:
brando el cielo en la noche, á la luna en su desvelo
la figura
de éste se compone de una faja de dos brazos cortada
ó ixtozoliztli.
E n el segundo vaso, en el que el
llaloc
cierra los ojos como dormido y no ostenta en su frente
los signos de la luz, debajo de los dientes del dios se
ve el disco del sol y los adornos son glyfos ó rayos
solares; porque cuando alumbra el astro del dia palidece
y muere á la vista el humeante espejo de la noche.
Este vaso representa el cochiliztli
De
esto no se
periodo de
trece
ó sueíio de la luna.
desprende,
ni mucho menos, el
dias; sino solamente que asi como
creian los nahoas que el sol en la noche iba á alumbrar
á los muertos, pensaban que la luna, que en la noche
se desvelaba brillando en el cielo, iba á dormir durante
el dia.
E l periodo lunar computado por los nahoas era de
veintinueve dias, pues los pueblos primitivos no podian
apreciar las fracciones. E l periodo de veintinueve dias
les
daba,
con sólo la diferencia de
lunaciones para cada año ritual.
un dia, nueve
Más adelante veremos
que pueblos más adelantados de la misma raza llegaron
á corregir estos errores.
Con estas nueve lunaciones entraban en la formación del año ritual todos los números simbólicos, método
predilecto y constante de los sacerdotes.
4 4 - 1 = 0 dias del periodo para el
E l desvelo de l a luna
4 4 - 4 4 - 1 = 9 lunaciones.
4 4 - 4 4 - 4 4 - 1 = 13 dias de la trecena y 13 periodos
á la mitad en semicirculo ó media luna: debajo de esta
faja hay otra semejante y de su centro sale una especie
de disco alargado con dos símbolos del humo.
Veamos cómo:
iianqitiztli.
de los veinte dias.
4 4 - 1 = 5 X 4 = 2 0 dias diferentes y veinte trecenas
Varios
del año ritual.
Algunos, á más de Tonalámall,
en consideración
á los periodos de la luna, llaman al año ritual
pohualli,
cuenta de la luna,
y
le
Metztla-
dicen también
CcmilhidtlajiohuaUifztH,
cuenta de las fiestas ó dias
rituales.
nombre da idea exacta del
Esté
segundo
objeto del año de
andan
que
de
260
dias,
equivocados los autores.
distinguir
la
nuevas.
los
Conquista
No
pero
neologismos
el primero
inventados
para expresar los
habia
en
E n el mexicano hay
después
objetos ó ideas
nombre en náhuatl
para decir
mes, y se usó entonces del de la luna, y por eso dice
Molina que mes, ^irir/c docena del año, y no el periodo
de veinte dias se dice
meztli
ó
metztlapühaaHztli.
Por lo tanto, y para evitar equivocaciones, seguiremos
llamando veintena al periodo de veinte dias y
Tonalá-
matl al año ritual.
Si las revoluciones de la luna no influyeron en la
formación de este calendario, como no hablan influido
en la del año solar, no sucedió lo mismo con el periodo
de la estrella de la tarde, que fué su verdadera base,
E l s u e ñ o de la l u n a
según relato de Motolinia. Dice éste que el tiempo en
rayos adornan la figura; pero no tienen la forma de
que se ve brillar á esta estrella en el poniente , después
.glj'fos ó tejas de los rayos del sol, sino la de aspas
del ocaso del sol, es de doscientos sesenta dias y que
semejantes á las que significan las horas de la noche.
de ahí se formó este año especial. No creemos, como
153
MÉXICO Á TRAVÉS D E L O S S I G L O S
algunos autores, que este período fuese el resultado de
números simbólicos,
cálculos astronómicos: fué efecto por una parte de la
que los sacerdotes sujetaban los mismos hechos h i s t ó -
observación de los días en (pie la estrella brillaba con
ricos
toda claridad, y por la otra, de la combinación de sus
cabalisticas.
