La Administración Participativa en los programas de Maestría en Administración de Empresas para atender el problema del desempleo Carlos Rodríguez, Jaime Jiménez y Miguel Ángel Morales Universidad Nacional Autónoma de México. [email protected] Resumen El presente artículo tiene por objetivo hacer una recomendación para incluir en los programas de Maestría en Administración de Empresas (MBA) una o varias asignaturas de carácter obligatorio que capaciten a los futuros administradores de empresas para que hagan de la Administración Participativa su estilo de dirección. Al tocar fondo la catástrofe financiera reciente, el público señaló como los principales culpables a quienes se encontraban dirigiendo las empresas involucradas. Invariablemente, estos directivo son personas preparadas en escuelas de negocios, particularmente en los programas de MBA impartidos por las universidades de todo el mundo. Durante la 2a. Conferencia Internacional de Escuelas de Negocios celebrada en noviembre de 2008 en Shanghai, se denotó la urgente necesidad de rediseñar la currícula de los programas de MBA para incluir un fuerte componente de ética profesional. Los autores del presente trabajo afirmamos que en adición al componente ético, es necesario incluir la Administración Participativa, enseñada ésta a través de técnicas participativas suministradas por la Ingeniería de Sistemas, con ello, los futuros MBA podrán alentar una genuina participación de los empleados en la toma de decisiones y motivar así un mayor sentido de pertenencia. Mediante la Administración Participativa se puede asegurar el rumbo correcto de las empresas y evitar así los despidos provocados por la insostenibilidad de aquellas dirigidas bajo esquemas cortoplacistas como los que regían en las empresas involucradas en la reciente crisis financiera. Palabras clave: Administración Participativa, Maestría en Administración de Negocios, técnicas grupales. Breve línea de tiempo de la crisis financiera mundial En agosto de 2007 se hizo evidente que la situación financiera mundial padecía un cáncer que dio origen a la peor crisis financiera global de las últimas décadas. Su punto más álgido estuvo vinculado a problemas en el sector inmobiliario de los Estados Unidos, en particular a las hipotecas de tipo subprime llamadas desde entonces "hipotecas basura", préstamos de alto riesgo a personas a quienes no se les había realizado un análisis sobre su historial crediticio. Debido a que el interés se estuvo elevando y las cláusulas de cancelación se hicieron más exigentes que las convencionales, muchas de las personas que contaban con crédito hipotecario dejaron de cumplir con los pagos programados. Lo que parecía un problema local pronto adquirió dimensiones globales debido a que muchos bancos internacionales habían hecho grandes inversiones en este sector. La Figura 1 muestra el comportamiento de prácticamente todos los mercados financieros mundiales durante los días en que la crisis se agravó, incluyendo el insospechado derrumbe del 10 de octubre de 2008. Figura 1. Comportamiento típico de la crisis financiera. Tomada de Yahoo Finance. 2 En seguida se hace una somera reseña de los aspectos más relevantes de la crisis, en donde se denota la responsabilidad de los tomadores de decisiones y el efecto en el desempleo a nivel mundial, esta reseña se extrajo de la línea de tiempo que realizó la BBC para documentar los hechos más sobresalientes de la crisis (http://news.bbc.co.uk/2/hi/business/8242825.stm): 8 de marzo 2007: D.R. Horton, una de los mayores constructores de Estados Unidos advierte que sufrirá grandes pérdidas debido a la caída del mercado de hipotecas subprime. 21 de mayo 2007: inicia el estado de alerta. La desaceleración en el mercado de la vivienda de los Estados Unidos afectará la economía de la nación más poderosa. 19 de julio 2007: el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke, advierte que la crisis en el mercado de hipotecas subprime podría hacer descarrilar la economía estadounidense. 20 de septiembre 2007: las pérdidas desatadas por la crisis del sector hipotecario de alto riesgo en los Estados Unidos "han excedido los cálculos más pesimistas", afirma el presidente de la Reserva Federal estadounidense, Ben Bernanke. 