¿A dónde van los grupos de ahorro? Aspiraciones y retos

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¿A dónde van los
GRUPOS DE AHORRO?
Aspiraciones y retos.
Nota 3 de la serie Grupos de Ahorro en
América Latina y el Caribe.
1
AGOSTO DE 2014
www.pro-ahorros.org
[email protected]
AUTOR XAVIER MARTÍN
COORDINADORA DEL PROGRAMA ANDREA REYES
DIRECCIÓN FERMÍN VIVANCO
EDICIÓN AVRIL PÉREZ
FONDO MULTILATERAL DE INVERSIONES
BANCO INTERAMERICANO DE DESARROLLO, 2014
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS
1300 NEW YORK AVE, N.W.
WASHINGTON, D.C. 20577
www.fomin.org
FOTOS DE PORTADA:
IED Vital/ COLOMBIA.
IED Vital / COLOMBIA.
FOTO PÁGINA LEGAL:
BID / Fomin.
2
Notas de la serie Grupos
de Ahorro en América
Latina y el Caribe:
Nota 1 ¿Qué son los grupos de ahorro?
Evolución de los mecanismos grupales
de ahorro y crédito.
Nota 2 ¿Cómo operan los grupos de
ahorro? Experiencias destacadas en
América Latina y el Caribe.
Nota 3 ¿A dónde van los grupos de
ahorro? Aspiraciones y retos.
Este documento fue escrito por el consultor Xavier Martin para el Programa ProAhorros, bajo la supervisión de Andrea Reyes y Avril Pérez y la
dirección de Fermin Vivanco.
El Programa ProAhorros, liderado por el Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN) del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), apoya a entidades financieras en el desarrollo de estrategias de negocio para ofrecer
servicios de ahorro líquido y ahorro programado, adaptados a las necesidades y características de las personas de escasos recursos, receptoras
de pagos de gobierno, en América Latina y el Caribe. ProAhorros cuenta
con la experiencia y el financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo, la Fundación Citi, el programa de ayuda del Gobierno de Australia (Australian Aid) y el Centro Internacional de Investigaciones para
el Desarrollo (IDRC).
Un agradecimiento especial por sus ideas y reflexiones a Salomón Raydán, Presidente de Fundefir (Venezuela), Alfonso Castillo, Gerente de
la Cooperativa Cosechando Juntos lo Sembrado (México), Jack Burga,
Director del Programa Misión en CRS (Perú), Edgardo Chevez, Coordinador General de OCDIH (Honduras), Jaime Villaraga, Socio-Fundador
de IED-Vital (Colombia), Anthony O. Mang’eni, Asesor de Microfinanzas
Basadas en el Ahorro en CRS (Zambia) y Milagro Maravilla Responsable
de Finanzas Comunitarias en Oxfam (El Salvador). El documento se ha
beneficiado en gran medida de las opiniones de estos expertos, sin embargo, las opiniones expresadas comprometen únicamente a su autor.
Asimismo, las opiniones expresadas en este documento no reflejan la
postura oficial del Fondo Multilateral de Inversiones, su Directorio, ni de
los socios del Programa ProAhorros. Queda permitido reproducir este
documento, parcial o totalmente, siempre y cuando se atribuya al autor
y al Programa ProAhorros.
En América Latina y el Caribe, las experiencias de promoción de grupos de ahorro y crédito con altos niveles de autogestión son numerosas, ricas y diversas. Tal y como se ha expuesto en las dos notas anteriores, hay una gran variedad de instituciones que promueven la formación de grupos de ahorro y crédito como instrumento para lograr diversos
objetivos de desarrollo social y económico. Ante tal riqueza y diversidad de enfoques parece conveniente abrir un debate sobre el recorrido potencial de este tipo de iniciativas.
Con este objetivo, se busca reflexionar sobre el potencial de los grupos de ahorro y sobre
algunos de sus más inminentes retos. La presente nota cierra la serie Grupos de Ahorro
en América Latina y el Caribe y para su elaboración se ha entrevistado a varios expertos
vinculados con organizaciones que están promoviendo grupos de ahorro en la región.
INT ROD UCCI ÓN
Nota 3 de la serie
GRUPOS DE AHORRO EN
AMÉRICA LATINA
Y EL CARIBE.
3
CONTENIDOS
PR IM ER A La primera parte trata sobre lo que ofrecen los
S E CC I Ó N grupos de ahorro en América Latina y el Caribe
y sus aspiraciones. Reconociendo y apreciando la diversidad de enfoques existentes en la
región, esta sección busca entender mejor las
lecciones que se pueden extraer de más de tres
décadas de proyectos de ahorro y crédito comunitario basados en formación y consolidación de grupos. Aunque todavía es mucho lo
que nos falta por conocer sobre el impacto de
muchas de estas iniciativas, en este apartado
se busca entender mejor qué es lo que se puede
esperar de la promoción de grupos de ahorro.
Páginas 5 a 11.
S E GU NDA La segunda parte de la nota analiza algunos
S E CC I Ó N de los principales retos, debates y cuestiones
a los que se enfrentan las organizaciones promotoras de grupos de ahorro.
Páginas 12 a 16.
TE RC ER A Conclusión
S E CC I Ó N
Página 17.