á
cifras
pues repetidas veces observamos
cronológicas
fijas
y pudiéramos
decir
O
O
f
@
fe:
m
o
Signos iniciales de las veinte trecenas
Esta
es
una
de
las
particularidades
distingue á la cronologia nahoa,
pues es
que más
la
única
fundada en el período de la estrella de la tarde.
se desarrolló m á s y en donde dominó el culto de ese
dios, como lo demostrarán hechos posteriores.
De aquí
Se
nació un nuevo mito: (j^i/íV.-ff7(;o«77 aparece ahora como
comprende, desde luego, que los sacerdotes de Gl\iet-
autor del calendario, cuando antes hemos visto (pie lo
zalcoatl
inventaron
este
calendario
ritual
y
es
de
suponer que tuvo su origen en la región tolteca en que
eran Cipactli
y Oxomoco.
Pero atendido el diverso
origen de ambos mitos, podemos explicar su contradic-
154
MÉXICO Á TBAVÉS D E L O S S I G L O S
ción aparente.
Cipactli
j - Oxomoco son origen de la
cronologia y por consiguiente del año solar, y
Qurtzal-
sucedían
invariablemente las
primer resultado
coatl lo fué del ritual.
E n la época nahoa
este año de 260 dias no se
trecenas,
según
hemos
visto en las dos primeras y última antes insertas, el
de la
combinación
del
Tonalámall
era que cada trecena comenzaba por dia distinto y que
cada dia al repetirse llevaba número diferente.
hacer
más claras
estas
combinaciones,
Para
formamos
la
siguiente t a b l a :
PRINCIPIO D E L A S TRECENAS
1." Ácatl;
2." MifU'iitli;
3." Quiáliuifl;
d." 3fa-
linalli.
5." Cohuatl;
6." Tccpatl;
7." Ozomatli; 8." CucJz-
pállin.
9." Ollin;
10.» lizcuintli;
11.» Cnlli;
12.» Cozca-
cuauhtli.
ViC Atl; U3 Ehccatl;
17.» Cipactli;
(Juclznlcoatl
combinó
fijar
con
el
de
la celebración
365,
de
las
ni
tuvo más
fiestas
20.» X o -
que
E n la primera trecena, como hemos visto, los trece
primeros símbolos de los veinte dias llevan la nume-
su
fin
es-
ración del 1 al 13, y los siete restantes la del 1 al 7 en
j la segunda
veinte
19.» Mázatl;
ambos
objeto
religiosas:
pecial.
los
18.» Occlotl;
chitl.
corrian separadamente llenando cada uno
Como sobre
15.» Cuauhtli; 16.» TochCi.
signos
de
los dias
trecena.
Esto produce
aplican en ellos los numerales del 1 al 13, no en su
Se
orden natural sino en la siguiente serie:
sencilla n i más ingeniosa.
aunque por
ve, pues, que la combinación no podia ser
Pero
1 , 8 , 2 , 9, 3, 10, 4 , 11 , 5, 12, 6, 13, 7.
principal,
Esta serie se forma alternando los numerales del
1 al 7 con los siguientes del 8 al 13.
que,
se I repetirse cada signo trece veces en los 260 dias, se le
culto.
esta
combinación
tenia
más
t a m b i é n , y era
el
un resultado religioso, la organización del
Se celebraba
fiesta
al signo conque
empezaba
Para saber el
cada trecena, y si observamos el orden de esos signos
á cuabjuier
en la tabla que hemos formado, se verá que, comen-
dia, bastaba partir del número que tiene en los iirimeros
zando ¡lor el sol, las fiestas van correspondiendo sucesi-
orden de los numerales
que corresponden
veinte dias del Tonalámall
ejemplo:
Tccpatl
le
y íórmar
corresponde
la
serie.
Por
el número 6, pues
se comienza la serie por él y nos dá :
serie
produce
dos
efectos
á
los
cuatro
astros.
Cada
de los cuatro astros, y cada renglón vertical los cinco
signos de uno de ellos.
6, 13, 7, 1 , 8 , 2 , 9, 3, 10, 4 , 11 , 5, 12.
