Audiencia Pública del Cusco: La demanda por la descentralización de la justicia En la ciudad de Cusco se llevó a cabo la Segunda Audiencia Regional del foro del Acuerdo Nacional por la Justicia, la misma que sirvió de sede para debatir acerca de la situación y de los cambios en la administración de justicia en tres regiones del sur del país: Cusco, Madre de Dios y Apurímac. En esta oportunidad, la Audiencia tuvo como un eje motivador la necesidad de descentralizar la gestión y administración de la institución judicial, en tanto muchos de los problemas identificados en dichas zonas responden a una gestión centralizada que impide una respuesta oportuna a los mismos, evitando con ello un adecuado servicio de justicia al ciudadano. Asimismo, la descentralización es un factor importante para adecuar la justicia a las condiciones de pluralidad social y cultural existentes en el país. Fecha y lugar de la Audiencia Regional El evento se realizó el día 06 de Diciembre, en el Auditorio de la Corte Superior de Justicia del Cusco. La mesa estuvo presidida por el Presidente de la Corte Superior de Justicia, Dr. Darwin Somocurcio Pacheco; el Presidente de la Corte Superior de Madre de Dios, Dr. José Marino Reyes; el Dr. Sergio Salas Villalobos, ex Presidente de la Corte Superior de Justicia de Lima y tres miembros del Grupo Impulsor del ANJ, los doctores Diego García-Sayán, María del Pilar Tello y Oscar Schiappa-Pietra. Mesa de Honor de la Audiencia Regional del Cusco Participantes Cabe destacar que el evento contó con una presencia mayoritaria de magistrados de la sede judicial del Cusco, llegando delegaciones de las diversas provincias de esta región. También participaron delegaciones de las Cortes Superiores de Justicia de Madre de Dios y de Apurímac, las que estuvieron encabezadas por sus respectivos Presidentes. Asimismo, estuvieron presentes representantes del Ministerio Público, de la Academia de la Magistratura y de la Policía Judicial. Con respecto a los representantes de las organizaciones de la sociedad civil, entre los que tuvieron una presencia destacada se encuentran el Teniente Alcalde de la Municipalidad Provincial del Cusco, Dr. Aquiles Chacón; el Dr. Silvio Campana, representante del Defensor del Pueblo; el Dr. Javier Valencia Flores, Decano del Ilustre Colegio de Abogados del Cusco; los Srs. Walter Quertehuari y Percy Assen, representantes de la Federación de Comunidades Nativas de Madre de Dios (FENAMAD); la Sra. Areli Araoz, de la Comisión de Derechos del Niño del Cusco (CODENI), y el padre Roger Rivera Inisui, del Vicariato Apostólico de Puerto Maldonado. Un momento memorable fue la intervención del Sr. Pablo Cruz, de la Comunidad Campesina de Lucmahuycco, quien habló sobre la violencia sufrida por su pueblo durante la década pasada. También estuvieron presentes la Asociación por la Vida y Dignidad Humana del Cusco (APORVIDHA), el Frente de Abogados Demócratas, la Universidad Particular Andina del Cusco y la Dirección Regional de Defensa Civil. Objetivos La Audiencia Pública del Cusco se desarrolló alrededor de tres objetivos, que se cumplieron plenamente: 1. Llevar a cabo un diagnóstico de la situación de la justicia en las tres regiones invitadas: Cusco, Madre de Dios y Apurímac. 2. Identificar las expectativas ciudadanas con respecto a la Administración de Justicia; 3. Establecer bases para una alianza estratégica regional entre el Poder Judicial y la sociedad civil. Diagnóstico de la justicia en las regiones Los diagnósticos presentados por los magistrados de Cusco, Madre de Dios y Apúrimac fueron muy ilustrativos de la crítica situación que atraviesan las sedes judiciales del interior del país como producto del centralismo, en tanto los procesos que se diseñan desde Lima tratan de aplicarse mecánicamente a una realidad diversa y plural. En el caso de Cusco, el Dr. Fernando Murillo Flores, Vocal de la Corte Superior de Justicia de esta ciudad, manifestó que en las 13 provincias del Cusco sólo existían 81 magistrados, de los cuales 48 son titulares, 6 provisionales y 27 suplentes. En el área rural, donde vive cerca del 54% de