4
PR I M E R A SE CC I Ó N
ASPIRACIONES
¿Qué podemos esperar de la promoción de grupos de ahorro y crédito? Actualmente no existen en la región abundantes experiencias
de modelos de negocio viables y sostenibles basados en la promoción de grupos de ahorro y crédito. Se trata, mayoritariamente, de
intervenciones sociales financiadas con dinero de donantes públicos o privados interesados en la obtención de determinados impactos sociales. El hecho de que no exista un modelo de negocio viable
que permita obtener una rentabilidad económica clara al invertir en
la promoción de grupos de ahorro y crédito, no significa que la promoción de grupos no sea una herramienta válida y adecuada para
conseguir determinados objetivos sociales. Sin embargo, la dependencia de dinero de los donantes sí pone presión en las entidades
promotoras de grupos de ahorro y crédito para demostrar resultados que justifiquen el dinero invertido. Los donantes necesitan entender el valor social de estas intervenciones y asegurarse que no se
pueden conseguir los mismos resultados con intervenciones de menor costo. En este sentido, tras más de tres décadas de experiencias
de promoción de iniciativas autogestionadas de ahorro y crédito, la
región acumula un amplio conocimiento sobre este tipo de proyectos que puede ayudar a entender mejor el potencial de este tipo
de intervenciones. Fruto de estas experiencias, es posible extraer
ciertas lecciones e identificar los principales impactos y beneficios
derivados de la promoción de grupos de ahorro y crédito.
Algunas lecciones y aprendizajes
Es común imaginar a las comunidades más pobres como lugares en los que la población no tiene absolutamente nada y es incapaz de generar ningún tipo de ingreso. Consecuentemente, se tiende a pensar que en estas situaciones las personas no utilizan ni
necesitan servicios financieros, sin embargo, en la mayoría de casos esta imagen no corresponde con la realidad. Como se expuso en la Nota 11, existe una amplia gama de sistemas informales de ahorro y crédito que la población de menos ingresos utiliza de forma
habitual. La mayoría de personas tienen algún tipo de recurso económico. Muchas veces
estos recursos no son suficientes para cubrir todas las necesidades o aspiraciones vitales
pero, en general, la mayoría de personas tienen un cierto margen de decisión que les
permite ahorrar o endeudarse según sus prioridades. Incluso los sectores más pobres de
la población pueden ahorrar cierto porcentaje de sus ingresos2. La utilización de distintas
metodologías de formación de grupos de ahorro y crédito evidencia que existen ahorros
locales suficientes para organizar programas de autofinanciamiento dentro de comunidades y regiones con altas tasas de pobreza. En Haití, las mutuelles de solidarité y los
bancos comunitarios son un ejemplo claro de que incluso en entornos muy vulnerables,
es posible organizar comunidades para movilizar ahorro local que sirva para cubrir parte
de sus necesidades de financiamiento.
1 Martin, Xavier. 2014 “Nota 1. ¿Qué son los grupos de ahorro? Evolución de los mecanismos grupales de ahorro y crédito,”
Grupos de Ahorro en América Latina y el Caribe. Programa ProAhorros. Fondo Multilateral de Inversiones.
2 Numerosos ejemplos claramente ilustrativos en este sentido pueden encontrarse en Collins, Daryl, et al, (2009). Portfolios of the poor: how the world’s poor live on $2 a day. Princeton University Press.
PRI ME R A SE CCI ÓN
a. En las comunidades hay un ahorro local que puede
utilizarse para cubrir la demanda de crédito
5
b. Los grupos de ahorro y crédito son una forma
alternativa de organización comunitaria
En muchos proyectos de desarrollo se busca involucrar a la comunidad y establecer intervenciones en las que exista una participación activa de los beneficiarios. Sin embargo, no
siempre es sencillo organizar a la comunidad y generar elevados niveles de participación.
El tiempo es un bien escaso y si no se logra atraer el interés de los participantes es difícil
mantener un nivel de motivación suficiente para que el grupo sujeto de intervención se
reúna de forma periódica. En este sentido, uno de los hallazgos más significativos de las
experiencias de promoción de grupos de ahorro y crédito es su capacidad para atraer
y mantener altos niveles de participación. Los grupos de ahorro y crédito actúan como
una forma alternativa de organización comunitaria que ofrece un argumento fuerte para
atraer el interés de los participantes. Los incentivos para participar en una reunión son
más fuertes cuando lo que está en juego es el propio ahorro y la posibilidad de acceder
a una fuente de financiamiento. Quizás uno de los hallazgos más significativos de las experiencias de grupos de ahorro y crédito, es su capacidad para organizar a la comunidad
y mantener su interés mediante mecanismos de autogestión. Se trata de un logro importante para las organizaciones que buscan trabajar en programas de desarrollo en esas
áreas puesto que los grupos pueden actuar como plataformas para otras intervenciones
sociales o como espacios de desarrollo e intercambio de experiencias.
c. Los grupos de ahorro y crédito son una potente
herramienta de educación financiera
Los grupos de ahorro y crédito son más que una metodología para posibilitar el ahorro
regular y facilitar el acceso a pequeños préstamos. Los grupos proporcionan un espacio
ideal para aprender a manejar las finanzas personales y familiarizarse con el uso de préstamos y ahorros. Al ser una metodología habitualmente muy participativa, los miembros
del grupo aprenden mientras se registran y discuten sus transacciones. La propia autogestión del grupo facilita el aprendizaje - aprender haciendo.