La
vamente y por su orden
renglón liorizontal de la tabla nos da una serie de signos
Reducida la teogonia á la adoración de los cuatro
prácticos;
dado
astros,
sol, estrella de la tarde, luna y t i e r r a , á ellos
cualquier signo con su numeral se completa desde luego
se redujo también la cronologia y puede decirse que la
hasta formar los trece t é r m i n o s , y por el lugar que
astronomía misma.
ocupa se sabe inmediatamente á qué trecena
ponde.
A s i , se nos da el día 10, tccpatl,
corres-
cuj-a serie
Pero una vez formado el año de 260 dias como
período convencional de la estrella de la tarde,
ocurre
hemos formado; como en ella este mimeml es el noveno,
notar que los nahoas no pudieron menos de llegar
el dia dado estará precisamente
comprender. como todos
en la novena
trecena.
á
los pueblos, que la estrella
155
MÉXICO Á TRAVÉS D E L O S S I G L O S
matutina era la misma que en el período anterior liabia
por áca.íl
brillado como vespertina. Se encontraron, pues, con un
mos los cinco dias nemontemi,
astro que tenia dos periodos.
Motolinia
y concluían por malinalli;
1." ácatl,
se da cuenta de esto,
y dice que el
cuauhtli
periodo matutino se computaba también en 260 días,
Asi,
2.° ocólotl,
3.° cuauhtli,
el año siguiente t e n d r í a
aunque otros dicen que en trece dias más ó sean 273.
técpatl,
concluirían siempre en ollin.
este exceso de trece dias, y carece de fundamento.
dos periodos, pues, eran
convencionales y
duración, y quedó subsistente
de
Los
Por
lo mismo, para
significar
sus
dos
periodos, necesitaban un signo doble, y éste consiste en
dos astros.
Asi vemos siempre á QucIzaJcoañ
que
comenzar
todas sus veintenas,
las
por
que
Pues bien, los nemontciui
2.° quiáhuitl,
3.° xochitl,
4.° cipactli
ehécatl.
E l tercer año empezaría entonces por calli,
sus veintenas, las que
concluían
en
y todas
ehécatl;
y los
nemontemi serian:
dos cruces, que son de forma griega, para distinguirlas
de las más ó menos abiertas de San Andrés de los otros
lo mismo que
1.° técpatl,
y 5.°
pero el movimiento de la estrella era doble, y se llama
Opanóllin.
cozca-
de este segundo año serian:
igual
el ritual de 260 dias;
4.°
y 5.° ollin.
No hemos encontrado en ningún jeroglifico
n i escritor
si después conta-
estos serian:
1.° calli,
tli y 5.°
2.° cuefzpálliii,
3.° cohuatl,
4.° miquiz-
mázatl.
adornado
De este modo el cuarto año comenzaba por
tochtli,
con dos cruces: es la estrella con sus dos movimientos,
cada veintena por el mismo signo, finalizando en
mázatl,
con sus dos periodos.
y los nemontemi serian:
Involuntariamente viene la observación de que el
periodo cronológico de un astro se representaba por una
1." tochtli,
5."
2.° atl,
3." itzcv.intli,
4.° ozomatli y
malinalli.
cruz de tal ó cual forma, y esto nos dará la explicación
Asi es que el quinto año volvía á comenzar por
de la cruz nahoa, que ha sido origen de tantas y tan
ácatl,
encontradas opiniones. Humboldt, con la perspicacia de
formándose un ciclo de este periodo, y designando á los
su genio, dijo que la cruz expresaba los cuatro puntos
años, para distinguirlos, con los cuatro signos iniciales:
cardinales.
ácatl,
La
múltiple
significación
de los
signos
iniciales hace que esto sea cierto á veces: asi hemos
y seguía esta sucesión de cuatro en cuatro años,
técpatl,
Los
calli y
resultados
tochtli.
de
esta
combinación
son
los
hablado ya de un sol que está entre los cuatro signos
siguientes: cada año del ciclo tiene el nombre de uno de
que forman una cruz de brazos iguales y ángulos rectos.
los cuatro astros en su orden, y en el mismo orden y
Este Xaliui
con el mismo signo comienzan las veintenas; y en cada
Ollin, al mismo tiempo, da á la cruz la
significación de las cuatro estaciones.