la población, la carencia de magistrados era más evidente. En este contexto la falta de magistrados es sólo una muestra más de la ausencia de la presencia del Estado en muchas localidades. Respecto a la problemática penal, afirmó que los problemas económicos de los estratos pobres inciden en el incremento de la tasa de criminalidad y aumentan los procesos penales. Refirió que el delito que registra una mayor tasa de incidencia es el delito contra el patrimonio, afirmando que en general en la sede de Corte los índices de criminalidad son ascendentes. Por su parte, en materia civil los problemas más álgidos son el aumento de menores en estado de abandono material y moral y el incremento de menores infractores. También trató sobre la carencia de una infraestructura adecuada para los juzgados y la debilidad del soporte informático Para el magistrado, una forma de superar estos problemas era el replanteamiento de la distribución territorial de los juzgados y la creación de nuevos juzgados penales. Sobre lo primero, informó que mientras el Módulo Básico de Santiago no se daba abasto, en cambio el de Acomayo estaba sobredimensionado para las necesidades locales. También mencionó la necesidad de que la Corte cuente con locales propios y se garantice un mejor soporte informático. Todo ello requiere de que la Corte cuente con una mayor autonomía administrativa y financiera para tomar decisiones adecuadas, abogando para ello por una sincera descentralización del Gobierno del Poder Judicial que se refleje en el otorgamiento de un presupuesto local para garantizar la atención oportuna de sus gastos y necesidades. Con respecto a la Corte de Madre de Dios, la Dra. Silvia Carolina Aguilar Krugg, informó que a esa Corte se destina solamente el 0.2% del presupuesto del Poder Judicial, a pesar de ser una de las sedes de mayor extensión territorial. De esta manera, uno de los principales problemas que se tiene para impartir justicia es la distancia territorial, la falta de vías de comunicación y las características de la región; por ejemplo, para desplazarse a la localidad de Salvación, se requiere venir al Cusco previamente, hacer un viaje por dos días o desplazarse fluvialmente por ocho días. Ello lleva a que existan zonas totalmente desprotegidas de la justicia, como la del Manu, donde los conflictos sociales se vienen agudizando. Por otro lado, debido a la lejanía y el poco acceso a la capacitación, los magistrados de la zona vienen perdiendo contacto con el derecho reciente, usando códigos anacrónicos. Resaltó que de 36 postulantes a magistrados, no ingresó ninguno. El apoyo de la Academia de la Magistratura aún es limitado. Finalmente, la magistrada resaltó la complejidad étnica existente en la región como uno de los factores que afectan una correcta administración de justicia, en tanto en Madre de Dios se concentra una gran diversidad de pueblos indígenas. Entre las propuestas presentadas, resaltó la necesidad de que en las zonas de frontera los jueces y auxiliares cuenten con un seguro particular, debido al alto riesgo que implica el trabajo jurisdiccional en esas localidades. También mencionó la necesidad de un diseño de despacho judicial que se oriente a facilitar la descarga judicial, así como la importancia de la elaboración del Informe Mensual de los Juzgados. Al igual que en el caso de Cusco, mencionó la necesidad de que las Cortes cuenten con mayor autonomía, readaptando los sistemas de gestión a la realidad geográfica de la localidad. Sostuvo que en los lugares más alejados se cometen la mayor cantidad de abusos y delitos por la carencia de órganos jurisdiccionales. Postuló también que en su Corte aún falta una política judicial anticorrupción sistemática, y afirmó que los buzones de denuncia anónima no son suficientes. El diagnóstico se cerró con la intervención del Dr. Lucio Bonifacio Vilcanqui Capaquira, Vocal Superior y Presidente de la Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Abancay. Este señaló que los principales problemas que atraviesa dicha Corte son los siguientes, muy similares a los arriba mencionados: Falta de