Algunas organizaciones complementan este aprendizaje natural que suele darse en los
grupos a través de la práctica con módulos específicos de educación financiera. Las experiencias existentes en la región avalan el potencial de los grupos como espacios privilegiados para mejorar las capacidades financieras de la población. El potencial de los
grupos de ahorro y crédito como herramienta de educación financiera es probablemente
uno de los elementos más relevantes en este tipo de intervenciones.
P RIM ER A S E CC IÓ N
BID / Fomin.
“El crédito y el ahorro son elementos demasiado atractivos para usarlos sólo como
dispositivos económicos. A través del ahorro y el crédito se puede articular un proceso
educativo que va más allá de lo estrictamente financiero”
Salmón Raydán, Presidente de Fundefir.
6
IED Vital / COLOMBIA.
d. No hay una única manera de promover con éxito
intervenciones con grupos de ahorro y crédito
Las realidades y objetivos que se persiguen con la promoción de grupos de ahorro y crédito son muy diversos y dependen en gran medida del contexto en el que se aplican. En
este sentido, uno de los aprendizajes que podemos extraer de las experiencias aplicadas
en la región es que no hay una fórmula específica o metodología válida aplicable a cualquier realidad o proyecto.
Algunos autores resaltan la importancia de estandarizar y homogenizar la metodología
de grupos de ahorro y crédito, poniendo especial énfasis en determinados aspectos
como el número de participantes, el reparto periódico de utilidades o la ausencia de fondos externos3. Sin duda, esta rigidez no es caprichosa y se basa en experiencias prácticas
de los autores y de sus organizaciones en otras regiones. Sin embargo, como se menciona en la Nota 24, la realidad de las experiencias de América Latina y el Caribe muestra que
hay un amplio abanico de metodologías válidas. Incluso dentro de un mismo proyecto
es frecuente encontrar grupos con funcionamientos muy distintos que evolucionan siguiendo procesos propios. Organizaciones como Fundefir que han exportado su metodología de trabajo a varios países de América Latina han tenido que adaptar sus procesos
a las distintas realidades locales de cada país. Del mismo modo, la propia evolución de los
grupos a lo largo del tiempo hace que, muchas veces, se generen procesos propios que
incluso en ocasiones dan lugar a nuevas formas organizativas. Pretender que los grupos
de ahorro sigan una única forma de organización y funcionamiento, sin considerar los objetivos perseguidos con la intervención o la realidad en la que se aplica el proyecto, choca
con la diversidad de enfoques existentes en la región
3 Allen, Hugh, y David Panetta (2010). Savings Groups: What Are They?. Washington DC: SEEP Network.
P RIM ER A SE CCI ÓN
4 Martin, Xavier. 2014 “Nota 2. ¿Cómo operan los grupos de ahorro? Experiencias destacadas en América Latina y el Caribe,” Grupos de Ahorro en América Latina y el Caribe. Programa ProAhorros. Fondo Multilateral de Inversiones.
7
e. El ahorro interno del grupo debe tener un papel
relevante como fuente de financiamiento
Un elemento clave para el éxito de los grupos de ahorro y crédito es que exista una clara
voluntad por parte de los miembros del grupo de utilizar ahorros propios como fuente
de financiación de los préstamos. Esta voluntad de arriesgar el propio dinero parece clave
para incentivar una buena autoselección de los miembros del grupo y garantizar un buen
manejo de los fondos. Existen varios proyectos de formación de grupos capitalizados inicialmente con fondos externos que han fracasado. Para que exista una buena selección
de los miembros del grupo y un seguimiento adecuado es necesario que existan incentivos adecuados. Cuando la principal motivación para la formación de grupos es acceder a
fondos externos, los incentivos para ejercer un buen control de esos fondos se reducen.
Murray y Rosenberg (2006) revisaron 20 proyectos de formación de grupos financiados
con fondos externos y encontraron que la tasa de devolución de los préstamos no era
suficientemente alta como para mantener el fondo activo más allá de unos pocos años5.
Experiencias como la promovida a finales de los años 90 en México por la Secretaría de
Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, muestran que el éxito de los programas de promoción de grupos puede darse sin utilizar capital semilla externo para su formación inicial6. Varias organizaciones que operan actualmente programas de promoción de grupos
de ahorro iniciaron con una metodología basada en la inyección inicial de capital externo
para la conformación de grupos. Sin embargo, tras el fracaso inicial de estas experiencias
varias organizaciones llegaron a la misma conclusión: es importante que la capitalización
inicial de los grupos se realice con ahorro de los propios miembros7.
Basar la formación de grupos en la disponibilidad de fondos externos para su capitalización parece ser una receta segura para el fracaso. Sin embargo, una vez consolidado el
grupo y creada una cierta institucionalidad, es posible establecer vínculos con otras entidades financieras que sean mutuamente beneficiosos tanto para los grupos como para
las entidades financieras. Tal y como se discutió en la Nota 2, existen varias experiencias
en la región cuyos grupos mantienen desde hace años relaciones estables y provechosas
con entidades financieras formales8.
5 Murray, Jessica y Richard Rosenberg (2006) Fondos de Préstamos Gestionados por la Comunidad:
¿Cuál de ellos Funciona? CGAP, Enfoques, nº 36, Mayo, 2006.