Los nahoas, por
año cambia la aplicación de los iniciales á las estaciones,
extensión, hicieron del ollin un símbolo del movimiento;
debiendo empezarse el orden de aquellos por el domi-
y de esta manera, para expresar un terremoto, ponían
nante en el a ñ o .
dicho signo sobre el del terreno, llalli.
F u é , pues, el
ollin representación del movimiento de un astro, del
lieriodo de su evolución, y en general de un periodo
cronológico.
Como habían estudiado el movimiento de
Tomando en consideración que esto quedó subsistente en algunos pueblos
ollin respectivo. Y variando y adornando esas formas,
encontramos en los jeroglíficos diversas cruces:
de San A n d r é s ,
cruces
griegas
de
ángulos
cruces
rectos,
cruces teutónicas, etc.; y sin embargo, no son más que
cruces nahoas, que
desde la más remota antigüedad
significaban el movimiento de los astros y los períodos
cronológicos.
Pero
si las
descendencia
nahoa,
es
inicial del año .y exacta la tabla tercera de Veytia.
los tres astros, sol, estrella de la tarde y luna, para
distinguirlos dieron diferentes formas á las cruces del
de
cierta la teoría de Boturini sobre las estaciones y el dia
Pero el ciclo de cuatro a ñ o s , si bien suficiente para
la vida c i v i l ,
era demasiado
corto para los cómputos
históricos, y se forirtó un ciclo mayor astronómico de
veinte a ñ o s , distinguiéndolos con los signos de los dias,
cuyos nombres tomaban desde ácatl
hasta
malinalli.
Dentro de este ciclo mayor cabían cinco ciclos civiles de
á cuatro a ñ o s ;
pero
se
dividía
astronómicamente en
cuatro ciclos de á cinco a ñ o s , señalando cada uno de
ellos con uno de los signos iniciales, lo que daba por
diferentes cruces representaban esos
periodos cronológicos, es la verdad que aisladamente y
resultado que el signo del ciclo era el mismo del año
civil conque comenzaba.
sin combinación ninguna todavía en la época nahoa, el
Bastante ingeniosa esta combinación, que permitía
año civil y el astronómico seguían su curso independien-
á los nahoas fijar periodos cronológicos hasta de cuatro-
temente del ritual.
cientos a ñ o s , llegó á no ser bastante para las exigencias
Estos dos eran enteramente
iguales
en un principio, compuestos de diez y ocho veintenas y
de su progreso: á lo que se agregó que sus astrónomos
de cinco dias inútiles que no entraban en cuenta; mas
notaron que el año verdadero era mayor en un cuarto de
luego en el astronómico se computaron los ncmontcmi,
un dia que los 365 dias que en él contaban, lo que
y se formó un ciclo de cuatro años.
hacia necesaria una corrección en el cómputo cronoló-
Vamos á explicarlo.
En el primer año todas las veintenas
empezaban
gico.
156
MÉXICO Á TEAVÉS D E L O S SIGLOS
En efecto, empezando el primer año por ácatl,
Los primeros cronistas nada nos dicen sobre esta
ya
corrección; pero los posteriores nos aseguran que en un
no podia comenzar por él el quinto, supuesto que ese
año t(k'p(itl se reunieron en Hueliuetlapállan los a s t r ó -
signo correspondía al dia bisiesto,
nomos de la ciudad y de otras inmediatas, que c o r r i -
quinto
gieron
los
antiguos
errores
cronológicos,
fijaron
la
año le
occlotl.
sino
el
que
á dicho
segundó símbolo
Siguiendo el c ó m p u t o , el noveno año empezaba
duración (pie habían tenido los soles ó edades, é i n t r o -
por
dujeron la reforma del bisiesto.
décimoséptimo
Ponen esta corrección
tocaba por inicial
cuauhtli,
el décimotercero por cozcacuauhtíi,
por
oUin,
y
el
concluyéndose un primer
al fin del siglo segundo antes de nuestra era; pero ya
periodo de veinte a ñ o s , el inmediato principiaba por el
hemos
segundo signo inicial tccpatl.
