Tema 8 Barniz Blando • • • • • • • • • • • El grabado al barniz blando tiene sus orígenes en la segunda mitad del siglo XVIII, aunque hay autores que lo atribuyen a Benedetto Castiglione en la década de 1640. Lo cierto es que su desarrollo tuvo lugar en Inglaterra alrededor de 1770, de la mano de Thomas Gainsborough, que lo utilizó en imágenes que combinó con la técnica del Grabado al Azúcar. Otros artistas que en esta época usaron la técnica, también con excelentes resultados, fueron Rowlandson, Plilgrin , John Crome o John Sell Cotman, autor al que pertenece esta imagen del siglo XIX. En esta misma época otro grabador: Tischbein ensayará espolvoreando acido tartárico sobre barniz blando, para crear una textura granular entre la matriz y el papel sobre el que se dibujaba. La calidad de las imágenes era muy buena pero la tendencia del acido tartárico a formar grumos limitaba su utilización. Gran parte de las ilustraciones del famoso Liber Studiorum, son grabados realizados por Turner, en los que utilizó la técnica del barniz blando como base sobre la que después se aplicaba Manera Negra. En la década de 1830 esta técnica fue desplazada por la litografía por medio de la técnica del dibujo litográfico directo sobre piedra, que aportaba una gran calidad y mayor seguridad en el procesado. A comienzos del siglo XX, Walter Ziegler descubre un principio de descomposición del color en matrices que se podía aplicar a la litografía y al grabado a través de la técnica del Barniz Blando. Así surge un proceso que a pesar de su enorme interés, con el tiempo cae en desuso por la dificultad para controlar la acción del barniz blando como producto de reserva, hasta que en el Atelier 17, Hayter la recuperó para explorar nuevas aplicaciones como el registro de huellas texturales a partir de tejidos y otros elementos prefabricados. También de esta época es este grabado al Barniz Blando realizada en 1950 por Jhon Buckland Wrigth. Publicaciones sobre las técnicas de Grabado como la de Jaume Plá, que consideraba esta técnica como aleatoria y poco fiable como alternativa del dibujo, influyeron en su escaso uso posterior. En la década de los 80 José Fuentes desarrolló un nuevo producto de reserva al que denominó Barniz Blando “150”. Este barniz proporciona a la técnica una seguridad en su procesado, y un registro en cuanto a efectos muy preciso, con una amplia gama de grises como no se había conocido antes. Por su parte, Concepción Sáez en su tesis doctoral, reflotará el proceso de Walter Ziegler, poniéndolo a punto para su uso en imágenes con claves conceptuales nuevas. Thomas Gainsborough John Sell Cotman Turner Jhon Buckland Wrigth. José Fuentes Concepción Sáez Concepción Sáez