6 Zapata Álvarez, G. (2003). Fondos comunitarios de ahorro: Servicios financieros básicos en las Zonas rurales marginadas
de México. Subsecretaría de Desarrollo Rural, Dirección General de Programas Regionales y Organización Rural, Dirección
de Fomento de Organizaciones Financieras.
7 Torcat Rivas, Maribel; Jean-Claude Rodríguez-Ferrera Masson y Salomón Raydán Rivas (2011). La Otra microfinanza. Ediciones Fundefir.
P RIM ER A S E CC IÓ N
BID / Fomin.
8 The SEEP network está actualmente trabajando junto a CARE y la Fundación Master Card en la elaboración de un manual con herramientas y consejos sobre cómo vincular los grupos de ahorro y crédito con instituciones financieras formales. www.seepnetwork.org
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BID / Fomin.
Principales impactos esperados a través de la
promoción de grupos
Dado el elevado costo de promover y acompañar la formación de grupos de ahorro y la
falta de un modelo de negocio claro que permita su sostenibilidad sin un permanente
apoyo de donantes, parece necesario entender bien el impacto de este tipo de intervenciones. ¿Funcionan los grupos de ahorro? ¿En qué contextos? ¿Para lograr qué objetivos?
¿A través de qué mecanismos? A pesar de las numerosas experiencias de promoción de
grupos de ahorro en la región, existe todavía poca información clara y sistemática sobre
el impacto de estas intervenciones. Hay varias razones que pueden explicar, al menos
parcialmente, la falta de información y evidencias sobre los méritos de la promoción de
grupos de ahorro, entre ellas:
t La diversidad de organizaciones, proyectos y contextos en las que se promueven estas iniciativas
que impide sacar conclusiones generalizables y aplicables a todas las intervenciones de promoción de grupos de ahorro.
t La propia lógica de proyectos por la que se tiende a documentar las experiencias exitosas y olvidar rápidamente los proyectos más problemáticos.
t La falta de estudios rigurosos e independientes que evalúen de manera objetiva las virtudes de
este tipo de intervenciones.
t Las expectativas creadas sobre el potencial de los grupos de ahorro y crédito para generar todo
tipo de impactos positivos en el bienestar de sus miembros.
P RIM ER A SE CCI ÓN
En la región existen experiencias de grupos que llevan más de 10 años funcionando, experiencias de grupos que evolucionan y se integran en redes, y grupos que actúan como
plataforma para otras intervenciones sociales. Cada experiencia es distinta y es difícil generalizar, pero en opinión de varios expertos que están actualmente involucrados en la
promoción de grupos de ahorro, suelen existir unos efectos positivos comunes que pueden lograrse a través de la participación en grupos de ahorros. Entre los efectos positivos
más habituales que suelen atribuirse a las experiencias de grupos de ahorro y crédito se
encuentran la promoción de hábitos de ahorro, el desarrollo de capacidades financieras,
la creación de liderazgos, el acceso a pequeños préstamos y el apoyo mutuo brindado
por los miembros del grupo.
9
a. Fomento de la disciplina de ahorro
Una de las características de la mayoría de iniciativas de promoción de grupos de ahorro y
crédito es el requisito de que los participantes ahorren de manera periódica. Este ahorro o
inversión genera una disciplina de ahorro ya que en muchos casos hay un compromiso de
aportar un determinado monto en cada reunión. Cabe resaltar que el fondo acumulado
con los ahorros o inversiones del grupo suele utilizarse en préstamos para los miembros
del propio grupo o personas externas, por lo cual no siempre el ahorro está disponible. A
pesar de esta cierta iliquidez, la posibilidad de ahorrar de manera periódica parece ser una
característica en general apreciada por los miembros del grupo. La presión grupal parece
ayudar a crear una cierta autodisciplina que facilita el ahorro.
En general, se tiende a pensar que este mayor ahorro es una consecuencia positiva de
participar en grupos de ahorro y crédito. Sin embargo, sería necesario un análisis más
detallado para entender mejor el origen de este ahorro. Si el ahorro se produce como
consecuencia de una reducción de gastos superfluos, esta mayor disciplina para ahorrar
de manera periódica en el grupo supondría probablemente un impacto positivo. Por el
contrario si el ahorro en el grupo sustituye simplemente otra forma de ahorro (en una
ROSCA, en la casa o en una institución financiera), probablemente este impacto es
más neutro. Es incluso posible pensar en escenarios en los que el ahorro en el grupo
proviene de un mayor endeudamiento externo o de la reducción de gastos básicos de
alimentación o salud. En este último escenario la acumulación de ahorro en el grupo no
sería necesariamente un impacto positivo. Es necesario entender mejor las dinámicas y el
origen del ahorro acumulado en el grupo pero, en general, parece razonable pensar que
la participación en grupos de ahorro favorece una mayor disciplina de ahorro que resulta
beneficiosa para los participantes.
b. Herramienta de educación financiera
Tal y como se ha comentado, uno de los aprendizajes que parece desprenderse de varias
de las iniciativas de promoción de grupos de ahorro es el potencial de los grupos como
herramienta de educación financiera. Junto con la falta de acceso a servicios financieros,
una de las mayores limitantes para mejorar el nivel de inclusión financiera es mejorar las
capacidades y habilidades financieras de la población. Cada vez más países de América
Latina y el Caribe están llevando a cabo estrategias y planes específicos para mejorar el
nivel de educación financiera de la población. En este contexto, los grupos de ahorro y
crédito podrían jugar un rol importante. Los grupos de ahorro y crédito pueden ser una
herramienta de educación financiera que permita a los participantes entender conceptos
económicos y reflexionar sobre las posibilidades del dinero como instrumento financiero.