dicho que
tuvo lugar
el año 249, es decir,
E l tercer periodo comen-
doscientos cinco años antes de que se hiciese en Roma
zaba por calli,
la semejante que se conoce con el nombre de juViana.
medios en los cinco ciclos menores
Como los nahoas siempre tuvieron por principio de su
Corrian después otros cinco signos en el tercer periodo
ciclo el ácatl,
de veinte a ñ o s , y el cuarto comenzaba por tochtli;
debemos fijar el suceso en un año
ácatl:
el empezar por tccpatl fué reforma tolteca.
él
E n nada están más desacordes los cronistas que en
el
método
de
intercalación del dia complementario ó
bisiesto: escritor hay, como Motolinia, que lo niega; y
se
habiendo corrido los cinco signos i n t e r de
cuatro
aplicaban los últimos cinco signos
á
años.
en
sus cinco
cuadrienios, y al cabo de ochenta años volvía á empezarse por ácatl.
Esto dió nacimiento á
un
siglo de
dichos ochenta a ñ o s , dividido en cuatro ciclos de á veinte
Torquemada, según á (piien copia, ya dice que no se
que tomaban el nombre de su signo inicial.
usaba, ya á pocas páginas explica la manera de compu-
más patente este método, que no se encontrará en ningún
tarlo;
autor, formaremos una tabla, poniendo á cada año el dia
y es que la variedad de sistemas que sucesiva-
mente fueron usándose, produjo la confusión en quienes
Para hacer
conque comienza.
no estudiaron el calendario nahoa en sus diversas épocas
y con sus diferentes reformas.
Por
fortuna,
entre
tan
CICLO
encontradas
opiniones,
tenemos un jeroglifico en el códice Telleriano-Remense
que nos indica cuándo y cómo se hacia la intercalación.
Después de los símbolos de las diez y ocho veintenas ó
meses, hay un cuadrado con cinco virgulas dentro, que
ácatl.
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
ácotl.
técpatl.
calli.
tocljtü.
océlotl.
quiáhuitl.
cuelzpállin.
8. a t l .
9. c u a u h t l i .
10. X ó c h i t l .
11. c ó h u a t l .
12. i t z c u i n t l i .
13. c o z c a c u a u h t í i .
11. c i p a c t l i .
15. m i q u i z t l i .
10. o z o m a t l i .
n. o l l i n .
18. e h é c a t l .
19. m á z a t l .
20. m a l i n a l l i .
Si
CICLO
técpatl.
CICLO
21.
22.
23.
24.
25.
26.
técpatl.
calli.
tochtli.
ácatl.
quiáhuitl.
cuetzpállin.
27. a t l .
28. o c é l o t l .
29. X ó c h i t l .
30. c ó h u a t l .
31. i t z c u i n t l i .
32. c u a u h t l i .
33. c i p a c t l i .
34. m i q u i z t l i .
35. o z o m a t l i .
36. c o z c a c u a u h t í i .
37. e h é c a t l .
38. m á z a t l .
39. i i i a t i n a l l i .
40. o l l i n .
ahora
formamos
calli.
41.
42.
43.
41.
45.
calli.
tochtli.
ácatl.
técpatl.
cuetzpállin.
46. a t i .
47. o c é l o t l .
48. q u i á h u i t l .
49. c ó h u a t l .
50. i t z c u i n t l i .
51. c u a u h t l i .
52. X ó c h i t l .
53. m i q u i z t l i .
51. o z o m a t l i .
55. c o z c a c u a u h t í i
5'i. c i p a c t l i .
57. m á z a t l .
58. m a l i n a l l i .
59. o l l i n .
CO. e h é c a t l .
otra tabla
tochtli.
CICLO
61.
K.
63.
61.
tochtli.
ácatl.
técpatl.
calli.
6o. a t l .
66. o c é l o t l .
67. q u i á h u i t l .
68. c u e t z p á l l i n .
69. i t z c u i n t l i .
70. c u a u h t l i .
