Tu noveno mes de embarazo

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Tu noveno mes de embarazo
A partir de la semana 38 podrás alumbrar en cualquier momento, es bueno que estés al tanto de todos los
síntomas, en ocasiones puedes sentir que tienes una gran energía en otro momento te puedes fatigar con
frecuencia, sientes una punzada en la parte inferior de tu vientre, tal vez por la noche se te hinchen los pies,
todos estos síntomas son normales, tu cuerpo te está indicando que estas pronta a dar a luz. Desde el inicio
del embarazo hasta fines de este mes abras subido en total entre 11.2 Kg. (24.5 lb.) y 13.5 Kg. (30 lb.). Hasta el
parto, prácticamente ya no debes subir de peso.
Caída de cabello
No te preocupes si en el puerperio notas una caída importante de cabello, es transitoria provocada
por la caída brusca de las hormonas después del parto, pero enseguida se recupera sin ningún
tratamiento especifico, lo que debes evitar son las tinturas ya que deterioraran mas tu cabello.
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Llegó el momento
Desde que empiecen las
contracciones hasta que
tengas a tu hijo en brazos
pasarán algunas horas.
Queremos darte a conocer
las alternativas que se te
pueden presentar si tu
parto es normal o deben
optar por una cesárea.
Entre más informada estés,
más tranquila te sentirás.
Tu hijo está por nacer, así que la espera termina
pronto. Si llegaste a la fecha que el doctor estipulo
para el parto y todavía no sientes ningún síntoma, no
te exasperes, ya que el cálculo de la fecha de parto es
aproximado. Tal vez podrías demorarte una semana
más sin sentir ninguna molestia. Esta situación no se
aplica si tu ginecólogo decide programar una cesárea.
¿Como sabrás si estas en labor de parto? Pues es
muy simple, lo primero que sentirás es una contracción
(observa a qué hora se presento y el tiempo de duración)
y luego de media hora sentirás otra. En caso de que
seas primeriza, tranquila, estas contracciones son las
Brazton Hicks, casi totalmente indoloras y no duran
más de 20 segundos, las sentirás en la parte baja del
abdomen. Sin embargo, en el momento que percibas
que tu vientre se pone duro y que las contracciones
son más fuertes y ocurren cada 15 minutos, ve al lugar
que has escogido para dar a luz.
En el transcurso de este tiempo el médico determinara
si el tipo de parto es natural o si será necesario
realizarte una cesárea. No tendrás que pasar por este
proceso si perteneces al grupo de futuras mamas que
saben con anticipación la hora exacta de su cesárea
programada. En este caso, solo tendrás que ser
puntual y estar lista para el acontecimiento.
Si no eres parte de este grupo, no te excedas
en tu preocupación por la famosa labor de parto.
Tranquilízate, recuerda que tener a tu hijo contigo
compensara todo el esfuerzo que realices y no olvides
que el bebé también trabaja duro para nacer.
Parto normal
Queremos presentarte las distintas etapas del parto
normal, para que vayas reconociéndolas cuando
las experimentes. Cuando llegues a la clínica o al
hospital donde has previsto dar a luz, te rasuraran el
vello púbico y te harán un enema, para limpiar todo tu
Intestino Deberás ir al baño cada vez que sientas la
necesidad. Te harán tactos vaginales para saber cómo
va el proceso de dilatación. Es posible que pierdas el
tapón mucoso que cerraba el paso a los gérmenes
hacia la cavidad uterina; te tomaran la tensión, te
monitorizaran para tener controlados al bebé y
tus contracciones y pueden ponerte el goteo (con
oxitocina) para acelerarlas. El parto se produce en tres
fases: La dilatación, la expulsión, o salida del niño, y el
alumbramiento o desprendimiento de la placenta.
La dilatación
La fase más larga del parto es la dilatación. El cuello
del útero de una primeriza tarda cerca de una hora
para pasar de uno a dos centímetros, otra hora para
pasar de dos a tres centímetros y así sucesivamente
hasta llegar a los cinco centímetros. Luego de
esto, el proceso se acelera y llegaras a la etapa de
expulsión cuando hayas obtenido una abertura de
diez centímetros.
Lo más importante durante la etapa de dilatación
es que respires y descanses entre contracción y
contracción, así como lo aprendiste durante los cursos
de preparación. Las contracciones se presentaran
cada cinco minutos y pueden tener una duración de
40 a 60 segundos.
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Tal vez sientas sed, pero no puedes beber ningún
líquido, ya que jamás se puede predeterminar si una
paciente necesitara o no anestesia general y para
esto es indispensable que no hayas ingerido ninguna
bebida, ni alimento. Te humedecerán los labios con
un algodón empapado de agua.
solo con recordar ese momento. Tendrás a tu hijo en
tus brazos y eso será incomparable con cualquier
cosa que hayas vivido. Este será el momento más
especial luego de la más ansiada espera, disfrútalo.
Sentirás una alegría tan grande, que seguramente
hasta te hará llorar, déjalo fluir, te lo mereces.
Tu dilatación será revisada por la enfermera o el
asistente del médico, con las indicaciones que le haya
dado tu ginecólogo. En caso de que el proceso ocurra
sin inconvenientes, será un parto natural. Sin embargo,
si llegar a tu dilatación está tomando demasiado tiempo
y el médico descubre sufrimiento fetal, lo más probable
es que decida practicarte una cesárea.
Pasada la parte más difícil, deberás esperar después
de esto unos quince minutos hasta que se desprenda
la placenta y la expulses, lo que ocurrirá porque en esta
etapa aun tendrás contracciones, pero serán mucho
más suaves y lentas que las de la etapa de expulsión.
La expulsión y el alumbramiento
Te encontraras en la sala de parto en el momento que
el cuello del útero haya desaparecido y tu dilatación
sea casi completa. La expulsión tarda un promedio
de 20 y 25 minutos, en esta etapa tus deseos de pujar
habrán aumentado, ya que tus contracciones serán
fuertes. La decisión de hacer la episiotomía la tomara
tu medico. (Tú sabes que la episiotomía es el corte
que hace el médico en la zona vaginal, para facilitar
la expulsión.) Siempre el médico debe verificar que el
cordón umbilical no esté rodeando el cuello del niño.
Si todo está bien y el médico te indica que es momento
de pujar, tendrás que poner toda tu energía y pujar,
todo tu cuerpo te pedirá hacerlo. Son momentos
intensos, déjate guiar por las indicaciones del médico
y cuando te des cuenta... tu hijo estará ya fuera de ti.
Pide que te lo pongan sobre tu regazo, experimentaras
lo indescriptible, no hay mujer que no se emocione
Puede ocurrir que la placenta no salga en forma
espontanea; entonces, el médico deberá extraerla
manualmente (te dormirán con anestesia si no te han
puesto epidural) y no volverás a la habitación hasta una
hora después. Cuando despiertes, ya te sentirás mejor y
con la maravillosa sensación de ser toda una madre.
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