En América Latina y el Caribe, existen varias experiencias de promoción de grupos de
ahorro diseñadas especialmente para favorecer un mejor manejo del dinero. Varios proyectos incluyen la formación de grupos con niños y niñas con la clara vocación de inculcar hábitos de ahorro, como es el caso de Plan Internacional que ha trabajado en varios
países en la promoción de grupos de ahorro con niños. De manera similar, Catholic Relief
Services en El Salvador ha formado numerosos grupos de niños y jóvenes con un claro
enfoque de educación financiera y promoción de hábitos de ahorro. El proceso educativo que se logra con la promoción del ahorro es también uno de los elementos destacados por Salomón Raydan, gerente de Fundefir, como uno de los principales valores
obtenidos mediante la promoción de grupos de ahorro y crédito.
BID / Fomin.
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c. Creación de liderazgos
La permanencia de los grupos a lo largo del tiempo conlleva a generar liderazgos que
además de facilitar el desarrollo personal individual pueden beneficiar el desarrollo de
otros programas en la comunidad. Alfonso Castillo, gerente de la cooperativa mexicana
Cosechando Juntos lo Sembrado, destaca cómo varias de las mujeres que ejercen como
cajeras en los grupos de ahorro de la cooperativa, han desarrollado unas habilidades y
un reconocimiento social que ha podido ser aprovechado cuando se han implementado
otros programas de salud o educación en la comunidad. Participar en el comité de crédito, ejercer de cajera o tesorero son espacios de aprendizaje que pueden tener un impacto
significativo en el desarrollo personal de personas que quizás tengan pocas oportunidades de ejercer roles de liderazgo en otras actividades propias de la comunidad. El funcionamiento interno de los grupos, la toma de decisiones, la transparencia de las cuentas, la
imposición de sanciones o el uso de los fondos de emergencia, generan un componente
social y unas interacciones que posibilitan el crecimiento personal y la formación de capital social.
“La permanencia de los grupos a lo largo del tiempo permite generar liderazgos que
traspasan al propio grupo y benefician a otros programas de salud o educación. Para
entender el valor de los grupos hay que ir más allá de lo estrictamente financiero.”
Alfonso Castillo, Gerente de Cosechando Juntos lo Sembrado.
d. Acceso a servicios financieros
Los grupos de ahorro ofrecen la posibilidad de ahorrar de forma periódica y la posibilidad
de acceder a pequeños préstamos que buscan cubrir diversos tipos de necesidades no
necesariamente ligadas a actividades microempresariales. A través de la participación en
grupos de ahorro y crédito es posible obtener préstamos para pagar deudas, para comprar ropa, medicinas u organizar alguna pequeña celebración. A diferencia de muchos de
los productos crediticios ofrecidos por entidades financieras formales, en los grupos de
ahorro y crédito es muy común financiar actividades que no son generadoras de ingresos.
PRI ME R A SE CC IÓ N
BID / Fomin.
El enfoque en el ahorro y la posibilidad de obtener una rentabilidad atractiva a través de
los intereses obtenidos de los créditos desembolsados, es también característico de los
mecanismos grupales de ahorro y crédito. El ámbito local en el que actúan los grupos de
ahorro y la cercanía entre sus miembros facilita, simplifica y reduce costos. De igual forma,
los miembros se conocen entre ellos e incluso es habitual que en un mismo grupo participen varios miembros de una misma familia. Este conocimiento facilita las transacciones
financieras y es un valor difícil de capturar por las instituciones financieras formales que
no están muy arraigadas en el territorio.
11
S EG UN DA SE CC I Ó N
RETOS
Los retos a los que se enfrentan los grupos de ahorro y crédito probablemente son tan diversos y variados como los programas, organizaciones y proyectos que los promueven. A pesar de la diversidad
de enfoques existentes, hay determinados desafíos que parecen
estar presentes en muchas de las organizaciones que promueven
grupos de ahorro y crédito. Entre estos retos, se destacan cuatro:
1. Establecer con mayor precisión el valor agregado esperado y realmente
obtenido en cada una de las intervenciones que utilizan como instrumento
de desarrollo la formación de grupos de ahorro y crédito,
2. Identificar modelos de crecimiento que permitan expandir y/o profundizar el alcance de las iniciativas,
3. Determinar si los grupos de ahorro y crédito pueden llegar a ser un vehículo estable de inclusión financiera que facilite el acceso a servicios financieros formales,
4. Desarrollar mecanismos de control que reduzcan la posibilidad de que
los participantes en grupos de ahorro y crédito puedan llegar a perder sus
ahorros.
a. Determinar con mayor precisión el valor agregado
esperado
S EG UNDA S E CC IÓ N
De la misma manera que no todos los productos ofrecidos por las instituciones financieras formales tienen el mismo nivel de impacto en el bienestar de sus clientes, es lógico
pensar que el beneficio de participar en un grupo de ahorro y crédito dependerá en gran
medida de las características de cada grupo y entidad promotora de los mismos. Del mismo modo que no hay un valor intrínseco positivo ligado al otorgamiento de un crédito,
formar parte de un grupo de ahorro y crédito tampoco garantiza necesariamente por
si sólo impactos positivos generalizados. Es necesario entender mejor en cada contexto
cuál es el valor agregado esperado de una determinada intervención que incluya como
instrumento la conformación de grupos de ahorro y crédito. En este sentido, parece adecuado entender los grupos de ahorro y crédito no como un fin en sí mismo, sino como
un instrumento para obtener determinados resultados ligados a contextos y situaciones
específicas.
