IGLESIA PARROQUIAL DE SAN MARTIN OBISPO Y SAN ANTONIO ABAD Julia Torner Barona Hª y Gestión del Patrimonio 3º B Grado Hª del Arte La antigüedad de la parroquia de San Martin se remonta a la época de la conquista de la ciudad de Valencia por las tropas de Jaime I, el Conquistador. En 1238, después de la conquista, el arzobispo de Tarragona, Pere d’Albalat, consagró una de las diez mezquitas que había en la ciudad de Valencia, transformándola en iglesia aunque continuando con la misma fabrica musulmana. El edificio actual, declarado monumento Histórico Artístico Nacional en 1983, está realizado durante los años 1372-1401. Fue en esta época cuando se necesitó un templo más grande a causa de la ampliación de la muralla en el año 1356, que amplió la demarcación parroquial de San Martin, convirtiéndola en una de las más grandes. Para la ampliación del templo se aprovechó el espacio ocupado por una antigua calle sin salida, otorgado a la parroquia por el Consejo General de la ciudad en 1372. Como la mayoría de las iglesias parroquiales valencianas, era de planta de nave única con capillas entre los contrafuertes y la cabecera poligonal, con una planta trapezoidal e irregular, debido a su adaptación al trazado de las calles pre existentes. Los elementos góticos están ocultos en gran parte por las remodelaciones posteriores. Primeras reformas y nuevas construcciones Hasta mediados del siglo XVI la iglesia mantuvo las formas góticas, pero entre 1547 y 1570 se hicieron obras de remodelación en la cabecera del edificio. Para esta ampliación se tuvo que demoler una casa colindante y para ello se pidió una licencia papal, que se obtuvo mediante una bula firmada por Pablo III en Roma el 9 de julio de 1548. Reforma de la Cabecera La cabecera se amplió siguiendo el esquema poligonal de la planta, pero innovando en el sistema de construcción de la bóveda. La cabecera se cubre con una bóveda de horno que, acoplándose a la estructura poligonal, decora su intradós con casetones clásicos, que recuerdan a las del Panteón de Adriano. Formado en total por 164 casetones con relieves figurativos de profetas, ángeles músicos, motivos vegetales, cabezas antropomorfas, santas, mártires de la iglesia. En la parte superior un óculo con linterna y cupulita permite el paso de luz al interior Los paramentos inferiores se articulan con una doble ordenación de columnas superpuestas a los ángeles con sus correspondientes entablamentos. Los frisos se decoran con motivos renacentistas, en el inferior abundan puttis entre roleos, y en el superior bustos de apóstoles entre ménsulas foliadas. También es destacable la ordenación de los ángeles con semicolumnas flanqueadas por transpilastras y entablamentos en resalto. Portadas laterales con dobles parejas de columnas soportando un entablamento con elementos resaltados y donde se repiten estucos con figuras desnudas sosteniendo mascarones, pilastras con grutescos, y remate con un pequeño frontón avenerado. . Ha planteado dudas la datación del rico acasetonado de estuco en la bóveda, pero según refiere Cruilles “el adorno del presbiterio, lo mismo que los encasetonados de la bóveda fue obra hecha en 1710”. No sabemos si este adorno comprendería también las dos portadas a los lados del retablo pues, a pesar de ofrecer diseño clásico, presentan una factura estucada con empleo de rocallas en lo alto. La cabecera se convierte en uno de los escasos ejemplos en la ciudad de valencia que adopta soluciones del corte de la piedra propios del pleno Renacimiento, coincidiendo con un periodo en el que se está produciendo un aumento progresivo del uso de las técnicas del ladrillo tabicado para la construcción de nuevas bóvedas, como se aprecia en la reconstrucción de las enfermerías del Hospital general después del incendio de 1545. En el exterior, una escultura de tres atlantes, que hacen las veces de capitel sobre una pilastra con el friso curvo, sustentando el peso de un contrafuerte, de desmesurada proporción de los poderosos miembros, dramática expresividad, se inscribe dentro de la sensibilidad del postmiguelangelismo. La pilastra inferior presenta un ábaco abombado, signo de ese espíritu manierista. Hacia el 1567 la mayor parte de esta reforma estaba acabada, en el 1570 se tiene constancia del pago a Miquel Porcar por la pavimentación de todo el presbiterio. Al año siguiente comienzan las obras de la sacristía, que hoy en día no se conserva, y que duraron hasta 1574. Estas obras formaban parte de la remodelación de la cabecera y fueron dirigidas por Joan d’Alfafar, maestro de obras vinculado también al Hospital General. También en los trabajos de carpintería aparece en nombre de Gaspar Gregori. El friso que recorre la capilla mayor, de mayor carácter