10 de octubre 2007: el Fondo Monetario Internacional (FMI) advierte que en 2008 la economía mundial podría ver reducido su crecimiento de manera importante debido a las turbulencias en los mercados financieros. 6 de diciembre 2007: el presidente George W. Bush anuncia un plan para congelar los intereses de algunas hipotecas de alto riesgo en los próximos cinco años, con la esperanza de evitar que más personas sigan perdiendo su casa. 18 de diciembre 2007: los bancos centrales de los Estados Unidos, la Unión Europea y el Reino Unido anuncian medidas para ayudar al sector bancario a hacer frente a la crisis crediticia mundial y a la alza del costo de los préstamos. 29 de enero 2008: el Buró Federal de Investigaciones de los Estados Unidos (FBI) investiga a 14 compañías involucradas en la crisis de las hipotecas subprime, como parte de una ofensiva contra prácticas inapropiadas en la oferta de crédito al público. 3 7 de marzo 2008: el Congreso de los Estados Unidos investiga por qué los directores de los bancos que tuvieron que renunciar a sus cargos debido a las fuertes pérdidas sufridas por la crisis de las hipotecas subprime recibieron millonarias compensaciones. 6 de abril 2008: el director del Fondo Monetario Internacional, Dominique StraussKahn, afirma que se requiere la intervención gubernamental a nivel global para mitigar la crisis de los mercados financieros. 19 de junio 2008: el FBI arresta a 406 personas, incluidos corredores de bolsa y promotores inmobiliarios involucrados en el fraude hipotecario. Miembros del banco Bear Stearns se enfrentan a acusaciones criminales relacionadas con el colapso de fondos de inversiones subprime. Se les acusa de conocer y no informar a los inversionistas sobre los problemas de los fondos, provocando que incurrieran en millonarias pérdidas. 18 de septiembre 2008: los seis principales bancos centrales del mundo: la Reserva Federal de los Estados Unidos, el Banco Central Europeo, el Banco de Japón, el Banco de Canadá, el Banco de Inglaterra y el Banco Nacional Suizo anunciaron la adopción de "medidas coordinadas" para hacer frente a la falta de liquidez en los mercados financieros. 23 de septiembre 2008: la crisis financiera acaparó la atención de los mandatarios que intervinieron en la Asamblea General de la ONU, con llamados de Brasil y Argentina a favor de la creación de mecanismos internacionales para frenar la "especulación financiera". 23 de septiembre 2008: el FBI examina posibles fraudes cometidos por los entes hipotecarios Fannie Mae y Freddie Mac, el banco de inversión declarado en bancarrota, Lehman Brothers, y la aseguradora AIG. 8 de octubre 2008: el gobierno británico anuncia un plan de rescate financiero para salvar al sistema bancario del país. Al mismo tiempo, en una medida sin precedentes, los principales bancos centrales del mundo anuncian un recorte coordinado de las tasas de interés en un intento por contener la crisis financiera. En 4 los Estados Unidos, el secretario del Tesoro, Henry Paulson, advierte que algunos bancos colapsarán a pesar del gigantesco plan de rescate de US$700,000 millones aprobado por el Congreso para el sector financiero. 10 de octubre 2008: un “jueves negro” precede a este viernes de caída libre en las bolsas en Asia y Europa. Es la peor semana de la crisis financiera global. 22 de octubre 2008: las bolsas de las principales economías latinoamericanas viven un "miércoles nefasto". El mercado bursátil de Buenos Aires es uno de los más afectados, con una caída del 10,1% en el índice Merval. En México, la segunda economía de la región, el índice IPC del mercado bursátil retrocede 7%. Las noticias tuvieron repercusiones al otro lado del Atlántico. El IBEX, el indicador líder de la bolsa de Madrid, cerró con una baja del 8%, la segunda mayor caída de su historia. 23 de octubre 2008: un comité de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos acusa a las agencias calificadoras de riesgo de ese país de haber abusado de la confianza que se tenía en ellas y de haber ignorado las señales que anticipaban la crisis. 