HISTORIAS DETRÁS DE LOS SALMOS Salmo 126

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HISTORIAS DETRÁS DE LOS SALMOS
Salmo 126
PROPÓSITO: Enseñar a mis alumnos la historia detrásás del Salmo 126 y la verdad del Salmo.
INTRODUCCIÓN: La Lección del domingo pasado se trató acerca de los judíos en Babilonia negándose a
cantar la canción del Señor. Ellos estuvieron cautivos por 70 años. El Salmo 126 relata que esa cautividad
terminó y los ¡judíos van de regreso a casa! Ellos cantaron una canción de gozo y felicidad mientras marchaban
a la Tierra Prometida. ¿Te lo puedes imaginar? Miles y miles del pueblo de Dios están marchando de regreso a
Jerusalén, a su tierra amada, a su ciudad amada, a su amado Monte Sión, a su templo amado, ¡Después de 70
largos años en cautiverio! ¡Qué felicidad! ¡Qué gozo! ¡Qué ocasión! Miremos la canción que ellos cantaron:
I.
CORAZÓN GOZOSO. Salmo 126:1a, “Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sión…” Aquí
es donde todo gozo debería de comenzar. Aquí es donde la verdadera canción debería de comenzar con
la salvación. Nadie canta como las personas redimidas. Nadie canta como las personas que han sido
liberadas. Los judíos habían sido liberados, y de aquí se genera su gozo. Aquellos de nosotros que
hemos sido redimidos por la sangre de Cristo podemos tener un gozo de corazón.
Note, dice en el Salmo 126:1b, que “Seremos como los que sueñan.” Fue maravilloso haber sido
liberado, ellos no podían creer que fuera cierto. Era como un sueño para ellos; era maravilloso. Ah,
cuando la salvación se convierte en esa maravilla para nosotros, cuando nos detenemos a pensar en que
somos hijos de Dios, librados del infierno y en nuestro camino al cielo, herederos de Dios y
coherederos con Jesucristo, ¡Qué cambio tan tremendo hará eso a nuestro gozo!
II.
LAS RISAS Y ALABANZAS. Salmo 126:2a, “Entonces nuestra boca se llenará de risa,
y nuestra lengua de alabanza.”
1. Reír. Las personas redimidas pueden sonreír. Debe de haber un verdadero gozo en el corazón de
una persona redimida, y reírse debería de ser el resultado de esto. Dios no está disgustado cuando
Su pueblo ríe. Existen aquellas personas que creen que es un pecado y vergüenza reírse en la
iglesia. Esto ciertamente rebate ese argumento. Las personas de Dios son felices; por lo tanto, el
pueblo de Dios tiene mucho de que reírse.
2. Alabanza. No solamente su boca estaba llena de risas, pero su lengua estaba llena de alabanza.
Usted se recordará de eso en la lección de la semana pasada en el Salmo 137, cuando los judíos
estaban en cautiverio. Aún que tenían una reputación de que les gustaba cantar, ellos se negaron a
hacerlo. Ellos colgaron sus arpas en los sauces. Dijeron que no podían cantar la canción del
Señor en una tierra extraña, ¡pero ahora han sido liberados! Ellos pueden cantar de nuevo. Su
canción es de gozo; su canción es de felicidad; y sus lenguas literalmente están llenas de
alabanza.
III.
LO QUE LOS PAGANOS DIJERON. Tan pronto como los paganos escucharon las risas y oyeron
las alabanzas, dijeron, “grandes cosas ha hecho Jehová con éstos.” Vea el Salmo 126:2b. ¡Qué gran
testimonio es una risa espiritual y una alabanza espiritual! Las iglesias que tienen gente salva, las
iglesias que alcanzan a los paganos y los hacen creer en el Evangelio son aquellas que tienen personas
felices y cantadoras. Cuando los profetas falsos y la gente que los siguió vio caer el fuego desde el
Monte Carmelo por Elías, entonces la gente dijo, “Jehová es el Dios, Jehová es el Dios.” I Reyes
18:39. El mundo espera por un Cristianismo que trabaje. Espera por una demostración real, verdadera
de gozo y risas. Cuando los judíos fueron salvos y estuvieron contentos por eso, entonces los paganos
dijeron, “Grandes cosas ha hecho Jehová con éstos.”
IV.
EL TESTIMONIO DEL PUEBLO DE DIOS. Ellos no eran tímidos y les contestaron a los paganos.
Salmo126:3, “Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros; Estaremos alegres.” No solamente ellos
testificaron con su canción, y por sus risas, pero estuvieron listos a decir una buena cosa por Cristo.