71. X ó c h i t l
72. c ó h u a t l .
73. o z o m a t l i .
74. c o z c a c u a u h t l
75. c i p a c t l i
76. m i c u i z t l i .
77. m a l i n a l l i .
78. o l l i n .
7!(. e h é c a t l .
80. m á z a l t .
solamente de los
ciclos de veinte años y su división en ciclos menores ó
cuadrienios, tendremos: .
CICLO
Inlercalac ión del d í a c o m p l e n i c n l a r i o
significan los ñcmontein'i,
1. á c a t l . — 2 .
1. t é c p a t l . — 2 .
quiáhuitl.—3.
1. c a l l i . - 2 .
ehécatl.
calli
c u e t z i i á l l i n . —3. c ó h u a t l . - - 4. m i q u i z t l i . — 5. m á z a t l .
intercalación se hacia después de los 'nemuiitcmi y de
un solo dia; lo cual coi i esiíonde á verificarla cada cuatro
X ó c h i t l . —4. c i p o c t l i . —5.
CICLO
Esto nos da á entender con bastante claridad que la
ollin.
técpatl
CICLO
y encima, por la parte exterior,
otra (pie corresponde al dia bisiesto ó complementario.
ácatl
o c é l o t l —3. c u a u h t l i . — 4 . c o z c a c u a u h t í i . . — 5
CICLO
tochtli
1. t o c h t l i . — 2 . a t l . — 3 . i t z c u i n t l i —4.
ozomatli.-5.
malinalli.
a ñ o s , puesto que el atraso era de un cuarto de dia por
año.
Algunos escritores, como D u r á n y B o t u r i n i , dicen
que para no interrumpir la sucesiím regular de los dias
se doblaba en el intercalar el signo del anterior.
Veamos aliora el resultado de todas estas combinaciones.
Esto
Cada ciclo de veinte años comienza por uno de los
se acostumbró, en efecto, desde la época nahoa para el
signos iniciales en su orden, de manera que cada cual
año c i v i l , pero no para el astronómico, pues en éste se
está dedicado á uno de los cuatro astros.
daba al dia intercalar el signo correspondiente, lo que
produjo una nueva combinación cíclica.
Los veinte signos de los dias, también en su orden,
principian los ciclos menores de á cuatro a ñ o s : así es
157
MÉXICO Á TRAVÉS D E L O S S I G L O S
([Ue cada uno de éstos aparece dedicado sncesivaiiiente á
los cuatro astros.
Los cuatro ciclos mayores comienzan por los cuatro
sio-nus
Marcóse este siglo de oclienta años con una atadura
de hierbas ó una turquesa, que se llamó
xiuhiiwlpiUi,
que lo mismo signitica atadura de años que de hierbas.
Conocemos ya este signo que es el del número 8o.
iniciales en sus cuatro combinaciones posibles.
Atábanse,
En el principio de los años de cada ciclo mayor
que
los cuatro.
período más que sulicieiUe para la cronologia de cualquier
E l orden de los días conque comienzan los
ochenta años
del siglo es siempre
el de
los
cuatro
los
pues, los años cada SO, lo que hacia
entran todos los veinte d í a s , variando su combinación en
nalioas
pudieran
luista Odoo
años,
pueblo.
astros.
Esto, y todo lo que antes hemos expuesto, nos da
De modo que aparecen dedicados en su orden á los
cuatro astros, sol, estrella, luna y t i e r r a :
cumplida idea del progreso á que llegó la civilización
nalioa.
Acaso
se j u z g a r á
1. " los cuatro ciclos mayores.
demasiado
2. " los veinte ciclos menores.
dores de México, pero
3. " los ochenta años del siglo.
hemos creído necesaria.
No podían
contar
ser
más ingeniosas, más sencillas, y
podemos decir más lógicas
las
antecedentes combina-
ciones.
(jiie
nos
hemos
extendido
sobre una época ijue no tratan los historiasi la
empresa era dificil,
la
L a dificultad de reconstruir una civilización prehistórica que había
desaparecido
diez siglos antes de la
Conquista, consistía no solamente en la falta de anales,
iMUiiimiii
.
