ENTREVISTA DEL SACERDOTE CON PADRES DE ALUMNAS DE PRIMERA COMUNION OBJETIVOS Conocer a las familias. algunas de las cuales pueden ir participando después en otros medios de formación del colegio. Dar la posibilidad a las familias de consultar al sacerdote algún asunto relacionado con el colegio. con la moral o la fe cristiana, con la Obra. que a veces pueden surgir de los temas de las reuniones trimestrales o de las clases de catequesis para padres de Primera Comunión. Aprovechar este momento tan entrañable de la Primera Comunión de su hija para que tengan la experiencia de estar hablando tranquilamente con un sacerdote, lo cual para algunos matrimonios es algo absolutamente nuevo, y que puede suponer un nuevo acercamiento a la vida cristiana. Animar a los padres a cuidar la formación de su hijo en temas concretos de la preadolescencia. PUNTO DE PARTIDA DE LA CONVERSACIÓN Esta conversación no es propiamente para tratar de la Primera Comunión de la niña, sino más bien para ver cómo podemos encauzar los cinco años siguientes, hasta llegar a 1º de ESO. El desarrollo de la personalidad que lleva consigo la adolescencia puede llevarle a vivir la libertad como dominio de sí y de sus actos, o por el contrario a dejarse esclavizar por la ley del gusto del mínimo esfuerzo, del vive como quieras. Tenemos todos, niños y adultos, una naturaleza herida, inclinada al mal. Somos portadores de los siete virus los pecados capitales, que en cualquier momento pueden empezar a reproducirse locamente y crear un tumor o apoderarse de toda la personalidad, humana y espiritual. Vacunar contra estos males y atender a la formación del carácter con un buen entrenamiento son el motivo de esta entrevista. ALGUNOS PUNTOS QUE SE PUEDEN TRATAR Para hacer un esquema sencillo, señalaremos tres puntos que nos preocupan en la educación a esta edad. l. Cómo transmitir la información sexual. No podemos llegar tarde. Que no tenga que ir mendigando información entre la picaresca de sus compañeros. Que pueda decirles: "esto hace dos años que lo sé, porque mis padres me lo explican todo", y vea el sexo como querido por Dios, no como una realidad vergonzosa, sino como algo sagrado porque tiene una relación directa con la vida humana, que es sagrada. Una anécdota, a título de ejemplo, contada por unos padres. Llega el niño a casa y le dice a su madre que, cuando vaya al quiosco, le compre el "Interviu", porque le han dicho que hay una página que está buenísima. La madre no sale de su asombro y le dice que se lo diga a su padre. Le llama al trabajo. Su padre, ante la sorpresa, le dice que ya lo pensará. Llega a casa con la revista, el niño la hojea y se pone colorado. ¿Quién te cuenta estas cosas? Fulanito, de clase. 2 La mamá llama a la otra mamá, que no sabe nada. No se trata de darle más importancia de la que tiene, sino de tocar la realidad de las conversaciones que tienen los niños, también a los siete años. Y no estar en las nubes. ¿Pregunta vuestro hijo sobre estas cuestiones? Hay publicaciones sobre estos temas, que dan una orientación sobre la curiosidad propia de cada edad y posibles maneras de explicarles (MC 530: La educación para el amor. MC 267: Cómo transmitir la información sexual. “Por favor, háblame del Amor, Ed. Palabra, 2002). Otra anécdota entre muchas que los padres cuentan en estas entrevistas. Al llegar el niño a casa le pregunta su madre qué han hecho hoy. Y entre otras cosas le cuenta que iba con un compañero, que han encontrado unas niñas. Y su amigo se ha ido a "follar" (sic) con ellas. ¿Qué dices? ¿Tú qué sabes lo que es esto? Y el niño le da una definición diciendo que es ir desnudos y darse besos. Aclara que ellos no iban desnudos y que... Total, nada. Pero la mamá no acababa de dar crédito a sus oídos con el relato del "peque". Repuesta de algunos papás después de oír el relato: "Nuestro hijo. ¡imposible!". Todos dicen lo mismo. No tener malicia no es ser angelicales. Y seguramente estos niños no tienen malicia. 2. Los niños son caprichosos Nosotros también lo éramos cuando teníamos su edad. Pero Dios ha hecho muy bien las cosas. Hemos de aprovechar la enorme capacidad de sacrificio que hay en el corazón de un niño. Por amor a sus padres, por amor a Jesús, por amor a la Virgen, un niño es capaz de hacer lo que sea, por difícil que parezca. Por lo menos una vez a la semana, y no más de una vez al día, sugerirle que aquello que debe hacer y le cuesta, lo haga por agradar, por dar gusto a las personas que ama. Es lo más educativo: vencerse por amor, y no sólo por sentido del deber. Se levanta por la mañana: ¿a contar a tres o a trescientos? Contaba un chico que sus padres le habían regalado una fotografía de un "Cristo" no me dijo si era gótico o románico, en color o en blanco y negro, y se lo habían puesto en una de las paredes de su habitación. Por la mañana, cuando su madre le despertaba, si le costaba saltar de la cama miraba el "Cristo"... Y