7 de noviembre 2008: En Estados Unidos el Departamento de Trabajo informa de un marcado aumento en el índice de desempleo, que alcanzó el 6,5% en octubre, la tasa más alta en los últimos 14 años. 1 de diciembre 2008: El Buró Nacional de Investigaciones Económicas de Estados Unidos anuncia oficialmente que la economía está en recesión. 11 de diciembre 2008: El Banco de América anuncia que recortará 35 mil empleos en un período de tres años. 9 de enero 2009: datos oficiales revelan que la tasa de desempleo de Estados Unidos aumentó a 7,2% en diciembre, la tasa más alta en 16 años. Las cifras indican, además, que más trabajadores perdieron sus empleos en 2008 en ese país que en ningún año desde la Segunda Guerra Mundial. 1 de febrero 2009: el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, concluye con un llamado a reconstruir el sistema económico global. El fundador del foro, Klaus Schwab, anuncia "una iniciativa de rediseño global" para reformar la banca, la 5 regulación financiera y el gobierno corporativo. Por cinco días, más de 2.000 empresarios y líderes políticos discuten lo que algunos llamaron la "crisis del capitalismo". 2 de febrero 2009: el gobierno de China informa que unos 20 millones de migrantes internos - un número tres veces más grande de lo estimado anteriormente- han perdido sus empleos durante la actual crisis financiera mundial. Una encuesta realizada en 15 provincias sugiere que alrededor del 15% de la fuerza laboral migrante está desempleada. 3 de febrero 2009: el Ministerio del Trabajo español informa que el desempleo en ese país aumentó 6%, con esto, la cifra total de desempleados alcanzó los 3,3 millones, el número más alto desde 1996. De esta manera con un porcentaje del 14,4%, el desempleo en España es, por mucho el más alto de Europa. 12 de febrero 2009: el Banco Mundial afirma que aproximadamente 100 millones de personas en países en vías de desarrollo seguirán en la pobreza debido a la crisis económica que afecta al mundo. El organismo sostiene que la ralentización económica revertirá muchos de los avances logrados en la reducción de la pobreza en las naciones del Tercer Mundo. En nuestro país, los efectos de la crisis son notorios, México ha resentido la desaceleración económica del exterior debido a que es una economía muy conectada con los mercados financieros y por sus extensos vínculos comerciales. En 2008, cuando la crisis tocó fondo, los analistas financieros predecían que el desempleo podría pasar de 3,5% de ese año a niveles de entre 8 y 9% para 2009 (Milo, 2009). Esta predicción resultó muy optimista para lo que se ha vivido en el país desde entonces. Los autores de la crisis financiera y la reorientación del MBA A sólo un mes que la crisis financiera llegara a su punto crítico, se celebró en Shanghai la 2a. Conferencia Internacional de Escuelas de Negocios. La temática era “La responsabilidad de las escuelas de negocios”. Asistieron más de 90 directores de escuelas de negocios de todo el mundo y alrededor de 50 directores de empresas (Chieff Executive Officers - CEO). El objetivo en esa ocasión era reflexionar sobre la 6 culpabilidad de las escuelas de negocios como las típicas directores de empresas preparadoras de los (http://www.acem.sjtu.edu.cn/Intl_BSchool_Con - /Conference%20in.htm). Se puede afirmar que la mayoría de los directores que estuvieron al frente de las empresas involucradas en la crisis, en todo el mundo, han sido preparados en los programas de Maestría en Administración de Negocios (Master of Business Administration - MBA) o en ámbitos educativos similares. No es de extrañar que sean las escuelas de negocios las entidades que con mayor insistencia se señalan como las principales responsables por lo ocurrido en la economía mundial estos últimos años. Regularmente, las escuelas de negocios preparan a individuos con alta capacidad analítica y con un agudo comportamiento estratégico, que les permite lograr objetivos que en su mayoría consisten en logros financieros, aunque éstos son más bien a corto o mediano plazo. Las consecuencias éticas de las decisiones no suelen ser motivo de reflexión. Los alumnos de los MBA, consideran una pérdida de tiempo el atender seminarios sobre ética