Una accidentada y sangrienta noche : Tarata 14 años después. Como cada mañana, en la bulliciosa y céntrica Calle Tarata, los comerciantes se preparaban para empezar una vez la jornada larga, que empezaba muy temprano y terminaba bien entrada la noche, la gente que transitaba por ahí y lo que vivían en esa calle, ya conocían desde hace mucho a la mamá y a la pequeña Vanessa, la niña, cuyo nombre se convertiría, años después, en símbolo de la lucha por la paz de un pueblo desangrado, de tantos crímenes a los que la ciudad les decía basta, de lágrimas de madres, de llantos de hijos y de pena de miles de personas que al levantarse cada mañana lo único que escuchaban en las noticias era la cantidad de muertos de la noche anterior por los coches bombas o por los ataques a las comisarías de la noche anterior. Desde aquel 16 de julio, la vida de la entonces niña, cambiaría para siempre, acostumbrada a acompañar a su mamá a trabajar aun antes de nacer, jamás esa inocente mente, podría haberse imaginado tener que pasar por todo lo que le ha tocado vivir desde entonces. En medio del ese trajinar de personas y de carros, estaba una niña, tranquila y vivaz que llevaba junto a su madre la capacidad de trabajar desde muy pequeña, aun ahora después de muchos años, continúan en la misma calle, a pesar de todo a pesar de los muchos periodistas o alumnos que como yo, tratan de seguir averiguando los sentimientos que se presentaron aquella noche, en la que la pequeña niña, abrazada de su mas , descubrió que su vida había cambiado para siempre, tal vez para bien, por que entonces ambas se dieron cuenta que la fortaleza que sacaron de la desgracias ellas ha hecho seres sobrenaturales, por que tal vez otro humano en esas circunstancias no habría soportado todo lo que ellas tuvieron que soportar, no solo por la desgracias misma, sino por la cantidad de cámaras y falsees que han tenido que soportar incluso ahora, 14 años después, de la noche del terror. El día, o mejor dicho la noche, transcurría como cualquier otra, ella se hallaba en el puesto que regenta su madre y con el que a sustentado a su familia desde hace 30 años, cuando de pronto un horrible estruendo asusta a la pequeña Vanesa, su madre, en medio del ruido y el alboroto solo trata de ubicar a su hija a la que encuentra minutos después, de acuerdo a lo que narra ella en la Audiencia de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación Nacional, ella se aferró a su madre con sus pequeños brazos, presa del pánico que sentía en ese momento, un leve dolor que poco a poco se fue volviendo más intenso, le avisaba lo terrible tragedia que había sucedido. Sin darse cuenta de lo que en realidad pasaba, sin saber por que tantos policías y tantas sirenas, la víctima más emblemática de lo que fue esa fatídica noche, era trasladada la hospital, donde diligentemente la atendieron los mejores médicos, donde la visitaban las autoridades y le daban su apoyo y muchas promesas de ayuda y apoyo, promesas que con el tiempo y el olvido se fueron disolviendo como la bruma de cada mañana limeña en el invierno del sur. Según los detenidos por este atentado años después, ese atentado que costó tantas vidas y que fue el punto determinante para entablar la lucha abierta y frontal contra los cabecillas del grupo terrorista que ejecutaran esta barbarie, el atentado de la Cuadra 2 de la Calle Tarata en Miraflores, no fue un decisión tomada y planificada con anterioridad, fue según ellos, el producto de una decisión tomada al momento por los inconvenientes presentados para desarrollar el plan original. Vanesa, con su tierna mirada escondida detrás de esas gafas pequeñas como su rostro, recuerda que son muchas las veces que han tratado de entrevistarla, que tratan aun de traer a la memoria los recuerdos que ella trata de olvidar, de pasar ese capítulo que la marcaría para siempre, que la convertiría en esa niña símbolo que durante mucho tiempo fuera portada de muchos diarios y revistas, fuente de innumerables reportajes y de trabajos sd de investigación, no solo en el ámbito periodístico como es el caso de este, sino en el campo legal. Durante las audiencia en la CV, ella mencionaba con la inocencia que mantiene, que accidente o no, lo cierto es que 360 familias afectadas, 25 personas muertas, 155 heridas y una secuela terrible de daño psicológico y de dolor perpetuo por la sangre derramada. Las declaraciones de los acusados por este caso, sostienen el hecho que fue un accidente, que no estaba planificado para que se ejecute de esa manera, sin embargo , la intención de asesinar, sea a estas personas o otras de mayor nivel socio económico que era p a quienes estaban principalmente dirigida la acción, no desvirtúa el hecho que el crimen y el asesinato no se justifica desde ningún punto de vista. Sin embargo el jefe del grupo terrorista, capturado poco después de este atentado, indicó en alguna de sus declaraciones que no había sido un error los de Tarata por que no se había golpeado a la clase gran burguesa nacional y a la pequeña burguesía emergente. Este tipo de declaraciones, demuestran en el denominado mayor asesino del Perú, un resentimiento hacia la sociedad y un desprecio enorme por la vida y por el respeto hacia la calidad de ser humano de las personas a las que se atacaba sin ningún miramiento durante todo el accionar subversivo. Sin reparar en el daño causado, no acepta que haya sido un error por el ataque a la población civil, sino por no haber causado más daño del que se causó y sobre todo a personas a quienes según él se debió haber dirigido el ataque. Vanesa cuenta, que a pesar de lo sucedido en esta terrible noche, no encuentra ni ha tratado nunca de haya un culpable o de acusar directamente a nadie por lo ocurrido, muy por el contrario, simplemente, se aferra a su lucha, continua trabajando y sobre todo espera que cuando le toque pagar a Abimael guzmán por lo ocurrido lo pagará cuando llegue al cielo. Fueron 9 los terroristas hallados culpables por la Sala superior Penal corporativa nacional para casos de Terrorismo, que en agosto del año 1,998, sin embargo a pesar de las sentencias, que en muchos casos no cubre las expectativas de los deudos, por el terrible drama vivido, los sentenciados, mantiene la teoría de la no planificación en la colocación del automóvil que hiciera explosión en esa concurrida calle de Miraflores. Los testimonios de los deudos en las audiencias de la Comisión de la Verdad y Reconciliación nacional, muestran , aún después de tanto tiempo, el dolor con el que las familias afectadas, recuerdan aquella fatídica noche. Según los partes, policiales que se levantaron aquella noche, los afectados por el atentado fue de 16 desaparecidos y 360 familias damnificadas; Defensa Civil declaró inhabitables 2 edificios. Los edificios multifamiliares `San Pedro' y `Residencial Central', de la segunda cuadra de la calle Tarata, que fueron los más afectados y declarados inabilitables. Los locales bancarios, a los que según los autores del atentado, detenidos, estaba dirigido el ataque fueron los bancos Continental, Crédito, Popular, Industrial, Del Sur, Interbanc, Mutual Perú, sin embargo según estas versiones, los vigilantes de los locales donde se ubicaban los bancos, no permitieron al chofer estacionarse en la pista circundante del Banco de Crédito, por lo que tuvieron que alejarse, ubicando el vehículo en una calle colindante, en la que se encontraban los edificios de departamentos. Sin embargo, todas las investigaciones realizadas por la Policía Nacional del Perú, describen de manera ruda y cruel, que este no se tratarí de un simple accidente o de una desición tomada al azar por las circunstancias presentadas, sino de un atentado premeditado, con mucha anticipación, planificado milimétricamente y sobre todo, dirigido a lo que se podría considerar, la clase alta de la sociedad limeña.