Acuerdo N° 135 mes de En la ciudad de Rosario, a los 17 Abril días del de dos mil nueve, se reunieron en acuerdo los señores miembros de la Sala Primera de la Cámara de Apelación Civil y Comercial de Rosario, doctores María Mercedes Serra, Ariel Ariza y Ricardo Silvestri, para dictar sentencia en los autos "ANTIVERO, María Eugenia sobre Solicitud de cambio de apellido” (expte. n° 439/2008), venidos para resolver interpuesto por la actora a foja 36 el recurso de apelación contra el fallo número 2.901 del 30 de octubre de 2007, dictado por la señora Jueza de Primera Instancia de Distrito en lo Civil y Comercial de la 14ª Nominación de Rosario. Realizado el estudio de la causa, se resolvió plantear las siguientes cuestiones: Primera: ¿Es justa la sentencia impugnada? Segunda: En su caso, ¿Qué resolución corresponde dictar? Sobre la primera cuestión, la señora vocal doctora Serra, dijo: 1. La resolución impugnada. 1.1. apellido el La actora promovió demanda tendiente al cambio de su paterno (Antivero) por el materno (Otaño), exponiendo en escrito inicial las razones por las que consideraba que el apellido Antivero había sido notoriamente deshonrado por todo su entorno, que era conocido el rechazo y desinterés paternal del que fue víctima durante su vida, teniendo en cuenta que sus padres se encontraban divorciados con sentencia firme desde el año 1996 y que aquél falleció en el año 2000; que el mantenimiento del apellido paterno en la actualidad repercutía grave y nocivamente en el equilibrio psíquico y social de la demandante, por lo que proponía el cambio de apellido paterno por el materno. 1.2. Mediante resolución número 2.901 del 30.10.2007, la jueza de la instancia anterior resolvió rechazar la pretensión de cambio de apellido (fs.33/34). Para así elementos motivos” decidir, probatorios para apellido establecido que acceder paterno en el sostuvo a por que no advertía acreditaren la existencia la pretensión el artículo 15 materno, de la ley de en el caso de “justos modificación de conformidad 18.248 y del a lo compartiendo precedentes jurisprudenciales sobre el particular. 2. Los agravios del recurso de apelación. La recurrente centra su crítica contra la decisión apelada en los siguientes aspectos: 2.1. Cuestiona el fallo por considerar que lo decidido lesiona su derecho a la identidad y la norma del Pacto de San José de Costa Rica que consagra el derecho de las personas a utilizar los apellidos de los padres o el de uno de ello, alegando que las razones expuestas en la demanda y corroboradas por las testimoniales rendidas, justificaban suficientemente las situación personal de padecimiento apellido paterno. que aparejaba el mantenimiento del 2.2. Sostiene que los motivos invocados en la demanda son suficientes para hacer lugar a la demanda, de modo tal de permitir el desarrollo social y privado pleno de la demandante. 2.3. Expresa que la decisión omite tener en cuenta el dictamen favorable a lo peticionado del Agente Fiscal. A fojas 52 y 55 constan los dictámenes favorables del señor Defensor General de Cámara y del Fiscal de Cámara. 3. Sobre la procedencia de la apelación. 3.1. El derecho organiza el instituto del nombre de la persona y toma elementos del mundo de la palabra. Como categoría léxica, el nombre propio es el individualizador por excelencia. El apellido es la designación común a todos los miembros de una familia. Puede ser simple, compuesto o doble; los hijos matrimoniales llevarán el primer apellido del padre, sin perjuicio de que la ley otorga la posibilidad al hijo, a partir de dieciocho años, de optar por agregar su apellido materno los o el segundo apellido paterno (art.4, ley 18.248). Como instituto jurídico, el nombre exhibe una genealogía la cual por una confluyen misma considera noción se que necesidad: aquél perfila (vid.CIPRIANO, diversos se y Néstor en componentes, pero todos determinados la individualización. correlaciona precisa Amílcar, en El con el Por el nombre ámbito de nombre de ello, propio se cuya la gramática las personas. Permanencia, relatividades. Relaciones jurídicas y gramaticales. La Ley Actualidad, del 09.08.1994). Debe derecho advertirse absoluto que que para todo el algunos mundo autores, debe el nombre reconocer; el es un derecho personalísimo que toda persona tiene sobre ella, la autoriza no sólo a servirse de ella, sino también a impedir que todo tercero haga uso injustificado de esa designación, para otros, sólo es una institución de policía civil, la forma obligatoria de la designación de las personas; no es el objeto de un derecho de propiedad ni un derecho absoluto de los llamados de la personalidad y la protección está dada sólo como un aspecto de la protección de la misma persona, de modo que si ésta no tiene interés razonable que invocar no hay acción, otros, en fin, sostienen la doctrina del derecho de la personalidad, reputando el del nombre como tal (cfr., entre otros, LLAMBÍAS, Jorge J., Tratado de Derecho Civil, Parte General, T.1, Abeledo-Perrot, Bs. As., 1975, pág.321). Uno de los caracteres principales del nombre, como atributo de la personalidad, es el de su inmutabilidad, que tiende a resguardarlo de cambios no justificados, principio que había sido calificado de dogma por la doctrina de los autores y luego fue consagrado legislativamente (art.15, ley 18.248). En efecto, el artículo 15 de la ley 18.248 establece que: “Después apellido, de no asentados podrán en ser la partida cambiados de ni nacimiento el modificados nombre sino y por resolución judicial, cuando mediaren justos motivos....”