REUNIONES PREALIADAS QUINTO BÁSICO: ENNOBLECIMIENTO

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REUNIONES PREALIADAS QUINTO BÁSICO: ENNOBLECIMIENTO
OBJETIVO GENERAL: “Desarrollar la capacidad de concebirse a si misma como
un instrumento de Dios para hacer presente su amor y así encauzar la propia
fuerza hacia un regalar amor a otros y no violencia ni discordia.
REUNIÓN 3
OBJETIVO DE LA REUNIÓN: Despertar el ideal de atreverme a amar y respetar a
las personas que no me son agradables o que son rechazadas por el resto de las
personas.
MATERIALES
 Cartulina
ORACIÓN INICIAL
El Juicio de las Naciones (Mt 25.32-46)
“La gente de todas las naciones se reunirá delante de él, y él separará unos de
otros, como el pastor separa las ovejas de las cabras. Pondrá las ovejas a su
derecha y las cabras a su izquierda. Y dirá el Rey a los que estén a su derecha:
Vengan ustedes, los que han sido bendecidos por mi Padre; reciban el reino que
está preparado para ustedes desde que Dios hizo el mundo. Pues tuve hambre, y
ustedes me dieron de comer, tuve sed, y me dieron de beber; anduve como
forastero, t me dieron alojamiento. Me faltó ropa, y ustedes me la dieron; estuve
enfermo, y me visitaron; estuve en la cárcel, y vinieron a verme. Entonces los
justos preguntarán: Señor, ¿cuándo te vimos con hambre, y te dimos de comer?
¿o cuándo te vimos con sed, y te dimos de beber? ¿O cuándo te vimos como
forastero, y te dimos alojamiento, o falto de ropa, y te la dimos? ¿O cuándo te
vimos enfermo o en la cárcel , y fimos a verte?. El Rey les contestará: “Les
aseguro que todo lo que hicieron por uno de estos hermanos míos más humildes,
por mí mismo lo hicieron”.
Luego el Rey dirá a los que estén a su izquierda: Apártense de mí, ustedes que
están bajo maldición; váyanse al fuero eterno preparado para el diablo y sus
Ángeles. Pues tuve hambre, y ustedes no me dieron de comer; tuve sed, y no me
dieron de beber; anduve como forastero, y no me dieron alojamiento. Me faltó
ropa, y ustedes no me la dieron; estuve enfermo, y en la cárcel, y no vivieron a
visitarme. Entonces ellos le preguntarán: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o
con sed, o como forastero, o falto de ropa, o enfermo, o en la cárcel, y no te
ayudamos? El Rey les contestará: Les aseguro que todo lo que no hicieron por
una de estas personas más humildes, tampoco por mí lo hicieron. Esos irán al
castigo eterno, y los justos a la vida eterna”.
1
¿Por qué habremos leído el evangelio que leímos en Oración inicial? Comentar.
Recoger reunión y propósito anterior.
TEMA
Dinámica 1:
Sobre una cartulina escribe qué tipo de personas te producen rechazo y por qué.
Luego, escribe las cosas que haces con esas personas o la forma en que actúas
con ellas.
Puede ser que a cada uno le produzca rechazo (es importante que también
aparezcan amigas y compañeras) algo diferente que la otra. (Hay que dejar
espacio entre lo escrito, porque después la actividad continúa)
Dinámica 2:
Se lee la siguiente historia:
El abad de un monasterio se hallaba muy preocupado. Años atrás, su
monasterio había visto tiempos de esplendor. Sus celdas habían estado repletas
de jóvenes novicios y en la capilla resonaba el canto armonioso de sus monjes.
Pero habían llegado malos tiempos: la gente ya no acudía al monasterio a
alimentar su espíritu. La avalancha de jóvenes candidatos había cesado y la
capilla se hallaba silenciosa. Sólo quedaban unos pocos monjes que cumplían
triste y rutinariamente sus obligaciones.
Un día, decidió pedir consejo, y acudió a un anciano obispo que tenía fama
de ser hombre muy sabio en su avanzada edad. Emprendió el viaje, y días
después se encontró frente al buen hombre. Le planteó la situación y le preguntó:
"¿A qué se debe esta triste situación? ¿Hemos cometido acaso algún pecado?". A
lo que el anciano obispo respondió: "Sí. Han cometido un pecado de ignorancia. El
mismo Señor Jesucristo se ha disfrazado y está viviendo en medio de ustedes, y
ustedes no lo saben". Y no dijo más.
El abad se retiró y emprendió el camino de regreso a su monasterio.
Durante el viaje sentía como si el corazón se le saliese del pecho. ¡No podía
creerlo! ¡El mismísimo Hijo de Dios estaba viviendo ahí en medio de sus monjes!
¿Cómo no había sido capaz de reconocerle? ¿Sería el hermano sacristán? ¿Tal
vez el hermano cocinero? ¿O el hermano administrador? ¡No, el no! Por
desgracia, él tenía demasiados defectos… Pero el anciano obispo había dicho que
se había "disfrazado". ¿No serían acaso aquellos defectos parte de su disfraz?