renacentista, decorado con mensulones foliados alternados con figuras de las doce tribus de Israel. Por testimonio de mosén Porcar, capellán de San Martin y autor de un célebre dietario entre los años 1589-1629, se sabe que la cubrición del templo se realizaba entre 1617 y 1620. El maestro de obras Antoni Gallego construye un tejado a dos aguas por encima del techo de la iglesia para evitar humedades y filtraciones de la bóveda gótica. El campanario Entre 1621 y 1627, fue realizado el nuevo campanario, que se colocó en el lado opuesto al primitivo, situado en la calle de la abadía de San Martin, es de planta rectangular y realizado en sillería. El cuerpo de campanas con un vano de arco de medio punto por lado, flanqueado por pares de pilastras corintias decoradas con círculos y rectángulos. Disponía de un cupulino con linterna, de tejas azules y blancas coronada por una pequeña veleta. En el año 1876 el remate del campanario fue desmontado por ruina, y en la actualidad se remata por una terraza con balaustrada de piedra y adornos piramidales en sus esquinas. En la Guía Urbana de Valencia antigua y moderna, tomo I, el Marqués de Cruilles dice: “El antiguo campanario no estaba en el sitio del actual, sino a la parte opuesta, sobre la actual capilla de San Antonio Abad […] el remate de este campanario se ha desmontado en el pasado año (1876) sustituyéndolo unas balaustradas con pilastras en los ángulos y cuatro pomos sobre esta”. La Capilla de la Comunión Su construcción se dio desde 1669 a 1674, es casi una pequeña iglesia independiente, concebida por el arquitecto Gaspar Matutano, con los maestros de obras Josep Escrivà, la fecha de finalización está inscrita en una cartela situada en la puerta de acceso, independiente de la iglesia. Esta portada ocupa casi todo el paramento de la fachada, dividida en un esquema de dos cuerpos, el inferior enmarcado por columnas adosadas y pilastras rematadas por un relieve del Santísimo Sacramento. La superior tiene un frontón partido que contiene la base de una ventana con pilastras y roleos a los lados y frontón curvo con volutas en la parte superior. El interior de planta rectangular cubierta con bóveda de cañón y cúpula con linterna sobre veneras. Además, contiene parte de los retablos procedentes de la capilla del Gremio de Plateros de la Iglesia de Santa Catalina, el retablo del gremio, hecho por José Ponz y trazado por Lluís Domingo, Josep Herrero, Vicent Llorens, Felip Rubio y Tomás Miner; además de tos tablas de Ribalta sobre la vida de San Eloy. Reformas durante el siglo XVIII Durante el siglo XVIII se realizan importantes reformas en el interior del edificio, obras de construcción y de revestimiento que configuran el aspecto actual. Capilla Mayor En 1715 se reforma la Capilla Mayor, utilizando estucos y decorándose con frescos pintados por Dionis Vidal, también se modificó el retablo mayor por Juan Muñoz, el Joven, sobre el anterior trazado por el escultor Tomás Sanchiz cincuenta años antes. Este nuevo retablo se adaptaba a la estructura del presbiterio mediante dos cuerpos adintelados, el inferior con columnas sobre altos pedestales que soportaban un entablamento en línea rota y el superior con columnas dobles y frontón partido. Ni los frescos ni el retablo se conservan por su destrucción en 1936. El año 1723 se construye una nueva sacristía sobre la anterior del siglo XVI, siguiendo los trazos del arquitecto José Cardona, bajo la dirección del maestro de obras Mauro Minguet el Mayor. José Cardona era discípulo de Tosca y daría los trazos de otras obras importantes como la de la Iglesia de San Sebastián, comenzada en 1726, y proyectos de modificación de la Iglesia de Santa María de Oliva. Éste fue uno de los más afectados en el año 1936. La gran renovación del interior del templo se realizó entre 1735 y 1753. Si bien la autoría no está clara, destaca el papel de Francesc Vergara el Mayor, que contaría con la ayuda del arquitecto José Herrero, autor de la capilla de la comunión de la iglesia de Santa María de Elche, siendo uno de los arquitectos más destacados del siglo XVIII valenciano. Participaron obreros y picapedreros, entre ellos maestros como Miquel y Llorenç Martínez, los picapedreros Joan Sancho, Joan Baptista Ribes y Tomás Miner. Esta gran reforma barroca sigue el modelo de San Juan del Mercado, sobre todo en elementos decorativos y en el esquema de grandes columnas entre las capillas laterales y cartelas elípticas sobre los arcos. La reforma supone una reorganización total, que esconde la fábrica gótica con una bóveda de cañón y lunetos que se extienden bajo el original, además de la remodelación total de las capillas laterales, que se rebajan y cubren con nuevos cúpulas con linterna. Cambio de una planta