12
Bajo esta óptica, uno de los retos principales de las intervenciones de promoción de grupos de ahorro y crédito, es entender mejor en qué circunstancias y a través de qué mecanismos determinadas poblaciones pueden beneficiarse de este tipo de iniciativas. En este
sentido, tener un conocimiento más preciso del perfil de los participantes en los grupos
de ahorro debería ayudar a entender mejor el tipo de impacto previsto. Probablemente, los resultados esperados de grupos en los que la mayoría de sus miembros utilizan
servicios financieros formales, serán distintos a los de grupos en los que participan principalmente personas que no tienen ninguna experiencia previa en el uso de servicios
financieros formales. Del mismo modo, el impacto de los grupos de ahorro en el aumento
del nivel de ingresos de sus miembros seguramente no será igual en proyectos con componentes específicos dirigidos al desarrollo de actividades generadoras de ingresos, que
en proyectos que carezcan de este tipo de elementos. La generación de capital social, el
empoderamiento, los efectos en la mejora de salud, de educación o cualquier otro efecto
BID / Fomin.
esperado dependerá en gran medida del tipo de intervención que se realice y no serán
probablemente efectos que se produzcan de manera espontánea con la conformación
de un nuevo grupo.
En los últimos años, han aumentado los esfuerzos para entender mejor el impacto de los
grupos de ahorro y se han realizado varios estudios con pruebas aleatorias controladas
sobre el impacto de los grupos de ahorro, especialmente en África9. Los resultados de
estos estudios pueden ayudar a entender mejor los impactos a través de este tipo de intervenciones. Sin embargo, la evidencia generada hasta ahora a través de estos estudios,
especialmente en América Latina y el Caribe, todavía no permite afirmar con suficiente
claridad todos los impactos positivos que a menudo se atribuyen a los grupos de ahorro y
crédito. Este tipo de estudios con pruebas aleatorias controladas son costosos en tiempo,
esfuerzo y dinero y dada la diversidad de enfoques y metodologías existentes en América
Latina y el Caribe, no está claro que los resultados de un estudio específico sean fácilmente trasladables a la experiencia de otros grupos y organizaciones. Sin embargo, las
pruebas aleatorias controladas no son la única metodología válida para entender mejor el
impacto de una determinada intervención. Más allá del método de evaluación utilizado
es importante que exista una conexión clara entre los objetivos que se persiguen con la
promoción de grupos de ahorro, en una determinada área o población, y los procesos
que se prevé desarrollar para que generen esos resultados.
La simplicidad en los procesos de los grupos de ahorro y crédito puede ser un requisito
importante para el buen funcionamiento de los grupos. Sin embargo, esta simplicidad,
que a menudo va ligada a la búsqueda de una estandarización metodológica que sea
aplicable a cualquier contexto, no debería interferir con una clara identificación sobre
el valor agregado específico que una intervención de promoción de grupos de ahorro
puede tener en un determinado contexto. Los mecanismos informales espontáneos de
formación de grupos de ahorro son muy comunes en la región por lo que los grupos de
ahorro y crédito promovidos desde una determinada organización, tienen sentido en la
medida que exista un claro valor añadido sobre las iniciativas ya existentes que se generan de manera espontánea.
Otro de los retos a los que se enfrentan las organizaciones que están promoviendo la formación de grupos de ahorro en América Latina y el Caribe es cómo sostener y aumentar
el alcance y profundidad de sus programas. Las organizaciones que llevan más años trabajando de forma continua en la formación y consolidación de grupos autogestionados
de ahorro y crédito, han experimentado un crecimiento orgánico lento con tendencia a
estabilizarse una vez alcanzado unos pocos miles de personas organizadas en grupos.
Organizaciones como Fundefir en Venezuela, FINCA en Costa Rica, CEPESIU en Ecuador o
Cosechando Juntos lo Sembrado en México, tras muchos años de trabajo continuo promoviendo la creación de grupos autogestionados de ahorro y crédito, llegan a entre 10
9 Gash, Megan y Odell Kathleen (2013). The Evidence-Based Story of Savings Groups: A Synthesis of Seven Randomized
Control Trials. The SEEP Network.
S EG UNDA S E CC IÓ N
b. Encontrar un modelo de crecimiento adecuado
13
mil y 30 mil personas. Varias de estas organizaciones después de una etapa centrada en
la expansión y crecimiento en el número de grupos, han optado por una estrategia más
orientada a ampliar y consolidar el trabajo con los grupos ya existentes.