Bien mirado, todos en el convento tenían defectos… ¡y uno de ellos tenía que ser
Jesucristo!
Cuando llegó al monasterio, reunió a sus monjes y les contó lo que había
averiguado. Los monjes se miraban incrédulos unos a otros. ¿Jesucristo… aquí?
¡Increíble! Claro que si estaba disfrazado…. Entonces, tal vez… Podría ser
Fulano.. ¿O Mengano? ¿O….?
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Una cosa era cierta: Si el Hijo de Dios estaba allí disfrazado, no era
probable que pudieran reconocerlo. De modo que empezaron todos a tratarse con
respeto y consideración. "Nunca se sabe", pensaba cada cual para sí cuando
trataba con otro monje, "tal vez sea éste…"
El resultado fue que el monasterio recobró su antiguo ambiente de gozo
desbordante. Pronto volvieron a acudir decenas de candidatos pidiendo ser
admitidos en la Orden, y en la capilla volvió a resonar el jubiloso canto de los
monjes, radiantes del espíritu de Amor.
Pregunta: ¿Qué relación podemos hacer entre todo lo que escribimos y la historia
que acabamos de leer?
La principal razón por la que amamos no se basa en el
sentimiento, sino en la REALIDAD de la presencia de
Dios en el otro y en el encargo de amor que nos dejó
Jesús.
¿Por qué motivos solemos “rechazar” a algunas personas?
(OJO es muy importante no detenerse en esas personas, pues se puede
transformar en pelambre, hay que plantearlo de manera elevada, mostrando
más bien el por qué esa persona sea rechazada y que se converse en base a esa
situación y no en torno a la persona. Por ejemplo: Una niñita gorda porque es
distinta se la molesta, porque una niña quizás no tiene la misma condición social
de las demás y se la deja a un lado, etc).
Dirigente: Cuantas veces rechazamos a las personas que están en torno nuestro
por situaciones tan insignificantes como éstas y CUANTO dolor y daño le estamos
causando por éste rechazo, muchas veces en éste sentido ni siquiera nos
detenemos en la persona, sino que si los demás la rechazan, entonces yo también
lo hago y de este modo se produce el bulling, dolor que a esa niña quizás le va a
quedar grabado para toda su vida…
Dirigente: Dios es mi Padre, pero es también el Padre de todos. El no posee los
límites humanos que lo hagan querer a alguien y dedicarse a él en un tiempo, pero
después si otra persona lo necesita, entonces le “quita” el tiempo al anterior…
NO!!! El siempre está regalándole su amor a cada uno de manera muy personal, y
si El nos quiere tanto, si El quiere tanto a cada persona, pues son sus hijos, ¿No
debería esforzarme también yo por querer al otro así como Dios lo ama?
Recuerda que ese es el mandamiento más grande que Jesús nos entregó: “Amar
a Dios sobre todas las cosas, Y AL PRÓJIMO como a uno mismo.” Sin duda no es
fácil hacerlo pues muchas veces nos cuesta la manera de ser de las otras
personas y no las entendemos, pero todos somos parte del Reino y a Dios le
alegra mucho que nos esforcemos por querer a todos.
3
Piensa en tu familia, si te peleas con un hermano y lo tratas mal diciéndole una
mala palabra ¿Cómo crees que se siente tu mamá y tu papá que ofendas así a su
otro hijo, al que ellos quieren tanto como a ti? Sin duda les da pena, pues ellos
quisieran que ustedes se quisieran y ayudasen mutuamente, de hecho muchas
veces son ellos mismos los que te dicen que vayas a pedirle perdón a tu hermano,
o si fue él quién lo hizo, le dicen que te pida a ti perdón. Entonces la alegría es
grande para ellos y también para los hermanos cuando el “asunto” queda
solucionado.
En el Reino de Ave no hay ninguna que sea más importante que la otra, todas
somos parte del Reino y estamos llamadas a vivir la ley del amor que Jesús nos
entregó “Amar al Prójimo como a sí mismo”.
Así como lo descubrimos en la primera dinámica, hay muchas cosas que nosotros
podemos regalar a otros para hacerlos felices, son cosas tan sencillas que no
tienen un valor material, sino un valor inmenso que enriquece el corazón y que me
hace ser instrumento del amor de Dios para otros y así conquistar a muchos
corazones para el Reino.
No podemos olvidar que cada prealiada es ese vasito para hacer llegar el amor de
Dios a las personas… En el camino no sólo no se nos puede caer el agua, sino
que tampoco se nos puede ensuciar, enturbiar; tiene que llegar así, tan
transparente como salió de Dios.
¿Y cómo salió de Dios?
Vamos a mirar cómo amaba Jesús y entonces vamos a poder aprender cómo
tenemos que amar nosotras.
Dinámica 3:
El grupo se divide en 5 grupos pequeños (o parejas) y cada uno recibe un
pedacito de Evangelio (ANEXO 1). Los leen y descubren la idea principal de cómo
Jesús nos está enseñando a amar y ennoblecer a otros.