Nosotros, también, estamos marchando a la Tierra Prometida. Como el escritor de música lo puso,
“Estamos marchando a Sión.” Otras personas, mientras nos miran, deberían escuchar nuestras risas y
escuchar nuestras alabanzas al mismo tiempo que dicen, “Grandes cosas ha hecho Jehová con éstos.” Y
nosotros a cambio, deberíamos decirles lo que Dios ha hecho por nosotros.
V.
LA ORACIÓN DEL PUEBLO DE DIOS. En Salmos 126:4, note las palabras, “Haz volver nuestra
cautividad, oh Jehová, como los arroyos del Neguev.”Ellos sin duda estaban hablando del Río Nilo.
Cuando los judíos hablaban del “Rey del sur” o “país del sur,” usualmente hablaban de Egipto. Cuando
ellos hablaban de los arroyos de Neguev, ellos sin duda tenían en mente el Río Nilo con sus muchos
arroyuelos y atributos. Si uno volara sobre el Río Nilo podrá notar que solamente habrá cosas verdes
cerca del Nilo. Donde quiera que haya un arroyo saliendo del Nilo, hay pastura verde, productividad, y
fruto. Los judíos están diciendo, “Señor, haznos fructíferos, como el Río Nilo. Ojalá que nosotros,
mientras fluimos, produzcamos fruto e influencia a aquellos a nuestro alrededor.” Cada Cristiano
debería de ser un pequeño arroyo “de Cristo,” Quien es el Agua Viva, dando fruto y productividad a
cualquier lugar que vaya. Los judíos estaban pidiéndole al Señor que los ayudara a ganar a los paganos,
a convertirse en ganadores de almas, y convencer a los paganos del Dios viviente. Esto es enseñado por
los siguientes dos versículos.
VI.
EL GANAR ALMAS. Vea el Salmo 126:5, 6. Mucho tiempo atrás en los días que le siguieron a la
cautividad, quizá el mejor bosquejo y la mejor receta para ganar almas que nunca antes se había dado al
pueblo de Dios les fue dado. Aquí está el bosquejo:
1. “Irá.” La primera palabra en ganar almas es “irá.” Note el Salmo 126:6a, “Irá andando…” Dios
usa instrumentos humanos. Las personas no son salvas sin ellos. Dios necesita a las personas, y
Dios quiere que las personas estén en el negocio de ganar almas.
2. “Andando.” Dios quiere que vayamos a donde están los pecadores. Ni una vez en la Biblia se le
ha pedido a un pecador que vaya a la iglesia. Una y otra vez se le ha pedido a la iglesia ir y llevar
el Evangelio a los pecadores.
3. “Llorando.” Necesitamos un corazón cargado. Muchas personas no ganan almas porque no están
preocupadas acerca de las almas de los hombres. Dios quiere que tengamos corazones pesados
por las almas. Lea el Salmo 126:5, “Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán.”
4. “El que lleva la preciosa semilla.” Para ser ganadores de almas, debemos llevar la Palabra de
Dios. La Palabra de Dios es la semilla.
5. La promesa de Dios. Salmo 126:6, “Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla;
Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas.” Note, Dios promete que tendremos
fruto si hacemos las cosas antes mencionadas. Nos regocijaremos, y ¡traeremos nuestras gavillas
con nosotros! Por esto, Dios está prometiéndonos que no solamente ganaremos almas, pero
algunos de ellos, por lo menos, se unirán al pueblo de Dios, serán miembros de la iglesia, serán
bautizados y seguirán en el servicio por Cristo.
CONCLUSIÓN: La lección definitivamente debe ser atada con la lección de la semana pasada. El negarse a
cantar del Salmo 137 debería ser comparado con el canto del Salmo 126. La cautividad del Salmo 137 debería
de ser comparado con la liberación del Salmo 126.
PREGUNTAS:
1. ¿Cuándo comenzaron los judíos a cantar?
2. ¿Por qué ellos no cantaron en el Salmo 137?
3. ¿Qué instrumento musical tocaban en el Salmo 137?
4. ¿A dónde iban los judíos en el Salmo 126?
5. ¿Con qué estaban llenas sus bocas?
6. ¿Con qué estaban llenas sus lenguas?
7. ¿Qué fue lo que Dios había hecho por ellos y que los paganos notaron?
8. Después, ¿Qué le contestaron los judíos a los paganos?
9. ¿Qué gran río fue de ejemplo para los judíos?
10. ¿Dónde estaba localizado ese río?
11. Da la comparación entre el Cristiano y el Río Nilo.
12. ¿Qué es la primera cosa en ganar almas?
13. ¿Manda Dios que el hombre perdido vaya a la iglesia o que la iglesia vaya al hombre perdido?
14. ¿Qué es la “semilla”?
15. ¿Cuál es la promesa de Dios?
VERSÍCULO DE MEMORIA: Salmo 126:5, “Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán.”
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