wanafrica 10 / abril de 2006 dossier Racismo Por Esteban Ibarra / Foto F.C. Barcelona Racismo y violencia ultra en el fútbol Los sucesos continuos de racismo en el fútbol son la punta de un iceberg de odio, intolerancia y violencia tras los que se esconden numerosos grupos neonazis que son quienes dinamizan en las gradas ultras, auténticos viveros racistas, de hostilidad hacia los jugadores negros. La permisividad de las instituciones hacia estos grupos durante años, que solo ha realizado gestos testimoniales de total ineficacia, ha supuesto que el problema tenga un alcance estructural, dañando no sólo al deporte sino al conjunto de la sociedad, en especial a colectivos vulnerables, víctimas hoy de esta intolerancia. Samuel Eto’o no soporta seguir siendo víctima del racismo. l episodio de los gritos racistas contra Samuel Eto’o convertido en escándalo nacional tras advertir el jugador que se marchaba del campo de fútbol porque "no aguantaba mas", viene a confirmar nuestra denuncia constante de la actitud de los grupos ultras en los estadios y del problema de contaminación, por permisividad, del resto de aficionados. Dos semanas antes, los ultras del Frente Atlético, durante el encuentro Atlético de Madrid-Real Sociedad, estuvieron insultando todo el partido al aficionado donostiarra Aitor Zabaleta, asesinado por un neonazi, y pidiendo la libertad del condenado por el crimen. La apología de la violencia y la denigración de las víctimas se suman a los episodios racistas continuos en diferentes campos de fútbol. Pese a las declaraciones institucionales, éstas no son más que gestos, confirmando la extensión y fuerza de los grupos neonazis que operan en los fondos ultras de los campos de fútbol. Es preciso insistir en que el problema del racismo y de la violencia en el ámbito del fútbol no es reciente. Está enquistado en nuestro país desde hace años y está ocasionando graves sucesos, incluido asesinatos. Los fondos ultras de los campos de fútbol constituyen potentes viveros para grupos extremistas de toda índole, un buen caldo de cultivo para reclutar adeptos y un lugar privilegiado para el exhibicionismo simbólico racista y neonazi. Los hechos lo demuestran. Sin embargo, su realidad contrasta con la ausencia de medidas políticas eficaces para erradicarlos y con la prácticamente nula cooperación de los directivos de los clubes de fútbol. Los fondos ultra de los campos de fútbol están presentes en casi todos los estadios a nivel nacional y son el vivero más importante para la captación de jóvenes. De forma mayoritaria van de neonazis, configurados en múltiples grupúsculos, proclaman en su ideario la superioridad de la raza blanca y las bandas que lo configuran practican la violencia, se declaran E racistas, se consagran al antisemitismo y atacan el mestizaje, disfrutan con el Holocausto, glorifican a Hitler y propagan que van a levantar un nuevo Reich. Se les reconoce porque suelen llevar sus "cabezas rapadas" o el pelo muy corto, al cero o al uno, están marcados por tatuajes y utilizan símbolos nazis (runas, cruces célticas, gamadas, KKK y africaner), y continuamente salen de "caza" contra inmigrantes, indigentes, homosexuales y jóvenes de izquierda. El Informe RAXEN El Movimiento contra la Intolerancia a través del Informe RAXEN en su edición especial 2005 sobre el Racismo y violencia ultra en el fútbol, recoge la geografía del racismo, xenofobia y otras expresiones de intolerancia y violencia en España, mencionando las organizaciones y grupos que los propagan, las webs en Internet que lo difunden, las bandas de música racista que los estimulan, los grupos ultras del fútbol que lo cobijan y los centros logísticos que lo alimentan. Se calcula la existencia de mas de 4.000 agresiones al año protagonizadas por estos grupos neonazis y racistas dirigidas especialmente contra inmigrantes (magrebíes, negros y latinoamericanos, de forma mayoritaria), indigentes, homosexuales, prostitutas y jóvenes de diversos aspectos (punkys, hippies), además de mezquitas, sinagogas y sedes de organizaciones de izquierda. Se trata de una cifra que puede ser inferior a la realidad, en el contexto de una Europa donde distintos organismos del Consejo de Europa y del Parlamento Europeo, reclaman insistentemente a los Gobiernos que ofrezcan datos oficiales sobre delitos de odio. El Informe recuerda que en España se han producido más de 60 crímenes de odio xenófobo, racial o neonazi, acreditados desde el año 1992. Esta investigación ha detectado la existencia de más de 70 grupos neonazis, racistas y ultras que operan en España, muchos de ellos amparados en el ámbito del fútbol. Esta base activa sitúa en 11.000 los sujetos comprometidos con las ideologías del odio (Min. del Interior, 1995). En diversas ocasiones y tras aprovechar importantes encuentros de fútbol, por la noche celebran conciertos de música racista clandestinos donde tocan para "cabezas rapadas" sus bandas musicales. En España se han creado decenas de bandas musicales (Odal, Reconquista, Klan, Batallón de Castigo, entre otras) que realizan conciertos y editan CDs que difunden entre los jóvenes. También utilizan emisoras de radio en INTERNET y una red de distribución de materiales de propaganda, ropa, libros y otros medios que configuran un potente "merchandaising", siendo una de las bases económicas del entramado racista, además de numerosos fanzines ultras que se distribuyen en torno a los estadios de fútbol, los días de partido. Las webs racistas han tenido un rápido crecimiento en España y ya superan el centenar. Propagan la xenofobia, el antisemitismo, la islamofobia, el fascismo, la homofobia, y otras formas de intolerancia, conectadas con el mundo ultra del fútbol, utilizando foros y chats. Ante este grave problema social, las instituciones deportivas se limitan a firmar un Protocolo contra el racismo y la violencia que ni siquiera cumplen, y mientras tanto el problema avanza y los sectores más vulnerables de nuestra sociedad son víctimas del zarpazo racista. Referencias en: www.movimientocontralaintolerancia.com. Esteban Ibarra es presidente del Movimiento contra la Intolerancia.