entonces saltaba: Jesús en la cruz y yo en la cama. Él dando la vida por mí y yo ¿vaya ser incapaz de hacer algo por Él? ¿Cómo vive el orden? El orden nos cuesta a todos y, vivirlo, exige una continua lucha. Por la mañana quizás todavía no se hace la cama los días laborables, pero por lo menos puede doblar el pijama. A todos nos cuesta. Dejas el pijama doblado encima de la cama y, para la mamá, es como si le dejaras un regalo, un ramo de flores. Si el papá se lo recuerda por la mañana, el niño doblará el pijama para que la mamá esté contenta. Y no se trata sólo de un detalle estético, sino de un detalle de orden material; pero el orden material guarda relación con el orden mental, que es como decir capacidad de concentración. Y a igualdad de inteligencia rinde mucho más quien tiene capacidad de concentración; es decir, que también influimos en su rendimiento académico. Un niño de cinco años le decía a su mamá, un día por la mañana: "Hoy me haré la cama yo para que no tengas que hacerla tú". ¿Come todo lo que le sirves en la cena? ¿Es lento? ¿Es selectivo? ¿Es caprichoso en el comer? Contadle a vuestro hijo que los viernes de cuaresma los mayores no comemos carne, una mortificación o sacrificio para hacer penitencia de nuestros pecados, porque fue en viernes cuando Jesús murió en la Cruz por nuestros pecados. Tú no tienes todavía catorce años y no tienes obligación de hacerla, pero ¿no te parece que deberías hacer algo por Jesús, hoy que es viernes? Y la niña sabe prescindir de aquella galleta o chocolate. ¡Qué importante es este entrenamiento! Saber prescindir de un capricho. Ir 3 adquiriendo este dominio de sí. Y no sólo por deber, sino además por amor. 3. La vida cristiana ¿Cómo lleváis la asistencia a Misa los domingos? ¿Vais todos los domingos, o sólo los años bisiestos? Me hago cargo de todas las situaciones porque la vida, a veces, es muy complicada. Os hablo de la Santa Misa porque es muy importante, y porque tiene que ver con los mandamientos y con la confesión y con la comunión y con toda la vida cristiana. Además, hay otros fallos de nuestra conducta que no se ven, pero si vamos a Misa se ven. Y además, seguramente dejamos sin Misa al crío. Podría hablaros desde el punto de vista catequético. Dios nos da 168 horas de vida cada semana y sólo nos pide media hora, como pidiendo limosna: ¿Me puedes dar...? Y tantas veces ni eso. Ni media hora. Es un desprecio muy grande a quien nos manda sólo para nuestro bien, como el fabricante ofrece unas instrucciones para sacar el mejor rendimiento al coche. Por eso la Iglesia dice que, pudiendo ir a Misa, no asistir los días de precepto, es pecado mortal. Otra cosa es que estemos imposibilitados. Pero hoy nos interesa verlo desde el punto de vista educativo. Si a vuestra hija de 2º de primaria, ya hecha una moza de dieciocho años, la vieseis con sus amigos y sus amigas, que ante la propuesta de un plan gamberro de sus amigos, se planta y dice ¡por aquí no paso!, no dudaríais en afirmar que es toda una mujer. De esto se trata, de formar convicciones, con vuestro ejemplo. No basta con ir a Misa alguna vez. Se trata de que entienda la importancia de la asistencia a Misa, que es tal, que nunca se deja, si no es por una auténtica imposibilidad. Os cuento un caso. Viene un chico y dice: El domingo no fuimos a Misa. ¿Qué os pasó? Veníamos por la autopista, había caravana, y no llegamos. Otro chico de otro curso, en otra ocasión, viene y dice: El domingo no fuimos a Misa. ¿Qué os pasó? Veníamos por la autopista, había caravana, y mi padre dijo que ya no llegábamos a Misa a casa. Solución: por la primera salida iríamos al pueblo más cercano, asistiríamos a Misa y después llegaríamos a casa a la hora que fuese, pero con la Misa oída. Salimos de la autopista y fuimos a un pueblo, pero la iglesia estaba cerrada. Preguntamos y nos dijeron que no había Misa los domingos por la tarde, pero que a 20 km encontraríamos un pueblo en el cual sí había Misa. Nos subimos otra vez al coche, hicimos los 20 km y efectivamente, la iglesia estaba abierta, pero la Misa se había acabado. Nos quedamos sin Misa. A este chico nunca se le olvidará que no se deja la Misa, aunque tengan que hacerse todos los km que haga falta. Así se forman las convicciones. Después de hacer 1º de Batx en USA para aprender inglés, volvió Rafa al colegio para hacer COU. Un día me viene a ver para contarme su vida "golfa" en USA. Y mientras me contaba sus "desgracias", de pronto se interrumpe para decirme: "pero oiga, yo sé lo que está bien y lo que está mal, porque mis padres tal y cual". Y me fue explicando la vida que él siempre había visto en su casa, que eran su regla de vida perfectamente asimilada, aunque por un tiempo la hubiese dejado. Bien distinto de aquel otro que, al hacerle ver cómo se había abandonado desde 6º de primaria, y al preguntarle porque antes iba a Misa y ahora ya no lo hacía, me respondió diciendo que su madre