Parece existir una cierta tensión entre el crecimiento en número de grupos y la profundidad del valor social generado. Varias organizaciones como Cosechando Juntos lo Sembrado en México o Fundefir en Venezuela, han hecho una apuesta consciente para moderar o incluso frenar el crecimiento en número de grupos y orientar los esfuerzos en
explorar el potencial organizativo de los grupos existentes, buscando iniciativas y alianzas con otras organizaciones para agregar valor a los grupos ya creados. Otras organizaciones apuestan por un menor nivel de intervención en los grupos e incluso es frecuente
que algunas organizaciones limiten el contacto con los grupos a unas pocas visitas cada
vez más espaciadas en el tiempo, llegando éstas a desaparecer tras un año de formado
el grupo.
La permanencia o no de los grupos a lo largo del tiempo es evaluada de manera distinta
en función de cada organización. Algunas entidades apuestan claramente por la consolidación de los grupos y estructuras de base promovidas. En estos casos, se aspira a que
los grupos permanezcan unidos, crezcan y evolucionen, por lo que se genera una cierta
sensación de fracaso cuando los grupos se disuelven. Otras organizaciones creen que el
hecho que los grupos se disuelvan no compromete su propósito ya que los aprendizajes
generados por la participación en el grupo quedan en sus miembros.
El debate sobre la mayor o menor institucionalidad que debe buscarse en la promoción
de grupos es otro de los elementos que diferencia varias de las metodologías existentes.
De nuevo, probablemente la respuesta esté muy ligada al resultado que se busque con
la promoción de grupos de ahorro y crédito. Para las organizaciones que entienden la
formación de grupos principalmente como educación financiera y transferencia de una
metodología simple de organización comunitaria basada en el ahorro, probablemente la
permanencia y consolidación de los grupos puede no ser necesariamente una prioridad.
Por otro lado, las entidades que conciben los grupos de ahorro como pequeñas organizaciones comunitarias de base para construir distintos tipos de intervenciones, probablemente necesitan invertir un mayor esfuerzo en la consolidación de estos grupos.
14
CUADRO
1
Puddle: grupos de ahorro y
crédito virtuales.
En 2012, Jean Claude Rodríguez, quien adaptó la metodología utilizada en Venezuela por Fundefir para su utilización como herramienta de cohesión social entre grupos de inmigrantes en España, creó junto con Matt Flannery
y Skylar Woodward dos de los fundadores de Kiva, Puddle, una plataforma online para crear grupos de ahorro y
crédito de manera virtual. Aunque es difícil imaginar que esta sea una solución accesible para todo tipo de poblaciones y contextos, es un buen ejemplo de una manera alternativa de difundir y organizar grupos de ahorro
y crédito. www.puddle.com
SE GUN DA SE CCI ÓN
SE GUN DA SE CCI ÓN
Las entidades más centradas en mantener metodologías muy simples y un bajo nivel de
intervención limitado principalmente a una serie de visitas por parte de un facilitador que
asegura la correcta transferencia de conocimientos, tienen probablemente uno de sus
mayores retos en la búsqueda de alternativas para poder transmitir estos conocimientos
de manera más masiva. Incluir esos conocimientos en currículos escolares, en programas
de radio o en otras iniciativas de educación financiera existentes podrían ser vías para
que estos conocimientos pudieran distribuirse de manera más masiva. Por otro lado, las
entidades más centradas en la consolidación de organizaciones comunitarias tienen el
reto de atraer servicios financieros y sociales adicionales que aumenten el impacto de las
intervenciones. ¿Llegar a más personas con menos o llegar a menos personas con más?
De nuevo, la respuesta probablemente dependa del contexto, la problemática y el tipo
de intervención buscado (ver Cuadro 1).
c. Establecer vínculos con entidades financieras formales
Los grupos de ahorro y crédito ofrecen un lugar para ahorrar y permiten acceder a pequeños préstamos. Sin embargo, es difícil pensar que los grupos de ahorro pueden por
si solos cubrir todas las necesidades de servicios financieros de sus miembros. Por el lado
del ahorro, los grupos ofrecen disciplina y regularidad, pero a costa de una cierta iliquidez
ya que la disponibilidad de los ahorros está necesariamente ligada a que los fondos del
grupo no estén prestados en ese momento a otros miembros. El acceso a los ahorros está
asimismo ligado a las reuniones del grupo y es un sistema de ahorro que exige participar e
invertir tiempo en discusiones, comités e incluso organización de rifas y eventos. La rentabilidad obtenida por los ahorros puede ser elevada pero no está exenta de riesgo, ya que
los ahorros de los miembros son prestados a otros miembros existiendo así la posibilidad
de que la rentabilidad de los ahorros pueda llegar a ser negativa. Por el lado del crédito,
el acceso está condicionado a la disponibilidad suficiente de fondos. No necesariamente
existen suficientes fondos disponibles en el momento que surja la necesidad u oportunidad de inversión. En general, la capacidad de otorgamiento de préstamos, especialmente
en los grupos con pocos miembros y bajo nivel de ahorro, se limita a préstamos de bajo
monto y de muy corto plazo. En las metodologías que exigen una distribución periódica
de los ahorros y las ganancias del grupo, el acceso a préstamos disminuye a medida que
se acerca la fecha establecida para devolver el ahorro a los miembros.
SE GUN DA SE CCI ÓN
Visión Mundial / BRASIL.