trapezoidal en una aparentemente ortogonal, rasgo que se hace evidente sobre todo en las cúpulas ovales de las capillas laterales. En los intercolumnios se abren las capillas con arcos de medio punto. Las columnas y metopas de motivos eclesiásticos, son elementos que tienen el origen en la Puerta de los Hierros de la Catedral, evidenciando los primeros años de formación de Francesc Vergara. Éste también se encargaría de decorar con pinturas algunas capillas, como las pechinas de la de Sant Mena, pero la mayoría de los frescos los ejecutaría José Vergara, se destruirían en 1936. Portadas Ignacio Vergara realizó algunas esculturas para la iglesia, como San Joaquín y San José, que enmarcan la ventana ubicada sobre la portada principal. Intervinieron otros artistas, como los pintores J. Rossell, J. Pérez, e Hipólito Rovira, los cuales según Ponz, pintaron las cartelas ovales con escenas de vidas de santos y una “Alegoría de la Eucaristía” sobre la entrada principal. De la misma época, data la renovación de las portadas para acceder al templo, la principal está atribuida a Francisco Vergara, hecha entre 1739 y 1750. Dos cuerpos, el inferior con dobles columnas estriadas sobre un mismo pedestal, y con relieves cerca de las bases, alusivas a los titulares de la iglesia; el segundo se compone por un gran nicho enmarcado por dos pequeñas columnas (las formas de las cuales están extraídas del tratado de Andrea Pozzo). Dentro del nicho estaba el grupo escultórico de san Martin y el pobre, obra en bronce atribuida a Pieter de Beckere, procedente de Flandes, y dada a la parroquia en 1494 por Vicente de Peñarroja. La atribución a Pieter de Beckere fue realizada por Elías Tormo en 1923. La escultura llegó a Valencia un año después, muerto ya el donante, a través del mercader valenciano Doménech Perandreu, quien cobró por la compra y el transporte del conjunto 356 libras y 13 sueldos. . Las portadas norte u sur corresponden a diseños de Ignacio Vergara, y ejecutadas por el picapedrero Tomás Miner en 1750 y 1751. La puerta norte es la más sencilla y destaca por la decoración del friso con dos ménsulas estriadas y tres triglifos, y la pechina del tímpano. La portada sur se hace eco de la portada barroca de la Catedral y la portada lateral de San Juan del Mercado, que también seguía algunas laminas de altares del tratado de Pozzo. Esta portada utiliza la columna oblicua en el primer cuerpo, y en el segundo un relieve ovalado de san Antonio hecho por el mismo Vergara, enmarcado por pilastras adaptadas también al diseño oblicuo. El edículo superior arquea el entablamento y se remata con un frontón partido con volutas. Aprovecha la superficie del muro, ligeramente cóncava, y la situación entre dos capillas laterales, que sobresalen del muro exterior para crear efectos curvos y oblicuos. Últimas restauraciones La guerra civil supuso la pérdida de mucho patrimonio mueble, de retablos, gran parte de las pinturas de la nave, el archivo y la sacristía. En 2009 se recuperan las obras pictóricas “la Exaltación de la Eucaristía” y “la Ultima Cena”, y una representación de San Gabriel de José Vergara. Se recupera también la escultura original de San Martín en la fachada principal del centro. La pieza estuvo expuesta al público durante los dos años posteriores a la restauración en el Museo de Bellas Artes de Valencia. La devolución de la pieza se hizo coincidir además con la presentación de la exposición “la Gloria del Barroco” de la Luz de las Imágenes. También con motivo de esta exposición se restauraron las cuatro hornacinas del presbiterio, que acogen las esculturas de San Vicente Ferrer, San Luis Bertrán, San Vicente Mártir y Santo Tomás de Villanueva. Estas dos últimas fueron tapiadas y las figuras en parte destruidas durante las obras realizadas en 1944. En la restauración de la bóveda de horno participaron más de cien restauradores eliminando hasta cuatro estratos de pinturas y distintas cubriciones para recuperar el oro, el estuco y las decoraciones de todas las tallas y ornamentos. BIBLIOGRAFÍA PINGARRÓN, Fernando (1998): Arquitectura religiosa del s.XVII en la ciudad de Valencia, BENITO, F i BÉRCHEZ, J (1982): La presencia del Renaixement a les comarques valencianes. Arquitectura y Pintura. València, Institució Alfons el MagnànimDiputació de València. PONZ, A., Viage de España, Madrid, t.IV, pp. 140.142.. SANCHIS SIVERA, J (1911): La iglesia parroquial de San Martín de Valencia, València. PÁGINAS WEB http://www.elperiodic.com/valencia/noticias/54255_estatua-martin-pobre-vuelve-lugarorigen-tras-restauracion.html http://www.fundacioncac.es/cas/revista/articulo.jsp?idArticulo=512 http://campaners.com/php/textos.php?text=1238 www.jdiezarnal.com/valenciaiglesiadesanmartin.html .