profesional. Los trabajos en la citada Conferencia de Shanghai dieron luz sobre las deficiencias en la currícula de los programas de MBA, particularmente se hizo evidente la necesidad de reintegrar la ética profesional de manera obligatoria en tales programas. En la Figura 2 se muestra el perfil para un MBA planteado durante la Conferencia de Shanghai. En ésta aparecen tanto la ética y responsabilidad corporativa, como la capacidad para trabajar en equipo. Se espera que al implementar este nuevo perfil en las escuelas de negocios, se gradúen de ellas los futuros directores de empresas formados con habilidades balanceadas en aspectos cuantitativos, cualitativos, sociales y éticos. Casi de inmediato, las escuelas de negocios del mundo asumieron su responsabilidad y comenzaron a rediseñar sus currículas planteando la obligatoriedad de la cobertura, vía seminarios, de aspectos de ética y responsabilidad social. 7 Figura 2. Competencias medulares de un MBA según la Conferencia de Shanghai. La reorientación que han tenido los programas de MBA en todo el mundo, respecto de la inclusión de la ética como aspecto obligatorio, ha permeado también en universidades latinoamericanas, incluyendo a México, y abarca a universidades tanto públicas como privadas, ello es constatado por el primer autor de este trabajo en su calidad de miembro del claustro del Programa de Posgrado en Ciencias de la Administración de la Universidad Nacional Autónoma de México. Por otro lado, es evidente que introducir de manera obligatoria sólo aspectos éticos y de Responsabilidad Social Corporativa, conlleva algunas limitaciones para formar a los MBA con mejor integridad. Es necesaria para la consolidación de una persona con este pretendido perfil la inclusión de un adecuado entrenamiento en Administración Participativa mediante el cual, el nuevo líder empresarial adquiera la capacidad para motivar la participación del personal en aspectos en los que sería deseable la ejecución de un verdadero trabajo en equipo. 8 La Administración Participativa para mejorar la currícula del MBA En el ámbito de la educación gerencial se está introduciendo el nuevo concepto de Administración Participativa (Participative Management), cuyo sustento dista de ser novedoso, lo constituyen una serie de ideas probadas durante décadas como Involucramiento de los Empleados o Toma de Decisiones en Grupo (Sumukadas, 2004; Coye y Belohlav, 1995; Greenfield, 2004). La Administración Participativa favorece la participación de los involucrados en cada nivel de una organización en el análisis de problemas, el desarrollo de estrategias, y la implementación de soluciones. Mediante este esquema de administración, los empleados son invitados a colaborar en el proceso de toma de decisiones de la empresa y a tomar parte en actividades tales como la definición de objetivos, determinación de horarios de trabajo, y hacer sugerencias sobre aspectos relevantes que atañen a la empresa. Otros aspectos de la Administración Participativa incluyen aumentar la responsabilidad de los empleados (enriquecimiento de trabajo); formación de equipos auto-dirigidos; círculos de calidad; o la constitución de comités de calidad de vida en el trabajo; y revisar las entrevistas de retroalimentación (Coleman, 2004). La Administración Participativa implica mucho más que permitir a empleados que participen en la toma de decisiones. También implica una genuina consideración y respeto a las ideas y sugerencias de los empleados. La forma más desarrollada de Administración Participativa consiste en otorgar a los empleados la posibilidad de adquirir acciones de la empresa (McCoy, 1996). La Administración Participativa menciona cuatro procesos que influyen en la participación de los empleados. Estos procesos realmente son efectivos en la medida que se promueven hasta los niveles más bajos en una organización. Mientras más alcance se logre al implementar éstos, más alto será el nivel de participación alcanzado por los empleados (Weiss, 1998). Estos cuatro procesos incluyen: 1. Compartición de la información, que mantiene a los empleados informados acerca del estatus económico de la empresa. 