00 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA r e n d a de caracoles en aquellos terrenos faltos de caliza. Los ortópteros estaban en estado de larva en su inmensa mayoría, merced á lo atrasado de la estación en el presente año; y escaseando la mayor parte de los insectos de otros órdenes, la principal recolección consistió en himenópteros y en arácnidos, que están en estudio. «Terminaremos dando cuenta de nuestras observaciones sobre la influencia de los humos producidos por las calcinaciones al aire libre sobre los organismos. Parece que en los a n i males invertebrados no ejercen otra acción que la consiguiente á la disminución del arbolado, pues en el término de las minas existen representación de todos los órdenes de insectos y de los arácnidos, hallándose los habituales en los arroyos y regatos. Se nos ha dicho que en el agua agria de San Miguel, que contiene hasta dos litros de sulfates por metro cúbico, viven hemípteros, y se nos ha prometido enviarnos ejemplares. También hemos notado toda clase de animales domésticos en la proximidad de las minas, y llamaron nuestra atención en la Cueva de la Mora los pavos reales viviendo impasibles junto á las mismas teleras. Los habitantes de los pueblos cercanos á las minas no sufren tampoco enfermedad especial imputable á dichos gases; pero no deja de ser exagerada la opinión de que los trabajadores de las teleras disfruten de una cabal sa-r lud, pues en ellos es habitual la tos y un estado irritativo de las vías respiratorias, que se acentúa, sobre todo, en los que tienen que remover los residuos eminentemente ácidos de la calcinación. >:La acción de los Mimos es mucho más destructora de las plantas que de los animales, así es que los montes que en otro tiempo existieron en la región, han desaparecido casi totalmente, no sobreviviendo en medio de tanta ruina más que las jaras en los sitios menos expuestos á su acción, y las adelfas, que por cierto lozanísimas y cuajadas de sus hermosas flores, convertían en vergeles los regatos que exploramos en nuestra excursión. Se dice que en la Cueva de la Mora todas estas adelfas murieron en la época de las grandes calcinaciones y que han retoñado al disminuir estas. También observamos aquí, como en los demás sitios más ó menos cercanos á estos desprendimientos de gases, su acción fatal sobre las criptógamas: muchísimo antes de llegar á sitios donde pueda advertirse su