Contrato. Nociones Generales

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Contrato. Nociones
Generales: Clase 01
Contrato. Nociones
Generales
En este Modulo
Abordaremos los siguientes
temas:
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Concepto.
Clasificación.
Elementos de los contratos.
Consentimiento.
Capacidad.
Actos de administración y de
disposición.
Enumeración de los incapaces
para contratar.
Elementos peculiares.
Elementos peculiares
Forma de los contratos
Contratos que deben
celebrarse por escritura
pública.
Omisión de la escritura
pública.
Prueba de los contratos.
Efectos de los contratos.
Principio de efecto relativo.
Principio de buena fe en los
contratos.
Contrato. Nociones
Generales: Clase 01
CONTRATOS. NOCIONES GENERALES
CONCEPTO.
Según el art. 1137 del Código Civil, habrá contrato cuando varias personas se ponen de
acuerdo sobre una declaración de voluntad destinada a reglar sus derechos. Es un acuerdo
de voluntades capaz de crear, modificar o extinguir derechos.
El contrato es el principal instrumento de que se valen los hombres para ejecutar entre ellos
el tejido enorme de sus relaciones jurídicas, es decir, es la principal fuente de obligaciones.
Todos nosotros vivimos continuamente celebrando contratos, léase cuando subimos a un
colectivo (contrato de transporte), compramos una prenda de vestir (contrato de
compraventa), cuando compramos entradas para ver un partido de fútbol o teatro (contrato
de espectáculo público), etc.
CLASIFICACIÓN DE LOS CONTRATOS.
A).- Unilaterales y bilaterales: Se llaman contratos unilaterales aquellos en los que una sola
de las partes resulta obligada, como ocurre en la donación que sólo significa obligaciones
para el donante; bilaterales son los que engendran obligaciones recíprocas , como ocurre en
la compraventa, permuta, locación, etc.
Consecuencias de esta clasificación: 1.- En los contratos unilaterales no se exige la
formalidad del doble ejemplar, que en cambio es requerida en los bilaterales: 2.- En los
contratos bilaterales una de las partes no puede exigir el cumplimiento de las obligaciones
contraídas por la otra, si ella misma no prueba haber cumplido con las que le competen u
ofreciera cumplirlas. (Excepción de incumplimiento contractual)
B).- Onerosos y gratuitos: Contratos onerosos son aquellos en los cuales las partes asumen
obligaciones recíprocas de modo que se promete una prestación para recibir otra; tales son
la compraventa (cosa por dinero), permuta (cosa por cosa), locación (goce de la cosa por
dinero). Gratuitos por su parte son aquellos en que una sola de las partes se ha obligado:
donación, comodato, depósito gratuito, etc.
Consecuencias: 1.- Los adquirentes a título oneroso están mejor protegidos por la ley que los
adquirentes por título gratuito, en consecuencia; Las acciones de reivindicación (acción real
que puede ejercer el que tiene derecho a poseer una cosa, para reclamarla de quien
efectivamente la posee) y de petición de herencia (acción por la cual el heredero reclama la
entrega de los bienes que componen el acervo sucesorio de quien los detenta invocando
también derechos sucesorios) tienen mayores exigencias cuando se dirigen contra quien
adquirió la cosa por título gratuito: 2.- La acción revocatoria (Es la acción que compete a los
acreedores para demandar la revocación de actos celebrados por sus deudores en perjuicio o
fraude de sus derechos) no exige la prueba del conocimiento del fraude por parte del tercero
cuando este adquirió la cosa por título gratuito; pero es indispensable si la hubo por título
oneroso; 3.- La acción de reducción (acción que corresponde cuando uno de los partícipes
hereditarios ha recibido un excedente de la cantidad que la ley permite disponer al testador.
Se trata de una acción tendiente a tutelar a los herederos forzosos) procede contra las
enajenaciones hechas por el causante a título gratuito pero no contra los onerosos; 4.- La
garantía de evicción (obligación de garantía que compete al transmitente respecto del
adquirente por la cosa o derecho que le ha transferido.