Una vez terminada la actividad de los Evangelios, se vuelve a retomar lo que está
escrito en la cartulina y al lado de cada caso, se escribe lo que creen que Jesús y
la Mater harían en nuestro lugar. (Esta cartulina la llevan y la ofrecen en la oración
final COMO Capital de Gracias)
Dirigente: Después de leer los Evangelios, les recuerda que en todos los tiempos
ha habido personas a las cuales la sociedad rechaza por alguna situación, pero
que DIOS AMA A TODOS SIN DISTINCIÓN!!!!
Dios nos necesita para poder regalarle SU amor a las demás personas que nos
rodean y así ellas puedan experimentarse queridas.
La dirigente lee los siguientes casos de personajes de la actualidad que son
rechazados por su entorno:
- En la teleserie Argentina, Patito Feo es rechazada por sus amigas por usar
anteojos.
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- Tina de Glee, es rechazada por la forma en que habla y se viste (china/ gótico).
- Gaspar Caspa, de Hanna Montana, un niño nada popular porque sufre de
problemas de caspa.
PROPÓSITO
Regalarle diariamente una alegría a alguien que generalmente no la recibe.
ANEXO 1:
Recaudador de impuestos: Ellos eran los peores vistos de la ciudad pues
se los trataba de estafadores y por eso se los alejaba.
(Lc.19,1-10) “Habiendo entrado Jesús en Jericó, iba pasando por la ciudad.
Y sucedió que un varón llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos
(cobrador de impuestos), y rico, procuraba ver quién era Jesús; pero o
podía a causa de la multitud, pues era pequeño de estatura. Y corriendo
delante, subió a un árbol para verle; porque había de pasar por allí. Cando
Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo,
date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa.
Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso. Al ver esto, todos
murmuraban, diciendo que había entrado a posar con un hombre pecador.
Entones Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de
mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo
devuelvo cuadruplicado. Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta
casa; por cuanto él también es hijo de Abraham. Porque el Hijo del Hombre
vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.
Leprosos: Como tenían esta enfermedad se los alejaba de la ciudad, se los
mandaba al desierto para que sobrevivieran como pudieran pues ya no eran de
ellos. Hasta se les ponía una campanita para que cuando ellos se acercaran a
la ciudad los demás se alejaran. Se creía también que tenían ésta enfermedad
como un castigo por parte de Dios.
(Mc.1,40-42) “Vino a él un leproso, rogándole; y arrodillándose, le dijo: Si
quieres, puedes limpiarme. Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió la
mano y le tocó, y le dijo: Quiero, queda limpio. Y así que él hubo hablado, al
instante la lepra se fue del hombre y quedó limpio. “
Pecadores: Cuando las mujeres habían sido infieles a sus maridos, se las
condenaba públicamente y todos la apedreaban hasta matarla.
(Jn.8,2-11)“Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y
sentado él, les enseñaba. Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una
mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio, le dijeron: Maestro,
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esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. Y en la ley nos
mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices?. Más esto
decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo,
escribía en tierra con el dedo. Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y
les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra
contra ella. E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra.
Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno,
comenzando desde los más viejos hasta los más jóvenes; y quedó solo Jesús,
y la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te
condenó?. Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Yo tampoco te
condeno; vete, y no peques más.”
Extranjeros: Todos en Israel no acogían a los extranjeros, pues no eran de su
raza “escogida”. Por lo que los habitantes de otros pueblos eran rechazados,
no había que hablar con ellos.
Parábola del Buen Samaritano
“Un hombre que bajaba por el camino de Jerusalén a Jericó fue asaltado por
unos bandidos. Le quitaron hasta la ropa que llevaba puesta, le golpearon y se
fueron dejándolo medio muerto. Casualmente pasó un sacerdote por aquel
mismo camino, pero al ver al herido dio un rodeo y siguió adelante. Luego pasó
por allí un levita, y que al verlo dio también un rodeo y siguió adelante.
Finalmente, un hombre de Samaria (extranjero) que viajaba por el mismo
camino, le vio y sintió compasión de él. Se le acercó, le curó las heridas con
aceite y vino, y se las vendó. Luego lo montó en su propia cabalgadura, lo llevó
a una posada y cuidó de él. Al día siguiente, el samaritano sacó dos denarios,
se los dio al posadero y le dijo: ‘Cuida a este hombre. Si gastas más, te lo
pagaré a mi regreso.’ Pues bien, ¿cuál de aquellos tres te parece que el
prójimo del hombre asaltado por los bandidos?. El maestro de la ley contestó:
El que tuvo compasión de él. Jesús le dijo: Ve, pues, y haz tú lo mismo.”
Niños: Los niños no eran tomados en cuenta. Sobretodo las niñas eran
menospreciadas, hasta una vaca valía más que ellas, pues una vaca
“producía” y las niñas sólo eran una “carga”, una persona más a la que
alimentar.
(Mc 10,13-16) “Le presentaron unos niños para que los tocara, pero los
discípulos les regañaban. Al verlo, Jesús se enfadó y les dijo: Dejad que los
niños se acerquen a mí: no se lo impidáis; de los que son como ellos es el
Reino de Dios. Os aseguro que el que no acepte el Reino de Dios como un
niño, no entrará en él. Y los abrazaba y los bendecía imponiéndoles las
manos.”
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