le decía: "el preceptor dice que vayas a Misa: ¡ve a Misa!", pero ella no iba. O bien, aquel otro chico, que no era del colegio, que decía que todavía le quedaban 4 dos años para seguir asistiendo a Misa, porque dentro de este tiempo ya tendría quince años, sería mayor, y como su padre no iría a Misa. Hay una manera para no faltar a Misa los domingos. Hacer una buena confesión. Si hace mucho tiempo que uno no se confiesa, basta con acudir al sacerdote a uno con quien se tenga confianza, o al revés, a uno que no nos conozca de nada, y decirle "mire, padre, hace 50 años que no me confieso, ayúdeme por favor". Cuando yo me encuentro en este caso, que es con alguna frecuencia, le digo a quien me lo pide: "hoy, en vez de decir los pecados tú, te los diré yo". "Oiga, ¿que tiene una cámara de vídeo, para saber mis pecados?". Hay diez mandamientos, lo único obligatorio en la confesión es decir los pecados mortales, y en cada mandamiento hay unos pocos. Primer mandamiento, tal asunto. De esto nada. Segundo, tal otro asunto. De este ponga media docenita, media docenita cada mes... Y así se repasa toda la vida en cinco minutos. Luego el dolor de los pecados: ¿es por miedo al castigo que ya vale para la confesión, o porque ves que no es justo como has tratado a Dios que te quiere tanto? Luego el propósito de enmienda: "Virgen Santa del Pilar, antes morir que pecar", dicen los aragoneses. Más práctico: l Comprométete a rezar un poco a la Virgen cada día para no hacerlo más. 2 Comprométete a apartar las ocasiones de pecado, p.e.: no dejar la Misa para la noche si ves que te vence la pereza o el fútbol. 3Comprométete a confesarte un poco más a menudo. Y cuando uno se ha confesado, con la fuerza de la gracia de Dios, el propósito que uno ha hecho de hacer las cosas mejor, la comunión del domingo y la sensación de limpieza en el alma, uno no falta a Misa. ALGUNAS OBSERVACIONES La duración de esta entrevista es la misma que la concedida para la preceptuación, es decir, procurar que no exceda de 30 minutos. Conviene ser puntual para acabar pensando, no solamente en la visita siguiente que pueda esperar el sacerdote, sino también porque muchas veces los padres han organizado esta visita combinándola con la del preceptor. Es interesante recordar esta posibilidad a la persona que recibe las llamadas telefónicas para las tutorías. Es bueno informar a los profesores encargados de curso, al final de cada mes, a partir de febrero por ejemplo, de los padres que han visto ya al sacerdote, para que lo vayan recordando a los que todavía no lo han hecho. ((Mi experiencia: es que las profesoras encargadas de curso sean las que concierten las entrevistas. Para esto, el sacerdote debe haber pasado previamente su horario para recibir a padres. De esta manera el sacerdote no tiene que preocuparse de más, y se puede facilitar la discrecionalidad al no recibir preguntas de la profesora)). No se trata de dar una clase a los padres. sino que es interesante que ellos puedan contar todo lo que deseen. Este guión puede servir para orientar la conversación, pero es bueno dejar hablar, intercalar preguntas, etc.. y todo en 30 minutos ((la verdad es que después se alargan porque los padres se sienten a gusto y etc.)). Se puede aprovechar para entregarles un folleto de los que se indican más arriba, en el n. 1. También puede entregárseles, si es costumbre en el colegio, un resumen de la doctrina cristiana como: "Síntesis del Catecismo de la Iglesia Católica", que la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra ha editado en catalán o castellano, o también “Resumen de la doctrina Cristiana”, de Ed. Casals, o Catequesis de Primera Comunión (Folleto MC. n. 126/ 127 juvenil). ((El “Resumen de la doctrina cristiana” es un regalo de capellanía. Además les entrego una fotocopia de Antonio Orozco (Escritos Arvo): “Atreverse a educar a fondo”, y otra de “Por qué ir a Misa los Domingos”. Si se tercia, además: una 5 estampa de la Virgen, o un Rosario de dedo, etc.)) Darles una tarjeta de la Iglesia de Montalegre indicando cuándo han de hacer la Primera Comunión allí. Esto cumple una doble función: pues podrán acudir un fin de semana para conocer la situación y la iglesia, y también confesarse si prefieren hacerlo con un sacerdote que no les conozca. ((Por último y a mi me parece importante, pues es posible que no se vuelva a tener una entrevistas con esos padres: decirles que los sacerdotes del colegio ofrecen una Misa semanal por los padres de colegio y sus necesidades; que ante cualquier dificultad o enfermedad en la familia que cuente con el sacerdote se incluye el tema de los difuntos. En fin, tocar el corazón: que son queridos)). ((En ocasiones no se podrán los ejemplos citados, o no se podrán tratar todos los temas. Pero si es importante intentar tocar los tres puntos básicos: virtudes, educación sexual y vida cristiana)) Pere CaImell. 18.11.97 ((Jaume Poy 15.11.02))