WHIlMllMii^'*
i- ۥ
R o c a s e s c u l p i d a s del X i l a
sino en la mezcla de elementos diversos que había
Pero á pesar de estas dificultades, y del riesgo en
hecho el transcur.so del tiempo en las mismas localidades. i que nos hemos puesto de incurrir en graves errores,
Intrusa la raza nahoa, al extenderse de oriente á ! hemos intentado la reconstrucción de la época nahoa por
poniente y de norte á sur, invadió terrenos
ocupados I dos graves razones.
L a primera, porque siendo aquella
monosilábica, y hay peligro en ' civilización el opigen de las civilizaciones históricas más
confundir las huellas de ésta con las de aquélla. I n v a - • importantes que desjiiiés se desarrollaron en nuestro
dida á su vez más tarde por la misma raza monosilábica I territorio, la tolteca y la mexica, mal podríamos comque hacia el norte había empujado, fácil es confundir prender éstas sin conocer su •punto de partida, y no nos
por la raza autóctona
con las de aquélla ciertas costumbres de ésta halladas
podríamos explicar sus evoluciones lógicas y naturales.
en el territorio nahoa.
Esto
A s í , tratando del levantamiento
del Nuevo México, encontramos en nuestros
que se comunicó
manuscritos
el día de la rebelión por medio de
es
muy importante,
porque
para
historia de un pueblo no es precisamente
nosotros
la
de
la
sus
reyes n i la relación de sus batallas, sino la de su des-
cordeles con nudos, es decir, por quipos; y se dice que
arrollo
fijainii éste y otros acontecimientos por medio de figuras
motivado, y cómo por él dominan determinadas ideas en
pintadas en tiras de piel.
un pueblo y constituyen su carácter especial.
E l suceso es cierto y pasó en
social, el estudio de las
la región nahoa; pero en éjioca (jue estaba invadida -inir
pasamos á
este
pueblos que tenían ya otra civilización.
relatos
sucesos
A s i también,
de
causas que
lo han
Cuando
terreno del de los simples anales y
sin importancia, parece
que del
entre las rocas esculpidas de la región del X i l a se ' cuerpo de un pueblo penetramos en su alma y vamos á
encuentran unas que por su carácter manifiestan perte- I ver lo que piensa, lo que (piiere, lo que alcanza. Hasta
necer á los pueblos invadidos por los nalioas, otras de entonces podemos decir que lo conocemos como conocemos á un liombre, no cuando lo hemos visto pasar y
estructura reciente y obra de las tribus posteriores que
contemplado sus facciones, sino cuando hemos estudiado
eu aquel territorio penetraron d e s p u é s , y alguna, por
las fuerzas de su cerebro y de su corazón.
sus numerales bien marcados, nos parece claramente
nahoa.
L a segunda razón de la necesidad de este estudio.
158
MÉXICO Á TRAVÉS D E L O S S I G L O S
es atacar á tiempo un error que se va convirtiendo en
el hombre de adorar algo superior
escuela j - que trastorna por completo el lugar de origen
poética yendo á buscar sus dioses entre los astros del
y la marcha y desarrollo de las civilizaciones de nuestro
firmamento,
territorio.
rios, y en su contemplación funda su culto.
E l abate Brasseur,
escritor muy instruido
crea una
religión
en ese sublime templo de luz y de miste-
pero que quiso alcanzar fama de innovador, inventó por
Pueblo agrícola por instinto, va luchando sin auxilio
propia autoridad que los nalioas eran originarios de la
extraño y ganando siglo á siglo en su aislamiento, la
región meridional de nuestro p a í s , t r a s t o r n ó los i t i n e -
casa en común, la casa grande y al fin la ciudad.
rarios
vida es el comunismo y el trabajo,
y
confundió
las civilizaciones. Los amigos de
novedades lo siguieron: se había
repetido
la
verdad
la fraternidad y la v i r t u d .