2. Entrenamiento, que implica elevar los niveles de habilidad de los empleados y ofrece oportunidades de desarrollo, que a su vez, les permite adquirir nuevas 9 habilidades y conocimiento para tomar decisiones efectivas con respecto a su organización. 3. La toma de decisiones por el empleado, que puede tomar muchas formas, desde determinación de horarios de trabajo, hasta decidir sobre los presupuestos o procesos realizados por la empresa. 4. Las recompensas, que deben otorgarse en función de las sugerencias e ideas así como del desempeño de los empleados. Beneficios de la introducción de la Administración Participativa en el MBA El estilo participativo de dirección ofrece varios beneficios a cada nivel de la organización. Creando un sentido de pertenencia a la empresa, la Administración Participativa promueve el orgullo y motiva a los empleados para aumentar la productividad y sumarse a los esfuerzos para lograr los objetivos organizacionales. Los empleados que toman parte en las decisiones de su empresa adquieren un sentimiento de ser parte de un equipo con un objetivo común, y encuentran que su sentido de amor propio y su sensación de logro se elevan considerablemente (Keef, 2004; Greenfield, 2004). Los directores que utilizan un estilo participativo de administración encuentran que los empleados están más dispuestos al cambio que en situaciones en las que ellos no tienen voz. El cambio organizacional es efectivo cuando los empleados son involucrados y se les permite hacer contribuciones a la toma de decisiones. La participación mantiene a los empleados informados de acontecimientos próximos y estar conscientes de cambios potenciales. La organización puede asumir una modalidad proactiva en vez de una reactiva, en tanto los directores pueden identificar rápidamente áreas de interés con la ayuda y cooperación de los empleados (Robbins, 2005; Weiss, 1998). Mediante el esquema de Administración Participativa, un director puede ser apoyado por los empleados para obtener una visión más completa de la empresa. A través del entrenamiento, de la creación de oportunidades de desarrollo, y de la información compartida, los empleados pueden adquirir las habilidades conceptuales necesarias para acceder a posiciones más altas dentro de la organización. La participación también 10 incrementa el compromiso de los empleados hacia la organización y hacia las decisiones en que ellos contribuyen. La creatividad y la innovación son dos beneficios importantes de la Administración Participativa. Permitiendo a los empleados la participación en la toma de decisiones, la organización se beneficia de la sinergia que conllevan las elecciones efectuadas sobre un espectro más amplio de opciones, que se consigue con la contribución de varios puntos de vista. Cuando todos los empleados, y no sólo los directores o ejecutivos, tienen la oportunidad de participar, se enriquece el número de sugerencias y por ende se incrementan las oportunidades de tomar decisiones acertadas (Coye, 1995; Greenfield, 2004). Requerimientos para la enseñanza de la Administración Participativa Una idea errónea acerca de la Administración Participativa, que frecuentemente tienen los directores, es que ésta simplemente consiste en solicitar a los empleados su contribución mediante sugerencias para resolver problemas menores. Es quizá por ello que éste tópico no ha adquirido la debida importancia en los programas de MBA. En realidad la Administración Participativa implica más que sólo disponer un buzón de sugerencias. Para una efectiva enseñanza e implantación de este estilo de administración se deben atender varios requisitos. Primero, los directores o futuros directores deben estar dispuestos a delegar algún control a sus trabajadores, deben sentirse seguros en su posición para que la participación se efectúe de manera efectiva. A menudo, no se percibe que el respeto de los empleados hacia los directores aumenta en vez de disminuir cuando se aplica un estilo participativo de administración. Segundo, el éxito de la Administración Participativa depende de una planeación cuidadosa y acompasada. Las ideas de los empleados acerca de los cambios que deben efectuarse en la administración toman tiempo, tal como sucede al realizar una tentativa exitosa de cambio cultural para transitar de un estilo autocrático de administración a un estilo participativo. 