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Es la acción por medio de la cual se reclama esa garantía por toda pérdida, turbación o
perjuicio que sufre el que ha adquirido una cosa por un vicio inherente al derecho transmitido
y anterior o coetáneo a la adquisición) y contra los vicios redhibitorios (se llama así a
defectos ocultos de la copsa que existen al tiempo de la adquisición y cuya importancia es tal
que, de haberlos conocido el comprador, no la habría adquirido o hubiese dado menos por
ella. Es propia de los contratos onerosos), solo procede en principio, en los contratos
onerosos. 5.- La acción de colación (tendiente a que se consideren las transmisiones de
dominio hechas por el causante a favor de uno de sus futuros herederos como adelanto de
herencia) solo funciona respecto de los actos gratuitos. 6.- La acción de la lesión enorme no
se concibe en los contratos gratuitos; 7.- Las cláusulas dudosas en los contratos onerosos
deben intepretarse en el sentido mas favorable al equilibrio de las contraprestaciones; en los
gratuitos, en el mas favorable al deudor.
C).- Conmutativos y aleatorios: Son contratos conmutativos aquellos en los cuales las
obligaciones mutuas serán determinadas de una manera precisa; esas contraprestaciones se
suponen equivalentes del punto de vista económico. de ahí la clasificación de conmutativos
con la que se quiere expresar que las partes truecan o conmutan valores análogos, como por
ej: compraventa, permuta, locación, trabajo, etc. Son aleatorios los contratos en los que el
monto de una de las prestaciones o de ambas no está determinado de manera fija, sino que
depende de un acontecimiento incierto.
Por ej: la renta vitalicia, compraventa de cosa futura cuando el comprador toma sobre sí el
riesgo de que la cosa no llegare a existir, etc.
Consecuencias: en principio, solo los contratos conmutativos están sujetos a resolución o
reducción de las prestaciones excesivas por causa de lesión (tiene lugar cuando una de las
partes valiéndose de su mayor experiencia o capacidad intelectual o aprovechando las
necesidades de la otra, logra hacerla suscribir un contrato en el cual sus obligaciones son
considerablemente menos gravosas). En los aleatorios las partes asumen deliberadamente el
riesgo de que el contrato pueda resultar desventajoso, especulando el riesgo de que el
contrato pueda resultar desventajoso, especulando en la posibilidad contraria. Nadie puede
entonces quejarse luego por la falta de equilibrio económico entre las contraprestaciones
definitivamente resultantes. Como excepción puede admitirse la aplicación de la lesión
también a los contratos aleatorios, cuando la diferencia de las contraprestaciones sea de tal
carácter que ni la misma alea pueda justificarla. Así por ejemplo, cuando se compra una cosa
que puede llegar a existir o no y se paga mucho más de lo que ella valdría existiendo.
En efecto, cuando el comprador asume el alea de que la cosa no exista, se supone que
ofrecerá menos precio de la que ella vale. Juan ofrece $ 100 por una cosa que de existir
valdría $ 300. El contrato es normal; ninguna de las partes podrá invocar la lesión. Pero si
ofrece $ 300 por una cosa que aún existiendo no superaría los $ 100, el contrato puede
disolverse por lesión, porque del punto de vista del vendedor, no ha existido el alea. Es más,
el contrato le resultará siempre y en cualquier circunstancia favorable.
Tampoco es aplicable a estos contratos, en principio, la teoría de la imprevisión (tiene lugar
cuando las circunstancias fácticas imperantes al celebrarse la obligación varíen al tiempo de
su cumplimiento de modo imprevisto o imprevisible para las partes, tornando excesivamente
oneroso el pago de la prestación que es contenido de la obligación), cuando el desequilibrio
se produce del alea normal del contrato. Supongamos que se suscribe un contrato de renta
vitalicia con una persona de 70 años, calculando razonablemente que ha de vivir unos 10 o
20 años más. Luego resulta que vive 40 años más. El contrato resultaría desastroso para el
deudor de la renta, no obstante lo cual no podrá hacer jugar la imprevisión. En cambio si se
ha producido durante ese tiempo una inflación de ritmo violento e imprevisible, que convierte
la renta en un valor despreciable, el juego de la teoría de la imprevisión permite reclamar un
reajuste de ella.