Para aumentar la calidad, diversidad y disponibilidad de los servicios financieros a los que
se puede acceder mediante la participación de un grupo de ahorro y crédito, es necesario
que exista una vinculación con instituciones financieras de mayor tamaño que permitan
acceder de manera continuada a una mayor gama de productos y servicios. Un ejemplo de este tipo de alianzas es la que ha establecido Visión Mundial en Brasil con Ande,
o la relación existente entre el banco Codesarrollo y las estructuras financieras locales
promovidas por el FEPP en Ecuador. Sin duda, los grupos de ahorro y crédito tienen un
papel como proveedores informales de ahorro y crédito pero no ofrecen por si solos una
solución completa al reto de incrementar el acceso a servicios financieros, ni son un substituto para los esfuerzos que las entidades financieras formales deben seguir realizando
para llegar a poblaciones con menor acceso.
15
BID / Fomin.
d. Desarrollar mecanismos de control que reduzcan el
riesgo para los ahorradores
SEG UN DA SE CC IÓ N
Desarrollar mecanismos de control que reduzcan la posibilidad de que los participantes
en grupos de ahorro y crédito puedan llegar a perder sus ahorros es también un reto
importante. Este riesgo probablemente no es mayor al que existe en otros mecanismos
informales de ahorro como las tandas o el ahorro en casa. Sin embargo, dado que los
grupos de ahorro y crédito normalmente son promovidos por una organización externa,
existe una responsabilidad mayor por parte de estas organizaciones en establecer mecanismos y procesos que reduzcan al máximo posibles situaciones de abuso. Dado que se
trata de intervenciones no de mercado, que carecen por tanto de mecanismos de protección al cliente, es necesario que exista un esfuerzo de las organizaciones promotoras de
estas iniciativas para velar por la seguridad de los ahorros. Especialmente cuando estas
iniciativas son promovidas con dinero público, hay una clara necesidad de limitar y explicitar claramente los riesgos que asumen los miembros que participan en este tipo de
esquemas.
16
En este sentido, varias de las organizaciones se refieren a los aportes realizados por los
miembros del grupo como inversiones y no como ahorro para dejar claro el riesgo y la
estrecha vinculación existente entre la rentabilidad de los aportes y la diligencia a la hora
de otorgar créditos. Del mismo modo, las entidades tienen el reto de desarrollar mecanismos de supervisión y control mínimo de los grupos creados. En octubre de 2002 el robo
de un cajero en uno de los grupos creado por Fundefir llevó a esta organización a establecer más controles y realizar auditorías periódicas asumiendo un mayor rol de supervisión.
Otras organizaciones han tomado medidas similares. Dada la propia naturaleza informal
en la que funcionan los grupos de ahorro, es difícil obtener cifras sobre cuán habitual es
que miembros de un grupo acaben perdiendo sus ahorros. De nuevo, en este punto,
probablemente exista una gran variabilidad en función de la calidad del programa que se
evalúe. Paul Rippey, una persona con amplia experiencia de trabajo con grupos de ahorro
en África, cita recientemente un estudio con una amplia muestra de grupos de ahorro
en el que el 5% de los miembros manifestaban que su dinero se había perdido o había
sido robado10. Que una intervención de carácter social cuyo objetivo último es mejorar
las condiciones sociales, económicas y financieras de los participantes pueda conllevar a
que un porcentaje de los beneficiarios acabe perdiendo sus ahorros, es un riesgo difícil de
asimilar por lo que cualquier entidad que trabaje con grupos de ahorro debería hacer un
esfuerzo por intentar minimizar este riesgo.
10 http://savings-revolution.org/blog/2014/1/18/excellence-part-1.html
T ERC E R A SE CC I Ó N
Reflexiones SOBRE A DÓNDE
VAN LOS GRUPOS DE AHORRO
En América Latina y el Caribe existen numerosas experiencias e
iniciativas de conformación de grupos autogestionados centrados
en el ahorro y varias de ellas llevan muchos años funcionando. Sin
embargo, todavía no hay evidencia suficiente que nos permitan
afirmar de manera contundente y generalizable que la promoción
de grupos de ahorro y crédito es una intervención eficiente y
recomendable en cualquier circunstancia, región y comunidad. Es
necesario entender mejor las circunstancias y mecanismos en las que
determinadas poblaciones pueden beneficiarse de la participación
en un grupo de ahorro y crédito.
TE RCE R A SE CC IÓ N
A diferencia de otras regiones, en América Latina y el Caribe son
todavía pocas las organizaciones que han conseguido consolidar
programas de alcance masivo. Sin embargo, la variedad de organizaciones y proyectos dedicados a la promoción de grupos de ahorro,
permite vislumbrar ciertos impactos positivos en los participantes
de muchas de estas iniciativas que van más allá de lo estrictamente
financiero. Los grupos de ahorro y crédito pueden ayudar a disciplinar el ahorro y facilitar el acceso a pequeños préstamos pero sobretodo pueden ser una potente herramienta de educación financiera. Mediante el desarrollo de alianzas con instituciones financieras
y organizaciones sociales los grupos de ahorro pueden aumentar y
diversificar los servicios financieros y sociales ofrecidos y aumentar
así el impacto de este tipo de intervenciones.
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N OTAS
Notas
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N OTAS
Notas
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