11 Tercero, la participación exitosa requiere que los directores o futuros directores aborden el tema del involucramiento de los empleados sin ningún prejuicio. Deben estar abiertos a nuevas ideas y alternativas para que la Administración Participativa pueda implementarse de manera efectiva. Es importante tener presente que aunque los directores no puedan concordar con cada idea y sugerencia realizada por los empleados, la manera en que tales ideas son recibidas es crucial para el éxito en la aplicación de este estilo de dirección. Cuarto, y más importante para aplicar exitosamente un estilo participativo de administración, es la integración genuina de las sugerencias de los empleados en la toma de decisiones y en la implementación de éstas. Los empleados deben saber que han hecho una contribución a su empresa. Ofrecer a los empleados la oportunidad de contribuir en las decisiones, y que vean que éstas son realmente implementadas es importante porque aumenta su compromiso, su motivación, y sobre todo, su satisfacción laboral. A veces resulta útil para aumentar el sentido de pertenencia la mera presentación de varias alternativas y permitir que los empleados escojan una de ellas. Eso es tan efectivo como si ellos definieran las alternativas por sí mismos. Por otro lado, cuando una idea o decisión no es aceptable, el director debe proporcionar una explicación. Si el director rechaza repetidas veces las ideas de los empleados, sin una explicación del porqué de los rechazos, los empleados comenzarán a desconfiar de la administración y de esta forma se verá comprometida su participación. La clave para que los directores o futuros directores implementen efectivamente la Administración Participativa es construir la confianza de los empleado, de esta manera sus ideas y decisiones llegaran a ser más creativas y propositivas (Coleman, 2004; Greenfield, 2004; Coye, 1995). La aportación de la Ingeniería de Sistemas al MBA Regularmente, en los programas de posgrado de Ingeniería de Sistemas, siendo ésta una disciplina orientada a la solución de problemas, se imparten técnicas para la toma de decisiones en grupo o planeación participativa. Se enseñan herramientas tanto de 12 naturaleza cuantitativa (técnicas y modelos de Investigación de Operaciones) como de naturaleza cualitativa. Éstas últimas, conocidas también como técnicas grupales heurísticas presentan una valiosa ayuda para el trabajo en grupo y canalizan los esfuerzos colectivos para lograr una efectiva participación. Son producto de los esfuerzos realizados por psicólogos organizacionales y científicos del comportamiento por mejorar los procesos grupales. Las técnicas estructuradas de participación permiten diseñar soluciones cualitativas a un problema, valiéndose de la experiencia compartida y la creatividad de los participantes. Son creadas para sustentar la actividad intelectual conducente a la emisión de juicios basados en información compleja y poco estructurada, (Newell, et al, 1958). En opinión de los autores de este trabajo, es a través de estas técnicas como se pueden operacionalizar los conceptos de la Administración Estratégica, pues con ellas se materializa de mejor manera la participación en tanto promueven una colaboración estructurada y una adecuada concentración en la tarea. Prácticamente todos los métodos grupales son de naturaleza heurística, aunque algunos incluyen en su estructura elementos cuantitativos (Rodríguez, 2008). Algunas de técnicas más utilizadas son: Técnica de Lluvia de Ideas (Brainstorming), creada por Alex Osborn en 1941 (Osborn, 1993). Método Delphi, creado por Olaf Helmer y Norman Dalkey en 1953 (Dalkey, Brown, & Cochran, 1969). Reunión de Reflexión y Diseño (RRD), creada por Jaime Jiménez en 1987 (Jiménez, 1987), derivada de la Conferencia de Búsqueda (Search Conference), creada por Fred Emery y Eric Trist en 1959 (Emery, 1994). Técnica TKJ, creada por Shumpei Kobayashi y Jiro Kawakita en 1972 (Michalko, 1991). Técnica de Grupo Nominal (Nominal Group Technique), creada por André Delbecq y Andrew Van de Ven en 1973 (Van de Ven, 1974). 