Su
y de ahí nacen
Alcanza la comodidad y im
histórica durante tres siglos y era ya vieja y cansada,
lujo relativo, y para defender los campos regados con
mientras que la ficción moderna tenía todo el atractivo
su sudor se vuelve guerrero, y el desarrollo natural
de lo inesperado.
del culto en los grandes centros
A d e m á s , el abate sostenía
origen del género liiimano
que
el
estuvo en la parte sur de
nuestro territorio; de ahí liabíaii partido los hombres á
poblar toda
la t i e r r a , y esto por lo menos
nuestro amor propio.
docio.
Nacen
las
da origen al sacer-
castas por la ley inflexible
de la
historia, y por ella si disminuyen las libertades aumenta
halagaba
Como por entonces comenzó
el
interés por nuestras antigüedades y las obras del abate
estaban escritas en francés, idioma muclio más conocido
en
Europa
que
el español,
su
nuevo
sistema
hizo
fortuna; y vimos con sorpresa que lo s e g u í a n , no solamente los escritores de Francia, sino algunos sabios de
Alemania
y
Orozco,
como
aun
los
Estados
Unidos.
elocuente
de
protesta
contra
escribió su Historia
El
señor
ese
error,
siguiendo las buenas tradiciones.
Demuestran lo absurdo del sistema los caracteres
especiales de la civilización del sur, de que ya vamos á
ocuparnos, que son contrarios y por lo mismo no pueden
confundirse con los de la civilización septentrional. Pero
basta la tradición constante y no coiitradiclia por .siglos,
de que los nahoas vinieron del norte; los cronistas que
recibieron sus relatos de boca de los mismos indios, así
lo aseguran; los itinerarios de sus peregrinaciones
son
Mortero de granito
conocidos y existen todavía en ese rumbo los mismos
lugares á que se refieren; el hombre en sus dos m a n i -
el poder.
festaciones
gusto e s t é t i c o ; brota
de tipo y de lengua lo confirma claramente,
y mientras el mexica ó náhuatl
Se revelan las artes y en ellas un exquisito
la
ciencia y
nos
sorprende
su
es idioma extraño al
calendario. Y toda esta serie de progresos en un pueblo,
maya, es pariente inmediato de todos los del Cliico-
compréndese bien que pertenece á la edad de la piedra
moztoc; todavía al norte de éste encontramos
lugares
sin pulir,
pues casi no usaron de la pulida en
sus
con nombre nalioa como la laguna de Cópala, y en fin,
constniccioiies y acaso hasta en los últimos tiempos, y
todas las costumbres, todas las ideas del pueblo en que
sólo
nos hemos ocupado, se nos presentan
utensilios
germen
la
de
tolteca
las
dos
grandes
y la mexica.
como principio y
civilizaciones lii-tóricas,
Demos,
pues,
de
mano
á
en
una
parte
toscos
de
la región la emplearon
como
morteros
y
liaclias.
para
Y
sin
embargo, la agricultura progresa y al desbordamiento
de
los ríos
se
sustituyen
canales
irrigación;
la
tejen vistosas telas;
de
de
errores de sistema y sigamos nuestro trabajo con las
industria se desarrolla
buenas fuentes de nuestra liistoría.
la caza se pasa á la curtiduría y se adoban riquísimas
Cuando en conjunto se
nahoa
se
observa
como
contempla
el
esfuerzo
primitiva pudo alcanzar el mayor grado
la
civilización
de
una
de
compatible con el medio social en que vivía.
y
se
pieles; á los primeros alimentos siguen grandes ban-
raza
quetes con sabrosas bebidas que sazona el placer del
pi-ogreso
tabaco; se hace el comercio, se alcanza la navegación
En
sus
y al fin el poder guerrero, y son las ciudades fortalezas
manifestaciones externas forma una lengua perfecta en
y los pueblos ejércitos. Así llegaron los nalioas á las dos
.sil carácter y comienza una escritura propia, inventa
expresiones
una aritmética original y de sencillas y
fuerza j
sorprendentes
conibinaciones; mientras que por la necesidad que siente
virtud.
de la grandeza
luiniana: el poder
por la
la riqueza. }' la felicidad por el trabajo y la
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