personal. La Corte cuenta solamente con 32 magistrados, 7 Vocales Superiores, 11 Jueces de Primera Instancia y 14 Jueces de Paz Letrados, para atender a un departamento postrado por la violencia política. Carencia de infraestructura adecuada: la mayoría de los locales son alquilados, mientras que la construcción del local de la sede de Corte se encuentra paralizada desde hace 10 años. Sólo en Aimaraes se cuenta con local propio; en cambio, el Juzgado de Paz Letrado de Mamara tiene piso de tierra, no tiene servicios higiénicos y las paredes son de adobe. Incremento de delitos contra la administración pública, delitos sexuales y tráfico ilícito de drogas, sobre todo en Andahuaylas y Chincheros. En relación al material informático, sólo el 50% de los Juzgados cuenta con computadoras, la mayoría inoperativas. Los trabajadores y magistrados llevan sus propios equipos de cómputo. Entre las propuestas planteadas por el magistrado, cabe resaltar la de dotar a las Cortes de mayor autonomía presupuestal y administrativa; descentralizar el servicio de correo del Poder Judicial, a fin de que cada Corte Superior pueda seleccionar una oficina de alcance departamental; dotar de servicios de fotocopiado a los Juzgados, así como de servicio de teléfono y fax. Vista de los participantes en la Audiencia Preocupaciones ciudadanas. Problemas locales identificados: Principal problema identificado es el retardo en la impartición de justicia. Falta de protección judicial del patrimonio histórico cultural de la nación. En el mismo parque arqueológico de Sacsahuaymán no se debió paralizar los mandatos de demolición, tal como también ocurre en el centro histórico de la ciudad por abuso de la acción de amparo. Necesidad de renovación de los cuadros de magistrados con profesionales jóvenes para superar la falta de credibilidad de los órganos encargados de impartir justicia. Sobresaturación del mercado laboral y multiplicación de facultades de derecho generan mediocridad. Mayor control externo de la corrupción en el Poder Judicial. Existen desventajas de la legislación peruana en el tratamiento legal de los derechos de los pueblos indígenas. Normatividad no reconoce el derecho indígena. Personal jurisdiccional no tiene una adecuada preparación, que requiere un punto de vista antropológico para comprender la naturaleza de los conflictos sociales en la región.. En una encuesta realizada por la Defensoría del Pueblo sobre la percepción de la corrupción en diversas instituciones regionales, el Poder Judicial obtuvo el 33% del índice de corrupción. Urge la plena capacitación a los magistrados sobre los derechos de la infanciaadolescencia. Hay jueces que desconocen la normatividad internacional y nacional básica sobre el tema. Tanto en Madre de Dios como Cusco existe un creciente proceso de explotación sexual a niños, niñas y adolescentes. Esto se presenta como un caso de abandono material y moral de las víctimas y no se encauza penalmente a los proxenetas. En la cárcel de Quencoro no hay ni 20 sentenciados por delitos sexuales. Mujeres que son víctimas de violencia familiar tienen que acreditar con pruebas evidentes el delito sin tomarse en cuenta los casos de violencia psicológica. Las autoridades jurisdiccionales tampoco asumen la importancia de la conciliación extrajudicial. · Debe asignarse un número mayor de abogados de oficio, principalmente para el trámite de beneficios penitenciarios de la población penal. No existe cobertura económica para cubrir el traslado de los magistrados. problema que se agudiza en una región tan extensa y con tantas limitaciones de comunicación vial. Deficiente política de personal judicial plasmada en una inadecuada distribución de funciones, falta de personal profesional, inexistencia de programas de capacitación y sistemas de control de personal deficiente y mal concebidos, así como falta de programas de asistencia social y esparcimiento. Insegura relación laboral por la existencia de diversos regímenes laborales y modalidades contractuales. Hay mucha provisionalidad en el cargo e inestabilidad laboral. Asimismo, las condiciones de