COMUNICADO INTERNO No. 01 DE 2015 PROCESO DISCIPLINARIO 2014-013 Mediante auto del 21 de julio de 2015, la OCID decidió archivar un proceso en contra de un profesor de la Universidad porque se logró probar que las conductas supuestamente arbitrarias y lesivas de los derechos fundamentales de las estudiantes quejosas no existieron, sino, que las mismas obedecen al ejercicio habitual de la libertad de cátedra del profesor investigado. Llevar un control de asistencia a clase, pedir puntualidad a los estudiantes, otorgar la palabra en el aula, solicitar hacer un uso racional y prudente de las intervenciones en las sesiones de acompañamiento docente, no son formas de acoso del profesor contra los estudiantes, sino, la manifestación normal y a penas lógica del ejercicio profesoral, dentro del margen de discrecionalidad que le permite al profesor la libertad de cátedra. Limitar al profesor en cuanto a las medidas que establece en el programa académico de la asignatura, que ha puesto en común al iniciar el semestre, relativas a la disciplinaria y deberes mutuos de las partes dentro del proceso de enseñanza - aprendizaje que lidera, sería coartar desproporcionadamente su libertad de cátedra, y negar la naturaleza que la Corte Constitucional le ha otorgado a la educación, esto es, un derecho - deber constituido de obligaciones mutuas entre estudiantes y profesores. En esta decisión, además, se reiteró, que en ejercicio de esta misma libertad de cátedra, es el aula el espacio privilegiado para resolver los conflictos académicos que dentro del proceso de enseñanza - aprendizaje surjan, y que solamente hay motivos serios para incoar o presentar quejas disciplinarias cuando sea palpable, no una mera contradicción con el método o las normas disciplinarias del aula, sino, un hecho real de ineficacia en el cumplimiento de las obligaciones docentes, la existencia de prácticas corruptas o el quebrantamiento de los derechos fundamentales de los participantes en el aula. Así pues, se reitera en esta decisión, la naturaleza de ultima ratio o última alternativa que deben tener los procesos disciplinarios, como forma de garantizar la verdadera construcción de una comunidad académica crítica y dialógica, y para la protección de la naturaleza y fines de la acción disciplinaria. Por esta razón, la OCID invita a todos los Consejos de Escuela a tratar de darle curso normal a los conflictos del aula en el escenario natural en el que se presentan, el aula, acompañar a las partes involucradas en la gestión de su problema. Bucaramanga, agosto 25 de 2015.