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D).- Consensuales y reales: Son consensuales
consentimiento.
los que quedan concluidos por el mero
Por su parte, reales son aquellos que quedan concluidos sólo con la entrega de la cosa sobre
la cual versa el contrato. En nuestro código, son reales la renta vitalicia, el deposito, el
mutuo y el comodato. Todos los restantes son consensuales.
E).- Formales y no formales: Se llaman contratos no formales o puramente consensuales,
aquellos cuya validez no depende de la observancia de una forma establecida por la ley;
basta el acuerdo de voluntades, cualquiera sea su expresión; escrita, verbal y aún tácita.
Son formales los contratos cuya validez depende de la observancia de la forma establecida
por la ley.
Dentro de la categoría de contratos formales, hay que hacer una distinción de enorme
importancia; los contratos cuya forma es exigida por la ley ad probationem (cuando la
forma exigida por la ley para la constitución de determinado acto jurídico tiene como
finalidad fundamental la prueba del mismo) y aquellos en los cuales la formalidad tiene
carácter constitutivos, solemne o ad solemnitatem (cuando la formalidad impuesta por
la ley, lo es para la validez de un acto y no solo para su prueba. Ésta última es rigurosa; si
no se la cumple, el acto carece de todo efecto, aún como promesa de contrato. Es el caso de
la donación de inmuebles. En cambio, la formalidad sólo exigida ad probationem, tiene un
régimen mas favorable a la validez del acto: cuando el contrato se ha celebrado sin cumplir
con las formas legales, la parte interesada puede demandar a la otra para que el acto se
otorgue en debida forma (art. 1185); hecho lo cual el contrato produce plenos efectos. En el
caso de duda sobre si la forma ha sido exigida ad solemnitatem o ad probationem hay que
inclinarse por la última solución, que es más favorable a la validez de los actos y más
conforme con el consensualismo que domina el derecho moderno.
Las formas tienen carácter excepcional en nuestro derecho. Salvo disposición expresa en
contrario, los contratos no requieren forma alguna para su validez.
F).- Contratos nominados e innominados: Son contratos nominados o típicos los que están
previstos por el legislador en el código. Son los contratos mas importantes y frecuentes y por
ello han merecido una atención especial del legislador. Los contratos innominados o atípicos
no están legislados en el Código y resultan de la libre creación de las partes. Son contratos
innominados aunque por los usos y costumbres pareciera que son nominados por ejemplo el
contrato de garaje, el de espectáculo público, de excursión turística, etc.
Consecuencias: La importancia de la distinción reside hoy en que si el acuerdo celebrado
entre las partes configura una de las variedades previstas en la ley, le es aplicable el
conjunto de normas que lo regulan; en tanto no hay leyes supletorias para los contratos
atípicos.
G).- Contratos de cumplimiento instantáneo, diferido, sucesivo o periódico: Esta clasificación
tiene en cuenta el momento del cumplimiento: 1.- de ejecución instantánea: las partes
cumplen con todos sus derechos y obligaciones en el momento mismo del contrato. Tal es el
caso de la compraventa manual en la que la cosa y el precio se entregan en un mismo
instante. 2.- de ejecución diferida: las partes postergan el cumplimiento de sus obligaciones
para un momento ulterior: así ocurre por ejemplo con el caso de la venta hecha con una
condición suspensiva (la condición es la cláusula por la cual se subordina la adquisición o la
extinción de un derecho a la realización de un hecho futuro e incierto). 3.- Finalmente son de
ejecución sucesiva cuando las relaciones entre las partes se desenvuelven a través de un
período más o menos prolongado como el contrato de trabajo, la locación, la sociedad, etc.
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Contrato. Nociones
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Consecuencias: en los contratos de tracto sucesivo o de cumplimiento diferido toma
relevancia práctica la teoría de la imprevisión. De hecho en una convención cuyas cláusulas
son equitativas en el momento de contratar, éstas devienen injustas debido a la
transformación de las condiciones económicas entonces imperantes.
H).- Contratos principales y accesorios: se trata de contratos en los cuales hay una relación
de subordinación. Así, uno de ellos es principal, es decir, puede existir por sí solo; el otro es
accesorio y su existencia no se concibe sin el principal, de tal modo que si éste fuera nulo o
quedara rescindido o resuelto, también quedaría privado de efectos el accesorio. El ejemplo
mas típico de contrato accesorio es la fianza.
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