trabajo son inadecuadas, con materiales y equipos de trabajo obsoletos y de mala calidad. Inapropiada selección y promoción del personal que es contratado sin concurso público, uso de mecanismos vetados como padrinazgos y favorecimiento político. Inexistencia de una Ley de la Carrera Auxiliar Jurisdiccional. Inadecuada formación y capacitación del personal: falta de motivación al personal para la capacitación, falta de tiempo para invertir en estudios, deficiente formación en las Universidades y conformismo académico. El representante del campesinado insistió reiterativamente que el Poder Judicial debe sancionar a los autores de los crímenes cometidos durante la violencia política y asegurar el cumplimiento de la reparación a las víctimas. Poblaciòn rural es la más requiriente y beneficiaria del servicio de justicia. Es necesario profundizar en la participaciòn equitativa en todos los órganos de gobierno del Poder Judicial en la jurisdicción. Sala Plena debe ser ampliada. Carencia de nómina de curadores especializados. Puntos de consenso para el cambio El pleno y adecuado funcionamiento de los servicios de justicia es vital para la consolidación del estado democrático. La reestructuración debe significar el respeto de la independencia y autonomía funcional del Poder Judicial, convocando a todos los sectores que deseen aportar al cambio en la administración de justicia. La necesidad de construir un contexto de credibilidad, estabilidad y confianza es básica para que los esfuerzos de reforma judicial sean creíbles. Asimismo una campaña de educación y proyección a la comunidad es necesaria para que se pueda comprender la estrategia de reforma del Poder Judicial. El tema presupuestal es vital para la materialización del cambio en la administración de justicia. La obtención de los recursos necesarios para implementar un proceso de reestructuración del Poder Judicial o el respaldo gubernamental con recursos a la reforma es fundamental. Este proceso debe significar una mayor descentralización del Poder Judicial, otorgándose a las Cortes Superiores mayores prerrogativas presupuestales para enfrentar los problemas que se presentan en sus jurisdicciones. Los mecanismos descentralizados de gestión son vitales para la realización de una polìtica de estado clara. Se necesita más Juzgados y Fiscalías Especializadas. · Se requiere facilitar el juzgamiento de los menores infractores de la ley penal en las mismas localidades, pues en la actualidad los adolescentes de Cusco y Madre de Dios son trasladados a Marcavalle. Debe procurarse una capacitación permanente de los magistrados. Darles oportunidad de formación en el exterior. La población debe comprender que la responsabilidad de impartir justicia corresponde no sólo al Poder Judicial, sino a las demás instituciones del sistema. Ello requiere una campaña permanente dirigida a la comunidad. Convocar anualmente a la sociedad civil y a los magistrados en plenos jurisdiccionales para que las resoluciones sean predecibles; asimismo convocar a los trabajadores para que participen protagónicamente en el proyecto de reestructuración del Poder Judicial. Deben implementarse mecanismos de vigilancia social sobre la labor de los magistrados, a fin de procurar una mejor administración de justicia. Necesidad de contar con una administración de justicia a la que no se le ponga precio. Urgencia de modificación de la política de tasas judiciales. Las Administradoras de Fondos de Pensiones –AFPs- deben pagar tasas judiciales, así como debe aplicarse exoneraciones de dichas tasas en zonas de extrema pobreza. Debe procurarse un mayor respeto a la cultura y tradición de los pueblos indígenas. Debe devolverse a los Jueces la potestad de designar peritos donde no haya sistema informático. Debe dotarse de acceso al Sistema de Información normativa general o SPIG a los órganos jurisdiccionales que no cuentan con ello. Necesidad de precisión del Perfil del Juez como elemento fundamental para desarrollar la problemática de los recursos humanos, así como el perfil de funcionarios y trabajadores de la administración de justicia.