. Sin embargo, el principio o carácter de inmutabilidad del nombre no es absoluto, pues se admiten casos en los cuales puede ser soslayado, en especial, cuando en manera alguna resultan afectados los principios de orden y seguridad que tiende a afirmar o existen razones que inciden en menoscabo de quién lo lleva (cfr. CNCiv., Sala A., 220.203.1969, en El Derecho, 27-814; La ley, 1351174, fallo n° 21.359). Por ello, la ley posibilita el cambio de nombre o apellido cuando medien justos motivos, si bien la apreciación de las causas que autorizan el cambio debe hacerse con criterio restrictivo cuando medien motivos muy serios, como acontece en el supuesto de que el nombre u apellido hubiera sido públicamente deshonrado por los padres (v. RIVERA, Julio César, en Código Civil y leyes complementarias, BELLUSCIO, Augusto M., director, ZANNONI, Eduardo, coordinador, Ed. Astrea., T.I, pags.387/388). 3.2. Desde tales coordenadas y examinando las particulares circunstancias del caso, se considera suficientemente acreditada la existencia de justos motivos para declarar procedente lo solicitado en la demanda. En efecto, además de haberse dado cumplimiento al procedimiento establecido en el artículo 17 de la ley 18.248 y a las medidas requeridas agregado al por la fiscal expediente el de primera dictamen de instancia la (fs.7), Asesoría se han Letrada del Registro Civil (fs.4/5), la copia de la partida de defunción de Tomás Abel Antivero (fs.10/11), el informe de la división de criminalística de la Unidad Regional II de la Policía de Rosario y del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos en cuanto a que no se registran pedidos de captura ni causas pendientes ni tampoco antecedentes penales respecto de la demandante (fs. 14/18, 24), del Registro General de Rosario que informa que no constan hipotecas o medidas precautorias sobre inmuebles de pertenencia de la actora (fs.21/22). Por otra parte, la testimonial rendida a foja 27 corrobora los justos motivos invocados que justifican la procedencia de la acción intentada, en cuanto la deponente refirió a la invocada situación de frustración que la actora alegó haber vivido durante toda su vida como consecuencia de la situación de abandono del que fue víctima y por la falta de conocimiento de su padre, que el cambio de apellido pretendido le permitiría consolidarse como persona íntegra y su carrera profesional. Sin perjuicio de que no existen indicios que persuadan sobre la falta de sinceridad del testimonio ponderado, cabe tener en cuenta que tratándose de un asunto relacionado con cuestiones íntimas de la reclamante, los familiares y los amigos –como ocurre también en las cuestiones de familia- suelen ser los testigos más calificados para corroborar las situaciones de hecho que invoca la demandante. Finalmente, los dictámenes favorables a lo pretendido en la demanda por parte de la señora Fiscal de la instancia anterior (fs.31) como del señor Defensor General de Cámaras (fs.52) alejan toda sospecha acerca de la posibilidad de que la pretensión cause perjuicios a terceros o que altere el orden público. En consecuencia, esta Sala no advierte razones que impidan aceptar el cambio de apellido paterno “Antivero”, por el apellido materno “Otaño” (cf. art.15, ley 18.248). Sobre el particular, la doctrina judicial ha considerado que: “Dado que la ley 18.248 no enumera, siquiera a título ejemplificativo, cuáles son los justos motivos para sustituir el apellido, cabe al prudente arbitrio judicial valorar las circunstancias de hecho que lo configuran. Aun con el criterio restrictivo que debe presidir la estimativa –pues se está haciendo excepción al principio de inmutabilidad del apellido- la función identificatoria del apellido se cumplirá plenamente disponiendo que el hijo lleve el de su madre y no el de quien figura formalmente como su padre en el acta de nacimiento...” (CNCiv., Sala A, 11.03.1985, “S., S.M. c. N., D. A.”, en La Ley, 1985-C, 185). Por lo expuesto, voto por la negativa. Sobre esta primera cuestión, el señor vocal doctor Ariza, a quien le correspondió votar en segundo lugar dijo: Que adhiere a los fundamentos expuestos por la señora vocal doctora Serra, y vota por la negativa. Concedida la palabra al señor vocal doctor Silvestri, a quien le correspondió votar en tercer término, y a esta cuestión dijo: Que coincide con lo manifestado por la señora vocal doctora Serra y vota negativamente a esta cuestión. Sobre la segunda cuestión, la señora vocal doctora Serra, dijo. Atento al resultado obtenido al tratar la primera cuestión, corresponde declarar procedente interpuesto, revocando la el resolución recurso apelada y, de en autorizar el cambio de apellido paterno por el materno por la trámites actora, apelación su lugar, solicitada debiendo efectuarse en la instancia de grado los correspondientes con arreglo a los requisitos y procedimientos establecidos en la ley 18.248. Sobre la misma cuestión, el señor vocal doctor Ariza, dijo: Que coincide con la resolución propuesta por la señora vocal preopinante, y vota en la misma forma. Concedida la palabra al señor vocal doctor Silvestri, a esta cuestión dijo: Que concuerda con lo expresado por la señora vocal preopinante y vota de la misma manera. En mérito al Acuerdo que antecede, la Sala Primera de la Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial de Rosario, RESUELVE: 1. Declarar procedente el recurso de apelación interpuesto, revocando la resolución apelada y, en su lugar, autorizar el cambio de apellido paterno por el materno solicitada por la actora, debiendo efectuarse en la instancia de grado los trámites correspondientes con arreglo a los requisitos y procedimientos establecidos en la ley 18.248. Insértese, hágase saber, bajen y déjese nota marginal de la presente en el protocolo del juzgado de origen. (Expte. Nro. 439/2008). mm. SERRA ARIZA SILVESTRI