13 Esta última sirve de plataforma para los sistemas computarizados de apoyo para la toma de decisiones en grupo (Group Decision Support Systems – GDSS) de uso comercial como Expert Choice, System V y MeetingWorks (Rodríguez, 2010). El entrenamiento en la conducción de reuniones con las mencionadas técnicas, les permitirá a los futuros directores hacer un uso más eficiente del tiempo destinado a las tareas participativas y asegurará la equidad en la participación de todos los empleados. Conclusiones La reciente crisis financiera hizo evidentes las deficiencias en la preparación de quienes son los responsables del rumbo de las empresas de cualquier giro. Una reorientación de los programas de Maestría en Administración de Negocios es crucial para la formación de los futuros directores de empresas de manera que resulten en personas más conscientes y responsables por las decisiones que toman y que pueden afectar a millones de personas en todo el mundo. Para consolidar el nuevo perfil de los futuros MBA, a la postre futuros directores de empresas, es necesaria la inclusión no sólo de aspectos de ética profesional sino también un entrenamiento de carácter obligatorio en Administración Participativa. Se debe considerar, sin embargo, que la Administración Participativa no es una curación mágica para todos los males de una organización. Los directores deben sopesar los pros y los contras de este estilo de administración antes de ponerlo en práctica. Deben darse cuenta de que los cambios no surtirán efecto de la noche a la mañana, y que se requerirá consistencia y paciencia para que los empleados comiencen a ver que la iniciativa es genuina y generar una motivación hacia la participación. La Administración Participativa es probablemente el estilo de administración más difícil de practicar. Desafía no sólo para directores sino también a los empleados. Se debe estar consciente también que a pesar de su entrenamiento durante sus años dentro de los programas de MBA, aunque éste incluya la Administración Participativa, una vez en frente a las empresas, los directores pueden no estar dispuestos a delegar responsabilidad en la toma de decisiones a sus subordinados. Ese es un riesgo latente por lo que la Administración Participativa puede fallar. Los directores pueden equivocarse al asumir que la participación consiste sólo en hacer responsables a otros de las decisiones tomadas. La participación por sí sola carece de valor; llega a constituir una herramienta efectiva si es utilizada para resolver problemas en grupo y localizar objetivos conjuntos. Algunos directores creen que el sólo invitar a los empleados a las reuniones y permitir que se unan a comités, asegurará un programa exitoso de 14 Administración Participativa. Sin embargo, estas medidas son sólo exitosas cuando las ideas de los empleados son genuinamente aceptadas y aplicadas por la Dirección. Es conveniente aprovechar el conocimiento sobre las técnicas grupales que se tiene en la disciplina de la Ingeniería de Sistemas, cuya razón de ser es la solución de problemas mediante la aplicación de las herramientas más adecuadas según las circunstancias. Las herramientas para la solución de problemas estratégicos que provee la Ingeniería de Sistemas son preponderantemente de naturaleza cualitativa, se les conoce como técnicas heurísticas debido a la ausencia de algoritmos matemáticos como los de la Investigación de Operaciones. Con la enseñanza de estas técnicas dentro de los programas de MBA, los futuros directores de empresas contarán con una poderosa herramienta para consolidar sus esfuerzos por implementar la Administración Participativa, un enfoque de dirección útil para la conducción ética de las empresas. Referencias Coleman, P.T. (2004). Implicit Theories of Organizational Power and Priming Effects on Managerial Power-Sharing Decisions: An Experimental Study. Journal of Applied Social Psychology 34, no. 2. Coye, R.W., and J.A. Belohlav (1995). An Exploratory Analysis of Employee Participation. Group and Organization Management 20, no. 1. Emery, M. (1994). 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